Taberna de la bola de nieve El Copo Encantado MEGA THREAD OFF TOPIC (24ª edición)

No era cualquier bola de nieve. Dentro de ella existía un mundo minúsculo, una pequeña y acogedora taberna conocida como La Escarcha de Cristal, un refugio para aventureros y curiosos que, de alguna forma u otra, acababan atrapados en su diminuto interior.

La taberna, aunque diminuta en comparación con el mundo exterior, era un lugar sorprendentemente acogedor. Las mesas, sillas y barras estaban esculpidas en madera de abedul, y las luces mágicas colgaban de los techos, emitiendo un brillo cálido. Los parroquianos, criaturas de diferentes razas y tierras, convivían bajo ese mismo techo, compartiendo historias, canciones y copas.

La Escarcha de Cristal estaba regentada por cuatro figuras tan únicas como variopintas. La más solemne de ellas era Haferet, una draenei sacerdotisa de la Luz. En lugar de servir bebidas, Haferet dedicaba su tiempo a la oración y al acto de sanar. Se sentaba en una pequeña capilla improvisada en una esquina de la taberna, rodeada de velas brillantes y símbolos sagrados. Los aventureros acudían a ella en busca de curación, consuelo o guía. Sus rezos, siempre suaves y constantes, mantenían una calma palpable en el aire, y las manos de Haferet irradiaban una luz curativa que podía cerrar heridas y aliviar dolores tanto del cuerpo como del alma. Sus palabras, tranquilas y llenas de sabiduría, traían paz a los más atormentados.

A su lado, aunque de un modo completamente distinto, estaba Delenis, otra draenei, chamana que había sucumbido al Vacío. Sus ojos brillaban con un tinte violáceo y profundo, y aunque siempre parecía estar a punto de ser arrastrada por la oscuridad, era sorprendentemente amable. Delenis servía a los clientes que buscaban una conexión con lo oscuro, o al menos alguna bebida que los hiciera olvidar temporalmente sus problemas. A menudo, sus pociones y cócteles parecían tener efectos secundarios impredecibles, pero sus clientes la buscaban precisamente por eso: la posibilidad de experimentar lo desconocido.

En una mesa cercana, el trol druida Aen estaba casi siempre envuelto en una nube de humo. Aen, adicto a las hierbas y las sustancias que extraía de la naturaleza, no se molestaba en ocultar su amor por lo que él llamaba “la relajación herbal”. No era un chamán, sino un druida, que pasaba gran parte de su tiempo conversando con plantas, animales y espíritus de la naturaleza. Aen solía murmurar entre risas, sus ojos medio cerrados por el efecto de sus propias creaciones herbales, y aunque podía parecer despreocupado y lento, poseía un poder profundo. Sus clientes acudían a él buscando remedios naturales, pociones y hierbas que podían tanto sanar como ofrecer experiencias fuera de lo común. Era un alma libre, siempre en armonía con la naturaleza, aunque también siempre perdido en sus propios pensamientos nebulosos.

Por último, estaba Cable, una gnoma pequeña incluso para los estándares de su raza, siempre trabajando en algún ingenioso artefacto. Cable manejaba la parte más técnica de la taberna, asegurándose de que las pequeñas máquinas mágicas que mantenían el lugar funcionando no se rompieran. Ella había diseñado una serie de artilugios para servir las bebidas automáticamente, permitiendo a sus clientes recibir exactamente lo que necesitaban sin tener que moverse demasiado. Aunque era ingeniosa y eficiente, su mente siempre estaba ocupada en alguna mejora o experimento nuevo, y no era raro ver chispas o pequeños estallidos salir de su taller improvisado en el rincón de la taberna.

Aquel día, una tormenta rugía afuera, y la taberna era sacudida por gigantescos copos de nieve que golpeaban contra su estructura. Sin embargo, dentro, reinaba una calidez reconfortante. Los aventureros y viajeros que habían reducido su tamaño mágicamente para entrar, se sumergían en el ambiente acogedor. Mientras Aen compartía alguna anécdota entre bocanadas de humo, Haferet oraba en voz baja, y Delenis ofrecía bebidas que chisporroteaban con energía oscura, Cable ajustaba su más reciente invención con una sonrisa traviesa.

