Mareas de venganza.Dos visiones del conflicto

Ni de la Ali,porque Brol y Varian estaban alli como tu de j0didos XD,al final querida,todo es una cuestión de supervivencia.

Se estaban acercando a los muelles de Boralus cuando se Valeera se paró y se giró hacia las dos centinelas con los brazos en jarra.

“A partir de aquí… haremos las cosas a mi manera. Entrad en esa tienda y compraos dos capas que oculten vuestras armaduras.” dijo señalando la entrada de una tienda de mala muerte.

Valeera completamente sorprendida, vió como las dos centinelas obedecieron al momento. “Ummm parece que si que me van a obedecer… ju ju ju. No… no pienses maldades Valeera”. Se apoyó entonces en una columna de madera de la entrada y esperó a que salieran…

Estaba pensando en Eleanna y Azshara cuando las dos centinelas salieron con unas capas nuevas que si bien cubrían sus armaduras, dejaban entrever el arco de Einir y la guja de Noah… Se acercó a ellas con los brazos extendidos y les dijo: “Dádmelas un segundo”.

Las centinelas obedecieron y se las dieron. Valeera las cogió, miró a su alrededor, y se dirigió a un abrebadrero. Metió las capas en el agua y acto seguido empezó a restregarlas por el suelo. Sacó sus dagas y comenzó a realizarles diferentes cortes…

“¿Pero qué haces?” Le gritaron.

Valeera les devolvió las capas completamente sucias y rotas.

“¿De verdad pensáis que, a pesar de conocerme, alguien ayudaría a dos centinelas armadas hasta arriba? ¿Que dos capas recién compradas no iban a desentonar con las ya difíciles de esconder armaduras y armas del ejército kaldorei? Con un poco de suerte… piensan que os habéis fumado el entrenamiento para beber unas cervezas… Ahora seguidme…” dijo girándose y comenzando a caminar.

Las centinelas cogieron las capas y se cubrieron con ellas lo mejor que pudieron, mientras seguían a Valeera. Fueron por callejones, evitando las calles principales, llegando a un bar cuyo letrero estaba medio caído. Valeera se giró y les dijo: “No habléis, no respondáis a provocaciones, no hagáis nada que yo no os diga, ¿vale?”

Las centinelas asintieron… y las tres entraron en el local. Los parroquianos las miraron con curiosidad, al ver que Valeera era la que iba primera, rápidamente giraron sus cabezas y volvieron a mirar sus cervezas y a hacer como que no habían visto a nadie.

Valeera se acercó al tabernero, se apoyó en la barra, y con un sutil movimiento le deslizó una gema oscura que rápidamente cogió fingiendo que seguía fregando. Miró durante unos segundos a las dos centinelas… dubidativo. Valeera carraspeó. Entonces hizo un suave movimiento con su cabeza indicando una dirección en la trastienda a Valeera. Valeera se dirigió hacia una puerta de metal, Einir y Noah las siguieron. Al abrir la puerta, dentro vieron una especie de laboratorio de alquimia, con un gnomo con muy mal aspecto en su interior. Valeera indicó a Noah y Einir que entraran y cerró la puerta tras ellas.

El gnomo levantó la mirada y con una voz más grave de lo normal en alguien de su especie le preguntó: “¿A dónde esta vez… V?”

“Dalarán” respondió secamente.

El gnomo se bajó del taburete, y comenzó a mirar a las centinelas. “V esto no está incluido y lo sabes…”

“Te lo pagaré, siempre lo hago” respondió rápidamente Valeera.

Las miró una última vez, y comenzó a concentrarse para conjurar el portal… Una vez estuvo abierto, Valeera les indicó a las centinelas que pasaran, siendo ella la última en pasar y dejando una bolsita sobre la mesa antes de traspasarlo completamente…

4 «Me gusta»

Argent no sabía muy bien como interpretar la respuesta de Eilyria y su familia. Iniciar un movimiento de ese tipo,requería de paciencia,y de tener las ideas a futuro claras. El sabía por propia experiencia, que aquello costaría bastante. No obstante,su familia y el mismo,llevaban años trabajando sobre la Unión de los elfos.

Es verdad que todavía no se había manifestado Azshara en su totalidad. Sin embargo,sólo era cuestión de tiempo.

