El despertar de N'Zoth y el contraataque de Azeroth

Como si de un duelo se tratase, los dos se acercaron e intercambiaron golpes, Nhail intentaba acertarle con una de sus dagas mientras él sacudía sus enormes brazos y manos intentando golpearle.

No era muy rápido, pero si que era muy grande, además el pícaro apenas podía moverse, estaba en las últimas, le dolía uno de sus brazos a causa del combate contra Aiden, estaba demasiado cansado, casi una semana sin parar de caminar y combatir, los viales vacíos y allí en mitad del desierto era muy difícil encontrar cualquier tipo de planta para ingeniar algún antídoto.

Apenas logró golpearle y en una de aquellas el sin rostro lanzó una sacudida que arrojó a Nhail al suelo.
Aquel bicho emitió un horrendo sonido y se acercó para darle el golpe final.

Nhail no dudó, espero el momento justo de distancia entre el y su oponente, tal vez sería su última opción alli tendido en la ardiente arena sin apenas recursos… en un intento desesperado consiguió hundir una de sus armas en aquel vientre apestoso del cual salieron decenas de parasitos cada uno mas asqueroso que el anterior …

Se retorció de dolor y el elfo consiguió ponerse de pie mientras aferraba la daga e intentaba retorcerla todavía más.

Entonces abrió la boca y expulso una sustancia gaseosa.
Rápidamente sacó la daga y retrocedió unos pasos, mientras el enemigo caía de rodillas y se desangraba, para cuando su sorpresa algo le sacudió en la cabeza. Por suerte, el yelmo se llevó la peor parte, aunque cayó al suelo nuevamente, fue entonces cuando al volverse pudo verlo, se estaba regenerando …

  • ¿ Pero … como …? _la impaciencia de Nhail empezaba llegar al limite, y eso no era buena señal, trato de senerarse, sujetó la punta de flecha de su mejor amigo y miró al cielo mientras hablaba en Taur-ahe con su difunto padre y maestro buscando algo de esperanza, algo de fuerza.

  • Pawene ichnee pawene…

Alzo su bastón y trató de golpearle de nuevo en la cabeza, pero con gran dolor y esfuerzo Nhail pudo detenerlo con su brazo izquierdo. Aferró los sucios tentáculos con fuerza y le asestó un certero golpe que acabó con su existencia.

Se terminó, ya no había nadie más, había conseguido limpiar aquella zona, pero de nuevo se había equivocado …

Las lagrimas corrían desde sus ojos enmascarados, lloraba, pero no sabía de que, si de alegría, dolor o tristeza.
Se mezclaban con sudor y sangre.
Se sentía mareado, magullado, sin energías … no estaba convencido de poder llegar al campamento …

Se quitó los guantes rajados pero no lo suficiente, aún podía librarse de algún que otro golpe con ellos.
El brazo todavía le dolía más, seguramente estuviera roto y no le quedaba ningún suministro.

Nhail se tendió en la arena, semiinconsciente mirando al cielo …

esto me recuerda cuando nos tendieron una emboscada en cumbres tormentosas, Maurten, uno de mis mejores amigos y mas noble Paladín que conocí convertido en caballero de la muerte días después por aquellos nigromantes, aquellos gritos de dolor todavía resuenan en mi mente, intenté bajar a la cueva donde mutilaban y convertían a cualquiera en caballero de la muerte y abominaciones, pero poco pude hacer. En aquel orco guerrero, prepotente pero leal y experto en combate, el cual humillé en dos ocasiones y aquel poderoso mago desconocido que nos ayudó a escapar gracias a su magnífico plan … , fueron días atrincherados en una vieja casa Vrykul en la mas profunda oscuridad, sin alimento, con el frio helando nuestros huesos y con el miedo envolviendo aquella vieja casa de madera, esperando a que aquellas abominaciones no se dieran cuenta hasta que no nos quedó otra que combatir y separarnos por no ser rodeados. Aquellos días en cumbres fueron muy duros, lo perdimos todo, ninguno tenía la mas mínima esperanza de salir con vida de aquel pueblo, afortunadamente conseguí llegar al campamento frente a la puerta de cólera por mi propio pie varios días después

Tenía que marchar de allí y buscar alguien que pudiera curarle.
Las demás heridas no eran de gran importancia, unos cortes allí y aquí.

Entonces lo comprendió, solo estaban los cuerpos de cinco esqueletos, no seis, de alguna manera alguno de ellos había vuelto a la vida, ¿ cómo …? No lo sabía …

Caminó varias horas hasta que alcanzó las montañas, su idea era caminar bajo ellas y con suerte encontrar una cueva donde poder esconderse y recuperarse un poco,con suerte encontrar un pasadizo entre las montañas que hiciese su llegada a destino mas rápida y sin tantos peligros.

Hacía años que no se sentía tan vulnerable …

Le costaba respirar, se arrodilló,trató de serenarse y recuperar aliento.

Se desmayó … y en sus sueños los susurros volvían a el …

¿Cuantos Fueron? … ¿Decenas? … ¿Centenas? … ¿Te gustó matarles? … ¿Acaso dejaste aunque sea uno con vida? …Apestas a oscuridad … cada vez te pareces mas a nosotros …


Continuará

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Oscuridad y silencio, notaba como estaba rodeado de algo viscoso, húmedo y caliente, palpó esas blandas paredes y desefundó sus dagas, entonces apuñaló las paredes hasta llegar a la empuñadura y retorció

Despues sacó las dagas y palpó los filos, un fluido caliente empapaba las hojas

  • No hay duda, estamos dentro del gusano, pues vamos a salir…¿Rhod me escuchas?

Silencio

Se puso de rodillas frente a la viva pared y apuñaló la pared, con un rápido empujón tiró de la daga en vertical hasta llegar a sus rodillas, lo que hizo que su estancia temblase violentamente

Otra puñalada, otro tirón, y una bocanada de aire fresco inundó el interior de la bestia, no si antes más temblores

  • No podemos dejarlo vivo, hora de rematarlo.

Comenzó a apuñalar la base donde estaba, con suerte el veneno letal de las dagas atacaría el sistema circulatorio del gusano que no paraba de retorcerse, golpeando las paredes del tunel

Finalmente la bestia ralentizó su marcha y sus golpes, unos minutos más tarde el veneno destrozó al gusano, por lo que el kultirano salió por la improvisada salida

  • Rhod, ¿estas bien?, ya podemos salir…Esto no parece un tunel…más bien una estancia amplia…no veo nada.

Entró de vuelta, palpó hasta encontrar el farol y lo encendió, descubriendo al incosciente enano temblando.

  • ¡No!, otra visión no, vamos levanta, no hagas caso a N’Zoth, despierta. Le dió unos leves toques en su cara ,vamos despierta.

  • ¿De verdad tengo que disparar?

  • ¿Disparar?, ¿Acaso eres un cazador?, despierta…maldición, ¿que hago?, no se donde estamos y ni idea de como levantarte… por las mareas aguanta.

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–Lo que senti al despertar fue el frio y duro suelo. No sabia donde estaba, me incorpore y aunque no estaba oscuro, lo unico que podia ver era un entorno negro. Mire en todas direcciones y no tenian fin, aunque el miedo me sobrecogia decidi levantarme y caminar. Ni siquiera oia mis propios pasos, todo era silencio.

Confusa por la situacion en la que me encontraba grite, pedi ayuda pero no recibi respuesta, tan solo el eco de mi propia voz. Ni siquiera se cuanto tiempo camine cuando me parecio ver una figuara blanca en la lejania. Aquello me lleno de esperanza y corri hacia ella gritandole para llamar su atencion. Crei que no me oia pero la vi corriendo hacia mi, sin embargo a medida que me acercaba aumento mi confusion… Era un reflejo de mi misma.

Perpleja me acerque a mi propia imagen, si te fijabas bien los contornos del espejo se camuflaban con el espacio negro que me rodeaba, pero era grande y alto. De repente mi reflejo ya no seguia mis movimientos, parecia que habia cobrado vida, la expresion de mi cara… NO! de su cara cara cambio, me sonrio… aqueño me estremecio porque aquella expresion fue vil. Me hizo un gesto con la mano para que me fijara en lo que hacia.

Saco una daga, me la mostro y se la clavo en un ojo, ese acto me daño a mi, mientras mi reflejo estaba impasible y sin perder la sonrisa, yo me tapaba el ojo con las manos gritando por el dolor, cai de rodillas mientras sollozaba, pero cuando aparte las manos, no tenia sangre, veia perfectamente y deje de sufrir. Me levante mientras mi otra yo me observaba con una expresion siniestra, le hable, le suplique pero era inutil.

Me hizo otro gesto, para que la siguiera, se giro y se fue alejando. Le grite que no se fuera, que necesitaba respuesta, pero ni si quiera se giro, tan solo la deje de ver mientras caminaba. Me enfade y empece a golpear el espejo, lo rompi y los trozos se esparcieron por el suelo.

Me senti completamente sola y empece a llorar, pero ya sabes como soy… me repuse, me levante y empece a correr en la direccion por la habia ido mi otro yo, pero en aquel lugar era facil desorientarse y parecia infinito, aquello era la nada. Entonces fue cuando te senti y escuche tu voz, inundaba todo, te escuche organizando, dando ordenes y sin comprender lo que pasaba te llame, no pare de llamarte, pero no me escuchabas. Cerre los ojos e intente hablar contigo mentalmente, me concentre… si, ya se que es absurdo, no funciono, pero despues no pude abrir los ojos, me sumia en la oscuridad y desesperada me esforcé por abrir los ojos. Lo consegui y vi esta habitacion, te vi a ti y a tu escolta, vi como hablabais, pero estaba paralizada y no podia hablar. Fue cuando intente hablar, que gimotee y os disteis cuenta que estaba ahi, entre dormida y despierta, entre consciente e incosciente cuando rapidamente me inyectastes algo y acabe volviendo en mi.

Y eso es todo, no recuerdo nada mas, nunca he tenido una pesadilla tan vivida…

Mordacae estaba sentada en frente de Belter, seria y callada, analizando todo lo que le habia contando, su mente cogia varias ideas y las rechazaba con gran velocidad, se quedo callada intentando elegir las palabras correctas antes de hablar.

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  • ¿Sobrevivir?, lo que necesito es volver a Uldum, este no es mi mundo…¡Cromi!, la necesito, ella sera capaz de devolverme a mi epoca, debe estar en Tanaris.

  • Me temo que no será posible, murio junto a los demas en la Purga de los Aspectos.

  • ¿Muerta?..como es posible, ¿no podia ver el futuro?.

  • Se ve que predijo su fin irremediable, les acusaron de haber provocado El Incidente, una increible batalla que finalizó cuando usaron una de esas primitivas bombas de Azerita de primera generación sobre las Cavernas del Tiempo, ahora eso se conoce como la Bahía Atemporal.

  • ¿Que demonios es este mundo?.

  • Azeroth me temo, Terrandelle ya solo es polvo estelar, una tragedia para los civiles que huyeron allí.

  • ¿Me estas diciendo que debo sobrevivir aquí?

  • Te lo dije antes, lucha y sobrevive.

  • Me niego, me iré a algún sitio tranquilo donde pueda llevar una vida pacifica.

  • Me temo que no tienes elección, viejo amigo, El humano sacó un revolver de su cinturón y apuntó al enano

  • Oye, eso tiene pinta de ser peligroso, dejalo sobre esa mesa.

  • Entonces vuelva a su posición soldado, de lo contrario seras considerado traidor al Pacto, lo que se castiga con la pena máxima.

el enano levantó por intuición los brazos

  • Aiden, hablemos esto tranquilamente, no es que quiera desertar, pero es que…yo no pertenezco al Pacto ese, si no a la Alianza…y tampoco te creas que me ilusionaba mucho sabes.

Un gran estruendo retumbó en las paredes de la maltrecha casa, y un silvido pasó junto a la oreja derecha del enano, seguido del sonido del metal perforado de la puerta

  • Repito, vuelva a su posición soldado, no me hagas apuntar.

