Caminantes de las fauces

Umm es día 3, hora de pagar el alquiler al arrendador más bello de este lado del Mare Mágnum.

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Cuando tuvo al pequeño en brazos Lya reparó en un detalle del que no se había dado cuenta hasta el momento.
La pupila del pequeño era dorada,brillaba con intensidad,sin embargo el iris era de un color plata más apagado. No se había dado cuenta porque el brillo de la pupila tapaba con su fulgor la baja intensidad plateada del iris.
La sacerdotisa y el Lord caminaban delante de ellos cogidos de la mano.Así que la paladina miró a su compañero.
-Amor-dijo- has visto los ojos de este niño?
-Si,es hijo del sol y de la luna-dijo señalando al instructor y su esposa- son elegidos de Elune y Belore,están destinados a la grandeza.
-Cierto…su hermana no estaba en la guardería.
-La hija del Lord fue secuestrada y llevada al vacío recuerdas?
-Si…y?
-El tiempo allí es distinto,aunque son gemelos,la niña es mayor.
-Ummm…-contestó la paladina pensativa.
-Dicen que esa niña absorbió la esencia de un naaru oscuro,como lady Alleria.
-Entonces es un peligro…
-Está en el Templo de Elune de Valsharah,buscando el equilibrio.
-Pero…pero…ella…renunció a Elune-dijo Lya mirando a Menel
-Uy si-dijo el pequeño que estaba atento a la conversación-mami está muy “enfarara” con Elune. Y con Lith. Mi hermana sigue teniendo…teniendo…fe? se dice fe?
-Si,se dice fe- contestó el paladín
-Pues Lith dice que Elune arreglará lo que hizo. Mami no quiere que hable de Elune.
-Debe ser duro-dijo Earnur.
-Mami no lo dice,no habla de ello,creo que teme disgustar a Lith y a papi,pero a veces cuando estamos solos la veo “tiste”
-Imagínate perder la fe en la luz-dijo Earnur
-Y sin embargo parece la mismísima diosa.
Lya observaba a la kaldorei,había algo en ella que no lograba adivinar.Ese “algo” que le daba ese aire de diosa y no solo era el físico. De pronto se dio cuenta de lo que era.
Su forma de caminar. De moverse…
La kaldorei apenas rozaba el suelo,era liviana para su altura,caminaba con una nobleza que Lya nunca había visto. Se fijó aun más. La cadencia de sus caderas…estaba ahí de forma casi imperceptible.Las sindorei balanceaban las caderas de forma más descarada,mas sensual…
Intentó imitar el movimiento de Menel al caminar.
-Que haces?-preguntó Earnur al verla caminar de forma extraña
-Nada!!- dijo Lya volviendo a caminar como siempre.
Menel se giró y le sonrió.
-Mier…coles-pensó la paladina- los kaldorei tienen un oído excelente,habrá escuchado toda la conversación acerca de Elune?
Si lo hizo,la esposa del Lord no lo demostró.
-No se lo tengas en cuenta-le dijo Argent a su esposa.
-No lo hago,debe ser difícil de entender como parezco la mismísima Elune y ver la rabia y la decepción en mi cuando escucho su nombre. Tendrían que perder de un plumazo la fe en la luz para entender algo así.
-Hoy no seas dura con Lith…
-Lo intento y lo sabes pero…
-Lo se-dijo el Lord aprentándole la mano con fuerza.
Llegaron al alto de Krasus y se quedaron de pie esperando.
-Que hacemos aquí maestro?-preguntó Lya.
-Espera y verás.
Un par de minutos después Lya vio en el cielo un punto lejano que se fue aproximando.Al hacerlo reconoció la silueta de un hipogrifo y a una niña que la dejó tan fascinada como lo había hecho su madre.
La pequeña kaldorei de rubia melena saltó de la montura según tomó tierra y se tiró a los brazos de su padre.
El lord le dio un beso en la frente.La niña se giró y se acercó a su madre de mala gana.
-Hola mamá.
-Hola mi niña-dijo Menel dándole otro beso en la mejilla.
Lith se apartó con rapidez de su progenitora,la tensión entre ambas se hacía evidente.
Caminasol le presentó a sus pupilos.
-Encantada-dijo Lith acercándose a estrecharles la mano.
Lya se fijó que caminaba de la misma forma que su madre. Acaso les daban un cursillo de como caminar como una diosa cuando ingresaban en el templo de Elune?- se preguntó la paladina.
Mientras bajaban las escaleras para encaminarse hacia la casa del Lord la niña saludó a su hermano revolviéndole el pelo.
-Hola renacuajo!!-le dijo.
Estel desde los brazos de Lya le contestó:
-No soy un renacuajo,soy un “palalin”
-Lith…-advirtió su madre.
La niña torció el gesto y haciendo caso omiso a la advertencia volvió a fastidiar a su gemelo.
-Renacuajo,renacuajo…
Estel enfadado levanto su pequeña mano.Un poderoso haz de luz envolvió a su hermana.
-Quema!!Para!!- grito la niña.
-Estelaldië!!- le riño su padre.
-Ha empezado ella!!-contestó el niño deteniendo el hechizo.
-Que te he dicho acerca del poder de la luz?-preguntó su padre
-Que solo debo utilizarlo para hacer el bien. Estoy castigado a poner la mesa?
-Si-contestó el Lord muy serio.
El niño frunció el ceño mirando a Lya.
La paladina lo miró y le dijo:
-Tu papá tiene razón.
-Habeis matado muchos bichos malos en “Kothia”?
-Unos cuantos,uno casi me derrite la armadura-contestó la paladina.
-Ohh cuentamelo “toro”
Earnur y Lya le relataron a Estel el encuentro con Kroke el Atormentado de camino a la casa de la familia.
El matrimonio caminaba con su hija,mientras la niña conjuraba dos esferas,una de vacío puro y otra de luz lunar, y las anexionaba en una sola esfera bicolor que poco a poco perdía la intensidad oscura para quedarse simplemente en una esfera plateada.
El Lord Caminasol felicitó a su hija.El progreso era importante,podía eliminar el vacío de su interior,equilibrar el poder.
Su madre sonrió por respuesta. El vacío siempre formaría parte de ella,de las dos.
Quien había tocado el vacío no se limpiaba de todo de su influencia pero podía controlarla sin caer en la locura.
-Mantén el equilibrio Lith-dijo Menel. No es bueno inclinar tanto la balanza hacía el poder de Elune.
-Ya estamos…- bufó la niña.
-No…-dijo su madre- vi como Tyrande casi arrasa Ardenweald entero con el poder de la guerrera nocturna
-Lo se…me lo has dicho-dijo Lith poniendo los ojos en blanco.
-Hoy no quiero discutir-dijo su madre con la mandíbula tensa.
Por suerte para ellos los paladines y el pequeño estaban inmersos en su propia conversación y no se enteraron del roce entre madre e hija.
Menel se giró y le dijo a su hijo:
-Estel no seas perezoso,deberías caminar un rato,Lya debe estar cansada de cargar contigo en brazos.
-Está practicando para cuando tenga que llevar toda la comida que ha comprado en Dalaran- dijo Earnur con sorna.
Lya no pudo evitar reírse.
-Muy gracioso…-dijo arreándole un puñetazo en el brazo con la mano libre.

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Un rumor surgió desde la tierra. Retumbaba bajo las poderosas pisadas que marchaban al unísono. Era como si la misma tierra temblase de terror ante lo que estaba por ocurrir.

En ese momento sintió un dolor de improvisto que lo hizo caer el suelo. Era un dolor tan intenso que lo mantuvo inmóvil incapaz de levantarse o defenderse. Entonces se dio cuenta de que no se trataba de un dolor propio. Era la misma naturaleza la que gemía y se debatía entre terribles sufrimientos, un martirio provocado por la mera presencia del monstruoso enemigo que se acercaba paso tras paso haciendo temblar la tierra.

Por un motivo que no pudo explicar, llevó la mano a un pliegue y sacó de ella la punta de flecha que su hermano le regaló. La contempló. Pensó en ella; en cómo la luz que desprendía lo reconfortaba en esas crueles noches en las que había sentido miedo. Recordaba cómo su hermano era capaz de espantar los negros pensamientos con solo una caricia, pensó en su voz que le cantaba para que dejase ir los terrores de una mente infantil que no comprendía el mundo. Pensó en cómo lo bendecía y en la luz inmaculada que parecía salir de el cuando lo tocaba en la frente con la palma de su mano y el dolor comenzó a remitir.

Cuando finalmente logró ponerse en pie, el enemigo que había aguardado arteramente ese momento para revelarse apareció en los bordes exteriores del pequeño valle en que los sables de la noche y Nhail se encontraban. Era un enemigo que él ya conocía lo suficientemente bien tras infortunadas experiencias.

Parecían ser al menos dos docenas de ellos. Eran altos, más altos que un elfo de la noche. Eran musculosos y estaban envueltos en armaduras negras. El color de su piel variaba en cada uno de ellos, algunos eran azules, otros de un amarillo enfermizo o rojos como la sangre vertida. Llevaban unos enormes cuernos cabríos en la cabeza. Sus enormes bocas estaban repletas de innumerables dientes afilados y sus ojos brillaban con una intensa luz carmesí iluminados con un odio y furia irracional. Expelían horror y muerte, y la nieve se derretía donde sea que ellos pisasen como si su mismo cuerpo estuviese ardiendo con unas llamas infernales. En sus garras cargaban armas profanas: espadas que brillaban con runas verdosas, gujas y lanzas.

No habían cambiado en nada de la manera en que los recordaba, no era fácil olvidar a unas criaturas de horror como aquellas, eran demonios. Era lo que quedaba de la Legión Ardiente tras el final de la guerra.

Haciendo un esfuerzo considerable se puso de pie, era plenamente consciente de la gravedad de la situación. Debían actuar rápido si deseaban tener alguna oportunidad de sobrevivir. ¿ Se quedaría a pelear junto al resto de sables o se batiría en retirada ? Se sorprendió a sí mismo al darse cuenta de que no albergaba dudas al respecto … se quedaría. Los sables de la noche lo reconocieron como uno de ellos y como tal había de quedarse a luchar junto a su manada.

Dejó escapar una breve carcajada en forma de gruñido. Los demonios cargaron, ya había acabado el tiempo de pensar … ahora debía actuar.

Se calmó e hizo memoria de sus entrenamientos, recurriendo a su práctica logró pacificar su espíritu. Necesitaba estar totalmente tranquilo para poder luchar contra un enemigo que jamás se debe tomar a la ligera.

Dejó caer su mochila y se inundó de energía. La liberó en forma de un torrente arcano que acertó al demonio que lideraba el ataque en pleno rostro y lo hizo trastabillar a causa del golpe inesperado y caer sobre la nieve, el que a su vez hizo que otros demonios tropezaran con él, dando tiempo a los sables de la noche para reaccionar.

Pero los sables no se movieron de su sitio. Un Nhail sorprendido descubrió que los sables lo miraban a él, en sus ojos vio confusión y duda. ¿ Es que acaso él los había asombrado de alguna manera ?

Era imperativo actuar con presteza, recurrió a toda su fuerza de voluntad para alcanzar el corazón de los sables de la noche, llenó sus espíritus con la determinación de luchar. Les hizo ver cómo los demonios habían arrasado su hogar y asesinado a los suyos. Les mostró que él estaba con ellos y que su lucha era la misma, les mostró la Batalla del Monte Hyjal donde los elfos de la noche renunciaron a su inmortalidad para así derrotar a la Legión Ardiente. Les hizo entender que estaban dispuestos a todo con tal de acabar con los demonios y que él no los abandonaría. Todo esto ocurrió en un solo instante.

Por un momento una figura etérea de cuatro patas pareció atravesar el cielo.

Sintió que la naturaleza se fortaleció a su alrededor y la determinación por la supervivencia aumentaba en su entorno. Los sables de la noche se formaron a su lado. Ahora era su misión dirigirlos y no tenía permitido mostrar la más mínima duda ante el enemigo. Los demonios se recuperaron de la sorpresa que les provocó con ese ataque sorpresivo y cargaron una vez más pero ahora los felinos estaban preparados para luchar … esperaban la señal.

Entonces les ordenó que atacasen.

Los sables de la noche saltaron sobre la nieve como una única fuerza salvaje e imparable; arremetiendo contra el enemigo de todo lo vivo. Sin embargo antes de que ambas fuerzas colisionaran alguien o algo llamó a la tierra y ésta respondió. Unas raíces emergieron del suelo y se enredaron en los pies de algunos demonios que cargaban en primera fila. Estos demonios volvieron a caer provocando el caos y la confusión entre las fuerzas demoníacas.

Y en ese momento los sables de la noche les cayeron encima gracias a la determinación que Nhail les transmitió, dejaron toda debilidad detrás y con sus zarpas y colmillos se empeñaron en destrozar a cuanto demonio tuvieran en frente. Pero los demonios no eran enemigos fáciles de matar. Con sus armas viles eran capaces de atravesar a un sable de la noche de un solo golpe; si lograban golpearlo puesto que éstos eran felinos ágiles y asombrosamente raudos.

La nieve prístina se vio allí salpicada por la sangre roja de los sables de la noche y la sangre vil que la derretía como si de un veneno mortal y ardiente se tratase. Los felinos intentaban rodear a cada demonio para lanzarse por encima de él y destrozarle la cara pero lograrlo era excesivamente difícil pues estos eran demasiado numerosos para lidiar con ellos uno por uno.

Intentaba dirigirlos desde la retaguardia. Señalándoles mentalmente por dónde debían golpear con mayor fiereza y cuándo un demonio se acercaba peligrosamente a ellos por la espalda. Los sables de la noche lograron frenar así el avance de los demonios y la refriega se desarrollaba a su favor. Al parecer los esbirros no se esperaron encontrar semejante resistencia de este enemigo al que creyeron encontrar débil y desprevenido.

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La quimera giraba usando su cola como látigo rompiendo el sonido en chasquidos que le taladraba los oídos. Cada vez que paraba de moverse e intentaban acercarse volvía a “bailar”.

¡Basta de juegos!, Vuestros cadáveres tienen que ser procesados.

La quimera cesó su baile, estático abrió sus fauces tomando aire girándose hacia ellos.

Esta…. ¡Fuera de su frente!. A duras penas pudieron los demás apartarse de la profana llamarada que calcinó todo a su paso.

Han tenido suerte… Los caídos me servirán de nuevo. De aquellas verdes runas esqueletos caídos de toda la plaza empezaron a alzarse de nuevo tomando sus armas.

Ayúdame Valerie, tenemos que matarlos.

¿Y dejarlos solos?.

No te preocupes, lo conozco demasiado bien.

Si que confías en tu camarada… esta bien.

Miró de reojo como se iban. Otra vez tu y yo… no huyas como la otra vez.

No huí.

¿Tienes un plan?.

Cuando te diga le atacas… Le costó escuchar el susurro.

¿No atacan?, ¿Esto es todo lo que vuestro “Coraje” puede enviarme?…. ¡Como si eso fuera a funcionar!.

La quimera giró abruptamente y vomitó otra ardiente bocanada profana al cielo que la alada Jurafauces pudo esquivar rauda.

¡No me alcanzarás!. Lanzó una profana esfera sobre el, explotando en el aire lanzando una lluvia profana a su alrededor obligando a replegarse a la Jurafauces.

Prepárate. Oscuras garras emergieron del no muerto tomando de imprevisto a la quimera por sus largos cuellos agarrándolos firmemente como si de la propia muerte se tratara tirando hacia arriba.

¿Pero que haces estúpida quimera?. La criatura luchaba por liberarse de la letal garra que como una cadena tiraba cada vez con más fuerza hacia su espalda.

¡Ahora!

Espero que me escuches… que la justicia caiga sobre el indigno. El martillo sagrado se precipitó sobre el nigromante, derribándolo de la quimera.

Agitando sus roídas alas chirrió en agonía quedando ahogado por el crujir de las vértebras, una tras otra el seco crujir se sucedió hasta que el último y sonado crujido final, doblando la garra sendos cuellos sobre sí arrojando hacia su costado a la bestia ahora enmudecida junto a su maestro.

No dañes su cabeza, entrégala a tu curia.

Está bien. Metió la puntera de su bota entre las mandíbulas del nigromante. Sin permitirle que hiciera nada golpeó el cuerpo con su pesada maza sin parar. Golpe tras golpe los huesos se quebraban con secos crujidos pero no le bastó. Cegado por el odio y la ira siguió golpeando a pesar de que no quedaba más que esquirlas y polvo de lo que otrora fuera el nigromante que lograse hacerle frente a la mismísima Xandria.

¿Ha… caído?…. jadeaba agotada.

¿Quieres dejar de…. golpearlo?, no queda más que… polvo…

No ha sido gran cosa en verdad y… ¡Te han herido!, ¡Tenemos que tratarte eso ya Thori!.

Solo es una… molestia… ¿Pueden pararlo de una vez?, me esta poniendo nervioso.

Notó el tirón hacia atrás, aún así seguía golpeando el aire.

Basta ya, ahorra fuerzas para lo que nos espera arriba… ¿Puedes tratarle la herida?, tengo que hacer hueco en la mochila para guardar el cráneo y su vestimenta.

Suspiró. No soy muy diestro que se diga en esas dotes… de hecho hasta hace poco apenas lograba más que pequeños actos de la Luz pero… lo intentaré.

Son cosas que no se olvidan, solo recuerda tu instrucción.

Claro… Se acercó un poco nervioso al herido paladín del cual una flecha sobresalía de la junta de su hombro con guantelete.

¿Seguro que no te duele?, no quiero imaginar cuanto tardaría en encontrar un camarada tan confiable como tu.

Que no es nada, Drethz me curará Se retiraba con un poco de esfuerzo el oscuro guantelete. Tu intenta buscar algo de anima en su cada… ver… que bestia, lo ha hecho polvo.

Creo que sale a cuenta recogerlo con un recogedor y tamizarlo.

A ver esa herida…

Al quitarse la hombrera la flecha cayó al suelo sin más. El corte en la parte baja del hombro parecía superficial, aunque estaba demasiado inflamado para la poca sangre que supuró de esta.

Tiene toda la pinta de haber sido envenenada pero no parece ser muy potente creo…. Valerie ¿puedes venir un momento?.

No puedo, el condenado cráneo se resiste a entrar, confío en ti. El enano se echó la mano a la cabeza viendo como la humana empujaba con fuerza el cráneo en la mochila sin éxito.

Suspiró. Te seré sincero, no he curado casi nunca… no tengo mucha confianza en esto pero lo intentaré. Miró la punta de la flecha, ensangrentada parecía aún embadurnada en algún veneno verdaceo.

Creo que es un veneno para incapacitar más que otra cosa, recuerda que dijo que querían cadáveres… no quieren destrozar su “mercancía”… esto seguro que con una limpieza normalilla se va.

¿Estás seguro?…. no quiero hacerte perjuicio.

Si, yo mismo me especialicé en los efectos sanativos de la Luz, solo céntrate en la herida como lo haces para una pequeña cura.

Confío en ti… Nervioso puso las palmas de sus manos sobre el inflamado corte.

Antes de seguir… Thori toma esto. Pudo ver como le daba un pañuelo enrollado que el herido paladín mordió con firmeza. continúa y… no pienses en que se muere.