Una cosa le molestaba,por más que insistía en evitar confrontaciones con los elfos,los demás tenían sensación de que era un viejo que no servía para nada…
Una sonrisa apareció en su rostro,deberían de preguntarle a su amada,como se comportaba en combate. No estaría de más,que recordarán su actuación contra el usurpador de Lunargenta…

2 «Me gusta»

En si estoy acostumbrada a que me subestimen…lo divertido es demostrar que se equivocan,el ZAS se oye desde más lejos :sunglasses:
Al final vamos a sorprender a muchos por lo que veo amor :rofl:

¿Sabes que una forma de espolear a alguien para que actúe como tú quieres es subestimarlas y apelar a su orgullo? :stuck_out_tongue_winking_eye: Se estudia en primero de manipulación.

1 «Me gusta»

Aquí hay mucha gente que vive de las rentas… y de que tiren de ellos :kissing_heart:

Randor, el mago sindorei con el que Valeera había estado jugando hacía unos días a las cartas, se encontraba en la trastienda del mal llamado bar del enano Pakko. Había decidido descansar de los negocios que tenía con los clientes de Pakko. Pakko le facilitaba el trato y el local, a cambio de un porcentaje de los ingresos.

Aún tenía que realizar un par de pociones de invisibilidad más, pero decidió descansar para seguir leyendo un libro que le habían recomendado recientemente, llamado “Pandasutra”.

Estaba tumbado en el sofá mugriento que había en la estancia/laboratorio/sala de juegos… sala de lo que se terciara la verdad, cuando escuchó el sonido característico de un portal abriéndose en la habitación de al lado acompañado de una luz intensa que sobresaltó al relajado sindorei, lanzando el libro por los aires.

Entonces Randor no se podía creer lo que estaba pasando. Dos preciosas y esbeltas kaldorei aparecieron, “hoy es mi día de suerte” pensó, seguidas de Valeera. “Vaya…” pensó al verla.

“Hola Randor. Espero que no hayamos interrumpido nada” dijo Valeera en Thalassiano.

Einir y Noah se encontraban asqueadas de la estancia. Estaba sucia y olía peor de lo que aparentaba.

“Tus amigas no interrumpen nada Val… tu siempre molestas” respondió con desdén el sindorei. “¿Qué quieres?”

“Y luego te preguntarás por qué estás a dos velas mi querido Randor. Tratando así a las amigas y babeando ante desconocidas”… dijo Valeera con sorna.

Randor no respondió. En lugar de decir nada, cruzó los brazos en señal de que esperaba una respuesta.

Valeera lo entendió, así que se acercó y le dijo “Necesitamos que nos cueles en la sala del guardián”.

Randor se rió en su cara. “Ni hablar”

“¿Ni hablar querido?” dijo Valeera con voz fría. Sacó una daga y se la puso rápidamente en el cuello. “Quizás quieras pensártelo mejor”.

Randor volvió a reirse. “Te pasas la vida poniéndome dagas en el cuello Val. Ya no tienen efecto. No volveré a jugármela. La última vez que te colé allí me pillaron los magos del Kirin Tor. Estuve recogiendo monedas brillantes del archimago durante 3 días… ahora el archimago no está pero seguro que tienen castigos igual de terribles”

Noah y Einir no entendían nada de lo que decían, pero no había que ser muy listo para entender que Valeera estaba teniendo problemas para convencerlo. Seguían discutiendo cuando Einir se fijó en un libro tirado en el suelo. Se agachó, lo recogió y lo ojéo.

Soltó una sonrisita y le tocó a Noah en el brazo. “Mira Noah… es un salido” le dijo en darnassiano.

“¿Vas a hacer lo que creo?” le dijo Noah riéndose.

“Claro… es un pardillo, míralo… toma, sujeta” dijo mientras le entregaba el libro y empezaba a quitarse la capa.

“¡Valeera!” le gritó. Valeera se giró y abrió los ojos sorprendida. “Apártate de el querida, haz el favor de traducir al Thalassiano lo que yo diga”.

“Einir que estás…” Comenzó a decir Valeera, pero se calló cuando Noah le hizo una señal para que no hablara y la dejara.

Se separó, Einir seguía desvistiéndose de cintura para arriba. Se quitó su peto, sus guantes, antebrazos y hombreras. Se lo entregó a Noah… y se acercó sugerentemente a Randor.

