Aclaración OFF: estos capítulos continuan la historia del primer tomo: Aquí
- Capítulo VI - Reminiscencias.
Había pasado ya casi un año desde la muerte del capitán Furiasolar, Styx comenzó a formar su propia organización, con el fin de deshacerse de los restos de la tripulación del que algún día había sido su mentor, el pequeño goblin había reunido todo tipo de mercenarios y contrabandistas de los peores puertos de la Horda, este grupo trabajaba de forma encubierta, persiguiendo cualquier amenaza del vacío que pudieran erradicar, fueron autodenominados La Daga Oscura, el grupo trabajaba bajo las órdenes de Styx y Gozek, un goblin al cual Styx conocía del pasado cuando trabajó con el culto crepuscular.
Tras meses estudiando las operaciones que Furiasolar tenía pendientes, comprendieron el objetivo de su saqueo de los mares, trataba de reunir todos los orbes de sombras con el fin de ofrecérselos a la Reina Azshara y ganarse su favor…Los goblins rieron ante la estupidez del plan de aquel Quel’dorei que algún día había sido un maestro para Styx, asi que comenzaron por rastrear las profundidades del Mare Magnum con el fin de hacerse con ese botín y destruirlo, buscando el navío hundido del capitán Furiasolar, pues entendieron que parte de su botín se había hundido junto a su navío…
Tras cuadrar la ubicación en su mapa y preparar una campana de acero para el descenso, junto a un par de anti ahogamientos plus desarrollados por nuestro pequeño y astuto goblin, la tripulación consiguió descender hasta ‘‘La novia del señor Regente’’ que ahora sumergida tenía un estado lamentable…
Los tiburones notaron a la tripulación en su descenso acuático por lo que iniciaron su ataque territorial, más de una decena de los marineros fueron devorados o troceados en su descenso, lo cual volvía a los tiburones más hambrientos al oler la sangre en el agua, Styx le pasó el arponeador-GSX2 a Gozek para que le cubriese mientras se adentraba en el navío, este posicionándose tras nuestro protagonista, comenzó a darle fuego de cobertura arponeando a los tiburones que trataban de acercarse hasta el navío donde el par de goblins trabajaban contrareloj…
- Capítulo VII - Traición Sombría..
Styx se adentró en las profundidades de La Novia del Señor regente buceando apresuradamente mientras su escafandra empezaba a agrietarse por la presión acuática, consiguió llegar hasta la bodega de carga, donde efectivamente el botín del Capitán Furiasolar, que se encontraba en aquel saco de lona, los orbes del vacío brillaban con aura violácea en las profundidades del mar, por unos segundos el pequeño goblin pudo escuchar una voz repicando en sus pensamientos…
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Gr’mula N’zoth Ftägn, Iä Soggoth N’yalotha… - La voz hablaba en una lengua incomprensible, el goblin tampoco es que se parase a escucharla, pues las grietas de su anti ahogamientos plus empezaban a dificultarle la visión, tomó el saco cerrado y se lo cargó a la espalda, de pronto un estallido de astillas sorprendió a pequeño goblin que tuvo que dar una brazada imprevista para esquivar el ancla de su navío…que había atravesado el casco de La novia del señor regente partiéndolo en dos y dándole a Styx una salida, era la señal de Gozek, había vuelto hasta el Abrasador-AX-41 y le había despejado el camino… Styx se agarró al ancla y dio en ella varios golpes con su llave de tuerca arcoluz, tras unos segundos, esta empezó a ascender hacia la superficie siendo replegada desde el navio, mientras ascendía entre los escombros del Navío al que sirvió durante toda su adolescencia, algunas imágenes vinieron a la mente del pequeño goblin, o quizá fueran las filtraciones de agua a través de su escafandra que empezaban a hacerle delirar…
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¿Seré capitán dices? Que rollo, no me gustan las responsabilidades - En la memoria del goblin este hablaba con un elfo de ojos azulados y rubia melena que portaba unas túnicas negras bastante ostentosas y un sombrero con una ala de cuervo negra como adorno. - Con todo respeto Capitán Furiasolar, le estoy agradecido por haberme rescatado de las mafias de Gadgetzan cuando era un crío y de haberme acogido en su navío…también de que me haya escogido entre su círculo de mayor confianza, pero, soy un goblin, no puedo guiar a estos grumetes de río hacia un buen destino… - El capitán Furiasolar parecía sonreir de medio lado mientra escuchaba al pequeño ser verde, dejando ver algún que otro empaste de plata y oro entre sus piezas dentales, hasta que finalmente estalló en una sonora carcajada.
