Toma Valeera vomita anda,a mi me encanta!!!
http://www.uppic.es/image/96w
Yo lo llevo en el anular querido
Toma Valeera vomita anda,a mi me encanta!!!
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Yo lo llevo en el anular querido
jajajaja tarde Eily te he leido XD
prometo no chivarme va
No me suelen gustar las joyas, pero esa no está mal. Sencilla y bonita.
Pues como yo,sencilla y bonita jajajajaja
La verdad es que cuando lo vi pensé…va es coña no?Y de esas cosas que piensas…si me cabe me lo compro,con dos ovarios.Como un guante oye
Este también es sencillito.
https://www.elmascarodelmundo.com/wp-content/uploads/2012/09/anlllo.jpg?x76442
Solo cuesta 972 mil euros. Nada, una baratija.
joe Eily si llego a tener esa friolera de euros,estaría escribiendo este post desde una isla del caribe y a raidear iba a ir spm XD
Pues fíjate, me parece más bonito el otro xD Con ese dinero prefiero comprarme un casoplón, un super ordenador, todas las consolas que hay y ¡a vivir del cuento!
Había caido la noche. Einir y Noah acudieron al cuartel general de la alianza en Boralus. Los mandos estaban cenando en ese momento en cualquiera de los grandes y lujosos salones que tenían reservado para ello, pero a quien iban buscando no le gustaban esas reuniones falsas y rimbombantes… se dirigieron hacia los jardines del mismo. En un pequeño mirador hacia el interior del estrecho de tiragarde y bañado por la luz de Elune, dos centinelas de élite montaban guardia. Le dieron el alto a Noah y Einir.
“Soy la sargento Noah, necesito ver a la general. Es un tema urgente…” Dijo Noah mientras se cuadraba.
La centinela negó con la cabeza: “La general está cenando. Dime que tema tan urgente puede requerir su atención ahora mismo”.
Una voz provino del interior que gritó: “Eleina, déjalas pasar”.
“Sí general Plumaluna” dijo la centinela al tiempo que apartaba su arma para que Noah y Einir pudieran pasar mientras las miraba con cierto desdén.
Shandris se encontraba mirando hacia el mar y la luna. Apenas había comido un poco de fruta. Se giró al tiempo que Einir y Noah se cuadraban.
“General somos la sargento Noah y esta es la centinela Einir… estamos al mando de…”
“Sé quienes sois Noah” la interrumpió amablemente Shandris. “Decidme, ¿qué tema es tan urgente?”
Noah cogió aire, y dijo: “General, creemos que la capitana Eleanna Arroyoplateado se encuentra en grave peligro”.
Si Shandris se sorprendió ante lo que dijo Noah… no dió ninguna muestra de ello.
“¿Y en que os basáis para sospecharlo?” preguntó Shandris.
“Porque casi se muere en mis brazos. Algo le pasa.” dijo Valeera aterrizando suavemente en el mirador junto a Shandris.
Las centinelas que montaban guardia se giraron inmediatamente y se disponían a lanzar sus gujas hacia Valeera. “¡General, sindorei!”
Shandris alzó un brazo poniéndose delante de Valeera y dijo con mucha severidad. “Valeera no es nuestra enemiga. Si vais a ser mi guardia, podríais empezar por diferenciar quien es enemigo de quien no, ahora marchaos, dejadme hablar a solas con las tres”.
“Lo lamentamos general. A sus órdenes” dijeron mientras se retiraban haciendo una reverencia.
“Gracias…” dijo Valeera con tono de agradecimiento.
Shandris negó con la cabeza y les ofreció asiento, comida y bebida a las tres allí presentes. Se sirvió una copa de vino y mirando a Valeera le preguntó:
“Dime que ocurre Valeera”.
Valeera asintió y comenzó a contarle como había encontrado a Eleanna convulsionando en el suelo. Hablaba de que alguien la quería controlar y que le estaba provocando un inmenso dolor… y que había partido para solucionarlo. Einir se llevó las manos a la cara al escuchar el relato de Valeera y Noah apretó los puños y le preguntó:
“¿Qué hacías tu en su habitación sibilina sindorei?” El tono denostaba cierta agresividad.