No he pensado en que lo voy a matar… bueno voy a empezar…. volvió a poner sus palmas sobre la herida, aunque veía como le temblaban las manos sin parar por mucho que tomase grandes y espaciadas bocanadas de aire.

¿Quieres que se ocupe Valerie?… Aunque Thori dijo que le curases tu cuando estabas con nuestra “presa”… tengo una idea, hagámoslo juntos.

Esto… creo que entonces lo rematas…

Tu solo déjate guiar, solo haz que la Luz te ayude, es fácil.

Está bien….

Volvió a centrar su mirada en la herida. Notó las frías manos enguantadas del no muerto sujetando con firmeza las suyas junto a la cada vez más inflamada herida del paladín.

Ahora, haz tu trabajo paladín.

……va…. Suspiró y se centró en recordar su aprendizaje. Ayúdame a purificar el cuerpo de tu herido hijo del mal que ahora recorre su sangre. Ayúdame a canalizar tu bendición desde mis manos al necesitado… por favor acude a mi súplica ayúdame para que tu herido hijo pueda continuar su viaje.

Sus manos se iluminaron con pura luz que atravesó la herida iluminando las venas por donde el veneno ya discurría. El no muerto apartó sus manos como si le ardieran a la vez que Thorinam apretaba con molestia el pañuelo doblado con sus dientes.

En cuestión de unos segundos sus manos dejaron de iluminarse y el paladín herido dejó caer el pañuelo de su boca.

Creo que ya está…. lo has logrado. Gracias por limpiar mi sangre del veneno.

Yo… ¿te he curado?… Preguntó incrédulo ante el halago.

Parece ser que sí, poco a poco remitirá la inflamación, tienes potencial para la sanación.

Veld se ocupará de vendarme la herida, agradécele su apoyo.

Claro pero… ¿Por que este apoyo a alguien con el que apenas han tenido trato alguno?.

Necesitamos apoyarnos todos los que estamos aquí contra la arpía de Sylvanas y su querido Carcelero.

En efecto, además… me recuerdas a Thori cuando lo acababa de sacar de esa “secta”.

Oye, tanto como sect… ¡Aargh!.. ¡Eso ha dolido!.

Secta, y aguanta el dolor, “recto discípulo de la Luz”. Seguía vendando la herida tensando la gasa vuelta tras vuelta.

Son entrañables, me recuerdan a nosotros cuando “el” estaba vivo.

Hay que cuidar de los hermanos de armas… y debe dar gracias a tener una armadura bien mantenida el que no haya sido algo peor, sacar una punta de flecha encarnada puede ser muy doloroso. Que os sirva a todos de lección._

Pero si tu no llevas yelmo.

Y asumo el riesgo pero… el que no lo lleve es algo que solo yo se, joven paladina.

Al fin he podido liberarme… gracias por vengar a Thanikos mortales, pero aún queda el responsable de todo en lo alto de la ciudadela. Os llevaré allí cuando estén listos.

No nos iremos de aquí hasta que acabemos con el Dechada. Dijo con humildad.

Gracias por el apoyo mortales… esas armaduras… ¡¿Necroseñores?!.

No, son mortales también, son… tomadas de ellos. Sudores fríos le recorrió la frente.

Entiendo… cuando acabemos quiero verlas desaparecer, no quiero ver ningún rastro de Maldraxxus en nuestro sagrado reino.

Así será… Miró nervioso como Thorinam se ajustaba el guantelete. ¿están listos?.

Todos asintieron en silencio.

Llevadnos arriba.

Os llevaré para que acaben con “Cosecarne”, el bastardo que ensambla con los restos de nuestros caídos sus aberraciones.

Fueron tomado los cuatro en brazos de Xandria que alzó con cuidado el vuelo.

¿He salvado una vida de nuevo?… siento ¿orgullo?… no se si lo es pero parecían confiar plenamente en mi y… me alegro de haberle eliminado el veneno aunque realmente yo apenas seguí sus indicaciones… ¿Acaso la Luz esta jugando conmigo?. Apenas lograba nada hasta que me encontré con aquel grupo… ¿Puede ser que al dejar de hacer el mal esté recuperando la fe en ella?… suspiró inmerso en sus pensamientos. Creo que debería preguntarle al “Alto Señor” sobre esto cuando inevitablemente me cruce con el…

Deja de darle vueltas a la cabeza y céntrate en ese “Cosecarne”. Esta siendo todo demasiado sencillo hasta ahora, estoy segura que el auténtico reto nos aguarda dentro.

¿Eh?… Creo que tienes razón… esto… perdona por haberte intentado expulsar.

No te preocupes por eso, es normal desconfiar sabiendo como son en nuestro mundo.

Gracias y… Thorinam… ¿Podrías hablarme cuando podamos sobre sanación?. Creo que puede ser interesante.

Claro, pero ahora ocupémonos de esta escoria traidora.

Por supuesto y… ¿Por que vamos tan lentos Xandria?.

Cautela, no se si están esperándonos.

En efecto un pequeño ejercito de nigromantes, moles y pequeñas manos huesudas les esperaban aunque para su desgracia la mitad quedasen fulminados por la extraña magia en la que la Dechada imbuyó su lanza, cuya deflagración calcinó a todo quien se interpuso en su trayectoria.

A partir de ahora os toca continuar a vosotros, que la Arconte os bendiga.

Fueron arrojados dentro de la necrópolis, donde los restantes defensores apenas tuvieron oportunidad alguna de defenderse. Una vez frente a frente de Cosecarne este no les dejó cuartel empleando los mejores constructos de los que disponía.

A pesar de la resistencia ejercida por estos acabaron siendo pasto de sus armas, quedando Cosecarne indefenso, el cual cayó con facilidad a manos de “Alafunesta” que grácilmente logró extraer el cerebro del ser con un devastador barrido de su lanza.

Una vez ya neutralizada la planta se abrió un portón en el centro de la sala como si de una invitación se tratase.

Un portón… nos está esperando… ¿Como están?.

Bien, aunque esa mole me ha dejado apestando a Entrañas… Drethz dime que tienen baños en el Fuerte Elíseo, este hedor me está dando nauseas.

Ni idea, pero si que hay un bañera muy relajante… ¿Cómo llevas la herida Thorinam?.

Este hizo un par de giros con su brazo. Bien, creo que la inflamación esta remitiendo rápido.

¿De verdad “esto” era un reto?, esto esta siendo un paseo… ¿Cómo es posible que Xandria no haya barrido con esta basura?.

Tu viniste después que yo Valerie, ella tuvo que ayudarme a matar a su Mano… su discípulo, por no hablar de que ya están debilitados con los Abjurantes… Todo esto esta orquestado por ese Carcelero… de normal no creo que esto hubiera acabado así. Miró al suelo cabizbajo.

Tiene sentido… bueno menos miradas largas, solo nos queda el líder y por fin podremos empezar a limpiar este lugar.

Y por ende limpiar la manchada imagen de Maldraxxus.

Me caes bien Veldhath… cuenta conmigo si necesitan apoyo en Maldraxxus o donde sea.

Como te dije la otra vez así será… y vayamos al grano. ¿Estáis listos para aniquilar al líder?

Todos asintieron al unísono.

Pues adelante soldados. Entraron por el portón que les llevó a lo alto de la necrópolis.

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Llegaron a casa de la familia Caminasol. A Lya le sorprendió ver el gusto con el que estaba decorada.
-Tenéis una casa muy bonita Milord.
-Mérito de Menel- contestó el instructor- es una fanática de la decoración y la funcionalidad.
-Me estoy volviendo muy sindorei creo- dijo la sacerdotisa con tono divertido.
La cocina era de un blanco inmaculado,la madera había sido pintada,pero hubo dos elementos que llamaron poderosamente la atención de Lya.
-Que es eso?-preguntó mirando una enorme monstruosidad de hierro en medio de todos los armarios.
-Es un regalo de bodas,un invento de mis cuñados y Purple,se llama cocina de leña.
Menel abrió una portezuela,echó varios troncos pequeños que tenía en una caja del mismo color blanco que la cocina.Le enseñó a Lya como funcionaba tanto el calor de arriba para cocinar como el horno.
-Vaya,es una maravilla admitió la sindorei.
La kaldorei se dirigió al otro artilugio que le había llamado la atención a la paladina…Abrió la puerta y sacó una enorme pieza de carne ya adobada,la puso en una bandeja y la metió en el horno.
-Como funciona?-preguntó Earnur interesado al notar que salía frío
-Con magia-respondió el Lord-enfría los alimentos y los conserva durante más tiempo.
-Eso nos hacía falta a nosotros en Korthia-dijo Lya.
-Una tan grande no…pero…espera-dijo Menel.
La ex-sacerdotisa de Elune abrió uno de los armarios y sacó una versión mucho más pequeña.
Se la dio a Earnur.
-No pesa más que una mochila,la usé mucho en campaña y os vendrá bien.Sobre todo si habéis comprado tanta comida.
-No puedo aceptarla…-contestó el paladín.
-Debes-contestó Menel- está ahí ocupando espacio,no volveré a usarla,no más campañas,no más guerras.
-Gracias-dijo Earnur inclinando la cabeza.
-Además…si tuviera que volver al frente tenemos alguna más en la tienda.
-Solo necesito una bañera y volver a Korthia no estaría tan mal-dijo la paladina.
-Una bañera no…pero…-dijo Argent mirando a su esposa.
Ella asintió con la cabeza.
El paladín se ausentó un momento y volvió con algo que Lya conocía.
-Una ducha arcana!!- exclamó la paladina como si viese un tesoro.
-Ya no la usamos tampoco. Asentarse es lo que tiene-dijo el Lord- con dos bañeras en casa nos llega.Acéptarla.
-Muchas gracias de verdad- dijo Lya con una enorme sonrisa.
-Es vuestra primera campaña-dijo Menel- con el tiempo iréis descubriendo como con un poco de organización y algún artilugio no se hacen tan duras.
La kaldorei abrió la nevera y sacó varias verduras.
-Dejad que os ayude-dijo Lya.
Los niños jugaban en el salón y Argent les mandó poner la mesa mientras servía unas copas de vino para los cuatro.
La paladina miró a los niños y comentó que le parecían una mezcla muy hermosa de ambas razas.
-Todo nuestro esfuerzo está centrado en educarlos bien. Tienen mucho poder,podrían destruir el mundo cuando crezcan- contestó el Lord.
-Estel ya muestra mucho poder-dijo Earnur recordando como con un gesto de la mano la luz había acudido a él para escarmentar a su hermana por llamarle renacuajo.
-Y Lith es como un polvorín-dijo su madre- usa las sombras a su antojo y se está convirtiendo en una favorita de Elune.Es demasiado poder para unos niños tan pequeños.
-Tienen a quien salir-dijo Argent
-La miro y veo la misma fe,las mismas convicciones que yo tenía a su edad cuando entré en el templo…aunque desde luego con mucho menos poder. Tardé milenios en conseguir manejarlo a mi antojo,ella lo hace con una pasmosa facilidad.
-Pues como yo veo a Estel-dijo su esposo.
-Es una responsabilidad enorme como padres-apuntó Earnur.
-Lo es-dijo Menel mientras cortaba patatas kultiranas- está en nuestra mano educarlos para salvar o destruir Azeroth.Eso si no lo destruyen antes Sylvanas y el Carcelero.
Earnur y Lya los pusieron al corriente de los avances en Korthia y en el Sagrario de Dominación.
-Tyrande pudo haberla detenido,matado pero Elune le negó el poder para ello en el último momento-dijo con rabia Menel.
-Somos peones en un enorme juego cósmico de poderes-dijo Lya
-Pero los únicos peones que pueden salvar nuestro mundo-contestó Earnur.
-He salvado este mundo una y otra y otra vez durante diez mil años,dos invasiones de la legión ardiente,dioses antiguos,rey exánime…nunca se termina. Por no hablar de las guerras entre nuestras facciones-contestó la kaldorei.
-Creo que eso va a cambiar-dijo Argent de modo optimista.
-Las facciones están colaborando muy bien en Korthia-apuntó Lya.
-La horda y la alianza solo colaboran cuando el mundo está a punto de saltar por los aires pero se olvidan pronto de ello-dijo Menel sin querer acusar a la horda de manera explícita.
-Creo que esta vez han aprendido-contestó Lya.
-Bueno…yo a estas alturas he perdido la fe en…todo-dijo Menel- menos en mi familia,en mis amigos…
-Os entiendo-dijo Earnur- debió ser muy duro ver como Elune os había fallado.
Argent levantó una ceja en dirección a su pupilo.
-No hace falta que hagas eso amor-dijo Menel viendo el gesto-no hablar de ello no lo hace menos doloroso,pero al menos he podido quitarme esa sensación de culpabilidad por no haber podido hacer más en Teldrassil en su día,que era lo que me estaba matando. El resto no es más que un desengaño de mi diosa,mi raza,mi líder. Tyrande conserva la fe,Lith también lo hace y se que Elune tiene un plan para arreglar lo que hizo pero simplemente estoy cansada de ver muerte a mi alrededor. El resto de las razas suelen decir que somos afortunados por ser tan longevos,pero vivir durante milenios significa ver muerte y destrucción para muchas vidas.Y ojalá me equivoque con Elune y de verdad lo arregle…pero la fe…no creo que vuelva,y a estas alturas no la necesito.

Como si hubiera sido un mal presagio Estel tropezó con un vaso de cristal que llevaba en la mano a la mesa,se cayó y se cortó al romperse este.
Menel soltó el cuchillo y de tres largas zancadas llegó al niño antes de que los demás tuvieran tiempo a reaccionar.
Le cogió la mano,cerró los ojos y rezó,lo hizo sin pensarlo,por mera costumbre de milenios,el corte se cerró de inmediato mientras un halo de luz plateada la envolvía.
Al abrirlos y ver la luz la espantó con un gesto de la mano como quien espanta a una molesta mosca.
Lith soltó una risita antes de apuntar:
-Quizás tu reniegues de ella pero sigue considerándote una de sus favoritas y concediéndote su favor aunque tu fe se derrumbe.
Haciendo caso omiso del comentario de su hija mientras los tres paladines se acercaban a ver que el niño estuviera bien, la kaldorei comprobó que la mano de su hijo estaba sanada y lo consoló del llanto por el susto.

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El verde resplandor cesó de su vista. Ante el se encontraba el gran esqueleto ataviado en su llamativa túnica morada esperándolos al final de la planta rodeado de una gélida aureola.

Os estaba esperando. Habéis llegado demasiado tarde, tenemos todo lo necesario para atacar el siguiente templo pero antes… acabaré con vosotros. invocó sobre la necrópolis una gélida y oscura nube de la que empezó a caer grandes esquirlas de hielo.

¡Todos a mi!, ¡A cubierto!. No dudó en acercarse a Veldhath que creó una oscura cúpula su alrededor.

Bajo esta las esquirlas impactaban incesantes quebrándose en mil pedazos agrietando poco a poco la oscura cúpula.

Esta centrado en mantener la nube… tenemos que romperle ese escudo… ¿Puede pararlo Alafunesta?.

No, sus alas quedarían destrozadas al instante… mi cúpula no durará mucho y lo sabe.

Ya se… Su arma empezó a iluminarse con intensidad. Cuando te diga no dejes de curarme Thorinam, pienso romperle ese escudo de un golpe.

¿Te ha vuelto loca?.

Confía en mi.

Las grietas ya llegaban a la mitad de la cúpula y fuera el suelo no dejaba de ser taladrado por las afiladas esquirlas que no dejaban de caer sin parar.

Más os vale que lo maten, después de esto estaré demasiado agotada para ayudaros. No solo su arma, si no su cuerpo brillaba con gran intensidad.

Me temo que también será mi caso… deben acabar con el vosotros dos de nuevo.

No os decepcionaremos, Drethz prepárate, no debemos desaprovechar la oportunidad.

Por supuesto. Empuñando su maza miraba como las grietas llegaban ya a la altura de sus hombros. A su lado Valerie brillaba como el mismísimo Sol encandilando la vista de todos.

…. ¡Ahora!. Salió corriendo como alma seguida por el Tarragrue hacia el nigromante. Cubierta por una gruesa aureola de Luz corrió ,haciendo añicos las esquirlas a su paso.

Esta loca…

Saltó hacia el nigromante golpeándolo con su mandoble haciendo saltar el escudo en un torrente de hielo quebrado e hilos de Luz.

La granizada cesó de inmediato, cayendo Valerie rodando y Thorinam de rodillas.

¡Es nuestro!…. ¡Alafunesta a el!.

¡Maldita seas!…. ja, solo quedan dos… no os dejaré alcanzarme.

El no muerto rasgó un lateral de la túnica con su mandoble. ¿Eh?…

¡Tus pies!, voy a….

Al exilio que vas.

Una ola de magia profana golpeó al no muerto, desapareciendo en el acto de su vista.

Y ya solo queda uno.

Bastardo… Esquivó la marca bajo sus pies. Las marcas no dejaban de moverse a su alrededor buscando sus pies.

Esquivando las marcas imbuyó su maza en Luz. Como si de un baile se tratara cargaba la maza de más Luz mientras se movía entre los resquicios de las marcas.

¿Acaso crees que voy a caer en la misma trampa dos veces? Que necio.

Miró un segundo al horizonte y a la maza. ¡Muere!. Lanzó con fuerza la maza cargada hacia el nigromante, esta dejó una estela de luz a su paso.

¡Ja!, Estas acabado. Esquivó con facilidad la maza que le pasó de largo. Mira tu pie idiota.

¿Eh?… El gélido frío que recorría su pie confirmó su sospecha. ¡Maldición!. Empujó hacia fuera, pero el pie estaba totalmente clavado al suelo.

Desenfundó su nueva espada y miró el congelado pie. Debería… Dio un par de toquecitos en la parte sana de la pierna.

¡Que la Luz rompa tus cadenas!. Aquel desesperado grito fémino y la calidez en su pie fueron suficientes para liberarse de sus cadenas.

Pseh, un pequeño contratiempo… ¡Muere insecto!. De sus óseas manos empezó a concentrarse el gélido aire apuntando directamente a la agotada humana.

Seras hijo de…. ¡Valerie!. Salió corriendo hacia ella imbuyendo su pequeño escudo de Luz a la desesperada. Pudo llegar a ella pero el nigromante logró acabar su conjuración, lanzando un gélido haz de hielo concentrado a ellos.

Dos cucarachas de un tiro….

Dos capas de Luz bloquearon el ataque dividiendo en dos el haz congelado, de refilón vio caer a Thorinam al suelo y a su lado a Valerie inconsciente. Gracias a los dos… su cabeza será nuestra, os lo prometo… ¡Ahora Alafunesta!.

Esto no me lo esperaba… ¿Alaque?

La Jurafauces lanzó la ardiente maza a la cabeza del nigromante con fuerza, pulverizando su costado.

Buen trabajo… Cargó cargado de ira al aturdido nigromante imbuyendo su espada en Luz. El nigromante a duras penas lo esquivó perdiendo por el camino su única mano y la túnica.

¡Esto no puede quedar así…!.

Girando sobre sí golpeó más alto, aunque volviera a esquivar el embate, le supuso perder la mitad de su brazo.

No… ¡No puede estar pasando…!…

Miró a la alada figura. Por Bastión.

