De nuevo regresó a aquel lugar ya familiar del cual por mucho que quisiera no lograba recordar que recuerdos había dejado atrás. Sin embargo las familiares caras de la ya ascendida Kleia y el aún aspirante Pelagos le reconfortaba, no solo por saber que estaban bien si no por la confianza que había depositado en ellos.
Nada más bajar del larión pareció que se le echaron encima, la verdad es que no sabía cuanto tiempo había pasado desde que se separaron abruptamente.
Os he echado mucho de menos, no pueden hacerse una idea… veo que estas bien Kleia, me alegro de ello.
¿De mi?. Temimos que no te veríamos nunca más y mucho menos con aquellas funestas palabras antes de irte… miraba nerviosa. Sabemos por lo que pasaste en las Agujas… percibí el dolor que sufriste… y tu fortaleza cuando no quisiste hablar. ¿Cómo estás?. su voz tornó apagada, empática.
Las Agujas… Notó algo en su maltrecha espalda, como el recuerdo de lo sufrido en ella. no diré que no fue nada, se que lo percibiste pero… hice lo que creo que era correcto. Sin embargo me vino bien pues tras ello logré ver el camino que estaba siguiendo, el que debía evitar y el que debía recorrer durante mi estancia con Thenios. Va a ser duro pero… quiero que me ayuden a olvidar las ataduras que aquellos años de mi pasado siguen lastrándome. ¿Me ayudarán?. Miró con determinación a los kyrianos.
Por eso nos hicieron venir aquí entonces… se que es lo que todo aspirante debe hacer para seguir su camino pero tu eres un mortal cuya vida sigue escribiéndose… ¿De verdad estás seguro de ello?… Kleia dudaba, pareciera que no le agradaba la idea.
Kleia tiene razón pero… te ayudaremos si quieres seguir.
No recuerdo que te opusieras así las primeras veces… ¿Por que ahora si?. No entendía esa oposición a la idea.
Era necesario para lograr tener audiencia con la Arconte… ahora sin embargo estas olvidando recuerdos de tu vida en vida… no creo que debas seguir aún el camino de la ascensión.
Lo he pensado mucho durante todo este tiempo y la verdad, no os mentiré, me asusta… me asusta olvidar mis raíces, a los seres a lo que protejo, a todo lo que me ha llevado hasta aquí y quien soy pero… se que nunca avanzaré si sigo arrastrando los deleznables actos del pasado… por desgracia no puedo hacer ya nada para remediarlo… ha pasado ya demasiado tiempo ya… debo seguir hacia delante… Aún quedan muchas vivencias que quisiera olvidar antes de tener que seguir con el resto de mi vida pero… Creo que empiezo a comprender que el cometido de mi vida ha sido llegar aquí… que es lo que debo hacer. Dio decidido un paso adelante.
Entiendo… como dijo Pelagos te ayudaré entonces. Aquel tono le parecía no demasiado convincente, supuso que no le agradaba la idea, de hecho temía la incertidumbre… la de no saber que sería lo que olvidaría, pero sabía que era lo que debía hacer.
Siento que tengan que vivir esos recuerdos, pero cada vez que olvido uno siento como mi alma se libera de una gran carga, cargas que ha soportado por años hundiéndola hasta lo más hondo del abismo. Una vez libre de ellas quiero pensar que al fin lograré ser quien realmente he querido ser… el que se supone que era…
Entonces no se diga más. Se encogió de hombros. Ya sabes como va esto, te ayudaremos a olvidar las ataduras de tu vida pasada.
Helene esperaba pacientemente a que llegaran. Tras el ya familiar ritual se acostó sobre la mullida alfombra y simplemente miró las hojas de aquellas palmeras mecerse al son de la brisa, pesándole poco a poco cada vez más los párpados.
Le vino la memoria de un lugar familiar, lo que pareciera una encapotada noche de ligero chubasco en las callejuelas elevadas de lo que llamaba Bahía de Botín. Recordó ir acompañado de un ser verde de grandes orejas y una cabeza más baja que el. En silencio se escabullían entre estrechos y oscuros callejones siguiendo desde las distancias a lo que parecían tres seres de la misma estatura, pero que apenas se podían vislumbrar bajo la luz de las lunas.
Recordó a su compañero, Relgellix se hacía llamar y por lo visto hacía tiempo que “trabajaban” juntos por como se cubrían las espaldas. En un momento dado hablaron en susurros sobre como logró salvarle la vida por los pelos al goblin al recibir un flechazo envenenado encaminado a su corazón, bromeando sobre la borrachera que se bebería a su costa por ello.