Valeera la miró con odio… pero no dijo nada.
“Qué sea la última vez que te diriges a una aliada como Valeera con ese tono y esas palabras, sargento Noah” le dijo severamente Shandris.
“Lo siento general… discúlpame Valeera, es solo que me ha impactado haber sido tan ajena al sufrimiento de Eleanna”… su cara se relajó y mostraba preocupación y dolor…
Valeera negó con la cabeza quitándole hierro al asunto, volvió a mirar a Shandris y le dijo:
“General, tus centinelas estaban convencidas de que tu podrías saber quién o qué es lo que estaba provocando estos ataques en Eleanna… ¿algo que pueda compartir con nosotros?”
Shandris se levantó entonces y se apoyó en el mirador dirigiendo su mirada a su diosa. Pensó durante unos instantes, y finalmente dijo:
“Sí Valeera… sé quien le está provocando esos ataques…”
Las tres miraron impacientes a Shandris, que se volvió y les dijo…
“La reina Azshara…”
Las dos centinelas se quedaron mudas, no podían hablar ni casi respirar. El corazón se les encogió. Valeera estaba entrenada para reprimir sus emociones, en el mundo del que ella provenía mostrarlas podía ser fatal… pero el corazón le había dando un vuelco. Quizás no conociera tan bien ese nombre como los kaldorei pero… sabía que era una muy mala noticia.
“Hace unos días… me contó que la reina le hablaba, la tentaba a volver junto a ella, como cuando ella reinaba sobre todos nosotros, como cuando nos dominaba… y como cuando nos dejó a merced de la legión…” la voz se le ahogó a Shandris, pero rápidamente recuperó la compostura y siguió hablando.
“Pero ella no me dijo nada de ataques ni de dolor, simplemente me habló de el contacto que la reina traidora tenía con ella. Sospechaba que los altonato le habían hecho algo cuando la llevaron a Zin Azshari de niña… Le sugerí que fuera al único sitio donde se puede volver al pasado, a aquella, época… a las cavernas del tiempo. Allí podría investigar que le hicieron esos malnacidos a ella y a los demás como ella y quizás… solucionar el problema.”
“Las cavernas del tiempo” susurró Valeera para sí misma.
Se levantó, se dirigió a Shandris la cogió de las manos y le dijo mirándola a los ojos.
“Gracias… Shandris”
Shandris notó algo en aquella mirada… no era la mirada de alquien que buscaba a algún simple conocido, no… era la mirada de alguien que buscaba a quien amaba y acababa de encontrar una luz que le había dado esperanza. Tendría que hablar con Eleanna cuando volviera… si volvía…
Shandris negó con la cabeza. Valeera se tapó entonces la cara con su pañuelo rojo y se dispuso a abandonar el mirador cuando Shandris le gritó “Un segundo valeera”. Valeera se volvió hacia ella.
Shandris se acercó, la cogió del hombo y le dijo señalando a Einir y a Noah, que aún estaban un poco afectadas por lo que habían oido:
“Quiero que te acompañen y te ayuden a salvar a Eleanna de la reina traidora”
Aquello sacó del ensimismamiento a Noah, que rápidamente gritó “¡Qué estás diciendo general!”
Valeera abrió los ojos sorprendida ante lo que había dicho la general, las miro un segundo y le respondió: “Te lo agradezco Shandris… pero trabajo mejor sola”.
“Estoy convencida de ello querida… pero tengo la sensación de que esto no va a ser una tarea sencilla. Si la vida de una capitana está en juego, sus centinelas tienen el deber de intentar ayudarla… una kaldorei siempre ayuda a su hermana… siempre.”
“Además” añadió “son buenas luchadoras y rastreadoras, no tenéis porque ir necesariamente juntas siempre, pero creo que en este caso la unión… hace la fuerza”.
Valeera las volvió a mirar, las dos centinelas no parecían muy contentas. Entonces Valeera asintió con la cabeza.