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Es tu modestia lo que me encanta de ti, Styx, es lo que te hace perfecto para el cargo, no desearlo… no veo a quien si no dejarle la novia del señor regente cuando ya no esté. - El elfo de azulados ojos lo miró esta vez hablaba serio sin sonrisas en su rostro, ni mofa en su voz, el goblin le miró en silencio durante unos segundos antes de empezar a toser…
Abrió los ojos en la cubierta, encima tenía a Marla que parecía haberle ayudado con respiración asistida a sobrevivir a los tragos de agua salada… antes siquiera de ser consciente de lo que ocurría, recibió un golpe en la nuca y todo se tornó negro ante sus ojos…
- Capitulo VIII - ¿Amigos? ¿Enemigos? ¿Quién es quién?
El pequeño goblin abrió los ojos en un lugar que conocía muy bien, la celda de barrotes electrificados X2A7 que él mismo había fabricado…Gozek se la había jugado…desde luego…se llevó una mano a la nuca…aún sangraba por el golpetazo que había recibido y de pronto recordó a Marla…al girarse la vio…en la celda continua…lo que quedaba de ella al menos…apretó los dientes en silencio mortificándose sin articular palabra de la muerte de la pequeña bruja goblin…
Tras un rato en el cual habían sangrado sus encías por la presión de la rabia acumulada en sus dientes, la puerta de la bodega se abrió…apareciendo Gozek con el sombrero de Styx sobre su cabeza…escoltando a este, iban dos de sus antiguos lugartenientes, parece que el motín había ocurrido mientras estaba insconciente…
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Bueno, sabes porque sigues vivo, ella no quiso colaborar - Gozek ladeó la cabeza hacia la celda donde Marla yacía muerta. - Quizá tú no seas tan necio viejo socio, falta un orbe el cual le robaste a tu antiguo capitán según me contaste…menuda rata… - Gozek esbozó una media sonrisa mirando a Styx con los ojos entrecerrados.
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¡Eres basura goblin, por culpa de los idiotas como tú nuestra raza es juzgada como traidores y desleales! - Le gritó Styx a través de los barrotes.
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Impetuoso incluso en el dolor de la pérdida…- Murmuró Gozek para sí mismo observando la conducta de su antiguo socio casi divirtiéndole. - Bueno, tal vez no haga falta que nos digas donde escondiste el orbe, sólo haga falta rebuscar en tu habitación mugrienta de motel en Bahía del Botín. - Gozek habló firmemente hacia Styx, aunque este ya ni le escuchaba, parecía estar pensando algún tipo de plan…
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No está allí y si me matáis nunca vais a encontrarlo. - Styx sonrió de medio lado jugando su única baza posible, Gozek no pareció sentarle muy bien la respuesta de nuestro pequeño amiguito verde, así que ordenó a sus esbirros sacarle de su celda para apalizarle…los hobgoblins que antes servían a Styx ahora lo golpeaban, parecía que las tornas se invertían rápidamente. - Si quieres que te diga donde está, tendrás que dejarme marchar… - Gruñó el goblin entre golpes, a lo que Gozek detuvo a los esbirros con una señal de su mano.
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Bien…bien…parece que tenemos un trato…Styx…- Gozek aplaudió divertido y ordenó a los hobgoblins que volvieran a meter al pequeño Styx en su celda, estos obedecieron como marionetas, sin rechistar… - Mañana serás libre y me dirás donde encontrar la pieza restante de mi botín. - Dijo el nuevo archienemigo de nuestro protagonista desde la puerta de la bodega antes de marcharse - Juégamela y te juro que volveré para matarte yo mismo. - Sentenció antes de abandonar la estancia acompañado de sus hobgoblins…
- Capítulo IX - Naufragio
No durmió en toda la noche pensando bien que palabras iba a escoger al hablar con Gozek, la luz del amanecer se filtró por la escotilla de la bodega alumbrando la celda de Styx ténuemente, este alzó la cabeza enfocando la puerta con sus ojos seriamente, esperando que esta se abriese con el rostro de Gozek asomándose.