Dentro de la bola de nieve, el tiempo se detenía. Allí, en La Escarcha de Cristal, las historias y las vidas se entrelazaban, creando una atmósfera que jamás podría ser encontrada en ningún otro lugar del mundo.

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Chatgpt no ha llegaod a entender que no trabajamos en la taberna pero bueno XD

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Delenis, que tomaba un café, se levanta como un rayo y esquiva por los pelos una de las bolas.
:dracthyr_sweat:

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Hace cosas raras aveces xdd, a mi me molesta la ia de imagen, por que estoy haciendo un rol de d&d y mi pj es un medio tiflin medio gnomo y siempre que le pides eso te hace un gnomo de jardin o un gnomo para colorrar xddd

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Literal siempre son de jardín o algo raruno xD

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Ohhhhh, socorro!!!
Arghhh…!!

Una descomunal bola de nieve rodante le pasa por encima, y aunque su indestructible armadura le salva la vida, queda enterrado boca abajo en la nieve.

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otra taberna…

Pilla sitio

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Fuera de la taberna se escucha el rugir de un relámpago, y a continuación se abre la puerta, pues aquí estamos una vez más. “El enano de roca entra y toma asiento, saluda a todos los presentes y pide un refrigerio”.

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Entra en un compartimento de su habitación plagado de trofeos mientras afuera nieva. Sonrie porque el verano se esfuma…

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Teniendo en cuenta que el papel de los gnomos siempre es de Oompa Loompas al menos en mi caso que me ponga a trabajar me deja claro que entendió el lore de WoW :dracthyr_hehe_animated:

Claramente hay que empezar a pedirle por favor las cosas a chat gpt para que cuando domine el mundo se acuerde que fuimos amables con él.

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Un grupo de taberneros varios mueren aplastados por un granizo gigante.

Por Gnomesaron, esto no es una taberna… Es una selección!!!

Comienza a cavar un túnel bajo tierra.

Confeti de gnomo. Genial :grin:

Menel entra corriendo con un monton de nieve sobre la capa
-La leche!! Ha sido como esquivar un monton de meteoritos.He visto caer al menos media docena de orcos y una sindorei en el intento.
A esa se la llevó la ventisca,lo mismo ha sobrevivido. Elfas flacas…meh.
Sacude la capa,pide un café y ve bajar a su esposo por las escaleras.
-Sabia que llegarias bien- dice Argent.
-Cafe y baño calentito oor favor- contesta Menel aun tiritando.

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¡Oturb ayudar! - El orco mete la mano en la nieve, y de un fuerte tiron (no sin alguna dificultad) saca al enano enterrado- ¡Tú más cuidado!

Yo siempre empiezo saludando y me voy diciéndole gracias y mandándole besitos. xD

Concretamente ahora empecé así:

Hola bonica. Crea una narración teniendo en cuenta los siguientes elementos:

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En Zereth Tabarnae el trol hubo de retirarse prematuramente a descansar y dormitar, de modo que tal fue la sorpresa cuando, de pronto, tiritando entre sudores fríos, se encuentra en un paisaje nevado, encogido y encerrado en una bola de cristal.

«Lo que faltaba, vamoh de mal en peor», piensa. En este punto ya no es capaz de distinguir entre delirio y realidad y la cabeza le da vueltas. Saluda con un gesto vago al resto de tabernarios y se sienta frente a la chimenea, arropado en una gruesa manta que había al alcance. Ya pensaría en la huída en otro momento. Sin apenas darse cuenta se duerme en una postura incómoda.

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Habiendo entrado ya en calor Menel rebusca en su mochila,saca una bolsa de tela blanca,y coge un pequeño expositor de la barra.Abre la bolsa con delicadeza y una a una empieza a sacar magdalenas y colocarlas en el expositor,al terminar pone la tapa de cristal y la cierra despacio dejando una fuera
-Las he hecho yo,no son iguales-dice la elfa suspirando-pero no podian faltar en una taberna. Por Zhure.
Coge la magdalena y la muerde despacio. Le da un sorbo al café y sonrie al resto de los taberneros

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Donde este una buena humana con sus curvas que se aparten esas sindorei.

O una draenei o kaldorei.
Mujeres aguerridas.
Tambien están las orcos,pero son feas…y cortitas de mente. Zug zug ya tu sabes cabra.

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Donde esté una buena kul’tirana