Ahora a ver si desarrollas un poco de empatía por las coletas sindoreis asquerosa XD
Y a los sindoreis…que os voy a decir,las kaldorei tenemos un par de buenas…razones XD
Y hasta la pelo estropajo tiene su corazoncito tierno.
¿Hasta los muertos y los animales? Ugh, menudo bicho estás hecho ¡pelo-estropajo!
Más razones me dan las humanas
Sisi o el final de la espalda de Bob…no disimules XD
OFF: Eleanna sigue pensando lo mismo de los sindorei. Valeera es sibilina y torticera también, por favor que es una pícara y una asesina
Pero… no es su enemiga, y lo sabéis.
SI yo no tuviera corazón no te habría salvado en costa oscura, sabiendo la peta que me iba a caer de mi hermana. Tu es que estás obcecada con el losas y no ves más allá. Solo te importa lo tuyo y lo tuyo, traidora!
Coñ0 y como se preocupa por sus centinelas, por su pueblo, traidora!
Ehm… ¿el final de su espalda? bueno, y de lo que no lleva “l” también
Pero bueno, que me caliento yo también, y estos pantalones se rasgan con facilidad
Off:Yo a Argent tampoco lo veo como un enemigo,es que estamos en las mismas…es como si yo digo que ahora voy a matar a Valeera porque…te ha besado.
Ni al cámara aunque le deba una colleja por lo de la decoración de la habitación secreta…
PD: Prometo cuidar a Crepu Ele,me ha hecho un montón de ilusión
Joe…ves? si es que intento ser simpática con ella y no se puede…no se puede!!!
Me importa mi raza y si no estuvieras tú tan obcecada con él,volvería a Boralus y reventaría hordos por Costa oscura como quien arranca flores del campo.
No se trata de que tu le veas como un enemigo querida, sino de que sea un enemigo no ya solo para la alianza, sino para los kaldorei.
Argent = enemigo de la alianza lo pongas como lo pongas.
Valeera = aliada de la alianza, y de total confianza de Anduin.
Tranqui, Eilyria tiene que estar tirándose de los pelos de celos ahora mismo
Sisi yo solo diré que tampoco lo eran Garona y cierta cruzada escarlata no muerta que ahora adoran a Sylvanas…
Eily que le de una alegría al cuerpo del Dh que esa que tiene se ve que no lo contenta porque menuda mala leche se gasta, ya si luego lo deguella tampoco es que…XD
Si Valeera algún día traiciona a la alianza, o mejor dicho se alía con la horda… la mataré yo misma o moriré en el intento.
Eso habría que verlo querida…
Love hearts
Emmm como ultimo mensaje del día…solo diré una cosa mi querida cámara:
Argent…Sword.
– A pesar del mal que está causado toda esta absurda guerra- comenzó el cazador en un tono más serio- tengo la sensación de que lo peor está por venir.
Vereesa arqueó las cejas.
– ¿Te parece poco que tu Jefa de Guerra prácticamente haya exterminado a una raza?-Su voz denotaba más disgusto del habitual.
“Es normal” pensó el sin’dorei “aquello debió de ser un espectáculo espantoso”. Él no había estado presente en aquel acontecimiento, ni en la Guerra de las Espinas, pero sí que había ido después a Costa Oscura para observar las consecuencias de la guerra. El esqueleto humeante de Teldrassil le había traído muy malos recuerdos, y a pesar de que los kal’dorei no le eran especialmente agradables, la visión de aquello y el hecho de que prácticamente la totalidad de aquella raza hubiera perecido abrasada ahí le parecía algo sin justificación. No hace mucho tiempo, Arthas hizo algo muy parecido con su pueblo.
– Claro que no- contestó con una sonrisa torcida- pero no me estoy refiriendo a los actos y consecuencias de las acciones de… tu hermana.
– Ella ya no es mi hermana- rebatió la quel’dorei con un matiz casi venenoso en las palabras.