  • De acuerdo, pero…no se que posición es.

  • Novena legión, infantería de Khaz Modan.

  • Aiden, estas cometiendo un error, no conozco nada de este mundo, pero si hasta hace unas horas mi arma era una maza, no he disparado uno de esos ¿fusiles? que he visto.

  • ¿Seguro?, según la información que acabo de ver llevas 25 años desde que fuistes reclutado, has estado en los frentes de Silithus, Feralas y Mil Agujas, 180 bajas confirmadas y solo 2 heridas de bala recibidas…claro que sabes usar un fusil…pero, Se guardó su revolver, todo esto es raro, según la fotografía que tengo tu estas más envejecido, la amnesia no explicaría eso.

  • ¿Entonces hay otro “yo” mayor aquí?.

  • Eso es lo peor, según esto estas en el frente del Crater de Aszhara, pero estas aquí, me temo que te tocará ir al frente, tu regimiento va a intentar tomar Punta Vendetta de vuelta, el condenado Imperio esta en retirada desde que se aproximan a Frondavil…claro no lo sabes, tras la captura de Ogrimmar por el Pacto sus cargos se desplazaron a Vista Eterna, la nueva capital del Imperio, ahora que Vallefresno occidental ha caido estan intentando mantener Frondavil, asi que puedes sentirte afortunado, estamos ganando territorios que llevamos 12 años sin controlar.

  • Entonces lo más probable es que lleguemos vivos.

-¡NO!, solo quiere decir que tienes menor probabilidad de morir, y ahora, viejo amigo, preparate, por que pronto dará comienzo la Ofensiva “Nunca olvidamos Taurajo”.

  • Es el nombre más estupido que he escuchado jamás para una ofensiva.

  • Lo mismo les dije al alto mando, si todo va bien volveremos a vernos en “La Hojarrasca”, nosotros iremos a romper el cerco de Fuerte del Norte, esas almas llevan 5 años cercados.

  • Espero volver a vernos Aiden, te deseo toda la suerte del mundo.

  • Igualmente, espero tomar esa cerveza que me prometistes al inicio de la guerra hace 25 años.

  • ¿Que promesa?.

  • Claro, tu no eres el tecnicamente, cuando empezó todo y fuimos reclutados, me prometistes que me invitabas a una cerveza cuando la guerra acabase, no lo olvido sabes, tambien que todos volveriamos a juntarnos en una taberna y beberiamos mientras contariamos nuestras batallitas, por desgracia parece que no todos volveremos.

  • Cierto…no te preocupes, así será, te invitare a toda la cerveza que seas capaz de beber aunque ahora que caigo…dijistes que lloraron mi muerte, ¿Si te prometi eso es porque reaparecí?.

  • Cierto, no te lo conté todo, lo hicistes, reaparecistes 7 años más tarde en una excavación arqueológica en Uldum, estabas totalmente asalvajado, no fui capaz de contarle a los demás tu reaparición con todo lo que estaba sucediendo por entonces, tu…tu cambiastes totalmente desde entonces, recuperastes la cordura, pero tu personalidad cambio totalmente, eras frío, serio, ambos estuvimos de acuerdo en mantener el secreto y así fue, para los demás sigues muerto.

  • Vaya…ya me contarás tranquilamente todo cuando nos veamos de nuevo, gracias por todo Aiden, será mejor que vuelva a esa posición.

  • Es tu deber, y…sobrevive, ya he visto morir a muchos, no te unas a ellos aún.

  • Igualmente, nos vemos.

El enano salió del improvisado despacho y se dirigió a su posición, pudo distinguirla facilmente debido a su composición, solo enanos lo componían, al parecer veteranos de otros frentes

  • ¡Drothz vuelve aquí!.

  • Es Drethz…

  • Ahahaha, que cachondo el tio, despues de aquel puñetazo por decir ese nombre vas y vienes con esas…¿Te has teñido el pelo?, ¿te has emborrachado?.

  • ¿Que dices?, mi pelo es asi natural…y me llamo Dre…Drothz si.

  • Si no fueses por nuestros 14 años de amistad te hubiese hecho comer el suelo, como apesta la confianza…ya me diras donde sacastes el bebercio…y el tinte, ahora vamos a ponernos enserio…un momento, quizas me he pasado yo bebiendo…¿Tu no estabas en Aszhara?.

  • Me reasignaron otra vez, no paran de darme vueltas, ahora estoy de vuelta con vosotros. el enano pensó nervioso si esa trola era creible.

  • Bueno pues bienvenido de vuelta, a lo que vamos, el ataque a Punta Vendetta, la quinta y la octava atacaran los flancos desde Taurajo, nosotros desde las Montañas Rojas, como Mulgore esta totalmente apestada, nos tocará llevar equipo de gas, recuerden muchachos, como les entren lo más minimo de ese asqueroso gas sois fiambre, y por el sagrado nombre de Thorim Martillocolérico me asegurare de que nadie muera de esa forma tan patética, ¿Entendido?.

Al unísono

  • ¡Si señor!
  • Eso va por ti tambien Drothz.
  • Oh claro…¡Si señor!.
  • Bien recuerda que aunque confiemos sigo siendo tu superior, y preparate, marchamos en media hora.

El grupo rompió filas y fue a prepararse y equiparse, el enano expaladín los siguió a lo que antaño era una taberna tauren medio calcinada y entró, en su interior multitud de cajas metálicas y de madera se apilaban, mientras los enanos tomaban rifles, munición, suministros, vestimenta y todo lo necesario para el frente, el mientras continuaba con su camisa rasgada y ensangrentada mirando sin saber que era la mitad de esas cosas

  • ¿Que haces mirando?, preparate, ¿no iras a pecho descubierto y sin arma verdad?, la era de la magia acabó hace decadas.

  • ¿eh?, no claro claro… El enano cogió una mochila, un chaleco antibalas, un casco y la vestimenta que los demas tomaban y empezó a equiparselos, camisa nueva y pantalón de camuflaje, casco puesto y fijado, y el chaleco pues…metio por los agujeros los brazos, intentó cerrarlo pero sin éxito

  • ¿Que haces?, ni que fueses un cadete.

  • Es que alli teniamos otro equipamiento, se me hace raro este.

  • Anda trae que te ayude.

Tras equiparselo fue a la improvisada armería, allí pudo ver rifles largos, otros más cortos, de formas diferentes, todas con empuñaduras de madera lacada, y cogió uno de cada

  • ¿Pero que haces?, ¿A donde te crees que vas con todo eso?.
  • Anda trae, ¿a ti te gustaba usar la…Mc.Gobernalle 7.32 verdad?
  • Si…claro, esa, la Gobernalle.

Le pasó el arma y una cajita metálica verde llena de munición con el calibre pintado en amarillo, la cual ató a un asa de su mochila, luego se colgó el arma en la espalda y salió a la formación

  • Bien señores, en esa caja de madera teneis las máscaras antigas, antes de llegar a zona peligrosa nos las pondremos y me aseguraré de que esten bien estancas, ¿Que os rasca la barba?, me da igual, ¿Que se me empaña los cristales?, pues a rastras, ¿Que no puedo respirar bien?, pues respiras mal, ¿Que me agobio?, pues caminas, pero NO QUIERO VER A NADIE TOCARSE LA MASCARA, O EL GAS SERÁ LO DE MENOS QUE OS PASE, ¿Entendido?.
  • ¡Si señor!.
  • Bien, preparense muchachos, vamos a cazar orcos.

La Ofensiva “Nunca olvidamos Taurajo” dió comienzo con una larga salva de misiles y morteros dirigidos a las posiciones Imperiales en Taurajo y Punto Vendetta

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Tras días de viaje, los efectivos de Ramkahen habían apostado sus fuerzas a las afueras de Orsis, lugar que estaba infestado de Aqir muy poderosos.

-Levantad las defensas, montad el campamento, preparad la maquinaria, esto tiene que estar listo en cuatro horas, vamos vamos vamos! El alto comandante Kamses no quería perder ni un minuto.

-Parecen fuerzas menores, este lugar medio enterrado en la arena solo es interesante por su localización, e incluso estos retorcidos seres lo saben, creo que ha sido una buena elección el comenzar por aquí, Kamses. Aldo rebuscó en sus bolsillos.

-Que vas a hacer? Dijo Kamses.

Aldo sacó el Corazón de Azeroth de su bolsillo y dirigió su mirada a Orsis.

-Intentaré comprar algo de tiempo. Trata de que no se demoren mucho con el campamento.

Aldo se dirigió a las ruinas con determinación.


Mientras tanto, en la cuna de los ancestros, al sur del Obelisco del Sol, Thorimas seguía despedazando e incinerando a sus enemigos con una energía que parecía no agotarse.

Uno tras otro, los K’Thir seguían abalanzándose sobre él, lanzando oscuros hechizos que rebotaban contra la etérea armadura de luz que cubría a Thorimas. Si esos seres fuesen un poco mas mundanos, habrían abandonado sus esfuerzos en pos de huir aterrados.

Entonces, un llanto que parecía provenir de una niña, distrajo a Thorimas, el cual comenzó a sentir una gran pesadez en su cuerpo, seguida de una presión que parecía que le iba a hacer estallar todas las venas de su cuerpo, los latidos de su corazón los sentía como si agitasen todo su cuerpo. Su mirada comenzaba a temblar, el mundo a su alrededor le comenzó a parecer irreal e incluso, aún estando bajo la luz del sol, le pareció que se oscurecía. Tonos rojos comenzaron a nublar su visión y el llanto de aquella niña se vio acompañado de miles de llantos retorcidos e irreconocibles que comenzaron a sonar de forma caótica.

Thorimas quería gritar, pero su mente era incapaz de formular una sola palabra y sentía que su garganta se cerraba. Trató de mover su cuerpo para escapar de aquel lugar, hasta que se percató de que estaba tirado en el suelo, con la mirada ladeada por su lado izquierdo, sin poder moverse. Era como estar encerrado en una pesadilla en la que tu cuerpo está completamente paralizado.

Pero Thorimas no sentía terror, sentía ira, no podía percibir a la luz y estaba a merced de aquellas infames criaturas, quería hacerles pagar por semejante humillación.

Al cabo de unos minutos, un ser de aspecto arácnido, del triple del tamaño que otros seres similares, levantó el cuerpo de Thorimas agarrándole las manos. Parecía ser un alto rango del ejército de N’Zoth.

-Aquí tenemos a la anomalía estadística. Dijo la misteriosa criatura. Te preguntas por que tu luz no ha venido a socorrerte? Necio, venir aquí solo, mientras preparamos una manifestación física de Ny’Alotha en las ruinas de Ammon… Todo el poder necesario para ello… No tuve mas que tomar prestado un poco para poder anular tu estúpida luz e infligirte este ataque mental. Y ahora mírate, eres asqueroso, ya no vales para nada. Te haremos pagar por haber destruido nuestras legiones. Llevadlo a la cámara! Tiene mucha información que darnos.

Tras el monólogo de la criatura, un radiante haz de luz que pudo haberse visto desde la mayor parte de Uldum atravesó el cielo, rompiendo la oscura barrera que la bloqueaba y alcanzando a Thorimas y al alto rango Aqir, al cual sus extremidades se le comenzaron a calcinar y convertirse en ceniza. Pero la luz se volvió a ver bloqueada al cerrarse la etérea grieta de energía del vacío, deteniendo el daño en el Aqir.

Thorimas no dudó ni un momento en buscar su espada, pero sintió que sus poderes volvían a estar ausentes, ese momento de gloria se había desvanecido tan rápido como vino.

Fue rápidamente apresado de nuevo y puesto en aislamiento físico y mental dentro de una jaula etérea de energía del vacío con forma de octaedro, listo para el interrogatorio. El dolorido Aqir, caminando como podía con sus dañadas extremidades, lo condujo a una estructura subterránea.


