El principio.
Sonó un silbido.
El ave rapaz planeaba en círculos sobre la Espesura Carmesí. El eco de su graznido resonó por todo el bosque y los pájaros abandonaron los árboles en bandada.
-Socorro…- La voz apenas se escuchaba entre los sollozos. La nocheterna se arrastraba por el musgo rosado con la ropa hecha girones.
Un hilo arcano con forma de alambre de espinos presionaba su pierna derecha, rompiendo la piel en cortes cada vez más profundos mientras la sangre brotaba a borbotones por el muslo azul. Su vista comenzó a emborronarse y como pudo se recostó en las ruinas abandonadas.
-Acaba ya-, repetía una y otra vez llorando. Tenía el pelo plateado pegado a su cara embarrada-. Acaba ya hijo de pu.ta.
Su horizonte se tambaleó y tras un nuevo silbido vio aparecer de entre la maleza una figura oscura, de melena blanca y dos ojos centelleantes. Se acercaba a ella lentamente y casi sin hacer ruido.
Graaak. El ave volvió a graznar.
Para cuando quiso aclarar su vista tenía al elfo frente a ella, a un palmo de su cara.
El nocheterna se agachó y acercó su cara lentamente al cuello de la elfa, con los ojos cerrados. Inspiró profundamente y continuó acariciando la piel de la chica con la nariz, subió por su mejilla, labios, hasta que sus narices se tocaron.
-Muérete…-dijo la mujer llorando. Con la poca fuerza que el quedaba le propinó un manotazo para apartarle.
Giró su cara de nuevo hacia ella y lamió su mejilla llena de barro, pelos y el líquido cristalino y salado. La mujer percibió que la comisura de su boca era una cicatriz de costura hasta la mitad de ambas mejillas. En ese momento su cara cambió y trató de pronunciar una palabra.
El elfo le cerró sus labios con un dedo y lo bajó lentamente por el perfil de su mentón, por el cuello, el pecho y finalmente el abdomen. Pegó un tirón de la faltriquera que llevaba la chica sujeta al cinturón y se incorporó. Ató la bolsa de cuero a su cinturón junto a varios artilugios y cepos grabados con runas que brillaban de manera intermitente.
-¡No! ¡No! Mátame, pero no me dejes aquí…-Forcejeó mientras pudo, pero fue en vano-. Me van a encontrar…-El nocheterna ató fuértemente las muñecas de la chica.
Sonó un nuevo silbido, esta vez con más fuerza. Las notas parecían de parte de una melodía triste. El ave rapaz aterrizó en el hombro del nocheterna mientras éste se alejaba de la nocheterna.
-Vel… Velnoir-. Se escuchó al fondo entre el llanto.
El elfo se detuvo sin girarse y tras un par de segundos echó a correr para adentrarse en el bosque.
El alambre de espinos arcana brillaba entre la sangre.
Comenzaron a escucharse murmullos y pasos tronchando la maleza.
Velnoir, un personaje de Sangre Umbría:
Sangre Umbría [hermandad rol Caótico-Neutral]