Despertó de su largo letargo con algo de dificultad, aún con su vista borrosa se levantó de la confortable tumbona y dando un paso tropezó con una mesilla, haciéndola caer junto a un libro de rosada portada.
Otra vez algo que se cae… en fin. Puso sobre sus patas la mesilla con cuidado y tomó el libro. Así que “como superar la duda”… debe ser el libro más leído en estos momentos… ¡¿Eh?!, ¿Como es posible?. pasó unas cuantas páginas y leyó más de aquellos símbolos. …“no debes dejar que esos pensamientos te dominen”…. ¿Por que entiendo esto?… ¿acaso estoy soñando?…. bah no creo, eso es cliché de novela barata…
Ya estas despierto, esta bien que te guste nuestra literatura, pero no tenemos tiempo para leer desafortunadamente. La ya familiar voz del kyriano le hizo cerrar el libro para dejarlo en la mesilla.
No es eso… ¿Como es que puedo entenderlo?, hasta hace poco no era capaz de entender nada de su inscripciones, ¿Como es posible que ahora sea capaz de entenderlo como si de mi lengua madre se tratase?.
Solo nosotros podemos entender nuestra escritura, al unirte a nosotros te has hecho capaz de entenderlo, sin embargo tendrás que aprender a escribirlo… cuando las circunstancias nos lo permita claro.
Eso tiene más sentido… Por cierto, ¿Que es de la armadura?.
Ya ha llegado, además te hemos preparado unos suministros básicos por si se alarga de más la ofensiva.
Gracias, voy prácticamente con lo puesto desde aquel abjurante me robara mis pertenencias… no tengo con que pagarles.
Es lo mínimo que podemos ofrecerte por ayudarnos a recuperar lo que aquellos invasores nos arrebataron… No debemos hacer esperar a tus aliados, deben estar viniendo al frente en este momento.
¿No van a venir aquí?.
Se verán en la zona asegurada del Templo, por ahora solo tu puedes acceder al Fuerte.
Entiendo. Bueno vamos a ver la armadura, a ver como ha quedado. Para sí tenía emociones encontradas, entre la ilusión de tener una armadura forjada por aquellos maestros artesanos y el temor de que fuera inútil o cuanto menos problemática.
Como la costumbre mandaba fue tomado por el brazo del Polemarca y llevado de vuelta a la plaza principal, donde esperaba en un lateral Mikanikos junto a una gran caja de madera blanca ribeteada en laterales de oscuro metal.
Antes de que abras la caja te debo comentar un par de cosas. Si es posible trae todo el anima que puedas, hasta el más mínimo gramo de esta es vital para el reino. La encontrarás imbuida en objetos en forma de pequeños cristales azules, es muy característico, así que no tendrás problema en reconocerlo.
Intentaré hacerlo, pero no puedo asegurar nada.
Bien, te explicaré brevemente el artilugio que Mikanikos te dará. Te permitirá regresar al Fuerte Elíseo desde donde fuiste aceptado imbuyendolo con un poco de tu propio anima, así no necesitarás que nadie te porte para llegar.
¿Algo más?
Eso es todo, equípate tu nueva armadura y parte al encuentro de tus aliados. Yo debo partir ya, debemos evitar que los Abjurantes avance más allá del Templo de la Pureza.
Gracias por toda la ayuda hasta ahora.
Cuentas con la bendición de la Arconte, regresen si es posible con algo que indique que han acabado con sus líderes.
Así será.
Adrestes desapareció ante sus ojos en el horizonte antes de que pudiera decirle nada más.
Nos volvemos a ver caminante, espero que esta armadura se adecue a tus necesidades.Hemos estado trabajando en ella desde que nos la trajeron sin parar. Si que está orgulloso, pensó mientras el Administrador trataba de abrir con una palanca la caja, haciendo crujir la madera.
¿Necesitas una mano?.
Esto no es nada para…… el For….jador Supremo. Con mucho esfuerzo trataba de romper la rígida madera. El suspiró al ver tal terquedad.
¿Estas seguro?…
Si…. esto esta a punto de…. abrirse. El terco administrador siguió empujando la palanca con todas sus fuerzas. Tras la ardua lucha contra la rígida madera esta acabó cediendo con un sonoro crujido…. y Mikanikos cayendo de lado.
¿Estas bien?…
Si… ya te dije que podía solo con esto. Se repuso acicalándose las plumas. Usamos como base la armadura que trajiste… un material cuanto menos curioso, y un ensamblaje más aún si cabe… por desgracia hecha con una aleación que por algún motivo era fácilmente maleable aquí.