Mientras tanto, en Orsis, las fuerzas de Ramkahen desde el ya terminado campamento, observaban el horizonte hacia el sureste en busca de mas indicios de aquella misteriosa luz.

-Debe ser cosa de ese paladín. Dijo Kamses para sus adentros. Tendré que pedirle a Aldo que vaya a investigar lo sucedido, no quiero mas sorpresas.

Un grupo de tanques Aqir comenzó a dirigirse hacia el campamento Ramkahen, seguidos de un escuadrón de insectos gigantes dispuestos a detener la invasión a su territorio.

-En posición! El teniente de los hechiceros comenzó a movilizar a sus efectivos. Calcinad el terreno por el que pasan! Vamos!


Continuará…

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Bajaron a desayunar,bueno a que Shield desayunase.
Mientras el paladín daba cuenta de su desayuno Ka parecía distraída.Nada más lejos de la realidad,escuchaba las conversaciones a su alrededor concentrada.
-Por fin la guerra ha terminado-decía un kultirano que tenía pinta de estibador.
-Si la cuarta guerra es historia,y por fin hemos firmado el armisticio con la horda-decía su acompañante,otro kultirano fornido.

La caballero de la muerte soltó un bufido.La horda no tardaría en romper el pacto una vez más.

-Estás bien?-preguntó Shield soltando el tenedor.
-Si,no es nada-respondió Ka con frialdad.
Se arrepintió al momento.El draenei mostraba preocupación y ella lo despachaba con su habitual frialdad.Para paliar el efecto le sonrió mientras volvía a concentrarse en las conversaciones.
En la mesa contigua un humano con pinta de guerrero hablaba con una elfa de la noche.
-Partiremos a Pandaria entonces-dijo la elfa-N´zoth ataca ambas ubicaciones pero los gruesos de ambos ejércitos se concentran en Silithus,seguro que un buen par de manos les vienen bien a los pandaren.
-Un par de manos te ponía yo encima…-dijo el humano guiñándole un ojo.
La elfa se puso aun más morada en las mejillas.
-Vaya-pensó Ka-no somos la única pareja extraña por lo que veo.
Se perdió en divagaciones.Con las conversaciones a su alrededor pudo establecer que había pasado en aquellos tiempos.La cuarta guerra,Azshara,N´zoth
Pensó en su hermana gemela.Seguro que Ahzura estaba combatiendo contra la oscuridad.
Una cantinela sonó en su cabeza.
-Debes prepararte bien-le había dicho la maga.
Y Ka sabía que aunque quería reunirse con ella,pelear a su lado…no estaba preparada,no aún.
Soltó una carcajada.
-No estais preparados-la voz de Illidan resonó en su mente.
Shield al escucharla reír levantó la vista.no preguntó nada esta vez y Ka quiso arreglar su mala contestación de antes.
-Pensaba en cierto cazador de demonios que no paraba de repetir una y otra vez…No estais preparados.
-Te refieres a Illidan? Lo conocí en el Vindicaar-dijo Shield-era prepotente pero se sacrificó por salvar vuestro mundo.
-Ahora también es el tuyo-contestó la caballero de la muerte- es nuestro hogar y debemos prepararnos para salvarlo del dios antiguo.No me perdonaría no ser suficientemente hábil para no combatir al lado de mi hermana.
-Llegaremos a tiempo,te lo prometo-dijo el forjado.
Ka sonrió con toda la dulzura que alguien como ella podía.Se preguntaba si el azulado brillo de sus ojos,la muerte que llevaba en ellos reflejaba lo que aquel acólito de los naaru le hacía sentir. A su lado se sentía como si estuviera viva de nuevo,o al menos todo lo viva que podía manifestar.
-Pues deberíamos ponernos en marcha-dijo al ver que Shield había terminado su desayuno.

Bajaron a la capitanía del puerto.Se presentaron ante Genn Cringris.El lider de los huargen les presentó a Cyrus Catacresta, el capitán del puerto de Boralus y amigo personal de los Valiente.
No esperaban mucho a aquellas alturas,los adalides habían pasado por allí hacía ya un año y erradicado las amenazas más incipientes.
Sin embargo y como en ocasiones anteriores Shield y Ka se encontraron con el problema de siempre.
Aun quedaban restos,remanentes de enemigos menores,pero aún peligrosos. Brujas en Drustvar,miembros de los Gobernalle…sabiomar corruptos…
Catacresta los invitó a ayudar a exterminar aquellos remanentes, pues los verdaderos campeones de Azeroth se enfrentaban a un peligro inminente…al dios de las profundidades,al mismísimo N´zoth liberado.
-Por donde quiere empezar mi hermosa dama?-le preguntó Shield.
-Me apetece matar brujas-dijo Ka sonriendo con suficiencia.
-Sabia que dirías eso.
Cyrus les dio un pase de ferry que los llevaría por todo Kultiras,por donde quisiesen. Su primer destino… Drustvar.
Atracaron en un pequeño puerto y se acercaron al primer pueblo que vieron.Lo que encontraron los sorprendió en exceso.
Una docena de brujas a gritos de "El aquellarre triunfará!! y parafernalias varias atacaban a los aldeanos,granjeros,amas de casa,niños!!!
Se miraron y desenfundaron sus armas mientras empezaban a correr.
Ka pensó con rabia que porqué los campeones y adalides de Azeroth siempre dejaban las cosas a medio hacer.
Shield se interpuso entre una bruja y una madre que sostenía a su pequeña hija en brazos levantando su escudo para protegerlas del hechizo petrificador que parecía haber paralizado a varios habitantes.
Ka se tiró derecha a por dicha bruja.Eyechomp su necrófago cargó contra ella de un salto.
Shield pidió a la humana que se llevase a su hija,que se escondieran y mientras la caballero de la muerte golpeaba con furia a la hechicera fue recortando la distancia que lo separaba de su dama y de la bruja parando los hechizos con el escudo.
Ka sintió un terrible dolor en su espalda.Se giró y descubrió a otra bruja atacándola a traición por detrás.Por suelte Shield se ocupaba de rematar a la primera bruja y pudo centrar su atención en esta.
Vio a la bruja preparar un nuevo hechizo y le tiró unas cadenas de hielo para cortar el casteo.
La bruja la increpó gritando acerca del poder del aquelarre.Una sonrisa fría asomó a sus labios mientras cargaba contra ella.
Poco a poco y no sin esfuerzo terminaron con aquella docena de brujas. Shield mostraba un par de quemaduras en el torso y un brazo,ella aparte de la de la espalda había sufrido una en el brazo derecho,lo que le impedía atacar con la celeridad que debía,pero estaban muertas.
Sin embargo los aldeanos,muchos de ellos seguían petrificados.y aunque los que no lo estaban agradecieron su ayuda ambos se mostraban preocupados.
Se nos escapa algo…-dijo el paladín pensativo mientras se dejaba caer sobre una piedra exhausto.
De pronto un chillido sepulcral inundó toda la aldea.
Una bruja de tamaño considerablemente mayor que sus hermanas muertas entró flotando por la entrada del pueblo.
-Es la matriarca!! Eso se nos escapaba!!!- dijo Ka poniéndose en actitud de defensa.
Shield se levantó de un salto alzando su escudo.
Ambos estaban cansados y heridos…y lo sabían.Las cosas se ponían muy difíciles para ellos.

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Cerca de la Pagoda Dorada habían cuatro cadáveres y dos aun estaban vivos.

  • Pudge, Pudge estas bien? dijo Isabella con voz preocupada

  • Dios creo que ese hijo de ogra me ha roto la pierna y diría que me ha roto la espalda. dijo Pudge mientras intentaba recomponerse

  • Uff suspiro aliviada menos mal que estas bien.
    Pudge al reincorporarse vio el cadaver del gnomo con un agujero en el pecho del cual salia humo y se quedo sorprendido

  • Me tienes que enseñar ese truco, menudo agujero le has hecho a ese gnomo.
    Isabella se empezo a reir Tu no tienes cerebro para aprender la magia, mejor te quedas con tu espada y tu escudo que eso si que se te da bien.

  • Bueno una cosa si esta clara ahora mismo, necesito curarme menos mal que hemos traido pociones, aunque teniendo en cuenta que no tengo sistema digestivo surtiran efectos?

  • Pues no deberian surtir efectos las pociones. Asi que tendremos que posponer la mision y hacerla cuando te recuperes o encontrar a alguien que pueda sanarte esas heridas.

  • Y donde podemos ir a buscar un sanador?

  • Buena pregunta, hay algun campamento cercano?
    Pudge cogio el mapa, lo abrio y se puso a buscar algun campamento cercano.

  • Campamento cercano no hay, pero si vamos hacia el Norte deberíamos poder encontrar el Santuario de Las Dos Lunas. Pero bueno con suerte encontraremos algun sanador antes de llegar.

  • Pues nueva mision dirigirse al Santuario de Las Dos Lunas.

  • Deberiamos hacerle llegar al Eremita Cho de que envie otras personas a esa mision, por si acaso al no ser que te apetezca ir tu sola despues de ayudarme a llegar al Santuario, viendo lo que eres capaz de hacer acabarias tu sola contra un ejercito de mantides.
    Isabella se sonrojo Prefiero que estes conmigo, nunca debes subestimar la fuerza del enemigo, sobretodo porque son esclavos de N,zoth.

  • Igualmente piensatelo, por mi prefiero que no vayas sola por lo que te pueda pasar pero bueno mejor lo vamos hablando mientras caminamos hacia allá, podrías echarme una mano para caminar?
    Isabela se acerco a Pudge y puso su brazo en su hombro y caminando lentamente se dirigieron hacia el Santuario Continuara…

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Las horas trancurrieron con una calma y tranquilidad inesperada para el campo de batalla, se podía escuchar los ecos de la guerra en el horizonte, pero el batallón enano simplemente avanzaba en la tierra de nadie, nadie se acercaría a las Montañas Rojas sabiendo que en cualquier momento una rafaga de viento podría barrer el área con gas letal hasta que el pequeño ave que portaba Thorim comenzó a agitarse

  • Bien muchachos, mascaras ya, estamos entrando en las Tierras Muertas.

Las Tierras Muertas, un nombre más que idoneo para el área abarcada por Mulgore y los 15 kilómetros a su alrededor, una zona totalmente estéril y carente de vida que aniquiló el añublo de tercera generación empleado por la Horda décadas atras, un añublo semi-incoloro, con un ligero verdor, persistente, indoloro y letal con solo respirar por unos segundos el gas, nadie se ha atrevido a entrar en Mulgore desde entonces

Los enanos se colocaron las máscaras y Thorim las revisó, un capón caía a cada uno que no se la colocase adecuadamente, así que tras un rato de capones y reprimendas el Sargento se dio por satisfecho y ordenó avanzar

  • Odio llevar mascara, es agobiante, y no para de picarme la cara con la barba.

  • A ti te voy a picar la cara como te toques la mascara Lorimas, no pienso dejar que ninguno de mis hombres muera de una forma tan patetica.

Tras ese incidente la compañía continuó caminando junto las montañas, pasando primero por viejas trincheras de antiguos frentes, estas estaban en algunos casos semienterradas, inundadas, reventadas a base de morteros o obuses o simplemente abandonadas, al igual que los cadáveres en diversos estados de descomposición de las almas que perecieron allí

  • Que demonios es este lugar…yo la recuerdo como un basto lugar lleno de kodos pastando, girafas comiendo de los pocos arboles que habian, de Trinquete y su puerto lleno de gente…¿Como hemos pasado a esto?.

  • Orcos, jamás cambiarán, ellos nos llevaron a esto Drothz, y el Mariscal de todos los ejercitos Muradin tiene razón, hay que exterminarlos si no queremos ser nosotros los exterminados de nuestro propio planeta…hay que matarlos a todos.

