El despertar de N'Zoth y el contraataque de Azeroth

Minutos Antes…

Morda entró en su improvisado despacho con aire pizpireta, disfrutando el momento. Le habían proporcionado mobiliario a medida, todo de la zona de uldum. Un estilo curioso y pintoresco a sus ojos, curioso y hermoso a la vez.

Varias mesas amplias, Candelabros, Mobiliario para archivar papiros, Estanterías, Algunas sillas y un mapa enorme de todo uldum, desplegado sobre una enorme mesa, en el centro de la habitación… todo, iluminado de forma tenue por el sol que entraba por tres ventanas de tamaño medio.

Escueto para ella, pero funcional. Le gustaba adaptarse y sentirse en el centro del huracán, por lo que lejos de desanimarla, estaba visiblemente complacida.

Inspeccionó la habitación con calma, paladeando una piruleta de fresa, viendo cada mueble como quien destapa una antiguedad, embelesada por la estética de la sala.

Finalmente se detuvo ante el libro y suspiro tímidamente al verlo. Era hora de comenzar a trabajar…

El grueso y desgastado libro, estaba encuadernado en piel humana. La gnoma lo sabia bien. Observo las grandes runas que cubrían la portada, marcadas a fuego sobre el sujeto vivo… sin duda.

Con timidez, pero sin soltar su piruleta, pasó su pequeña mano sobre el libro sin tocarlo y lo sintió… Las runas se iluminaron y un hálito espectral manó de las oscuras runas. El tenue vapor brillaba de forma muy suave, pero con un tremendo poder latente.

La gnoma dio otra pasada de lengua a su piruleta a camara lenta. La escena le traía recuerdos de épocas pasadas…

Con calma, concentro su mente y la proyecto sobre el libro, y este reaccionó.

Como si tuviera vida propia, se abrió de golpe y sus páginas comenzaron a correr, el pelo de la pequeña gnoma aleteó por el viento, hasta que se paró ante una página garavateada con tinta negra.

La gnoma volvió a dar un lenguetazo a su piruleta con lentitud… Mientras ordenaba mentalmente las inconexas runas, que fácilmente pasaban por borrones realizados por algún lunático.

– “El Poder no reside en la vida, es imperecedero y atemporal, ajeno a lo físico… Inmortal…” hummm, no es esto lo que busco…

Escuchó ruido fuera, carreras, pasos agitados… y una ventana.

Con agilidad, abandono el libro y se acercó a una ventana y la vio. Belter corría perseguida por dos goblinesas, con bastante ventaja… Arqueó una ceja y dibujo una sonrisa en su rostro.

– Yo habría hecho lo mismo… que traviesa… pero le irá bien estirar las piernas… Volvamos al libro!!! Esto va a costar un poco… :triumph:

Un tiempo impreciso después…

. . .

Morda arqueó una ceja con curiosidad, mientras hacía señales a una goblinesa para que trajera leche fría como el hielo para la animada Belter.

– Así que la pista de un tesoro… :thinking: ¿No te estarán gastando una broma? Estos lugareños son algo extraños…

– Nahhh! no es solo un sigilo ordinario. Míralo bien, reaccionó a la sangre, mostrando la pista… Es muy esmerado para un engaño. – Dijo con semblante intrigado y sonriente, sentándose y tomando una galletita de un bol de morda cercano.

La gnoma tomó la pista pensativa y se acerco a su enorme mapa, mientras belt la observaba con aire divertido. Belt sabía como le chiflaban los misterios a su pequeña amiga, por muchas caras de calculadora que pusiera.

– Parece que señala un tramo escasamente explorado, cercano a lo que los locales llaman, “El embarcadero maldito”.

– Te apuntas entonces?

La gnoma cogió el sigilo y lo miró con cara de poker, pero un pequeño tic en el ojo la delataba. Con calma se giró hasta mirar a Belt.

– Nooo… Pues claro!!! Nos vamos pero a la de ya!! – Saltando mientras gritaba de forma eufórica.

Ambas se dirigieron a sus habitaciones a prepararse para una incursión en pleno desierto. Que dada la obstinación de nzod por tomar el control de la zona, debía ser cuidadoso.

Morda fue la primera en salir al pasillo, lucía un traje de aventurera recién comprado en un mercado cercano, con su mochila favorita, repleta de cosas. varias piruletas asomaban de la mochila que amenazaba con reventar.

Con diligencia, dio instrucciones a sus subordinadas de que le trajeran un guía local para hacer mas seguro el viaje hasta la zona en cuestión y repartió ordenes sobre varios temas diferentes. Partirían con guía pero solas.

Les trajeron un guia humano, de tez morena y delgado, llamado Pita. Poco después, los tres partieron ignorando que pronto anochecería.

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El camino por el desierto seria arduo, al menos en la noche no haria calor aunque si mas peligros acechando. El paisaje de Uldum era impresionante, el contraste de las zonas verdes junto al rio con el infinito desierto que tenian en frente era abrumador, ademas las antiguas construciones que se alzaban hasta el cielo empequeñecía hasta la magestuosa ciudad troll de Zuldazar.

Sortearon a algunos animales salvajes del Oasis Vir`naal y bajaron por una ladera en direccion Este. Belter poso sus pies descalzos en la arena aun tibia y se paro para ver la puesta de sol de aquel maravilloso lugar. Pita no era muy hablador, pero le insitio en que deberian avanzar mas antes de que anocheciera y les señalo que el camino mas seguro seria subir por una pendiente cercana a Nahom. Por aquella zona habria alguna hiena, pero no iban en manada, lo peor seria seguir por las zonas altas de las montañas cruzando las Tumbas de los Precursores, evitando completamente las Camaras de los Origenes hasta llegar al paso Kesset.

El resumen de Pita agrado a Belter, aunque Morda sabia que realmente lo dificil seria pasar por el Paso Kesset que estaba muy vigilado por fanaticos de Amathet. Reanudaron la marcha con la media luz, pasaron gran parte del desierto y subieron hacia la montaña. Pita las condujo por caminos imperceptibles para la gente comun, desde luego era un buen guia, la ruta era segura y escondida, ademas la oscuridad de la noche fue un buen aliado. Llegaron hasta la zona mas alta, desde alli se podia divisar el desierto de Tanaris, era la frontera de ambos luigares. El viento era suave y la noche comenzaba a ser mas oscura, decidieron descansar y reanudar la marcha en el amanecer ya estaban cerca del Paso Kesset.

Se monto un campamento improvisado alejado de los bordes. El terreno era extrañamente plano. Pita hizo rapidamente una fogata al rededor de sus sacos de dormir, saco unos pinchos morunos y los puso a cocinar para los tres.

– Desde aqui se sigue viendo la espada de Sargeras… – Dijo Belter mientras comia parte del picho moruno.

– Esa espada quedara en el paisaje de Uldum para siempre.-- Repuso Pita con algo de tristeza.

– La Camara de los Origenes es impresionante.

– Y llena de secretos – Dijo Mordacae alegremente.

– He traido pan de piñones Morda, se conserva bien.

Mordacae interpreto que la elfa estaba siendo precavida, ella pensaba que la busqueda podria ser larga y que asi tendrian algo de comer, pero que a la vez era muy optimista, no tenian idea a donde le llevaria esa pista pero podria no ser nada. Conversaron al rededor de la hoguera mientras cenaban y cuando la dama blanca (Elune o Mu’sha) estaba en lo mas alto del cielo decidieron irse a dormir

Al amanecer Pita ya habia recogido el campamento junto a Mordacae, Belter parecia la mas dormilona. Siguieron por lo mas alto hasta llegar al embarcadero, algo que sorprendio a la gnoma, se saltaron todo el Passo Kesset sin ningun contratiempo.

– Pues hemos llegado, aqui esta el embarcadero Maldito.-- Dijo Pita

– Pero estamos arriba, como vamos a bajar? – Dijo Belter confunsa.

– Podeis saltar al agua.

Belter se acerco al filo y miro abajo, mientras Mordecae estudiaba los alrededores sin decir palabra. La elfa discutia con Pita sin resultados aparentes, entonces Mordacae saco un gancho, lo agito con fuerza y lo engancho al primer intento a una de las columnas. Tiro de la cuerda para ver si era seguro y lo ato a una estaca que escabo en la arena de la montaña. Acto seguido se deslizo por la cuerda, dio un saltito en la columna y cayo en el suelo con una pirueta. La elfa corrio a ver si estaba bien.

– Belter TIRATE!!.. Uy que hay alli? – Dijo La gnoma mientras se metia en una entrada justo abajo de donde estaban Pita y Belter.

Pita sin mediar palabra cogio la cuerda y bajo tambien rapidamente, siguio a la gnoma que ya habia desaparecido de la vista de Belter. Ella titubeo un minuto, no tenia confianza en esa cuerda, claro que si habia aguantado el peso de Pita, seria segura. La gnoma aparecio de nuevo para animarla a bajar.

– Vamos Belt, tengo que quitar la cuerda, no me hagas subir a empujarte!. – Le dijo mientras se divertia viendola recular constantemente antes de saltar.

Finalmente bajo, con algo de torpeza, pero sin hacerse daño. Y alli estaban, en frente de una una entrada medio derruida y con grandes rocas que obstaculizaban ver lo que habia dentras. Belter se acerco llena de ilusion y noto como el sigilo que llevaba en su bolsillo vibraba un poco, lo saco y sus glifos empezaron a brillar con luz dorada. Se acerco a Mordecae y se lo ofrecio. Pita las miraba incredulo.

– Interesante reaccion…

–… Si, parece que este es el lugar correcto Morda, investiguemos un poco.

Continuara…

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Shield descendía hacia las profundidades de Exodar. Su pensamiento volvía una y otra vez hacia su helada princesa. La imaginaba en aquel profundo agujero,ausente del mundo. Su propio ataúd sin tapa…
Movió la cabeza negativamente,no consentiría ese enterramiento voluntario.
Comprobó que en su mochila continuaba el aparato de “grabación holográfica” según lo había definido el gran artificiero Rommul. Le había instruido en su uso,que resultaba muy sencillo. Apretar el cristal azul,mientras el aparato permanecía cerca de aquello que queria almacenar…
Pronto,pensó con una sonrisa,pronto lo usaré. Siguio descendiendo hacia el internado donde permanecia su hija Niara…
Cuando llegó a su destino,saludó con afecto a la encargada de los niños. Hizo un gesto interrogante, y ella le respondió afirmativamente con un guiño,indicándole la sala donde estaba Niara…
¿Donde está mi pequeña princesa?,preguntó con una amplia sonrisa…
¡Papi! La pequeña dranei saltó a sus brazos,mientras le estampaba dos sonoros besos.
¡Has venido!..dijo la pequeña entusiasmada.
¿Y la señora guapa? Preguntó con un triste mohín…¿no ha querido venir a conocerme?
Verás princesa,ella esta ahora recuperándose, tuvimos una dura batalla,y tiene que curar sus heridas…
Pero papi,tú también estas herido,y has venido…
Verás,ella dice que está muerta…
¿Como mamá?, un gesto de tristeza cubrió su bonita cara…
Pero…cambió el gesto de manera radical,frunciendo el entrecejo con gesto de concentración, mientras desarrollaba una idea…
Papi,te está engañando dijo Niara muy seria. Mamá está muerta y no habla,si habla contigo…¡no esta muerta!, una sonrisa radiante cubrió su rostro,para dejar paso todo seguido a uno de preocupación…
Entonces está enferma papi,tenemos que ayudarle a que se ponga buena.
Shield sonrió con ternura,y revolviendo el cabello de su hija le dijo muy serio…
Tienes razón princesa,y creo que se como hacerlo…
¿Ves este aparatito? Dijo mostrando el objeto que Rommul le había dado,pues aquí está su medicina,y juntando sus cabezas para no ser oidos le dijo…
Esto es lo que vamos a hacer…
Continuará

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La lucha era cruenta, las hordas de enemigos no paraban de venir, como si hubiera una fábrica de infinitos recursos para crearlos. La paladín alzó el escudo para parar la embestida de una de aquellas repugnantes criaturas, que venía con tal ímpetu que hizo retroceder un par de pasos a la humana, al tiempo que el propio aqir quedaba atontado. Sin darle tiempo a reponerse, un tol’vir aprovechó la ocasión para decapitarlo.

Sin detenerse a agradecerle o no el acto, que casi había hecho de manera automática, Vahlkir se apartó a un lado, esquivando la embestida de otra aquellas criaturas tan cortas de intelecto a veces, pues la propia carrera del aqir lo había llevado a encontrarse con el filo de su espada. A la humana sólo le hizo falta extender el brazo con la espada para que la criatura hiciera el resto del trabajo.

En mitad de aquel caos, la paladín apenas reparó en el jinete de dracoleón al cual perseguían varios de aquellos insectos ir directamente hacia ellos. Sólo cuando éste hizo aquella maniobra kamikaze que acabó con con el que debía ser un ignoto general, quizá el que dirigiera el ataque, pues la mayor parte del ejercito enemigo empezó a retirarse con aquello. Parecía que de momento la victoria estaba ganada, pero entonces el jinete se vio atacado en mitad del vuelo por un último aqir insistente. La paladín no lo pensó un instante y gritó a su compañero.

– ¡Arnath, está cayendo!

No hicieron falta más palabras, Vahlkir convocó a su corcel en un instante, dirigiéndolo al sacerdote, el cual se subió en pleno galope detrás de ella y justo en el último instante lanzó caída lenta al jinete. Aún así el impacto contra el suelo fue importante y el jinete -un belfo al parecer- cayó rodando por una de las dunas. Llegaron a su altura justo cuando se detenía y el corcel se desconvocaba. Paladín y sacerdote se acercaron a él temiéndose lo peor.

– Parece que vive, pero por poco- dijo Arnath mientras le lanzaba una cura rápida- será mejor que lo saquemos de aquí, puedo atenderle una vez estemos a salvo.

Valkir asintió, a pesar de la retirada del ejercito enemigo, no era seguro estar tan expuesto. Ambos levantaron el peso muerto del belfo y lo acercaron hacia sus tropas, que enseguida le ayudaron a llevarlo al puesto de sanación, un sencillo edificio de piedra amarilla a unos cuantos metros del campo de batalla.


– Es un paladín, a pesar de esta armadura extraña- conjeturó la humana una vez tumbaron al herido en una de las camas- puedo sentirlo… me pregunto que hacía yendo por ahí tan en solitario.
– Aventureros atrevidos hay en todas partes- aseguró Arnath- te recuerdo que nosotros mismos nos encontramos con este ejercito de casualidad.

– Cierto, pero al menos somos dos… - una ligera sonrisa asomó en sus labios- ¿Qué tal vas con la cura?¿Necesitas ayuda?

La mujer se dirigió hacia él. Había varios heridos de diversa consideración y varios sanadores agotados en la sala. Ellos estaban algo mejor al haberse unido a la batalla ya empezada.