“Ni mi Jefa de Guerra” estuvo a punto de contestar, pero había oídos por doquier y era mejor permanecer al menos neutral en ese ámbito.
– Eso ya lo hemos hablando alguna vez, querida- Como era de esperar, le lanzó otra mirada asesina- pero no es eso a lo que me refiero. Hay una sensación de inquietud en el ambiente, y se siente especialmente en Kul’Tiras y Zandalar. No soy el único que lo ha notado.
– En efecto- Vereesa parecía estar aliviada con el cambio de tema- y tal y como están las cosas es el peor momento para que un problema así aparezca.
– Y por eso estoy aquí, Vereesa. Por primera vez, cuando me destinaron aquí para combatir a la Legión, tuve la sensación de que todo Azeroth colaboraba para destruir un mal mayor. No hemos aprendido nada de esto.
La elfa se quedó un momento en silencio, como si no supiera muy bien qué responder.
– ¿Pretendes encontrar respuestas mirando este altar?
– No, sólo recuerdo otros tiempos, aunque- dirigió la mirada hacia ella- conozco otras maneras de pasar el tiempo mientras el mundo cae.
Habría esperado un golpe bajo, una mirada más asesina de lo habitual, o incluso que la quel’dorei se diera media vuelta sin más, soltando cualquier “palabra bonita” hacía él. Pero simplemente resopló.
– Nunca cambiarás, Hæyhæ, ni en la situación más seria.
Off// Bueno, no lo he terminado aún, pero es que no son horas de escribir xD ¡“Mañana” más!
Eilyria salió frustrada del cuartel, no había conseguido su objetivo, pero algo llamó su atención. Había un gran jolgorio en plaza frente a la fortificación. Cuando llegó a su altura pudo observar a un grupo de soldados de la Alianza que disfrutaban de una pequeña fiesta y entre ellos distinguió a dos centinelas. Una sonrisa se dibujó en sus labios y dirigió su mirada hacia los edificios cercanos. Usó su visión espectral para confirmar que en los edificios de en frente Tarixias seguía su vigilancia. Ante la mirada de los soldados Eilyria levantó sus brazos con tres dedos extendidos en cada mano y fingiendo estar desperezándose cruzó los dedos unos sobre otros. Una señal que sólo aquellos que habían trabajado con sus primas conocería, la señal de la triple X. Tarixias asintió desde la distancia mientras Eilyria se integraba en la fiesta.
Las luces del sol comenzaron a molestar en los ojos de la sargento Noah. De repente escuchó las voces de tres personas, al abrir los ojos distinguió la esbelta figura de una ciudadana de pelo rubio que conversaba con dos kaldoreis que vestían el uniforme de las centinelas, aunque no alcanzó a distinguir sus caras. Cuando intentó alzar una mano para frotarse los ojos, descubrió que estaba atada a una silla y completamente desnuda. Miró con nerviosismo a los lado para llegar a contemplar a Einir que estaba inconsciente a su lado en su misma situación. Volvió a dirigir su mirada hacia aquellas elfas y no pudo creer lo que estaba viendo. Ella misma estaba ahí de pie junto a Einir y una humana. Su doble se le acercó y de forma burlona le dijo: - Bienvenida al mundo de los vivos, sargento Noah - Noah intentó hizo el gesto de levantarse pero cayó de bruces a los pies de su doble. - Quizás debería haberlas matado - dijo la falsa Noah. - No lo hagas - replicó la falsa Einir - Su capitana les tiene mucho aprecio quizás nos resulten útiles si algo sale mal - dijo mientras la humana se agachaba delante de la aturdida sargento. Abrió un pequeño frasco del que salía un humo violáceo y Noah volvió quedarse dormida.
Ixilya se quitó la máscara dejando ver su auténtica forma shaldorei - la próxima vez podriais avisarme con más tiempo. Ha sido un infierno llegar aquí con tanta urgencia - dijo mirando a Eilyria que era la que se ocultaba tras el disfraz de Noah.