  • Claro…Simplemente no podía hablar más, simplemente caminar por los arrasados yermos que era los Baldios


4 horas y media despues, a los pies del área de cuarentena

Un enorme muro negro sellaba el área de exclusión de Taurajo, la Compañía se puso a los pies de una de las torres de vigilancia derruida y subieron por los escombros de esta, entrando en las Tierras Muertas, que bien se merecia por derecho propio ese nombre

  • Jefe, ¿Seguimos en Azeroth?, esto se parece a las Tierras Sombrias.

  • Bienvenidos a Las Tierras Muertas muchachos, nuestro plan es atacar desde la retaguardia Punta Vendetta mientras la quinta les ataca por la vanguardia, recuerden, somos las sombras de las montañas, acabamos con esas bestias y tomamos el puesto, y ahora sigamos…y Aegyr, si, esto es Azeroth, nuestro moribundo planeta.

Una puerta enorme podía verse en donde el afamado pueblo se situaba, bajo ella, carros volcados y destruidos, los esqueletos de los kodos que los empujaron, junto a montañas de huesos con cuernos se podían ver apilados tras una puerta llena de arañazos, golpes de cozes y cornadas de aquellas victimas, al final del camino, entre las montañas, una enorme puerta se vislumbraba, más imponente aún, puertas de grueso acero negro se alzaban hasta una considerable altura intentando sellar las antiguas praderas de Mulgore

  • Esos huesos de allí Señor…son lo que me temo que son ¿verdad?.
  • En efecto Drothz, son los que lograron huir de Mulgore, un genocidio cometido a mano de los orcos contra sus antiguos aliados, en cuestión de 1 semana el 60% de la población Tauren total fue aniquilada, muestra respeto por sus almas, lo que se cometió aquí fue un crimen imperdonable, por eso el nombre de la ofensiva.

La compañía continuó caminando, dejando el área de cuarentena y comenzarón a escalar por las montañas, media hora despues lograron llegar a lo alto de estas, pudiendose vislumbrar Mulgore en uno de sus lados

  • Mulgore…tendrían que haberla visto en su epoca, lastima que fuesen nuestros enemigos por entonces, ojala algún dia vuelva a ser lo que fue.

Nada de la otrora Mulgore quedaba, ni una brizna de hierba quedaba, ni un animal pastaba por las praderas, ni un ave surcaba sus cielos, solo muerte, el viento creaba tormentas de tierra al azotar el desnudo suelo, que chocaba con los esqueletos de los majestuosos kodos y el resto de la fauna perdida, Cima del Trueno no era visible desde esas montañas, pero las historias trascendieron en la herencia cultural Tauren, de como héroes intentaron salvar a los inocentes en vano, como la muerte aniquiló una civilización ancestral de un plumazo, como si de un castigo de la Madre Tierra se tratase, Mulgore era historia

  • Alto, dejense las vistas y atentos, allí esta Punta Vendetta…veamos.

El Sargento miró con unos binoculares salidos de una historia de ficción al maltrecho puesto

  • Bien, chicos hora de atacar, la quinta esta machacándolos.

  • Kholvin, encargate del mirón aquel.

  • Sirviendo un viaje al infierno

El francotirador apuntó al orco que vigilaba ese lado del muro exterior, y con un suspiro la vida de este acabó cuando una bala de gran calibre atravesó su craneo, haciendolo caer como un tronco

  • Dulces sueños grandullón.

La compañía bajó a los pies del muro, los gritos de guerra sonaban con intensidad, morteros, disparos de rifles, ametralladoras y obuses arrasaban la zona mientras los enanos en el flanco descuidado planeaban el asalto

  • Ya sabes que hacer.
  • Claro señor, hora de los explosivos.
  • A los demás, listos para la acción.

Krom el loco, como lo llamaban en la compañía, sacó de su pesada mochila unos cilindros marrones con una mecha, comenzó a instalar varios de estos adheridos a la pared del muro de roca negra, colocandolo en las burdas juntas de este y cuando terminó su tarea salió corriendo a donde estaban los demas

  • ¡5 segundos!

Pasados 2 segundos una enorme explosión hizo gravilla el muro, con lo que los enanos entraron en las posiciones del Imperio, acabando con todos los orcos y trolls de la zona

  • ¡VAMOS!, ¡SE RETIRAN AL FUERTE, NO DEJEN QUE LLEGUEN!.

El expaladín se encontraba confuso, nervioso y agobiado, el silvido de las balas sobre su cabeza no paraba de sonar, gritos de odio sonaban de las bocas de ambas facciones, ese tipo de guerra que el jamás pudo ni imaginar estaba rodeandole

  • ¡DROTHZ, DISPARA A LA TORRE ESA!.

No supo si fue por el estrés, por inercia o por puro instinto de supervivencia, pero el enano se cubrió tras uno de los edificios y comenzó a disparar por la única apertura de la torre principal

1 disparo, 2, 3, 4, 5…finalmente con el disparo número 16 se agotó el cartucho, suficiente para que quienes les disparaban desde esa torre dejasen de hacerlo, para siempre

  • Bien hecho, has liquidado a los 3, y decias que no habias cogido una de estas en tu vida ahahahaha.

  • Si…estan muertos…no intentarán matarnos…debian morir.

  • ¿Estas bien?.

  • Si…mejor que…nunca.

2 minutos despues los pocos efectivos de ese bastión ondearon una bandera blanca de rendición, las puertas fueron finalmente abiertas a los asaltantes de la quinta legión y la bandera del Imperio derribada, pisoteada y finalmente quemada, en su lugar la bandera del Pacto ondeó en el inespugnable bastión de Punta Vendetta, la bandera azul con el emblema dorado del martillo, el fenix, la “L” de la nueva Lordaeron, la tuerca y el Totem ondeaban en ese inhospito territorio

Los abrazos, gritos de entusiasmo y las rafagas de disparos al aire dejaron lugar a la parte más cruenta de una captura, los saqueos a los cadáveres, las fotos despectivas con los cuerpos inertes y en algún caso la mutilación de estos por parte de algún que otro transtornado que se hace abalorios con las orejas o colmillos de los muertos

El enano no podía dejar de ver con asco aquellos gestos, pero en parte podía entender por que lo hacian, pensó que tantos años de guerra, de destrucción y crímenes de guerra dejarían a cualquiera mal de la cabeza o simplemente se cobraría su trofeo a costa del odiado enemigo

  • Drothz estas de suerte, te hemos dejado a uno para tí como recompensa por volver con nosotros y por cargarte a esos 3 de la torre.

  • ¿Dejarme a uno?

  • No te hagas el necio, sabes de que hablo, de ejecutar a uno de los prisioneros.

Un frio sudor recorrió su cuerpo, una cosa era matar a un orco por que estaba disparandote y tu vida depende de que lo mates, y otra es matar a un prisionero por disfrute de los que allí estaban, y aún recordaba su pacto como paladín, aunque en ese maquiavelico mundo no fuese más que papel mojado

  • No puedo, que lo haga otro, le cedo el puesto.

  • A ver, no es una elección, es una orden de tu superior.

  • La respuesta es no.

Thorim le miró seriamente No me obligues a mandarte a la prisión militar de Tol Barad Drothz, no te juegues la vida por un orco que quiere verte muerto y que no dudaría ni un segundo en cortarte la cabeza con un cuchillo oxidado.

El enano se resignó y se dejó guiar por su superior a la plaza central, donde 5 orcos y un troll se apilaban junto al borde del bastión maniatados de piernas y manos

  • Bien, estos 6 estaban intentando huir de nosotros, vamos a enviarlos con sus amigos al infierno del cual no tendrían que haber salido, chicos en sus posiciones.

Los 6 enanos se dispusieron frente a los prisioneros con sus armas

  • ¿De verdad tengo que disparar?.

  • Si, es una orden, a la de 3 cuando baje el brazo, no me falles Drothz.

El enano nervioso simplemente dejó de pensar, miró fijamente al orco que le asignaron, el cual presentaba una mirada de absoluto terror y esperó a la orden.

  • Bien, apunten y …5, 4, 3, 2, 1…¡FUEGO!

El enano apuntó a la cabeza del orco y disparó, haciendo saltar un chorro a presión de sangre tras la cabeza del orco, lo que a su vez hizo que el orco muerto cayese de espaldas al vacio, escuchandose como caia por las rocas como si de un saco de harina lleno se tratase, luego bajó el arma, se fue a la pared más cercana y se sentó, mirando hacia el oscuro horizonte

  • Oye muchacho, ¿estas bien?..Drothz ¿Estas aquí?..¿Hola?..hemos encontrado barriles de cerveza y carne de jabalí, hoy tenemos festin y bebercio, nos lo merecemos, solo tenemos a Aegyr y a Nizt con una herida de bala, se recuperaran.

El no escuchó al entusiasmado Thorim, solo podia ver como los humanos de la quinta arrojaban al mismo vacio los cadáveres de los demás ocupantes

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Shield levantó el escudo en actitud defensiva,mientras lanzaba una cura hacia Ka.
Mientras la matriarca trataba de conjurar un nuevo hechizo,el escudo lanzado por el paladín interrumpió el casteo. Con fuerza se abalanzó sobre la bruja,mirando de reojo a Ka,una sentencia descendió,golpeando con fuerza,mientras el recibía el impacto de un nuevo hechizo…
Ka mientras tanto,se lanzó hacia adelante con un golpe contundente. El objetivo del paladín, era mantener la atención de la matriarca,mientras Ka conjuraba su poder rúnico. Lanzó un aturdimiento hacia la bruja, mientras observaba de reojo como Ka,por fin,se disponía a lanzar uno de sus poderosos golpes. Con un grito el paladín convocó su poder racial,mientras observaba como una vermis helada,se precipitaba sobre la bruja dispuesta a lanzar un nuevo hechizo…
Un aliento helado golpeó a la bruja,interrumpiendo el nuevo lanzamiento…
Golpeó con su martillo del honrado a la matriarca mientras recibía un impacto mágico,que le dejó malherido…por fin descendiendo desde el cielo,una estrella luminosa alcanzó a la bruja,dejándola muy tocada.
Le pareció atisbar el reflejo de una guadaña,mientras recibia un nuevo golpe, que casi lo tumbó…
El grito de dolor de Ka,al recibir un nuevo impacto mágico de la matriarca, le obligó a reaccionar,lanzó un consagrar,junto a un destello que desoriento a la bruja. Aprovechó ese pequeño impás,para lanzar una imposición de manos hacia Ka,que hincaba la rodilla,una nueva sentencia atontó a la matriarca,mientras el se realizaba una pequeña cura…
Ka, ya más repuesta, convocó su poder rúnico para asestar un golpe letal,que le devolvió la vitalidad…
Un nuevo ataque de la bruja hacia Ka,proporcionó un momento al paladín, un aura luminosa lo envolvió,mientras su cura surtía efecto. Convocó su poder para invocar la bendición de los antiguos reyes,mientras notaba crepitar el poder rúnico de Ka…
Recibió un nuevo impacto mágico de la bruja,mientras lanzaba su escudo del vengador,interrumpiendo un nuevo hechizo. Ka envuelta en un escudo protector antimagia,golpeó a la bruja. Los movimientos de la misma les hicieron notar,que se preparaba para lanzar un poderoso hechizo. Shield convocó su égida de luz para protegerlos a ambos, aunque resultaron malheridos…
La sombra del dragón golpeó a la bruja,y una última sentencia acabó con su vida…
Ambos renqueantes,y siguiendo un impulso,se abrazaron mientras caían heridos de rodillas…
-Nos ha ido de poco,dama de hielo…
Y siguiendo un impulso,la besó en la frente.
Ka,asombrada,no supo muy bien como reaccionar,con timidez se agarró al paladín, y apoyándose en su hombro musitó…
-Si,ha faltado poco…
Y ambos,sentados sobre el suelo,se quedaron mirando el cuerpo inánime de la matriarca

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Amanecía en aquella vasta selva carmesí, arrojando sombras rojas sobre el pequeño río que se situaba bajo las copas de los inmensos árboles de corteza oscura. Podría ser una mañana cualquiera en un bosque cualquiera pero ahí no se oía siquiera el canto de los pájaros ni ninguna criatura deslizarse por la hierba del color de la sangre. Ni siquiera había peces en el río de aguas cristalinas.

