Ya off: Eily, te esperando a que aparezcas, te sigo
y yo esperando a que acabaras con las centinelas de Eleanna.
Mmm vale, se supone que ya se lo han contado, y ha terminado con ellas por no escribir dos tristes líneas
Ya puedes hacer tu entrada triunfal xD
Lo mío tampoco va a ser muy largo. Ahora lo redacto.
Esta noche tengo mejores cosas que hacer…pero se me estan hinchando tanto, que al final el psicopata va a parecer un aprendiz a mi lado.
Empezaré por la pelo estropajo y luego…como dicen en mi tierra
Los canónigos a Roncesvalles entran en fila de a uno…
Por segunda vez Eilyria tenía que andar el largo trayecto desde el puerto hasta el cuartel de los Valientes. Esta vez, al ir sola, ponía más atención a cada detalle. Al pasar sobre las murallas tenía una vista muy clara de la ciudad. Trazó varias posible rutas de escape desde diferentes puntos de la ciudad, estableció distintos lugares donde esconderse al margen de ojos indiscretos. Se tomó tiempo para detallar cada opción en su mente y el tiempo pasó fugaz. Cuando se dio cuenta el sol ya comenzaba a ocultarse en el horizonte y fue justamente cuando la última luz desaparecía sobre el mar cuando Eilyria llegó al cuartel. Preguntó al guardia por los aposentos de la General Plumaluna, el soldado se lo indicó con desgana y una mirada apática que disgustó a Eilyria. La había visto en demasiadas ocasiones desde que fue liberada. Eilyria comprendió que no importaba en que facción estuviera, esas miradas hacía los suyos jamás desaparecerían. Tomó el camino indicado y ante aquella puerta dudó por un instante, pero entrar en la centinelas era su mejor opción para encontrar a Argentsword. Llamó a la puerta con determinación…
Shandris se encontraba en sus aposentos cuando alguien llamó a su puerta “ Al fin ha aprendido a llamar antes de entrar…”
Giró el pomo mientras comenzaba a decir:
-Althea, me alegro de que al fin…
Se detuvo a mitad de la frase. Al otro lado de la puerta no se encontraba Althea sino una kaldorei desconocida, una cazadora de demonios.
-Ishnu-dal-dieb cazadora de demonios, ¿ Puedo preguntarte qué haces en mis aposentos personales?
La kaldorei tenía una mirada un tanto disgustada.
Pensó que ella no podía saber la ubicación de sus aposentos por ella misma, alguien debería haberlo dicho y ese alguien debería ser miembro de la guardia Valiente “ Panda de inútiles… “ Pensó.
-Perdona mis modales, acompáñame a una sala un poco más profesional. Debo pedirte que dejes tus gujas custodiadas por los guardias de la entrada, te las devolverán al salir. Y bien ¿ Quien eres? ¿ Que querías?
Ambas andaron por largo el pasillo en dirección a una lujosa sala decorada al estilo kultirano
Eilyria caminó siempre por detrás de la General por aquel largo pasillo mientras usaba su visión espectral para contar a cuantos enemigos tendría que abatir si se viera obligada a huir. Llegaron a una lujosa sala donde la General Plumaluna le señaló una silla para que tomase asiento. Eilyria lo declinó, - Prefiero permanecer en pie, mi General - dijo estoicamente, mientras le extendía el sobre que le había dado el comandante Aterravermis. - Mi nombre es Dirtynia Fuegoinvernal, me envía el comandante Halford Aterravermis de la Séptima División para ponerme a su servicio.
Shandris leyó el contenido del sobre y miró a la cazadora de demonios con recelo.
-No soy tu General, soy la General de los centinelas. No soy quien para inmiscuirme en los asuntos de la Séptima Legión pero el comandante Aterravermis te ha enviado al lugar equivocado, no aceptamos cazadores de demonios en nuestras filas.
Shandris pensó que el ejército de las centinelas había sufrido cambios desde su creación, pasando por la admisión de hombres a sus filas, incluso su Capitana era una maga. Los cazadores de demonios eran inestables pero habían demostrado ser letales en su lucha contra la Legión ardiente. Letales… “
-Cuéntame sobre tu vida, Fuegoinvernal, ¿ Estuviste presente en el momento de la quema de Teldrassil?
OFF: Solo un aporte Shandris mientras sigo escribiendo mi tocho. Yo soy solo una de las capitanas, pero hay varios escuadrones y varias capitanas. Por ejemplo, Larissa, la centinela que iba siempre con Ardeniel y Naisha era otra
Off: yaya, pero es que he leído que en las centinelas hay solo arqueras, era una manera de intentar arreglar el hecho que haya escogido de capitana a una maga
Eso lo escribi yo y lo argumenté diciendo que querías compensar el conocimiento de la magia de los sindorei y nocheeterna que había en la horda.
¿Solo arqueras? ¿Seguro? Sería antiguamente…
Ah vale guay, si… al principio eran sólo mujeres pero después aceptaron hombres y hay arqueras, cazadoras y jinetes de hipogrifos
-No, no estuve presente. Mi destino en aquellos momento es reservado y no puedo desvelarlo, ni siquiera a usted. - contestó firmemente - conozco el reglamento de este cuerpo, formé parte de él antes de mi “transformación”. Por eso pido una reintegración.
-Entiendo… Como kaldorei sabrás el dolor que ello supuso a los nuestros, suponiendo que quede en ti más parte de kaldorei que de demonio.
Shandris se paseó por la habitación sin perder de vista a la cazadora.