Veldhath cayó de los cielos decapitando a su caída al nigromante, que cayó fulminado al suelo.

Se… se acabó… Jadeando se apoyó en el mango de su maza, que reposaba en el suelo.

Ha tenido una muerte demasiado honrada para la escoria que era… buena captura Xandria.

Así que tu eras el responsable de esta herejía… Xandria dejó caer a Veldhath junto a el, que aún respiraba un poco agotado.

¿Que ha pasado con ellos dos?, ¿Están…

Están agotados sin más, solo necesitan un merecido descanso.

Veldhath tiene razón, usar la Luz puede ser muy agotador… Se acercó al montón de huesos inertes y escupió con desprecio a la calavera. ¿Y ahora que hacemos?.

He logrado destruir el cristal que les permitían traer refuerzos de Maldraxxus, debemos regresar y dejar que nuestros efectivos acaben con ellos.

Tienes razón…

Me llevaré su calavera y túnica como muestra de la victoria, Lord Alexandros se alegrará de esto.

Así que eras un Maldraxxi todo este tiempo… prepárate para…

¡Basta!. Es una larga historia pero el pertenece al bando lealista, quieren a estos traidores tan muertos como tu… son aliados… en el bloqueo te pondrán al día.

Espero que tengas razón mortal… te hago responsable de sus acciones en nuestro sagrado reino.

De acuerdo.

En el nombre de las casas leales al Prelado quiero informarle que limpiaremos nuestro nombre por la afrenta que estos condenados traidores han cometido contra su reino, no descansaremos hasta que el último de estos bastardos maldigan haber nacido. Saludó con respeto a la Dechada.

Tu curia debe muchas explicaciones pero… tomaré tu palabra…. por ahora.

Antes de irnos… deberíamos ver si tiene anima.

Lo tenía… Veldhath le dio dos grandes cristales romboidales y dejó caer un saco marrón a sus pies. Considérenlo el primer paso de nuestra redención.

Esto… Abrió el saco, mostrándose cristales celestes de diversos tamaños en su interior. Esto es todo…. el anima… ¿Estas seguro que…

Totalmente seguro, no podemos recuperar a sus camaradas caídos, pero al menos podrán mantener Bastión un tiempo libre de sequía.

Aceptamos el anima, pero no será tan fácil recuperar nuestra confianza.

Lo entiendo, siento que nos hayamos tenido que ver en esta situación tan funesta.

Es una lástima que no eligieses venir con nosotros mortal, pero confío en que ayudarás a rehacer los puentes rotos entre nuestras causas.

Espero que así sea. Por cierto… ¿puedo llevarme estos restos?, mi Barón quiere ver en su mano la cabeza del traidor.

Haz lo que quieras con el.

Reverenciandola guardó en su mochila tanto el cráneo como la rasgada túnica.

¿Están listos para regresar?, este lugar me repugna.

Ambos asintieron.

Bien, debemos informar al Fuerte de su éxito. Como siempre tomó en sus brazos a los cuatro mortales y alzó el vuelo de retorno al bloqueo.

Llegaron sin problemas al bloqueo, donde Apolon examinaba minuciosamente el verdaceo cristal sobre la mesa aplastando unos planos. Ver a la gran Dechada le hizo dar la espalda a la mesa.

¡Xandria!… Al fin has regresado… ¿Han logrado…

No nos devolverá a mi Mano pero… hemos vengado su muerte.

¿Los dos mortales han…

No, solo están agotados, se merecen un descanso. Dejó caer a los mortales conscientes y luego sobre el suelo a los inconscientes.

Mientras no estabas los leales al Prelado vinieron y nos dejaron todo lo necesario para limpiar el templo de esos invasores, cuando ordenes comenzaremos a recapturar lo que es nuestro.

Veo que tiene razón… aunque no es suficiente… mantengan el bloqueo, debemos pensar en como expulsarlos del “continente”… mortales os envío a que informen a sus respectivas curias de lo sucedido aquí.

¿Que… ¿Donde estoy?. Escuchó la familiar voz humana a su espalda.

Estas despierto, vosotros regresen a Maldraxxus e informen a sus líderes que no perdonamos lo sucedido pero… Dejó una incomoda pausa. agradecemos este apoyo.

Así será pues Dechada.

Y a vosotros dos, leales a Bastión, regresen al Fuerte Elíseo e informen de lo sucedido. Regresaré más tarde para reorganizar nuestros efectivos en los puntos vulnerables.

A sus ordenes.

Apolon, llévatelos de vuelta.

Antes de nada nos tenemos que despedir de nuevo…

Han luchado bien los dos, dile que cuente con nosotros cuando lo vea necesario.

Siento no poder instruirte ahora en curación pero… urge regresar… envíame un correo urgente cuando tengas tiempo, será un placer… enseñarte más… Bostezó agotado.

Así será… Sentía un vacío interior extraño al ver como Adrestes tomaba en su brazo a los dos humanos. Cuídense, quiero volver a veros pronto.

Cuídate tu también, y confía en tu nueva camarada. El kyriano alzó sus alas y desapareció al instante de su vista.

Nosotros también debemos partir, tienen los dos una cita muy importante en el Fuerte.

¿Cita?.

Os lo explicaré al regresar. Fueron tomados por su brazo, al igual que Adrestes alzó el vuelo con fascinante facilidad.

A ella le espera su ceremonia de unión a nuestra sagrada curia y a ti… tu nexo de almas.

Eso suena importante…

Lo es, cuando lleguemos te informaremos mejor, descansa mientras tanto pues te lo mereces.

Gracias… solo hice lo que había que hacer…

El viaje era largo dándole tiempo a reflexionar y descansar. Miró a la agotada paladina dormir plácidamente en el brazo del kyriano y suspiró.

Creo que me he pasado sospechando de ella… no tiene la culpa de que “El” sea como es… quizás cuando vivía era completamente distinto…. Creo que debería disculparme con ella cuando pueda.

La relajante brisa hizo mella en el, haciéndole los párpados cada vez más pesados.

En cuanto a la Luz… sin ella no hubiéramos podido vencerlo pero… una escena del pasado le vino a la mente. casi me dejó morir aquella vez… ¿por que ahora se presta a ayudarme?… maldición, tendré que consultar al “Alto Señor”… suspiró hastiado. Ya verás el sermón que me cae…. Bostezó.

Te despertaré cuando lleguemos, duerme hasta que lleguemos.

No es… necesario…. Le costaba mantener los párpados abiertos.

Confía en ella, pronto será nuestra hermana y además, ha estado conmigo ayudándome frente a muchas amenazas.

No es por ella… si no por quien…. le acompañaba…. Un largo bostezo se abrió paso por su boca.

No te preocupes, aún nos queda un rato para llegar.

Tomaré tu palabra… gracias por dejarme reposar.

A vosotros por darnos esperanzas.

Se dejó sucumbir por el cansancio, apoyando su cabeza de lado en el brazo de Apolon cerrando sus ojos y dejándose llevar.

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Llegaron sin problemas al Fuerte Elíseo donde fue despertado nada más llegar por Apolon.

Ya estamos aquí. Habla con la guía de almas Daelia en el Sagrario de la Vinculación. La encontrarás atravesando el corredor entre las escaleras que lleva a la Arconte.

Gracias. Miró a la durmiente Valerie aún en su brazo. ¿No vas a dejarla aquí?.

Me la llevo al Reposo del Héroe que descanse y se prepare para la ceremonia, te avisaremos cuando se vaya a celebrar y por cierto, entrégale a Haephus los cristales de ánima que han conseguido, lo tienes bajo esa pérgola Señaló la lejana pérgola al otro extremo de la plaza.

De acuerdo, cuida de ella y dile de mi parte que la veré en su ceremonia sin falta.

Lo haré. Ve y sirve.

Apolon volvió a alzar el vuelo desapareciendo en el horizonte y el se dio la vuelta y se acercó a la humilde pérgola.

Buenas hermano, ¿Has logrado traer ánima?. No lograba encontrarle rasgos que le diferenciase de otros kyrianos.

Si, unos cuantos cristales… Dejó caer el saco y lo abrió, dejando ver los grandes cristales celestes.

Esto… con esto lograremos reactivar temporalmente la Cresta de Ascensión… Pareciera brillarle los ojos. No tengo palabras para agradecerte esta entrega.

No ha sido solo cosa mía… Valerie y dos camaradas mortales de otra curia colaboraron sin cesar para esta entrega.

Tomó dos cristales, abrió la dorada tapa de uno de los grandes y vítreos depósitos a su lado y los dejó caer, disolviéndose en hebras celestes que precipitaron hasta llenar dos ”dedos” el celeste fluido azul que a duras penas tendría cinco.

Al fin lograremos ascender a varios Aspirantes tras tanto tiempo… y todo gracias a vosotros. Tomó otros dos cristales y los vertió en el interior del recipiente. Por cierto, Kleia te espera en el Sagrario de la Vinculación, no la hagas esperar._

¿Kleia está aquí?… ¿Y Pelagos?.

Pelagos está ayudando a preparar la ceremonia de unión de Valerie.

Vaya… bueno me alegra saber que están bien.

Recuerda traer hasta la más mínima gota de ánima de allá a donde te lleve el destino. Ve y sirve.

Nos vemos.

Dejando atrás la plaza se adentró en la pequeña pasarela que llevaba a una estancia interior. Justo antes de la entrada se encontraba Kleia esperando.

¡Has vuelto! y además tienes una nueva armadura digna de uno de los nuestros.

Me alegro de verte. ¿Qué haces aquí por cierto?.

No se, me dijeron que viniera y así he hecho. Por cierto, te vimos en tu ceremonia… gracias por esas palabras.

Yo… es lo menos que podía hacer… gracias.

En estos tiempos oscuros todos tenemos que ayudarnos…

Así que ya han llegado, bienvenidos. Tras Kleia emergió una angelical figura ataviada con ligeras vestimentas blancas como ya acostumbraba a ver, sin embargo aquel dorado bastón engarzado con moradas gemas le llamó la atención. Hoy es un día muy especial para ustedes.

¿Especial… ?… ¿Te refieres a…? Lo sospechó, pero la realidad se le hacía demasiado grande al pequeño mortal.

En efecto, Kleia será tu nexo de almas.

Qu….¿Que es eso del nexo de almas?. Nervioso no dejaba de mirar a su alrededor con mirada perdida. Solo llegaba a ver el azul celeste y lapislázuli que inundaba el interior.

¿No lo sabes aún?.

No he tenido tiempo desde que llegué aquí Kleia…

Acérquense al Vinculador de almas por favor.

La octogonal sala estaba ricamente decorada con diversos motivos relacionados con lo que iba a dar lugar allí en aquellos rectilíneos grabados. El leve olor a incienso llegaba a sus pulmones intentando relajarlo, pero sus nervios a flor de piel superaba el efecto de este. Tampoco el sepulcral silencio roto solo por el leve crepitar de las antorchas, velas y pequeñas fogatas que emanaban aquel leve azul que teñían la sala lograba relajarlo, más bien al contrario pues sabía que debía ser algo sumamente importante.

Bajaron los pequeños escalones que daban lugar al interior de la sala alrededor de la cual las columnas se abrían paso. En el centro el extraño artilugio aguardaba.

Puesto que no sabes en que consiste la vinculación de almas te lo explicaré.

Claro… Miró a la extraña “mesa” con recelo, por algún motivo le recordó a algo que vio en las Fauces.

Todo kyriano se vincula a otra alma cuando toman confianza mutua. Esta vinculación permite entender a su alma gemela en los momentos de mayor dificultad donde la duda se hace presente, sin esta el reino hubiera sucumbido hace eones. Ambas almas experimentarán los recuerdos, temores, miedos, sueños, esperanzas y en general las vivencias pasadas del alma gemela para así lograr entenderla y apoyarla de tal forma que logren alcanzar metas que hasta ahora pensaban imposibles.

Pero… yo sigo vivo… y supongo que retornaré a mi mundo, si eso sucede…

La vinculación es con tu alma, no con tu cuerpo. Sobrepasa el espacio y el tiempo, ella seguirá experimentando tus emociones y experiencias a pesar de ello. Ambos se fortalecerán.

Ha dicho que vivirá todo lo que he vivido… ¿verdad?.

Por supuesto, y tu experimentarás lo que ella ha vivido.

Incluido mi pasado….

Tomate tu tiempo para reflexionar si lo necesitas. ¿Kleia quieres realizar el vínculo?.

Por supuesto, aunque lleve poco tiempo aquí ha demostrado ser un gran compañero. Quiero ayudarle a sacar quien verdaderamente es, se que se preocupa por todos y que por supuesto me ayudará cuando caiga en la duda.

Aquello fue demasiado para el. Yo necesito unos minutos por favor…

Por supuesto, estaremos esperando tu respuesta aquí.

Se retiró a una de las columnas en la pared y se dejó caer sobre el frío suelo.

Se acabó… ya verás como me desprecia cuando lo vea todo. Miró a las dos kyrianas en el interior de la sala con temor. No es que tenga opción pero para una vez que parecía tener a alguien de confianza… suspiró resignado. Está claro, mi pasado me perseguirá toda la vida como una condenada maldición… Se echó las manos a la cabeza. A quien quiero mentir, me lo busqué yo todo solo… nunca debí dejar la Cruzada, ya hubiera encontrado otra forma de sacar dinero de una forma más honesta… podría decirles que no quiero… pero tarde o temprano todo saldrá a la luz… En fin, que sea lo que tenga que ser… lo peor que podría pasarme es que me expulsen a Azeroth… Se levantó y regresó al centro de la sala.

¿Estás preparado?.

Si. No era capaz de mirarle a la cara.

¿Estas bien?. ¿Es por lo de ver tu pasado?. La voz de Kleia le sonó demasiado pura para el. No te preocupes, no estamos aquí para juzgarte.

Sigamos, no la hagamos esperar más.

Como veas, pero podemos esperar a que estés mejor.

Hagámoslo.

De acuerdo…

A partir de ahora debes seguir mis indicaciones, lo primero que harás es saludarla con respeto, después conectarás con ella a través del Vinculador. ¿Estás listo?.

Si.

Comencemos pues.

Se inclinó con respeto frente a Kleia, la cual le devolvió el saludo, tras ello miraron al artilugio que iluminando sus bellos grabados con haces de luz desplegó con gran velocidad y precisión múltiples piezas de su interior que uniéndose entre estas ensamblaron un alto panel que casi pareciera rozar el bello candelabro sobre esta.

Es… tan parecido a lo que me permitió salir de las Fauces… Sorprendido no lograba abrir más los ojos ante la maravilla que se erigía ante el. Por mucho que mirase no lograba entender el complejo grabado en el centro del panel que le recordaba a un “quitasueños” Tauren.

Es un artificio de Los Primeros. Imbúyelo con tu anima, ¿Sabes como hacerlo no?.

Más o menos… Alzó su temblorosa mano con palma abierta al panel e intentó dejar la mente en blanco concentrándose en ello.

Estas bloqueándote, debes abrir más tu alma.

Suspiró y tomó una bocanada de aire para exhalarlo. Se concentró en controlar su respiración, tratando de olvidar todo lo demás.

Sigan así.

Siguió con su ritual personal. Notó un leve toque en su frente y súbitamente el caos inundando su mente.

Miles de imágenes, sensaciones, olores que reconocía y otros desconocidos, sonidos en extraños idiomas… esperanza, sueños, ira, dolor, frustración, desesperación y decenas de sentimientos entremezclados no le daban tregua. Notó molestia en sus rodillas, pero por algún motivo no podía sentir su brazo.

Debes aguantar más, el vínculo ha de ser completado. El grito milagrosamente lograba sobreponerse entre la cacofonía que amenazaba con enloquecerlo.

Más imágenes que se sucedían una sobre otra, más emociones entremezcladas junto a esa cacofonía, por no hablar de aquellos olores, todos seguían entremezclándose en su cabeza sin cesar hasta que cesaron sin más.

El vínculo ha sido completado, enhorabuena, vuestro vínculo os hará a los dos más fuertes. Vuestro viaje juntos no acaba más que comenzar.

Cayó a su costal completamente agotado, ante el solo la difuminada luz exterior lograba llegar a sus ojos.

Has tenido una vida cuanto menos… “compleja”… Kleia intentaba hablar, aunque también creyó que estaría confusa.

Yo…… Se echó las manos a la cabeza de nuevo.

Ahora entiendo lo que querías decir con…. eso de tu pasado….

Logró sentarse con ayuda de Daelia. … alguien tan pura y noble como tu no merece estar junto a alguien como yo… Intenté que no tomaran tanta confianza conmigo… supongo que no querrás verme más… suspiró frustrado. lo entiendo.

¿Pero como puedes decir eso?. Vale que tengas un pasado discutible, pero en ningún momento sentiste placer o gusto por lo que hacías.

¿Como?… ¿Estas… perdonándome?… Confundido miraba a Kleia y Daelia sin llegar a ver sus caras.

¿Por que iba a perdonarte?. Hiciste lo que tenías que hacer por tus seres queridos, a la que pudiste dejarlo lo hiciste y has ayudado todo lo posible por proteger todo lo que te importaba.

Por que me vi lastrado a ello…

Por que sentiste que debías ayudar, no te restes méritos. Vas a pasar mucho tiempo junto a Pelagos superando esas cargas pasadas… estos dos tienen mucho que superar aún.

¿Así que no me odias o detestas por lo sucedido?….

En absoluto… anda toma mi mano que te ayude a levantarte. Ante el la celeste mano esperaba.

Yo…. notó como algo húmedo caía por sus mejillas. es la primera vez que…

Desahógate, puedes decirme todo lo que tengas que liberar. ¿Para algo hemos ligado nuestras almas no?.

Al fin pudo ver aquella vislumbrante cara celeste. Tomando su mano fue alzado con firmeza.

No te puedes hacer una idea de lo que me he llegado a odiar…. Como si un impulso fuera abrazó a Kleia dejando caer sin parar lágrimas sobre el prístino suelo.

Por supuesto que no puedo imaginármelo, pero he podido verlo. Notó el abrazo de aquellos delicados brazos en su espalda. Has portado una pesada carga sobre tu espalda durante todo este tiempo tu solo, permítenos ayudarte a liberarte de ella.

Como si del cálido abrazo de una madre se tratara siguió desahogándose entre aquellas paredes, olvidando la presencia de Daelia.

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Separándose de Kleia se secó como pudo la humedecida cara. No se como he podido perder la compostura pero…. gracias.

Estamos para apoyarnos mutuamente, lo necesitaremos para salir de estos lóbregos tiempos.

Sintió una frustración interior incompresible al verla. Por algún motivo al verte noto frustración… ¿Es lo que sientes tu por casualidad?.

Estaba tan cerca de la ascensión y vino la sequía, no se si llegará el momento algún día.

Notó aquella frustración y amargura en su interior como si fuera el quien lo sintiera. He sentido esa amargura como si fuera mía… podría decirse que ahora compartimos ese sentimiento… pronto lograrás tu objetivo si seguimos recolectando “ánima”.

Gracias, ojalá tengas razón.

Eso espero… Será mejor que salgamos fuera.

Tienes razón, aún hay muchas cosas que debes saber de nosotros, además querrás descansar.

