Ñe. Creo que el impacto que va a tener DF a largo plazo va a ser bastante importante (puesto comercial, jinetes de dragones, un montón de transfiguraciones, etc.) pero, como expansión en sí, creo que es la menos memorable de todas.
¿Por qué? Pues un poco por todo. Ya el comienzo fue malo con la cinemática CGI más soporífera que nos han traído desde que este juego tiene vida. Lo siento, cuando esperamos un tráiler de expansión esperamos epicidad y, sobre todo, personajes emblemáticos de este juego. No me puedes poner a un señor pedrolo que no conozco de nada y esperar que pegue berridos como un demente como cuando vi a Varian y Sylvanas en Legion.
Después: el lore. Aburrido no, aburridísimo. Como han dicho por ahí arriba, aunque BfA y SL fueran un auténtico desastre en cuanto al lore y hayan destrozado personajes, arcos y temáticas, al menos te mantenía interesado aunque solo fuera para ver cómo podían seguir metiendo la pata.
Los personajes no tienen carisma, son todos iguales y, desde BfA, parece que todos tienen la obligación de tener la misma opinión y compartir el mismo código moral porque en este juego no puede existir un choque de ideales mínimamente complejo sin que uno de los dos lados sea demonizado o sin que haya una guerra absurda.
Esto, por ejemplo, en parte se evidencia con Wrathion y Sabellian. Ambos personajes con fuertes convicciones y contrarias el uno al otro, con potencial de desarrollarse y convertirse en el líder de su vuelo. ¿Qué hace Blizzard? Quedarse con la opción más segura, sosa y representando siempre la neutralidad: Ebyssian. Lo siento, me cayó bien en Monte Alto, pero no puedes poner a un personaje con tan poca carisma y personalidad de líder de un vuelo.
Me ha hecho falta un gancho en esta expansión, pensaba que Wrathion lo podía ser pero su personalidad la he visto muy desdibujada, Alexstrasza tiene menos personalidad que una piedra, Vyranoth no me ha desagradado pero tampoco me ha parecido especialmente memorable… Se echan de menos cuando sabían escribir personajes como Arthas, Varian, Vol’jin, la antigua Sylvanas.
En cuanto a villanos: Sarkareth ni voy a opinar de lo irrelevante que me parece. Lo más memorable de las Encarnaciones, aparte de sus diseños (que son la leche) son las patitas de pollo que me tienen en su forma de protodraco. Graciosas a más no poder. Quitando eso, el único que puede que traiga algo interesante en el futuro es Iridrikon, de Fyrakk y de Raszageth podéis estar seguros de que no vamos a escuchar nada nunca más. Vamos, como si no hubieran existido nunca.
¿El arte? Precioso, pero eso es aplicable a la gran mayoría de zonas y música de este juego, así que no lo considero una característica única de esta expansión.
De raids y mazmorras no hablaré porque casi no he hecho, pero lo que sí que está muy bien y espero que mantengan es el traer míticas antiguas. Reciclar contenido, cuando se hace bien, puede ser muy útil y hasta provocar que vuelvan antiguos jugadores (lo que daría por hacer fauce de almas con cierta frecuencia…).
¿Profesiones? Me tienen por la calle de la amargura. No las soporto, creo que lo han hecho todo innecesariamente difícil.
En resumidas cuentas, expansión olvidable, casi más caracterizada por los eventos que han tenido lugar fuera de esta que por ella misma. Relleno, sin más. No digo que haya sido terrible ni mucho menos, pero en algunos momentos parece que no tiene alma.