En aquel páramo las dos únicas criaturas vivas parecían ser dos figuras encapuchadas que oteaban el horizonte con desconfianza. A juzgar por cómo se movían no parecían conocer demasiado el terreno. Tampoco parecían estar habituados a la armadura que llevaban. Eran como dos extraños en un mundo aún más extraño, como si algo les hubiera llevado ahí de repente.

– No sé quién nos manda confían en ese ren’dorei chiflado ¡Mira dónde nos ha mandado!- se quejaba la figura más enjuta, que parecía especialmente irritada.

– Eso ya lo has dicho varias veces, Vangelys- respondió la otra, que portaba un arco de aspecto antiguo para la armadura que llevaba- por alguna razón creo que estamos en el camino correcto.

Llevaban varios días explorando el lugar, y a pesar del positivismo del cazador, no habían logrado mucho, ni siquiera habían podido encontrar al otro grupo, con el que habían partido. Aquella era una misión suicida al parecer, y lo era desde el principio, pues quien les había dado la información y el acceso a aquel lugar era un elfo del vacío especialmente desequilibrado entre los suyos, tanto que antes del accidente era conocido como “El Desquiciado”. Pero la misión merecía la pena, la vida de un amigo corría peligro, y quizá pudieran sacar algo más de ahí. Lo que sea para acabar con la oscuridad que estaba envolviendo Azeroth.

– ¿Tú crees? Ni siquiera tienes a tu querido gato contigo- suspiró el mago- aunque sea una bola de pelo tiene buen instinto para estas cosas.

Era cierto, Blackie no estaba ahí. El Desquiciado le había prohibido tajantemente que se lo llevara, y por un buen motivo.

– No me lo recuerdes- la voz del cazador sonaba robótica a través del casco de aspecto demasiado avanzado para el mundo del que venían. Un casco que le servía para respirar el ambiente tóxico de aquel mundo.

El mago torció el gesto, o al menos esa sensación le dio a su compañero sin’dorei, pues obviamente también su compañero llevaba un casco.

– ¿Y qué me dices de tu hijo y esa maga humana? ¿Vienen o no?

– Aparecieron a bastantes kilómetros de nosotros, querido- pudo notar una mirada de fuego a sus espaldas- según sus últimas comunicaciones les falta una media hora si no se topan con muchos enemigos.

Como parecía que el terco mago iba a quejarse de algo más, el cazador se adelantó.

– Y deja tu pesimismo de lado, sé que aquí la magia y la luz apenas responden, pero responden lo suficiente para defenderse…

Vangelys se puso a su altura y convocó una bola de fuego en su mano metálica.

– A decir verdad he ido notando alguna mejoría- la bola tenía una intensidad errante, pero se mantenía- la magia aquí es distinta, como si su fuente fuera totalmente diferente, pero funciona.

Hae le dio unas palmadas de ánimo en el hombro.

– Ánimo compañero, un poco más y dejarás de ser un elfo gruñón.

Y de nuevo notó la mirada de fuego del mago, incluso a través del casco.

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Ka se repuso con rapidez, no físicamente, aún siendo una caballero de la muerte dolían las heridas, pero si emocionalmente. Se apartó del hombro de Shield y empezó a caminar rodeando a la matriarca. Cojeaba por el dolor, pero apretaba los dientes por otra razón.
Él no merecía esto…no merecía un amor frío y condenado al fracaso. No merecía un corazón que ya no latía, una carne muerta.,un alma más que herida.
Los aldeanos petrificados volvieron a moverse sin ser conscientes de lo que había pasado mientras sus familiares corrían a abrazarlos. Otros se acercaron para agradecer su ayuda. Ella asentía con la cabeza con una sonrisa forzada, su mente estaba muy lejos de allí.
Luz y nigromancia, vida y muerte, estaban condenados a fracasar se dijo.
Merece más, merece abrazar una piel templada, besar unos labios que no estén fríos como la misma muerte, merece hijos, merece todo lo que yo no puedo darle.
La frase volvió a resonar en sus oídos
.
-Estoy muerta…
La madre que habían salvado aún con su bebé en brazos se acercó a Shield, varios aldeanos más lo rodearon. Mientras el paladín permanecía de espaldas a ella, Ka tuvo un impulso. Con paso espectral se alejo con rapidez internandose en el bosque y comenzó a correr.
Shield tardaría unos minutos en percatarse de su ausencia.
Cuando creyó estar lo suficientemente lejos como para invocar a su vermis de escarcha llamó a aquella montura tan muerta como ella y alzó el vuelo.
No tenía un rumbo fijo… O si? Lo prioritario era alejarse de él, de su vida.
Una hora después aterrizó sobre la nevada cumbre del Valle Cantotormenta.
Descendió de la montura y comenzó a caminar sin rumbo fijo. No había dejado de pensar en él ni por un momento pero era lo mejor.
Shield encontraría a alguien con el tiempo. Era lo mejor para ambos y ella lo sabía, pero no podía evitar sentir que su frío corazón estaba a punto de explotar en mil pedazos por el dolor
.
-Ves? - le dijo, su otra yo- sientes dolor, sientes amor, no estás muerta.
-ESTOY MUERTA MALDITA SEA!!! - grito ella a la inmensidad-NO LO VES?
-Estoy muerta - repitió cayendo de rodillas en la nieve.
-No puedes hacerle esto-dijo la voz de su cabeza.
-Le haré algo mil veces peor si permanezco a su lado. Lo haré un infeliz, un desdichado condenado eternamente a amar a alguien que no puede ni tocar, ni besar,ni acariciar, ni… - se le quebró la voz.
-Le has preguntado a él que quiere?
-No, porque quizás lo quiera ahora pero con el tiempo se frustrará y permanecerá a mi lado por pura lástima, o terminará por serme infiel con alguien que pueda amarlo físicamente. Ya pasé por ello una vez, no volveré a hacerlo.
-Y que vas a hacer?
-Lo que debi hacer desde un principio. No abandonar corona de hielo.
Kasiopea buscó en su mochila aquella piedra rúnica. Mientras casteaba el hechizo que la devolvería a Dalaran una última pregunta resonó en su mente.
-Y tu hermana?
-Estará bien…
Se materializó en el alto de Krasus. E invocó una vez más a su vermis poniendo rumbo a Corona de hielo. El frío no menguó su determinación al llegar. Aterrizó al lado de las escaleras de la Ciudadela de la corona de hielo y comenzó a caminar hacia aquel profundo pozo.
Saltó al vacío con el alma rota, como si quisiera perder la vida en ello. Aún a sabiendas de que el lago donde otrora Arthas había tirado su oscuro corazón detendría su caída con suavidad.
Nadó hacia la orilla con lentitud como quien está hastiada de la misma vida, o de la falta de ella en su caso.
Aquel era su hogar, su soledad… Su muerte.
Se tumbó sobre un enorme bloque de hielo que había hecho de cama durante años y cerró los ojos mientras se encogía de dolor
.
-Así está bien, he hecho lo que debía-se dijo mientras por alguna extraña razón o milagro dos lágrimas templadas comenzaron a resbalar por sus frías e inertes mejillas.

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Shield rodeado de los agradecidos aldeanos,notó como su compañera desaparecía de la escena,abrumada,no sabia muy bien por las muestras de agradecimiento que recibía,o turbada por el gesto del paladín …
Por un momento estuvo tentado de seguirla,pero desistió, conservaba todavía los labios gélidos,tras el ósculo depositado en su frente,aunque la sensación se superponia,con el ardor sentido en ese momento.
Con gesto amable, se despidió de los aldeanos. Llamó a su montura y se dirigió hacia Boralus,alli usaría el portal, que le llevaría hasta El Exodar,aunque el plan había cambiado, por la huida de Ka,él,siempre que podía hacia su visita.
Por momentos trató de meterse en la mente de su compañera,tratando de entender su reacción, una fiera guerrera en la muerte,y una criatura apenas desarrollada a nivel emocional,y con miedo a todo lo relacionado con ello. Una sonrisa triste se dibujó en el rostro del paladín, seguramente habria huido a la “tumba” donde la encontró,tendria tiempo de ir a buscarla,ahora algo tan importante como ella,requería su atención.
Atravesó el portal que lo trasladó hasta El Exodar,no tenia prisa, no ahora. Según descendía por el camino circular,se paró a dialogar con el herrero,mientras con unos hábiles golpes,hacía desaparecer las mellas de su armadura.
-Hazla brillar,le dijo al herrero
-Te toca visita,amigo mio,porr lo que veo
-Siempre me gusta estar guapo parra ella,una tierma sonrisa asomó en su cara…
-Se lo merrece,es una pricesita prreciosa,dijo el herrero.
El paladín con gesto tierno,recordaba a la pequeña draenei,que una moribunda le había entregado, mientras expiraba en las minas malditas,del mal logrado Argus,antes de que derrotasen a la legión definitivamente.
Niara,que así se llamaba la pequeña,había preguntado aterrorizada a su madre,quien era aquel luminoso dranei,que acudía en ese momento…
Shield no pudo evitar que se le humedeciesen los ojos,mientras recordaba, como le habia dicho,sin saber muy bien porqué aquello…
-Soy papá princesa,he venido a buscarte…
Mientras acompañaba en sus últimos momentos a la madre,pudo ver como los ojos de la misma se iluminaban,parecía querer decirle algo. Acerco su cabeza a la moribunda,que con su último aliento susurró…Niara,y con una mirada de agradecimiento,exhaló su último, aliento. El paladín abrazando a la niña que lloraba desconsolada,le dijo,Niara,tesoro,no debes de llorar,mamá ha ido con la luz,y ahora estoy yo para cuidarte. Indicó a sus compañeros que recogieran el cadaver de la madre,para celebrar los ritos funerarios,mientras el con la pequeña Niara de la mano,se trasladaba al Vindicar…
Los ultimos golpes del martillo del herrero,le devolvieron al presente…
Lista y brillante Shield,como a tu princesa le gusta…
Abonó el arreglo,y con una sonrisa,se dirigió hacia las profundidades del Exodar,su hija,se alegraria de verlo,aunque sabia que le preguntaría por ella…
Un pensamiento pasó fugazmente por su cabeza…su hermosa dama helada, se perdia lo mejor de la vida…
Continuará

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El kultirano estaba junto al enorme gusano muerto en medio de una sala con varias salidas, intentó ver por cual de ellas entró, pero la oscuridad que inundaba las cavernas era completa

  • Me lo tengo que llevar de aquí, hay 5 tuneles, 1 de vuelta, otro a la ruina y 3 que no quiero saber a donde llevan, y todos son iguales, todos se desacen con tocarlas, por lo que no se cual es la de los golpes.

  • Thorim…

  • ¿Pero quien es ese Thorim del que tanto habla?, como sea, tengo que entrar en uno de los tuneles ya.

Volvió al gusano abierto en canal e intentó coger al enano

  • Pesas, pensaba que erais mas ligeros.

Finalmente logró ponerselo a las espaldas y entró en el tunel que el consideró el numero 2

  • Vamos, ya veras como te recuperaras, uff pesas más de lo que pensaba…tengo que aguantar, a las malas tendré que tomar “ese” vial…

El kultirano con su pesada carga continuó caminando por el tunel, este carecía de todo atisbo de interes, pero el pícaro pensó en un detalle, por puro aburrimiento

  • Curioso, ¿como es posible que este tan bien aireado un tunel tan largo como este?, no veo entradas de aire en ninguna parte, y sigue siendo aire fresco, entonces esos ignotos y demás siguen necesitando aire fresco como nosotros, si no ¿para que molestarse en airear esto?..