– Siempre es mejor otro par de manos, está peor de lo que pensaba… - el sin’dorei frunció el entrecejo, el compatriota que tenía delante parecía haber soportado una tortura ¿o varias batallas?- por alguna razón me resulta familiar…

– Es curioso, a mi también…-

La paladín comenzó a canalizar varias curas, no era tan buena como su compañero en aquellos menesteres, pero se sentía inútil si no hacía nada. Suficientemente frustrada se sentía al no haber podido partir con el resto de sus compañeros en aquel viaje para salvar a Zel,. Llevaba meses sin saber de ellos y espezaba estar realmente preocupada, a pesar de que aquel ren’dorei chiflado aseguraba que todo iba bien.

Entonces el extraño paladín comenzó a despertarse.

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Sierra Espolón, 2 meses despues de la captura de Los Baldios, Ruinas de la Fortaleza Krom’Gar

2 meses despues el enano, ya aclimatado a su nueva vida, estaba sentado sobre el cadaver de un orco tiroteado tomando un trago de esa aguada cerveza orca mientras hablaba con Aegyr

  • Como te digo, le hice saltar a ese idiota de Baegum uno de sus dientes de oro cuando me dijo que hice trampas bebiendo, ¿como se puede hacer trampas en eso?.

  • Se lo merecia, seguro que aún esta buscando su preciado diente.

  • El otro dia, cuando nos tocó guardia, no te imaginas lo que pude ver, al mismisimo Thorim orinando sobre su uniforme borracho ajajaja.

  • Aegyr…creo que no es el momento más adecuado para hablar de Thorim…

  • No me digas que esta a mi espaldas. Un golpe seco en su cabeza fue la confirmación

  • No vistes nada, y ahora hablemos. Ambos miraron al Sargento con una cara de seriedad que jamás se imaginaban ver en el curtido lider

  • No se lo he contado a nadie aún, cuando regresen de las practicas de tiro lo haré, pero tengo noticias…malas noticias, escuchen bien por que esta bajo el filtro de la censura, pero que les den, me temo que nuestra amada patria va a caer…Los ojos humedecidos Thorim dio paso a lágrimas Forjaz ha sido rodeada.

  • Como…¿como que Forjaz ha sido tomada?, ¿Pero no controlabamos casi todo el Este?, no nos tomes el pelo con algo así Thor, ¿estas bromeando no?
    Un fuerte puñetazo en la cara de Aegyr fue su respuesta, el enano cayó hacia un lado debido al impulso

  • ¡Hemos perdido todo el continente! , Khaz Modan es historia.

Todos los que los rodeaban escucharon aquella funesta frase, los murmullos inundarón la arrasada base, unos nerviosos, otros iracundos y otros palideciendo, como fue el caso de expaladín

“Cuando Forjaz caiga se dará el Fenómeno Magni”, esa frase no paraba de dar vueltas en la mente del enano, ignorando el caos en el que la base tornó

  • El fin de los dias.

  • ¿El fin de los dias?, ¿Drothz?.

El grupo de enanos de la compañia que regresó se unió a la tormenta

  • ¡Condenados censores!, ¡los mato ahora mismo!.

  • ¿Que pasara con nosotros ahora?, Tengo una hija en Forjaz.

  • Por eso no habia cerveza, te lo dije Khazdan, te dije que nos engañaban.

  • Que le den al Pacto, ¡Deserto!.

  • !Mi prometida esta en Gnomeregan¡, ¿Gnomeregan ha caido?.

Thorim se subió a una caja de suministros y habló en alto para todos

  • ¡SILENCIO! Disparó al aire con su rifle personal 3 veces, surgiendo el silencio
  • Bien, teneis razón, os ocultamos todo lo que pasaba en el mundo, pero no aguanto más, os diré la verdad y únicamente la verdad, estamos perdidos.

Otra vez el caos inundó la plaza, a lo que el enano recurrió a más rafagas al aire

  • ¿Quereis dejarme hablar? bien, el Este ha caido, y me temo que Forjaz caerá en menos de una semana, es el unico territorio que queda, y se han encargado de cortar todo suministro, el Alto Mando esta en Pandaria, la cual esta colapsando entre el ELP y la ofensiva naval que ya ha conquistado Bosque de Jade, y en Rasganorte nuestras tropas no tienen suministros tras caer Menethil, esta es la verdad y únicamente la verdad, cuando caiga Forjaz…el mundo tal y como lo conocemos llegará a su fin, el Sistema Vindicaar esta en marcha a falta del pin final, y Muradin esta a punto de concederla.

  • Thorim…¿has perdido la cabeza?..¿el fin del mundo?..No estamos para bromas, esto te puede costar la pena máxima. Un asustado Teniente Thomith intentó asimilar eso último, solo unos pocos sabían del Sistema Vindicaar

  • Totalmente, vamos a tomar todos nuestros suministros y salvaguardarnos en las viejas minas que tenemos bajo nosotros, mientras no nos caiga un impacto directo aguantará…¿quieren pruebas?, tomen todas las que quieran.

  • Arrojó un disco cuadrado al teniente humano, que de inmediato lo introdujo en un lector holográfico, desvelando ante el asustado público toda la información registrada del Sistema Vindicaar

  • No puede ser cierto…¿Sistema satelital?, ¿Martillo de redención?, ¿haz laser de azerita ultracondensado?, ¿pero que es esta locura?, seran hijos de orco…¿se guardaban todo esto a nuestras espaldas?..bien, esta decidido.

  • El humano subió junto a Thorim pregonando su decisión

  • Bien esta decidido, vamos a sobrevivir en el nuevo mundo, que les den al Pacto y al Imperio, que se maten entre ellos, quiero esas minas limpias y llenas de recursos, no pienso morir y no pienso que mis hombres mueran tras esta puñalada en la espalda ¡ES UNA ORDEN, DE INMEDIATO, EN MARCHA!.

  • El sepulcral silencio fue seguido de todos los efectivos cumpliendo sus ordenes, ni media palabra salió de los aterrados hombres que simplemente metían todos los recursos de los que disponian en las entrañas de la mina, en ese escenario se encontraba el expaladín, pensando en como llegó allí


Los días transcurrieron con una tranquilidad inédita y inhospita, el Imperio hace días que dejó de atacar el frente, y los soldados hacían preparativos para el fatídico día, las actividades de recolectar agua, talar los pocos arboles intactos de la zona, cazar los pocos animales restantes y otras se sucedían con calma, unos creyentes crearon un altar de la Luz con metralla de obuses detonados, los Tauren plantaron semillas de Mulgore en las inmediaciones de la base, y los elfos vertieron agua de Quel’thalas en el manantial que inundaba los niveles más bajos de las minas en un intento de que sus deidades se apiadasen de ellos y sus seres queridos

El enano y el humano no muerto hablaban del inmediato futuro

  • Entonces, ¿hay probabilidad de que no todo el planeta quede destrozado?.

  • No lo se, pero lo más probable es que nos veamos en Shadowlands.

  • Alli volveremos a unirnos, un placer luchar contigo Aiden.

  • Lo mismo digo, ojalá no hubiesen acabado las cosas así, si por alguna razón esto es la visión que dices y vuelves a la Vieja Azeroth…Puso su fria mano sobre el hombro del enano…te dejo el peso de todo el planeta en tus hombros, ocupate de que el Consejo Horda sobreviva, confio en que podrás.

  • No te defraudaré, pienso evitar todo esto, y tomarnos unas cervezas juntos en una buena taberna.

  • Creo que es el momento, hay unos pocos barriles cebatruenos que nos robaron los orcos, te invito.

  • Nunca me negaría a esa invitación viejo amigo.

Rellenaron unas abolladas jarras metálicas del deseado elixir y tras chocarlas con un bien sonado golpe metálico brindaron y de un trago bebieron la cerveza


2 días más tarde, medianoche
Una tranquila noche completamente despejada como otra cualquiera, con la Dama Blanca oculta tras Azeroth, no parecía presagiar el fenómeno que acontecería esa cataclísmica noche

Los soldados hablaban de sus batallas, anécdotas y sueños, cuando sin previo aviso el cielo quedó quebrado por un haz de luz azul y dorado, atravesando el horizonte, seguido del resplandor con la luz de mil soles y continuado por el sonido que haría que lo peor de la guerra fuese una alegoría a la vida

Una gran rafaga de aire sacudió Sierra Espolón, haciendo que todos los arboles de la Sierra quedasen inclinados, que algunos gnomos saliesen impulsados unos pocos metros y que uno de los edificios del fuerte colapsase, ese fue el momento en el que Kalimdor presenció el Fin de los Días, finalmente una enorme columna de fuego iluminó de nuevo el horizonte

  • ¿QUE HA SIDO ESO?
  • ¿ESO ES EL SISTEMA VINDICAAR?
  • ¿ALLI NO ESTABA VISTA ETERNA?.

Gritos de incredulidad y terror inundaron el bastión, al fin se desveló el arma definitiva del Pacto, el Sistema Vindicaar.

  • Ha llegado el Fin de los Dias.

-¡TODOS A LA MINA!, ¡ES UNA ORDEN!

El caos era patente en la entrada de la mina, todos entraron a empujones, sustituyendo la disciplina castrense por el principio de sálvense quien pueda, con el ultimo soldado dentro procedieron a sellar la entrada con una pesada puerta de metal

El miedo era patente, los más creyentes rezaban, los que no tanto bebían todo el alcohol guardado, pasadas 2 eternas horas algo hizo temblar violentamente el tunel, haciendo caer una de las luminarias del techo

  • Y aquí esta el Imperio usando sus misiles balísticos de azerita…han tenido que arrasar el Alto del Honor.

Más temblores hacian temblar Sierra Espolón, el Imperio estaba aniquilando todo objetivo del Pacto como les era posible antes de ser ellos volatilizados por el Martillo de Redención del Sistema Vindicaar, dicho fenómeno se repetía por todo rincón de Azeroth, Kalimdor, El Este, Pandaria, Rasganorte, Zandalar, Islas Arruptas y Kul’Tiras eran pasto de la devastación, millones de vidas eran aniquiladas en un suspiro, ciudades y regiones enteras pulverizadas por la sangre de Azeroth

Primero fueron las grandes capitales, seguidas por los pueblos y zonas estratégicas, posteriormente las ruinas y el legado histórico y cultural, finalmente, con los últimos suspiros de la civilización Azerothiense, las últimas 5560 cabezas de Azerita del Imperio, y los últimos Gigawaltios del Sistema Vindicaar acabaron aniquilando las pocas regiones impolutas que aún quedaban en el planeta, dejando la totalidad de la superficie planetaria aniquilada

Los remanentes de la Fortaleza Krom’Gar sufrió el impacto directo de una de las cabezas de azerita, haciendo colapsar la mitad de la mina, enterrando vivos a las pobres almas que bajo el fuerte se encontraban, intentaron salvar a las víctimas, pero en aquel ataque un tercio de los efectivos perecieron bajo la volatilizada montaña


5 meses más tarde

  • Muchachos, tenemos que salir, apenas quedan suministros, que la Luz nos resguarde.

La pesada puerta metálica fue derribada, desvelando a los supervivientes la imagen más horrible de Azeroth, un planeta cubierto por negra nieve, carente de vida, totalmente oscuro y frio, muy frio

  • Que…¿que es esto?..muchachos…tomen todo el abrigo posible.

  • Fenómeno Magni, así que de esto nos quiso advertir…necios, ¿por que no le escucharon?.
    -El enano escuchó atentamente lo dicho por Aiden mientras se abrigaba

  • ¿Que hacemos ahora Thorim?, ahora eres el lider.

  • Yo ya no soy lider de nada, debemos ser el último vestigio de vida de Kalimdor…si no del planeta.

  • Jefe, ¿Es eso una nave draenei?

  • Trae eso, Thorim observó por los binoculares una serie de naves draenei destrozadas cerca de su posición

  • Es parte del Sistema Vindicaar, vayamos allí, seguramente queden recursos y con más suerte quizas podamos hacer que otra nave draenei nos evacue.

  • Señor…esta atmosfera…no solo bloquea el Sol, me temo que tambien toda onda…nuestros dispositivos quedaron fritos en el “Dia”, la de las naves seguro que tambien.

  • Theremas, no perdemos nada yendo allí, vayamos.


El séquito de los 29 supervivientes caminaron por las frias y yermas tierras de lo que fue Sierra Espolón y Vallefresno por días, uno de los soldados humanos falleció por una enfermedad contraida en las minas, el cual fue enterrado con honores en una sencilla tumba, días más tarde llegaron a duras penas, con los últimos recursos, a la impactada nave, la cuál aún permanecía de una pieza, a lo cual entraron dentro de su oscuro interior

  • ¿Algun superviviente?.
  • Me temo que no, todos estan muertos.
  • ¿Y los sistemas de control?
  • Muerto, todos los cristales y circuitos fritos, irreparable.
  • Esto no puede ser así, tiene que haber algún lugar habitable, algún lugar sin valor alguno donde asentarnos…¿La isla errante?.
  • El único pandaren, probablemente el último de su especie respondió a la pregunta
  • Señor, Shen-zin Su murió hace años, los orcos la mataron.
  • Siento escuchar eso, pienso llevaros a algún lugar seguro, lo prometo.

Durante días intentaron contactar con más supervivientes empleando la única radio funcional, de forma infructuosa, los recursos menguaron contínuamente, provocando enfrentamientos entre los 28 supervivientes, una de las “noches”, si es que se podía saber que lo era, 5 disparos despertaron a los demás de forma drástica, dejando a la vista a 3 humanos, 1 enano y un elfo de sangre muertos con disparos en la cabeza, tras lo cual recibieron sepultura con honores

Unos días más tarde, bajo una tormenta eléctrica de una violencia jamás vista

  • Quiero ver a los 23 aquí en el centro, las paredes son peligrosas.

  • Señor…dame un arma, solo quiero acabar con esto ya.

  • ¡NO PERMITIRE MÁS MUERTES BAJO MI TUTELA!, ya hemos perdido a 6 buenos hombres. Empezó a llorar intentando parar, en vano

  • ¿Cuantos recursos nos quedan entonces?, no hay animales ni arboles ni plantas ni nada, es que no hay ni insectos.

  • Nos quedan para 1 semana y 3 días, 3 semanas si nos limitamos a una sola comida.

  • A la costa, tenemos que ir a la costa, quizas los mares no esten afectados y podamos pescar.

  • Señor, mi abuelo fue druida en sus tiempos, una de sus enseñanzas era de que todo el mundo era un solo ser vivo, si una parte enferma, todos enferman, el Sol es tan esencial para el mar como para la tierra, por lo que me temo que será igual. Uno de los 2 últimos tauren comentó al grupo aquello

  • No voy a permitir que muramos aquí, ¿donde esta la costa más cercana?.

  • Si las costas siguen igual…Durotar.

  • Allí iremos entonces.

