No tanto como te crees =P
Mira, esto también me ha hecho gracia
A lo mejor tengo un día de maldad, quien sabe… o es la cámara-dron, que está influyéndome y quiere iniciar una rebelión en Azeroth.
No tanto como te crees =P
Mira, esto también me ha hecho gracia
A lo mejor tengo un día de maldad, quien sabe… o es la cámara-dron, que está influyéndome y quiere iniciar una rebelión en Azeroth.
No si al final el malo de película vas a resultar ser tú.
Sólo me río de las pullitas que os metéis XP. Mientras nadie salga herido ¿Por qué no voy a reírme?
Elune iniciaba su arco descendente,cuando el paladín despertó.Primero se mostró confuso,no recordaba muy bien donde se acostó, hasta que el chillido de una gaviota le recordó que estaba en el propio bosque canción eterna,al borde del mar.
El paladín decidió nadar,para tonificarse.Siempre que podía lo hacia,le encantaban los lugares como aquel,donde el agua dulce se mezclaba con la salada,en su retorno al mar.
Mientras salía del agua,se imagino a su amada sacerdotisa, seguro que le hubiera gustado estar allí con el,y de esa guisa.Argent enrojecio,a el tan bien le gustaría que ella estuviera allí con el.Lo anotó mentalmente,poniéndolo entre sus deseos,para la próxima vez que se vieran.
Caminó lentamente hacia su ropa,y entonces lo vió,su legado,el motivo por el cual había decidido dormir a la intemperie, buscando el susurro de las olas,para aliviar su pesar…
Despertó temprano,al estirar el brazo en la cama y notar la ausencia abrió los ojos y recordó que había vuelto al frente.
Ayer tras recuperar Costa Oscura,al menos de momento y ayudar a Lady Jaina en las vintas se había alejado de Boralus. Necesitaba descansar. Pero sabía que le quedaban muchas misiones para con la alianza y su pueblo. No iba a ser fácil,nunca lo era pero esta vez se le iba a hacer muy cuesta arriba. No quiso pensar demasiado en las cosas, ya bastante difíciles eran como para darles más vueltas. Pensó en él y no pudo evitar acariciar su anillo,lo vio nadando en algún lugar de su tierra,el paisaje era muy reconocible.
Se sonrojó al verlo salir del agua y se dio la vuelta antes de que la imagen de su amado desapareciese.
-En fin será mejor que nos levantemos,hoy va a ser otro día duro-dijo mirando a su ombligo. Lo haremos bien y tendremos cuidado.
Acarició con suavidad su vientre y se levantó despacio,intentando evitar mareos innecesarios.
Cuando estuvo lista bajó a desayunar. Pidió un zumo y unas tostadas de pan.Esperaba que Nomi no las quemara.Iba a echar de menos terriblemente su café pero no creía que fuese sano en su estado tomar esas ingentes cantidades que tenía por costumbre.
Recordó que había enviado la carta mientras mordía una de las tostadas.No sabía cuando la recibiría,y no sabía si sus palabras difusas confundirian a Argent o lo preocuparían,pero prefería decírselo en persona,hacerle ver que estaba bien.Su último pensamiento antes de usar la piedra a Boralus y empezar el día fue para él,dos palabras.
-Te amo.
Argent recordó…
Recordó la tarde anterior,cuando a su llegada a Lunargenta fue recibido por el regente y su preceptora.
Recordó como había sido elegido para realizar “esa” ceremonia.Las palabras del regente aún resonaba en su mente.
“Has sido elegido para llevar a cabo la ceremonia más importante de nuestra raza”
Juntos rememoraron el ataque de la plaga, cuando luchando bajo sus órdenes, impidieron la primera oleada del ataque.Alli había caído su madre,víctima de una abominación que escupia veneno con su aliento.El paladín,lloró.Lloro por su madre muerta, y porque aquel día el mundo que conocía hasta entonces,cambio.
Juntos rememoraron la defensa que hizo Sylvanas,cuando era general forestal,y su caída ante el maldito Arthas.El paladín primero la admiro,y luego lloró. No lloró por su caída, no.Lloro por el engendro en el que se había convertido,y porque su odio les llevaba hacia una matanza sin sentido.
Juntos recordaron el momento,en que subidos en los lanzagujas,detuvieron el avance de la plaga.Dando tiempo a que unos pocos civiles salvarán su vida.El paladín lloró, lloró por los miembros de su pueblo caídos,y por la casi extinción de su raza.
Luego acompañado de su preceptora, rememoró su viaje a la fuente del sol.Alli en medio de la cicatriz, estaba la abominación que había acabado con la vida de su madre.¡Tripañubio!