  • Punta Vendetta…

  • ¿Punta Vendetta?, estas teniendo una visión en…punta vendetta…punta vendetta…¿Durotar?..¿Eran los Baldios?..¿por que una visión allí?, no hay nada de interes que sepa en los Baldios.


2 horas despues

  • No puedo más, si no te importa paramos aquí un momento…no te importa me temo…me sentaré en esta roca, parece comoda.

Dejó con cuidado en el suelo al enano y se sentó en la roca, un sonoro crujido salió de dicha roca

  • ¿Pero?..no estoy tan gordo para destrozar una roca…espero…
    El kultirano encendió la luz del farol y la enfocó a su posadera, la roca en realidad era la cabeza de un aqir, totalmente sesgada del resto de su cuerpo con un limpio corte

  • ¿Pero que demonios es esto?, Este tipo de corte… debe haber sido el tipo aquel otra vez…Tocó el efluido que aún goteaba de la cabeza cortada…fresca, no puede ser, es lo que nos faltaba, aunque es una buena noticia, solo hay que seguir el ratro de cadaveres y encontraré la salida…espero que no sea ese tipo un enemigo o estaremos en serios problemas.

Le dió una patada sin querer al farol, lo que hizo rodar este hasta que tocó algo más, otro cadaver de aqir destrozado por cortes limpios

  • Lo…lo ha destrozado totalmente, es como si la muerte hubiese bailado con su guadaña en estos tuneles, debo tener cuidado.

Tomó el farol de vuelta, cogió al enano que volvió a su espalda y continuó por el tunel que tornó en una galería más grande que la anterior, galeria repleta de cuerpos oscuros destrozados por el mismo patrón

  • Por las mareas…chlop, cholp …el suelo esta encharcado con la sangre de estas cosas…tenemos que irnos ya.

Por un momento el pícaro notó la presencia de algo

  • !, Algo no anda bien aquí, juraría que…olvidalo, sigamos adelante.

Dió unos pasos más dirección al tunel, sin embargo esa presencia otra vez

  • Definitivamente, hay alguien aquí, el culpable de todo esto Dejó con cuidado al enano en una parte seca de la galería apoyado en una de las paredes y se puso en guardia

  • Muestrate, se que estas aquí observandome, sal y desvelate, no soy sirviente de N’Zoth, arroja tus armas y yo tambien lo haré, no te atacaré a no ser que seas una amenaza para nosotros.

Una silueta humana encapuchada emergió de las sombras, en efecto el sobremote que le dio de “muerte” le era más que apropiado

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Las pupilas de la pequeña gnoma estaban clavadas sobre las de Belter, con tanta intensidad que parecían agujerearla y ver dentro de ella. En parte, así era ya que la pequeña gnoma vio mas de lo que sus palabras, trasmitían por si mismas.

Con semblante sereno y un rostro inexpresivo, Morda calibró con calma el silencio de la habitación y permitió que reinara un poco mas, consciente de que Belter esperaba una respuesta y la observaba, escrutando con interés las posibles reacciones de la gnoma.

De un salto brusco, bajó al suelo y se dirigió con rapidez hasta la ventana. Aprovechando el momento en que dio la espalda a la elfa, para sonreír. Belt se habría ante ella… No solo le explicaba su tormento, también le abría un trocito de su alma… Poco a poco, la elfa, parecía confiar cada vez más en ella. Habían recorrido mucho desde que se conocieron y cada vez la sentía mas cercana. Algo que Morda no podía evitar hacerla sonreír.

Con deliberada lentitud, abrió la ventana, dejando pasar el cálido aire mañanero a la habitación.

– No estas sola.

Morda se giró par dar la cara a la elfa, recuperando su rostro serio.

– No estas sola (Repitió) y aunque tus visiones son preocupantes, redoblaremos esfuerzos para solventarlo lo antes posible…

La gnoma señaló hacia su habitación.

– Ya tenemos uno de los libros mayores del culto del Martillo Crepuscular. Pocos han estudiando tanto la mente, el vacío y a los dioses antiguos como ellos… Estamos avanzando…

La Elfa, tenía el rostro lleno de preocupación.

– Se que estas palabras no te tranquilizan Belt. Pero la batalla no termina hasta que no se da la ultima estocada. Tenías un brillo morado en tus ojos cuando caiste inconsicente ante mi… Cuando me salvabas…

Por un isntante su rostro cambio al recordarlo pero regreso a su pose neutra al instante.

– Es difícil hacer frente a nzod… Pero mis espias me han reportado que algunos aventureros portan unas capas que les ayuda a amortiguar el efecto corruptor que el pulpo ejerce sobre todos…

Belt arqueo una ceja, por fin algo tangible quizás… un avance.

– Una capa? que tipo de capa…

La gnoma se sento al lado de Belt.

– No lo sé, parece que las está dosificando el bueno de Maaagggni… – La gnoma hizo morisquetas al mencionar a Magni.

– Peeeeeero!!!, mande a alguien a ver si era posible pillar una para ti. Prestada claro!!. Luego la devolvemos!! *Guiño *Guiño

Sin dar tiempo a reaccionar a la elfa, la gnoma la abrazo con fuerza y salto de la cama disparada hacia la puerta.

– He ordenado que dos goblinesas te protejan, sal a dar una vuelta, el aire fresco te vendrá bien… Debo repasar los reportes de hoy!!.

– Puedo protegerme soooola Morda… – Belter habló pensativa.

– Hummm, tb puedes escoger tu tu guardia… – Dijo Morda haciéndose la sorda.

– A ti no te han afectado las visiones??? – Preguntó velozmente.

La gnoma se paro en la misma puerta y giró la cabeza para responder.

– Posiblemente no me quiera en su proyecto de futuro… Bahh!!! dioses antiguos, quien los comprende… – La gnoma reanudó la marcha hasta una de las habitaciones que había acondicionado como despacho.

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Ventormenta, sala de tortura, en la habitación un orco sentado y amordazado con los brazos apoyados en la mesa esperando, se abre la puerta y entra un rendorei con un semblante serio

  • Hola, buenos días soy Jeloal y hoy seré tu torturador, veras me han pedido que averigüe que hacia un orco en Villadorada. Y sabes que, me encanta sacar información así que hoy nos divertiremos mucho.
    Jeloal le quita la mordaza de lo boca al orco
  • Te crees que me da miedo un elfito como tu, como me vas a torturar me vas a pintar las uñas de un color muy feo o que.
    El rendorei no puede evitar reirse del orco
  • Me encanta cuando los orcos os haceis los duritos, cuando aun estaba en la horda, erais muy pesados presumiendo de vuestra fuerza y siempre os reias de los elfos por parecer tan poco cosa. Pero amigo mio, hoy no necesitare fuerza para hacerte hablar de tus planes.
    Jeloal saca dos dagas afiladas,tan afiladas que serian capaces de cortar una piedra enorme en dos, a su vez abre la puerta para que pase un elemental de fuego
  • Bueno orco, te voy a explicar en que va a consistir hoy la tortura, veras hoy planeado algo muy divertido te voy a empezar a cortar los dedos huesecito por huesecito, cuando haya terminado con los dedos de las manos, pasare al de los pies luego te cortare los pezones, te ire quitando los dientes y si aun aguantas hare lonchas con tus brazos, y este elemental de fuego que me ha prestado a un amigo, me ayudara a que no te desangres quemandote las heridas que te haga. Que te parece el plan?
  • Estas loco, maldito hijo de ogra como puedes estar asi de loco.
  • Con halagos no vas a hacer que cambie de idea, bueno empezemos.
  • Espera, no me hagas nada, por favor
    Jeloal hizo oidos sordos, cogio los brazos del orco esposados y le abrio la palma de la mano izquierda y con la otra mano cogio la daga y se la clavo en la palma de la mano perforando la mano y clavandola en la mesa para que el orco no pudiera quitarla, mientras el orco gritando de dolor, y Jeloal con una sonrisa en la boca
  • Me encanta mi trabajo. Bueno cogio la otra daga libre y corto el dedo gordo por la mitad.
  • Loco, cuando salga de aqui, te matare acabare con tu vida, te destripare con mis propias manos.
    Jeloal le mete un puñetazo en la boca
  • Deja de quejarte orco, que solo acabamos de empezar, bueno que hacias en Villadorada?
  • Espiar a los humanos.
    Le corto la otra mitad del dedo mientras que el elemental se puso a quemar la herida, y el orco entre lagrimones y gritos habla pero no se le podia entender apenas, con lo cual Jeloal le metio otro puñetazo
  • Deja… de … llorar tanto cuando hables porque si no las cosas se pondran peores.
  • Maldito loco, me envio el General Trusko a espiaros.
  • Trusko no me suena. Dime mas sobre el?
  • Que te den, maldito rendorei Y el orco le escupio en la cara a Jeloal
  • Vaya parece que tu honor, te va a acostarte la vida aunque aun no.
    Se limpio la cara y le clavo la daga en un ojo, pero no entera lo justo para no matarlo pero si, que sintiera un terrible dolor, el orco se desmayo del dolor
  • Estos orcos son unos blandengues.
    Se fue de la habitacion, a coger su maletin y volvio a la sala, se puso a mirar sus viales
  • Veneno mortal… todavia no lo necesito, Despertol aqui esta lo que necesitaba.
    Cogio la jeringuilla del maletin, la clavo en el vial y luego se la inyecto al orco. el orco se desperto de repente
  • Te crees que ibas a perderte la diversion dijo Jeloal sonriente
  • Matame ya.
  • Vaya un orco que quiere morir sin pelear, tus ancestros tienen que sentir vergüenza de ti.
  • Maldito elfo, callate ya y matame.
  • Todavia no, mi querido orco aun nos falta mucha diversion por delante, he decidido por los dos que voy a empezar a arrancarte la piel de tu mano derecha, asi seguro que me hablaras de todo.
    El orco no dijo nada, estaba en shock
  • Vaya parece que ya no eres tan bravucon.
    Jeloal le clavo la daga en el muslo al orco, sin cortar ninguna vena importante, a su vez le hizo señas al elemental para que se fuera, el orco ya no parecia sentir nada simplemente estaba alli sentado solo respirando y sin hacer ningun gesto
  • Bueno este orco ha durado mas, que los demas. Parece que no va a decir nada mas. Pues habra que matarlo sin gritos, ni lloros, ni insultos esto ha perdido su gracia, que aburridos son estos prisioneros que me traen.
    Jeloal le corto el cuello de un golpe rapido al orco
    He acabado aqui, llevaos el cuerpo donde querais
    Unos minutos despues, Jeloal se encontraba en su casa de Ventormenta tumbado en la cama cuando de repente escucho unos susurros
    Quieres ser mas poderoso y hacer sufrir a la gente
  • Lo malo de ser Rendorei son los pesaos estos, siempre igual con sus promesas de poder, venga va dime algo que no me hayan dicho los demas seres del vacio.
    Mi promesa es real, sirveme a mi y tendras mas poder que cualquier otro de mis adalids
  • Solo me ofreces eso, tu palabra sabes que estoy cansado de esto, tu quien eres.
    Yo soy N,zoth y tu seras mi Adalid
  • Con que N,zoth el dios antiguo supongo. Hay señores del vació que me han ofrecido lo mismo, pero yo no soy esclavo de nadie. Y sabes que estoy cansado de escucharos y solo os quiero matar, así que donde estas N,zoth.
    Ven a Ny´alotha y afrenta tu destino como mi Adalid
  • Voy a ir a matarte. Ya que eres el único que esta en Azeroth, te mostrare que este “adalid” tuyo, no necesita tu poder para matarte.
    Continuara
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Escrito por Thantos. :snowflake:


Llegar a la cámara de huevos no había resultado ser muy difícil. Los infinitos túneles subterráneos le habían proporcionado escondites suficientes, y además había tenido la suerte de que algo parecía haber alertado a los aquir, obligándolos a llevar la mayoría de su ejército al lado opuesto de la red de túneles. Los pocos que se habían cruzado en su camino habían sido presa fácil para la siempre hambrienta hoja de Silencio, y apenas habían conseguido ser una molestia.