-Aún quedan remanentes de la horda en Costa Oscura, esos asesinos aún tratan de arrebatarnos lo que es nuestro.
Miró a la Kaldorei a los ojos mientras apoyaba sus manos sobre la mesa en tono desafiante.
-Tráeme sus cabezas. Muéstrame tu lealtad con tu pueblo, tu venganza por los caídos. Hasta entonces, no tengo nada más que decirte, cazadora de demonios.
Shandris se dio media vuelta y andó por el pasillo, Althea apareció en la lejanía
Off: creías que iba a ser tan fácil entrar, Eily?
Eilyria miró desafiante a la general que se marchaba por el pasillo y pensó: “Si quiere sangre, sangre tendrá”.
Creo que me subestimas. Puede que me esté reformando pero sigo siendo una sádica a la que le gusta matar y ahora mismo no tengo lealtad a la Horda sino a mí misma.
(off rol) mi personaje aún no sabe que su prima ha conseguido un indulto parcial de Lor’themar, aún se considera una fugitiva.
Llegó a la tumba de Ardeniel andando por la orilla de la playa. Se introdujo en el bosque llegando al claro donde descansaban su hermana y la centinela Naisha. Llevaba una mochila con todo lo que acababa de comprar. Se situó delante de la tumba de Ardeniel, se arrodilló y rezó una plegaria a la diosa:
“Elune, humildemente te suplico que acojas en tu regazo a mi hermana Ardeniel en su camino junto a ti por el firmamento por toda la eternidad…”
Acto seguido, abrió la gran mochila que llevaba. Sacó tres tazas y un gran odre. Abrió el odre y vertió un líquido espeso de color marronáceo dentro de las tres tazas. Cogió cada una con suma delicadeza, generó un fuego controlado en sus palmas, calentando el líquido que contenía la taza, del que comenzó a emanar un ligero humo.
“Tu chocolate Ardeniel” dijo colocando la taza enfrente de su tumba. Se levantó y colocó otra taza enfrente de la tumba de Naisha. “No sé si te gustaba Naisha… pero te he traído otra taza por si acaso”
Abrió otro paquete de papel. Dentro de el había varios dulces fritos con forma de lazo. Colocó un par en la tumba de Ardeniel y otro par sobre la de Naisha. Luego se sentó junto a la tumba de su hermana y comenzó a comer uno:
“Churros hermana. De la repostería “Café de Goldman” de Boralus. Me los ha vendido el propio repostero Andrew Noel.” decía mientras hablaba con la boca llena. “Ummm realmente están buenos… mucho mejor que los que te llevé el año pasado de Ventormenta…”
Dió un sorbo al chocolate caliente y comenzó a rebuscar en su bolsa de nuevo. Sacó un pequeño saquito y dijo con tristeza:
“Este es mi regalo de este año… hermana” … deshizo el nudo que cerraba el saquito y de el sacó una figura de la sacerdotisa Haydene alzando los brazos al cielo. Era muy similiar a la imagen de la gran fuente del extinto templo de la luna de Darnassus. Se llevó la figura al pecho y dijo mientras miraba hacia el horizonte, donde se podían ver a Elune y al esqueleto de Teldrassil:
“Vi estas figuras en una tienda de exportaciones de Boralus. La dueña, una humana llamada Nina Martel las vendía muy baratas. No era consciente… de que la imagen que reproducen… ya no existe… Pude comprar las cuatro que le quedaban.”
Volvió a introducir la figura en el saquito. Acto seguido, escarbó un pequeño agujero entre ella y la tumba de Ardeniel, introdujo el saquito y luego lo enterró.
“Feliz fiesta del invierno… hermana” dijo mientras se secaba una lágrima. Miró la tumba de Naisha.
“Lo siento Naisha… solo me quedan tres figuras más… una es para Noah, otra para Einir y la última es para…” no llegó a terminar la frase, se llevó el chocolate caliente de nuevo a la boca y se quedó admirando a su diosa…sonriendo…
Estaban en Nagrand,sobre aquel enorme trozo de tierra flotante.Habían cenado entre risas,Menel le había contado cómo el día de las clases sobre los rezos de alivio estaba ya tan cansada de apuntar a los muñecos de entrenamiento con los ojos vendados que en un pequeño ataque de frustración le había dado a Iznir con uno en el trasero.
-Lo hiciste a propósito?-preguntó él
-Si-dijo con una sonrisa malvada
-Eres una estudiante terrible querida-dijo soltando una carcajada
-Amor,me muero del tedio en el Exodar.Los draenei son buena gente y me están ayudando un montón,pero soy una kaldorei,necesito aire,sol,naturaleza,la luz de Elune cada noche sobre mi cabeza.Y es horrible no poder salir apenas.
-Te entiendo-dijo él-Pero no deberías pagarlo con los pobres instructores.
-Lo sé,créeme-contestó ella-pero si de vez en cuando no me distraigo con algo,aunque sea un poco…malvado…me volveré loca.
-Mmmm se me ocurren un par de maldades ahora mismo-dijo Argent.
-Más las que se me están ocurriendo a mi…hoy no dormimos-dijo ella guiñándole un ojo.
-No me irás a tirar un rezo de alivio a mi no?-dijo él mientras se ponía el pañuelo en la muñeca y la miraba divertido.
-No mi amor…creo recordar un par de cosas que vi en el libro de los pandas que aun no hemos probado.
-Y a que esperamos?-dijo el paladín tomándola por la cintura.
PD: por cansinas,que sois unas cansinas y unas salidas XD