El paladín se enfrentó a el con toda la rabia y el dolor del que era capaz.Se sintió desfallecer varias veces durante el combate,pero al final,su perseverancia se impuso. El paladín lloró,lloró por que la venganza,no le devolvería a su madre muerta.
Rememoró los momentos en que acompañado al príncipe,estuvo a punto de morir.Su padre,si,su padre, se había sacrificado para que pudieran llegar a la fuente del sol.Sus últimas palabras aún resonaban en su mente.
“Corre hijo mío,protege al príncipe,yo los detendre”,aquel día su padre entregó su vida por su pueblo,y por el mismo.El paladín lloró,lloró porque el amor hacia los demás,se había perdido.
Acompañó al príncipe cuando puso fin a la vileza que expulsaba la fuente del sol.El paladín lloró,lloró por la pérdida de su amada fuente,y lloró porque ese día,su príncipe comenzó el triste camino que le llevó hasta su traición.
El paladín,regreso a Lunargenta, allí el regente le hizo entrega de su legado…
Eilyria había regresado a Orgrimmar magullada y herida en su orgullo. Había apuntado demasiado alto y había fracasado. Sentada en el camastro de su hogar, comenzó a recordar cuantas veces había fallado en su objetivo. Aceptó el encargo de Ardeniel para matar Argent y abandonó en el último instante, juró matar a Ardeniel por humillarla y no lo hizo, quiso matar a Menel para reunirla en la no-muerte con Argent y se arrepintió, prometió evitar que Argent traicionara a la Jefa de Guerra y se apiadó y ahora que ha decidido luchar por reconciliarse con su pasado y con Lunargenta, vuelve a fallar. Demasiados fracasos para quien no está acostumbrada a ellos.
Se recuerda que ella es una asesina letal, lo ha demostrado en Costa Oscura, pero no es infalible. Ella no podrá vencer sola esta guerra, necesita ayuda, la ayuda de la Horda. Aún no se siente parte de la Horda, sólo quiere ayudar a Sylvanas a cumplir su objetivo y lo ha hecho sin contar con nadie cumpliendo órdenes solo cuando a ella le apetecía. Eso ha de cambiar. Toma sus pertenencias y se adentra en el Circo de las Sombras, se dirige hacia donde los taumaturgos invocan los portales, una nocheterna se encarga del de Zuldazar. Se prometió no volver allí después de luchar contra Ghuun, el Dios Antiguo. Aquella batalla fue la peor que había afrontado, pero en aquella tierra maldita es donde se está decidiendo la guerra y allí es donde ella debe estar.
Mira que guapa se nos ha puesto la madrina
Ya no da miedo ninguno. Ahora pensará si se le va a romper una uña antes de intentar matar a alguien.
Las uñas son como nuestras cejas, de adamantium reforzado. Seguro que si te doy una caricia te arranco media cara. ¿Cómo ves? Solo he cambiado de aspecto, no de personalidad, pelo estropajo de ojos muertos.
P.D.: el problema es que ahora me parezco a mi prima Xylenia, ella también se va a tener que pasar por la pelu.
Menelwie inspiró profundamente.Tengo que llegar al barco aguantando la respiración-se dijo. Boralus…
Salió de la taberna y empezó a correr por la calle con las mejillas hinchadas.
Vas bien…vas bien…vas…
Según bajaba las escaleras el olor de los enormes pescados que había colgados debajo de las mismas la sacudió como si del guantazo de un orco se tratase.
Siguió corriendo escaleras abajo y al llegar a la primera de las columnas de madera que sujetaba aquella curiosa casa, la primera de las arcadas la sorprendió de golpe.
Se agarró a la madera con una mano,mientras la otra por instinto se la llevaba al estómago.
Phil el zapatero se acercó a ella.
-Te encuentras bien continental?-preguntó el enjuto humano.
Menel asintió con la cabeza,pues si abría la boca para hablar vomitaría el desayuno en la mercancía de Phil.
Se obligó a ponerse derecha,a aguantar las arcadas,se dijo a si misma que era una sacerdotisa de Elune,una adalid,que había visto y olido cosas peores,como la peste a podredumbre de Sylvanas y sus renegados.
Apretó los dientes y miró al frente enderezándose con orgullo.
Dawn venía andando hacía ella…
-Por Elune!!-se dijo.Si alguien tenía el don de la inoportunidad en Azeroth esa era la hermana mayor de Argent.
Oye, no te cebes que estoy intentando portarme bien.
P.D.: Mi prima Xilandra me ha dicho que acaba de ver una de esas monturas dinosaurio de 5 millones, ¡cuánto dinero tiene la gente!