Luego recordó aquel callejón sin salida, el como entraron… el como fueron rodeados por detrás por un gibgoblin y otro de esos goblins…. y Relgellix… su asquerosa risa liberada por aquella mugrienta boca llena de dientes quebrados y putrefactos.
Finalmente recordó su ensangrentados nudillos aplastar esa asquerosa cara, el como los dientes saltaban en pedazos… el como se arrastraba a duras penas hiperventilando rogando para que aquella vaca siguiera durmiendo mientras a escasos centímetros pasaban esa banda…. recordó los sacos de dinero y “mercancía” pasando de manos a aquel pirata a la luz de las lunas en la paradisíaca playa… Pero recordó sobre todo el odio sobre aquel ser…. personificado en aquella asquerosa boca mugrienta.
El dolor en sus nudillos era superior al que el alcohol barato lograba amortiguar, tampoco ayudó el hediondo colchón de aquel cuchitril que a duras penas pudo pagar. Mirando por la ventana se quedó en trance mirando a las lunas que lucían gloriosas sobre la bahía… olvidando todo lo que tenía a su alrededor, solo quedando sorprendido cuando algo grande desapareció de la isla que resguardaba la ciudad…. la ciudad en la bahía que… el calmado mar alrededor del cual…. las dos lunas en su gloria que aquella noche…. noche tranquila en…. aquel día pasados tres meses cuando fue traicionado por primera vez a manos de…. La primera traición….
Ya puedes despertar, hemos logrado liberarte del recuerdo. Aquella voz fémina… claro estaba junto a Kleia, Pelagos y …Helene creo que se llamaba.
Abrió los ojos con un poco de esfuerzo, en efecto las dos kyrianas le miraba en lo que parecía satisfacción.
¿Quién es Relgellix?. Helene le ayudó a sentarse.
Relgellix… Intentó recordar ese nombre, en efecto le venían no pocos nombres de goblins pero lo más parecido que recordaba era un tal “Rellighar”, un estafador de poca monta que intentó estafarle con un billete de barco. ¿Quieres decir Rellighar no?.
No, Relgellix, se llama así. ¿Qué recuerdas de el?.
Hizo memoria, pero por mucho que indagase no lograba recordar a nadie llamado así. Nada, es la primera vez que escucho ese nombre… Pero… respiró hondo, por algún motivo se notó en paz, como si ese tal “Relgellix” no debiera ser algo digno de ser recordado. me siento… bien… liberado de una pesada carga.
En efecto era un recuerdo negativo. Guardó un oscuro cristal en su mochila. Poco a poco iremos liberándote del resto de cargas.
Tiene que ser ahora. Sabía que debía continuar.
¿Estas… seguro de ello?. Sorprendida no creía que se esperaba esa respuesta.
Si. Dijo tajantemente.
De acuerdo entonces. Kleia, Pelagos. Vuelvan a ayudarnos.
¿De verdad estas seguro?… no es algo que deba tomarse tan a la ligera pero… dije que te ayudaría así que lo haré. Kleia volvió a su posición y el se recostó de nuevo, volviendo a empezar el ritual.
Otro recuerdo y otra memoria que se rematerializó tras años intentando olvidarlo, esta vez relacionado con una lucha de bandas por un ajuste de cuentas en lo más profundo de Páramos de Poniente, como no.
Otra vez asco, arrepentimiento, duda, odio, rechazo… sentimientos marcados a fuego en su ser.
Y otra vez como desaparecía todo y todos a su alrededor hasta llegar a la nada… y aquellas féminas voces esperando una respuesta.
Otra vez una Helene satisfecha de lograr su objetivo guardando otro cristal oscuro, otra vez Kleia preocupada y un Pelagos que no sabía que opinar sobre esto… y una creciente sensación de libertad en lo más profundo de su ser ante más cadenas rotas de unas cargas cada vez menos pesadas… aunque siguieran siendo realmente pesadas.
Otro recuerdo… debo eliminar más cargas. Mi pasado… debo continuar rompiendo sus cadenas.
Deberías descansar un poco, superar memorias del pasado es agotador para tu alma.
Puedo con más, debo olvidar otro… solo así podré continuar.
Deberías dejarlo por ahora, normalmente solo se olvida un recuerdo por sesión para que puedas asimilar el cambio. Helena pareciera estar un poco preocupada.
No se preocupen por mi, continuemos.
Otro recuerdo ante sus ojos se sucedía y otra vez se esfumaba. Cuando abrió los ojos se sentía mareado, intentó levantarse pero desorientado cayó su cabeza sobre el mullido cojín.
