Darle significado a la vida es lo que lleva a muchos a la religión.
Pero la vida no tiene significado per se, más allá del que tú le des.
Ese es el miedo de la mayoría, no contemplar como una posible realidad que no seamos más que un accidente cósmico, una anomalía estadística.
Creer en seres creadores sobrenaturales que se preocupan de nuestro comportamiento en mi opinión es ridículo.
Eso sin contar en las enormes fallas del discurso religioso. Al menos en la religión católica en la que yo fui criado, se dice que dios, creó al hombre con libre albedrío, pero si te portas mal, vas al infierno o al menos recibes castigo.
Eso, señor dios, no es libre albedrío. El libre albedrío implica elegir el mal como un posible camino y de hecho, implica hasta redefinir que es el mal.
El camino que eliges determina las consecuencias, pero si hay un castigo solo por elegir un camino definido por uno mismo, eso es esclavitud.
Y este solo es uno de ellos, como este hay muchos.
Una de las razones por la que siempre me gustó el lore de WoW es porque la mayoría de credos que existen en Warcraft son evidentes en sí mismos, existen misterios de cómo sucede todo, sea que se crea en la luz, en los dioses o en los espíritus, hay forma de tener una conexión real con ellos no basada únicamente en la fe sino en un férreo empirismo.
El enfoque tan sorprendentemente profundo que le dan a esa parte del lore es algo que me ha fascinado siempre y que creo que si todo eso fuera verdad tendría que ser algo palpable y evidente, tal como lo es en Warcraft.
Alguna vez me han preguntado lo que le diaria a dios si muero y la final existe, le diría:
- Macho, necesitas urgentemente un gabinete especializado en relaciones públicas, porque el que te has buscado, es malísimo.
Vivid la vida que como dice Kompae, no hay más créditos.