Hacía tiempo que no usaba un portal,y menos uno que interconectase dimensiones,la de la vida y la muerte. Perdió la noción del tiempo y la realidad mientras parecía estar atrapada en el vórtice lo que le pareció una eternidad.Notó que su cuerpo se estabilizada,al menos en parte,pues perdió el equilibrio,fue su amiga de la infancia quien la cogió por la muñeca y tiro de ella hacia si.
-Estás bien Nel?-preguntó Shandris.
-Si,solo un poco aturdida-contestó la sacerdotisa.
-Ha estado cerca-suspiró aliviada Plumaluna.
Menel se giró para ver a lo que se refería la general y palideció del susto.Había estado a un par de pasos de caer a un infinito vacío.Entonces miró a su alrededor.Estaban en lo alto de una torre que se perdía en ese infinito hacia abajo.La estructura era inmensa,del diámetro de Teldrassil,gris y azul.
A su lado unos pebeteros ardían con una sustancia azulada que le recordó a los fuegos fatuos de su raza. Bajo sus pies,un par de metros más adelante había tallado en el suelo un enorme símbolo Uroboros,que representaba a una serpiente devorándose a si misma y naciendo otra vez,el eterno ciclo de la vida y la muerte.
Se giró de vuelta hacia esa nada infinita pero esta vez miró en todas las direcciones.Abajo a su derecha vio un inmenso vórtice de colores rojo y negro que no cesaba de girar.
Y lo supo,lo supo porque una especie de terror se sacudió con fuerza dentro de ella.Horror,miedo y desesperación se apoderaron de su alma y su mente.
Shandris al verla estática y con la cara desencajada se acercó a su lado. Y palideció del mismo modo.
-Es…eso.
-Si,tú también lo sientes?-preguntó la sacerdotisa.
-No sentía tal horror desde que vi arder nuestra tierra.
-Eso…también es culpa de Sylvanas Brisaveloz. Todo esto es culpa suya.Quiero matarla Shan,miro ese horror y entiendo a tu madre,sin embargo…
-Eso no ayudará a las almas de los nuestros que pertenecen atrapadas ahí abajo.
-No…no lo hará.
Una voz tras ellas les hizo girarse.
Aaahhhh-dijo el dueño de la voz-habeis llegado. Bolvar Fordragon os espera.Seguidme si sois tan amables.
Menel lo examinó. Era una entidad de gran tamaño,flotaba e iba imbuido en una armadura de color cobre y azul que le tapaba por entero,incluido el rostro.
Se giró y empezó a flotar hacia la gran entrada que había al fondo.
Cuando se acercaron Menel pudo divisar otro vórtice,uno en medio de la sala circular. Quiso echar a correr y detener aquella locura. Shandris le había hablado de ello. Sin la Enjuiciadora las almas de todos los mundos caían directamente a las Fauces.Más allá del horror y la desesperación sintió impotencia.
Llegaron a una sala en la que Bolvar Fordragon,Taelia,Calia Menethil,Jaina,Thrall y Baine se hallaban reunidos ante un mapa y más de aquellos seres.
Una se presentó a ellas como Tal-inara,la honrada voz de la Enjuiciadora. Plumaluna se fue hacia ella preguntándole como encontrar a su madre.
Tai-inara le respondió que nada ni nadie había salido de las fauces hasta que los campeones de Azeroth habían llegado a las tierras sombrías y abierto la piedra de puerta.
Fue Bolvar quien habló esta vez y ambas se giraron a escucharlo.
-Puede que seáis la única esperanza para Tyrande.Debeis viajar a Ardenweald,alguien a quien conocéis bien os espera.
Las dos kaldorei se miraron extrañadas. Alguien a quien conocían? Imposible. Pero el rey Exánime no respondió nada más.Y otro de aquellos entes llamado Ka-sher les pidió que lo acompañasen.
Se colocaron sobre una runa que las transportó un piso más arriba.Caminaron hacia una plataforma donde les presentó a otro de los suyos como Roh-Avonavi,Escriba de caminos.
Invocó para ellas dos vermis hechas de ánima y se adentraron por un túnel que parecía un portal temporal.
Sin embargo poco después se encontraron volando sobre Ardenweald. Menel anonadada miraba a Shandris.
-Se parece a…
-El sueño esmeralda si-contestó Plumaluna a voz en grito tras leerle los labios y el pensamiento.
-Es muy hermoso-dijo la sacerdotisa mirando alrededor.
Pronto divisaron un enorme árbol en la lejanía y sus monturas parecían llevarlas hasta allí.
-Teldrassil…-musitó.
Ardenweald le recordaba tanto a su raza,a su tierra…
Tiempo después las vermis las dejaron sobre una plataforma.
Una extraña hada se acercó a las elfas y en tono dicharachero les dijo:
-Venid,ella os espera.Vamos,vamos!!
La siguieron por una cuesta en espiral y Menel miró hacia el centro de aquella sala.
Flotando algo como una enorme bellota ocupaba casi todo el espacio aéreo de la misma.
-Es el corazón del bosque-explicó el hada como si con aquella referencia ellas lo entendieran. Y lo entendieron,eran kaldorei.
De pronto la sacerdotisa vio a quien las esperaba y palideció.Pero esta vez no de horror si no de alegría,sorpresa e incredulidad.
Se acercó a ella olvidando a Shandris,olvidándose de todo por unos instantes y se arrodilló ante ella con lágrimas asomando en sus ojos.
-Levántate sacerdotisa-dijo con esa dulce voz que Menel había escuchado en muchas ocasiones.
-Ysera…yo…lo siento-dijo sintiendo que la congoja le atenazaba la garganta.
-Tuviste que hacerlo,tuvisteis que hacerlo.Xabius me transformó en un monstruo de la pesadilla,no llores.
-Pero…
-El ciclo de la vida y la muerte…aquí estoy de nuevo,he renacido.
Shandris se arrodilló a su lado.
-Vamos,vamos…levantaros ambas,tenemos mucho de que hablar.