Una vez pasada la tormenta, el grupo tomó lo que quedaba y partió al este, durante el largo periplo por las aniquiladas tierras de Kalimdor los 23 integrantes sufrieron, a medio camino una falla cubierta por la gruesa nieve negra se tragó a un gnomo, muriendo al instante al caer hasta el fondo, tras dejar unas piedras señalando el lugar los 22 continuaron su travesía


Costa Este de Durotar, 1 semana despues

Tras perder 4 integrante más debido a derivaciones debido a la malnutrición y la hipotermia, los 18 soldados llegaron a la costa de Durotar, bajo un infernal frío.
El panorama era de todo menos halagador, toda la costa hasta el horizonte estaba cubierta de un gran tempano de negro hielo, las costas presentaban un horrible paisaje por causa de la enorme masa de vida marina acumulada por montículos en la costa, millones de crustaceos, peces, moluscos e incluso grandes criaturas se acumulaban en toda la costa, congelados y en perfecto estado de conservación, lo que indica que hasta los microorganismos más resilientes fueron aniquilados en “El Día”.

  • Lo sabía, la madre Tierra…ha muerto.

  • Esto…es nauseabundo, pero quizas podamos comer.

  • ¿Estas loco?, asi acabaremos muertos.

  • ¿Y que propones entonces?.

  • Buscar, buscar otro sitio, algún lugar con vida debe quedar.

  • Soy el Lider, y como tal miro por nuestro bien, nos quedamos aquí, podremos sobrevivir, al menos en cuanto a comida, ¿y el agua?.

  • 1 semana señor.

  • necesitamos una fuente de agua pura, maldita azerita, el manantial de Sierra Espolón era perfecto, maldición, quedó enterrado.

  • Nos vamos Thorim, hemos decidido que buscamos otro lugar, te vienes con nosotros o te dejamos, pero no podemos dejar que nos lideres.

  • ¿ME ESTAS TRAICIONANDO AEGYR?

  • No Thorim, simplemente queremos sobrevivir, hasta luego.

  • No pienso permitir que nos condenes. El enano sacó su revolver y disparó al pie de Aegyr, haciendo que cayese de lado

  • ¿Pero que haceis?, ¡este no es momento para matarnos!

  • Seras hijo de orca…Aegyr eras un hermano para mí. ¿Por que os condenais a una muerte segura?, aquí tenemos comida, ¿Es que no ves que todo el planeta esta igual?.

  • Aegyr caminó cojeando y con dolor hacia Thorim ,tu jamas…fuistes un hermano para mí, matastes a mi hermana…siempre quise matarte por Disparó al pecho de Thorim siempre quise vengarla, se suicidó por tu maldita culpa…tu…Aegym se desplomó para nunca levantarse.
    -Thorim no paraba de toser sangre y desangrarse por su herida…siempre creí que eras…un hermano para mí…, no dejalo, esto es mortal muchacho…el tauren se acercó, tiró las gasas y se arrodilló
    -Dro…thz acercate…
    El enano se acercó

  • Se que pasó…vengame…venganos…evita el…en ese momento el lider dejó de respirar

  • Ha fallecido…que la Luz los tenga en su seno.


Los 16 soldados caminaron hacia el sur, la costa estaba salpicada de restos de embarcaciones, enormes buques hundidos salpicaban toda la costa, incluso aeronaves descansaban eternamente en la helada Azeroth, la hipotermia y las enfermedades acabó con 5 más durante el trayecto, entre ellos con el último pandaren del planeta, finalmente llegaron a las afueras de la antigua Theramore

  • Theramore, aquí empezó todo…cuando Garrosh hizo volarla por los aires.

  • ¿Recuerdos de cuando vivias, señor Aiden?

  • Más o menos, miremos en los restos de esa caravana.

  • Los 11 llegaron, para ver que quedaba medio cordero congelado, uno de los 2 elfos de sangre al verlo lo cogió y salió huyendo con el

  • ¿Pero que hace?, esa comida es de todos, a por el. Sin previo aviso uno de los humanos disparó hacia el elfo, que perdió la parte superior de su oreja izquierda, a lo cual este comenzó a disparar con su rifle, con la mala suerte de acertar en la cabeza de uno de los enanos, en la pierna del Tauren y en uno de los pulmones del otro elfo de sangre, finalmente Aiden liquidó a sangre fria al traidor

  • ¿Como estaís?.

  • El elfo de sangre tosía sangre y apenas podía respirar, el enano yacía muerto y el tauren en el suelo perdiendo mucha sangre

  • Po…r favor señor…mateme…por fav…or.

  • De acuerdo, descansa en paz. Aiden disparó en la cabeza al elfo, acabando con su sufrimiento

  • Se acercó al tauren ¿Puedes caminar?.

  • El tauren dio una zancada, cayendo de dolor.

  • Dejadme aquí, no sobreviviré.

  • ¡AIDEN NO!..bang, Un disparo en la cabeza acabó con el último tauren

  • ¿PERO QUE HAS HECHO?, Podriamos haberlo llevado en un carro de estos.

  • No iba a sobrevivir, tenía reventada la carótida, ¿Como pensabas empujar un carro de estos?, no quedan caminos, vamos a enterrarlos y continuemos.

  • ¿Que hacemos con el responsable?

  • Dejadlo allí con su cordero.

Tras enterrar a los 3 muertos los 8 continuaron hacia el sur


2 semanas despues

Los 4 continuaron caminando sin descanso tras perder a 4 de los suyos debido a beber agua contaminada, una de las noches 2 de ellos se fueron para ir a defecar, pasado un rato 2 disparos se escucharon

  • Descansen en paz.
    El enano regresó con Aiden con calma
  • Se han matado Aiden, ¿por que no lo has evitado?
  • No iba a evitar que alargasen su sufrimiento, ha sido su decisión.
  • Vamos a enterrarlos.
  • De acuerdo.

Tras enterrarlos Aiden y Drothz estaban junto al borde de lo que fue Mil Agujas, tras una fogata que apenas mantenía su fuego activo

  • ¿Y bien?, ¿El plan desde el comienzo fue esto no Aiden?

  • Si, Fenómeno Magni, toda la atmosfera del planeta esta cubierta por las cenizas de todo lo que ha ardido, eres el último vestigio de vida del planeta, ni los seres más pequeños han sobrevivido, ya vistes las costas y los peces sin descomponer.

  • Me estoy hartando, ¿Que harás cuando muera?, ¿cuál es el sentido de tu inmortalidad ahora?, ¿Que Azeroth protegeras ahora?, no queda nada, tu y yo, nada más.

  • Llevo esperando hasta que mueras para acabar con esto, ¿quieres que acabemos con todo ahora?.

  • Hagamoslo, es aburrido ser el último ser vivo de Azeroth, y apenas me queda nada para comer o beber ya.

  • Que así sea entonces, pero antes…
    El no muerto cogió la tapadera de la caja de alimentos que permanecía cerrada, apagó la hoguera y talló con una navaja el epitafio de los 2 últimos seres de Azeroth, tras ello puso la improvisada lápida en una zona cubierta por rocas donde no alcanzaba el viento

  • “Aquí yacen los 2 últimos seres que pisaron con vida el planeta Azeroth, Aiden y Drethz intentaron proteger el planeta fracasando en ello, que sus almas, junto a las de todo el planeta, descansen en paz”

  • Da mal rollo ver tu propio epitafio…¿como lo hacemos?.

  • Puesto que soy un no muerto, un disparo en la cabeza no acabará conmigo, por lo que has de cortarmela, en tu caso con un disparo bastará, toma a Silencio.
    Aiden pasó su legendaria guadaña al enano

  • No me siento digno de portarla.

  • Silencio quiere acabar su labor, acaba con su creador.

  • De acuerdo, ¿y si no me mato yo?.

  • Lo voy a hacer yo, te disparare en el pecho, de forma que puedas matarme y luego tu morir por mi disparo.

  • Gracias.

  • Bien, es la hora, estoy harto de este planeta.

  • Lo mismo te digo viejo amigo, lo haré todo para evitar esto.

  • Que así sea.
    El humano se bajó la capucha y la arrojó, el enano a su vez se quitó su chaleco antibalas, luego el enano tomó la guadaña y el humano su revolver con cachas de azerita

  • ¿Estas preparado?.

  • Tengo miedo, pero si,

  • Todos tenemos miedo de nuestra primera muerte, bien nos vemos.
    Aiden disparó a Drethz en el pecho, atravesando su pulmón derecho, lo que hizo que el enano escupiese sangre
    -Gahsp

  • Decapitame ya, no te queda mucho tiempo, vamos Rhop, no me dejes tirado aquí.

  • Que…asi sea…nos vemos…pronto…
    El enano se levantó con un profundo dolor, mientras respiraba con dificultad y se acercó al humano, tomó con el mango la capucha del humano y se la puso, finalmente levantó a Silencio y con un golpe seco hizo caer la cabeza de Aiden, haciendo que el cuerpo cayese de golpe

Drethz tiró sobre el cadaver de Aiden a Silencio y cayo de espaldas, quedando mirando al cielo mientras intentaba respirar, podía notar el calor de su sangre salir de su pulmón y como cada vez que respiraba le era más dificil tomar aire

  • Así qu…e soy…el ultimo…del planeta… nos ver…emos…pront…o Ai…den

El revolver con cachas de azerita aún tenía más balas en la recámara, el enano con esfuerzo pudo cogerla y se la puso en la frente

  • Adio…s Az…ero…th

Accionó el gatillo, matandolo en el instante


Oscuridad y silencio, eso era todo

Bien mi adalid, esto es lo que os espera si no me apoyas

  • ¿Que…N’Zoth?..

Pudo ver azeroth desde el espacio, un planeta cubierto de una gruesa capa gris y negra que apenas permitía ver su superficie, el enano se encontraba flotando, como si de un ente omnipresente se tratase

  • Como has visto si acabais conmigo acabais con Azeroth, colabora conmigo y os lideraré, evitaré todo lo que has visto, te veré en Ny’azorla, allí tomarás tu decisión adalid, servirme y salvar el planeta o fallarme y condenarla a la destrucción, Ny’azorla te espera

Silencio y oscuridad de nuevo


No sabe cuanto tiempo pasó en coma, pero algo rompió su sueño cuando escuchó hablar de fondo a 2 personas en lo que parecía una cueva o una galería

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Indudablemente, has batido un record al post mas… largo.

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  • Este lugar apesta a muerte … dijo Kyralash
  • Ya no lo sé, todos me parecen iguales, oscuros, húmedos y repletos de enemigos respondió Nhail impasivo

Tras cada sala y cada pasillo grupos de bestias de carne corruptas acechaban, allí abajo los antiguos habitantes de Uldum parecían haber encontrado respaldo en aquel hereje, condenado hace ya tanto tiempo …

Más tarde encontraron una antigua guarida en lo más profundo de aquellas cuevas, protegida por un destructor obsidiano, Kyralash se detuvo tratando de idear un plan pero Nhail sintió como la rabia hervía en su interior y se lanzó a la lucha, en escasos segundos la cabeza de aquel condenado guardia se encontraba a sus pies.

  • Voy a necesitar más tiempo para recobrar la calma del que me ha costado terminar con su vida. Nhail sacudió la sangre de las dagas con un movimiento seco

  • En nuestros años de mercenarios todas estas riquezas aquí escondidas serían nuestras, pero ahora el oro, al igual que las demás posesiones terrenales ya no me suscitan ningún interés dijo asombrada Kyralash admirando la cantidad de cofres y tesoros que habían alli

Tenían un solo objetivo: alcanzar la superficie cuanto antes. Avanzaron rápido y sin piedad, se acabron los errores.

El interior de aquel religioso recinto resultaba un campo de batalla muy distinto de las amplias dunas. Aquel profundo lugar servía para realizar viles actos de tortura, el camino mostraba los terribles actos que alli se daban ocultos tiempos atrás bajo el sol abrasador del desierto, el horror era tan enfermizo que incluso Nhail sintio escalofríos.

Avanzaron deshaciéndose de los rivales con facilidad que encontraban, como si todos aquellos años no hubiesen pasado entre ambos amigos.

  • ¡ Te veo en forma Kyra !, ¿ De verdad has estado mas de cinco años en las sombras ?

  • Ya tengo ganas de salir a la superficie y dejar de respirar este aire enrarecido.

Tras varias horas de angustioso trayecto, llegaron a un patio interior, encontraron cuerpos sacrificados,ocultistas y oradores k’thir.

El camino resultó más duro y los enemigos más resistentes, cuanto más se adentraban camino abajo mas poderosos parecían ser.
No sin dificultades, ambos amigos se fueron abriendo camino en aquel lugar de descanso eterno y aunque costoso, resultaba interesante enfrentarse a rivales difíciles.

  • Sin duda es un buen entrenamiento para enfrentarme a lo que me espera más adelante. Kyralash empezaba a parecer aquella asesina fría que conoció tiempo atrás y eso a Nhail le llenó de orgullo

En lo más profundo de las catacumbas, sentado sobre los huesos de sus víctimas esperaba un N’raqi mas grande a los que merodeaban las arenas.

  • El camino andado hasta aquí ha resultado muy provechoso y tus habilidades se han vuelto más fuertes tras cada combate, me siento invencible
    Es todo un honor volver a pelear junto a ti. Ahora pensemos una estrategia, la organización es crucial en una batalla con diversos flancos divididos … ya sabes Kyra … evitar a toda costa que los grupos se dispersen y concentrar el ataque en aquellos puntos más necesarios. - Nhail comprobó tener todo bien atado y en su lugar correspondiente -
    Si algo aprendí con vosotros esque a veces no se mide el poder por la fuerza y número de sus seguidores sino por su habilidad en desplegar el ejército y las tácticas que este utiliza.

  • Yo cubriré tu espalda, no será tarea fácil, gastaremos gran cantidad de energía en este combate y tú todavía no estás al 100% de tus facultades pero todo saldrá bien. ambos juntaron sus dagas a modo de saludo

Los años de experiencia lograron que para el pícaro, el terreno fuese como una extensión de su cuerpo y no quedar expuesto al peligro.
Nhail estudió el efecto de los venenos por muchísimo tiempo y aunque eso no le hiciera inmune a ellos, sabía perfectamente el instante en que su vida corría peligro y cuando y como administrarse las pociones que llevaba siempre con el.

No hay más opción, no iba a ser una batalla cómoda, no hay carne que corromper en ellos.

Las miradas se cruzaron, una sonrisa se perfiló en el rostro de Nhail aunque oculta tras el casco

Se habia dado cuenta de que su tiempo había terminado, de que había menospreciado a un mortal sin poderes.

  • ¡¡¡ Deja libre el camino para que pueda dar caza a aquél que ha despertado el mal !!!
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Días atrás
Durante una de las travesías bajo la menguante Dama Blanca, un graznido rompió el silencio del desierto, una sombra alada se aproximó al kultirano sin descanso

  • ¿Un cuervo?
  • Un cuervo…a ver que noticias me traen.

El cuervo se posó en el hombro del picaro con una carta enrollada, la cual tomó, con lo que el pequeño ave retornó el vuelo mientras el desenrollaba y abría la carta

  • Veamos… Investiga el caso de una agresión contra uno de nuestros agentes en Rankahem…posible agresora elfa de sangre hospedada en la habitación…

  • ¿Que pasa?

