Buenos días chicos, ayer se me olvidó comentaros algo que pasó ingame, fue un momento “small indie company”.
Estaba yo con mi evoker haciendo una quest de PvP en Thaldraszus, y popea en pantalla el mensaje de cofre de suministros: “A todos os vendrían bien algunos recursos, hay una expresión para eso: la supervivencia del más fuerte”.
Nos piramos alis y hordas hasta el punto de aterrizaje del cofre, que en este caso fue donde se hace la campaña de Tyr. Se forma una batalla campal previa a la apertura, el cofre toca el suelo, los alis lo pulsamos, y en el momento donde debería abrirse el cofre, despawnea en nuestra cara porque sí. Nos quedamos parados en silencio mirando el suelo vacío.
Fue bastante cómico, aunque admito que me c4gué en los muertos de Blizzard porque necesito las monedas sangrientas con el evoker, que está pocho de gear, no podía permitirme un bug así.
Te cuento una anécdota mía de lo que es una compañía indie
Ayer me dio por hacer con Idrina la sopa de Tuskara y en la que estaba que quedaban dos minutos íbamos casi por el tercer legendario no sé si sirve de algo más de uno)
Me manda el chef a recoger una cosa y de repente me cambian de fase y aparezco en una que le quedaba el mismo tiempo pero estaba en épico a punto de ser legendario.
¿Sabes que eso me ha pasado últimamente a mí? pero en mi caso fue en el sueño esmeralda. Planté una semilla épica, empezó a llegar gente para esperar los 2 minutos y pillar el cofre. Se acaban los 2 minutos, aparece el cofre, me quita el faseo de dunmodr a exodar y me quedo sin cofre, para colmo no me llegó al correo nada.
Sin embargo, he estado pensándolo y creo que estamos siendo injustos con Blizzard por 3 razones:
WoW es un juego free to play, no tienen los recursos económicos para solucionar cada bug.
Es una compañía pequeña, gestionar el juego y asistir a los jugadores siendo un grupito de 5 personas justifica las tardanzas o los despistes.
Blizzard empezó hace poco, no es como si llevase 20 años desarrollando juegos, hay que darles tiempo para que aprendan de sus errores y vayan puliendo sus carencias.
Si te agradan los animes de samuráis o del japón feudal, te recomiendo verte la serie de Dororo, Samurái Champloo, Afro Samurái y Katanagatari (esta última mi favorita del género, pero muy poco conocida).
Otra de ese estilo que está muy bonita es Watashi no shiawase na kekkon, aunque mezcla la temática histórica con el romance, trata el tema de los matrimonios concertados.
Si se busca bien siempre hay animes que son joyas, por ejemplo el de Frieren se ha llevado el primer puesto como anime del año, y con razón, a nivel artístico, argumental y de banda sonora es impecable, se lo recomiendo a cualquiera que se identifique con lo veloz o lento que pasa el tiempo en la vida de una persona, y cómo utilizamos ese tiempo de cara a conocer a los demás; el valor de los buenos recuerdos, el peso de una pérdida, lo mucho que podemos desarrollarnos como personas en un lapso corto de tiempo según las circunstancias, etc.
Noooo dejalooo.
Mira que RR Martin se ha enganchado.
No leeré el fibal de Cancion de hielo y fuego en la vida.
A todo esto yo solo me pasaba a desearos Feliz Año nuevo…si,si a buenas horas pero es que no me da la vidaaaaaaa
De hecho lo único que le pido al 2024 es tener mas tiempo libre.
Feliz año a ti también hermana, sabes que siempre es un placer leerte y que te deseo siempre lo mejor.
Leyéndome la guerra de los ancestros me he acordado un mogollón de ti y es que me gustaría que las sacerdotisas Kaldorei llevaran lanzas, hachas y espadas y vistieran placas o mallas como cuando se unen a la hueste de Lord Cresta Cuervo
Y gujas arcos…
Me hubiese gustado usar gujas con Menel.
Lo de rebanarle el pescuezo a Nathanos mola mucho XD
Pero o te unes al vacio o ser sacerdotisa kaldorei no mola
Cuconcito coloca sobre la mesa central de la taberna una cesta con galletitas variadas, desde saladas, hasta con pepitas de chocolate para quienes conocían el código Konami
¡ABRLBRLBRLBRLBRL! ¿BRL?Dice mirando al grupo de atónitos taberneros
Sin más demora coge un laúd, y al son de una canción bastante pegadiza sale de la taberna, seguido por toda clase de criaturas marinas bípedas. Cuconcito se voltea un instante y les manda un cariñoso saludo con la mano a los taberneros, luego procede a perderse en la distancia hacia las profundidades de un lago sin fondo