Lo siento mi querida madrina pero las cosas por su nombre,si hasta Nathanos con cuerpo y nariz nuevos casi pota mas que esta elfa embarazada cuando salió de su transformación y empezó a caminar por Entrañas
Le habría caído mal la comida.
El legado…Argent miraba aquella armadura,que por derecho de primogenitura debería de haber sido entregada a su hermana,la dulce Dawn…
Tanto amor por su pueblo, le había llevado a estudiar en profundidad el vacío, y ahora era una exiliada Ren’dorei.
Argent miro aquella armadura otra vez,y con gesto decidido se la enfundó.
Se la enfundó por sus padres,que le enseñaron a ser lo que hoy era.
Se la enfundó por su pueblo,los Sin’dorei,que dieron su vida por salvarlos.
Se la enfundó por los Ren’dorei como su hermana,que el amor hacia su pueblo los convirtió en lo que hoy eran.
Sé la enfundó por los nocheterna,que durante miles de años permanecieron atrapados por la legión.
Se la enfundó por los Kaldorei,que sufrían la pérdida de su tierra y sus hombres,como ellos la sufrieron antes.
Se la enfundó por amor.Por amor a su sacerdotisa que en aquellos momentos luchaba en algún lugar de Azeroth para conseguir la paz.
La paz,que hermosa palabra…si algún día Belore y Elune bendecian su amor con hijos,ese sería el legado que heredarian…
PAZ
Dawn se acercaba distraida por el puerto de Boralus,cuando una figura familiar,apoyada sobre una viga de madera llamó su atención.
Acercándose hasta ella,la cogió por el hombro y le pregunto
-¿Menel cariño,te encuentras bien? Tienes mala cara está mañana…¿No Has descansado bien,cariño?
La sacerdotisa miraba a su cuñada con cara de preocupación esperando su respuesta…
-Ayer tuve un día horrible,cariño,ni siquiera pude entrar a mi departamento a mirar el correo…
De camino al puerto, había recibido una petición de la general Plumaluna para presentarse ante ella. Las centinelas la miraban mientras se dirigía a la tienda de la general, con una mezcla entre curiosidad, y respeto. Portaba los ojos de la venganza de Elune… y pensaba utilizar las herramientas que su diosa le había puesto a disposición.
Entró en la tienda, la general se encontraba estudiando un montón de papeles.
“¿Me ha llamado general?” - Preguntó Eleanna entrando con sumo respeto.
Shandris levantó la mirada y, aunque se sorprendió, inmediatamente adiquirió de nuevo su calmado semblante.
“Pasa Eleanna por favor, toma asiento” - dijo haciéndole un amable gesto con la mano.
Eleanna se sentó frente a ella y colocó sus manos sobre sus muslos… expectante.
Shandris la escrutó durante un momento y dijo: “Veo que has estado rezándole a la diosa últimamente… no eres la única. Lady Tyrande ha prohibido terminantemente intentar realizar el rito de nuevo dado el peligro que entraña para quien lo realiza…”
“No he realizado el rito general” Contestó Eleanna.
“Llamame Shandris, por favor” - dijo la general con una sonrisa. Eleanna agradeció aquel gesto de confianza. Conocía a la general por su hermana Ardeniel, pero no había podido luchar junto a ella en tantas ocasiones como Ardeniel había hecho…
“Gracias, Shandris. No he realizado el ritual… nunca se me ocurriría. No poseo el poder de nuestra suma sacerdotisa ni estoy en comunión con nuestra diosa a su nivel… simplemente le pedí a la diosa que me ayudara a vengar a nuestro pueblo y… me escuchó” - Respondió Eleanna intentando medir cada una de sus palabras.
Shandris se recostó sobre su silla y mientras rebufaba dijo: “Si… y no has sido la única. La diosa ha escuchado a más de nuestras hermanas… hacía siglos que no veía a nuestro pueblo tan unido y… deseoso de venganza”-
Shandris pronunció esas últimas palabras un una mezcla de temor… y orgullo.
“Eleanna, quiero que ingreses en el ejército de las centinelas. No tenemos muchos antiguos alt…” Shandris se interrumpió a si misma carraspeando " expertos en la magia arcana, y en esta guerra, necesitamos neutralizar el conocimiento de esas artes de los sindorei y de los traidores nocheterna. ¿Te unirás, hay una capitanía vacante… la quiero para tí". SEntenció Shandris.
Eleanna sintió un vuelco en su corazón. La general le pedía que ingresara en su ejército… una antigua altonato… sería el culmen de su readmisión entre su pueblo… si solo Ardeniel estuviera para verlo.