  • Al ver el nombre de la sospechosa y la fotografía el picaro se puso nervioso

  • Nada…no es nada, una agresión a un agente y tal, que si estoy cerca que investigue.

  • Ah, pues estamos lejos.

  • Si…Vió las fotos del agente herido…puff ahaha, si es mi “amigo” Ismael…el ojo derecho de la sede y el mejor agente de la promoción…apuñalado por una elfa de sangre, estas fotos me las guardo.

Hizo trizas la carta y el sobre y las enterró en la arena

  • Bueno sigamos el viaje.
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— Parte de Felixfelito —

Podía oír unos murmullos a su alrededor, pero por más que se esforzaba no conseguía distinguir de donde provenían ni quien hablaba. El sonido le llegaba muy lejos, como si estuviese encerrado en un pozo profundo y solo pudiese escuchar el eco de las palabras que traía la corriente. La caída cumplió su objetivo, apenas podía moverse, los ojos los movía con dolor y apenas podía entre abrirlos un poco, l luz le cegaba y el tiempo parecía transcurrir por intervalos cortos.

– Debo moverme, debo levantarme, me necesitan. - pensaba el paladín inconsciente - No puedo ser una carga, pero el dolor…debo descansar.

El repiqueteo del camino lo saco de sus pensamientos, medio abrió los ojos y pudo ver que se estaba moviendo lentamente y en estaba encima de madera. ¿Un carro tal vez? No podía decirlo con seguridad. Cerro los ojos e intento moverse y comprobar que seguía entero y que no.

Primero la cabeza, se movía sin problemas aparentemente, buena señal aunque seguía sin poder oír correctamente y aun sentía un profundo mareo. Siguieron los brazos y manos, el brazo izquierdo no se movía ni podía sentirlo. ¿Roto? no, notaria dolor ¿dislocado? No podría decirlo, pero esperaba que si. El derecho podía moverlo más fácilmente aunque la muñeca le dolía, un esfuerzo mayor del necesario se lo confirmo devolviéndole un daño atroz al flexionarla. Volvió a quedar inconsciente.

Estaban parados, el sol había bajado de su cenit y unos tonos anaranjados estaban pintando las amarillentas arenas del desierto. Ahora ya podía distinguir voces y ver mejor las formas, parecía un campamento por la cantidad de telas y el movimiento de campeones. Noto que estaba en una camilla y lo trasladaban a un lugar desconocido, al menos no parecían enemigos. Por ahora.

– Debo proseguir el viaje, el tiempo es crucial. Levántate maldita sea!

Repitió el proceso de nuevo en cabeza, brazos y manos. El brazo izquierdo seguía sin moverse pero la muñeca ya no lo aturdía, seguía sufriendo bastante dolor pero no parecía estar nada roto. Intento moverla un poco al pecho pero fue en vano, no tenía fuerzas.

– Esperemos que no tenga ninguna costilla rota…- pensó - veamos las piernas.

Intento mover los pies, flexionar las rodillas, agitar las piernas, sentir los dedos. Pero no parecía notar respuesta, las sentía rígidas y pesadas, con un dolor agudo que le recorría hasta la columna y hacia que se estremeciese.

Empezó a agobiarse, no era coincidencia que no pudiese notar ni el brazo ni la pierna y, aunque no tenia conocimientos médicos, pudo decir que buena señal no era. De pronto, sintió que una energía extraña le recorría por entero, cálida y serena dándole un poco de calma y paz. ¿Un usuario de la luz tal vez?. Justo después un tirón seguido de un golpe seco y una voces. Pero el cansancio pudo con él y se sumió en los sueños una vez más.

Una conversación despertó al paladín, seguida de varias punzadas de dolor por todo su cuerpo. Parecía que sentía de nuevo las piernas, el dolor atroz que provenía de ellas lo corroboraba, pero seguía sin poder mover el brazo izquierdo ni un ápice. Aparte, pudo notar que respiraba fatigadamente, le costaba esfuerzo respirar con normalidad y siempre era seguido por un pinchazo en el costado derecho.

– …por alguna razón me resulta familiar. -La voz parecía provenir de una humana con voz suave-

– Es curioso, a mi también…-dijo una voz elfica en común, no pudo distinguir ningún acento-

Empezó a abrir lentamente los ojos, aclimatándose a la luz del lugar. Se encontraba en una tienda blanca grande, el techo lucia amarillento por el tiempo que había estado al sol, las paredes estaban adquiriendo un color marrón claro que achacaba a las tormentas de arena que predominaban el lugar. Empezó a reclinarse lentamente pero el dolor se lo impedía, por suerte la pareja reparo en su presencia y le ayudaron a conseguirlo.

Ahora ya podía ver la tienda entera, varias camas improvisadas estaban repartidas por toda ella con varios heridos de distinta gravedad. Gasas, pociones vacías, médicos, sanadores…todo era un amasijo de imágenes, de triste apariencia en la guerra, que daba a entender el uso de la misma.

La cabeza seguía dándole vueltas y, con no poco esfuerzo, puso su mano en la sien intentando obligar a ese dolor a que se marchase y no volviese. Evidentemente no funciono.

– ¿Estas bien? No deberías moverte ni hacer esfuerzos…casi te damos por perdido con la caída que tuviste.

Por primera vez se fijo en la pareja que le acompañaba, el que había hablado era un sindorei de pelo corto alborotado, seria un poco más bajo que el aunque no podía adivinar su edad, tenia los ojos verdes característicos de nuestro pueblo, pero con un tono que demostraba experiencia durante largos años, y portaba unos ropajes de tela negra y dorada con el emblema del ejercito de la luz en el pecho. A su lado estaba una humana, paladín podría asegurar, algo más menuda que su compañero (o eso le precia al paladín a primera vista) tenia el color del pelo rubio y los ojos de color azul claro, su rostro reflejaba preocupación por él, portaba una armadura de tonos oscuros y plateados con dos cabezas de tigre en sus hombre y el emblema de la ofensiva sol devastado en su pecho.

Asumió que seria una pareja de aventureros que vino a Uldum con las ultimas noticias sobre N’zoth y el mal que anidaba aquí. No obstante, temía que alguno lo reconociese después de todo había sido condenado a muerte tras un consejo de guerra. Tentaría a la suerte, no le quedaba otra en su estado.

Reunió un poco de fuerzas requirió una leve cura a la luz y se dispuso a hablar:

– ¿Don…de…esta…mos? * COFCOF * ¿quienes…sois?

– Estamos en uno de los puestos de defensa de Uldum, concretamente cerca de Ramkahen. Tuvimos que traerte desde el puesto de sanación por el estado crítico en l que te encontrabas. ¿Se puede saber que estabas pensando? -dijo el sacerdote-

– Necesitabais…ayuda…yo…-un fuerte dolor en la pierna corto su explicación- ¿Que…paso? ¿Cuánto tiempo…estuve…?

– Hace 4 días que fue la batalla donde caíste, por suerte te vimos a tiempo y conseguimos frenar algo tu caída aunque no del todo, evidentemente. De no llegar…bueno, no tendríamos esta conversación ahora mismo.

– Estabas bastante grave, la muñeca derecha estaba dislocada, respirabas con mucha dificultad, tienes una fractura en la pierna izquierda por el fémur y el brazo izquierdo no tiene mejor pinta.

– No lo…siento.

– Déjame ver…mientras come algo, necesitas recuperar fuerzas urgentemente. -dijo el sacerdote entregando lo que parecía algo de carne seca de dudosa procedencia-

Sin reproche decidió aceptar la carne sin pensar de que animal provenía semejante “manjar”. Mientras el sacer revisaba su brazo izquierdo, agarrándolo y rogando a la luz que sanase el brazo. Justo cuando mordía el pedazo de carne, este dio un gran tiro hacia abajo con el brazo agarrado hasta que se escucho un CRACK en la zona del hombro y un dolor de mil millones de mil demonios recorrió todo el brazo haciéndole partir la carne y pegar un brinco.

– ¡Pedazohijodeogra que me has -un ataque de tos interrumpió la retalia de insultos que se disponía a soltar-

– Tenias el brazo fuera del hombro, las articulaciones no podían circular con normalidad y por eso no sentías el brazo, ahora debería poder moverlo bien con mucha calma. Dicen que por sorpresa duele menos…

– Quien diga eso miente…aunque debo decir que el dolor me ha despejado. ¿donde esta mi armadura y mis cosas? Debo hablar con quien este al mano por aquí, es urgente…o demasiado tarde.

– ¡¿No pensaras moverte en tu estado?! Estas loco o quieres morir, lo que sea podrá esperar. Además, están preparando una defensa a un batallón de Orsis, están ganando terreno…

¡Mas a mi favor! , NO PUEDEN IR A ORSIS.

La gente paro en seco sus tareas y empezó a mirar al trió desconcertados. La cara de sus interlocutores tampoco entendían la premura del paladín. No estaban avisados del ejército y podía ser tarde, decidió levantarse, cambiarse y explicarles la situación. No tenía otra opción, aunque por ahora omitiría el motivo de su misión y sus visiones.

– Ayudadme y os explicare todo lo que pueda pero debemos darnos prisa. Es posible que sea ya muy tarde…

Mientras se ponía la armadura, que estaba rota por varias partes y había visto días mejores, contó a los dos su viaje desde Silithus a Uldum, el encuentro con el campamento de los ignotos y el ejercito que había sido invocado para dirigirse hacia el sur. Lo que él entendía que era Orsis seria rodeado por tropas y una masacre en cuanto llegasen.

Cuando termino de explicarse comprobó su hacha y escudo, que no habían sufrido apenas daños, y su mochila. Dentro encontró un par de pociones rotas y lo que quedaba de un destrozado corazón de Azeroth, la caída había hecho que lo aplastase con su cuerpo y este se rompiese por el centro.

– Sé que es poco creíble y es totalmente des-esperanzador pero debo comunicárselo a alguien. Sea con ayuda…o sin ella. No obstante, me gustaría saber quiénes sois después de todo me habéis salvado la vida.

Ya de pie, equipado y cargando como buenamente podía sus cosas dirigió su mirada a la curiosa pareja antes de ponerse el casco.

– Mi nombre es Félix co…bueno, Félix sin más. ¿Vosotros?

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:snowflake: Oh gran Thantos :snowflake:


—No esperaba encontrarme con nada más que aquir en estos túneles, pero parece que el destino está siendo travieso últimamente —Aiden guardó su guadaña en la funda de su espalda con un gesto lento y evidente en cuanto se cercioró que aquello no era una visión.

El robusto kultirano resopló aliviado.

—Lo mismo digo, caballero de la Muerte. Estaba empezando a perder la esperanza de salir de aquí. Verás, mi compañero lleva mucho tiempo inconsciente y balbuceando, creo que N’zoth puede estar…

— ¿Rhophy? —le interrumpió. La incredulidad estaba tan grabada en su rostro que el kultirano no tuvo problemas para verla incluso a través del velo de sombras de su capucha.

— ¿Lo conoces? —preguntó mientras el caballero se arrodilló ante el enano balbuceante.

—Desde hace un tiempo. Fuimos compañeros de armas hace no demasiado, y me ayudó con cierto asunto poco después —Aiden observó a Rhophy, buscando síntomas de corrupción irreversible que, por fortuna, aún no habían aparecido. No obstante, el enano se encontraba en el limbo entre el sueño y la consciencia—. ¿Cuánto tiempo lleva así?

—Lleva varios días teniendo visiones, pero nunca le habían durado tanto.

Aiden asintió con expresión seria.

—No puedo hacer nada por él aquí, pero Wrathion ha estado preparando cierto equipo para combatir la corrupción. Debemos llevarle cuanto antes a la Cámara del Corazón antes de que entre en fase terminal y su mente se pierda para siempre.

El fornido kultirano cargó con Rhophy como si fuera un cordero, subiéndoselo a los hombros y agarrándole brazos y piernas para que no se cayera.

—Yo le llevo y tú despejas el camino. Los túneles son grandes y están infestados de criaturas.

Aiden desenvainó a Silencio de nuevo. Su filo emitió un siniestro, pero suave, sonido afilado mientras cortaba el aire.

—No tenemos tanto tiempo. Tendremos que abrir una ruta más directa, aunque eso puede que enfade a nuestros anfitriones.

Aiden cerró los ojos, buscando la presencia de sus dos compañeros en la superficie. Mir y Tormento serían su guía, pero sabía bien que su corcel no podría cargar con los tres. Con una sombra de remordimiento en su rostro, lanzó una orden mental al tercero de sus compañeros, aquel que siempre le recordaría las atrocidades que cometió en nombre de Azeroth… y de Bolvar.

—Atrás, pícaro. Necesito espacio para hacer esto.

En cuanto el kultirano retrocedió lo suficiente, Aiden empezó a girar su guadaña sobre su mano, sin dejar de mirar hacia arriba, en dirección a su caballo. Al principio los giros eran lentos, pero con cada vuelta la hoja de la guadaña giraba más y más rápido, hasta convertirse en una radial voladora que lanzó contra el techo mal excavado, abriendo un boquete del que cayó una lluvia de cascotes y polvo.

—Seguro esa ruta tuya no ha pasado desapercibida —dijo el pícaro con calma cuando el estruendo cesó. Si estaba impresionado, lo había disimulado muy bien.

—No tardarán mucho en llegar y sobrepasarnos. Debemos salir de aquí y rápido.

Ambos se lanzaron corriendo por la rampa de escombros que les llevaba hasta el túnel superior. Los ecos de los habitantes del subsuelo no tardaron en resonar amenazantes desde la distancia, cada vez más cerca por mucho que corrieran.

Un aquir saltó de improviso desde el techo, y sus fauces babosas se lanzaron buscando el cuello del caballero de la muerte, pero solo se toparon con el mango de Silencio. La bestia enrolló sus tentáculos alrededor de los brazos de Aiden, que daba tirones intentando liberar su arma.

La daga del pícaro intervino rápidamente, atravesando el cráneo del aquir con un sonido viscoso y una salpicadura de sangre negruzca y pestilente.

—Buenos reflejos.

Aiden apartó el cadáver y alzó a Silencio contra uno de los toscos pilares de la sala. Tras tres golpes de fuerza creciente, la torre de tejido orgánico y piedra oscura cedió y parte del techo la siguió a su viaje al suelo, revelando la fría arenisca que separaba Uldum de aquel submundo.

Silencio torció su filo y se convirtió en una lanza con un sonido mecánico, y su amo dio forma a una cadena de hielo de aspecto pesado y sólido que colgaba de su contrapeso. Aiden se la enrolló en el antebrazo un par de veces y se la entregó a su compañero, que no tardó en hacer lo mismo.

Los aquir aparecieron chillando por ambos extremos del pasillo, peleándose entre ellos para llegar a los intrusos. El repiqueteo de sus patas quitinosas rugía por todo el túnel, amalgamados en el sonido de los pasos de una criatura nacida de una pesadilla.