Shandris se giró hacia las centinelas y les ordenó:
“Estáis al mando de Valeera ahora. Id con ella, traed de vuelta a Eleanna y ayudadla a romper su conexión con la pérfida reina traidora”…
Argent preparó con esmero la cena,mientras la sacerdotisa descansaba.
Realizó una receta Pandaren,de sopa de verduras,y como plato fuerte unas verduras salteadas.La cena tendría que transcurrir con normalidad,pero el paladín llevaba rato pensando,cual sería el próximo paso que darían.Queria plantearselo con suavidad,puesto que su sacerdotisa era muy independiente,y quería respetar su espacio.Sin embargo…
El paladín pensaba,que por el bien del fruto que llevaba la sacerdotisa en su vientre,ambos deberían de realizar muchas acciones en conjunto en el futuro.
Colocó una gramola de fabricación goblin,y un disco con melodía suave,sólo música,y un poquito relajante.
The moment, parecía una buena elección para acompañar la cena ,aunque no le sonaba el tal Keny que aparecía en la portada, sin embargo,puso en marcha la gramola,y se puso a esperar a su amada…
Menel se había quedado dormida sobre el libro,despertó un poco desorientada,era de día o de noche?
Al ver que no entraba luz por la ventana se preguntó si era de madrugada.El olor de la cena le indicó más o menos la hora que era.Sonrió.Se levantó,se dio una rápida ducha arcana y se cambio de toga.Se secó el pelo con la toalla y se lo cepillo con rapidez.Lo despeinó con los dedos,perfume y un ultimo vistazo al espejo.
Eso que oía era música? Vaya,no recordaba la última vez que había escuchado música…mmm…pensó-el trovador de la cena en Cavernas.
Bien tenía que tratar algo muy muy delicado con Argent y no sabía por donde empezar.Quizás pensase que lo que le iba a pedir era egoista,o que lo hacía porque ambos estuvieran en la misma situación.Sin embargo renunciar a sus respectivas facciones para unir a una buena cantidad de amigos de todas las razas era lo sensato.Ser simplemente elfos,ni kaldoreis,ni sindoreis,ni rendoreis…solo elfos con una enemiga común,la Reina Azshara.
Inspiró aire con fuerza para darse valor,y se dirigió a la cocina.
El paladin vio entrar a su amada en la cocina.Su aspecto maravillosamente natural,no le hacía falta mucho para que su belleza destacara…
-Espero que la cena sea de tu agrado,amor mío.Se que te gusta la cocina Pandaren,y aunque no destaco mucho,creo que es digna, mi vida.
Menelwie sonrió con dulzura a su amado,y se dispuso a degustar la cena.Pronto,el ceño fruncido de la sacerdotisa,le indicó que algo le preocupaba,y que estaba pensando algo…
-Cariño,aquí Azeroth llamando a la sacerdotisa.
Menel se ruborizó un poco por que su amor como siempre le había pillado en la inopia…
-Cariño…dijo el paladín.Como te he dicho en más de una ocasión,tu cara te traiciona.Sea lo que sea que quieras preguntar,la respuesta es sí.
Argent!!
Inopia es sin h
-No deberías contestar tan a la ligera amor-dijo ella con tono serio.Lo que voy a pedirte es…delicado.Ojalá pudiera decir que me encantaría quedarme,quedarnos aquí el resto del embarazo,tranquilos por más de un par de días,sin embargo…ambos sabemos que mientras nuestras facciones,nuestras razas están matándose entre si,ella acecha en el océano,preparando algo que ha estado maquinando por diez mil años.Desde que los nagas empezaron a aparecer por las costas de Azeroth hace muchos años he temido este momento.Y lo peor de todo es que me coge en mi momento más vulnerable.Si todo esto es un plan de Elune y Belore te juro que a veces no lo entiendo-dijo torciendo el gesto.