Miró al interior de la quebrada caja con intriga el brillo que reflejaba las partes expuestas. En mi mundo ese material era casi indestructible, no entiendo bien como aquí pasó a ser tan maleable como el cobre.
Enviamos un eslabón roto de regreso a tu mundo, el martillo que usaron para intentar enderezarlo se quebró al golpearlo… por lo visto usaron un material ligado a tu mundo… “Azerita” creo que dijeron.
Azerita… la causa de la última maldita guerra…
Así que en mi infinito conocimiento hilé los hilos, si esa Azerita era capaz de hacer una armadura así en tu mundo… ¿Por que no alear esas cadenas con Anima?… Como predije funcionó, ahora no solo funciona esa armadura en tu mundo, si no en las Tierras Sombrías.
Eso es… magnifico. Asombrado quiso aplaudir a Mikanikos.
Una vez descubierto su secreto era necesario arreglarla… el estilo de la armadura era cuanto menos… discutible, vamos que era un horror, de todas formas había que fundirla para realizar la aleación así que ¿Por que no añadir la seña de identidad de su nueva fundición?.
¿Como que… seña de identidad?… Sudores fríos empezaron a emanar de su frente, le parecía ridículo el estilo de la armadura… no por nada la llegó a llamar “pijama”, pero se temía lo peor.
Mejor que lo veas por ti mismo y opines. Mikanikos sacó una tras otra cada pieza que componía el conjunto con brío.
Respiró aliviado al ver los componentes. De hecho conforme más los miraba más se impresionaba por la cantidad de pequeños detalles tan finamente labrados en el frío metal.
¿De verdad era necesario…. tanto esfuerzo en tanto detalle….?, Me da hasta pena usarla.
Por supuesto, yo solo exijo una cosa, la perfección.
Esto… ¿Tengo que equiparmela aquí?, tengo que quitarme la toga para ello y… no llevo nada debajo. susurró a Mikanikos un poco avergonzado.
¿Eh?, ¿Hay algún problema con ello?… me daré la vuelta hasta que avises, pero no tardes que el tiempo se acaba y he de comprobar que no haya ningún problema de ajustes.
Gracias, empezaré a equiparme ya. Poco a poco como si de una ceremonia se tratara empezó a equiparse una a una cada pieza que formaba la armadura. La dorada cota de malla reflejaba hasta el último haz de luz que incidía sobre cada eslabón de esta. Cada pieza que se equipaba estaba tan meticulosamente labrada que le encajaba a la perfección a pesar de no haber tomado sus medidas, no solo eso, si no que le pareció asombrosamente ligeras. Más aun que las ya de por sí ligeras piezas que les antecedía.
Es asombroso, las piezas encajan perfectamente… y son tan ligeras que parece de cuero. Se sentía como un niño tras recibir sus regalos del Padre Invierno. Nunca sintió gran pasión por la herrería ni la siderurgia, pero aún así se maravillaba por aquella armadura salida de uno de esos tebeos Pandaren.
_Blancas láminas de grueso metal eran adornadas por ribetes, bordes y placas doradas como el oro labradas en motivos simétricos y rectilíneos en la piezas inferiores. Donde realmente salía a relucir la artesanía kyriana se daba en las piezas superiores, con pequeñas escamas doradas a lo largo del torso, siendo cada una independiente y encajando perfectamente con sus hermanas. Las hombreras eran un derroche de destreza, pues las placas blancas simulaban con su relieve plumas en las cuales fueron talladas cada una de las hebras de cada pluma simulada, quedando rematado en un engarce dorado una pequeña gema celeste que pareciera brillar con luz propia su celeste corazón. Para rematar la obra el yelmo, contrastando con los dorados y blancos del resto de la armadura con su celeste brillo, como si del cielo mismo se tratase. Una vena central dorada rematada con un pequeño pincho en el punto más alto reforzaba la integridad del yelmo al igual que el reborde ribeteado de la apertura facial. Finalmente para seguir la temática alada dos pequeñas alas doradas partían de cada lado de la zona inferior maxilar para acabar en varias plumas metálicas ricamente detalladas.
Vaya, es como si llevara una segunda piel, confiaré en que sea resistente. Miró un poco desconfiado a Mikanikos.
Te faltan las armas y los… “complementos”. Vio como sacaba de lo más hondo de la caja su maza, igual que la recordaba. Una rodela que prácticamente tenía el tamaño de un escudo y una espada…. y luego un tabardo doblado junto a algo extraño.