Pasaron un par de horas, notaba que navegaban por el vaivén de las olas que mecían al barco de proa a popa, la puerta de la bodega seguía cerrada a cal y canto, permaneció así durante un par de horas más, hasta que finalmente el navío se detuvo lentamente hasta quedarse mecido pero quieto, el traicionero goblin asomó la cabeza seguido de uno de sus hobgoblins se acercaron hasta su celda y en silencio, con un gesto, le ordenó al patán que lo sacaran y lo arrastrasen hasta cubierta, mientras esto ocurría Gozek se acercó a la celda de Marla y desenvainando su sable, decapitó su cadáver.
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He pensado en un gran adorno para mi centro de mesa y al final he encontrado algo significativo de mi victoria sobre ti. - dijo el goblin con una sonrisa cínica en su rostro, Styx le miró en silencio apretando los dientes con furia mientras era cargado cual saco de patatas hasta la cubierta…otro hobgoblin bajó a recoger los restos del cuerpo de Marla, ahora sin cabeza. Cuando dejaron a Styx en el suelo de madera que recubría la cubierta principal, le encañonaron con una pistola en la nuca mientras preparaban un bote para este…el hobgoblin que había bajado subió con el cadáver decapitado de la antigua amante de Styx y lo lanzó al agua, que a los pocos segundos desapareció en una jauría de tiburones y una gran mancha roja de sangre que recubrió la superficie… El goblin ladeó la cabeza para evitar verlo, el nuevo capitán del abrasador, Gozek el traidor subió hasta la cubierta, con la cabeza de Marla bajo el brazo, hizo que metieran a Styx y bajó hasta la escalinata, apuntándole con su pistola de chispa.
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Y ahora el momento de escoger, confesar, libertad y vida o muerte y silencio como tu amiga… - Gozek apuntó levemente a la cabeza fría de Marla con la punta de la pistola, mientras gesticulaba, volviendo al segundo a apuntar con esta al goblin.
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¡El orbe que falta…- Comenzó a decir Styx. - Se encuentra en la Isla de Tol Barad, lo encerré en una de las celdas de contención! - Gritó Styx desde el bote mirándole furioso.
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Has elegido bien…viejo amigo…- Gozek lanzó la cabeza de Marla al bote y luego disparó a la cuerda que lo mantenía atado al abrasador dejándolo a merced de la marea…y a Styx desarmado y sin comida en este.
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¡Y tú eres tan idiota como esperaba! - Gritó Styx mientras ya navegaba a la deriva. - Aunque llegues a Tol Barad, nunca abrirás la celda sin la llave! - Añadió en otro grito. Un disparo rozó la mejilla del goblin, incluso a tal distancia Gozek era casi letal…la sangre le humedeció la mejilla y se agazapó rápidamente con el casco del bote como cobertura, un segundo disparo sonó cerca al rato, pasando alrededor de la madera, por suerte no le habían dado…
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¡Te acabaré encontrando maldita rata! - Gritó Gozek desde el Abrasador mientras la furiosa marea se llevaba el liviano bote a su merced…
- Capítulo X - La locura de la soledad.
El bote flotó a la deriva durante casi dos días por fortuna del destino acabó llegando a una diminuta costa parte de un islote que se había desprendido del cabo de Trinquete…al menos estaba cerca de Kalimdor… Cuando abrió el ojo aún llevaba la cabeza de Marla entre sus manos…
- Perdóname…no he podido protegerte … - Le susurraba continuamente, como si esta pudiera escucharlo… - No, es culpa mía, no he sido suficiente astuto. - Le gritó a la cabeza en su monólogo…
Los días pasaron en aquel islote donde el único alimento eran cocos y bananas de las palmeras cercanas, los días terminaron volviéndose semanas las semanas un mes y dos…cuando llegó el cuarto, el goblin había abandonado ya toda esperanza y simplemente hablaba con el cráneo de Marla como si ella estuviera ahí, hasta le daba de comer…
Un día un barco mercantil apareció en el horizonte, parecía acercarse al islote donde se encontraba el goblin…este ni siquiera se preguntó que traía a unos mercantes hasta el islote…se acercó a estos cuando desembarcaron totalmente lleno de roña…
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Mira Marla, han venido a rescatarnos - Susurró al cráneo óseo de la goblin.