¿Recuerdas algo sobre las “comisiones de H”?.
¿H?. Sabía que “H” era como su “jefecillo” se hacía llamar en los bajos fondo pero no recordaba nada sobre unas comisiones más allá de las que le tangaba de sus honorarios arbitrariamente.
Si, recuerdo que “H” es como se hacía llamar el mandamás y que las comisiones era lo que se quedaba por su cara de mi dinero por avaricioso.
¿Eso es todo lo que recuerdas de las comisiones?.
Si… pero me temo que sería algo peor si estoy aquí y me estas preguntando por eso… Una arcada casi le hizo echar lo que comió sobre las hermosas alfombras moradas.
Entonces has superado el recuerdo… ¿Estás bien?. Guardaba otro cristal oscuro en su mochila. Hemos acabado por ahora, quédate aquí descansando.
Tengo que continuar… Algo le golpeó abruptamente la cabeza, una presión en esta que parecía que le iba a estallar en cualquier momento por mucho que con sus manos apretase su sien.
¡No pienso seguir ayudándote!. Kleia se negó contundentemente ante el… o eso creía por su voz, no lograba ver tras la cortina que ante sus ojos se cerró.
Estoy también de acuerdo con ella, esto es una locura que acabará matándote… no podría perdonarme si te pasara algo así…
Pelagos…
Esta decidido pues, te dejo a su cuidado, descansa. Helena desaparecía de lo poco que podía ver entre la niebla que su cabeza levantó.
Notó como se sentaban a su lado. ¡Eso es sangre!. Kleia alarmada no dejaba de moverse, tirando y arrugando las alfombras a su lado.
Cálmate Kleia, es solo un hilillo en su nariz, eso no va a acabar con el.
Pero…
Viste como volvió de Agujas y sigue con nosotros, esto no es nada.
Suspiró. Tienes razón pero… es que esto me parece una locura.
Y a mi. Entiendo que quieras superar esos recuerdos pero hacerlo de golpe acabará condenándote.
Hemos visto tus recuerdos y entiendo por que quieres olvidarlos aun siendo un mortal vivo y… creo que debería ayudarte en ello pero… no así… quiero que me prometas que a partir de ahora no volverás a cometer una locura así.
…. Perdón por involucraros en esto… se que se preocupan por mi… pero esos recuerdos… esos recuerdos solo me hacen odiarme más y más cada vez que vuelven.
A partir de ahora iremos con más calma, aún queda mucho por hacer ¿vale?. No me opongo a ello pero…
De acuerdo… necesito descansar un poco, la cabeza me esta matando.
Nosotros también… y te lo tienes merecido por terco… por favor, no hagas otra locura así.
Sabía que estaba preocupada por el y… quizás había perdido la cabeza pero no podía seguir cargando con esa pesada carga sobre el y sin embargo algo en su interior le decía que ambos tenían razón pero debía escuchar a sus compañeros de viaje.
Ahora lo entiendo y… perdón por involucraros en esto… iremos olvidando con más cautela esos recuerdos… ¿de acuerdo?.
Me alegro ver que cada vez eres más razonable pero… no se como lo hago para rodearme de tercos de verdad.
¿Eh?… Kleia no querrás decir que…
No me hagas recordarte las veces que he tenido que salvarte el pellejo por que has querido hacer las pruebas sin mi por que quieres ascender ya.
Yo… perdón, no debí haberte preocupado tanto.
Sabes que eres mi nexo de alma y quiero que asciendas pero… no tengas prisas Pelagos, ascenderás cuando te llegue el momento, confía en mi.
Tienes razón, pero es verte con esas alas y pensar que me queda tanto… Frustrado bajó la cabeza.
No pienses eso, solo mira el largo camino que ya has recorrido desde que llegaste… y ahora que hablamos de esto no lo he olvidado.
Olvidado… ¿No querrás decir que… Kleia… deberíamos descansar un poco… Pelagos parecía preocupado.
Si, ahora que tenemos tiempo van a continuar su entrenamiento.
Un escalofrío recorrió su espalda. No querrás decir que…
Si, cuando puedas levantarte vamos a continuar los tres con lo que dejamos a medias, quiero que aplastes a esa arpía de una vez.
Esa arpía… Recordó a que se refería. Saidene… suspiró. no es que me entusiasme verla otra vez pero… supongo que es el momento.
Eso es y luego escribirás tu primer recuerdo como todos hemos hecho.