Pero si hemos de combatirla,de buscar apoyo contra ella mientras nuestras facciones siguen peleándose y debilitándose mutuamente mientras le allanan el camino…no podemos posicionarnos,no podemos distinguir entre razas,no podemos ser kaldoreis,sindoreis…solo elfos y otras razas que sean capaces de ver el verdadero peligro sin representar a ninguna de las dos facciones.Algo tan neutral como nuestras sedes,o el circulo cenarion.
-No quiero que me respondas ahora,lo que planteo no se piensa a la ligera,no se decide en un momento,tienes que ser consecuente y saber que si Liadrin o Lor Themar te llaman a las armas…tu respuesta será un no.Es la única forma.Plantear esto desde la neutralidad,desde el mismo propósito,porque si queremos convencer a los demás,crear un pequeño ejército que esté preparado para cuando la Reina naga se alce,debemos ser los primeros en dar ejemplo.
-No me respondas ahora,piénsalo bien,consúltalo a la almohada y cuando lo decidas,volvemos a hablar del tema.
-Por cierto,la cena está deliciosa,gracias-dijo sonriendo con dulzura,quiero la receta de esta sopa pandaren paladín,así que empieza a cantar-dijo poniendo cara amenazante.
Era una forma de relajar el ambiente y cambiar de tema.Mientras hablaban de recetas de cocina aprendidas en sus muchas aventuras por separado la cena continuó entre risas y miradas amorosas.
Encontré a un amigo perdido y me preguntaba si tú podías cuidar de él. Es muy buen chico, no te dará problemas.
Zelgrim
Zelgrim era su amigo trol druida, al que había apodado “el loco de los gatos” por su gusto e incluso parecido en comportamiento con ellos a veces. Destapó la jaula y un gatito oscuro con algunos patrones de lo que parecía energía vil apareció ante él y Blackie, el cual se mostró aun mas curioso. El pequeño felino maulló con curiosidad. No parecía peligroso a pesar de su naturaleza.
– Pareces aburrido ahí- observó el sin’dorei- Vamos a ver que tal te portas.
Abrió la jaula y el animal salió sin miedo alguno, ni siquiera el enorme compañero animal del cazador parecía intimidarle, a pesar de que lo podría comer de un bocado. De hecho daba la impresión de que se llevaban bien. No tardaron en comenzar a jugar.
Hæyhæ negó con la cabeza y salió al exterior mientras ellos se perseguían por toda la granja. Una imagen muy distinta a la que últimamente se veía por el resto de Azeroth, donde la guerra y la muerte campaban a sus anchas. Ni si quiera aquella presencia oscura que se notaba en Zandalar y Kultiras era demasiado fuerte ahí.
Una vibración en su mochila se sacó de su ensimismamiento. Sacó un pequeño dispositivo y pulsando un botón éste se elevó hasta quedar justo en frente de él y se abrió, dejando ver la imagen de un ren’dorei con cierto parecido al elfo de sangre.
– ¿Que hay, mi pendenciero hermano? Veo que estás tan aislado del mundo como es habitual en ti.
– Thoren, hermano, te he dicho mil veces que es peligroso contactar conmigo sin previo aviso.
– No hubieras contestado la llamada si no estuvieras a salvo- rió el ren’dorei- Te ha llegado un mensaje al refugio Alblanco, pero viendo que estabas perdido haciendo los Titanes saben qué, he acudido yo a la llamada.
Hæyhæ arqueó una ceja,
– ¿Qué llamada?
– Por lo visto hay una organización de chiflados que se dedican a matar elfos- aquello alarmó al cazador- ya sean de Lunargenta, de Darnassus, de Suramar, o nosotros, los parias- añadió con cierta amargura- Alleria nos llamó y conseguimos eliminar a muchos en lo que parecía ser su sede principal en Costa Abrupta. Aún así yo permanecería atento, hermanito, no creo que fueran los únicos.
El sin’dorei apretó los puños, solía ser tranquilo, pero que ataran a su gente, era algo que no podía soportar. Ni a su gente ni a cualquier elfo en general.
– Te juro que si me cruzo con alguno, no saldrá vivo- aseguró- e investigaré el asunto inmediatamente.
– Me gusta tu actitud. Casi pareces alguien responsable… bueno ¡nos vemos!- y sin darle tiempo a despedirse, cortó la comunicación.