El guardián de la cámara, por otra parte, iba a resultar todo un desafío.

Aiden jamás había visto una criatura como aquella, un engendro que insultaba a la vida solo con su existencia. La enorme cámara de huevos, una gran caverna llena de miles de aquir deseosos de nacer y arrasar todo cuanto existe, no solo estaba protegida por su guardián, sino que estaba forrada con él.

Las irregulares paredes, el suelo y hasta el techo estaban cubiertas en su totalidad por una gruesa capa de carne pulsante de color carmesí, como si fuera una gruesa capa de moho putrefacto. Babas causticas goteaban de sus incontables bocas, llenas de colmillos afilados, y los sonidos más horribles manaban de cada rincón de la cámara.

No. No era solo una criatura. Aquella cosa parecía ser una mezcla de decenas de seres, una mente colectiva encerrada en un mismo cuerpo. Algunos de los ojos de la pared miraban a todas partes con un nerviosismo que rozaba el miedo, mientras que otros miraban hacia arriba mientras lanzaban espeluznantes gemidos, como si realmente sintieran placer de semejante existencia.

Con la guadaña en ristre y el rostro desencajado, Aiden se adentró en aquel lugar de pesadilla. El aire era denso y húmedo, y tan pensado como el coro de gemidos, gorgoteos y susurros enloquecedores. El suelo era blando y lanzaba un repugnante sonido húmedo a cada paso que daba, llenando sus huellas con una sustancia acuosa de tono amarillento. Uno por uno, todos los ojos empezaron a observarlo con un ansia tan intensa que fue capaz de poner nervioso al curtido caballero de la Muerte.

Todo aquello estaba mal. Mal en el sentido más profundo de la palabra. El aspecto de la criatura era repugnante, sin duda, pero era su presencia antinatural la que atenazaba la mente y el corazón de alguien cuya condición le debería hacer imparable ante aquellos impulsos. La mera existencia de la criatura ejercía una presión imposible, el mismo rechazo profundo que se siente cuando algo simplemente no está bien.

Si la Luz fuera una deidad que todo lo veía, aquella cámara era su punto ciego.

Aiden se detuvo tras unos cuantos pasos, incapaz de aguantar el peso de la creciente angustia que sentía en su pecho. Su objetivo estaba justo al otro lado de la sala, sin ninguna protección real y dentro del alcance de un lanzamiento de Silencio, pero era incapaz de seguir.

Con la cara teñida de asco y frustración, se dio la vuelta y salía con paso presuroso. Su único consuelo fue ser capaz de mantener algo de su orgullo y no salir corriendo como un animalillo desbocado, pero eso solo le llevó de nuevo a la casilla de salida. El efecto mental se disipó en cuanto cruzó el umbral, y desde fuera aquella cosa no era más que un trozo de carne que parecía inofensivo.

Aiden maldijo por lo bajo. Si quería completar su misión tendría que encontrar la manera de rodear aquel muro psicológico, pero no tenía idea alguna de cómo podría conseguirlo. Con un suspiro de resignación, Aiden dio media vuelta y se internó de nuevo en los túneles, siguiendo su propio rastro de cadáveres.

Pero el destino es caprichoso, y tras unos cuantos pasos, una voz le llamó desde la oscuridad.

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Felix vuelve con sus fantásticos relatos.


No había ni rastro del escarabajo Aqir por el oasis, esperaba encontrar alguna trampa o escaramuza a su paso, pero el silencio reinaba mirase donde mirase. Cansado, malhumorado y con la sensación de un temor reinante tras la pesadilla decidió cancelar su búsqueda y continuar su viaje.

Volvió sobre sus pasos con la sensación de que alguien le vigilaba de cerca, recogió sus pertenencias desarmo tienda y hoguera, se aseo y “desayuno” sin apenas apetito. Comprobado que todo estaba en su sitio llamo al Dracoleon, este najo desde el tejado del edificio con las energías renovadas por el sueño.

  • Al menos uno de los dos parece que ha dormido bien. Aunque ya nos falta poco para llegar a nuestro destino pequeño amigo.

Durante todo este viaje le había cogido cariño, sin duda había sido amaestrado con cariño y esfuerzo. Aunque tampoco es que tuviese mucha idea al respecto, pero era más feliz pensando que era así. Ajusto la silla de montar de su compañero y, cuando ambos estuvieron listos, partieron del oasis alzando el vuelo y dejando atrás recuerdos y una sensación de congoja que dominaba al paladín.

Apenas se alejaron cuando, en silencio y sin que nadie pudiese percatarse, un escarabajo aqir se asomó entre la fina arena del lugar. Su único ojo anaranjado miraba fijamente en los viajeros, como intentando predecir su camino o ver sus mentes. Tras unos chasquidos de mandíbula y patas se dirigió en la misma dirección que el paladín todo lo deprisa que podía.

Montura y pasajero sobrevolaron el caudal del rio entre las montañas, el calor del desierto iba a ser su principal problema cuando llegasen al obelisco de la luna, su siguiente parada en el viaje, por lo que creyó conveniente aprovechar la humedad y sombra del canal hasta llegar ahí. El rio era una contraparte hermosa a todo lo que predominaba en Uldum, los arroyos y orillas del mismo habían conseguido crear un valle que se dividía en dos direcciones. Aparte, la vegetación y un poco de fauna había conseguido florecer en la zona gracias a él, casi parecía que la tranquilidad y la paz podía respirarse y no le esperaba un mundo cargante, caluroso y lleno de malos presagios.

Pero podo duro esta visión para el paladín, no podía quitarse de la cabeza el recuerdo de su ultimo sueño, de la insistencia de N’zoth y como jugaba con él. Si esto era para todos así…cuantos sufrían o habrían caído en sus garras. Mientras meditaba, y ajeno a su propia voluntad, había sacado el colgante que llevaba al cuello y acariciaba suavemente con los dedos la flor azul que pendía de ese extremo. Nissela…habían pasado tantos años, reprimiendo ese amargo, mejor dicho, doloroso y sombrío, recuerdo que tuvo que encerrar en lo más profundo de su corazón. Su muerte había supuesto un cambio en el paladín, la ira y la venganza lo dominaron, pero esos sentimientos pasaron a convertirse en un odio que lo consumía lentamente. Ahora ese odio ya no estaba, pero la herida, mal cerrada por no afrontar la pena ni el dolor tras tanto tiempo, volvía a sangrar con más fuerza y llenaba un “pozo” que permanecía vacío desde hacía mucho mucho tiempo.

Tenía que encontrar la forma de parar esas visiones, le nublaban el juicio y solo conseguí escapar de ellas por pura suerte o azar, por una “luz” que guardaba supuestamente, aunque no como la luz sagrada o la de un naaru, algo…diferente, más terrenal por así decirlo. Quito ese pensamiento de su cabeza, ahora mismo solo había una persona capaz de poder ayudarle o aconsejarle, pero solo de pensarlo hacia que le doliese la cabeza. Saco ese tormento de aparato titanito, respiro y dijo:

  • MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGGGGGGNIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII - cogió otra bocanada de aire y esperaba que nadie le viese hacer tal ridículo - EEEEEEEEEEEOOOOOOO, COOOOOOOONNNTEEEEEEESSSTAAAAA EL PALADIN TE NECESITAAAA. MAAAGNIIII, AZERITAAAAA, COOOORREEEE .

  • Azerita! Paladíncógela para Azeroth pero no grites! te escucho perfectamente menudos gritos chico…

- SEGURO QUE ME ESCUCHAS BIEEEEEEN, MIRA QUE NO ME FIOOOO

  • Si si Ya vale! ¡Lo pillo!¡No grites! ¿Qué pasa?

Con una pequeña sonrisa el elfo conto su ultimo sueño al diamantino enano, así como su amigo e Aqir que desapareció de escena. Tras terminar, un silencio casi eterno se dio entre ambos de estar cara a cara habría apostado porque el portavoz meneaba su pétrea nariz mientras meditaba. Pasados unos segundos que parecieron horas respondió con tono calmado.

  • Ya te dije que N’zoth usaría todas sus artimañas posibles para doblegarte y hacerte perder todo rastro de cordura, la visión no es más que otro burdo ataque que afecta a todo tipo de criaturas del planeta y ahora mismo…no sabemos cómo pararlas. Pero…

  • ¿Pero qué? No soportare más “regalitos” de nuestro pulposo amigo, si esto sigue así…temo que acabe sucumbiendo…

  • No es solo la visión lo que más de incomoda, sino que se repita con los mismo, encima con un sirviente vigilándote. No es lo normal…Ve a Rhamkahen paladín, debo hablar con MADRE tal vez…podamos hacer algo para frenarlas…

  • Que así sea pues, avísame con cualquier dato que podáis recopilar. Gracias Magni.

El vuelo prosiguió sin más sorpresas ni percances, solo rocas, agua y alguna palmera fue todo lo que podía encontrar. No obstante, ahora llegaba al final del valle donde las primeras construcciones y canales Tol’vir se podían diferenciar perfectamente.

Con un movimiento firme indico a su montura que alzase a una altura mayor dirección a la parte superior de la montaña que daba al obelisco de la luna. En pocos segundos se encontraban al borde de la mismo contemplando con asombro el “cambio” de paisaje.

Dejaban atrás el rio y la vegetación para meterse de lleno en un yermo absoluto, hasta donde alcanzaba la vista el reinaba un escenario donde las tormentas de arena golpeaban con fuerza la zona, donde el sol parecía fulminar cada pedazo de sombra que sirviese como descanso al mínimo loco que intentase cruzas sus dominios, donde las grandes construcciones blancas y marrones de los tol’vir se alzaban como monumentos a seres gigantescos donde dormían los guardianes de todo el lugar. Cerca de él se erguían las ruinas de lo que parecía un viejo templo, las paredes estaban resquebrajadas por el paso de lo que presuponía que eran siglos, unos escarabajos pequeños y escorpiones paseaban por el arenoso suelo sin miedo aparente, era su hogar y ni el más extraño de los extranjeros los asustaba.

Pero el paladín no estaba sorprendido por el escenario de esta “obra” mortífera, debajo de él, a una altura de diferencia que hasta un halcón temería, se alzaba un gran obelisco frente a otras ruinas tan comunes en la zona. Este monumento se erguía poderoso e imponente en medio de lo que parecía una plazoleta por la que cruzaban los canales artificiales en los que circulaba el rio dirección al interior del desierto. Pero el monumento no estaba solo, múltiples “guardianes”, si es que podían llamarse así, estaban desplegados y controlando toda la zona.

Ignotos, Tol’vir, Aqir, siervos crepusculares y demás formas que no pudo identificar se arremolinaban por toda la plaza. En el centro varios obeliscos de color azabache refulgían con un aura morada y siniestras al ritmo de los canticos de los ignotos a su alrededor, aparte grupos parecían invocar portales por los cuales llegaban más y más de esas tropas del dios antiguo. Esto no eran unos problemas que solventar, era un suicidio del necio que se atreviese a adentrarse solo.

Justo lo que le habían pedido venir a hacer.

Por suerte no estaba solo, cerca de la zona del rio se veían resplandores y sonidos de batalla rebotaban hasta su posición. Parecía que un grupo de aventureros, campeones y tol’vir peleaban frenéticamente sin descanso intentando llegar poco a poco al obelisco principal. Y parecía que lo conseguían, pero no por su victoria…parecía que los aqir e ignotos estaban más centrados en esas construcciones y aguardando una señal, después de todo bajo sus pies se encontraban cientos o miles de enemigos que podrían aplastar esa pequeña oposición.

Un cuerno sonó debajo, tras lo que resonaron otros contestando al primero y, casi al unísono, el ejército empezó a movilizarse. grandes figuras entre los Ignotos y los Aqir empezaron proferir órdenes a los que los rodeaban dotando a la marcha de cada vez más rapidez, pero sin formación aparente. Parecida una corriente negra de muerte que planeaba arrasar cada gramo de vida donde pisase, una ola que borraba cualquier rastro de vida o serenidad que pudiese quedar. Pero, para su sorpresa nuevamente, no se dirigió a la batalla. Sino al sur rumbo a ¿Orsis?