Mi primer recuerdo… ¿Cómo el recuerdo de Devos verdad?.
Exacto, en un futuro podrás ver todo lo que habrás avanzado desde entonces, siempre motiva ver como se han ido superando temores que se creían imposibles.
Será raro ver en un futuro si todo va bien lo que escribí en vida la verdad… si es que logro reconocer quien era claro…
La verdad es que debe ser raro pero… veo que ya estás mejor, ya saben a donde vamos… No me pongas esa cara larga Pelagos, el camino a tu Ascensión continúa.
Si Kleia… no parecía entusiasmarle lo que le esperaba.
Yo tampoco tengo ganas de ir allí Pelagos pero… no podemos perder el tiempo. Suponía las pocas ganas que el aspirante tenía, al menos si era como las suyas.
Estamos en las mismas, preferiría estar bebiendo algo fresco. bromeó a la que se levantaba aún un poco mareado.
¿Qué están mascullando?. Un poco enojada lanzó una mirada fulminante a los dos. Por cierto, te han traído al reposo del Aspirante tu tienda de campaña y pertenencias, Thenios me dijo que me ocupara de ti ahora que soy Ascendida…. como si con Pelagos no fuera suficiente… No sabía bien por que pero no estaba enojada por ello, más bien al contrario.
Pero no digas eso de nosotros… ¿Podrás llevarnos a los dos?.
Si no me pataleas como la otra vez claro que podremos.
Perdona, es que no me dejaste respirar.
Aún debo controlar eso… bueno no perdamos más el tiempo, ya saben que tienen que hacer.
Se le hizo raro ir a manos de Kleia, no hacía demasiado ella misma debía ser portada y sin embargo ahora estaba portándole a el.
No pude decírtelo aquel día pero… enhorabuena por el ascenso, estoy seguro que te lo merecías.
Soy yo quien debería agradecértelo, sin vosotros no hubiera sido posible.
No soy digno de… notó un pequeño apretón del fibroso brazo en el pecho. no hay de que… como os prometí os ayudaré hasta el resto de la eternidad si es necesario.
Al fin empiezas a ser tu.
Alzaron el vuelo hacia el sur. Sobrevolando el mar de colinas doradas no pudo dejar de pensar sobre el largo camino que había recorrido en aquel reino, aunque su destino aún pareciera funesto parecía que la luz que trajeron empezaba a cambiar el destino de todos sus habitantes, poco a poco parecía que había un futuro prometedor para todos y saber que Kleia estaba portándolos por los aires le hizo sentir otra sensación olvidada y enterrada desde hacía años… sintió orgullo por el pequeño halo de esperanza que había traído, pensó que… no era prescindible, embozando una pequeña, inapreciable, pero existente sonrisa sincera.
Los siguientes días fueron tal cual Pelagos y el se temieron. Kleia parecía más una sargento que una amiga y nexo de alma. En efecto fueron enfrentados a oscuras figuras que les marcaron en el pasado. Pelagos pudo superar otro trauma al fin, lo que le alegró bastante… en cuanto a el varios días enfrentándose a la oscura elfa habían logrado que esta quedara reducida a la sombra de lo que fue… lo que antes apenas entrara en la galería ahora quedó reducida a algo menos de su altura… aunque su prepotencia siguiera por las nubes.
Pero si es el cobarde que no hizo nada más que temblar de miedo tras los auténticos héroes… ¿Acaso crees que eres digno de la bendición de N’Zoth?, si por mi fuera te daría de comer a las bestias… a quien quiero mentir, ni para comida servirías. se tapó la boca con la palma de la mano, posando arrogantemente cual altonata.
¿Eso es todo?… solo eres una vulgar elfa vendida al vacío… recuerdo que aplasté tu asquerosa cabeza con mi maza arpía. La elfa quedó congelada al recibir la respuesta, seguro que no esperaba algo así.
Que arrogante de tu parte no mostrarme respeto, montón de piedras glorificado.
No sentía nada por ella salvo un ápice de pena, era tan baja, tan vulnerable e insignificante que daba igual lo que dijera, era como decía una piedra inalterable.
Y tienes razón… ¿Por que iba a mostrar respeto a algo tan insignificante?. Ahora muere. Tomó su maza, respiró tranquilo y al igual que hizo en el pasado la aplastó con fuerza. Y pensar que me dominó cuando llegué… ¿he acabado con ella al fin?.
Kleia y Pelagos aplaudían con mensura. Enhorabuena, ha sido duro pero lo has logrado, esa arpía no te atormentará nunca más… que arrogante ha sido hasta el final.