“Pff, soy más responsable que tú. Al menos no tengo vacío en mi cabeza…” pensó mientras cerraba el dispositivo y lo guardaba “Parece que nos vamos a tener que ir de caza…”
Era en Costa Abrupta.
P.D.: hoy no pondré mi relato matutino porque ahora mismo estoy sin ideas.
Quizás debería contar mi propia historia romántico-pastelosa a ver si entre todos le provocamos una úlcera a pelo estropajo.
El paladin desperto temprano.Los persistentes ataques de tos parecían haberse moderado,o tal vez simplemente, el hecho de dormir con su amada,tenía un efecto curativo sobre su enfermedad.
Aspiro el aroma de aquellos cabellos color índigo que tanto le gustaba.El calor,y la confortabilidad que encontraba cuando descansaban juntos,le sentaba de maravilla.Muchas veces se preguntaba como habían tardado tanto en encontrarse.
Había tomado una decisión,con respecto a la propuesta de su amor. La realidad,es que tampoco le había supuesto ningún conflicto. Sus lealtades hace mucho tiempo que estaban colocadas en su causa,y aunque hacia el paripé,no cumplía órdenes con agrado.
Ciertamente respetaba a sus líderes,pero mientras se mantuviesen anclados a la horda,y siguiendo a la loca genocida, no se sentía representado.
Su familia y el mismo,llevaban mucho tiempo trabajando para que los elfos de todas las razas,fuesen independientes,así que hacer una cruzada contra Azshara,le parecía algo lógico.
Con la decisión tomada,y una sonrisa de buen humor,se levantó sin hacer ruido,dio un suave beso a su amada, y se puso a preparar el café,por supuesto mucho más suave que de normal,pero aunque embarazada,sabía que su dueña,no podía prescindir del mismo…
Se desperezó despacio,se sentía remolona esa mañana,no le apetecía nada dejar la cama.No solía ser habitual en ella,era de levantarse de un salto.
Se obligó a levantarse,lavarse la cara y peinarse.
Se dirigió a la cocina y al verlo le dio los buenos días casi en un susurro.Se había propuesto mantener ese mal humor a raya.
Cogió la taza de café que él le ofrecía y tras un par de sorbos volvía a ser la de siempre.Se distrajo con facilidad,aun somnolienta su mente seguía trabajando.Repasaba la lista mental de personas a las que quería pedirle ayuda.
Suspiró al pensar que en verdad aquello iba a ser más que difícil.
-Amor?-preguntó Argent.
Aunque él no le había dado una respuesta a la pregunta de la noche anterior,lo miró y le preguntó a bocajarro:
-Te ves capaz de comunicarte con las primas de Eilyria y pedirles ayuda en todo esto?
Bueno,creo que puefo intentarlo,de hecho me parece que tengo un intercomunicafor de factura goblin,y puedo mandarle un mensaje.
Saco el aparatito,y grabó un escueto mensaje.
***Estimada Taxivia,creo que tenemos una propuesta para Vd y su familia,que puede resultar de su interés.Si desea comunicarse con nosotros,podemos contarnos en Dalaran, junto a la estatua de Antonidas.Atentamente.
A y M
Solo dos puntualizaciones.
1 mi personaje se llama Tarixias y a parte de no ser una de mis primas está hospitalizada y tu personaje ni la conoce. Sé que uso muchos personajes y puede ser lioso seguirme por eso te lo aclaro.
2 el aparato que usaste originalmente creo que era de origen gnomico y ahora lo tiene Xilandra. Una de mis maldiciones es tener buena memoria para las chorradas.
En cuanto a la respuesta la escribo luego que me niego a escribirla con el móvil.
Genial, mataréis a Azshara a base de versos pastelosos… bien mirado es una táctica infalible, seguro que ella misma se clavará una daga en el corazón “paria” no aguantarlo…
En cuanto a todos contra la maga… aprovecháis que está desaparecida… pero no está sola. Yo si fuera vosotros me cubriría las espaldas…