-Pero aún así, te lo agradezco, hermana - dijo Tarixias mientras deshacía su disfraz de Einir - Estas máscaras nocheeternas son muy útiles.
-Sí, pero no son infalibles - replicó la sacerdotisa shaldorei. -Debéis tener cuidado, yo me llevaré a estas centinelas al puesto avanzado de la Horda. Así que no tendréis refuerzos, os las tendréis que apañar solas.
-No te preocupes, Tarixias lleva unos días vigilando este cuartel y lo conoce bastante bien. Sabremos apañarnoslas - dijo Eilyria.
Tarixias volvió a colocarse la máscara y ambas sindoreis dejaron con Ixylia a las dos kaldoreis en el mismo almacen donde un par de día antes también había estado su capitana. Eilyria y Tarixias llegaron al cuartel siendo recibidas entre sonrisas por el resto de soldados allí presentes.
Mi querida Shandris, al final sí ha sido tan fácil.
Por cierto, originalmente pensaba hacerlo con Althea, pero pelo estropajo me ha dado la oportunidad de colaros a dos personajes.
Lo dicho. Boralus es el coñ0 de la bernarda, en alerta máxima y con dh buscándo impostores y se cuela hasta el apuntador
No me ha quedado claro quien va disfrazada de cada cosa?
Aunque los cazadores de demonio están buscando impostores, te recuerdo que somos escasos por lore y no podemos estar en todos lados. Además Ixilya aclara que le ha sido complicado llegar. Aunque eso no quita que seáis unos incompetentes como se demostró con el IV7.
Hombre eso está claro, al IV:7 se le escapa hasta un niño orco con una bengala, te lo digo yo.
Yo ya dije en su día que funciona mejor la red de familiares y amigos de mi sindorei que el IV7
…
El primer rayo del alba los sorprendió con los cuerpos entrelazados aún,sin haber dormido nada.
Cuando el día ya despuntaba Menel le sugirió un baño.
-Solo un baño amor.
-Creo que no podría ser otra cosa después de toda la noche-dijo él riendo.Ve si quieres,ahora me reúno contigo.
Se quedó un tanto intrigada,pero no hizo preguntas,necesitaba ese baño,el frío del agua la espabilaría al menos lo suficiente para volver al Exodar,pues el cansancio de una noche en vela empezaba a pasar factura.
Afortunadamente había comprado jabón y ropa limpia en Shattrath,al teleportarla el anillo no llevaba su mochila.Y un bolso para guardar todo aquello,Haris Pilton vendía unos estupendos.Así que se recreó en el baño.
Argent tardó un rato en reunirse con ella,lo vio dejar algo sobre la orilla,quitarse la ropa y zambullirse.
Mientras él se aseaba nadó un rato sin prisa,perdida en sus pensamientos.No tenía noticias de cómo iba la guerra, aislada del resto del mundo.Quizás debería pedirle a Ahzura que le diese noticias del Frente de Costa Oscura,aunque habían ganado la batalla,Sylvanas no se rendiría tan fácilmente.No después de lo que había hecho con las forestales caídas,con Sira y Delaryn.Aunque Eleanna durante la batalla le había dicho que ya no eran kaldoreis,que eran unas renegadas y que las habían traicionado y merecían morir…a ella se le partía el alma,incapaz de levantar su mano contra Delaryn. Con Sira había sido distinto.Los había desafiado tan abiertamente,que tuvo que admitir que Eleanna tenía razón y se unió a los demás en la lucha.
En momentos como aquellos,solo quería volver a Boralus,unirse al ejército kaldorei,daría cualquier cosa por ello,excepto la vida de sus hijos o traicionarlo a él.
-Distraída amor?-dijo Argent a su lado.
No lo había sentido llegar nadando hasta su lado.
