Ante ellos se daba paso el Enclave Nemónico, lo que aparentemente pareciera otra de las tierras bajas de Bastión en realidad se trataba de uno de los emplazamientos más importantes de este, a pesar de ello no aparentaba ser más que otro lugar donde meditar sobre los dogmas de aquella curia.
Parece que no han llegado aquí, menos mal. Respiró aliviada Kleia.
Se me olvidó, pero perdí tu lanza.
No pasa nada, Mikanikos debe estar cerca.
Caminaron por la explanada, notó algo distinto en este lugar respecto al templo de la Pureza.
¿Entonces aquí se almacenan todos los recuerdos?, no me da la impresión de ello, por cierto ¿Quien es ese “Mikanikos”?.
Claro, no debes saberlo aún, Mikanikos es el Forjador Supremo, gracias a el tenemos invenciones como las nemis, es un ser realmente sabio.
Pasaron junto a una serie de paneles, como los “espejos” de aquella cueva, dispuestos de forma semicircular alrededor de un extraño artilugio en el centro que le recordó a una fuente.
¿Se pasan pruebas aquí? Señaló la “fuente”.
Que va, eso es el Extractor, que raro ¿Por que hay tan pocas nemis funcionales?.
No suena bien precisamente, mejor no saber como funciona. Nada que se haga llamar “extractor” debía ser algo bueno, para su suerte parecía inactivo. ¿y no había “sequía”?, las que vi al llegar estaban inactivas.
Algo no va bien, hay demasiadas pocas, en general…. Preocupada Kleia miraba a su alrededor.
Junto al Extractor una escalinata bajaba a lo que parecía un mirador ornamentado con la ya clásica palmera “flotante” y unos pequeños paneles verticales que levitaban con inscripciones y papiros en aquel sistema de runas incompresible. En el borde de las escaleras una nemis dorada y blanca obstaculizaba la bajada.
Atención, la zona a la que quieren acceder esta restringida, no pueden continuar. La voz monótona y carente de emoción no dejaba a dudas que su camino había acabado.
¿Como que restringida?, hemos estado otras veces, quiero hablar con Mikanikos. Kleia enojada pareciera que quisiera darle una patada a la nemis.
¿Es posible hablar con el?, es algo importante. Pelagos más diplomático sujetó a Kleia por los hombros.
No es necesario ya estoy aquí, os vi entrar, pero quise ver si a vosotros os dejaba pasar esta nemis. Los tres se dieron la vuelta ante la inesperada respuesta.
Necesitamos tu ayuda Mikanikos, necesitamos ver los recuerdos de Lysonia, no tenemos tiempo. Kleia preguntó a Mikanikos.
Tu eres….¿Mikanikos?…. pensaba que serías… bueno, distinto. Miró hacia el administrador el mortal.
En efecto, soy Mikanikos, el forjador Supremo de Bastión… ¿Y como que pensabas que era distinto?. Preguntó enojado.
El Administrador de dorado y albino plumaje le miró extrañado, en su mano sujetaba una pequeña maza dorada, que más bien parecía un martillo, pese a hacerse llamar “supremo” no notaba diferencia destacable frente a otros administradores que hubiera visto antes.
Tu debes ser uno de los mortales de los que tanto se hablan, y pensaba que serías mas…. alto. Le respondió con sarna.
Admito que me lo busqué…
No todos los días se encuentra uno con un mortal vivo, y bueno, ¿Por que necesitan ver sus recuerdos?, ya saben que no podemos mostrar los recuerdos de nuestros integrantes.
Lysonia es una Abjurante, necesitamos saber por que nos ha traicionado, por favor ayúdanos. Kleia casi le rogó al administrador su apoyo.
Eso que dices es muy grave, no es que desconfíe de vosotros, pero no puedo ceder información tan sensible… ¿alguno tiene alguna prueba?.
Lo único que tenemos es lo que el ha vivido.
Puede servir… mortal, sígueme al Extractor.
El mortal miró a la “fuente”, “Extractor” era una palabra que le inquietaba cuanto menos. Esto… lo de “extractor”… ¿es seguro para mí?, no es que desconfíe de usted pero…
No te preocupes por nada, solo echaremos un vistazo a tu recuerdo con Lysonia, no tiene por que pasar nada.