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¿Eh tú quién eres rata desarrapada? - Gritó uno de los filibusteros en la playa mientras descargaba unas cajas, el goblin se percató de que estaban descargando contrabando para evitar registraro en puerto al llegar. - ¿Qué estás mirando? - Le preguntó el filibustero.
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Nada, sólo me preguntaba si…podríais ofrecerme transporte, aunque no lo parezca puedo recompensaros bastante bien si me lleváis a la bahía Garrafilada en Durotar ¿Qué me dices? - El goblin trató de ser lo más carismático posible y para sorpresa de este, funcionó…el filibustero asintió y lo subió abordo presentándoselo a su capitán, el cual era un contrabandista llamado Douglas.
El capitán Douglas y su tripulación cuidaron de Styx mientras viajaban rumbo a Durotar, ellos tomarían rumbo a muelle Pantoque tras descargar a Styx allí, por el camino le aconsejaron cambiar de nombre tras contarle a Douglas lo ocurrido con Gozek, este le dijo que debería llamarse Rojo, por el color de sus ojos y así evitaría ser buscado. El contramaestre se mofó aunque pareció convencerle al goblin el mote, era extraño, aquellos humanos parecían tratarle bien, quizá entre ratas si hubiera algún tipo de honor, pensó nuestro protagonista, lo cual le llevó a la siguiente parte del plan…
Tras tres días en alta mar llegaron a la bahía Garrafilada y dejaron al pequeño goblin en el puerto pagando su tasa portuaria, acordaron reencontrarse en Bahia del Botín para la recompensa que este les daría a cambio del favor, el goblin se adentró en Orgrimmar armado y vestido con lo que la tripulación de Douglas le había prestado se adentró en una de las tabernas de peor reputación y escribió una nota para dejarla en el tablón de anuncios…
¡Hacha Negra recluta!:
Si estás leyendo esto mercenario es porque te interesa un buen jornal
Mi nombre es Rojo lider de Hacha Negra y estamos reclutando gente capacitada para una peliaguda misión.
Los interesados acudid a la Taberna del Valle del honor mañana antes de las 23:00 hora de Orgrimmar.
Postdata: La recompensa será de cinco doradas por misión.
El goblin sonrió y se acercó a la barra tras colgar el anuncio…con un grupo de élite podría frenar a Gozek antes de que completara su plan…
- Capítulo XI - Hacha Negra.
La noche siguiente un reducido grupo multicultural había acudido a la pequeña taberna que regentaba el trol Salsera, el pequeño goblin ya había acudido antes que el resto y los observaba de forma anónima. Un trol llamado Veer’jil, un tauren de la tribu Pezuña Blanca llamado Dairne, una antigua forestal elfa llamada Asheria, una pandaren llamada Li-fun, una maga llamada Ineria y un par más cuyos nombres no acaban teniendo mucha relevancia para la historia y los cuales este escritor ha olvidado por la ingesta excesiva de grog en tabernas de mala muerte.
El grupo comenzó sus operaciones, Styx apodado como Rojo ocultó su pasado a estos, sus asuntos con Gozek no eran parte de los negocios que estaban manejando. Hacha negra fue el nombre que recibió el pequeño grupo, para hacerse un nombre rápido en las localías uno de los primeros objetivos fue derrotar a una banda de asaltantes de caminos cerca de Cerrotajo, tras cumplirla los contratos de misión empezaron a lloverles y llegaron algunos nuevos reclutas como un brujo elfo paliducho llamado Shell, que parecía estar huyendo de alguien y una pandaren llamada Yan Yan,
El tauren, Dairne, se había ganado la confianza de Rojo tanto como Veer’jil el trol, llegando los tres a asumir la mesa de estrategia para las operaciones en conjunto, sin embargo Styx no había contado su pasado a estos todavía y eso sería lo que les costaría caro.