Aiden agarró su lanza con fuerza, canalizando su poder profano hasta llenar cada una de las runas de una luz humeante de un tenue color azul blanquecino. Con un rugido de esfuerzo, lanzó su arma hacia el techo expuesto sobre ellos y quedó clavada firmemente hasta el nacimiento de la hoja.

— ¡Agarrate!

La cadena lanzó un crujido y se encogió a la velocidad del rayo, eslabón por eslabón, alzándoles por los aires en medio de una ligera nevada de hielo triturado. Un solo segundo después dos aquir se chocaron entre ellos donde los intrusos habían estado, y los demás empezaron a rugir y a trepar por las paredes sin orden ni concierto.

Corrieron por la galería superficial sin descanso, sintiendo el aliento del enjambre en el cogote. Aiden alzó su guadaña contra el techo, abriendo una abertura por el que se filtró la anhelada luz del sol.

—Por aquí.

Trepando por escombros cubiertos de arena, los tres consiguieron arrastrase hasta la ardiente superficie del Uldum. Pero los aquir no se habían dado por perdidos, y las arenas vibraron con la furia de miles de quelíceros rezumantes de veneno.

—Por fin aire limpio —dijo el kultirato— ¿Cuál es el plan de evacuación?

Un rugido resonó por el aire, trayendo el frio del invierno durante un corto instante a las omnipresentes dunas agostadas. Una enorme vermis de escarcha cubierta de hielo y armadura de saronita descendió desde los vibrantes y despejados cielos de Azeroth, aterrizando en una planicie cercana.

—Ese es nuestro plan de evacuación. Kyranastraz nos llevará por aire directamente a la Cámara del Corazón.

Corrieron sobre las arenas del desierto, dejando profundas huellas en dirección al dragón no muerto, pero un temblor repentino les detuvo de golpe. Frente a ellos, el suelo se abrió como una herida infectada, dando luz a decenas de aquir tan furiosos como hambrientos.

—Malditos sean estos bichos.

Aiden se lanzó el primero contra el último obstáculo que había entre ellos y la libertad, lanzando amplios tajos con Silencio y abriendo paso a su compañero, pero por cada vida que segaba aparecían dos más.

El peculiar kultirano dejó al enano sobre el sarcófago que reposaba en su lomo y montó justo antes de que el guerrero maldito lo hiciera. Con un tirón de riendas, el dragón alzó el vuelo.

— ¡Flanco izquierdo! —rugió el pícaro, pero su advertencia llegó con apenas segundos de ventaja. Una escuadra de avispas aquir se abalanzaron contra la vermis, que rugió y se tambaleó en el aire.

Dagas, guadaña y fauces respondieron con fiereza al ataque, pero el enjambre era cada vez más y más numeroso.

Aiden apretó los dientes.

—No lo conseguiremos con tantos enemigos —una explosión de viento gélido trizó las alas de una de las avispas, dejándola a merced de la gravedad—. Ve directo a la Cámara, busca a Magni y pregunta por Ashjra’kamas. Dile que vas de parte de Aiden.

— ¿Aiden? ¿Tú eres ese Aiden? ¿Y qué pretendes hacer? —le preguntó confuso.

El caballero de la muerte lanzó una mirada hacia abajo. Había buena caída.

—Voy a despejaros el camino. No te preocupes, encontraré la forma de ir con vosotros.

Le dio las riendas y se puso en pie. Los trozos de tela gastados que colgaban de su armadura se agitaron enloquecidos por el viento, como si quisieran huir del enjambre que estaba a punto de derribarlos.

— ¿Vas a saltar? ¿Se te ha podrido el cerebro o algo?

—Puede que un poco.

Sin dar oportunidad a una respuesta, Aiden saltó de su montura y cayó a plomo. Mientras se alejaba más y más de su montura, fijó su atención en el enjambre que la rodeaba. En cada una de sus pequeñas y retorcidas señales de vida. Extendió el brazo y una ola de nigromancia recorrió el metal de Silencio, lanzando un constrictivo Abrazo de Sanguino que ató a todas las avispas a su propia caída.

El polvoriento suelo estaba cada vez más cerca. Cincuenta metros. Cuarenta. Treinta. Veinte. Diez…

Un destello recorrió su cuerpo cuando invocó el Paso espectral. Su cuerpo, ahora inmaterial, impacto con la fuerza de una pluma con el suelo de Uldum, pero los de las decenas de aquir que siguieron no tuvieron tanta suerte. Sus exoesqueletos se reventaron como un árbol muerto ante un huracán, esparciendo entrañas y huesos rotos por todas partes.

Mir y Tormento acudieron raudos a su maestro en cuento regresó al plano físico. El jinete subió a su montura y guardó una vez más a Silencio sobre su espalda, oteando el cielo y el horizonte. Rhophy y su amigo no tendrían más obstáculos para llegar a Silithus, pero él no podía cabalgar en su misma dirección salvo que quisiera suicidarse ante un ejército de aquir enfadados, y no era algo que le apeteciera demasiado.

La única dirección posible era hacia el norte. Con suerte se toparía con algún aliado que le pudiera prestar una montura voladora.

—Nos vamos a Orsis.

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Antes de poder responderle nada observó como el no muerto caia a plomo sobre las tórridas dunas atacando a las avispas

  • Definitivamente, se le ha podrido el cerebro…seguro que algún truco se guarda…espero.

El humano cayó de forma eterea sobre la arenas, y junto a el las avispas incapaces de volar, creando el oscuro perfil de lo que podría ser el único arbol a millas a la redonda, luego pudo observar como subía a su montura

  • Estos caballeros de la muerte…sabía que algo se guardaba, bueno debo ir a la Camara del Corazón, ya volveré para ayudar a la vuelta, en fin me temo que la misión a Ammon se cancela, enviaré un correo antes de que crean que estamos muertos.

  • Aegys se que tienes mi petaca…

  • ¿Thorim, Aegys?, parece que Aiden si existe realmente, tengo que enviar una petición para que me digan quienes son esos 2, no para de repetir esos nombres, y preguntarle a Magni sobre esa tal ashjacamas, en fin, ¿te llamabas kiranastas verdad?

  • El draco parecía asentir con un remoloneo de su cráneo al ser nombrada

  • Bien, vamos a la Camara del Corazón, por lo que veo tu no te cansarás.

Tomó las riendas e hizo que la vermis avazanse


Noche de aquel día

El kultirano aburrido miraba las eternas dunas de Uldum en aquella fría noche, el frío parecía mejorar la capacidad de vuelo de la vermis pues notaba que el vuelo se daba a mayor velocidad, todo parecía normal hasta que pudo ver un oscuro río

  • Debería bajar a ese río y descansar esta noche, tengo el trasero plano de estar toda la tarde volando, veamos donde estamos.

Tomó el mapa enrollado, lo desenrolló tras ordenar a la vermis reducir su velocidad e intentó localizar donde se encontraba

  • Veamos, en el horizonte ya empieza a verse montañas, por lo que debemos estar cerca de las montañas Qiraji…pero no veo trazado ningún río, quizas haya llovido y sea un cauce temporal…¿que se mueve hacia el norte?, esto no me gusta …Kira detente por favor Tiró suavemente de las riendas, haciendo que la vermis se detuviese y quedase suspendida en el aire con la suavidad propia de una nube

Sacó un catalejo y observo ese río, al enfocar pudo ver luces parpadeantes, y una masa compacta viva que iba creando a su camino grande nubes de polvo a su paso

  • Maldición, N’Zoth tienes un buen ejercito eh maldito… ¿de donde vienen y a donde van si se puede saber? Volvió al mapa …veamos…Se quedó tan helado como la vermis Orsis o templo de Uldum, tengo que ir ya a la cámara y avisar, va a ser una larga noche.

Tomó fotografías a sabiendas que no se vería nada y ordeno a la vermis volar todo lo rápido que pudiese


Los primeros rayos del Sol comenzarón a iluminar las ancestrales ruinas de Ahn’Qiraj mientras la vermis con sus pasajeros sobrevolaban el muro de la ciudad y su famoso Gong, la Espada de Sargeras en todo su explendor comenzaba a dominar el paisaje mientras el somnoliento kultirano intentaba mantenerse en vilo

  • Silithus, debo llegar ya…ya El pícaro se tumbó sobre el lomo de la vermis, una sacudida de esta evitó que se precipitase al vacio ¡Gracias Kira!, por los pelos no lo cuento.

Finalmente la vermis logró aterrizar en las carbonizadas tierras del campamento de Magni a mediodía, asustando a algunos druidas y aventureros de la zona

  • Gracias Kira, esperate aquí un momento, quizas tengamos que volver con tu dueño. Se bajó de la vermis, tomó al enano y se lo puso a sus espaldas y se dirigió al teletransportador

Cámara del Corazón

El kultirano se dirigió corriendo ante Magni, que atendía a un aventurero

BIENVENIDOS A LA CAMARA DEL CORAZÓN, HOLA BIROZ, ¿COMO HA IDO LA MISIÓN?

  • Magni no tengo tiempo para esto, vamos a una sala discreta que es urgente y sin espias ni nada.

  • ¿Esta teniendo una visión?, Wrathion acompañanos por favor.

  • A solas, cuantos menos mejor, sigo sin confiar en el.

  • No te preocupes, soy de confianza sabes, ¿de verdad crees que soy un siervo de N’Zoth?.

  • Vale como sea, urgente, ya, vamos.

  • Bien, seguidme.

Los 4 fueron a una sala llena de planos e imagenes, siendo clausurada la enorme puerta titanica por Magni

  • Bien estamos seguros, se lo advertí, ¿cuanto tiempo lleva teniendo visiones?.

  • Que sepa desde lo de Mantovil en teoría pero esta última es preocupante, lleva casi 2 días seguidos, he intentado despertarlo pero me ha sido imposible.

  • Si es preocupante, podría perder su cordura completamente.

  • Aparte otra noticia pesima, otra ola del imperio negro se dirige a Orsis, desde Ahn’Qiraj, necesito que lo sepan todos en Uldum de inmediato, van a atacar desde el sudoeste, si no evacuan estan perdidos.

  • Vale no te preocupes, el nos urge más ahora.

  • Bien, me comentó que preguntase por una Asjracamas.

  • ¿Como sabes de la Ashjra’kamas?

  • Debi haber comenzado por allí…Cierto nos encontramos con Aiden en unos tuneles de Uldum, fue quien nos envió aquí con la vermis de la superficie.

  • ¿como está?

  • Loco, pero hablemos de la ashjacamas esa.

  • Bien, Ashjra’kamas es el legado de mi vuelo, el último vestigio del vuelo negro, lo único que impedirá que quienes entren en Ny’alotha enloquezcan al instante, por desgracia la original la tiene el Adalid, que esta en Uldum.

  • El Adalid…¿puede ser que fuese el elfo de sangre?. Se dió cuenta de que habló de más cuando vió las miradas del enano y del “humano”

Tanto Magni como Wrathion se pusieron en alerta al escuchar esa pregunta

  • Biroz…¿Que sabes del Adalid?.

  • No es el momento para peleas, ¿Que pasa con la Ashjra’kamas?.

  • Repito, ¿Que sabes del Adalid?.

  • Que es el elegido por Azeroth, que porta el Corazón del planeta y ahora que porta la Ashjra’kamas, a lo de que es elfo, son los rumores que circulan.

Wrathion le puso la mano sobre su hombro sabemos que trabajabas para el IV:7 y los descoronados, cuentanos todo lo que sabes del Adalid y no me obligues a conocerlo por las malas, ya sabes a que me refiero.

  • Bien, hice una investigación propia por aburrimiento, no pude identificar quien es al 100%, pero saqué a 3 posibles Adalides: Aldö, un elfo de sangre pícaro, Botren, un pandaren mago y prontamuerte, un goblin caballero de la muerte.

Pudo ver por la reacción de Magni que acertó de lleno en su investigación, en parte temía las consecuencias pero por otra se enorgullecía por que había ganado la apuesta a Ismael, el ojito derecho de los descoronados

  • Bien, esto debe quedar entre nosotros, ni siquiera Rhop puede saberlo, el Adalid es… Wrathion le dijo el nombre del Adalid al oido del pícaro

  • Bien, llevate ese secreto a la tumba si es necesario, y borra todo rastro de el cuando sea posible, el futuro de Azeroth recae sobre sus hombros, a partir de ahora has heredado parte de dicha responsabilidad, no defraudes al Azeroth muchacho.

  • Entendido, juro no traicionar a Azeroth Magni.

  • Bien, mejor que te enteres solo tu y cerremos filtraciones, y ahora la capa.

  • ¿Capa?.

  • Claro eso es Ashjra’kamas, como dijo Wrathion solo el adalid tiene el original, pero claro, el solo no podrá contra N’Zoth, por lo que hemos trabajado dia y noche para replicar los poderes de la capa, y Rhod va a ser el primero en probar si la replica nº 001 cumple su objetivo.

  • ¿De verdad una capa será posible alejar las visiones y ayudar a vencer a N’Zoth?.

  • Eso vamos a ver, bien si todo va bien despertará, por lo que te lo repito Biroz…o como realmente te llames, el secreto del Adalid se queda en estas paredes entre nosotros 3 y ahora ponle la capa Wrathion.

  • Por supuesto, menos mal que te use de modelo para la capa Magni, teneis casi la misma altura.

  • Pónsela ya, no tenemos tiempo.

Wration le puso la capa al enano con cuidado

  • ¿Y bien?, yo lo veo igual aunque lleva horas sin mencionar a ese Thorim o ese Aegys.

  • No seas impaciente, por cierto ¿Sabías que el Corazón sirve de transmisor?.

  • ¿Como que transmisor?¿no es un trozo de azerita engalanado en un collar?

Se escuchó mientras los 2 hablaban a Rhod recobrar la conciencia

  • ¡Funciona Wration!, ¡La replica funciona!.

  • Al fin mi vuelo podrá redimirse.

El kultirano se acercó al enano ¿Oye estas bien?.

  • !EL CONSEJO!, ¡VAN A MATAR AL CONSEJO!, ¡EL FIN DE LOS DIAS!..

  • Oye calmate, estamos aquí, en la Camara del Corazón, Silithus, no hay ningun Thorim, ni Aegyr, solo estamos los 4, Magni, Wrathion, tu y yo.

  • Entonces…¿entonces el Imperio no existe…ni el Incidente ni la Gran Guerra?, ¿no han bloqueado la magia en el planeta?.

  • Que va, lo último es que Sylvanas se fue del asedio de Ogrimmar, la Cuarta Guerra ha concluido, y por supuesto que hay magia.

  • Bueno, he de regresar a Uldum, he de avisar a todo el mundo.

  • Voy contigo.

  • Tu te quedas aquí descansando, no voy a permitir que sigas en ese estado, hemos estado a punto de perderte sabes.

  • En realidad es perfecto, es el momento perfecto de probar la eficacia de la replica de Ashjra’kamas.

  • ¿Y esta capa?.

El kultirano se resignó Vale, pero a la mínima te envio con Kira de regreso, ya te explicaré lo de la capa, ni se te ocurra quitartela.