¿No tiene?… Preguntó extrañado.
Bueno, puede que explote todo el Extractor, pero no lo ha hecho aún.
¿Aún?.
Cave la remota posibilidad de… no perdamos el tiempo, puede ser la respuesta al caos que anda sucediendo en el archivo, te explico rápidamente como funciona, te sientas frente a uno de los espejos y recuerda aquel momento, solo tienes que hacer eso ¿entendido?.
Si claro, aunque… suspiró. continuemos.
Mientras tanto, Pelagos prepara tres lariones, están junto a las montañas, Kleia, despeja una mesa…. No se queden mirando, muévanse. Agitó sus emplumadas manos instándolos a moverse. tu sígueme, tenemos mucho de que hablar.
Cada uno se fue a su lugar designado, administrador y mortal subieron los escalones que llevaban a la extraña maquinaria.
Bien, siéntate frente ese espejo Señaló uno delante de ellos. notaras una pequeña molestia al principio, pero nada preocupante, ¿te vas a quedar aquí una temporada no? Preguntó con intriga.
Se sentó en la fría piedra, ya le era familiar el funcionamiento de esos “espejos”. Eso parece ¿por?.
Me gustaría saber más de tu mundo y las maravillas que alberga, como esa armadura tuya que están arreglando.
No se yo si “maravillas” es algo que alberga la verdad.
Esa armadura esta forjada con un metal y unas técnicas intrigantes que desconozco, me gustaría examinarla con más detalle y si es posible mejorarla, era muy maleable salvo donde había un depósito de un polvo amarillento extraño, ese eslabón era imposible de romper.
Polvo amarillento, te refieres a la azer…. se mordió un poco la punta de la lengua.
¿Azer?.
Ya te hablaré de ello cuando este esto más calmado, empecemos de una vez.
Tienes razón, pero quiero saber más de las técnicas de tu mundo.
Claro… Pensó para sí mismo que era mejor no hablar demasiado sobre su mundo por el momento.
Concéntrate, voy a activar el Extractor, espero que tengamos reservas suficientes.
De acuerdo.
Cerró los ojos y se centró en recordar su encuentro, trató de no escuchar el zumbido de la maquina a su espalda ni la corriente de aire que fluía hacia esta, en su mente solo estaba aquella “Lysonia”.
Ya esta listo, comencemos.
Notó en su nuca un leve pinchazo acompañado de un cosquilleo en su cabeza, tras el la voz de Lysonia volvió a materializarse.
Sigue como estas, esto será breve.
Otra vez aquellas palabras, se le hizo raro escucharse a el mismo responder, pensaba que su voz era un poco distinta ¿era cosa de la reproducción o era su voz a oídos de los demás?, no importaba mucho en ese momento.
La voz cesó tal cual vino, y con ello el cosquilleo en su cabeza. Así que era cierto… hemos acabado, levántate.
¿Entonces me cree?.
Perdona que dudase, tenemos un gran problema entonces, pero sin ella o al menos una parte no podemos saber más… lo único que nos queda es ver sus memorias, aunque dudo que sirva para mucho, sígueme.
Bajaron los escalones y se dirigieron hacia las escalinatas que descendían hacia la parte inferior, aquella nemis aún seguía obstaculizando la bajada.
Lo siento, pero no os puedo dejar bajar, es un área restringida.
¿Me estas prohibiendo pasar A MI?, ¡Soy el Forjador Supremo!. Dijo Mikanikos enojado.
Lo siento, pero no te puedo dejar pasar.
¿Pero que mosca te ha picado?, ¡Exijo que me dejes pasar!.
Es peligroso pasar en este momento, por favor, espera hasta que haya cesado. Dijo con su mecánica voz.
Esto no puede estar pasando, es la primera vez que me restringen a mi pasar, ¡Soy su creador!.
¿Puede ser que esté arriba las memorias? Preguntó el mortal.
Veamos si hay suerte… nemis ¿Donde están las memorias de Lysonia?.
En el nivel inferior.
Maldición.
¿Y las memorias de Eridia?. Preguntó tras ello una voz fémina.