A la mañana siguiente Dairne reunió a los chicos en un grupo para aceptar una misión del tablón de Orgrimmar, lo que no sabía era que el contratante era una asociada del propio Gozek, una elfa llamada Morinth Sombrasol, apodada por otros como la dama sombra o la propia muerte… Sin saberlo los mercenarios liderados por Dairne asesinaron ciertos aliados potenciales de Rojo en Orgrimmar creyendo cumplir el contrato finalmente Morinth reveló su verdadero rostro atacándoles, esa fue la primera y única derrota que Hacha Negra tuvo. El grupo sufrió una pequeña ruptura, muchos de los reclutas desaparecieron volviendo a sus ciudades natales seguramente, tanto Dairne como Veer’jil entendieron en que estaba metido nuestro protagonista.
- Capítulo XII - Ojo por ojo, doblón por doblón.
Tras contarles a Veer’jil y Dairne la verdad sobre Gozek y su pasado estos siguieron a su lado, Styx comprendió los lazos del honor, la amistad y el compañerismo que les unían y que lo seguirían a cualquier lado así que comenzaron a desarrollar un plan de ataque, rastrearon los diferentes puertos mercantiles donde Gozek tenía sus diferentes negocios y fueron saboteándole uno por uno con el fin de hacerlo salir de su escondite, cuando creían que estaban cerca del final, descubrieron que en realidad Gozek era una simple marioneta de Morinth Sombrasol, la cual era una acólita de la sombra del vacio. Gracias a esta información localizaron la hacienda privada de Gozek, la cual era la productora de todo su cargamento de hojaplata y lograron acorrarlar a sus esbirros contra la espalda y el hacha.
- Encargaos de esos bobogoblins, al que intente alguna tontería le pegáis un tiro - Le dijo Rojo a Dairne que asintió pesadamente con su cornamenta al compás del movimiento de su cabeza. Veer’jil, Dairne y los demás reducieron a los esbirros de Gozek mientras este se iba tras su archienemigo que trataba de escapar.
La persecución no es que se alargase mucho usando las sombras Rojo apareció tras su espalda y a la par que le ponía la zancadilla ya se reía de Gozek, pero no había ni una pizca de humor en su carcajada.
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¡Estás loco! - Gritó Gozek desde el suelo de la playa. - No importa que me mates, ella es más poderosa que tú o que yo! - Una ola le pasó por encima al goblin empapándolo, Styx le miró fríamente todavía sin articular palabra alguna. -¡Y ya le he dado todos los orbes del botín de Furiasolar, sólo falta el que escondiste, no podrás esconderte de ella! - Gozek seguía gritándole esperando que Styx cambiase de idea con alguno de sus argumentos, pareció hasta aterrorizado cuando nuestro protagonista se acercó hacia él en silencio sacando el cráneo de Marla de su bolsa mientras lo sujetaba con una mano.
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¿Qué te parece querida? ¿Le devolvemos lo que ha causado? - Styx murmuraba hablando con el pequeño cráneo óseo como si delirase, Gozek aprovechó para tratar de levantarse, pero cuando consiguió ponerse de pie, el pequeño Rojo estaba ya en su espalda pateándolo de vuelta al suelo ágilmente. - ¿Sabes? - Esta vez Rojo hablaba a Gozek mirándole directamente. - Durante este tiempo, apenas he podido dormir, he pasado cada noche pensando en que te haría cuando te encontrase. - Dijo mientras sacaba su daga acercándose a Gozek. - Desde entonces, he matado a todos tus esbirros, he quemado todos tus negocios y nadie en toda Azeroth va a recordar quien eres cuando esto haya terminado, tu cadáver se convertirá en cenizas que abonarán tus huertos - Rojo clavó el filo de la daga en el pecho de su archienemigo a la par que ascendía la muñeca hacia su cuello para degollarle. - Y tu cabeza será un adorno en mi repisa. - Le gruñó mirándole a los ojos fríamente mientras se ahogaba y desangraba a la par. - Ojo por ojo, doblón por doblón, has perdido, viejo socio. - Dijo Styx fríamente viéndole morir.
- Fin -