Un momento ¿Aún quedan cosas?.
Por supuesto, te forjamos un pequeño escudo y un arma corta por si se daba la ocasión, y por supuesto el tabardo que representa nuestra curia.
Entiendo pero… ¿Que son esas “alas”?. Señaló lo que pareciera unas largas plumas reales dispuestas como si de las alas de un kyriano se trataran engarzadas en una montura dorada.
¿Esto?, pensamos que infundirían el temor en tus enemigos al confundirte con un Ascendido… luego pensamos que tu… esto… “Fisionomía” no se parece al de uno… pero da igual, va en el paquete.
No veo ningún soporte y además… ¿No será un estorbo?, por no decir que son un poco… ridículas.
Equípate lo demás, debes partir cuanto antes.
Se puso el blanco y puro tabardo decorado solo con el archiconocido emblema en el centro y decorado solo con unas líneas doradas. Luego tomó el escudo, también blanco y dorado rematado en una celeste gema y se la puso en el brazo izquierdo, finalmente tomó su maza y la espada de una mano, de empuñadura dorada y hoja blanca cuyo cuerpo tenía inscrito algo en emblemas celestes, pero que no tenía tiempo para leer y se preparó para irse tomando la pequeña mochila.
Tienes un larión preparado en el borde de la plaza… mírate un momento en el espejo.
No tengo tiempo para verme.
Es solo un segundo, por cierto el teletransportador lo tienes en la mochila, no lo pierdas si quieres regresar aquí.
Esta bien… suspiró.
Mikanikos le dio un pequeño espejo ovalado y se miró en este, le asombró lo que vio en su espalda.
¿Flotan sin más?…
Por supuesto, ¿Que te parece la armadura?.
Me veo raro en general pero… parece bien solida y… ¿Me gusta?, no se… solo espero que sea capaz de hacer su función.
Te lo aseguro… y no intentes volar, son solo decorativas.
¿Algo más o puedo partir?.
No, esta todo listo. Ten cuidado allí fuera, te hemos forjado una armadura de calidad suprema pero al final todo dependerá de tus manos, suerte.
Nos vemos Mikanikos, y muchas gracias por esto.
Subió al larion y partieron de regreso al otrora Templo del Coraje.
Bloqueo del Templo del Coraje
Llegaron directos a la pequeña plaza superior servía como centro de comandos en el bloqueo por lo que pudo ver. Varias mesas unidas en el centro estaban llenas de papeles, pergaminos y planos de la zona con diversas marcas que no tenía tiempo para ver. Lo que antes pareciera un mirador para ver la magnificencia del templo ahora estaba tapiado de mala manera con mobiliario de madera unida entre sí de forma rápida con listones lejos de lo que Mikanikos exigiría.
Al fin has llegado, reúnete con los demás aliados y marchen cuanto antes, si cargan de nuevo no se si podremos asegurar esta posición. Por lo que vio en el rostro de Apolon pareciera que estaba muy preocupado.
Claro… ¿Donde están?.
Apoyando el bloqueo norte, en cuanto estén todos os enviaremos con esta plataforma de transporte.
Voy de inmediato, ahora nos vemos.
Marchó presto al bloqueo, donde lo que parecieran tres humanos charlaban de espaldas tras una barricada que a duras penas podía llamarse así. Dos de ellos parecieran portar una negra armadura, en contaste el tercero destacaba por su doradas placas
Buenas. ¿Son ustedes los “mortales aliados verdad”?
Los tres se dieron la vuelta, mostrando dos rostros ya familiares y otro que le sonaba, pero no estaba seguro.
Pero si es Drethz, un placer volvernos a ver. Reconoció aquella voz y aquel largo cabello dorado tostado de inmediato.
¿Este era el “asunto” que tenías pendiente verdad? Te ayudaremos a acabar con estos malditos traidores. Se alegró de ver aquel pálido rostro de mirada espectral tras esas gafas de sol.
Tu debes ser el mortal que se ha unido ya, todos me han hablado bien de mi… me presento, soy Valerie. Extendió su brazo hacia el.
Valerie… de que me suena ese nombre… Se echó la mano a la barbilla.
¿Nos conocemos de algo?… tu nombre me suena de algo… ¿Puedes retirarte el yelmo si es posible?. Su voz parecía intrigada, un poco dubitativo se retiró el yelmo, dejando caer su largo cabello áureo sobre sus hombros.
Recuerdo haberte visto en algún sitio… Drethz… un enano paladín…. esa maza….