Nivel superior, en el palacete junto a las escaleras.
Gracias, síganme. Dijo con orgullo Kleia.
¿Eridia?. Preguntó Mikaninos con curiosidad.
Si, es su nexo de almas, con un poco de suerte hablará de Lysonia.
No nos queda otra, vamos a ver, si tuviéramos al menos algo cercano a Lysonia podríamos indagar más… Mikanikos caminó pensando en algo para si mismo.
A paso ligero atravesaron la plaza hasta llegar a un pequeño palacete, entraron en este, montones de estanterías colgaban de sus paredes llenos hasta los topes de pergaminos sellados con infinidad de conocimientos, en el centro una humilde mesa ya despejada y un mullido taburete para indagar en el conocimiento.
Solo tu alcanzas los estantes, busca sobre Eridia, Kleia.
Por supuesto, ayúdenme a organizar los montones que no sean de ella.
Kleia bajaba de cada estante los montones de pergaminos sellados que reposaban en estos, Mikanikos leía el escritor de cada uno y el mortal se ocupaba de dejar en el suelo con cuidado los que no pertenecían a Eridia, la cadena se alargó un buen rato hasta que al fin Mikanikos leyó el nombre que buscaban.
¡Eridia!, la tenemos, vengan aquí.
Ambos acompañantes cesaron en su actividad y se acercaron a Mikanikos, el cual retiró la cuerda que sellaba el pergamino.
Bien, no esperen gran cosa, tu no entenderás aún nuestra escritura, así que te lo leeré.
“Conocí recientemente a la aspirante más fascinante. Su nombre es Lysonia y estamos enlazadas por la afinidad mutua por la música…”, “ella tocaba tal y yo lo otro… cosas de música sin más…. baile…… umm esto quizás, “Compartimos nuestros sueños de futuro, ella tiene esperanzas de unirse a Devos en el Templo de la Lealtad y yo de la pureza”…. “estará de acuerdo para ser mi nexo de alma” y ya está.
No es gran cosa la verdad, quizás deberíamos hablar con Devos, le servía a ella, esperemos que este dispuesta a ayudarnos. Kleia enrolló el pergamino y lo selló con el cordel de nuevo, dejándolo en su estante.
Por lo que vi sirve a alguien más ahora, esta claro que alguien le quiere capturar…. abrió aún más los ojos. no, eso es imposible… aunque en realidad no……
¿Te pasa algo Mikanikos?. Kleia miraba con preocupación al administrador.
Nada, pero tengo una corazonada que hasta a mi me preocupa… si van a ver a Devos tengan cuidado y…. no hablen de más, hay algo en ella que me escama…
¿Devos?, es la dechada de la lealtad, es imposible.
Y quiero pensar que es así, pero hay algo que no me gusta, llámalo intuición si quieres, pero eviten hablar de más.
¿Devos?, ¿Es una de sus líderes?.
Solo para descartar esta estupidez, quiero que vaya el solo erm… perdona, no te pregunté como te llamas.
Drethz, señor Mikanikos.
Bien, quiero que vayas solo a Fuerte Elíseo, ya saben de tus hazañas en todas partes, no tendrás problemas en llegar allí.
¿Y nosotros?. Exclamó Kleia.
Vosotros van de regreso al Templo de la Pureza, su compañero mortal estará ya allí, tenéis que lograr conseguir algo de Lysonia si queremos indagar más en este asunto.
¿Está bien que nos separemos ahora?, debería descansar algo, lleva desde que llegó forzando su cuerpo.
Alguien como el no creo que tenga problemas, podrá descansar mientras la baliza se activa en el Reposo del Héroe, vayan a ayudar a…¿como se llama el otro mortal?.
Se hace llamar “Argent”.
Ayuden a “Argent” a lograr algo de Lysonia y vengan aquí lo antes posible, me temo que podemos perder el archivo a manos de esos Abjurantes.
Kleia miró al mortal. ¿Tu que opinas de ello?.
Creo que tiene razón…
Entonces me temo que nos tendremos que separar…. ten cuidado. Kleia le miraba con clara preocupación reflejada en su cara.