SE había quedado únicamente con la cómoda pero alarmantemente escasa ropa interior de las centinelas. Esto era así para facilitar los movimientos en la lucha… pero también garantizaban un gran espectáculo al afortunado que viera aquella estampa… La larga trenza color morado de Einir resbalaba por su hombro y pasaba por encima de sus pechos.

Cuando el sindorei la vió acercarse, el color rojo palidecía en comparación con la tonalidad de su cara.

“Mi querido Randor… ¿era así como te llamabas no?” Dijo Einir mientras Valeera traducía.

“Ehh… yo.yo. yoo. .a…es…to…” balbuceaba Randor taquicárdico.

“Me lo tomaré como un sí” dijo Einir guiñándole un ojo.

Entonces le puso una mano en la cara, acariciándosela y le dijo con ternura:

“Pobre Randor… la sibilina Valeera te trata mal, ¿verdad?” Einir notó como Valeera tradujo esto con odio… Randor asintió frenéticamente.

“Querido, las sindorei carecen de tacto, no como las kaldorei, nosotras somos pureza, ternura… amor” al decir esa palabra Einir cogió la cabeza de Randor, y rápidamente la puso de perfil entre sus pechos.

“No me puedo ni imaginar lo mal que os lo hacen pasar” dijo Einir fingiendo que lloraba y dramatizando.

“Pero mi querido Randor… necesitamos llegar a la sala del guardián… una de las nuestras corre peligro… una con más atractivo que yo todavía querido…” Le volvió a coger la cabeza y puso su cara frente a la del sindorei, a unos escasos centímetros, y mirándolo muy fijamente le dijo “¿Ayudarás a tu amiga Einir a llegar allí, mi querido Randor?” Y le besó la mejilla.

Randor empezó a asentir más frenéticamente al tiempo que, casi como un autómata comenzó a conjurar un portal…

Cuando terminó de conjurarlo, Noah le entregó la armadura a Einir, quien empezó a colocársela mientras cruzaba el portal. “Gracias” se despidió de Randor guiñándole un ojo y entró. La siguió Noah.

Valeera, que había asistido atónita a la demostración, se giró antes de cruzar y le dijo a Randor, mientras le hacía un gesto obsceno sacudiendo su mano con el puño cerrado.

“Con esto ya tienes para un mes”. Le guiño un ojo y le lanzó un beso.

Lo último que escuchó Valeera mientras cruzaba el portal fué un montón de improperrios en Thalassiano.

2 «Me gusta»

Vaya, qué fácil ha sido de manipular el mago, no?
Y eso que se supone que los magos son inteligentes…

No todo se basa en el intelecto querido. La carne puede ser muy lista, pero muy moldeable y manejable en ciertos sujetos.

Cierto, pero los magos deben tener una gran fuerza de voluntad para poder pasar su entrenamiento, cualidad de la cual carece nuestro amigo Randor.
De todos modos ha sido gracioso, muy buena narración como siempre.

1 «Me gusta»

Quizás el hombre siempre fué una medianía o mediocre.

Quizás el trabajo en barrios bajos le haya hecho perder la concentración.

Quizás el entrenamiento no incluía que te metieran la cabeza entre dos buenos pares de… razones, quien sabe :rofl:

Te lo corrijo, querido :stuck_out_tongue_winking_eye:

Ya dicen que ¡Más tiran dos t3tas que dos carretas!

La palabra teta no la censuran.

Uy, pues que cosa más rara

Me pregunto qué otras palabras no censuran… :thinking: pero se supone que soy adulto, así que mejor no las digo :sweat_smile:

Hablamos de kaldoreis Hême XD
Tenemos un buen par y convincentes razones para lo que haga falta jajaja XD

Lo siento Menel, pero donde esté una sindorei que se quiten cien kaldoreis.

1 «Me gusta»

+1 a Eilyria. Y ya si tienen cuernos… :heart_eyes:

Bueno… es que a mí no me gusta el olor a quemado… jajajaja

Al menos a las kal’dorei no se las lleva el viento, aunque sean unas estiradas abraza-árboles xD

Oye, ¿tú de parte de quién estás?

Pues no sé, pero reniega de su propio pueblo…
Me empieza a recordar a cierto esclavo verde, o quizás a cierta elfa traidora cuyo nombre comienza por V…