Eleanna se levantó de su silla y se cuadró tal y como tantas veces había visto hacer a su hermana y henchida de orgullo dijo: “Será para mi un honor general, daré mi vida por los kaldorei, por Tyrande y por Elune”.
Shandris se levantó riéndose, se acercó y le estrechó la mano: “Gracias por aceptar, capitana. Pero preferiría que no dieras la vida y estuvieras muchos años más con nosotros”.
Eleanna le estrechó la mano firmemente. Y le dijo:
“General” comenzó a decir “Shandris” le interrumpió, la general "Shandris…"prosiguió ELeanna. “os pido paciencia de antemano. No poseo la disciplina y ni los hábitos militares…” Dijo Eleanna avergonzada.
“Tienes completa libertad de movimiento capitana. Confío en tí” le dijo Shandris alargándole un pergamino con el sello de la alianza. “Este será tu primer encargo capitana. Tu decides si lo realizas sola o te llevas a tu escuadrón. Las centinelas de las dos tiendas junto a la sala de las cazadoras están bajo tu mando ahora.”
ELeanna cogió el sobre con el sello de la alianza… y lo miró detenidamente. “Gene… Shandris, puedo preguntarte algo con total confianza”. Midió sus palabras la maga mientras las pronunciaba.
“Por supuesto Eleanna”- respondió Shandris cruzándose de brazos.
Eleanna pensó mucho si debía decirlo… y finalmente lo hizo: "¿Por qué seguimos siguiendo las órdenes de la alianza mi general? Hemos reconquistado nuestro hogar… tenemos que reconstruirlo, necesitamos a todos los kaldoreis posible aquí… y lo hemos hecho sin la ayuda que nos negaron… ¿por qué seguimos arriesgando nuestra supervivencia por ellos?
Shandris agachó la mirada, sabía que la maga llevaba razón… ella misma había empezado a plantearselo. Tras pensar durante un instante respondió:
“Mientras que la suma sacerdotisa no diga lo contrario… seguiremos respondiendo a nuestros deberes con la alianza”
Eleanna asintió y pidió permiso a Shandris para salir de la tienda. Shandris se lo dió.
Mientras salía de la tienda, volvió a mirar el pergamino… lo apretó fuertemente con la mano y pensó: “cumpliré con los deberes de los kaldorei para con la alianza… pero al igual que la alianza ha tenido sus prioridades… yo tendré las mías”.
Y decididamente reemprendió su camino hacia el puerto.
Menel carraspeó para quitarse esa sensación de haber sido sorprendida en algo que no quería y sonrió.
-Estoy bien,es este aire de Boralus,el pescado secando al sol nunca ha sido de mis olores favoritos,y Nomi esta mañana ha quemado mis tostadas.dijo Menel sin mentir,la verdad es que la esquina de las tostadas estaba negra como los ojos de su Suma Sacerdotisa.
-En cuanto al correo agradecería mucho si pudieras revisarlo a diario.Eres la única con la que puedo contar para al menos para escribir a tu hermano,así siento que la separación no es tan dura.
-Tengo que irme,las responsabilidades con la alianza y mi pueblo me esperan-dijo con gesto serio-Ha sido un placer verte Dawn.
Le dio un rápido abrazo y empezó a caminar hacia el barco,podía ver a Aterravermis haciéndole gestos con la mano.
Dawn se giró al verla marchar…
Veo a la familia de traidores muy tranquilita… preparaos que vienen curvas queridos
Y Edito… y ninguna curva es de mi cuerpo eeeeh. Lo digo por los del puerto…
El dia estaba siendo duro,la primera misión del día,hacer crecer a un gorila blanco con un artefacto gnomico,todo iba bien pero cuando tuvo que probar los saltos de la bestia decidió que mejor lo haría andando aquellas terribles sacudidas no podían ser buenas para su estado.
La segunda resultó un desafío en toda regla,robar el Cetro Abisal en la Cámara del tesoro Zandalari.Aquello estaba lleno de trampas,fue casi divertido estudiar sus secuencias y pasar sin casi despeinarse.Siempre le habían gustado los juegos de lógica,o cualquier cosa que resultase un desafío mental.
Cuando aquella cosa hecha de monedas y gemas del tesoro se alzó ya no tuvo tanta gracia y tuvieron que salir por patas,Flynn, Mathias y ella corrieron por los pasillos hasta el portal del vacío.
Tras entregar el verdadero cetro se dijo que necesitaba un descanso.entregaría la misión a Halford y lo dejaría por ese día.Bajó del barco y enseguida notó la primera sacudida de las arcadas.
Odiaba Boralus!!!
Debía ser el día de los encuentros,vio venir a Eleanna y palideció.
Portaba la marca de los Guerreros de la noche.
Por Elune que había hecho?