No se preocupen por mi, tened vosotros cuidado, aunque supongo que con Argent estarán seguros.
Entonces no se diga más, Pelagos estará esperando, comentadle esto rápido y continúen, estoy seguro que esos Abjurantes volverán a atacar…
Gracias Mikanikos por todo y perdona lo de antes, ya sabes…
Ya me lo pagarás con conocimientos de tu mundo, ahora marchen…. y tengan cuidado.
Se despidieron de Mikanikos, el cual a paso ligero marchó hacia aquella nemis de la discordia, llegaron a la entrada al recinto, donde Pelagos jugueteaba con tres criaturas aladas extrañas.
Ya han vuelto, ¿Han descubierto algo nuevo?.
No tenemos tiempo Pelagos, nosotros vamos a ayudar a Argent ahora, el debe darse prisa e ir al Fuerte Elíseo.
¿Ha pasado algo entre vosotros?.
Que va, te lo iré explicando mientras lleguemos, pero puede ser que alguien cercana a la Arconte sea una traidora, nosotros ayudaremos a Argent a obtener más información de Lysonia.
Entonces esto es un adiós…
Ya os dije que no me iba de aquí en una temporada, dejemoslo en un “hasta pronto”, estaré esperando en Fuerte Elíseo.
Espero que así sea, nos caes bastante bien.
Y a mi también, tengan cuidado allí abajo de verdad.
Tu también, intenta descansar cuando puedas…
Por cierto ¿Que son estos seres?, me recuerda a un animal que usamos allí para ir de un lugar a otro volando, pero…. son distintos.
Miró a los tres animales, ciertamente sus alas le recordó a un grifo, su cuerpo asemejaba al de un león lleno de plumas, doradas y blancas como no en el estilo ya característico del lugar, por lo que también le recordó a dicho animal sin embargo la cabeza era algo fuera de lugar, ojos cercanos, orejas y hocico de perro le recordó a este animal.
Son lariones, veo que allí también usan animales para volar, ¿entonces estarás familiarizado no?
Esto…. Recordó el vuelo en Uldum con “Kira”, aquel dragón esquelético que acabó en el fondo del río mas o menos.
No te preocupes, cuidan de sus acompañantes, solo debes subir y dejar que te lleven.
Entiendo, he de marchar ya, por favor lleguen a Fuerte Elíseo cuanto antes.
Nos vemos allí, que todo vaya bien.
Se despidieron y subieron en sus respectivos lariones, estos al notar el peso sobre ellos alzaron sus doradas alas, usaron la larga recta hacia el camino para coger carrerilla e impulsarse hacia los cielos, con unas pocas aleteadas se alzaron sobre las pequeñas montañas a su alrededor, mostrándoles Bastión desde otra perspectiva, en la que el inmenso mar de colinas doradas se perdía en el infinito.
Su larión se orientó hacia el norte, separándose de lo otros dos que se dirigían de vuelta al sur, el larion rugió despidiéndose de sus compañeros, los cuales se perdían en el horizonte como dos puntos cada vez más pequeños.
Así que ahora voy solo… Miró la venda de su hombro, ahora más teñida si cabía en aquella mezcla de ungüentos y sangre. espero verlos sanos y salvos…suspiró, parecen buena gente aunque eso de tener que olvidar tu pasado… es demasiado drástico…. creo que no debería juzgar con ojos de mortal lo que hagan aquí….
La brisa se colaba entre sus cabellos, bajo ellos se sucedían profundos valles de colores aguamarina que rompían la hegemonía de las doradas colinas, cruzadas por puentes que esquivaban estos, en el horizonte parecía atisbar lo que parecía una plataforma que sobrevolaba lo que parecía una depresión en el horizonte.
¿Una vez allí que hago?, no se como puedo convencerla de parar de traer almas…. si no lo hacen sería un caos en todo el universo…. ojala se pudieran llevar a alguna zona…. ¿como ha podido hacer algo así esa condenada Sylvanas? ni descansar a los caídos ha dejado….
La plataforma se vislumbraba cada vez más cercana y con mayor detalle, algunas agujas se dejaban ya ver en el horizonte.