La verdad es que si. Dieron la espalda tanto al extraño artilugio como a Daelia.

Caminaban con paso calmado entre los estandartes ondeando en el corredor. Ahora que lo recuerdo, Adrestes requería tu presencia, no le hagamos esperar.

Desde luego que no hay descanso aquí… veamos que quiere.

En la plaza central Adrestes observaba de espaldas a ellos el horizonte, al acercarse a el este notó su presencia y dio la vuelta.

Veo que al fin han vinculado sus almas, enhorabuena.

Gracias, ¿Requería mi presencia?. Trataba de disimular como podía su cansancio con pequeños pasos para acallar sus agotadas piernas.

Quería agradecerte todos tus servicios hasta ahora y ponerte al día de todo lo sucedido hasta ahora, han llegado noticias de Oribos por parte de “Argent”.

Escuchar ese nombre le trajo una sensación agridulce entre esperanza y desgana al saber lo que le pasaría al encontrarse.

Han logrado rescatar a uno de sus líderes, “Baine”, de Thorgasth que ya está en Oribos y están tratando de localizar a “Jaina”.

Eso son buenas noticias… ¿Y que es de los “Abjurantes”?.

La cosa sigue igual, hemos podido detener sus avances, pronto te llamaremos a filas para que nos asistas en los contraataques.

Cuenten conmigo.

Hasta entonces puedes descansar, aunque vendría bien que asistieras a todo el que lo necesite y vayas tomando contacto con el resto de la curia. Ve y sirve.

Vas a descansar poco, tengo pensada una hoja de ruta para Pelagos y tu que van a cumplir.

No me gusta como suena eso… En aquel momento supo que la pesadilla no acababa hacer más que comenzar.

Tienes que aprender a escribir nuestro idioma, ver la ceremonia de Valerie, superar el trauma con aquella arpía, liberarte de más cargas del pasado,… Siguió enumerando actividades a cada cual le apeteciera menos que la anterior.

Parece como si lleváramos casados diez años…

Voy a ser tu nexo de almas por el resto de tu eternidad, así que acostúmbrate. Impositiva pareciera reafirmar su reflexión.

Que sean quince…

Los siguientes días transcurrieron sin más incidentes que las “actividades” de Kleia mandaran. La ceremonia de unión de Valerie se dio sin problemas, la humana estaba deslumbrante aquel día con aquella hermosa toga. Tras ello vino su infierno personal a manos de Kleia.

Primer contacto con la escritura. Completamente desbordado por todas las normas que requería y por no asemejarse a nada que supiera apenas pudo empezar a escribir algunas sílabas erradas lo que le frustró bastante.

Lo que le esperó tras la comida no fue mejor. Sesión de literatura con montañas de pergaminos y libros sobre la historia del reino desde que la Arconte lo creara en los albores del plano. Dejó de leer cuando llegó a los orígenes de la primera Forjadora incapaz de mantenerse despierto.

Tras el cultivo de la mente llegó la hora de volver a los orígenes en el Crisol del Aspirante. Como si de una pesadilla se tratase entró en aquella traumática galería que tan malos recuerdos le daba donde aconteció lo esperable, otra vez la inmensa elfa del vacío dominandole para acabar reducida a candente polvo, sin embargo esta vez…

Ya puedes respirar tranquilo, ha desaparecido. Kleia le ayudó a levantarse.

Parece que está bien arraigada en su interior. Pelagos a su lado no sonaba muy convincente.

Así es por desgracia, pero… lo ha hecho muy bien, esta vez ha sido bastante más pequeña.

¿Bastante más pequeña?, si pudo alzarlo con su mano.

Ha podido liberarse de ella, no te puedes hacer una idea de como era la primera vez.

Entonces…. ¿ha ido bien…? Jadeando respiraba tratando de recupera el aliento.

Ha ido bastante bien, unas pocas sesiones así y lograrás superarla al fin. Su voz si que sonaba convincente. A la vez notó dentro de sí un pequeño atisbo de reforzada confianza.

Me alegra escuchar eso, vamos a comer algo para celebrarlo.

No tan rápido amigo, ahora es tu turno.

¿De verdad es necesario ahora?.

Por supuesto.

Apoyó a Pelagos en su prueba. Al ver que le tocó enfrentarse a sí mismo le hizo pensar si su última carga era el mismo, pero lo dejó pasar pensando que aun faltarían años para ello así que se limitó a apoyar a Pelagos.

Los últimos ¿días?… ¿semanas?, o eran horas, no lograba encontrar patrones temporales, se concentraron tanto en aprender más de aquella escritura como en mentalizarse de que iba a tener que olvidar otro momento de su amargo pasado. Para su suerte sabía que sería algo que preferiría olvidar para su propio bien.

Tocó trasladarse a la zona superior del Enclave Nemótico pues el Templo de la Pureza seguía ocupado por los Abjurantes, donde se recostó sobre una mullida alfombra bajo una pergola y simplemente se dejó llevar. Una vez acabado el procedimiento se levantó como si nada.

Hemos concluido, ¿Como te sientes?.

Pues no sabría decirte pero… algo dentro de mi se siente más ¿ligero?, no se, es como si me hubiera quitado una carga de encima. Miró el pequeño fragmento cristalino en mano de aquella kyriana.

Mírate la mano y dime por que tienes esa pequeña marca en la base del dedo.

Se miró la pequeña marca rectilínea en el dedo extrañado. Es la primera vez que me fijo en esto… ¿Me corté cuando aquella copa se rompió en casa?… Trató de recordar el origen de esa marca, pero aunque intentara asociar recuerdos de copas, jarras y en general cosas punzantes no lograba encontrar el momento en el que se hizo eso. Nada… ¿Me han eliminado el recuerdo del corte no?.

Puede ser, guardaremos el recuerdo en el Enclave para que no sea olvidado, cuando veas oportuno regresa y seguiremos con el procedimiento, por desgracia aún quedan muchas cargas pasadas que te atormentan.

Gracias… ¿Y ahora que hacemos Kleia?.

¿Ahora?. Descansar, lo estas haciendo muy bien así que te has ganado un día para reposar.

Me pregunto como le habrá ido a ese hombre sin el dedo que le cortó…

¿El dedo qué?. Preguntó extrañado a Pelagos, el cual recibió un codazo de Kleia.

Nada nada, no tiene importancia ya, volvamos al Reposo del Héroe. Kleia cortó por lo sano la conversación señalando la salida del Enclave.

Supongo que será del recuerdo… bueno ya da igual.

Montaron en los lariones en los que vinieron y alzaron el vuelo regresando al Fuerte.

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Menel puso alrededor de la carne las verduras limpias y cortadas y cerró el horno.
-En media hora estará listo-anunció.
Se sentaron los cuatro alrededor de la enorme isla que coronaba la cocina con las copas de vino en la mano.
La kaldorei parecía pensativa.
-Azeroth llamando a Menel- dijo su esposo.
-Estaba pensando…y no me gusta lo que presiento-contestó ella.
-Ummm…no sueles errar con estas cosas-dijo el Lord.
-Lo se,por eso me preocupa.
Lya y Earnur los miraban interrogantes.
-Menel- explicó Argent- suele tener momentos de clarividencia o una intuición muy desarrollada.
-Medio bruja me suele llamar- dijo ella divertida.
-Y bien?-preguntó el instructor.
-Estaba pensando en Zovaal,Sylvanas y ese maldito plan que lleva milenios desarrollando. Y en N´zoth.
-Que tiene que ver el Dios Antiguo en todo esto?-preguntó Earnur
-Está muerto- dijo Lya.
-Si,pero recordáis como murió? como lo mataron?-preguntó Menel.
-Desviando la azerita a las forjas titánicas y el adalid la concentró en el corazón de Azeroth.Y…lo fulminó- apuntó Earnur.
-Exacto-contestó Menel.
-A donde quieres llegar?- preguntó su esposo.
-Siempre me he preguntado porqué Azeroth no nació hace milenios con el resto de los titanes. Y habéis dicho que Zovaal se ha hecho con cuatro de los sigilos.
-Si, el Prelado de Maldraxxus dice que le falta el de la propia enjuiciadora,el sigilo original de Zovaal,él fue el primer enjuiciador,pero quiso más conocimiento. Creo que no le gustaba su condición,una eternidad juzgando almas, y se rebeló,intentó robar los sigilos y con ellos acceder al Sepulcro de los primeros,pero sus hermanos lo detuvieron, le quitaron el sigilo y lo encerraron en las Fauces. Con ese sigilo crearon a la enjuiciadora- explicó Lya.
-Así que necesita los cinco para poder acceder al Sepulcro-dijo el Lord pensativo.
-Si,por lo que sabemos en el sepulcro de los primeros se haya la forja de creación, la forja con la que los primeros modelaron el universo que conocemos,incluidas las tierras sombrías-relató Earnur.
-Debéis evitar que se haga con el sigilo- contestó Argent.
-Esta vez las facciones no han esperado,por eso están atacando el Sagrario de Dominación,derrotar a Sylvanas y al Carcelero antes de que se haga con el es la prioridad-contestó la paladina.
-Sigo sin entender que tiene que ver con Azeroth y N´zoth- dijo Argent mirando a su esposa.
-Amor piensa un poco. Si Zovaal accede a la Forja de Creación con los sigilos…tiene que “activarla”- dijo entrecomillando los dedos- y dejó claro que viene a por el alma de nuestro mundo.
Argent se quedó pensativo un momento y al darse cuenta de por donde iba el razonamiento de su esposa casi se cae de la silla.
-Estás segura?-preguntó consternado.
-No lo se…pero la lógica me dice que si.
-Alguien me lo va a explicar?- preguntó Lya como si se sintiera fuera de lugar.
Menel la miró con seriedad.
-Lya,Azeroth posee un poder inmenso,tanto como para matar a un dios antiguo aún herida,aun no-nata. La forja de la creación debe funcionar con algo,magia,baterías…y si Azeroth es…esa batería? Y si los primeros la crearon como “esa batería” y por eso no nace?
Lya soltó un grito ahogado al comprenderlo.
-No…no puede …ser…y sin embargo…
-Y sin embargo tiene mucha lógica. Yo no he visto de lo que es capaz la azerita,pero quienes la han tocado hablan de sentir un inmenso poder,de creer que podrían cambiarlo todo a su antojo…-dijo Earnur
-Y que hacemos?- dijo Lya
-De momento solo esperar que la incursión al Sagrario sea una victoria. Si Zovaal llega a acceder a la forja…todo cuanto conocemos…desaparecerá- dijo el Lord.
-Mas vale que la Arconte y compañía incluída Elune hagan algo. Mostraron piedad con Zovaal,lo dejaron vivo…es su responsabilidad detenerlo…otra vez- sentenció la kaldorei.

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Sentado frente a un garabateado pergamino trataba de escribir una frase sencilla bajo la atenta supervisión de Mikanikos, el cual no dejaba pasar ni una falta.

Recuerda que “posada” se escribe como “hogar” junto a una declinación que indica “de pago”, es decir “Hogar de pago”.

Ya ya, pero lo confundo con el enánico y el común, que tienen formas distintas cada uno y los mezclo… suspiró resignado dejando la pluma en su tintero con cuidado.

Esta bien, hemos acabado por hoy. Ya consigues escribir frases casi enteras, no está nada mal el avance.

¿Que no está mal?… sigo confundiendo glifos básicos aún como “gheh” y “ghê”.

Eso se soluciona escribiendo… Te dejo descansar con una condición. Frotándose las manos parecía entusiasmado, lo que le causó algo de temor.

No es como si tuviera opción, ¿Que quieres?.

Escribe algo en tu idioma, ¿Recuerdas que me dijiste que me mostrarías cosas de tu mundo no?.

¿Solo eso?… Supongo que no hay problema, no me vendrá mal recordar mis idiomas.

Dándole la vuelta al maltrecho pergamino escribió una frase simple en runas enánicas y bajo estas la misma frase en grafía común. Dejó la pluma de nuevo y se apartó un poco.

Es curioso cuanto menos… ese “Enanico” se ve complejo desde luego con ese sistema de runas de líneas rectilíneas. ¿El de abajo es “común” verdad?.

Si, es el idioma de los humanos… bueno de los que son como Valerie y Argent, es un idioma realmente sencillo que prácticamente todos conocemos en “nuestro lado” del mundo.

Es fascinante, ojala pudiera ver tu mundo y las maravillas que alberga.

No quieres hacerlo. Interrumpió contundentemente. Créeme que no quieres… las maravillas que alberga son eclipsadas por todo lo malo de este y sus habitantes… Le miró con la condescendencia a la que se mira a un inocente infante que no sabe nada del mundo real. La miseria, dolor y traición que inundan hasta lo más profundo de la Vorágine en ese mundo te obliga a convertirte en escoria si no quieres verte arrastrado por la marea… Créeme, no quieres ir a ese mundo.

¿Puedes venir conmigo a charlar un poco?, Tengo curiosidad por saber más de ese mundo.

Extrañado por esa tercera voz se dio la vuelta. Tras ellos un kyriano de dorada armadura esperaba tranquilo mirando a lo que creía que era el pergamino.

No me he presentado en condiciones, soy Thenios, Dechado de la Sabiduría.

Yo… no se… habrán mundos mucho más interesantes y con mejores historias que el mio…

Y cada mundo tiene historias únicas dignas de ser escuchadas. Se que estás esforzándote por adaptarte a nuestro reino, nosotros queremos saber más de tu mundo natal si así lo deseas.

¿Por… por que me tratan tan bien?… no dejo de ser al final un mero mortal venido del plano de los vivos.

Dejaste de serlo cuando llegaste aquí y sellaste ese destino cuando te uniste a nosotros. Es normal que nos preocupemos de un hermano sumergido en la duda.

Yo… Aquellas palabras llenas de calidez se les antojaba tan lejanas y dignas para alguien como el. …no durarían nada en mi mundo. Suspiró frustrado.

Mirando al horizonte pensaba que sería lo más correcto, temía por causar rechazo en su nueva “orden” tanto por quien era el al igual de por que mundo provenía. Por otro lado temía que hubieran más “agentes infiltrados” entre ellos… por algún condenado motivo todo tipo de fuerzas quedaban atraídas a su mundo al igual que unas polillas a un farol. Sin embargo aquel ser por algún motivo le inspiraba confianza.

De acuerdo, pero tendré que omitir algún dato comprometedor, no hace mucho fuimos atacados por un gran enemigo.

¿Puedo ir?, Seguro que tienen tecnología desconocida para mi.

Permítenos hablar a solas, ya tendrán tiempo para hablar de ello después.

Entiendo… bueno tengo que ver que demonios esta sucediendo en la Forja, hasta luego.

Levantándose siguió a un cercano banco de madera al Dechado, donde se sentaron.

Háblame un poco de tu mundo, tengo interés por aquello que dijiste, lo de que “todo tipo de fuerzas se veían atraídas a este”. Su paternal voz le inspiraba un poco de confianza, aún así mantenía un poco de sospecha.

No se ni por donde empezar, han sido tantas cosas que… Si es que desde que tengo recuerdo hemos estado en guerra contra otros.

Un mundo convulso entonces… ¿algún ejemplo?.

La Legión Ardiente dos veces… no espera, tres… Mejor solo digo de los que han ido sucediendo desde que nací, tardaré menos.

Como veas, esto es una charla. No sabía si era su tono o su permisividad, pero no parecía notar maldad en sus palabras.

Desde antes que naciera hasta hace no mucho la guerra de los Tres Martillos entre mi propio pueblo, las Cuatro Guerras contra la Horda… Recordó aquellos incesantes golpes tras la gran puerta, el miedo y la angustia de los suyos ante el temor de ser masacrados por los orcos si lograban romper el asedio.

¿Has recordado algo de esas guerras?, te ves pálido.

Volvió en sí, frente a el seguía “Thenios” mirándolo con un poco de preocupación.

…perdón, me vino un mal recuerdo… en la Primera era muy joven y nos encontrábamos siendo asediados. Sabíamos que si rompían el asedio acabaríamos siendo masacrados… Como resultado de la Tercera vi las consecuencias de esta y la Cuarta… por culpa de su artífice están… estamos aquí con la sequía… Y ni hablemos de los dos ataques de la Legión Ardiente, la Horda de Hierro, la Plaga y de las que no me acuerdo… han sido unos ¿Treinta? años en los que solo hemos visto muerte y miseria como nunca antes habíamos visto…

Y has logrado sobrevivir a todo ello, los de tu mundo deben ser fuertes si han logrado pasar por todo eso desde luego.

Muchos han sido los que se han quedado en el camino… nos reconfortaba saber al menos que sus almas irían a un lugar mejor pero no esperaba ver esto… si esa condenada Alma en Pena no hubiera provocado esa maldita guerra… ¿A quien quiero mentir?, la culpa no es solo suya, si no de todos al haberle dado el liderazgo y al no haber hecho nada hasta el final…

No te culpes por algo así… ¿A que estás culpabilizandote por la sequía?.

Dio un pequeño salto atrás sorprendido. ¿Cómo…?… ¿Acaso puedes entrar en mi mente?.

No puedo hacer algo así, pero es fácil percibirlo. Como mortal crees que como ella es culpable tu tienes parte de esa culpa por ser de tu mundo y no haberlo evitado. No eres capaz de mirarnos a la cara por ello.

Así es… Si hubiera estado en el asedio de Ogrimmar…. al menos hubiera podido hacer algo… Frustrado miraba al enlosado suelo.

De nada sirve pensar en posibles, estas haciendo más por todos ahora de lo que crees.

No vas a lograr animarme así…

Bien, tengo una última pregunta a la que me responderás cuando logres indagar en la respuesta… ¿Por qué luchas?.

Le miró extrañado. ¿Por que lucho?… Pues por…

Fue interrumpido. Ahora no, ya me responderás a ella más adelante, cuando retornes por medios “tradicionales”. Te dejo hasta que vayas a ser Ascendido para que lo pienses.

Entiendo, pero… ¿Eso no es demasiado tiempo?… Espero masculló para sí esto último.

Quiero que pienses en ello cada vez que tengas que enfrentarte a una adversidad y caigas en la duda, quiero que me respondas a ello cuando llegue ese momento. Por cierto, pronto ascenderemos a varios hermanos gracias al ánima que han traído, nos gustaría que vieran como se hace. Es una de las ocasiones más importantes de la existencia de un Kyriano.

Intentaré estar entonces y… pensaré en lo que me dijo… gracias.

Para eso estamos. No te lo dije pero la ceremonia se celebra aquí mismo, en la Cresta de Ascensión. Levantándose señaló la peculiar estructura central de la plaza.

Pensaba que era un ornamento. No creo que me desplace mucho de aquí, tengo bastante que practicar de su escritura así que ya saben donde estaré.

Me agrada escuchar eso. He de marchar, esta situación ha inundado de duda el reino y hay muchos hermanos que requieren mi apoyo, estaré en el Templo de la Sabiduría si necesitas consejo, nos vemos.

Como era…. “¿Ve y sirve?”.

Correcto, nos vemos. Alzando sus alas salió volando de su vista.

