Tengo muchísimos motivos, no sé ni por dónde empezar. Las sedes de clase es de lo mejor que ha tenido este juego y deberían recuperarlas, actualizando la historia cada X tiempo y haciendo, de alguna manera que desconozco porque no desarrollo videojuegos, que las armas artefacto se puedan quedar sin necesidad de farmear AP.
El lore: tiene sus cosas, como todo lo escrito por Blizzard, pero pocas expansiones han sido capaces de dejar tan satisfechos a esta playerbase. Tiene de todo: guerra de facciones con una moralidad verdaderamente gris (Tormenheim), la introducción de numerosas nuevas razas desarrolladas con cariño (nocheterna, tauren monte alto, etc), el retorno de numerosos personajes emblemáticos de este juego…
Para mi es un 10. Brillante. Las raids eran increíbles: Bastión Nocturno es la raid más bonita del juego, Antorus es otra obra de arte también en cuanto a diseño… aún recuerdo tirar por primera vez Argus en HC y pocos combates son más épicos a pesar de no tratarse de un personaje muy conocido. Las mazmorras estaban perfectamente equilibradas: desde Fauce de Almas que saltabas de alegría si te tocaba en la +15 hasta auténticos desafíos (o tostones, según se mire) como Las Cámaras del Valor…
Añadiría mejoras actuales como el tema de las reputaciones, más eventos de mundo, raids despiertas, etc… y sería la perfección hecha expansión.
Fue la primera expansión que jugué “en condiciones” siendo “en condiciones” levear hasta el nivel máximo y hacer parte del contenido endgame (nada de raidear ni hacer mazmorras). Aun así: la banda sonora es brillante, la historia también lo es (aunque es cierto que la disfruté sobre todo una vez terminó la expansión), el lore de las zonas, de las razas (los mogu, los jinyu y en especial los hozen), las interacciones entre los personajes… es el continente por el que más me he perdido con diferencia. Además, el monje es mi clase favorita por detrás del rogue; de hecho, para mi gusto es la más divertida en sus tres especializaciones.
Sin embargo, es cierto que en algunos casos la temática y estética pandaren podía llegar a resultar cansina.
Habrá quien diga que he perdido la cabeza, pero yo la disfruté. Sí, el lore fue un completo desastre y lo hateé igual que todos vosotros, pero había mil cosas que hacer, no fue una expansión vacía de contenido. Sí, los 6 meses (o más, no recuerdo) que duró el primer parche fue terrorífico, pero yo me lo pasé genial raideando Nathria, haciendo Bajapeste (bueno esto igual no), farmeando legendarios para venderlos y haciendo mis diarias de chill. Thorgast también, en un principio, lo disfruté bastante.
El segundo parche sí que fue un absoluto caos y de Zereth Mortis no se acuerda nadie (aunque tampoco estuvo tan mal), pero creo que SL es un caso de overhate. Hay cosas criticables y, por supuesto, son válidas (como la basura de lore), pero en cuanto a jugabilidad pudo haber sido peor.
Todo esto, por supuesto, desde mi punto de vista, porque cuando llegue a BfA me voy a contradecir espectacularmente.
- C - Warlords of Draenor; Dragonflight
Expansiones olvidables, con pocas cosas remarcables. Una (WoD) por el potencial desaprovechado, la auténtica ausencia de contenido y una historia que ya dejaba entrever lo mal que Blizzard podía llegar a escribir (spoiler: se superaron).
La otra, porque aunque haya traído cosas muy buenas para la salud del juego a largo plazo (puesto comercial, rotación de mazmorras, etc) también ha cambiado cosas innecesarias (las profesiones, por ejemplo). El lore, en gran parte, es insulso, poco memorable e infantilizado. Lo siento, no podemos pasar de ver un genocidio del nivel de Teldrassil y que la cinemática final de dos expansiones después sean 3 pringaos diciendo: “lo importante siempre fue la familia ”. Qué pereza. Y eso sin profundizar.
Escupo sobre su tumba y sobre la acera de la calle en la que viva quien cojines tuviera que ver con semejante desgracia audiovisual. Odio, odio, ODIO con toda mi alma BfA, tuve que tomarme un descanso del juego de la rabia que me dio. No he vuelto a sentir el lore (mi principal motivo para jugar) de la misma manera desde que salió esta expansión: para mi fue mortal. No voy a profundizar mucho más en este aspecto porque tengo total seguridad de que se ha hablado en el foro miles y miles de veces, pero destrozaron incontables arcos de personajes, de facción y posibles futuras expansiones (Nazjatar, Nya’lotha) solo porque un borracho delulu decidió que había que repetir Mists of Pandaria letra por letra pero mal hecho. En fin. Me mato.
En cuanto a la jugabilidad: la azerita, para mi gusto, solo fue una peor versión del poder de artefacto de Legión, las raids, quitando Dazar’alor (y bueno…) y Palacio Eterno fueron un auténtico desastre, las zonas, quitando las del primer parche, fueron espantosas (no perdono lo de Nazjatar y lo irrelevante que ha terminado siendo).
Tiene cosas buenas, eso sí: la banda sonora y el equipo de arte se salieron. Pero eso es común a todas las expansiones, no mérito de BfA en sí. En especial quiero destacar la banda sonora de Zin-Azshari en Nazjatar: cada vez que la escucho me tengo que parar y escuchar hasta que termine.
Quitando eso… un 0 como una catedral.
- No sabe no contesta - Vanilla, The Burning Crusade, Wrath of the Lich King, Cataclysm
No las jugué, no tengo nada que decir. Intenté probar el classic de cada expansión pero esa jugabilidad, por suerte o por desgracia, no es para mi.