Hay varios motivos por los que muy pocos jugadores eligen este rol como su principal. A algunos simplemente no les gusta la responsabilidad inherente al rol. No es de extrañar cuando tu misión consiste en ser apalizado brutalmente para que el resto pueda jugar. Hay quien afirma que para tanquear en este juego es necesario tener un puntito masoquista y acudir a terapia tras sesiones prolongadas de juego.
No es un rol amigable que digamos. Incluso tengo amigos que no se atreven a probar este rol más a menudo porque están hartos de escuchar las constructivas críticas y amigables consejos que reciben de esta entrañable y respetuosa comunidad cada vez que lo intentan… Como digo hay muchos motivos, pero entre todos ellos, para mí uno de ellos es determinante. Demasiado determinante.
Y es que los tanques que tenemos son… Son sencillamente aburridos. Sosos. Que les falta sal vamos.
Al final lo que yo busco en un personaje de Overwatch, más allá de que sea parte del meta o de que sea viable en cada mapa y equipo, es que me divierta. Porque a pesar del San Benito que nos ha caído con la OWL y el culto al modo competitivo, esto para el 90% de la playerbase sigue siendo un juego. ¿Y qué busco en un juego? Diversión. Y en este apartado amigos, la mayoría de nuestros rocosos candidatos flaquea bastante. Nadie duda de que cumplen su función, pero yo he venido a pasarlo bien y a mí esto como que no me acaba de cuadrar.
Vamos, que sostener un escudo mientras te muelen a palos por décimo tercera vez y tus compañeros observan distantes de manera pasiva y jocosa, puede tornarse rápidamente en una experiencia miserable y autodestructiva. No suena muy apetecible para ese ratito que tienes para jugar cuando el niño está viendo Pepa Pig y tu mujer/marido milagrosamente no te está tocando los (editado por moderación)
Ser tanque en Overwatch se siente como una tarea, y esto es una losa demasiado grande para el rol. No es una cuestión de balance o de ajustar números, es que sencillamente no divierte tanquear de la manera en que Blizzard lo propone. Juegas para el resto, pero en el proceso de protegerles tu diversión se ve demasiado comprometida.
Sólo hay un tanque con el que a veces se me escapa una pequeña sonrisa malévola. El hámster. El hámster es una genialidad de personaje, que más allá de su viabilidad y de sus muchos contras, me divierte hasta tal punto que ya ni me planteo usar otro tanque. ¿Para qué? ¿Para ganar la partida? Sí ¡Pero a costa de sacrificar mi diversión, menuda elección nos propone el juego!
El concepto es totalmente erróneo, defender a tu equipo también debería ser divertido. Ningún tanque salvo Hammond me ofrece la posibilidad real de divertirme ayudando a mi equipo, y eso es grave cuando recordamos que estamos jugando a un videojuego.
Dadnos motivos para querer apuntar como tanque. Dadnos más héroes como Wrecking Ball, tanques que rompan con esas mecánicas sosas y aburridas de levantar un escudo y ser esclavo del mismo.
Blizzard (y ejem Activision) necesitamos tanques DIVERTIDOS.
TL;DR: Los tanques que hay son aburridos y poco estimulantes.