Así que “Por que lucho”… diría que por sobrevivir, recompensas, volver a casa y que no destruyan mi mundo, pero…

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Sintió su corazón latiendo cada vez con mayor intensidad. La parte de él que lo unía a sus aliados salvajes lo instaba a unirse a la refriega. El deseo de destrozar demonios. La sed de venganza por todo aquello que perdió años atrás estuvo cerca de hacer que perdiese el control de sí mismo. Por su mente pasó aquella guerra que le había privado de propósito y le hizo caminar por un pozo de desasosiego en el cual no encontró consuelo alguno. Todo el daño que los demonios le hicieron a su vida pasó ante sus ojos.

El recuerdo de su madre;sus amados bosques ardiendo; su hogar destrozado; su gente expulsada de los bosques …

El elfo refrenó el ímpetu que lo llenaba de cólera. No debía dejarse llevar por su lado salvaje, debía de mantener el equilibrio entre sus dos partes: su persona y su reflejo en la naturaleza. Respiró profundo y le dio paz a su espíritu que clamaba venganza por lo que concentró toda su voluntad en serenarse.

La batalla siguió desarrollando frente a él.
Parecía que si bien los sables de la noche llevaban la mejor parte, los demonios lograron recuperarse de la impresión y atacaban cada vez con más fiereza y decisión.
Había logrado tranquilizarse y no iba a dejar solos a sus aliados. Corrió sobre la nieve y se abalanzó sobre el demonio que tenía más cerca y con la ferocidad propia de la bestia que representaba le destrozó la garganta.
La mole se derrumbó en el suelo y Nhail cayó sobre él. Sintió, antes que escuchó, al monstruo que se acercaba por detrás y de forma instintiva esquivó el hachazo que golpeó el lugar donde estuvo tan solo un segundo antes. Reaccionando de inmediato saltó sobre él y su daga se introdujo con facilidad en la garganta del demonio abriendo los ojos como platos conmocionado tambaleándose hacia atrás mientras intentaba en vano contener los borbotones de sangre, le hundió la daga hasta la empuñadura. Sintió el sabor de la sangre vil y supo que jamás había saboreado nada tan repugnante. El fluido del demonio le quemaba el interior pero ignoró el dolor y hundió a Myrkur aún más profundo en la carne maldita.

El demonio aulló de dolor y dejó caer el hacha. Recogió el arma caída, la levantó por encima de su cabeza y golpeó al demonio. Su enemigo se desplomó al suelo y no volvió a levantarse.

Al verse libre de otros enemigos retrocedió y evaluó la situación. Habían logrado romper las filas demoníacas pero contempló con gran pena a muchos sables de la noche yaciendo ahora en la nieve sin vida. Los demonios estaban aprendiendo a luchar contra los felinos y lentamente estaban repeliendo el ataque. Los sables estaban cediendo terreno paso a paso de regreso al centro del valle.
Volvió a llamarlos y les ordenó retirarse para reagruparse y contraatacar. Si bien lo hicieron de mala gana, obedecieron y corrieron de regreso a su lado.
Mientras retrocedía intentaba de todo con tal de retrasar a los demonios que los estaban persiguiendo furibundos con la intención de despedazarlos.

La horda demoníaca avanzaba imparable. Los felinos, heridos y agotados, se reunieron ante las jóvenes crías que aún permanecían en el valle con la intención de resistir el último envite del enemigo.
Nhail llegó junto a los sables y cayó de rodillas. Había usado todas las fuerzas que le quedaban para detener a los demonios, no dejaba de ser un principiante con apenas algo de experiencia. Esta situación escapaba totalmente de su control; no podría lograr la victoria por su propia cuenta. Ya no era capaz de continuar luchando. Los sables de la noche a su alrededor lo miraban abatidos esperando sus órdenes para continuar la batalla. Pero a él no se le ocurrió ninguna manera de lograr resistir la carga de los terribles demonios.

El tiempo pareció entonces haberse ralentizado. Pudo sentir el latido furioso de su corazón reuniendo todas las fuerzas que le quedaban, intentó ponerse de pie pero cayó sobre una rodilla. Miró hacia el enemigo y descubrió que los demonios estaban fijos en él. Nhail era su objetivo: si él acababa por caer derrotado, los sables habrían perdido su guía y serían asesinados irremediablemente. Los felinos le rodearon y algunos mostraron los colmillos o rugieron desafiantes ante los adversarios que se les venían encima, no iban a permitir que acabasen con su aliado, y, finalmente, cuando los enemigos viles estuvieron a punto de alcanzarlo saltaron sobre ellos y los interceptaron en el aire.

Lucharon contra los demonios con un frenesí salvaje. Se decía que una presa se vuelve más peligrosa cuando ésta se ve acorralada. Los sables estaban dispuestos a vender muy caras sus vidas, no podrían retirarse … solo quedaba matar o morir.

Comenzó a sentir una fuerte pulsación en las sienes. Apenas era capaz de enfocar la mirada. Solo pudo escuchar el caos infernal que estaba teniendo lugar a solo unos pasos de donde él se encontraba.
Respiraba de forma entrecortada. Se había exigido demasiado durante esta lucha y ya podía sentir cómo la oscuridad lo estaba envolviendo, cerró los ojos intentando concentrarse pero se halló totalmente agotado.

— ¿ Por qué ?se preguntó. — ¿ Por qué estos demonios querrían atacar a los sables de la noche ?

Aunque creía saber la respuesta los demonios no necesitaban una excusa para provocar una carnicería. Quizá el objetivo de este ataque no era más que instigar el terror en esa región. ¿ Pero entonces por qué no atacaron a la gente que vive en estas tierras ? pensó que la razón era que sabían que no contaban con la fuerza suficiente para desafiar a los elfos de la noche.

¿Entonces por qué atacar a los sables?

Era posible que los demonios hubiesen pensado que sería más fácil acabar con ellos. Quizá pensasen que eran débiles.

¿Es que acaso creen que la naturaleza es débil?

No. La naturaleza no es débil, estaba seguro de eso. Los druidas usaron las fuerzas de su propio mundo para acabar con el mismísimo Archimonde cuando toda esperanza parecía estar perdida de la misma forma en que las razas del mundo hicieron a un lado sus diferencias para enfrentar a un enemigo común, la naturaleza había respondido y expulsó las tinieblas con una fuerza terrible que ni siquiera la mano izquierda de Sargeras pudo resistir.

No pensaba permitir que los demonios profanasen la naturaleza con su osadía e insolencia. Así que, mientras intentaba desligarse de su cuerpo, jugó su última carta.

Llamó a la tierra. A las bestias. A los árboles y las piedras. Al viento y el agua. Llamó al espíritu de la naturaleza para que acudiese a proteger a sus hijos. Invocó a cualquiera que pudiese socorrerlos en su situación desesperada.

Y escuchó una respuesta.

La vista del Errante estaba borrosa pero pudo jurar que vio al gran espíritu felino rugiendo orgulloso por encima del valle desde lo alto y detrás de él aparecieron muchas figuras que se lanzaron al ataque, hacia los demonios.

Eran los sables de la noche que habían abandonado el grupo durante el alba y que ahora regresaron al sentir el cambio en el viento y la llamada. Rugieron con una ferocidad terrible logrando llamar la atención de los demonios que en un momento se vieron rodeados por todos los flancos. Ahora luchaban desesperadamente para abrirse paso entre las bestias. Pero fue inútil, ya no había escape. Estaban atrapados. Acabaron convirtiéndose en la presa de los sables de la noche y uno tras otro fueron cayendo.

Nhail cayó de cara a la nieve, apenas veía y no pudo oír nada. En un último impulso llevó su mano al bolsillo y apretó la flecha con fuerza. Una luz blanca danzó y supo que era su hermano que lo miraba desde los cielos. Brillaba con gran intensidad aun a la luz del día. El contacto con el collar le hizo pensar nuevamente en su madre. Pensó en el dolor que lo invadió en los días de su pérdida. Lo solitario que llegó a sentirse entonces. Recordaba cómo ella lo había amado. Recordó que marchó hacia la muerte sin miedo dispuesta a lo que fuera por su hijo.

Entonces entornó la mirada sorprendido, pues hubiese jurado haber visto el rostro de su madre en lo alto, en los cielos, en la gran luna blanca.

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Se retiró a su tienda de campaña e intentando dormir no dejó de venirle a la cabeza esa pregunta. No dejaba de dar vueltas en su saco de dormir intentando conciliar el sueño todo lo que aquel perpetuo día le permitía pero aún intentándolo no lograba quitarse esa pregunta de su cabeza.

Está claro que no es lo que yo pienso, debe ser algo que me empuja a actuar pero… que no es lo que creo que es. Suspiró hondo y bostezó. Será mejor que lo olvide por ahora, aún quedan años para tener que responderle… o eso espero. Al fin logró que sus pesados párpados se cerrasen.

Despertó en lo que su cuerpo asumió que era el día siguiente, o al menos lo necesario para reponer fuerzas y bajando la cremallera que le bloqueaba de la salida surgió un Administrador de plumas azuladas.

¿Pero que?… Dio un pequeño salto hacia atrás al ver la inesperada ave. No me asustes así. Su corazón aún latía acelerado. ¿Cuanto tiempo llevas esperando?.

Llevo esperando hasta que te has levantado.

….lo que sea, ¿Por que estás aquí?.

Tengo un mensaje de Adrestes si, quiere que te dirijas a la Corte de la Euforia.

¿Corte de la Euforia?… ¿Para que se me requiere?.

Toma la carta si, léela cuanto antes. He de marcharme, el trabajo nunca acaba.

¡Espera!. Soy nuevo aquí, ¿Como llego a esa “Corte”?.

Solo ve al Reposo del Héroe y solicita un larion.

¿Te debo algo por el mensaje?. Aún no he podido solicitar oro de mi cuenta y ando tieso.

¿Oro?, el trabajo bien hecho es toda la recompensa que necesito.

……entiendo… esto… “Ve y sirve”.

Gracias, chao chao. Se fue corriendo sin más.

Aún confuso por aquella conversación rompió el sello con la siempre presente emblema y leyó el mensaje.

“Pelagos aún no esta listo para…“, “la última prueba antes de la Ascesión…“, “Kleia….”. Así que ver traer un alma a las Tierras Sombrías es el paso previo para ascender, es interesante pero… oh no… Se le congeló la sangre al leer el último párrafo. “… por lo que insisto en que te unas a ella en este último paso.” . . . Dejó caer sobre la fresca hierba el mensaje. eso significa que… tendrá que ver donde acaba esa pobre alma… ¿Que hago?. Dando pequeñas vueltas pensaba que hacer.

¿Debería decirle que va a pasar?… Según la carta estaba yendo así que… ya estará allí… Pero como decirle lo que va a ver en lo que es su día más importante, eso podría hacerla sucumbir… pero ver lo que le pasa a esa alma… ni siquiera yo quiero verlo… pero si no se lo digo… no lo perdonaría jamás, maldita sea, haga lo que haga la va a hacer sufrir…

Se sentó frente a la tienda y trató de relajarse mirando el suave mecido del trigo movido por la brisa. En resumen, ambas opciones son pésimas. Si se lo digo estará angustiada durante toda la prueba y puede que sucumba ante ella… si no se lo digo estará emocionada por saber que será Ascendida pero a la vez sabrá que me lo he callado y seguro que me odiará tras ello… suspiró. Creo que es mejor que por lo menos vaya animada, al menos no sufrirá tanto, ojala esto no hubiera acabado así.

Se levantó y cerrando la cremallera marchó hacia el cercano Reposo del Héroe.

Tras un largo vuelo por el cañón se abrió ante el la gran plaza, encandilandole el golpe de luz al dejar la penumbra del cañón.

Los aspirantes se agrupaban en el centro de esta alrededor de lo que le recordó a la baliza del Reposo. Las tres grandes campanas doradas a la distancia no daban a duda la importancia del lugar.

Has llegado al fin, me honra que me acompañes en una ocasión tan especial. Parecía brillarle los ojos a Kleia, notaba que no cabía de júbilo. Al fin después de tanto tiempo y tanto esfuerzo voy a ser ascendida.

Intentando ocultarle todos sus temores frente al inevitable desenlace se cubrió de una “mascara” y sonrió lo que pudo sin que pareciera forzado.

Gracias, ya verás como pronto obtendrás las alas… ¿Que ha pasado aquí?… Miró a los ajardinados bordes de la plaza, donde los inertes cuerpos de varios Abjurantes se amontonaban aún ensangrentados. ¿Están bien?.

Eso… fuimos asaltados por los Abjurantes, quisieron evitar a toda costa que ascendamos… Valerie nos ayudó a acabar con ellos… Notó como la frustración se acentuaba en su voz. Nosotros estamos bien por suerte.

Lo importante ahora es que logren pasarla, todo lo demás es nimio por el momento… hoy es vuestro día.

Tienes razón, hemos luchado mucho por lograr esto y al fin lo vamos a lograr, ya tendremos tiempo para afrontar a los Abjurantes, pero hoy no es ese día. Pareciera que recuperó el ánimo, aunque el ya temía que no duraría mucho.

¿Valerie está aquí no?… Querría hablar con ella.

Date prisa, pronto dará lugar la ceremonia, está en aquel palacete de la entrada.

Vale, volveremos pronto. Marchó a paso ligero hacia el palacete, donde esperaba sentada en el suelo Valerie pensativa.

Esto… hola Valerie…

Drethz… ¿Se lo has dicho?.

¿Dicho?.

Si, lo que les suceden a las almas al llegar a Oribos.

De eso querría hablar… Cabizbajo miraba a la humana.

No se cuanto voy a poder aguantar, tendrías que verla tan emocionada, tan llena de ilusión… sus ojos brillan con luz propia.

¿Puedo sentarme?.

Claro…

Se dejó caer junto a Valerie apartando un pergamino que había en medio.

Lo se, con Kleia pasa lo mismo… ¿has hecho el vínculo verdad?.

Si, siento lo que siente ella y me angustia saber el golpe emocional que le va a ser ver el final de esto…

No podemos hacer nada… he intentado hacer razonar a esa condenada Arconte de que haga algo, lo que sea, para no enviar las almas a las Fauces pero es imposible…

Es como hablar con una máquina… las últimas veces que hablé con “El” empezaba a sentir lo mismo… da igual lo que intentes hacerlos razonar, que es imposible.

Entonces me temo que lo único que podemos hacer es mirar como ocurre todo e intentar apoyarlas después… Por cierto, eres alguien de confianza, perdón por lo que te acusé en las ruinas…

Me temo que es lo único que podemos hacer, mirar y apoyarlas… aunque me da pena saber donde acabarán esas almas.

En fin… que vaya lo mejor que pueda, ya ahogaremos en alcohol las penas cuando nos veamos.

Suena buen plan, te invitaré a la primera ronda, animo con ello.

Gracias… Se levantaron y volvieron al centro de la plaza reuniéndose con sus respectivos nexos.

Estaba a punto de sentarse cuando Kleia se le acercó con una pequeña antorcha.

Vosotros vais a ayudar con la ceremonia a falta de Ascendidos, sigan las indicaciones que os vaya dando.
Eso es todo un honor. Dijo intentando no mirarle a la cara demasiado.

Bien, comencemos. Llena de energía se dirigió a los demás aspirantes ordenando silencio.

Esto no va a acabar bien. Pensó para sí mismo mordiéndose el labio inferior.

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Encendieron uno a uno los incensarios dorados de los cuales aquel relajante humo morado emanaba. Cuando Valerie prendió el último de ellos el humo de los cuatro confluyeron en la baliza central de la cual tres grandes pulsos celestes partieron hacia los pedestales bajo las tres grandes campanas que esperaban al final de la plaza, en el borde entre Bastión y el vacio.

¡Se ha activado!, aunque crucemos los mismos portales cada pareja acabará en un mundo distinto, buena suerte a todos. La desconocida kyriana se dirigió con su nexo a uno de los portales.

Todos se dirigieron en orden a los tres portales, pudo ver a Valerie adelantarse junto a su nexo y sin embargo ellos seguían allí esperando frente la baliza.

Kleia respiraba pausadamente con grandes inspiraciones y expiraciones con sus párpados cerrados. Dentro de el notaba que estaba ansiosa y nerviosa por lo que suponía atravesar el portal, pero era incapaz de decirle nada.

Abrió los párpados y pudo ver aquel brillo en sus ojos. Bien, ya estoy preparada, ¿Estás listo?.

Yo… Claro, veamos a que mundo nos envía.

Entonces no esperemos más, es hora de cruzar el Velo.

Para mí más bien es regresar… Intentó animar un poco sus ánimos aunque fuera por un rato.

Cierto, me alegra verte de humor, vamos allá.

Me pregunto que clase de mundo veré. ¿Tendrá razas y especies dignas de las historias de ficción?, ¿Civilizaciones más allá de mi compresión?, ¿Bellos paisajes alienígenas que me deje con la boca abierta?, ¿Ciudades ultra futuristas llenas hasta arriba de gente?, ¿O quizás….

Cerró los ojos y con paso decidido cruzaron el portal frente a ellos.

Al fin hemos llegado.

Abrió los ojos con la ilusión de un niño el día de Padre Invierno.

….el condenado Azeroth…. este lago… Crestagrana. Nunca suspiró más decepcionado como en aquel momento.

El pequeño cementerio en el que estaban dejaba ver el enorme lago a sus pies y los reflejos del sol de media mañana que caía sobre este. El cercano pueblo de rojas tejas en la orilla daba pie a una hermosa estampa con su pequeño embarcadero de madera y el puente de blanca piedra que junto a este sorteaba las orillas del lago. Sin embargo notó algo raro, pero a su vez familiar por algún motivo.

¿Este es el mundo del que vienes?, es hermoso.

……si, este es el mundo del que vengo…… urg… Miles de billones de planetas y acabo en Azeroth…. Bueno no hablemos de mi, hoy es tu gran día.

Bienvenida a Azeroth Kleia, te estaba esperando. Aquella ser alada le heló la sangre al verla, pero se mantuvo al margen tratando de no alterar la prueba. Para superar la prueba tendrás que traer el alma de Ben Howell del cercano pueblo de Villa del Lago y ver sus últimos momentos en vida ya aquí. Tendrás que hacerlo sola. ¿Estas preparada?.

Por supuesto, confíen en mi.

Estaré esperando, que la Arconte te guíe.

Kleia salió del cementerio y desapareció colina abajo, quedándose solo junto a esa kyriana.

¿Pasa algo mortal?.

Este lugar… este silencio… Miró sobre su cabeza al grisáceo cielo. Ese torbellino sobre nosotros… ¿Por que me es tan familiar?…

En algún momento de tu vida has tenido que morir, pero no consideraron que era tu momento.

Morí una vez pero… por algún motivo este lugar de grises me es familiar… este frío… Seguramente rememorar aquel fatídico día me haya marcado… suspiró. ¿Sabe lo que le pasará a ese “Ben” cuando llegue a Oribos verdad?.

Me temo que si, pero nuestra función es hacerlo llegar a la Enjuiciadora.

Nunca llegará a la Enjuiciadora, ira directo a “Torghast”, junto al resto de almas.

Ella no lo sabe… ¿De verdad no hay ninguna forma de evitarlo?… debe haber alguna forma… Podrían quedarse aquí mientras….o dejarlos en Oribos….o quizás…

No podemos hacer eso, estaría en contra de nuestra sagrada labor.

No dejo de escuchar eso…. ¿Condenar a las almas a un eterno sufrimiento es parte de esa labor?.