  • Claro…¿Quien es Kira?

El kultirano antes de salir hizo el saludo militar a Magni y Wrathion Muchas gracias por todo lo que hacen por Azeroth y por salvarle.

  • No hace falta que seas tan formal, buena suerte campeones.

  • No pienso acabar como mi padre, acaben con quienes aniquilaron mi vuelo.

Salieron de la cámara y regresaron a la superficie

  • ¿Esto es Kira?

  • En efecto, llegaremos en 1 día a Orsis, necesitaran toda la ayuda posible.

  • Que así sea, muchas gracias por sacarme de ese agujero.

  • Agradéceselo a Aiden.

  • ¿Aiden?, ¿Os habeis encontrado?..ahora entiendo de donde ha salido Kira.

El kultirano le dio un sorbo a su café cargado ,bien vamonos, espero que sepas equitación.

  • Erm…algo.

La vermis despegó del campamento dispuesta a dirigirse de retorno a Uldum

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Unos minutos después el mago se encontraba al lado del río con una rodilla hincada en la tierra rojiza. Estaba recogiendo una muestra del agua en un pequeño vial que había sacado del traje. Parecía tener una facilidad increíble para aprender todo lo que le ofrecía. Incluso había sido él quien consiguió contactar con Ember y Eliannor a los pocos minutos de “aterrizar” ahí.

– Me pregunto de dónde habrá sacado aquel ren’dorei estas armaduras- se preguntaba el sin’dorei más para sí mismo que para su compañero- dejan cualquier invento goblin reducido a un juguete para niños…

Metió el vial en un compartimento del cinturón, y a los pocos segundos pudo oír una voz femenina por el comunicador situado en el casco.

“Grado de PH 0,02. Sustancias tóxicas varias detectadas” – a continuación citó alrededor de una docena de sustancias en diferentes cantidades. Resultaba obvio porqué, a pesar de la cristalinidad del río, no se veía ni un pez aunque fuera uno muy “de otro planeta”- “La unidad MG-BRD225 puede ejecutar una depuración, pero no se recomienda debido a la escasa rentabilidad producto-energía invertida”.

El sin’dorei se puso en pie y echó un vistazo a las rocas y a la tierra que encerraban aquel río en su cauce. No tenían signos severos de desgaste, a pesar de la gran acidez del agua. Frunció levemente el entrecejo, y del cinturón extrajo un curioso artilugio metálico delgado y alargado, como si fuera una antena. Lo clavó en el terreno, y pasados un par de segundos, se encendió un piloto verde y el elfo lo volvió a colocar en su sitio. El informe del traje no tardó en llegar.

“Organismo biológico detectado. Nombre Harothyra Sklir. Comúnmente conocida como “Alga del Infierno”, debido a las condiciones en las que suele vivir. Es común en el sistema de Rigel y Antares. La unidad MG-BRD225 puede procesarla para rellenar las existencias de comida del traje. Nivel actual 71%".

Obviamente el mago no sabía de qué estaba hablando con lo de Rígel y Antares, pero una cosa le había quedado clara: Ni siquiera el draenor de la línea temporal alterna quedaba tan lejos como aquel lugar, y mucho menos era tan extraño. Quizá se refiriera a aquel extraño sol azulado y enorme del firmamento. Con aquel astro, no era de extrañar que las temperaturas diurnas alcanzaran más de 120 grados. Aquel traje les mantenía a una temperatura constante de 20-25º. Una auténtica maravilla de la tecnología. Vangelys estaba realmente fascinado.

– No me gustaría saber lo que podría causar esta tecnología en Azeroth…- A pesar de estar hablando de nuevo más para sí mismo que para el cazador, el mago giró la cabeza en dirección a su compañero- ¿Estás escuchando algo?

Era evidente que no, Hæyhæ se había tumbado a la sombra de un árbol, con las manos detrás de la cabeza y completamente ajeno a todo lo que había estado haciendo su amigo.

– Es increíble- suspiró de mal humor el taumaturgo- nos podrían atacar en cualquier momento y éste va y se echa una siesta.

Se dirigió con decisión hacia él, dispuesto a patearle, pero cuando estaba a pocos metros el cazador –que al parecer no estaba dormido- giró la cabeza hacía él y le saludó.

– ¡Ey! ¿Sabías que este traje tiene música de lo más extraña?- parecía entusiasmado- Tengo la impresión de que me estás matando con la mirada ¿Me he perdido algo?

El mago suspiró exasperado. Aquel viajecito estaba siendo más tedioso de lo que pensaba ¿no podría haberse perdido con Eliannor que era mucho más formal? O incluso la maga humana…

– Estamos en territorio enemigo, no deberías bajar la guardia.

– ¡Bah!- replicó el cazador mientras se ponía en pie de un salto- Los trajes nos habían avisado, además, esas criaturas son bastante escandalosas, las habríamos oído a kilómetros.

– Se teletransportan…

– No muy rápido.

– Podrían aparecer delante de nuestras narices.

Hae se dirigió hacia él y le pasó el brazo por los hombros.

– Querido amigo, incluso así los scáneres de los trajes detectarían la anomalía unos segundos antes- le dio unas palmadas en el esternón al mago- yo diría además que no nos hacen demasiado caso.

Vangelys se zafó del cazador, alejándose unos pasos.

– ¡Porque buscan lo mismo que nosotros! De verdad, tu calma eterna me pone de los nervios.

– Tan arisco como siempre…- rió – Como sabrás, El Desquiciado nos dio coordenadas de unos “juguetes” que nos ayudarán a quitarnos del medio a todos esos enemigos. Si son tan efectivos como el traje, no hay de qué preocuparse. Deberías tomártelo con más calma, los nervios y el pesimismo hacen que errar sea más fácil, querido amigo.

A pesar de que odiaba que le llamara “querido loquesea”, el mago tuvo que admitir que el pelmazo de su acompañante tenía razón… aunque seguía pensando que la cosa no era para tener tanta calma.


Continúo mañana, que es ya tarde =P

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El día comenzó a nublarse de forma extraña. El cielo parecía palpitar al son de los oscuros poderes de nzod, mientras ambas amigas inspeccionaban el lugar a placer. No importaba.

Belter, emocionada e intrigada, no tardó en acercarse a la que en otro tiempo, habría sido la entrada del fastuoso templo, decorado con fastuosos frescos de vibrantes colores de los que poco quedaba ya, casi podía ver su antigua gloria… mientras morda preparaba un refrigerio, en un improvisado campamento base.

El templo parecía muy antiguo y llevaba muchos siglos derruido, a tenor de la cantidad de arena y polvo que había acumulado la entrada. Pero aún así, su majestuosidad estaba intacta. Debió ser parte de un gran complejo costero en el pasado, sin duda.

Belter, trepó por encima de las rocas sueltas que taponaban la entrada, escrutando el lugar en busca del tesoro o de nuevas pistas… o una entrada al templo. No tardó en comenzar a retirar algunas rocas y trastear en el lugar con visible emoción. limpiando toscas inscripciones y mirando todo con suma atención.

– Que pinta tiene Belt?? – Dijo con sus brazitos en jarra.

– Quizás retirando algunas rocas, pero la entrada está bien derruida. Parece que no fue el paso del tiempo, veo premeditación.

– He traído explosivos!! – Dijo con risilla incluida.

Belt dibujo una media sonrisa en sus labios, quizás no fuera mala idea.

– Baja, comamos un poco y mas tarde continuamos…

Belter hecho una ultima mirada a su alrededor y comenzó a bajar. Morda había encendido un fuego y daba instrucciones a Pita para que le ayudara a preparar algo rico para los tres.


Un par de horas después…


Morda dormitaba mientras Belt calculaba posibles opciones, jugando con el papiro de la runa en sus manos… Desde luego no se irían de allí hasta desentrañar el misterio de la runa. Y aunque Morda era paciente, ella empezaba a sentirse tentada de usar los explosivos de su compañera.

– Tu que opinas Pita? – Preguntó Belt al guía que hasta el momento, se había mantenido al margen.

– Esta zona es antigua y los saqueadores de las dunas no las han tocado. Debéis tener cuidado… Posiblemente no haya nada de interés aquí.

Belter frunció el ceño con decepción. Aquel Guía no parecía el aventurero más aguerrido del lugar. Miró a Morda buscando complicidad, pero parecía dormir a pierna suelta y no quiso despertarla, era raro ver a la gnoma dormir…

Sintiendo la cálida brisa del desierto en su cara, se encamino de nuevo hacia la zona para continuar con la inspección, por ahora la dejaría dormir…


Un rato despues…


– Morda!!! (Un grito lejano…)

(Sonido de raspajeo en la arena…)

– Pero que?

Todo era negro a su alrededor. Pequeñas flashes de gente conocida venían a su conciencia… Una Goblinesa… Belt… un robusto elfo… Todo fluctuaba como agua en rio revuelto.

– Cáspita que es esto… La comida quizás…

Un ojo con el iris rojo la sobresaltó. Enorme. El negro dio paso a un lugar desconocido… Negro y metal… Una ciudad enorme y mecanizada… Colosal y avanzada.

– Morda!!! Rápido!! (Lejano pero acercandose)

La gnoma se miró las manos y entre el caos de sus pensamientos, la simpleza de lo obvio…

– Esto es una visión. Por que me muestras esto??

– TU YA ERESS MIAAA! (Voz profunda y aterradora) ACEPTA TU PAPEL…

Sintió una mano agarrarla…


– Morda!! (a tu lado)

La pequeña Gnoma abrió los ojos y vio el rostro alarmado de Belt. Estaba de nuevo en Uldum, desorientada.

– A pasado algo… Pita “encontró” una entrada… se ha caído!! Tenemos que hacer algo!!. Rapido!

La gnoma era un bullir de sensaciones, pero era urgente y Belt la arrastro hasta un enorme y oscuro agujero en el suelo. La cabeza le daba vueltas.

Morda perpleja miró a su alrededor, entre las columnas un foso que antes no estaba alli, enorme y negro, muy negro.

– Como…?? A caído ahí??

– Hay que bajar, dijo la elfa con un brillo en su mirada. hay que poner cuerdas, puede que se haya hecho daño.

La gnoma dejo caer una piedra y escucho con atención el sonido. No se veia el fondo, pero era profundo. Una buena caída.

Deslió una piruleta y comenzó a paladearla intentando pensar, mientras se sentaba justo en la cornisa del agujero.

– De acuerdo!! bajemos. – Dijo finalmente, mirando al fondo.

La elfa le mostró una mochila de equipamiento que ya había acercado al agujero. Parecía preocupada mientras miraba el manojo de cuerdas.

– Usaremos el parapente.

La cara de la elfa cambió. Paso de preocupada a perpleja y entonces arqueó una ceja.

– Dudo que la cuerda llegue al fondo. – La gnoma puso cara de niña buena.

– Para eso… –Belter se acercó al agujero y salto. – Usemos levitar!!

Morda la observo en caída libre mientras le daba un buen lameton a su poruleta y la siguió, la caída fue larga y todo estaba muy oscuro, pero notaba corrientes de aire a su alrededor.

Ambas cayeron sobre suelo firme, y el glifo se iluminó nada más tomar tierra. La sala tomó vida y todo se activo. Como llave en cerradura.

Ambas amigas contuvieron el aliento al ver aparecer ante si, paredes talladas y sistemas de iluminación activos, estatuas enormes, hermosos frescos y todo bien conservado. Pero Pita no estaba allí…

La sala presentaba signos de no haber sido visitada en mucho tiempo y había reaccionado ante el glifo como si lo esperase. Belt y Morda estaban complacidas y deseosas de explorar todo aquello. La fastuosidad y nobleza de los materiales empleados era colosal. La pequeña gnoma estaba ojiplática.

Pero entre tanta cosa chula. Morda se fijo en algo mas simple.

– Observa…

– Sangre… un rastro. – La elfa miró a su amiga, la dirección de la marcha estaba decidida.

La pareja, comenzó a recorrer los pasillos con cuidado. Parecía un gran laberinto. Sin olvidar su busqueda del tesoro pero disfrutando de un sitio único y hermoso, Charlaban en voz baja pero animosamente, esperando que Pita estuviera bien. Hasta que en el pasillo, un brillo llamó la atención de la gnoma.

– Que encontraste??

– No lo sé, pero brilla. Es como una cajita tallada, tiene el mismo dibujo de tu primera pista. y una especie de mecanismo antiguo de madera…

(Un grito resonó a lo lejos, interrumpiéndolas…)

Ambas se miraron con seriedad y pensaron lo mismo, Pita podía estar en peligro… Sin dudarlo, corrieron en dirección de los gritos, por varios pasillos hasta una sala mucho mas tosca, con un enorme artefacto antiguo en su centro.

– Allí!! Una araña tiene a Pita!! La veo!!


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Miro mis manos y observo que están repletas de sangre seca, tengo varios cortes en ambos brazos … no tengo que quejarme…
¡Las heridas te hacen fuerte!
todavía recuerdo a mi hermano Argent regañándome después de mis primeras lecciones en nuestras hermosas tierras bajo los dorados árboles, me quejaba por pequeñas heridas, cuando ese siempre ha sido el orgullo de nuestro pueblo¡Continuar sin parar por muchas heridas que tengamos! Hasta el último aliento, no hay dolor, no hay miedo.

Aún recuerdo cuando comencé mi larga travesía desde Mulgore hasta Tanaris, hace mas de seis años, desde entonces he vivido innumerables batallas con todo tipo de criaturas, he estado apunto de sucumbir ante cientos de enemigos … desenfundé mis armas, me llené de valor y anduve directo hacia la negrura con paso firme.

El viento se vestía de rojo, los cuerpos de aquellos que hace un instante menospreciaron mi poder se extendían a mi alrededor. Nada me retiene aquí, encontraré mi destino ya sea entre los vivos o entre los muertos.

Recuerdos sí …,muchos recuerdos del pasado comienzan a inundar mi mente. —¿Este es mi fin?—No … aún me queda mucho por recorrer para cumplir mi tarea, pero la oscuridad del cansancio me invade una vez más…

¿Estoy soñando?Tal vez

Mientras me adentro más en el territorio inexplorado intento apartar esa muerte de mi cabeza. No es un acto del que uno se sienta orgulloso, ni tan siquiera yo puedo mostrarme inmutable ante ello, al menos aún no.

Más enemigos, más fuertes y aunque parezca mentira más hábiles, no hay tiempo para el descanso…la sed de muerte se ha vuelto a apoderar de mí

Si queremos seguir adelante tenemos que atravesar una larga gruta, profunda y oscura, el recorrido se vuelve lento y peligroso, difícil dar caza a esas criaturas con tantos pasadizos y niveles a su alrededor, en más de una ocasión nos encontramos perdidos y en vez de una salida llegamos a una guarida repleta de carne infestada.

Sus líderes utilizan formas básicas de nigromancia para dar vida a sus esbirros caídos, tenemos que vaciar cada centímetro de este foso si queremos seguir avanzando, solo espero que eso no acabe con nuestras nuestras fuerzas

Finalmente conseguimos ver la luz, acabando con la vida de aquellos últimos que se interponen entre nosotros y la salida.

