Dirigiéndose por la arenosa senda acompañado de Bolvar y Taelia no dejaban de pasar junto a la multitud de cadáveres Jurafauces que la reciente batalla dejó, en silencio recordó los desafortunados eventos que en esta se dio llegado al fatídico final de esta, conforme atravesaban el cañón que le separaban de las “Arenas Infinitas” recordó con más nitidez y culpabilidad las últimas palabras del no muerto.
Llevas callado mucho tiempo, ¿Es por lo que sucedió aquí?.
Así que te lo han contado… si, es algo que no lograré olvidar.
Estamos llegando al final del cañón. Interrumpió Bolvar. , centraros en el objetivo, aún quedan muchos Jurafauces en estas arenas.
Lo siento padre.
No se que trama el Prelado, pero no debemos hacerle esperar. Taelia, Drethz, imbuiremos el yelmo y regresaremos, no pierdan el tiempo con nada.
Ya en el valle fueron de cámara en cámara no sin alguna lucha contra molestos Jurafauces, una vez imbuido el yelmo con la última runa regresaron a la plataforma frente al cañón.
No quiero imaginar tener que haber hecho esto con todos los Jurafauces con los que nos encontramos aquel día… Miró con alivio a las arenas bajo sus pies.
Regresemos a Refugio cuanto antes.
¡Padre!. ¿Podemos hablar de… de tu vida desde que nos dejaste?, queda un largo viaje y hay tanto que he querido preguntarte.
Está bien Taelia… tengo mucho de que hablarte… de lo que os he echado de menos.
Una vez en la cueva de Refugio
No tuvo tiempo ni para estirar las piernas pues Mograine allí les esperó frente a la piedra.
¿Han logrado su objetivo?.
Así es Mograine.
El Prelado quiere que vayamos a Bastión a que pasemos por un ritual de memorias, dijo que el mortal sabría llevarnos.
“Ritual de memorias”… umm… Al fin supo a que se refería, sudores fríos y temblores le golpeó.
¿Sucede algo?.
Si… que ya se donde quiere que vayamos…
No dejó de temblar en todo momento desde que dejaron Zereth Mortis, a cada paso que daba recordaba uno de sus pasos por aquella maldita galería. Subir a la vermis le recordó aquella elfa oscura, bajar de esta en Bastión a aquel condenado goblin. Una vez en las doradas colinas no tardó en ver a su leal larión, el cual se le abalanzó haciéndole caer.
¡Helios!… Empezó a lamer su cara. No sabe lo que te he echado de menos… ¡Déjame levantarme!… Pudo levantarse al fin, así que lo acarició. Estoy bien, que gusto volver a “casa” tras tanto tiempo… ¿Volamos un poco?.
Surcaron las doradas colinas raudos, sintiendo el fresco aire en su cara olvidando por un momento la tensa situación en la que se encontraba. Allí arriba se sentía libre de verdad, con el viento meciendo sus cabellos bajo aquel despejado cielo el cual iluminaba, pero no quemaba, pero aquello acabó tan pronto como aterrizó su leal larion.
Quédate aquí y espérame… espero tardar poco. Sintió un aura inquietante emanando de la entrada a la galería. Otra vez aquí… sabía que volveríamos a vernos, condenada cueva. Resignándose entró y en la antecámara Kleia esperando estaba apoyada en un banco.
Has llegado, me alegro volver a verte tras tanto tiempo.
Y yo también Kleia… ¿Por que nos han hecho venir, de entre todas las Tierras Sombrías, a este lugar tan… bueno ya sabes que opino de esta galería.
El Prelado quiere imbuir de la voluntad de aquellos quienes han sido sometidos al dominio el yelmo, por lo que le pareció idóneo que recordaran los momentos en los que luchaban contra esta y claro, ya sabes el resto.
Entiendo… ¿Cual es mi papel en todo esto?, solo estuve dominado unos instantes.
Apoyarlos al igual que yo os apoyaba a vosotros, puedes tranquilizarte, hoy estarás en el “otro lado”. Le sonrió con un poco de sarna, pero respiró más que aliviado… hasta que llegaron a la gran galería y vio de entre todos los presentes, a la Alma en Pena.
Hemos llegado, podemos dar comienzo a la ceremonia.
Un momento Kleia, ¿Que hace Ella aquí?.
¿Ella?, ¿Te refieres a…
¿A que estamos esperando kyriana?. Sintió la necesidad de matar a aquella prepotente Alma en Pena.
Bien, deja el fragmento en el centro junto a los demás, creo que Kleia te ha puesto al día.
Así es Bolvar pero… ¿Por que está Sylvanas en Bastión?.
Fue sometida a la dominación, es necesario que esté aquí para imbuir de su voluntad el yelmo.
Es un peligro para Bastión, no debería estar aquí.
¡Basta!. No podemos perder el tiempo aquí mientras el Carcelero intenta hacerse con Azeroth.