No puedo responderte a ello. Kleia está regresando, toma esta campana de vísperas y hazla tintinear cuando acabe la prueba.

Tomó la plateada campana y esperó cada vez más angustiado, pero tras una forzada sonrisa ocultó todo lo que sentía.

Kleia apareció de la colina con el alma de lo que pareciera un habitante del pueblo, un humano ordinario cargado con una camisa a cuadros y un deshilachado sombrero.

¡Aún no estoy listo!, ¡No me ha llegado la hora!, Mi familia… Desesperado no pareciera asumir su muerte. El no era capaz de verle pues sabía su fatídico destino.

Por desgracia has muerto, pero no te preocupes pues un lugar mejor te espera para el resto de la eternidad. Permítete ver tus últimos momentos. La conciliadora voz de Kleia parecía aliviar un poco al alma.

¿Que hace ese…. ¿Tu también has caído ante la Plaga?. Se preguntaba si se dirigía a el, pero lo de “Plaga” le hizo entender que si.

¿Yo?… Si. Confía en ella.

Kleia se agachó frente al alma y tocando la frente a este cerró los ojos sumiéndose en sus recuerdos.

Concentrada mascullaba algunas palabras sueltas de su visión, todo parecía normal hasta que…

…¿La Plaga ataca de nuevo?, Preparen a los…. Enmudeció de nuevo.

¿La Plaga?… Pero si estaba controla…. Maldición olvidé lo que hizo esa condenada elfa… Miró un segundo a la dolorida alma. Esto fue mientras estaba en Dalaran… si no hubiera…

¡Arg!. Despertó del trance y se levantó. Lo he visto todo, un gran futuro te aguarda por todo lo que hiciste, debemos partir. Kleia se veía emocionada y a la vez conectada a esa alma.

¿Que hará mi familia sin mi?. Me necesitan.

Es hora de retornar. Mortal haz sonar la campana. La kyriana le ordenó hacer tintinear esa pequeña campana, pero se veía incapaz de hacerlo, pues sabía que sucedería cuando llegaran.

¿Estás bien?. Te está temblando la mano mucho.

No se dio cuenta, pero estaba congelado y en efecto, le temblaba el brazo entero pero no se había percatado de ello. Va…

Hizo tañir la pequeña campana en su dulce melodía, lo que hizo que varios seres alados descendieran al cementerio.

Bien hecho Kleia, estas lista para la Ascensión, enhorabuena.

¡Gracias!. Por fin lo he logrado, regresemos a Bastión.

Fue tomado por uno de los kyrianos y alzado. Poco a poco el lago desaparecía a sus pies y sobre su cabeza el torbellino cada vez era más cercano.

Así que esto es lo que espera… no creo que debiera estar vivo para experimentar esto… Intentaba no pensar en lo que inevitablemente iba a suceder, pero para su desgracia no podía hacer nada al respecto.

Atravesar el Velo de retorno fue una sensación extraña como nunca había sentido. No sabía describirlo pero aquel cosquilleo que recorrió hasta lo más profundo de su ser no lo sintió nunca y sin embargo no supo saber si fue algo agradable o molesto. Como si cruzarlo fuera distinto para dos partes de su ser.

Frente a el Oribos se abría paso en el horizonte, lo que le causó una fuerte molestia en su estómago que no dejaba de acrecentarse conforme se acercaban y lo peor era que tendría que verlo, pues Kleia y Ben estaban adelantados.

No pueden hacerlo… va a acabar en las Fauces…. Murmuraba para si cuando entraron a por el costado de la ciudad.

Se acercaban al núcleo del complejo y el Kyriano que tenía a Ben estiró con este el brazo.

no…. no lo hagas…. Se revolvió intentando bajar, pero el firme agarre no se lo permitió.

Al llegar al núcleo el Kyriano liberó al alma del humano, que cayó al interior de este, desapareciendo en el eterno torbellino de almas.

¡No!… maldita sea…

No podemos hacer nada por el en este momento… vamos a retornar al Reposo del Héroe.

Lo han enviado a las Fauces… ¿Acaso saben a que lo han condenado?.

Salieron de la ciudad en silencio. Ni una sola palabra durante toda la travesía de retorno, solo angustia y frustración. Sentía algo más, que se temió que no era proveniente de el, si no de la ser que se encontraba unos metros más allá a la que no sabía si tendría la capacidad de hablarle cuando llegaran.

El viaje fue de todo menos cómodo y placentero, la llegada al Reposo tampoco fue agradable precisamente pues nada más aterrizar se tuvo que ver las caras con Kleia, que estaba confusa.

Cuando le dejaron en el suelo intentó evitar cruzarse con ella, pero un pequeño tirón por el yelmo se lo impidió.

Tu… tu sabías todo…. ¿verdad?. Su cara pareciera decírselo todo. Sus ojos habían perdido su fulgurante brillo, sus manos estaban cerradas fuertemente en puños y pareciera que iba a estallar en llanto en cualquier momento. esa angustia que sentía no eran nervios si no… no dejaba de mirarle.

Yo…. intentó buscar las palabras más adecuadas. …si… desde que llegué por primera vez desde Oribos… ¡Esa cond… se lo intenté decir a la Arconte dos veces!…

Necesito un tiempo para… asimilarlo… necesito estar sola….

Claro… nos vemos…. Dejándola atrás se dirigió al otro extremo del Reposo, acercándose al borde de este, donde una gran caída al valle bajo este se abría paso.

Lo sabía… sabía que lo arruinaría todo… su día más importante y ha acabado así… esto no puedo perdonármelo… Dio un paso al frente, subiendo al pequeño resalto que marcaba el fin de la plataforma y miró al verdor de la fronda a sus pies. …quizás así dejaría de… Su cuerpo dio un pequeño paso atrás, haciéndole caer al lado de las apiladas cajas. No… no puedo acabar así… Se quedó mirando al despejado cielo sobre el un buen rato. Solo puedo seguir hacia delante pero… de verdad… ¿Va a ser un camino tan doloroso?.. Si tan solo hubiera luchado contra la Plaga… no hubiera acabado en las Fauces.

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Miraba al aurealo cielo intentando no pensar en nada, pronto tendría que verse las caras con Kleia de nuevo y desde luego no se veía con ganas tras el último encuentro.

Lo mejor será que se tome su tiempo pero claro… ¿Y si eso la convence para pasarse a los Abjurantes?… Son tiempos difíciles para ellos y estos les ofrecen un cambio… uno asentado sobre sangre inocente pero claro… un cambio al fin y al cabo… si eso sucediera…

Varias aves negras pasaron en formación en el lejano horizonte bajo una gran aureola. Parece que también hay patos aquí…

Uuuh uuhhh, tienes un mensaje de Adrestes. La Administradora sin aviso le miraba desde arriba.

¡Arg!. ¿Es que quieren matarme de un infarto?… Se levantó apoyándose en las cajas. ¿Que quiere?…

Te reclama en el Fuerte Elíseo, dice que no le hagas esperar.

¿Por?… necesito un tiempo para reflexionar y desconectar.

Es importante si, debes ir de inmediato.

Aah, vale iré ya… gracias.

Se dirigió a tomar un larion que le llevaría raudo al Fuerte Elíseo. Durante el vuelo se preguntó si debería pedir una piedra hogar… si es que sabían de su existencia.

Al sobrevolar el Fuerte Elíseo se sorprendió por la cantidad de gente que esperaba alrededor de la Cresta. Nada más aterrizar buscó a Adrestes, que pareciera esperarle.

Veo que has recibido el mensaje, bien, a pesar de lo sucedido Kleia esta dispuesta a continuar…. ojala pudiéramos decir lo mismo de otros aspirantes.

¿Entonces está bien?. Le afectó mucho lo de aquella alma.

Son tiempos duros y la duda surge más que nunca, pero esta preparada. Prepárate.

¿Prepararme?. Desconcertado miró a la Cresta.

Claro, la tradición manda que el nexo de alma asista al que va a ser Ascendido en la ceremonia. Como Kleia tiene dos nexos le apoyareis Pelagos y tu.

No se si tras lo acontecido querrá verme… hablaré con Pelagos.

Pronto comenzará así que no te demores. Ve y sirve.

Colándose entre la gente se dirigió a las escaleras, así lograría ver a Pelagos… si es que lograba reconocerlo. Subiendo el cuarto escalón reconoció un grito familiar.

¡Eh!, ¡Aquí!. Pelagos bajó los escalones raudo llegando a donde estaba el.

Hola, me alegro de verte bien… ¿Has estado con Kleia últimamente?.

Yo también me alegro de verte tras tanto tiempo. En cuanto a Kleia… estaba dolida pero quiere seguir adelante.

Supongo que no querrá ni verme… lo que le hice fue imperdonable, pero no quería arruinarle su día más importante.

No está dolida contigo, de hecho me dijo que al fin entiende la fuente de tu frustración, desea ayudarte a lograr acabar con esa injusticia.

Eso solo lo sabrías si te lo hubiera dicho ella respiró aliviado… me alivia saber que no me detesta por ello pero aún así me temo que es culpa mía el que ese alma acabara donde ha acabado, si hubiera…

¡Basta!. Deja de culparte de todos los males habidos y por haber. Hoy es el día de Kleia y vamos a apoyarla.

Supongo que tienes razón… ¿Que tenemos que hacer?.

Kleia es la tercera en ser ascendida, solo quédate con lo que hacen los demás nexos, es muy sencillo. Vamos a verla.

Bajaron los escalones y esperaron entre el gentío. Allí abajo apenas era capaz de ver nada y menos de hablar con todos hablando a la vez así que se resignó a seguir a Pelagos… o al que creía que era el.

Ya casi estamos… Entre empujones y golpes lograron llegar al espacio reservado frente a la Cresta, resguardada por varios guardias armados que bloqueaban a la multitud.

Por… por fin… Respiraba sin parar al tener aire de nuevo. Parece Ventormenta en día de mercado…

Al fin han llegado, finalmente… Parecían brillarle los ojos al ver la estructura.

Estoy tan orgulloso de ti, algún día tendré la fuerza para seguir tus pasos.

Por supuesto que si Pelagos, confío plenamente en ti.

Dio unos pasos atrás para dejarles un poco de intimidad y simplemente miró al gentío de su alrededor. Mala idea pensó al entrarle algo de pánico.

Miró al despejado cielo sobre las cabezas de los presentes, otra vez pareciera haber una bandada de patos negros a lo lejos en formación.

Despierta. Pronto comenzaremos. Pareciera que Kleia quisiera su atención.

¿Eh?. Perdón… sobre lo de… No podía mirarle a la cara.

No… no te preocupes, entendí como te sentiste… se que no tenías opción…

No quería arruinarte este momento…

La culpa es de quien provocó esto, no tuya… y dejemos estas caras largas, al fin llega la ascensión. Pareció motivarse por lo que le aguardaba.

Por cierto… ¿Los patos migran aquí?. He visto un par de veces bandadas.

¿Patos?, no se de que….

Antes de que pudiera acabar el silencio se hizo con todo el Fuerte, pues la gran figura les sobrevoló.

¡Kyrianos!. Hoy nos hemos reunido ante las puertas de las sagradas Agujas de la Ascensión para dar a tres de nuestros Aspirantes las tan merecidas alas tras eones de esfuerzo y sacrificio.

Vivimos arduos tiempos como nunca antes hemos vivido y aún así han conservado las virtudes en las que se basan nuestra sagrada curia, logrando superar todas las pruebas y desafíos que han tenido que afrontar, por ello hoy darán el siguiente paso.

Aspirante Clora, da el paso adelante. Esta subió junto a su nexo de alma, que al llegar arriba bajó por el otro lado.

Mientras Adrestes y la Arconte exponían los logros de Clora algo le llamó la atención por el rabillo de su ojo. El resplandor emergente de la Cresta le devolvió a la realidad.

Aspirante Sophone, da el paso adelante.

Aunque algo inquieto por algún motivo se centró en la ascensión de Sophone sorprendiéndole lo “fácil” que era el proceso en sí.

Aspirante Kleia, da el paso adelante.

Kleia subió acompañado por ellos dos, una vez arriba bajaron por las escaleras del otro lado y esperaron expectantes.

Vio algo pasar tan rápido que no pudo identificar que era, pero siguió mirando la ceremonia. Ante ellos la cegadora luz de la Cresta pareciera imbuir a la aspirante de su energía, que una vez apagada mostró su alada silueta.

Al fin lo ha lograd… El siniestro zumbido cortó el aire cual flecha. Lo siguiente que recordó fue verse lanzado atrás por la gran deflagración y los cascotes cayéndoles.

No más de tus mentiras, Arconte.

La cabeza le daba vueltas y le dolía horrores. Sobre el la enorme silueta de la Dechada parecía volverse negra. Es…

¿Devos?. ¿Tu lideras esta rebelión?…. Intentaba ponerse en pie, era la primera vez que veía tan vulnerable a la inflexible Arconte.

¿Rebelión?. Tu ciega fe en un sistema roto e injusto no nos ha dejado otra opción. Los Abjurantes forjarán un nuevo camino para Bastión.

Así que te he perdido… ¡Ascendidos, defiendan el Fuerte!. ¡Devos debe ser detenida!

Las Agujas de Ascensión serán de los Abjurantes. Abjurantes defiendan el fuerte.

Aquellas palabras desencadenaron el caos a su alrededor. Los gritos de horror de los aterrorizados aspirantes se mezclaban con el impactar de lanzas de ambos bandos. Confuso se acercó al congelado Pelagos, que parecía no estar herido.

¿Estas bien?, Debemos ir a un lugar seguro ya, nos atacan.

¡Kleia!. Su cara de terror le heló la sangre.

¡Vamos!, yo te protejo. Desenvainando su espada se abrieron paso entre los aterrorizados aspirantes.

No puede estar pasando esto…. Todos corrían hacia el interior del Santuario del Vínculo despavoridos mientras sobre sus cabezas la encarnizada batalla se intensificaba.

No puede ser… ¡Kleia!. Pelagos corrió entre empujones al lateral del corredor, donde la ascendida estaba recostada en dolor.

Estáis bien… Pelagos… Intentó moverse, pero pareciera molestarle.

Kleia… maldita sea, otra vez esta situación… si hubiera….

¿Puedes ayudarla?… ¡Si puedes haz algo! Pelagos le miró angustiado.

Lo voy a intentar… Luz por favor, ayúdame a sanarla de sus heridas, úsame como tu portador… Cerrando sus ojos se concentró en mantener la incipiente luz en sus manos. Las abrió de nuevo y poniéndola sobre las heridas la transfirió a Kleia, que se revolvió dolorida.

Esto es todo lo que puedo hacer por ella… no creo que sea más que unos días de molestia… Miró tras la cortina el enfrentamiento. si es que tenemos algún día…

Por favor… ayuda a defender el fuerte… No dejaba de revolverse en dolor. Yo no puedo hacer nada así…

Shh, tu solo descansa.

Su comandante esta… en el alto de la… Arconte.

Pelagos llevatela dentro. Se dio su espada y escudo. Defiéndelos…. y si no os vuelvo a ver, han sido lo más cercano a mi familia que he conocido.

Volveremos a… verte, idiota.

Se alejó corriendo de allí. Al alcanzar la plaza vio numerosos cadáveres de ambos bandos desperdigados por el suelo, pero debía continuar subiendo los escalones.

¿Por qué…? Todo esto es culpa de esa condenada Sylvanas…. no descansaré hasta tener tu cabeza…

Empuñando su maza corrió, corrió hasta lograr alcanzar el otrora dominio de la Arconte.

Ven mortal, zanjemos este asunto entre nosotros.

No… no puede ser…. ¿Uther?…. ¿Por que tu… ¿Por que harías algo así?. No podía tolerar lo que sus ojos veían. No quería pensar que alguien como el pudiera ser culpable del horror a su alrededor.

Es necesario por el bien de Bastión, mortal. Ahora enfréntate a mi o muere.

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¿Estás seguro de que no te has pasado?.

He revisado varias veces el cálculo, te juego una pinta a que todo irá bien.

No se yo…

Confía en mi. Puede que Marileth este demente, pero sus fórmulas valen oro… y el espesante que me ha dado no tiene traza de agentes letales.

Si no lo decía por eso pero… como veas.

A cierta distancia una abollada armadura Maldraxxi reposaba en un poste protegiendo lo que pareciera un cerdo, en el concepto Maldraxxi de este. Junto a el “Ponzoña” sujetaba una pequeña hacha cuyo filo había sido embardunado de aquel curioso ungüento dorado.

Bien, hora de probar mi última invención… Ataca con fiereza “Ponzoña”. Señaló a la armadura.

Buena suerte. Thorinam salió huyendo cual alma perseguida por el Tarragrue ocultándose tras una roca.

Pero será desconfiado… El pequeño constructo golpeó con fiereza la armadura… Quedando ambos volatilizados en la violenta explosión.

Esto… Las esquirlas de metal, madera, carne y hueso llovían a su alrededor. Creo que debo reducir la concentración de Azerita… pero la prueba ha sido un éxito rotundo.

¡¿Éxito rotundo?!. ¿Se te ha podrido el cerebro?.. ¿De que nos sirve un gel que nos volatiliza al impacto?..

El progreso se abre paso a base de errores mi querido Thori… y de “Ponzoñas”…

Me debes una pinta.

Suspiró. Es tuya cuando lleguemos… ¿Ya has conseguido otro cuerpo “Ponzoña”?, si que son rápidos.

Yo llamarme “Restos” y tener mensaje del Barón.

Dame, puedes comerte los cachos de carne… Tomó la carta, abrió el sello y leyó el contenido. Me temo que la pinta tendrá que esperar… su voz se enfrió. tenemos que volver a Bastión de urgencia.

¿Otra vez Bastión?.. ¿Es que no saben defenderse?.

Esta vez es algo muy serio… realmente serio. La cordialidad pasó a su voz más seria, fría y carente de emoción, casi espectral.

No perdamos el tiempo entonces.

Tomaron sus enseres y marcharon a paso ligero de vuelta al Trono del Prelado.

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A penas pudo detener con su maza la embestida que le echó hacia atrás.

Abre los ojos, tu Arconte te ha engañado.

Otra envestida, otra dolorosa parada con su maza.

¿Esto es todo lo que los “afamados” mortales kyrianos pueden hacer?… ¡Demuéstrame tu poder!.

Se lanzó contra el costado de Uther siendo el golpe bloqueado, golpe tras bloque estos quedaban bloqueados por contundentes paradas a cada cual más pesada hacía su maza.

¿Por que te has unido a ellos?, ¿Acaso sabes por que luchas?.

Pero por que…. ¿Por que no le….? Golpeó al costado, siendo parado otra vez con facilidad. Debo al menos…

Jadeando se abalanzó al otro costado, esta vez cegando a Uther con un fuerte destello de luz, dándole de lleno. Confiado no se esperó el intenso dolor en su brazo.

¡Aaaahg!… Creyó que su brazo había sido arrancado. Su maza salió despedida por el impacto.

¡Arg!… Forma de piedra… si hubiera ido a la ofensiva me hubiera…. No dejaba de palparse el costado.

Maldita sea… El brazo le dolía horrores. …es demasiado pesada…. no queda otra…

Ojeó rápidamente que no hubiera aliados a su alrededor. …última oportunidad… Rogando a la Luz se rodeó de un escudo de anaranjada luz sacra, obligando a Uther a abortar su carga.

