Menel entra en la taberna con ojo clínico. Mira a su alrededor y le hace una seña a Pita Pita para que se acerque. El camarero le susurra algo al oído y la kaldorei asiente con la cabeza. Se recoge un momento en silencio y eleva una plegaria a Elune por el alma de Rukdra. Tras la oración se acerca a la barra, coge una cebatruenos tostada muy fría, entra en la cocina escogiendo con mimo el mejor filete de colmipala con especias del norte y ella misma se acerca a servirselo a su amado.
Lo besa y le pregunta que tal su mañana en la forja.
Mientras Argent come tranquilo y viendo que la paz reina en la taberna, coge un libro y se sienta a leer en su sofá favorito con un café al lado.
Argent besa a su amada, y mientras come le dice:
Muchísimo calor en la forja,amor mio. Que cocinera tan buena eres…
Cuando acabe de comer amor,un rato de siesta,porque llego siempre “morisionado”,si te apetece acompañarme…y le guiña un ojo.
Menel levanta la vista del libro alzando una de sus elficas cejas. Sonríe y le devuelve el guiño con disimulo. Mientras el paladín termina su comida vuelve a sumergirse en la lectura. De pronto levanta la vista lo mira y le dice
-Gracias por la recomendación, me está gustando La rueda del tiempo paladín.
Disfrútala amor mio,y ten paciencia,porque el desarrollo no va muy rápido. No obstante mejor así,porque si no con la abundancia de datos,acabarías hecha un lio.
Y ahora,mi amor,a dormir. Da un dulce beso a su amada,y se retira a la habitación…
Hême sobrevuela rápidamente Suramar, envuelto en humo gracias a sus nuevos poderes. Ha obtenido nuevas habilidades gracias a los drásticos viajes en el tiempo que había realizado. Ni siquiera él domina sus nuevos poderes todavía… necesita absorber almas para completarse.
-Toma esto, Shivadel.-dice dándole un aparato a su esposa.-Si brilla, acude con urgencia a la taberna.
Tras esto, despliega sus alas envolviéndose en humo negro y alza el vuelo, cada vez más rápido, en busca de la taberna.
-Prepárate, Uranometria.-masculla.- Voy a por tu cabeza.
Uranometria tiene un escalofrío y se teletransporta al Salón del Guardian
Del calor que hace (al sol) me he cortado hasta la lengua…
Cada vez que pronuncio una d o t veo el universo en todo su esplendor.
Lo que no he visto es vida en otros planetas…
《Parece que la fiesta se ha cambiado de sitio. Una pena.》 Pensó Thantos cuando vio desaparecer a Uranometria. Hacia demasiado calor para adalidear a gusto, y llevaba días sin ver una pelea.
Menel desciende las escaleras con sonrisa ensoñadora. Estas vacaciones si algo necesita es descansar y recuperar horas de sueño.
Viendo la taberna tan tranquila se prepara otro café, coge el libro y continúa la lectura donde la había dejado
Hême irrumpe abruptamente en la taberna, destrozando la ventana y rompiendo varias mesas como si de un proyectil se tratase. El cazador de demonios agarra a dos camareros y devora sus almas y cuerpos.
-¿Dónde está Uranometria?-grita con furia.
El Illidari olfatea el aire y percibe un olor a magia arcana, señal de un teletransporte.
-¡¡Cobarde!!- ruge Hême.- ¡Vuelve y pelea conmigo!
Menel suelta el libro y se levanta de golpe entrando en forma de las sombras y conjurando un escudo a su alrededor.
- Por todas las fases de Elune, que demonios crees que estás haciendo Heme?
El cazador de demonios se gira hacia la sacerdotisa.
-Estoy buscando a Uranometria.-dice.- Debe caer.
El humo alrededor de Hême se hace más espeso y sus tatuajes brillan más fuerte.
-¿La has visto?-pregunta.- He conseguido nuevos poderes y quiero probarlos.
Hahahaha
La risa de Uranometria resuena por toda la taberna, su voz se oye lejana, como si viniese de una tinaja
Has tenido suerte elfo, mira que ir a parar junto a Rukdra…
Uranometria aparece en la taberna como un eco de maná
Si quieres luchar conmigo te espero en las raíces de Vordrassil. Esta vez iré en serio.
Un chispazo corta la imagen y se va la luz en la taberna
El cazador de demonios deja escapar una desquiciada carcajada y despliega sus alas, que rezuman energía vil.
-Por fin te muestras, elfa.-dice.- Prepárate para tu final… No podrías haber escogido un lugar peor. Al fin y al cabo, mi señor se encuentra cerca…
Hême bate sus alas y destroza el techo alzando el vuelo hacia el lugar de reunión.
Uranometria se teletransporta al sótano de la taberna, se acerca a un enorme espejo tapado con una manta color crema, parece tener mucho polvo
Uranometria quita la manta, tose, demasiado polvo
Uranometria se mira al espejo y ve reflejado un ojo en su frente
Se oye un susurro
Todos los ojos de abrirán. Todas las vidas se apagaran. Ese elfo interviene en mis planes, acaba con el y compartiré mi poder contigo.
Uranometria coge su bastón y parte el espejo en cien pedazos, coge uno y se lo guarda en la mochila
Pronto se hará tu voluntad, maestro.
Ya tengo sitio al que ir, entonces. Esto promete.
Hême, volando a toda velocidad, se precipita sobre el destrozado e imponente Vordrassil. Sin embargo, al descender cerca de las raíces, cae al suelo por un asalto mental. Un lenguaje ininteligible irrumpe en su mente, casi imperceptible, como un susurro moribundo. Una voz aletargada. Sin embargo, puede entender algunas palabras sueltas.
-Súmelos… en la… locura… destruye… sus mentes…
-Sí, mi señor. Experimentarán el horror de la Pesadilla.
Una carcajada, sumada a los susurros de su señor Yogg-saron, surca el frío aire de la noche.
** La imagen del cazador aparece en la taberna **
Hême on rol siempre fue seguidor de Yogg-saron desde que el Dios Antiguo se adentró en sus sueños a una temprana edad.
A mi mientras no me rompais la taberna… Como si os arrancais los cuernos.
Ya te cobraré la ventana y las tres mesas Heme.
Las sucubos retiran las mesas y los cristales de la ventana. Menel barre los restos y con la taberna recogida sigue con su lectura.
Elune dame paciencia…