Tampoco es que me agrade tu presencia, Anduin…
Si no confías en ellos confía en mi, por favor.
Pelagos… Suspiró frustrado. Está bien, pero no les quitaré el ojo hasta que no dejen el reino… Dejó el fragmento del yelmo de dominación junto al resto de fragmentos, verlo en su forma completa, aunque fragmentada, no dejaba más que inquietarle.
No hay tiempo que perder, son cuatro los que se someterán a la ceremonia, les advierto que es algo doloroso, pero el Prelado nos prometió que solo así lograríamos forjar un nuevo yelmo que nos permitan superar el dominio del Carcelero, recuerden lo que les expliqué antes. ¿Quien será el primero?.
Comenzaré yo señorita. Bolvar se preparó frente al espejo para comenzar.
Ten cuidado, podría descontrolarse los recuerdos. Le susurró al oído la kyriana.
No tardó en concentrarse Bolvar en sus recuerdos, estos empezaron a manifestarse en formas difusas que poco a poco se materializaron en necrófagos, abominaciones y otros seres no muertos ardiendo en perpetuas llamas.
¡AAARRGH!. ¡Arde!… ¡Hasta los huesos arden!.
Esto no es nada para ti padre, acaba con ellos.
Alzando su basta maza destrozó a todo ser ardiente y con ello los fragmentos del yelmo comenzaron a arder en llamas de esperanza.
Lo has logrado, estoy tan orgullosa de ti.
El Prelado tenía razón… miren el yelmo.
Bien, yo seré el siguiente… soportaré lo que sea necesario por el bien de nuestra existencia.
Aun tras gritos de agonía Darion logró superar su recuerdo, quedando reflejado en el yelmo que ahora goteaba sangre.
Entonces… es mi turno. Decaido Anduin ocupó el lugar de Mograine, este tardó en lograr concentrarse pero cuando lo logró…
¡ARGH!…
¡Anduin!.
Debe soportarlo Jaina, solo así logrará superarlo. Kleia detuvo a la maga.
Un gran número de amorfas figuras emergieron alrededor del rey caído, formas que empezaron a cobrar variopintas formas.
No puedo… soportarlo…
¿Pero que… Materializándose estas pudo identificar kaldorei ardiendo, tropas de ambas facciones ahogándose en añublo, Jurafauces y otros seres que no pudo reconocer.
Está sufriendo, ya está Anduin, descansa. Las formas quedaron empalados por esquirlas de hielo, desapareciendo de su vista.
Entiendo tu dolor, joven león, permíteme pasar por la misma prueba.
Sylvanas se sometió a la misma prueba, en la que tres reconocibles seres empezaron a materializarse… Arthas, Kel’thuzad y la misma Sylvanas, en vida.
No recuerdo el momento exacto en el que fui encadenada, pero este recuerdo tan lúcido… es como si volviera a estar allí.
Como si de una grabación fuera las figuras rememoraron los momentos finales de la vida de la alta elfa.
Juré acabar con quien me hizo esto y sin embargo me convertí en algo peor… algo por lo que tendré que pagar. Oscuras flechas atravesaron a las tres formas, imbuyendo el yelmo en un oscuro halo.
Miró al agotado Anduin en el suelo y luego se acercó a Kleia.
¿Dijo algo el Prelado respecto a cuanto había que imbuir el yelmo?… No creo que Anduin pueda ayudar.
Dijo que todo aquel que fuera sometido al dominio, pero no cuanto.
Miró a todos los presentes en la sala. Me temo que no queda nadie más… tendrá que bastar con lo que tenemos por ahora…
¡No!. Debo volver a intentarlo.
¿Anduin?. Lo miró extrañado. ¿De verdad estás seguro que…
Si, los demás se han enfrentado a sus recuerdos, yo también tengo que superarlo… Jaina no me detengas.
No puedo permitir que…
Debo hacerlo Jaina.
Otra vez se enfrentó a su pasado, otra vez una oscura figura emergió salvo que esta vez solo una tomó forma… o más bien no forma pues la gran bestia no se materializó en nada.
¡ARGH!.
No te dejes someter Anduin, tienes una gran fuerza de voluntad, aguanta.
Se le hizo raro escuchar eso en boca de Sylvanas.
No puedo… fallarles… he de… superarlo…
Un gran haz de luz carbonizó la bestia y al fin el yelmo quedó imbuido también de luz.
Hice todo lo que… pude.
Muy bien hecho Anduin, has logrado superar ese recuerdo.
Gracias Kleia…
Es un paso adelante joven león, queda mucho sufrimiento por delante pero estoy segura de que lograrás superarlo.
Hemos logrado esto todos juntos, pero aún no hemos acabado, el Prelado quiere vernos en su forja de Torghast lo antes posible, esperemos que su plan funcione… Jaina abre un portal a Oribos.
Voy Bolvar, gracias a Kleia y Pelagos por ayudarnos en esta prueba.
Recogieron los fragmentos imbuidos y empezaron a atravesar uno a uno el portal, pero el se quedó esperando.