Así que paladín…

Sobre su cabeza el comandante esperaba aleteando ajeno a la cruenta batalla a sus espaldas, como si conociera el poder del que estaba imbuido el mortal.

¿¡Pero que demonios estas haciendo?!... ¡¿Acaso hemos…. honrando a un traidor…?!.. ¿¡A un asesino?! Gritó a los cuatro vientos descorazonado y dolorido.

Fue la Arconte quien me negó la justicia… Ella se cegó obligándonos a olvidar quienes somos. ¿Qué justicia había en dejar a ese…. ¡Monstruo! sin castigo?.

¿¡Acaso llamas a esto justicia?!. Las grietas en su escudo se agrandaban por momentos. ¿¡Acaso es justicia matar inocentes por una causa?!, ¿¡Hay justicia en todas las almas inocentes que acaban en las Fauces?!. Las grietas se unían por instantes. Son todos iguales… Kyrianos, Abjurantes… Alianza, Horda… ¿Para que demonios estoy luchando?…

Tu tiempo se acaba, mortal… Debiste haber vuelto a Azeroth mientras pudiste.

Monstruo… Aquellos ojos espectrales se fijaron en su mente.

Nuestra causa es justa. Al fin ese monstruo está donde merece estar.

La ensordecedora deflagración le taladró los oídos como nunca antes. El intenso dolor del brazo se mezclaba con el angustioso zumbido. A su alrededor el mundo no dejaba de darle vueltas.

¡Abjurantes retirada!. ¡Ya tomaremos el Fuerte! Logró entender entre el horrible zumbido la voz de la Dechada aproximándose.

El trabajo ya esta hecho… mortal. Las Agujas pronto serán nuestras…… sin la Cresta sus fuerzas menguaran.

Se arrastró como pudo a lo que pareciera su maza, la angustia en su estómago pareciera que quisiera salirse por su boca.

Se… ¿se van?… Urg… Debo ver como… están…

Pareciera que las manchas negras se iban huyendo, la gran mancha negra distorsionada de Uther pareciera que alzaba el vuelo.

¡Vienes con nosotros!. El dolor del brazo le cegó. Intentaba arrastrarse pero bajo el solo había aire.

¡AAAARGH!. La presión sobre su maltrecho brazo no hacía más que aumentar el ya insoportable dolor que de este manaba.

Así que esta fue tu decisión, mortal. Pensaba que serías más sabio.

Esa voz… ¿Devos?…

Y pensar que sirves a la Arconte después de ignorarte… El zumbido seguía en su cabeza pero atisbó decepción en ella.

¿Para que has tomado al mortal?, Deberías arrojarlo al vacío. Otra voz fémina conocida.

Vivo nos puede ser útil contra la Arconte, le haremos hablar… y si es sabio puede que se nos una.

Es una amenaza Devos, estoy segura que la Arconte le ha borrado sus recuerdos. He perdido varios miembros a manos de el y los otros mortales, yo digo que lo matemos.

Yo lidero la causa y yo decidiré su destino. Lysonia, Uther, regresen a nuestra base. Es una orden.

Espero que estés segura de lo que haces… vámonos. Su visión volvía a la claridad. Pudo ver como se retiraron.

Hermosas y esbeltas espirales rompieron el horizonte en su prístino blancor. Un leve tañido llegaba a sus oídos.

La campana, bien ya son nuestras… en cuanto a ti, tendrás el honor de ver la caída de la Arconte.

Maldita… sea… Por mucho que lo intentara le era imposible moverse un ápice del agarre.

Basta ya. El contundente golpe le hizo ver toda la constelación antes de desvanecerse en el oscuro vacío.

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El leve dolor en su cabeza le hizo despertar. Abrió los parpados con esfuerzo intentando ver tras el nublado manto. El hambre no ayudó a lo que parecía un resacón tras una noche de bebercio.

El hermoso jardín a la sombra de lo que pareciera una palmera mecida por la brisa daba una sensación de sosiego que pareciera ignorar lo que sucedía en el reino. El olor de la hierba fresca mezclada por el incienso acompañada por el tintineo de pequeñas campanas daban lugar de que se encontraba en un lugar cuanto menos paradisíaco.

¿Umm?… Algo raro en la boca le entorpecía.

Clinck…. Clinck. El seco golpe en su muñeca le impedía alcanzar lo que hubiera en su boca.

¿Pero que demonios?…. Pensó confuso intentando bajar los doloridos brazos, bloqueados por algo en sus muñecas.

¿Que…. ¡¿Que es esto?!. Miró a sus brazos, encadenados de las muñecas a la pared a su espalda. Mordisqueó lo que bloqueaba su boca. Maldición… no me digas que… Miró sus piernas, unidas por los tobillos con cadenas y ancladas al camino frente a el. Oh no… ¿Pero como…. Nervioso intentaba moverse como fuera, por mucho que las cadenas se movieran un poco era imposible, estaban tan firmes que no podía moverse ni un pelo.

Al fin despertó… perfecto. Una lejana voz femenina pareciera acercarse poco a poco.

Un tirón seco quiso dar con su brazo derecho logrando solo un profundo dolor en este. Luego se miró, como temía solo conservaba su ropa interior.

Es inútil que intentes huir, estás en las Agujas de Ascensión y sin alas, no tienes escapatoria. Frente a el la gran figura Abjurante, con su oscura armadura y tez pareciera mirar a su presa con orgullo. La única forma que tienes de volver es colaborando, más te vale no resistir.

Comprendió la precaria situación en la que se encontraba. De golpe una ola de gélido sudor recorrió su cuerpo sabiendo lo que le esperaba. Sus ojos, más abiertos que nunca, no sabían a donde mirar.

Te voy a explicar tu situación. Estas cautivo por los Abjurantes, no intentes nada, tus “camaradas” no podrán rescatarte así que o nos dices todo lo que te pregunte con sinceridad o sufrirás las consecuencias y créeme, ni la muerte te librará de ellas.

¿Que hago?… Maldición me va a… me va a torturar seguro, para ellos soy un enemigo…. quizás si… si es una principiante se tragará lo que le diga… espero que esa condenada “experiencia” funcione… como no lo haga tendré problemas….

Te voy a retirar la mordaza, solo hablarás cuando yo te lo permita. ¿Has entendido?.

Asintió con la cabeza lo poco que pudo.

Más te vale responderme bien kyriano. Le deshizo el nudo de la mordaza y se la retiró de la boca.

Bien. ¿Nombre?.

Drethz…

¿Mundo de origen?.

Azeroth.

Vale, espera un momento…

Preguntas personales y triviales… maldita sea, si identifica mis mentiras perderé la ventaja… intentaba mantener frialdad en su rostro. no puede tener experiencia y sin embargo…

¿Ciudad natal?.

Grim Batol. Dijo igual de convincente.

¿De verdad crees que puedes engañarme?. El fuerte puñetazo en su estómago le dejó sin aliento e intentando retorcerse del dolor.

No seré tan moderada la siguiente vez. Ciudad natal.

For….Forja…z.

Si hubieras confesado antes no estarías así.

Mal….maldición…. deben saber… de mi por la mochila… he expuesto mi… punto débil….

¿Cuantos mortales sirven a la Arconte?. quiero sus nombres.

Somos… dos…. el otro mortal se llama… Argent…

Así que Argent… vale, entonces continue… La fuerte pisada de la férrea bota se sintió como una prensa en su pie. ¡¿Me tomas por necia?!, ¡¿Como se llama la mujer?!.

El… Elissandre…

El dolor en el pie lo estaba destrozando, la Abjurante no dejaba de apretar sobre este con ira.

No me hagas perder el tiempo. ¡¿Como se llama esa condenada mortal?!.

¡Para!… Se llama Valerie. La férrea bota liberó su pie.

Valerie… volveré en un momento. Le metió a la fuerza aquella mordaza en la boca, apretándola con un fuerte nudo y salió volando.

Es peor de lo que imaginaba, me ha calado… ¿Como sabe tanto?…. Han tenido que enseñarle alguien pero… no, no ha sido aquí… ¿Pero quien?.

Vio su pie hincharse y tornando a un color morado que no dejaba de darle mala espina. Mover un dedo le hacía desear que se lo arrancasen.

Maldraxxus… no creo que quieran compartir Bastión con los Abjurantes…. veamos… ¡Alafunesta!. La idea le iluminó la cabeza. parecía una kyriana… ¿podría ser que esos jurafauces fueran antes…?, si se confirma entonces la raíz de todo son las Fauces… Sea como sea estoy en problemas…

La agradable brisa seguía dando a aquel lugar un aura paradisíaca.

Está claro que no va a parar hasta que le diga todo… ¿Debería hablar?… ¿Por que dudo?. No les debo nada pero… ¿Por que les soy leal?… En fin, acabarán matándome haga lo que haga y a saber que harán con mi alma así que… supongo que es mejor ser recordado por ser leal que no por traidor aunque… Tienen que venir… espero que no llegue demasiado tarde para mi… Pareciera que rogaba a la Arconte que viniera.

Pensó en que sería de el una vez cesara su último aliento, quería pensar que al menos su alma estaría allí, pero se le heló la sangre al saber que si tenía razón acabaría en lo más profundo de las Fauces. Torghast… Si esa Lysonia tenía razón la muerte no es lo peor que me depara…

Instantes después aterrizó de vuelta la Abjurante, dejando caer un abultado saco negro que sonó metálico al posarse.

Bien, vamos a “hablar”, y créeme que puedo ser convincente así que espero por tu bien que colabores. Otra vez le retiró la mordaza. ¿Recuerdas como llegaste a las Tierras Sombrías?.

La conversación le vino a la cabeza. ¡Claro!, si Lysonia cree que me han borrado los recuerdos… y en cierto modo ha sido así, por lo que no parecería falso… espero que funcione.

¿Como llegué… Frunció el ceño pensando en sus recuerdos olvidados. Lo único que recuerdo es despertar bajo la mirada de aquella kyriana.

¿De verdad han llegado a ese extremo?… No solo nos obligaban a olvidar nuestro pasado, si no que hasta a los mortales os someten a ello… Pronto su reino acabará.

Un leve alivio al fin pensó.

En fin… Siguiente pregunta. ¿Cuál es su relación con los Maldraxxi en este momento?.

Las alarmas saltaron en su cabeza. ¿Como saben eso?. No habían Abjurantes cerca…

Nos proveyeron de recursos e inteligencia para acabar con los asaltantes. El fuerte puñetazo casi le hace saltar la mandíbula por los aires.

Tu sigue provocándome… no necesito tu cuerpo para interrogarte.

Escupió la carmesí saliva pero aún así el fuerte dolor y el sabor de la sangre no dejaban su boca.

Parece que no lo entiendes. Tenemos ojos por todo Bastión, sabemos que esa “Valerie” y tu acabaron con aquellos matones junto a unos mortales Maldaxxi. ¡Quiero que digas la relación entre Bastión y Maldraxxus!.

Si lo saben…. ¿Para que… preguntan?…

No me dejas opción… Fue arrastrado a una cercana palmera y atado a esta como si estuviera abrazándola. No pararé hasta que respondas. Escuchó un chasquido a su espalda.

Escudo de… no, si uso eso acabaría muerto… necesito ganar tiempo como sea… si uso ese otro perderé fuerzas pero… me dará unos segundos… Si de verdad quieres que regrese a tu senda… envíame tu luz a mi…

El chasquido rompió el aire entre ambos, impactando con un ensordecido golpe en el sacro escudo que protegía al necesitado discípulo de la luz.

¿Eh?… Otro chasquido rompiendo el aire, otro golpe seco. ¿Que truco es este?… ¿Acaso es un escudo de Luz?…

No quiso responder, intentaba mantener el temple.

Otro chasquido, más nervioso. No le hace nada… Es igual, tarde o temprano se te agotarán las fuerzas y se disipará… una lástima que Lysonia quiera matarte con sus manos pero… diré que moriste de agotamiento.

Aquello le dio la respuesta que disipó sus dudas. Prefiero llevarme a la tumba todo lo que se antes de decirles nada a esta escoria.

Tu escudo parpadea cada vez más. Estas muy callado, te doy una última oportunidad, colabora con nosotros y te entregaré al Carcelero con vida. Resiste y acabarás con el… muerto.

¡El Carcelero!. Es peor de lo que pensaba pero al menos… Escupió como pudo la sangre de su boca. Si crees que voy a… colaborar con una escoria como vosotros lo tienes… claro.

Tu lo has querido… tu escudo es historia. El latigazo se sintió como un ardiente trueno quemando su piel. El grito seguramente complació a la Abjurante pensó lo poco que el dolor le permitía.

¡¿A quien va a rescatar Argent en Torghast?!. Su voz parecía más enojada.

No pienso…. decírtelo, ¡arpía!

Otro latigazo que se sintió como otro trueno en la tormenta que le alcanzó.

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El tormento no cesaba, no solo su espalda estaba siendo castigada, si no que la dura corteza fibrosa de la palmera destrozaba su frente al más mínimo movimiento. No sabía el tiempo que llevaba así, pero le pareció eterno y empezó a perder la esperanza.

¡¿Quieres hablar?!. ¿A… quien… van… a…. rescatar…. en…. Torghast?. Otro chasquido acompañado del serpenteante y punzante dolor en su espalda.

…… No tenía fuerzas siquiera para hablar.

¿Sigues vivo?… Notó la cálida mano en su cuello. Recupera fuerzas y más vale que hables si no quieres que empiece a “cauterizar” esas heridas tan feas. A la fuerza le puso la mordaza en su boca, doliéndole horrores ser apretarla esta con fuerza. Volveré pronto. El golpe de aire le confirmó que se fue.

…. “cauterizar”…. va a doler…. y pensar que yo… hice lo mismo… pero eran no…muertos…. Maldita sea… no van a venir… y no creo que aguante mucho más… Trabaja para El… Si hablo entonces… No debo hablar… si lo hago podría… condenarlos a todos. En fin… siempre supe que no… llegaría a anciano.

La sombra de una figura alada voló rápidamente hacia el interior del complejo… y luego otro.

Parece que son…. mensajeros… se les ven con… prisa… y pensar que la líder… ha estado delante de mi todo este tiempo… Al final tendrán que… abrir la carta…

Lo que le pareciera un breve descanso, si se podía considerar así estar atado sufriendo dolor de hasta la última fibra de su ser se tratara, acabó cuando la Abjurante regresó con un largo hierro negro en su mano.

¡Quiero respuestas ya!. ¿Tienen a los Maldraxxi de su lado?. ¡No me hagas perder el tiempo!.

¿Está nerviosa?…. ¿Podría ser que… Pensaba en silencio. ¿Uuumph?.

La mordaza… Se la quitó apurando, tardaba demasiado y notaba en su nuca como apretaba el nudo más hasta que logró quitárselo. ¡Ahora!.

Te dije que… no pienso decirte nada… ¡Arpía!.

¡Aaaarg!. ¡Tu lo has querido!.

Tardó un poco, pero para su desgracia algo ardiendo, incandescente, tocó una herida abierta, gritando con todo su alma del horrible dolor que su espalda recibía.

El olor a pelo, piel y sangre carbonizada llegó a su nariz, entrándole náuseas a la vez que la espalda rogaba por dejar de sufrir. Cuando parecía que el hierro se había enfriado y al fin había acabado el candente calor volvía a trepanar su espalda por otro lado, gritando otra vez de la agonía.

Una y otra vez aquel dolor le dejó sin fuerzas ni para mantenerse en pie, cayendo sobre sus rodillas raspándose con la áspera corteza de la palmera. Por mucho que lo intentara no lograba pedir ayuda de la Luz o endurecer su piel. Por mucho que quisiera el tormento no cesaba, más bien padecía aquel hierro candente cada vez más rápido.

¡¿Es que no piensas hablar?!. ¡¿Por que defiendes a esa tirana?!… ¡Maldición!…. ¡Azules acude a mi llamada! ¡AHORA!. Su voz parecía muy alterada, nerviosa o más bien al borde de la ansiedad. ¡Abjurantes!. Llévenselo al recinto interno, no puede caer en sus manos.

Alguien aterrizó a su lado y empezó a trastear con las cadenas agitado.

¡Señora la llave!, No puedo abrir la cadena… ¡Están viniendo!… ¿Qué ha… Zzzhhhum Ghhhjjjjj…. Algo que pasó a su lado cortando el aire acalló al ¿Abjurante? acompañado del seco golpe contra el suelo y el inconfundible sonido de la sangre brotando a chorro.

Maldita sea… da igual, no pasarán.

¡Allí está!. Una voz fémina familiar.

No lograrán continuar. ¡Azules a por ellos!.

Una fiera batalla a la cual no podía más que escuchar se desató tras el. La espectral voz acompañada de la voz de otro varón le hizo recobrar un poco de esperanza.

¡Azules!… ¡Lamentarán haberlo matado!. La iracunda Abjurante por los choques metálicos pareciera luchar con todo su ser contra los asaltantes. Ajeno a la batalla no cesaban los rápidos aleteos sobre su cabeza y al poco el choque de armas sobre las plataformas, sin embargo lo que le llamó más la atención fue la gran sombra proyectada a sus pies.

¿La Arc…onte?… Debo… ayudar…. sumergido en dolor intentaba moverse lo más mínimo.

Al cabo de un rato el acusado grito de dolor de la Abjurante inundó la zona.

¡AAAAARG!… Devos logrará…. vencerla…. El seco sonido y el suelo vibrando le hizo saber que su tormento había acabado al fin.

Pasos de pesadas botas cada vez más cercanos pero no tenía fuerzas ni para mover la cabeza, que colgaba de un lado casi tocando su hombro.

¡Por la Luz!, ¿Que le han hecho?… Me temo que hemos llegado demasiado… tarde.

No le des aún por muerto, si aún mantiene aunque sea un hilo de vida puede que logre salvarle… aunque no prometo nada.

Se que no quieren escuchar esto pero… podría alzarlo, mejor eso a que su alma acabe en manos del Carcelero.

Una cálida y callosa mano en su espalda se posaba con cuidado. Intentó moverse o simplemente mostrar que aún seguía aferrándose a la vida.

Aún está caliente y… ¿Es eso respiración?…¡Esta vivo!… Hay que liberarlo de sus ataduras. Veld, Valerie busquen algo que parezca una llave.

No hay tiempo para ello… vamos a volarle los grilletes.

¿Volarle?… Valerie parecía intrigada.

No estarás pensando en… ¡Ni se te ocurra!. Thorinam sin embargo sonaba alterado.

Solo usaré un poco. Estamos en la retaguardia del campo de batalla, es preferible que pierda un par de extremidades a condenarlo. Tenemos que evacuarlo cuanto antes.

Me voy a maldecir por esto si pasa algo pero… adelante.

Bien, apartaros.

Veldhath se acercó a su oído y le susurró. Todo va a ir bien. Vamos a matar a Devos y recuperar esto. ¿Le has confesado algo?. Sacó un ¿tarro? con un cuarto de este lleno de un ungüeto levemente dorado, abrió este con el característico “Plop” de garantía hermética y con un cuchillo pareciera que untaba los grilletes.

