Imaginad esta situación por un momento.
Hacia el final de la guerra, cuando el conflicto se ha recrudecido mas, y tras el desgaste contra los nagas, ambas facciones están en sus horas mas bajas, un portal se abre en Ventormenta.
Por el empiezan a surgir un enorme ejercito de Draeneis, Arakkoas puros y… orcos paladines. Al frente de ellos, una Yrel un poco cambiada, mas alta y con unas alas similares a las de un ángel pide una audiencia con el rey de Ventormenta.
Sabiendo la conexión de esta facción con la luz, ofrece su ejercito a esta para purificar el mal de los dioses antiguos… y de la horda.
Tyrande, Genn, Jaina, Turalyon y otros lideres de la Alianza se muestras entusiasmados con ello, no obstante, Anduin y el mismísimo Velen, notan algo que los perturba, Alleria se aleja de la escena, las voces del vacío en su cabeza gritan desesperadas.
Días después, el tremendo ejercito de la luz cae sobre Orgrimmar, y se desata una carnicería, Tyrande disfruta con los gritos de cada orco, cada trol que es asesinado, Genn y sus huargen luchan codo con codo con los arakkoa eliminando hordas de no-muertos con dolorosisimos hechizos de luz, muchos orcos confundidos luchan contra otros orcos que blanden unos poderes nunca antes vistos en uno de su especie.
Los Mag’har luchan con fiereza, pero avisan al jefe de guerra de que lo mejor sera una retirada estratégica.
Anduin observa horrorizado la escena, es esto el ejercito de la luz? mas bien parece una nueva cruzada ardiente. Intenta detener la masacre, pero su autoridad se ve menoscabada por la Señora Suprema Yrel, aun así, baja al campo de batalla e intenta salvar a cuantos inocentes pueda, antes de ser atacado por sus propias tropas, las cuales parecen poseidas por un fanatismo antinatural, un fulgor dorado resplandece en sus ojos, en ese momento, Velen, Alleria y Umbric aparecen cubriéndolo con un escudo, y abren un portal del vacío para llevarse al malherido rey.
La batalla no se salda bien para la horda, aunque muchos civiles consiguen escapar un orco y un tauren quedan en pie, mientras las tropas enemigas se retiran, observando como una enorme nave Draenei, surge de entre las oscuras nubes irradiando luz y comienza a cargar su cañón.
Aceptando su destino, cierran los ojos mientras un rayo de luz cae sobre Orgrimmar, cuando el polvo se disipa, no queda mas que un humeante cráter.
En el castillo ahora vacío de Ventormenta, un afligido Genn se pregunta por el destino de Anduin, no sin observar como otros lideres de la alianza, sobretodo Tyrande, parecen no darle importancia, es mas, ya están preparando el siguiente ataque, esta vez, con la intención de obliterar Lunargenta y tomar para si mismos la fuente del sol.
Que opináis, veríais factible que sucediera algo así? Por una vez, la Alianza podrían llevar el papel de villanos, dejándose llevar por su fanatismo.