Gracias Kleia, esto no hubiera sido posible sin vosotros.
Has sido tu el que has logrado superarla, no te quites merito. Pero gracias, para eso estamos. A la vez el se alegró de ver el avance que el aspirante logró.
Bueno mis tercos aspirantes, vamos al Reposo del Aspirante a comer algo y descansar, se lo tienen merecido.
¿Entonces no volveré a enfrentarme a ella?. Le pregunto queriendo confirmarlo.
¡Si!, la próxima vez que vuelvas tendrás que someterte a otro ser que te haya traumado… será duro pero ya sabes como lograr aplastarlos.
La próxima vez… Se le heló la sangre y el rostro, sintió una gélida mirada sobre el. espero que no sea El…
¿Estás bien?… estás pálido. Pelagos se le acercó preocupado.
Yo… recordé algo desagradable… más bien alguien… espero que no esté en las Tierras Sombrías pero… hablaba para sí mismo en susurros.
Por muy duro que sea estaremos junto a ti para apoyarte, no pienses en ello ahora.
Has caso a Pelagos y respiren aliviados, hemos acabado por ahora esta prueba… tras comer y descansar escribirás tus pensamientos en un pergamino y entrenaremos un poco, creo que va siendo hora de que empieces a usar el poder del ánima a tu favor.
¿Poder del ánima?. Extrañado sintió curiosidad por ello.
En efecto, modelar el ánima que nos rodea para usarlo a tu favor puede ser decisivo en los retos que nos aguarda, es por ello que nos pondremos en manos de Xantia cuando repongamos fuerzas.
Eso suena interesante cuanto menos y… ¿se puede usar para sanar aliados?.
Por supuesto que puedes, el ánima puede ser modelado como arma o como curación si el usuario lo domina.
Eso suena prometedor, quiero saber todo lo posible sobre ello. Pensó en las infinitas posibilidades ante el y le empezó a reconcomer la impaciencia. quiero aprender ya.
Ese es el espíritu, pero antes descansemos que quiero comer.
Regresaron al Reposo del Aspirante y comieron nada más aterrizar, tras una merecida cabezada se despertaron, o más bien fueron despertados por un mensajero venido desde el Reposo del Héroe con noticias frescas y urgentes.
Los mortales lograron liberar al antiguo Jefe de guerra Thrall de su prisión al fin, solo quedaba seguir el rastro de Anduin y lograrían acabar con su misión.
…y la más urgente noticia. Hemos localizado a Lysonia en el Templo de la Humildad, Adrestes solicita el apoyo de Kleia y el mortal cuanto antes.
¡Lysonia!. Los tres exclamaron a la vez.
En efecto, ya hemos enviado refuerzos allí, no debe escapar.
Es el momento perfecto, no debemos hacerles esperar. Kleia tomó su lanza y despidió al mensajero.
¿Dónde está mi armadura?, me la pongo y nos vamos. Pensó en llegar cuanto antes.
En el Reposo del Héroe, nos pilla de camino.
¡
Quiero ir con vosotros. Pelagos se cruzó delante de ellos.
Es muy peligroso que vayas con nosotros ahora, siento decirte esto pero debes quedarte… lo hago por tu propio bien. Kleia desde luego se preocupaba por el.
¿Y si te pasa algo?, no quiero perderte.
Se acercó a Pelagos y miró hacia su cara. Por favor, escúchala y entiéndela, se que te preocupas por ella pero no le va a pasar nada, si confías en ella y en mi entonces no debes preocuparte… la defenderé aunque ello me cueste la vida… que no pienso dejar que me arrebaten fácilmente, además, ella tampoco se dejará matar… ¿Confías en nosotros?.
Por favor, vuelvan conmigo… no les quiero perder.
No lo haremos.
Debemos marcharnos Pelagos… volveremos lo antes que podamos vivos. Le tomó y alzó el vuelo al norte, dejando cada vez más atrás a Pelagos.
La verdad es que me da pena dejarlo atrás pero… es lo mejor para el. suspiró.
Así es, me alegra saber que lucharemos juntos… ojalá acabe esto pronto. Un hilo de esperanza se resistía a romperse en la voz de Kleia.
Si esta Lysonia estarán el resto de Abjurantes… no será fácil pero hay que aprovechar esta oportunidad.
Ojalá no hubiéramos acabado así pero… ojalá pudiéramos hacerles entrar en razón.
Alguna forma habrá, o eso espero.
Otra vez sobrevolaron el horizonte sobre las doradas colinas, hacia la incertidumbre.