Hola de nuevo amigos, me echabais de menos?
Hoy os traigo una historia que he ido forjando en mi cabeza, como una forma en la que se podria justificar la entrada de los San’layn a la horda como raza aliada de los no-muertos.
Empecemos por la cosa de que uno de los requisitos para poder hacer la mision de desbloquear la raza, fuera haber seguido el camino de Sylvanas, no parece nada descabellado.
La cadena de misiones comenzaria con una carta de esta, ahora en la (presumiblemente futura) clandestinidad, que nos enviaria a encontrarnos con alguien en Rasganorte, concretamente en uno de los pueblos de colinas pardas, el cual ahora se encontraria desierto.
Una vez alli, seriamos asaltados por tres nobles San’layn, dos hombres y una mujer, a los cuales nos enfrentariamos de uno en uno.
Tras un rapido combate, los San’layn cambiarian a amistoso y se presentarian, siendo que estos son los famosos principes Theraldis y Atheraan, y la tercera siendo una princesa de sangre que no hubieramos visto hasta ahora.
Nos explicarian como el nuevo rey exanime ha maltratado a los San’layns restantes, prohibiendoles alimentarse de los vivos, y en ultima instancia, persiguiendolos y mandando asesinos a acabar con ellos.
Nos llevarian al cercano castillo donde nos enfrentamos a Arugal en su regreso (no recuerdo como se llama, el que esta en la costa de colinas pardas), donde descubririamos como los San’layn estan degenerando hacia un estado muy parecido al de los marchitos de Suramar.
Mientras nos comentan su trato con Sylvanas (unirse a la horda y permitirles alimentarse de los vivos de la Alianza), el castillo es asaltado por fuerzas de la plaga, teniendo que enfrentar a varios jefes, entre ellos gigantes de carne, nigromantes y confrontando finalmente nada menos que a un nuevo libramorte al servicio de Bolvar.
En este combate, el libramorte antes de caer acabaria con la vida de uno de los principes.
Quedando solo dos, nos piden ayuda para encontrar un nuevo refugio.
Tras una rapida deliveracion, y no fiandonos del todo de ellos, decidimos acompañarlos a una vieja granja en el bosque del ocaso, donde podran causar estragos entre la cercana alianza.
No obstante, al poco de llegar, nos encontramos conque por una vez, el IV:7 ha hecho bien su trabajo y habia predecido nuestra llegada, teniendo otra vez que enfrentar oleadas de agentes de la alianza, y confrontando finalmente al nuevo duo caza-vampiros de la Alianza, Thassarian y Koltira!
Durante el combate, una vez mas, Thassarian y Koltira acabarian con otro de los restantes principes, despedazandolo con sus atracciones letales.
El combate seria muy duro, la princesa de sangre restante usaría habilidades defensivas para aguantar un poco mas, pero todo parece perdido.
En ese momento, Lilian Voss surge de la sombras dejando malherido a Thassarian, momento en el cual, Koltira coge a su compañero y huye por un porton de la muerte.
Lilian, enterándose de la situación de los San’layn, nos acompañaría junto a la princesa de sangre a Orgrimmar, solo para encontrarnos con un consejo de guerra de los lideres que nos miran con mala cara.
Tras exponer lo ocurrido hasta ahora, se decide hacer la primera elección democrática de la horda. Cada líder dará su voto a favor o en contra.
Baine se niega en rotundo a aceptarlos, los llama monstruos y dice que su pueblo nunca debió confiar en que los renegados pudieran redimirse, no volverá a cometer ese error.
Colmillosauro, en representación de los orcos de orgrimmar, se niega también a aceptarlos. Thrall no interviene, aunque observa la situación desde el fondo de la sala.
Lor’themar dice comprender que son su gente, pero dice ser incapaz de confiar en ello, con lo que se abstiene, Thalyssra pese a no confiar tampoco, empatiza con la degeneracion que estan sufriendo, por haberla sufrido su pueblo hasta hace relativamente poco, da su voto a favor, aunque con desconfianza.
Mayla se niega.
Geyah’ra dice que mientras sean fuertes y quieran sangre de la alianza, son bienvenidos por parte de los mag’har.
Gallywix examina con ojo observador las joyas del elegante vestido que porta la princesa de sangre, se frota las manos y da su voto a favor.
Rokhan, en representación de los trols lanza negra, se niega, al tener cierto informe de que la ultima misión con un San’layn… no acabo muy bien.
Talanji critica duramente la naturaleza vampirica de los San’layn, no obstante, dice entender la situación difícil a la que se enfrentan, con lo que se abstiene.
No pintando la cosa bien, Lilian en representación de los no-muertos se ofrece a hacerse responsable de ellos, si la lian, ella pagara las consecuencias.
Esto es rechazado por Varok y Baine, que ostentan de momento una especie de liderazgo compartido sobre la horda.
Acto seguido, la princesa y su séquito son expulsados de Orgrimmar, obligados a adentrarse en vallefresno donde serán cazados por los elfos de la noche.
Al avanzar un poco por un camino, Thrall surge de entre los arboles.
Dice no confiar tampoco en ellos, no obstante, su ideal de la horda es el de una familia, donde todo aquel que es perseguido y expulsado de su hogar puede encontrar un lugar.
Tras hacer prometer a la princesa que su gente solo se alimentara de la sangre de enemigos, y nunca de civiles inocentes (so pena de perder su confianza y ser castigados). Les ofrece un refugio en los bosques de Frondavil, la antigua guardia del filo ardiente, Jaedenar.
Desde este momento, los San’layn empezarían a formar parte de la horda, rechazados por gran parte de esta, siendo mirados con recelo en los callejones de Orgrimmar, teniendo que demostrar su valía como aliados.
Su aspecto seria como el ejemplo de esta imagen:
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