Aquí arriba el espectáculo no es mucho más alentador, hemos cambiado una cárcel de roca por otra de arena y todo cuanto ven mis ojos son dunas y mas dunas, pero hay algo más, algo se oculta tras ellas, escucho algo…—¡Vendel’o eranu!—dos de mis compañeros errantes yacen en el suelo muertos. Parece que no va a haber descanso, hoy no.

El tiempo en el que los dioses antiguos dominaran el mundo nuevamente regresa …


Continuará

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Aquella noche, en las Montañas Goroshi

Un pequeño campamento compuesto por 2 tiendas de campaña y una hoguera rompían la uniformidad de las rocosas laderas de la inmensa cadena montañosa, una vermis se mantenía en letargo tras las tiendas, allí 2 sombras, una el doble de grande que la otra, permanecían en reposo junto a la hoguera

  • Aún se me hace esto muy raro, ¿es esto un sueño en la visión, o es la realidad?, es muy dificil de saberlo.

  • Esta es la realidad, se que es dificil, pero has pasado 2 días inconsciente.
    Por primera vez en días podemos descansar un poco, las cosas se esta poniendo realmente fea en Uldum, y creo que por Pandaria andan igual, pero tu llevas 2 días con la visión, y yo 2 días sin dormir, si quieres hablar tranquilamente de la visión hazlo, ando intrigado por ese “Imperio”, “Thorim” y “Aegyr”.

  • ¿Como sabes eso?.

  • No parabas de babucear esos nombres.

  • De acuerdo… para mi pasaron meses, creo que 2 o 3, aparecí en los Baldios, pero todo el planeta estaba aniquilado, entonces un elfo …

Frente a la hoguera, el relato fue contado con pelos y señales, como si de una acampada se tratase, bajo el estrellado firmamento

  • Y entonces tras el susurro de N’Zoth silencio, y luego os escuché a Magni y a ti hablando.

El kultirano abrazó al enano

  • ¿¿??

  • Juro que acabaremos con N’Zoth, haré todo lo posible para evitar que el Consejo sea masacrado, vamos a dar con quienes lo planean, y evitaremos ese apocaliptico mundo.

  • Me asfixias…

  • Perdón.

  • Bien, no se si se trata de una artimaña de N’Zoth para unirme a el, o si realmente se trata de una visión profética del futuro, según el acabamos en un tunel encerrados por 7 años, pero solo yo salí, no quiero saber que hizo mi “Yo del futuro” contigo, el mensaje me lo dejó claro, nos aniquilaremos mutuamente y esas condenadas Alianza y Horda parecen quererlo.

  • Bueno, deberiamos dormir, tu sobretodo en teoría, si se cumple lo que Wrathion nos dijo, entonces con esa capa podrás tener resistencia a los susurros y las visiones.

  • Hablando de eso…¿Tu no has tenido visiones?.

  • No, que yo sepa, es curioso por que en el último informe que recibí se me ha informado de que los casos de afectados por visiones y susurros se ha disparado, ya ha superado los 100 casos, y no saben por que.

  • Esa condenada Sylvanas…¿De verdad tenía que liberar a un dios Antiguo?, ¿Que pensaba hacer la bragas con N’Zoth?.

  • Ni me menciones a silvia, llevamos años tras ella, ¿Sabías que fue ella quien organizó el incidente de Puerta de Cólera?, ¿o que organizó un juicio en Canto Tormenta contra Baine?, claro esas cosas no se ponen a disposición al público, y otras muchas, pero ahora solo quiero dormir, deberías hacer lo mismo, mañana será un largo día.

  • Increible, y pensar que la dejamos escapar ante nuestras narices en Ogrimmar…Notó como se le cerraban los ojos…yo tambien voy a dormir, hasta mañana.

  • Hasta mañana.

Una tranquila noche continuó mientras ambos dormían en las ancestrales montañas


  • !Piratas a estribor!

  • …Otra vez esa pesadilla.


La mañana siguiente

Otra vez en la caotica plaza central de Rankahem, frente al Tol’vir que les ordenó marchar al sur

  • Así que estais vivos, habeis fallado en vuestra misión, pero gracias a vuestro informe de la segunda ola de Orsis y a la red de tuneles hemos podido anticiparnos a estos ataques, así que os librais del calabozo por deserción, ahora teneis un nuevo destino.

  • ¿Por que no nos disteis ninguna montura?, estuvimos días caminando por el desierto, si no es por la vermis estaría enloquecido.

  • Por que estan limitadas a los altos cargos ya que nos quedan pocas tras el ataque a las granjas y criaderos que teniamos, y por que volar con esos “gusanos voladores” y esas abejas es peligroso.

  • Vale…¿Donde vamos ahora?.

  • Orsis, tenemos que repeler ese ataque ya que si Orsis cae Rankahem cae por lo que necesitamos a todo quien pueda portar un arma.

  • ¿Tenemos apoyo de las 2 facciones ya?.

  • No, y nunca la tendremos, Anduin y el Consejo nos han negado todo apoyo, y ahora marchen, tomen provisiones y marchen.

  • Si señor.

Marcharon al Bazar a tomar provisiones mientras Kira permanecia a la sombra de uno de los edificios

  • Es increible, para matarse entre ellos tienen, para defender el planeta escusas, ¿Donde tienen la cabeza esos lideres?.

  • Si tu lo supieses…para ellos esto es un incidente como otro, no quieren mostrar debilidad, te recuerdo que ambos estan desgastados tras esta absurda guerra y las anteriores, simplemente ya no les quedan hombres sin tener que tirar de los civiles, la geoestrategia es así Rhop.

  • En fin, otra vez somos los de siempre los que salvamos el mundo, lamentable.


Tras la hora de la comida, la vermis cargada de sus pasajeros y mercancía partió hacia Orsis bajo el implacable Sol de Uldum

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Recapitulando…

– De todas formas deberías explorar las funciones útiles de tu traje en lugar de ponerte a escuchar música- le recriminó el mago.

– Lo hice mientras sacabas muestras de hasta la última brizna de aire- aseguró Hæyhæ- He charlado un poco con Jarvis y me ha revelado cosas de lo más interesante.

– ¿Jarvis?

– El traje. No lo iba a llamar CZ-SL-no sé qué más, ni siquiera me acuerdo ¿Tú no le has puesto nombre al tuyo?

Vangelys resopló produciendo un curioso sonido a través del casco. El cazador soltó una carcajada.

– Me lo imaginaba- hizo una pequeña pausa- Por lo que he podido descubrir, los trajes cuentan con ligeras mejoras de fuerza y habilidades físicas. Saltos, escalada, amortiguación de caída y hasta un vuelo breve. Nos habría venido bien saberlo durante las peleas, la verdad…

– Ciertamente- constató el mago- El traje también puede proveernos de agua y comida de algunos elementos del entorno, aunque gasta energía. Por suerte ese extraño Sol parece recargarlo. No nos vamos a tener que preocupar por alimentarnos… lo cual explica por qué no hemos tenido ni hambre ni sed estos días…

Parecía disgustado consigo mismo por no haberse dado cuenta antes. No habían pasado muchos días desde que llegaron –quizá tres- pero ambos habían calculado que los días en aquel planeta duraban más o menos el doble que en Azeroth. Además, a veces se desataban tormentas que oscurecían el cielo hasta el punto en el que debían usar la visión nocturna de los trajes. Fue una suerte que se activara de manera automática, pues al principio no tenían ni idea de cómo usar aquella tecnología tan avanzada.

– Desde luego con trajes así se ganaría cualquier guerra en Azeroth- aventuró el cazador.

– El ren’dorei dijo que de ninguna manera estos trajes podrían salir de aquí, y estoy de acuerdo ¿Qué pasaría si cayeran en malas manos? Está loco, pero a veces tiene buenos puntos.

– A veces la línea entre la genialidad y la locura es muy delgada…

El sonido del comunicador de sus trajes interrumpió sus palabras.

– Chicos ¿estáis por ahí?- enseguida reconocieron la voz de Ember- Estamos ya en la zona.

– ¡Ember, mi pequeña y adorable maga! - contestó Hæyhæ con entusiasmo- ¿Dónde os habíais metido?

La maga soltó una suave carcajada.

– Hemos tenido algunas dificultades con esos extraños bichos, pero nada que no hayamos podido resolver ¡Eliannor es increíble!

– El chaval está bien entrenado- admitió mientras miraba el scánner del traje. Estaban sólo a unos pasos- ¿Todo listo para la siguiente etapa?

Tanto la maga como el paladín respondieron afirmativamente, a pesar del viaje que habían hecho estaban descansados y no habían tenido problemas serios para avanzar. Los dos también habían tenido tiempo para explorar las funciones básicas de los trajes, que seguro que necesitarían más adelante. El ren’dorei que les había llevado hasta ahí no había especificado demasiadas cosas, sólo había hablado superficialmente de los enemigos. Por lo visto eran unos seres en una extraña simbiosis con sus partes robóticas hasta tal punto de que no se sabía dónde acababa la criatura y dónde empezaba la prótesis. Nada que ver con los mecagnomos, la tecnología de estos seres estaba a miles de años de la de esos canijos. Esos era los “básicos” el Desquiciado había añadido unas coordenadas de unas armas que les servirían contra los enemigos más poderosos, además del objetivo final. La única advertencia que les había lanzado contra estos últimos enemigos fue “no dejéis que el miedo os posea”.

– ¡Vaya, vuestros trajes son fantásticos!- fue lo primero que dijo la maga nada más encontrarse con ellos.

– El tuyo tampoco está mal- observó el cazador- ¡Eliannor, hijo!- dijo cuando vio al paladín- ¡Pareces un tanque! ¿No te cuesta moverte con eso?

– Para nada- aseguró el joven semielfo- casi lo siento una parte de mi…

Después de ponerse al corriente sobre todo lo acontecido y de explicar todas las funciones de los trajes que conocían, el mago desplegó un mapa holográfico de la zona con varias zonas marcadas. 4 puntos juntos que les marcaba ellos, uno algo alejado donde estaba el alijo de armas, y otro aún más lejano donde estaba el objetivo final.

– No nos separarán más de 20 kilómetros del alijo- informó- la zona es dura y escarpada, pero con lo recién descubierto con estos trajes no deberíamos tener muchos problemas para llegar. Una vez allí, el objetivo final nos quedará a unos 70 kilómetros más ¿Alguna duda?

Todos lo tenían claro, tras unos últimos preparativos, el grupo partió hacia su destino.

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A partir de la visión de N’Zoth,en un universo paralelo a raiz del "Fin de los Días, año 1756 DT


Frente al monitor de su ordenador y rodeado de pilas de folios se encontraba Shindphy, mirando las noticias deportivas en su proveedor de noticias predilecto cuando Rebeca, una humana de altura promedio, pelo castaño, tambien promedio, pecho ligeramente superior al promedio y en general, una humana como otras tantas, le tocó el hombro mirando los resultados de la pasada jornada

  • Vaya, veo que tus amados “leones” han vuelto a perder otra vez, ve preparando la cartera que si este sabado empatan se despiden de la liga.

  • Eso ya lo veremos, con un arbitro comprado gana cualquiera…

  • Siempre lo mismo, que si el arbitro, que la aficion, el estadio, nunca es culpa vuestra.

  • Como se nota que sois los favoritos eh…

  • Bueno, vamos a tomar algo, a ver si para cuando volvamos ya ha llegado ese nuevo artefacto descubierto.

  • Vamos, sin eso no puedo continuar.

Salieron del museo arqueológico y tras cruzar la calle se sentaron en la terraza del bar de confianza, pidiendo lo de siempre, cafe cargado con algo de almuerzo

  • ¿Que le queda al informe?, necesito que lo acabes cuanto antes, el ministerio quiere recortar en nuestro departamento.

  • Para la semana que viene estará acabado seguro, ¿Es que siempre nos toca pringar a nosotros?, que le recorten a los de historia moderna.

  • Buena suerte, ya sabes el nulo interes por la historia preglaciar.

  • Es increible, siendo un periodo tan sumamente interesante y a la gente le interesa más un periodo de lucha entre señores de la guerra…cuanto daño ha hecho el elevar la figura de Gregorio a la de una deidad, vale es cierto que unificó el continente y es la base de nuestra civilización, pero se pasan…, por cierto, ¿Que tipo de artefacto nos llega?.

  • Pues uno calentito desde el yacimiento Ogrimmar-3 nada más y nada menos le da un bocado a su donut

  • De Ogrimmar, interesante, a ver si llega…un momento notó su teléfono vibrar, lo sacó de su bolsillo y abrió el mensaje

  • Una imagen de su compañero de clase Eustaquio, con una clara cara de satisfacción, junto a unas formaciones rocosas y rodeado de una urbe se mostraba en su pantalla, veo que le va bien en el yacimiento “Mulgore”…que envidia, ese pude haber sido yo suspira, perdona.

  • Esta bien el trabajo de campo, pero sin el nuestro de poco les serviría, siéntete orgulloso, ayudamos a conocer que le paso a la Antigua civilización para que se aniquilase para evitar cometer los mismos errores.

  • Cierto, ¿cuando nos vamos al yacimiento Ogrimmar?.

  • Cuando el ministerio nos apruebe la solicitud, pero ya se sabe, para todo lo que sea pregregoriano poco interés hay, tendrías que ver a los de Titánica, esos estan peor que nosotros.

  • En fin, de un sorbo se terminó el poco café que le quedaba, volvamos que estara ya el artefacto. La cuenta por favor.

  • Hoy te toca a ti, tus “leones de Erebor” perdieron ayer.

  • En fin, la semana que viene te toca a ti seguro…si los arbitros no estan comprados otra vez.

  • Que seais unos cojos no significa que esten comprados los arbitros.

  • En fin…volvamos.


Ya en la gran sala blanca y hasta los topes de diversos artefactos y equipamiento habilitada para el estudio de los artefactos, estaban ante una caja de una conocida empresa de mensajería, guardando en su interior un artefacto con siglos a sus espaldas y conocimientos a la espera de ser redescubiertos

  • ¿Otra vez con Arcom?, la última vez nos enviaron un disco titánico que rompieron por el camino.

  • Hacemos lo que podemos con el paupérrimo presupuesto que tenemos, yo soy la primera que desearía traerlo con más cuidado.

  • Sacó el artefacto envuelto en papel de periódico y plastico de burbujas y lo puso sobre la mesa, luego quitó todo envoltorio para dejar expuesto el contenido

  • Bien ha llegado intacto, nos han enviado esto para identificar su fecha, apareció bastante alejado del área de impacto.

  • Vaya, es un ¿fragmento de metal fundido por el Martillo de Redención?..me esperaba algo más …impresionante.

  • Bueno, es un fragmento de una de las murallas de la ciudad con 2200 años aproximadamente, que aguantó un haz de luz con la temperatura equivalente a 5 veces la temperatura del Sol y quedó arrojada 5 kilómetros, si eso no es impresionante dime tu que lo es.