Tu también me suenas mucho, como si te hubiera visto hace no mucho… Valerie…. Valerie… una humana paladín…. Indagando en sus recuerdos intentó asociar ese nombre a sucesos recientes.
¡Ya lo recuerdo!, ¡Tu estuviste en Ny’Alozha, creo que acabaste con aquella arpía del vacio que corrompió a ese tal “Felix”!.
Aquellas palabras activaron un recuerdo ya forzadamente olvidado en el. Aparecieron en su cabeza como fotografías imágenes de aquella humana junto a aquel ser de pesadilla.
Vale…rie…. Empuñó su nueva espada apuntando directamente a la humana, temblando un poco.
¡¿Pero que te pasa?!. ¿Acaso he dicho algo raro?. Extrañada Valerie dio un paso hacia atrás, que no dudó él en recortar.
¡¿Quieres detenerte?!, ¿Acaso no ves la situación en la que estamos, idiota?… baja esa espada poco a poco y respira. El no muerto desenfundó su mandoble rápidamente.
¿Has perdido la cabeza?. Es nuestra ALIADA, si ha pasado algo entre vosotros lo hablamos, pero no recurramos a las armas. Thorinam se interpuso entre ambos desarmado.
Apártate si no quieres salir herido…. ¡No sabéis con quien esta colaborando!. ¡Háblales del llamado “Espectro”!. Gritó frustrado.
Detenle Thori, cierra los ojos Valerie.
La cegadora luz le desorientó completamente. ¡AAAARGG!. Un fuerte tirón lo arrojó, cayendo sobre las gélidas baldosas. Aún cegado notó un gran tirón en el brazo que le hizo arrojar la espada, que resonó en su caída al rebotar. Una firme pisada aprisionaba su espalda al suelo, por mucho que lo intentara era incapaz de moverse.
No me obligues a romperte el brazo. Vas a calmarte y hablar sobre que ha pasado entre vosotros, y rápido que no nos sobra el tiempo. Escuchó aquella espectral voz por encima de el, notaba cada vez más presión tanto en la espalda como en el brazo, que empezaba a aquejarse por aquella posición.
…. de acuerdo…. Frustrado accedió a la oferta, aquel mismo ser que le apresaba ahora le ofrecía su mano, que aceptó sin más.
¿De verdad estas en condiciones para ir a la ofensiva?, necesitas ayuda cuanto antes. notaba aquella dulce voz preocupada, pero desconfiaba totalmente en ella.
Yo… No es por ti… si no por…. “El”… ¿Acaso no lo viste convertirse en… “eso”?
Claro que lo vi, pero confío en el, le conozco desde que estaba vivo y a pesar de que cambió se que en el fondo sigue siendo aquel risueño paladín que canturreaba en nuestras aventuras.
Así que “El” es… uno de los “míos” por decir algo.
Se podría decir que si.
Aquella gélida mirada se clavó en sus ojos. Se que nos conocemos desde hace poco, pero un camarada de armas lo es para siempre así que escúchame.
Suspiró. Lo haré, quiero pensar que eres de confianza de verdad.
Confío en ti, si no desde que nos asignaron la misión de rescatar al Barón hubiera rechazado tu presencia, y este buen señor puede dar fe de que lo he hecho centenares de veces con gente que sabía que no serían más que una carga.
Me agrada saber eso en verdad.
Bien, he solido tener muchos problemas con paladines por su ciega fe y su fanatismo, de hecho suelo evitarlos siempre que pueda… y estamos nosotros junto a dos de los “vuestros” y te puedo asegurar que al igual que tu me diste confianza nada más verte Valerie lo ha hecho con creces igualmente.
Si no digo que sea por ella, pero aquel ser…
A pesar de que somos fríos, distantes y que hemos perdido partes de lo que llaman “humanidad” seguimos teniendo un objetivo común inquebrantable. Este es proteger a todos donde no pueden hacerlo… si resistió la ausencia del control del Yelmo de Dominación estoy seguro que no será capaz de causar problemas. Además, Valerie es una gran persona que ha venido aquí por cuenta propia.
Pe… pero… Le temblaba la voz al verla.
Déjame a mi. Thorinam se agachó frente al enano. Hemos hablado mucho con ella, si hubiéramos encontrado el más mínimo atisbo de amenaza o traición nos hubiésemos dado cuenta desde el principio. Llevamos más de diez años en este mundillo y hemos visto de todo, te das cuenta fácilmente cuando es alguien que sirve a algún sujeto que quiera algo de nosotros y Valerie no nos ha dado en ningún momento esa impresión, ninguna.