En…. absolut…

Has sido leal hasta las últimas consecuencias, te has ganado todos mis respetos. Haré saber a tu curia de esto.

No voy a… volver…. quiero…. matarla…. Intentaba hablar con el poco aliento que el escueto espacio con la palmera le permitía.

Un poco más… Veo tus ojos con el fulgor de la venganza pero no estás en condiciones pero me siento identificado contigo así que… hagamos un trato, tu irás en la retaguardia apoyado por Thori y nosotros dos a la vanguardia. Cuando lleguemos a Devos nos apoyarás si estás en condiciones ¿Hay trato?.

Hay… trato…. solo necesito mi… armadura y mis… armas….

No te voy a privar de tu presa y además, aún queda un poco para llegar a Devos así que supongo que con una rápida sanación podrás apoyarnos aunque… más vale que no demoremos pues una vez agotes tus fuerzas caerás fulminado por el agotamiento, en lo que el ánima que consumas agote su efecto regenerador.

Gracias…

Eso si, me temo que tras esto tendrás que descansar una pequeña temporada, ciertamente tienes unas heridas muy feas, aunque por suerte no letales.

Menos mal…

Bien, ya esta listo. Notarás algo de molestia y calor en brazos y piernas, pero… nada comparable a lo que has sufrido. ¿Listo?.

Si…

¡Todos fuera!. Tras la palmera un pequeño estruendo retumbó por la plataforma como si una traca fuera acompañado por un intenso calor y presión en su muñeca. Ha… funcionado, no demasiado pero… bueno hay una brecha en el metal. Aprovecharemos las “herramientas de confesiones” que iban a usar en su contra. Poco a poco notaba menos presión en su muñeca y el fresco del sudor bajo el grillete enfriándose por el aire que recibía al abrirse este. Un poco… más y…. abierto. Una cálida mano tomó la suya y le guió girándolo un poco a la libertad.

Poco a poco vamos a bajarla, te va a molestar un poco. El paladín parecía saber que decía cuando sintió en su hombro y brazo el insoportable dolor como si estos fueran pétreos al ir bajándolo.

¡Fuego!. Otra vez la “traca” y el calor, otra vez su mano siendo guiada, esta vez por la paladina y liberada pero esta vez acompañada de un agradable sonido metálico de lo que serían los grilletes siendo arrojados al suelo.

¿Cómo vamos de tiempo?.

Parece que andan aún limpiando las últimas plataformas antes de la principal…

Bien… recibe la sagrada bendición de la Luz camarada. Poco a poco pero con mucho dolor lograba bajar sus brazos con ayuda de los paladines. La sagrada Luz que Thorinam imbuía desde sus manos parecía entrar en el sintiendo su calor, como llegaba a sus heridas y empezaba a regenerarlas.

Los pies están listos que por cierto, tiene mala pinta. A la vez. Dos “tracas” casi consecutivas, dos veces esa pequeña molestia y otra vez siendo guiados a la libertad acompañados de lo que le era una dulce melodía cuando fueron arrojados los grilletes.

Escuché lo que le dijiste… más os vale que no necesiten apoyo por que esto me va a dejar para el arrastre.

Te invitaré a otra pinta, te lo juro, pero no pienso arrebatarle su merecida recompensa.

Más te vale aunque… os entiendo. Eso si, viendo sus heridas y mis energías… tendrá lo básico para matar a Devos y ya.

Hombres… Sacó de su cinturón un pequeño frasco esférico con un fluido azul con “hebras” blancas. Bebe el frasco entero, es ánima así que no dejes ni una gota.

Thorinam abrió el tapón y le dejó caer el celeste contenido en la boca poco a poco. No le sacó sabor más allá de la sangre que aún tenía en la boca, pero el efecto fue inmediato pues sus fuerzas volvían con rapidez a su agotado cuerpo. Luz y ánima colaboraban en una rápida recuperación.

Bien… empiezo a sentirme mejor… ¿Y mi armadura?.

En la siguiente plataforma y no te animes demasiado, tu cuerpo sigue en un estado delicado, esto es solo un apaño temporal… voy a vendarte… no mentiré, te va a doler.

En efecto la cura fue bastante molesta. Aquel ungüento escocía como mil demonios, pero por lo menos el vendado de su dorso y espalda fue hasta agradable. Cuando acabó la cura no quedaba nada de su tronco visible.

¿Están listos?. Creo que la Arconte y Devos están luchando en lo alto del complejo.

Si Veledori, tendremos que abrirnos paso así que recuerda, debes mantener la vanguardia.

Sin problema, vayámonos de aquí ya, nos esperan para llevarnos a la siguiente plataforma.

Veldhath y Veledori empezaron a caminar y tras ellos el se apoyaba en el pecho de Thorinam que le ayudaba a caminar con su maltrecho pie.

¿Puedes caminar bien?.

Dio un par de pasos. Casi, solo necesito acostumbrarme de nuevo y… Palideció al echar un vistazo atrás. El suelo alrededor de la palmera estaba cubierta de oxidada sangre que sus ensangrentadas vendas atestiguaban. En la pared de la esquina los aros metálicos aún permanecían clavados a esta. Pasó al lado de un ensangrentado látigo acompañando a una varilla de hierro cuya punta estaba impregnada de aquel carmesí y oscuro fluido seco que yacía a su vez junto a un saco volcado lleno de siniestras herramientas que mejor no quisiera imaginar como iban a ser empleadas. No hizo mucho caso al Abjurante empalado por una larga lanza blanca que yacía muerto en el suelo.

Hemos asegurado la siguiente plataforma… Me alegro que nuestro hermano siga con vida. El kyriano esperaba en el borde de la plataforma mirándole con preocupación.

¿Han asegurado su armadura y armas?.

Está todo allí pero tenemos que evacuarlo.

Puedo continuar… caeré agotado tras acabar con la traidora…

¿Estás seguro?.

Si.

Tu tenacidad no será olvidada. Que la Arconte te bendiga.

Otro kyriano vino a apoyarlos. Cada uno tomó a dos de los mortales con mucho cuidado en su caso, lo que no evitó el horrible escozor en todo su cuerpo, y fueron llevados a la siguiente plataforma donde aguardaba otra armada kyriana vigilando la zona.

¿Cuál es la situación?. Se le hacía rara la curiosa “bipolaridad” del no muerto entre la cálida amistad y la seriedad militar.

Estamos avanzando poco a poco, pero esta costando más de lo que pensábamos.

¿Posibilidad de llegar directos a Devos?.

Imposible, Oryphrion no permite a nadie acercarse. Van a tener que acabar con el y con la centinela Ventunax.

¿Pueden ocuparse de neutralizar los Abjurantes en tierra solos?.

Sin problema, solo queda Ventunax para lograr recuperar la recepción. Os llevaremos ante ella cuando estén listos.

¿Contamos con su apoyo para acabar con ella?.

Negativo, nuestras fuerzas se ocuparán de resguardaros de ataques aéreos.

Maldita sea… ¿Algo especial de Ventunax?.

Es muy rápida, pero apenas cuenta con ánima al igual que Oryphrion así que no contarán con todas sus fuerzas pero aún así… siguen siendo letales, no se confíen.

Firme realizó el saludo militar y se acercó a ellos.

Han oído, armadura y al frente. Vamos a ayudarte.

Con cuidado, molestia y dolor lograron equiparle la armadura a excepción de la bota izquierda pues el aún hinchado pie le impedía equiparsela.

Estamos listos, hora de acabar con estos traidores.

Otra vez fueron tomados por dos kyrianos que les llevó a la gran plataforma donde la vigía aguardaba.

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Sede central del IV:7

En su escritorio los montones de cartas y sobres abiertos se apilaban en grandes columnas que amenazaban con colapsar y crear un mayor desorden si cabía. En la pared varios mapas de diversas regiones del mundo estaban llenas de marcas unidas por líneas e hilos rojos y sentado entre todo el caos se encontraba él leyendo viejos informes de la Cuarta Guerra y el caos ocasionado por la Plaga recientemente.

Suspirando tomó un trago de aquel aguado café. Maldita Alma en Pena la que ha liado. ¿Es que son idiotas en la Horda?.. ¿Cómo pueden quedar lealistas a ella después de dejarles plantados?. Apenas logramos que esos rebeldes Kaldorei dejen las armas y ya tenemos a estos liándola por toda Kalimdor… No hay manera de localizar a sus condenado cabecillas mire por donde mire… Suspiró y miró la agradable mañana por la ventana cerrada, desde la cual podía ver unos novatos aventureros practicar sus ataques con un monigote de pruebas.

Así que van a dejar vía libre a los aventureros y mercenarios para que vayan a las Tierras Sombrías… Pobres necios, no saben que muchos acabarán sus días allí… suspiró. Espero que ese pobre hombre esté bien, no se si fue la mejor idea hacer que fuera pero… Negó con la cabeza. hubiera acabado como el pobre Tobías
si no… que desagradable fue descolgar su cadáver… Ojalá vuelva con la cabeza bien alta…

La puerta se abrió con fuerza, haciendo volar las cartas de las cúspides, logrando coger al vuelo una de ellas.

Señor he encontrado informes de Quel’Thalas por parte de los Forestales referentes a un avistamiento entre Sylvanas y al menos un adalid de la Horda tras el asedio de Ogrimmar.

¡Trae ese informe!. Es algo grande si se confirma… Y toca a la puerta antes de entrar, por favor, no por nada está la ventana cerrada a pesar de este precioso día. Leyó el informe letra por letra enfriándosele la sangre conforme leía. Hijos de… Quiero que la Espada del Ébano esté alerta y detengan a los sospechosos cuando regresen de Oribos. Despejó el espacio disponible en la mesa y empezó a escribir en un pergamino de calidad la orden.

¿Qué significa esto señor?.. ¿Hay lealistas a la Alma en Pena en las Tierras Sombrías?.

Seguía escribiendo. En efecto, si los Forestales los espiaron debe ser verídico si piensas que puede ser falso el informe… Lo último que nos faltaba es que nuestros enviados tengan espías entre ellos… Dejó la pluma y selló con el emblema oficial el sobre. Toma, ve a la Torre de Magos de inmediato.

¿No quieres saber como adquirimos el informe?..

Nuestro trabajo es obtener inteligencia, no los métodos… como se nota que eres nuevo… ¡No te quedes mirándome!, ¡Corre a la Torre de Magos!.. Ya te invitaré a una buena pinta cuando vuelvas.

¡A sus ordenes!.

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La nemis centinela supuso un pequeño impedimento para no muerto y paladina gracias a su pasmosa celeridad. Lo que no impidió que acabara sucumbiendo ante los humanos sin gran dificultad.

Una vez despejada toda la recepción esperaron junto a los kyrianos al lado de la inactiva centinela. Pudo ver la frenética batalla aérea que acontecía entre ellos y la gran plataforma del horizonte.

Gran servicio, vamos a esperar a tener asegurado el canal entre nosotros y la Fuente de la Lealtad… ¿Quién iba a decir que Ventunax acabaría atacándonos?. La kyriana miraba con frustración la yacente nemis. Maldraxxi, pueden llevarse el ánima restante.

Nos honra su oferta pero esta completamente seca. ¿Debemos saber algo del siguiente objetivo?. Otra vez aquella fría voz criada en mil batallas.

Os dejaremos delante de el. Es vital que acaben si queremos llegar a Devos en el Trono de la Arconte. Señaló el punto más alto del enorme edificio, sobre la inmensa campana dorada cuyos tañidos ya se dejaban escuchar bastante. Hasta que no caiga no podremos recuperar la Fuente. Está en la reserva y consume mucha ánima pero es capaz de mataros en un instante. Aprovechen cuando se acerque a recargar de las pocas reservas que la Fuente conserva, estará completamente expuesto.

Así que una batalla de desgaste… Le miró con aquellos centelleantes ojos espectrales. ¿Pueden llevárselos directos a Devos?. Nosotros dos nos bastamos para ocuparnos del siguiente objetivo.

Una vez que caiga Oryphrion no hay problema, Maldraxxi.

Yo también puedo ayudaros.

Tu te vas con el. Es mejor que conserves tus energías para el encuentro final. ¿Acaso crees que un simple ensamblaje puede acabar con nosotros?. Confía en mi criterio Thori.

….Está bien, pero más te vale que no os maten. Valerie te hago un encargo, trata de que no haga ninguna locura y llegue de una pieza.

No te preocupes por ello, tengo experiencia con no muertos tozudos.

¿A quien llamas tozudo?… Gruñó un poco.

Parece que ya hay un corredor listo, debemos ir ahora. La Kyriana no dudó en tomar a los dos humanos y llevárselos en su brazo presta, desapareciendo rápidamente en el horizonte.

Nosotros debemos esperar en el otro lado, vamos. El fuerte dolor en su cuerpo cuando fue tomado por el brazo del kyriano pareciera matarle, pero no podía más que aguantar.

Volaron prestos entre ambas plataformas llegando a la pasarela más rápido que lo que pensaba, así lo demostraba el ya estridente campaneo que no acallaba.

Hemos recuperado la pasarela pero… a que precio… la fuerte tristeza con el que el kyriano hablaba era suficiente para que supiera la tragedia en la que se veía involucrado.

El Carcelero y Sylvanas pagarán caro todo esto… Maldraxxus no parará hasta que el último traidor caiga. Thorinam se veía también afectado, al menos sus apretados dientes y puños parecía demostrárselo.

Por desgracia ya es tarde para muchos de nuestros hermanos caídos…

Ver la larga pasarela cubierta de cadáveres de ambos bandos le hizo entender la melancolía del kyriano y el odio del paladín. Ver las antaño prístinas escaleras goteando sangre de los cuerpos inertes que caían poco a poco por su propio peso le hizo notar un fuerte vacío en sus entrañas.

…Quiero ir a por sus cabezas Thorinam… Quiero hacerlos sufrir por todo lo que han arrebatado… Hay que impartir justicia por los caídos y hacer que sufran en sus carnes el dolor que han causado…

Justicia… me recuerda a… ¡Debes alejarte de ese impulso!. ¡Te va a condenar!. Le exclamó el kyriano.

¿Acaso no merecen ser vengados?. ¿A caso es justo que… Se le heló la sangre. Estoy hablando como el… Y si… ¿Tenía razón?…

¿Thorinam?… Sube las escaleras y mira a ver si aún quedan Abjurantes luchando en el cielo.

A su ordenes. Salió corriendo subiendo las escaleras esquivando los inertes cuerpos.

¿Drethz verdad?.

Si…

Deja ese camino cuanto antes o acabará condenando tu alma. Lo que buscas es venganza… de nada sirve vengar a nuestros hermanos caídos, no nos los devolverán.

¿Y vamos a dejarlos que sigan sin más?. Me da igual que sea venganza, tengo que arrancarles sus cabezas. ¿Acaso Uther tenía razón?… Por su culpa cayó un templo…

Soy un discípulo de Thenios, Dechado de la Sabiduría. Prométeme que cuando caiga Devos vendrás al Templo de la Sabiduría.

¿Thenios?. ¿Por que tendría que ir allí?.

Por que estás siguiendo el mismo camino que Uther. Fue muy hablado el por qué no avanzaba en la senda de la Ascensión cuando llegó. Nadie sabe que le pasó realmente, pero el trauma de su muerte fue tan grande que se dice que lo único que quería era vengarse de su verdugo.

Su verdugo… ¡Arthas!… Ciertamente su muerte fue trágica… al final se logró acabar con el y vengar a los caídos.

Prométeme que vendrás al volver. Estás lleno de dudas que acabarán ahogándote.

…. ¿Vamos a permitir que queden sin vengar todos los caídos?.

Los homenajearemos y ocuparemos de que algo así no vuelva a repetirse. Pero este no es el momento.

Pe…Pero… Incrédulo no daba crédito a esas palabras.

Prométeme que lo harás o impediré que logres llegar a Devos.

…… De acuerdo…. suspiró frustrado.

Al poco bajó raudo Thorinam alcanzándolos entre pequeños jadeos.

Vía libre. No estoy totalme…mente seguro pero…. creo que el vigía ha caído…. espero que estén bien…

Bien, nos encontraremos con ellos en la cúspide. Recuerda la promesa.

Ya…

¿Promesa?. Preguntó extrañado el humano.

Una visita a mi Dechado cuando acabemos… No les hagamos esperar.

Fueron tomados por los firmes brazos del Kyriano que alzó raudo el vuelo sobre la pasarela.

Sobrepasaron las escaleras llegando a la inmensa plaza diáfana alrededor del mermado flujo de ánima. Aún quedaban algunos reductos en los que ambos bandos luchaban, pero salvando eso lo único que quedaba era acabar con la causante del ataque.

Avanzaron ganando altura, logrando ver al fin el inmenso centinela yaciendo en el suelo, lo que relajó a los tres que trataban de no ensordecer ante el estruendo de la inmensa campana al lado de la cual volaban.

¡MIS OÍDOS!, ¡ESA CAMPANA ME VA A DEJAR SORDO!. Cada vez que el gigantesco badajo impactaba en el interior de la campana parecía que una bomba explotaba en su interior, haciendo que el estruendo reverberase en sus huesos.

¡AGUANTAD UN POCO!, ¡YA CASI LO HEMOS DEJADO ATRÁS!. EL Kyriano parecía que también sufría en la ardua ascensión.

Efectivamente lograron dejar la zona de impacto pronto, sobrevolando la parte superior de la colosal campana.

Sobre sus cabezas al fin se avistaba el borde superior… y una enorme Kyriana luchando con una semejante Abjurante en una frenética batalla aérea.

¡Argh!. Reconoció de quien fue aquel grito de dolor por la voz.

¡La Arconte está en problemas!. Hagan todo lo que puedan por salvarla.

Al llegar a la cúspide encontró a los dos humanos en guardia frente a los cuerpos de tres Abjurantes que ahora yacían muertos. Corrieron a su posición y aguardaron a poder hacer algo.

Debo ayudar a mis hermanos abajo, que la Arconte os guíe. Se arrojó abajo en un suspiro.

¿Están bien?. Thorinam alterado se acercó al no muerto.

Nosotros si, pero la Arconte tiene problemas… Devos ha tomado su lanza… Hay que arrebartársela como sea…

¡Devos!.

El Carcelero nos ayudará a construir un nuevo camino, uno en el que estemos libres de la prisión que nosotros mismos hemos construido.

¡¿Es que no ves que te ha retorcido la mente?!. ¡Despierta!.

¡Acepta tu derrota, Arconte!. Pronto toda Bastión seguirá a los Abjurantes.

Entonces no queda otra… mortales, acaben con ella. Afligida parecía que le dolió mandar la orden.

Tengo tu lanza, Arconte. Aterrizó en el borde plegando sus negras alas apuntando la cabeza de lanza a ellos. Os dí una oportunidad de unirse a nuestra causa y prefirieron apoyar la tiranía de la Arconte. Ahora deben pagar el precio de su decisión.

¿Estás en condiciones?. Le susurró Veldhath.

Por ahora estoy bien… no perdamos el tiempo. Le susurró en respuesta empuñando su espada. ¿Plan?.

Matarla y sobrevivir.

¡Mueran mortales!. Esquivaron la fugaz carga por poco.

No puedo bajar pero… os ayudaré en lo que pueda… La Arconte sonaba herida, pero mejor que nada sería su ayuda.

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