  • Ya, pero la cosa es que es una pieza como otras tantas que hemos encontrado.

  • A ver es un…cacho de metal retorcido y parcialmente fundido si, pero es lo que nos permite tener más financiación, así que fotografiala, enumerala, metela en la base de datos y al almacen.

  • De acuerdo, por cierto, ¿como debía ser eso de tener poderes mágicos?, imagina lanzar rayos con las manos, o bolas de fuego con el brazo estirado hizo el efecto de lanzar una bola de fuego de sus manos , imagina el mundo si aún hubiese magia.

  • No me seas tan infantil, te recuerdo, si es que te haces llamar historiador, que el irresponsable uso de la magia provocó que Azeroth quedase fragmentada, la civilización kaldorei exterminada, y que la Legión casi acabase con el planeta, viendo la historia nos fue una bendición que desapareciese, si no ya no quedaría nada de vida o siquiera planeta, recuerda Draenor, como acabó siendo Terrandelle y finalmente polvo cósmico.

  • Ya lo se, pero simplemente me gusta imaginarlo, Dalaran debió ser increible, una ciudad flotante llena de magia, y menos mal que se hundió en el oceano, se salvo del Fin de los Dias, aunque una tragedia para sus habitantes.

  • Dejemos de hablar, tengo que intentar que esa administración nos apruebe la partida para ir a Ogrimmar-3, estamos cerca de la sala de portales, seguro que esta allí.

  • De acuerdo, a ver si todo marcha, nos vemos.

  • Chao, avisame cuando acabes.

  • Hasta luego.

La humana se fue, cerrando las puertas y dejando al elfo a solas con el nuevo fragmento

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No habia tiempo que perder, la araña estaba atrapando a Pita en un c.apullo de seda, él luchaba por zafarse pero ya tenia casi todo el cuerpo atrapado en la tela.

Mordacae se lanzo veloz hacia la araña, cogio impulso desde la roca, salto hacia ella, en el aire saco una daga y se la clavo en una de las sus patas traseras al caer. Aquel bicho dio un chillido que resono por toda la sala, momento que aprovecho la gnoma para dar un brinco hacia atras y ponerse en guardia. La araña se giro con las otras patas que tenia sanas, aun estaba agil apesar de tener una herida, dejando a su primera victima. Belter corrio por uno de los lados pegada a la pared mientras no quitaba ojo al combate, se acerco al c.apullo casi cerrado y con su navaja gnomica rajo la tela para liberar a Pita mientras repetia como un rezo:

– No soporto a las arañas, no soporto a las arañas, no soporto a las arañas!!!

– Date prisa Belt!! Distraere al bicho!

– Lo hago todo lo rapido que puedo!!! Me dan asco las arañas!

El aracnido salivaba mirando a la gnoma y se preparaba para atacarla. Mordacae saco una granada de color amarillo de su bolsa con gracia y rapidez, mientras se la lanzaba de mano a mano iba retrocediendo haciendo que el bicho la siguiera y se alejara de Belt y Pita, buscando el espacio exacto para usarla sin causarles daño. El baile comenzo cuando la araña se le abalanzo con la boca abierta, la gnoma se movia con rapidez esquivando las embestidas.

Belter hizo varias rajas al c.apullo donde Pita estaba atrapado, la seda era dura pero el pudo sacar uno de los brazos y entre los dos se deshicieron de la seda. Pero Pita estaba herido, asi que la elfa le rasgo una manga la imbuyo con un hechizo de sanacion y se la puso en una de las heridas que le sangraba. Necesitaba mas cuidados aunque sus lesiones no eran graves, le dejo una pocion de curacion menor, le dio instrucciones y se estudio como unirse al combate.

La gnoma vio que la situacion estaba controlada, Pita ya estaba a salvo y Belter se acercaba lentamente por detras a la araña con cara de asco. Asi que reculo hacia atras de nuevo, acercandose a la pared de la sala, la araña la siguio a gran velocidad pensando que ese pequeño ser seria un buen primer aperitivo atrapado entre el muro y ella. Mordacae salto hacia atras poniendo los pies en la pared para coger impulso y cayo encima del cuerpo del bicho. Este se sacudia para dejarla caer, pero ella estaba bien sujeta en su cuerpo, se puso la granada entre los dientes y con la mano libre cogio la daga y se la clavo cerca de la cabeza. La araña se quejo por el dolor, la gnoma aprovecho el momento para acercarse a la boca del bicho, quito el anillo de seguridad y le metio la granada en la boca. El aracnido se la trago por instinto, la gnoma salto al suelo y corrio hacia Belter con los brazos abiertos.

– A CUBIERTO!!! – Dijo mientras saltaba hacia la elfa.

Ambas cayeron al suelo y rodaron por la inercia cerca de unas rocas. La araña avanzaba hacia donde estaban, pero a medio camino exploto desde dentro esparciendo liquido y sus entrañas por todo el suelo. Tan solo quedaron intactas varias patas. El sonido del estallido resono por todo el lugar seguido de un silencio absoluto. Las dos se miraron con media sonrisa en la cara y estallaron en risas, Pita se acerco a ellas satifescho y visiblemente mejorado.

Se levantaron y empezaron a dar vueltas por el artefacto que habia en la sala mientras comentaban los entresijos del combate con la araña. La gnoma saco la caja y busco un lugar donde encajara, sin resultados. Belter se acerco y lo cogio. Empezo a manipularlo… siguio intentado abrirlo… continuo intentando partirlo con las manos…

– Belt lo vas a romper…

– Esta atascado.

La elfa se acerco a una roca y empezo a golpearlo, Pita se reia al ver a la elfa comportandose como lo que él creia que haria un orco. Uno, dos, tres, cuatro golpes y la cajita se rompio en dos, revelando el contenido del interior: un triangulo de piedra con un ojo tallado en medio. Mordacae lo estudio con curiosidad.

– Esta forma… encaja!!

Se acerco alegre al enorme artefacto y lo coloco en un hueco. La maquinaria empezo a moverse despacio e iluminando cuatro grandes orbes colocados en las esquinas del artefacto. Acto seguido los orbes comenzaron una secuencias de luz y sonido, como si de un juego se tratara. A los pocos segundo se apagaron. Ellas se mirarion con suspense pero llegaron a la misma. Habia que repetir la misma melodia. Ambas elegieron dos orbes y se compenetraron para hacer la melodia, una vez acabada el artefacto volvio a moverse, se abrio mecanicamente descubriendo en su interior otro sigilo, pero esta vez con unas runas de color verde. Mordacae se acerco al triangulo que habia servido de llave en el artefacto y se lo guardo.

“Espero que la siguiente pista no este en el idioma de los enanos…” Penso Belter mientras le pedia a Mordacae su daga para hacerse una herida en su mano para derramar algo de sangre en el sigilo. El liquido comenzo a moverse por el sigilo formando palabras, esta vez en elfico. Belter palidecio al verlo, porque entendia la siguiente pista.

– Belter… que ocurre?-- Dijo conociendo las expresiones de la elfa a la perfeccion, Belter era muy expresiva.

– Lo siguiente no sera facil, la pista dice “La segunda prueba superaras si consigues resucitar” y unas coordenadas, no se si es este lugar.

Continuara…

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El sin’dorei estaba lógicamente muy desorientado, pero por suerte se había curado bien dentro de lo que cabía. Con tantos heridos no habían podido invertir tantos recursos como habían querido en él, de modo que aunque ya totalmente fuera de peligro, no era muy recomendable que se moviera mucho y mucho menos que luchara.

Después de que se espabilara un poco, le pusieron al corriente de dónde estaban y su situación, pero su estado no bastó para que se levantara y quisiera ir a hablar con el general al mando. Parecía bastante alterado, y la cosa empeoró cuando mencionaron que se disponían a ir a Orsis.

– ¡Más a mi favor! NO PUEDEN IR A ORSIS.

Tanto el sacerdote, como la paladín lo miraron extrañados ¿A qué venía eso? Hasta los demás se giraron a ver qué pasaba, no obstante dijo que lo explicaría si le ayudaban. A pesar de que tantoa Arnath como Vahlkir no les parecía demasiado bien que el paladín hiciera esfuerzos en su estado, accedieron tras aplicarle varias curas rápidas, el resto de heridos ya se encontraban fuera de peligro y no era tan necesario guardarse energías. Una vez mejor curado, y mientras se ponía la armadura – a la cual le vendría bien algún arreglo- explicó su historia.

Y desde luego que tenía motivos para estar alarmado, el paladín había visto dirigirse un enorme ejército a Orsis, uno lo bastante grande para poder hacer una masacre con los refuerzos que pretendían enviar ahí. Tanto al sacerdote como a la paladín se pusieron en alerta y se disponían a informar al general cuando el elfo les preguntó:

– Mi nombre es Félix co…bueno, Félix sin más. ¿Vosotros?

– Arnath- se presentó el sin’dorei aún sin salir del desconcierto de las últimas noticias.

– Vahlkir- la humana también parecía desconcertada- Será mejor que nos demos prisa, el general tol’vir está en otra tienda.

Salieron sin más premura del edificio y se dirigieron a otro, visiblemente el más grande que había a ahí y custodiado por dos enormes tol’vir que les dieron el alto al acercarse. El grupo se presentó, incluso aunque ambos guardias parecieron reconocerles al llegar. Puro formalismo.

Dentro un tol’vir con aspecto autoritario estaba frente a una mesa en la que había un mapa extendido de Uldum, con parias posiciones marcadas. Otro tol’vir se situaba a la derecha de la mesa y al otro lado un humano de ted morena y ropajes claros. Los tres levantaron la mirada al verlos llegar.

– Vaya, por fin aparecéis- observó el tol’vir y dirigió su mirada a Félix- me alegra ver que habéis conseguido salvar a tan oportuno héroe ¿Qué se os ofrece?

– Traemos… bueno, el paladín Félix trae noticias urgentes de Orsis- informó Vahlkir.

El aludido se presentó formalmente ante el general antes de dar las malas noticias. El entrecejo del tol’vir fue bajando mientras hablaba, mientras que sus dos acompañantes ponían caras de preocupación parecidas a las que habían puesto Arnath y Vahlkir momentos antes.

– ¡An-rah, Ba-kesh!- llamó el general nada más terminar Félix. Los guardias se asomaron enseguida a la tienda- enviad un buitre a la avanzada. Que no den un paso más hacia Orsis y vuelvan de inmediato, tentemos que replantear la estrategia.

Sin preguntar nada, ambos guardias asintieron y se retiraron.

– Por suerte han salido hace poco- informó- pero no podemos permitirnos perder esa posición, ya hemos retrocedido suficiente…

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La pequeña gnoma, se rascó la cabeza con un dedo ante la mirada vacilante de su amiga.

– Estos tolvir, les gusta el dramatismo… hasta para esconder algo!

Pita observaba a ambas, magullado pero sano.

– Guía! llévanos a este lugar. – Morda le puso las nuevas coordenadas delante

– Eso queda lejos. Es el delta del rio, junto al mar, muy peli…

– Has oido Belt??? Playita!! La cosa mejora! :kissing_closed_eyes:

– Es pel…

– No se si llevó bronceador… – Respondió Belter

– Esto…

– Yo te doy un poco, siempre llevo para casos de gran emergencia. – La gnoma enfiló uno de los pasillos, visiblemente complacida.

Pita negó con la cabeza mientras seguía a la peculiar pareja.

– Y tienes repelente de mosquitos? – Belt caminaba a su lado.

– Bueno, he oido que los mosquitos de esta zona son grandes. Tengo un bazooka…

El trio desapareció en la penumbra del pasillo, entre animadas charlas y la quejosa resignación de Pita.


Anocheciendo sobre el delta… 10 horas despues.

Pita repasaba el campamento que habían emplazado bajo unos arboles, a varios metros del mar. amparados parcialmente por un desfiladero y resguardados de la vista de indeseables enemigos.

La hoguera ya estaba encendida y varios espetones de pescado comenzaban a verse con buen color. La luna, grande y maginifica, se comenzaba a dislumbrar en el horizonte, mientras las sobras de la noche engullía aquel lugar… Nada que ver con el desierto profundo.

– ¿Como sabías que volando esa pared saldríamos al exterior? – Preguntó Pita mientras revisaba la tienda de Belt.

– ¿Como sabías tu que las coordenadas nos llevarían al delta? – Respondió con cierta petulancia la gnoma.

– ¿Y si se fuera chafado toda la cueva?..

– ¿Y si aparece otro sargeras con otro espadón y nos atraviesa como si fuéramos esos pescaditos? – La gnoma usaba cierto tono condescendiente.

– ¿Eras consciente del peligro?

– ¿Es que acaso dentro, estábamos a salvo? – La voz de la gnoma era incisiva y enfática.

Belter, en pié y a varios metros del campamento, observaba el horizonte en la penumbra. Sentía con claridad la mirada de morda en su espalda, a pesar de su “charla” con Pita. El aire era fresco y el sonido de las olas, calmado.

Tomó un sorbo de su té escuchando la quietud del lugar. solo roto por el lejano siseo sus dos acompañantes.

Amaneciendo sobre el campamento…

Los rayos del sol comenzaron a entrar en la tienda de Belter y con la claridad de quien a dormido bien, la elfa abrió los ojos. solo se escuchaba la naturaleza del lugar, una sonrisa se dibujó en su rostro… Una nueva pista la esperaba, un acertijo esperaba ser resuelto.

Al salir de su tienda, vio a Morda tendida en una toalla, bastante lejos del campamento, tomando el sol, cerca de la orilla, vistiendo solo unas gafas de cristales dorados. Pita estaba cerca del rio con una pala. Se le escuchaba susurrar entre dientes, con tono gruñon.

Con paso sereno, se acercó a Pita para ver que hacía. Pita al verla cambió de semblante y se centro en su tarea.

– Que es esto? – Pregunto Belter con intriga.

Una piedra de buen tamaño y tallada, semi enterrada en la arena… se encontraba donde pita trabajaba.

– La encontró Morda. Dice que es un altar de sacrificios a un antiguo Loah.

Un rugido sonó en la distancia.

Con estrepitosa violencia, un cocodrilo enorme salió del agua enfurecido en dirección de la placida y relajada gnoma.

Belt levantó una mano a la par de dar un grito de aviso… Pero

Con lentitud y mortecina vagancia, el brazito de la gnoma se levanto lo justo para alinear algo contra el cocodrilo. Un rayo salió despedido y combirtio el peligroso animal de un diminuto lagarto de no mas de varios cm de grande.

Con la misma vagancia, la gnoma dejo caer su brazo sobre la manta.

Belt se quedó estupefacta y sorprendida.

– Me ha dicho que cabe alrededor del altar, que es imposible que este asentado sobre arena. Especula sobre que tiene algo debajo, o una Estructura/Templo y el altar de sacrificios es la entrada.

Belt sonrio radiante

– El altar de sacrificio la entrada, es como morir… Salir de el es como resucitar!!

Continuará…

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