El suave sonido de la brisa y los pájaros piando que dominaban Bastión quedaron abruptamente interrumpidos por el estruendo de lo que parecían campanas de gran tamaño, apenas se dejaban oír desde donde estaba, pero parecían más una llamada a la guerra que otra cosa por el estruendo continuo que no dejaba de escucharse a lo largo y ancho de las onduladas llanuras.
Maldición, deben estar atacando otra vez… por favor “Argent”, protégelos o juro que te mato con mis manos….
Cada vez se alejaban más del origen de aquel estruendo, acercándose a la plataforma, ya cercana.
Eso debe ser el Reposo del Héroe Bostezó, notó como su cabeza le pesaba y se le cerraban los párpados. necesito descansar cuanto antes bostezó de nuevo. ¿cuanto tiempo llevo sin dormir bien? Miró hacia el cielo, seguía tan despejado y luminoso como siempre. Es imposible, debo llevar días ya despierto pero… no puedo parar… aún no…
Las doradas colinas dieron lugar a un inmenso valle rodeado de enormes acantilados prácticamente verticales, en este el agua era el rey, modelándose todo alrededor de esta, otra vez la vegetación cambio abruptamente, pasando de arboles aislados y trigales dorados a palmeras y otras plantas de mayor porte verdaceas, en el centro de este un gran agujero caía al vacío y sobre este una inmensa plataforma que reposaba apaciblemente sobre este.
Bueno, ya estamos llegando, necesito una nueva vestimenta cuanto antes…
Una pequeña terraza sobresalía de la plataforma, el larion con cuidado la sobrevoló y dejó de avanzar, con cuidado empezó a descender en vertical, apoyándose en el frío suelo con cuidado en un aterrizaje de lo más suave.
El enano bajó del larion de un salto y miró frente a el.
Bienvenido al Reposo del Héroe, mortal, tu viaje hasta aquí ha sido de lo más arduo y doloroso, pero aún así has llegado aquí, ¿Quieres ir al Fuerte Elíseo verdad?. Aquella gran figura angelical, de grandes alas blancas le era algo familiar ya.
¿Kalisthene verdad?, nos vimos cuando llegué aquí.
En efecto, hemos estado al tanto de todo tu camino, te has ganado el derecho a solicitar una audiencia con la Arconte, aunque para ello debes llamar su atención, la baliza presente aquí lo hará sin duda aunque me temo que necesita unas reparaciones, hace tiempo que no se utiliza.
¿Reparaciones?, Urge hablar con ella cuanto antes, ¿Cuanto van a tardar?.
No creo que tarden mucho, ordenaré que se pongan con ello de inmediato, mientras tanto descansa un poco y adecentate, la Arconte es la autoridad más alta en Bastión, sería una falta de respeto ir en ese deplorable estado.
Las cosas se torcieron mucho por el camino me temo… la situación en el Templo de la Pureza esta nefasta, cuanto menos.
Ya nos han informado de ello, nos ocuparemos de retener el ataque, tu ocúpate de no dejar mala impresión a la Arconte, no te preocupes, hemos dejado una nueva toga a tu disposición.
En cuanto a esta… siento haberla destrozado.
Olvídalo, ya me han hablado de tus hazañas ayudando a la defensa del templo, tu armadura esta casi arreglada por cierto, aunque me temo que no te será demasiado útil aquí…. es como si hubiera sido ensamblada para tu mundo exclusivamente.
Lo que me temía… gracias por todo Kalisthene.
Gracias a ti por todo el apoyo, espero convencerla aunque tengo mis dudas.
La Arconte es sabia, ya era anciana cuando Bastión se creó, en su sabiduría estará el escucharte y actuar acorde a ello.
Eso espero, bueno voy arreglándome, necesito dar una cabezada cuanto antes.
Bien, los administradores te guiarán y ayudaran, pídeles que te cambien esas vendas, tienen mal aspecto.
Gracias, nos vemos cuando este listo.
Me temo que tengo que atender unas tareas, los administradores se ocuparan de todo, nos veremos más adelante seguramente, que la Arconte te guíe mortal.
Igualmente.
Avanzó hacia delante, subiendo los escalones que llevaban al recinto del Reposo de los Héroes.