Pelagos, ¿podrías decirle a Helios que no me espere aquí?, está en la entrada y no esperaba portal de retorno.
Faltaría más y… por favor, sobrevive, nos informaron de lo sucedido en el asalto… lo siento.
¿Están a salvo el cuerpo y el alma?…
Así es, tal y como pediste.
Os debo una Kleia, hasta alguien como el merece tener derecho a algo digno… he de marcharme, por ahora.
Cuídate por favor, no soportaríamos perderte.
Ni yo a vosotros… volveré con buenas noticias, lo juro.
Celebraremos la caída del Carcelero todos juntos… Atravesó el portal el cual Jaina cerró al atravesarlo.
Vuelta a las Fauces… esperemos que sea la última vez que la pisamos.
Eso espero Jaina, eso espero… ¿Anduin es como un hijo para ti verdad?.
Es alguien muy importante para mi, no soy capaz de volver a Ventormenta sin el… Maldita seas Sylvanas, todo esto es por tu culpa.
Tampoco confías en ella… Sintió un irrefrenable deseo de dominarla… sería tan fácil… en su mano estaba el poder de hacerlo. espero que se haga justicia una vez acabe esto.
Acabemos con esto, hay que acabar cuanto antes con el Carcelero._
Jaina saltó al interior del remolino de almas, quedándose solo junto al frío fragmento en su mano.
Te arrojaré al fondo del océano tan pronto como pueda, maldito yelmo.
Una vez en Torghast entró en la estancia donde casi todos aguardaban alrededor del Prelado a falta de Mograine y unos pocos del grupo.
Al fin han llegado… pero ese condenado Mograine no vuelve. ¿Es que quieren matarnos del aburrimiento?.
Aguarda druida, si queremos tener una oportunidad contra Zovaal deben estar todos. Esta solo soltó un gruñido como respuesta.
No tardaron mucho en aparecer Mograine acompañado de Argent y Soul en la gran sala.
Que gran ironía Zovaal, la sala donde me mantuviste recluso por tanto tiempo se va a convertir en el lugar donde forjaré un nuevo yelmo que será capaz de desafiar tu dominio. Darme los fragmentos. Todos dieron los fragmentos del Yelmo de Dominación imbuidos al Prelado. Otra vez silencio en su mente, nunca se sintió tan aliviado como en ese momento.
¿Y esto será capaz de desafiar al Carcelero?. Thrall habló, percatándose de que allí estaba.
Será un instrumento de voluntades, un instrumento que sea capaz de eliminar cualquier dominio.
Entonces… No volverá a haber otro Rey Examine sobre el Trono Helado…
Sylvanas…
La punta del gran bastón golpeó con fuerza el frío suelo y sobre una de las runas de este dejó caer los fragmentos que levitaron en un halo de luz frente a su forjador.
Para enmendar el error que cometí al forjarte, y para pagar por el daño que has causado no solo en las Tierras Sombrías, si no en los mundos de los mortales, e imbuido en las inquebrantables voluntades de aquellos a los que sometiste, a partir de este momento serás reforjado de un instrumento forjado para el dominio a uno para romper sus ataduras. Imbuyó su mano en el mismo halo del yelmo y sobre estos la impuso.
A partir de ahora serás conocido como la… Corona de Voluntades.
Golpeó con fuerza los fragmentos cegando toda la sala.
¿Qué… que ha pasado?… Aclarándose los ojos pudo verla… la nueva Corona brillando con luz propia. Eso es… ¿El Yelmo de Dominación?…
A partir de ahora esta Corona os protegerá contra todo dominio que Zovaal ose imponeros.
Pudo verla con más detalle, más que una corona parecía una diadema dorada que remotamente tenía un cierto parecido con el Yelmo.
Acérquense, joven rey, tócala.
¿Yo?. ¿Acaso debería…?.
Así es.
Este se acercó a la corona y al tocarla… su cuerpo se iluminó como si estuviera inbuyéndole su luz.
Esta sensación…
De la corona un halo dorado empezó a inundar la sala, iluminando todo el que tocada la luz hasta que al fin, tras atravesar toda la plataforma se apagó.
Esta sensación es… de ¿Esperanza?… Sintió como si pudiera acabar allí mismo con Zovaal.
Voluntad, es lo que necesitan para acabar de una vez con Zovaal, que este sea el inicio de su fin mortales.
Entonces está decidido, regresemos a Refugio cuanto antes, vamos a prepararnos para asaltar las cámaras restantes de Sepulcro. Bolvar se retiró de la sala y tras el varios salieron.
¿Y que hacemos con el yelmo, Prelado?.
Me lo quedaré por ahora, se que pronto tendremos que emplearlo. Este tomó el yelmo y se retiró tras un portal.
Entonces esto es el inicio del fin.
Ya en Refugio, estirando las piernas.
La verdad es que el Yelmo imponía, una lástima que la Corona sea tan lamentable.