-Solo un poco cansada-dijo sonriendo-y hambrienta.Podría comerme un kraken entero.
-No hará falta,ven-dijo girando en el agua y dirigiéndose a la orilla.
Nadaron juntos,y al salir del agua vio sobre la hierba el mantel con el desayuno.
Adoraba ese olor…café!!
-Cómo…?-dijo mientras se secaba
-Tengo mis métodos-dijo guiñándole un ojo.
Menel supuso que al igual que hacía años ella había entablado amistad con los tábidos kurenai,Argent lo habría hecho con algún clan de orcos local.O eso o había ido a Shattrath por Dalaran…tampoco era importante.
-Supongo que por un día no pasa nada si tomo un poco de café-dijo la sacerdotisa.
-Amor-dijo él con ternura-si han sobrevivido a esta noche,no será un café lo que …
Ella no pudo evitar reírse. Se vistió con rapidez,y se acercó a él,pensando en lo atento que era,lo abrazó mientras le susurraba al oído:
-Te amo.
Sin esperar respuesta,se sentó a desayunar,tenía mucha hambre y poco tiempo,debía volver al Exodar,ya bastante preocupados debían estar.Esperaba que la noticia no hubiese llegado a oídos de Velen.
Hême se estaba dirigiendo a la cuesta que conducía a la salida del Circo de las Sombras cuando escuchó que Karyesus lo llamaba.
-¡Oye!¡Ven aquí!
Cuando se acercó, le dijo:
-Hay una última cosa que debo decirte antes de que partas a Lunargenta
-Pues venga, pero rápido, tengo prisa- le dijo Hême apurado.
-No se te ocurra decirle a nadie que yo te he dicho que preguntes sobre el paladín- le dijo Karyesus.
-Claro, hermano, tú tranquilo- lo tranquilizó Hême.
Acto seguido se dio la vuelta y subió la cuesta hasta la abertura que hacía las veces de puerta del Circo de las Sombras.
Una vez fuera, Hême invocó a su murciélago y alzó el vuelo.
Tras unas horas de vuelo, Hême llegó a la puerta de Lunargenta
Desmontó y entró en la ciudad de los sin’dorei.
Al traspasar la puerta, dos guardias lo pararon.
-¿Qué haces en nuestra ciudad, monstruo?- le espetó uno de los guardias, escupiendo la última palabras con desprecio.
-Estoy en mi derecho, soy un ciudadano sin’dorei- le dijo Hême extrañamente calmado
-Querrás decir “eras”- dijo el otro guardia
-No toleraré que se me trate como a un extraño en mi propia tierra. ¿Es que acaso no sabéis quien soy?- dijo Hême alzando la voz
-Un demonio…- rieron los guardias
Con un rápido movimiento sacó sus gujas y desarmó a los guardias.
-Entraré queráis o no, pero os enseñaré una cosa para que comprendáis lo que acabáis de hacer. Tened por seguro que pagaréis por vuestra falta de juicio.
Hême se subió una de las mangas de su vestimenta para dejar a la vista su antebrazo derecho.
En él se veía un tatuaje realizado con magia arcana, que representaba a Belore rodeado por un haz rojo. Justo debajo, había doce gotas rojas, una por cada generación.
Al ver el tatuaje, los dos guardias palidecieron y se apartaron temblorosos.
Uno de ellos se armó de valor y le dijo:
-Sa- Sangresol… Esa familia ya no e-existe, n-no pue-puedes hacer na-nada…
-Ah, no? Mi familia fue una de las familias nobles más influyentes de la época de Anasterian. Además, aún cuento con amistades en las altas esferas de Lunargenta, gracias a mi padre.- les replicó Hême- Ahora, fuera de mi camino- añadió con voz autoritaria.
Los dos guardias se apartaron e inclinaron.
Enfilaba ya el camino hasta la Aguja del Sol, cuando escuchó que alguien lo llamaba.
-Hême!