Ya digo que no es ella, si no a quien…
Thorinam le interrumpió. No me hagas hablar de mi pasado por favor… se lo que es tener traidores, espías y conspiradores entre los tuyos por años, que sin sospecharlo te hagas su camarada y amigo para que luego se tratara de un condenado espía que provoca estragos entre los tuyos con la información que le has dado… ¿Acaso crees que confiamos en algún momento de Ve’Nari o los llamados “Especuladores”?. En ningún momento, esa “señora” nos da muy mala espina… desde el momento en el que la vimos. Así que si digo que Valerie es confiable LO ES. Este le miró con decisión.
Yo también me he movido por el “inframundo”. Se en quien puedes confiar y en quien no, como por ejemplo que Ve’Nari es una ser a la cual no querría ver de nuevo y Valerie no por ser quien es, si no por quien está junto a ella, me causa una sensación de alerta.
La fama de terquedad de los enanos es bien merecida…. Se echó la mano a la frente. Mira, hemos decidido ir los tres si o si así que tienes dos opciones a decidir en el siguiente minuto y son que te vienes junto a Valerie y nos vamos y te quedas aquí.
La espectral forma aniquilando sus enemigos le hizo temblar de miedo, recordó las vivencias de aquel demente anciano del gélido futuro que les deparaba a todos, lo que le hizo frustrarse aún más con la decisión que tenía que tomar. No es que temiera a aquella humana, es más, incluso pensaba que podría ocuparse de ella. Pero esos dos humanos estaban completamente cegados, no, ellos no vieron lo que sus ojos recordarían toda su vida.
Te queda medio minuto, decídete.
Escucharlo le hizo recordar las breves vivencias con ellos dos que a pesar de ser breves le recordó a aquel orondo pícaro, a aquella familia tan peculiar de elfos y a aquellos dos kyrianos que le ayudaron a llegar a la Arconte. Por algún motivo eran distintos a de que estaba acostumbrado a tratar en los bajos fondos, donde confiar en alguien podía significar acabar cosido a puñaladas. Al final pensó que quizás debía dar su brazo a torcer.
Diez segun…
Esta bien, esta bien. Confiaré en ella pero… no toleraré ningún signo de traición.
Esa mirada… es la de alguien con un fuerte trauma.
¿Mirada?. Se extrañó por la respuesta de la humana.
No estas viéndome a mi, si no a “El”, el causante de tu trauma.
Caminaron de vuelta a Apolon, manteniendo la distancia con Valerie.
Respira hondo y deja la mente en blanco, vamos a acabar con nuestro enemigo que son esos condenados traidores maldraxxi.
Ojalá sea así… son demasiadas veces las que he escuchado eso de “confía en mi” para acabar apuñalado por la espalda… una de las veces de forma literal… suspiró frustrado.
Nadie te traicionará aquí, estamos fuera del “submundo” donde esas cosas pasan. Aquí… todos tenemos un objetivo común, traicionarnos significa debilitarnos ante las fuerzas del Carcelero.
De verdad que quisiera confiar… de verdad… ignorando lo que decía Apolon al llegar siguió sumido en sus pensamientos, incluso cuando subía a la plataforma que le llevaría a su objetivo.
Esperad un momento. Thorinam alzó la mano ante los tres. Entiendo esa desconfianza… por que también caí en ella en numerosas ocasiones… Valerie te voy a prestar un objeto muy preciado para mi… de hecho el que más. Se retiró el yelmo y tomó el dorado colgante de su cuello con unas marcas en ella. Este collar contiene el único recuerdo físico de mis padres en vida… una fotografía de ellos y mía un año antes de que todo cambiara, era un pequeño reloj que tomé del aún templado cuello de mi madre…
No puedo hacerme responsable de algo así, es algo con demasiado valor para ti.
Llevo siendo camarada de armas con este buen señor por más de una década, y en ningún momento se lo he dejado, confío en que cuando regresemos me lo devuelvas.
Te juro por mi vida que te lo devolveré tal cual me lo dejaste.
Confío en ello. Volvió a cubrirse en aquel oscuro yelmo ornamentado con motivos óseos.
Creo que… he sido demasiado duro contigo, discúlpame por ello.
¿Pero que es esa cara tan larga?, Arriba esos ánimos, no te pareces en nada a todos los enanos con los que me cruzado. Había algo en esa actitud tan altiva de Valerie que le hacía animarse un poco.
La plataforma se activó, haciendo desaparecer a los presentes con un resplandor.