Mientras contemplaba esa marea desorganizada pensó en sus opciones, el solo no tenía nada que hacer frente a semejante ejército, podría adelantarlos por si alguien necesitase su ayuda en Orsis…pero descarto la idea. La batalla del obelisco era más apremiante y más cerca de las fronteras con Ramkahen, ayudaría en ese frente por ahora. Un zumbido lo saco en sus pensamientos.

Ensimismado en lo que estaba pasando había olvidado que estaba de lleno en zona enemiga, alzo la cabeza y comprendió el origen del ruido. Un enjambre de insectos voladores había conquistado el cielo y se sumaba a la hueste principal. Tenía que salir de ahí rápido o estaría perdido.

Alzo el vuelo de nuevo dirigiéndose al norte y rezando a Belore porque pasase desapercibido, cuando ya terminaba la montaña viro al este rumbo a la batalla, pero unos zumbidos se escucharon debajo de él. Un pequeño grupo, 4 o 5 a lo máximo, de bicho se había separado para seguir al paladín y darle caza.

- Miêrda no…no puedo hacerles nada desde aquí…-agacho la cabeza y hablo lo más cerca que pudo a su montura- Chico…más vale que vueles rápido o ninguno saldremos de esta.

Con un rugido, como si confirmase que le había entendido, el dracoleon aumento la velocidad y redoblo sus esfuerzos. Los insectos zumbaron y persiguieron a la pareja, sobrevolaban haciendo giros imposibles y escupiendo un icor amarillento que no quería ni oler. Uno de ellos ataco por el costado izquierdo haciendo dar un pequeño desvió a la montura para esquivarlo, el paladín aprovecho esta abertura para clamar un martillo de justicia en el cráneo de ese espanto. El golpe dio de lleno y el cuerpo sin vida cayó a tierra. Quedaban 4.

La muerte de su compañero no los hizo frenar, por el contrario,sus ataques se convirtieron en un caos incontrolable en el que al mínimo error acabarían con la vida de sus presas. Un arañado dio al paladín por la espalda que consiguió hacerle soltar un grito ahogado, más por el susto que por daño. Por suerte su armadura de placas le protegía de pequeños mordiscos y arañazos, aunque noto que una garra había quedado incrustada en la parte de atrás. Demasiado incrustada…tendría que tener cuidado.

Maniobro como pudo con las riendas haciendo girar, frenas y cambiar la altitud del dracoleon como pudo. Alzo el vuelo unos 5 metros en vertical dando esquive a otro bicho que había conseguido posicionarse de frente y cargaba con las mandíbulas abiertas. Los insectos le siguieron.

- 5…4…3…2…YA!!!

Bajo las riendas de golpe e indico a su montura que cayesen en picado en diagonal, los bichos frenaron en seco haciendo que 3 de ellos se chocasen entre si y uno acabase salpicado por ese icor amarillo. El líquido empezó a quemar las alas y cuerpo del desgraciado ante que este dejo de volar y cayo junto a su hermano. Quedaban 3.

- Ya estamos llegando… solo un poco más pequeño…

Se acercaban a la batalla de frente del obelisco, pero la imagen no daba cabida a la alegría. ignotos conjuraban maleficios contra los campeones, descargas de flechas caían del cielo hasta que acababan con aqir desperdigados, tol’vil que portaban lanzas enormes cargaban en vanguardia frente a las aberraciones junto a otros campeones de distintas razas. Sanadores curaban y animaban a los presentes con canticos, rezos, magia o todo lo que podían reunir con sus fuerzas. Estaban ganando, pero la batalla era lenta. En la retaguardia enemiga un gran ignoto de color oscuro y rostro cadavérico descargaba su ira frente a los defensores de Uldum, proyectando magia blanca y fría con cualquier desdichado a su paso. Si el caía…si, sería posible si no lo habían visto aún.

Un insecto cayo en la espalda del paladín haciendo que perdiese la concentración y soltase las riendas. Invoco un escudo de luz y con su escudo golpeo el cráneo del insecto consiguiendo partirle de cuajo la mandíbula y parte de la cabeza, de un manotazo tiro el cadáver al desierto. Quedan 2.

Seguía entero, aunque el brazo izquierdo ahora tenía un mordisco bien bonito, este había roto hombreras y brazales por distintas partes que ahora eran vulnerables en su carne. se acercó a la vanguardia d los campeones mientras asestaba un martillo de justicia a uno de los insectos voladores y sentenciaba a sus amigos, que murió en el acto. Queda 1.

Ambos bandos vieron al paladín, este señalo detrás de él y luego al general ignoto esperando que alguno entendiese lo que quería decir. Un Tol’vir con casco oscuro y forma extraña asintió con la cabeza e indico a los arqueros que disparasen al bicho y defendiesen al paladín. El insecto esquivo los proyectiles y acabo detrás de la pareja dando vía libre a su sui…plan, a su plan. Alzo su arma y grito a la vanguardia para cargar, su arma brillo con la luz y de su espalda salieron dos alas doradas semitransparentes, el grupo de más abajo capto la indirecta y cargo con bravura ante el enemigo cortando, fulminando, quemando a todo sirviente del dios antiguo llegando paso a paso ante el general. La batalla estaba siendo ganada, pero quedaba lo más difícil. El ignoto principal, que ya miraba al “pajarito” molesto.

Se dirigió de frente al pulpo, este empezó a cargar una esfera negra que parecíaabsorber el color y la luz a su alrededor. Con un leve movimiento lanzo la esfera de energía al paladín, aunque ya esperaba esto y pudo virar a su derecha, solo iba a tener una oportunidad antes de perder las energías.

Se acercó lo máximo posible maniobrando por el cielo a sus ataques, dardo de escarcha se lanzaron en los lugares que dejaba atrás el dracoleon. Cuando consiguió acercarse a su hombro tiro de las riendas y alzo el vuelo una última vez para posicionarse encima de su cabeza y salto. Cayo cargado con toda la energía de la luz que pudo recoger, alzo su hacha dándole una forma dorada más grande y clavo con fuerza en la zona de la nuca del ignoto. El cual chillo como si mil cristales reventasen al unísono y un chirrido metálico resonase en los tímpanos.

Una sustancia negra, que suponía que era sangre, empezó a emanar del cuerpo del ignoto al que seguía agarrado el paladín. Con sus últimas fuerzas intento agarrarlo para quitárselo de encima, para poder llevárselo al otro mundo, aunque le costase la vida, pero no pudo conseguirlo por muy poco. En cuanto la mole empezó a caer, el paladín salto de un impulso hacia el dracoleon mientras veía como el resto de aqir y tropas del dios antiguo se dispersaban por la zona con premura y temor.

La vanguardia celebraba la victoria dando los últimos toques a los atrasados que no habían conseguido huir es estampida, habían caído bastantes miembros del escuadrón, pero tras atacar directamente al frente con lo que parecía una formación de cuña, y la caída del principal organizador de las fuerzas, había ganado el territorio.

Lentamente volvió al lugar donde vio al Tol’vir que dirigía el asalto, suponía que tenía la misma cantidad de dudas él de las que tenía ahora mismo el paladín. Mientras volaba pudo comprobar como la hueste principal ya marchaba a lo lejos frente a Orsis, los portales habían desaparecido y los obeliscos estaban siendo destruidos por los primeros campeones. Pero un grito de su montura, seguido de varios movimientos bruscos, lo saco de su ensimismamiento.

Pero qué te pasa, tranquilo ya hemos… -se quedó mudo cuando miro hacia abajo- miêrda ten cuidado, ¡déjalo maldito ser repugnante!

El ultimo aqir volador había perseguido a jinete y montura, en un renuncio había clavado sus garras por la parte inferior del dracoleon. Dos piernas y ambos costados estaban sangrando deprisa, una de sus alas estaba rajada de cuajo lo que hacía perder el equilibrio y caer en picado. Intento lanzar una cura a su compañero y usar martillo de justicia para quitárselo de encima, pero antes de poder conseguirlo el aqir clavo su mandíbula en el cuello del animal partiéndoselo en el acto.

Montura y jinete cayeron del cielo, mientras el aqir saboreaba la carne arrancada del cuello y empezó a acercarse lentamente al paladín. Con las pocas fuerzas que le quedaban, sumado a una furia irrefrenable, asesto un hachazo en todo el cráneo del bichejo que consiguió partir su cabeza y parte del torso. El ultimo aqircayó fulminado del cielo.

Ahora nada podía hacer, la gravedad tiro de ambos, aunque acabando separados por la fuerza del viento. Solo puo cerrar los ojos tras ver como milésima a milésima de segundo el suelo de Uldum se iba acercando, rogo una plegaria y un pequeño escudo de luz rodeo al paladín. Esperaba que fuese suficiente para no matarlo en la caída.

Escucho un grito en un idioma desconocido y pasos de gente corriendo por el lugar, escucho el viento que arreciaba por el desierto y a la arena que golpeaba en su armadura sin cesar. Lo último que pensó fue en el rostro de Nissela que le sonreía bajo una luz cálida y le decía “ vive …”. Agarro el colgante con fuerza hasta que sintió varios golpes un grito y un golpe seco, pero nada más. Con el último golpe que sintió, el paladín perdió la consciencia, la vida o lo que el destino le deparase.

Pero esa decisión no era suya.

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‘‘Puedes decidir si venir con nosotros o no …
puedes decidir si venir con nosotros o no …’’

Palabras que se repetían una y otra vez en la mente de Nhail segundos antes de despertar.

  • ¿D…donde estoy? - dijo aturdido sin saber dónde estaba ni que había ocurrido.
  • Estamos en una cueva cerca del río, próxima al puesto de Sullah. - respondió una voz femenina
  • ¿Rio? - este tosió al decir aquella palabra.
  • ¿No recuerdas nada, no?, te encontré en mitad del desierto mientras sobrevolaba Uldum con el dracohalcón, tuve que dejarle marchar, los cielos ya no son seguros en estos desiertos, afortunadamente conseguí traerte hasta aquí. - hizo una leve pausa, pensativa, con gesto preocupado. - Pensaba que estabas muerto, de no ser por el viento que ayudó a cubrir la mayoría de tu cuerpo bajo las arenas …

Nhail sobresaltado acarició su rostro y sintió que no portaba el yelmo, se levantó dando un salto brusco y trató de golpear a aquella desconocida, ambos forcejearon durante algunos segundos como aquellos días años atrás hasta que ella descubrió su rostro apartando la caperuza.
Nhail, sorprendido y enmudecido, le abrazó con todas sus fuerzas y la paz invadió su espiritu.

  • ¿Por qué sigues torturando tu cuerpo con la armadura que tú maestro Breind te dió?¿No tuvimos suficiente hace 5 años en Rasganorte?, Pensaba que cruzarías el portal de Neeb hacía Dalaran cuando derrotamos a Arthas en el trono helado y sin embargo … tomaste otro camino, decidiste seguir peleando, lo perdimos todo Nhail, lo perdimos todo a pesar de la victoria en el trono helado. - demonios inundaron la cabeza de Kyralash recordando aquellos tiempos - Volví a Quel’Thalas devastada, guardé las armas, colgué las botas, decidí alejarme de todo y vivir una vida tranquila, abandoné la lucha hasta que hace unos días recibí tu carta, dudé … pero recordé el juramento, mientras uno viva, mientras uno siga en pie Eternal Rise será eterno, me armé de valor y salí en tu busqueda.

Carta al final del enlace.


  • ¡ Mirate estúpido, estás hecho un asco ! ambos rieron - tu rostro completamente lleno de cicatrices, pareces otro, donde quedó aquel ladrón muerto de hambre con la ropa hecha un asco tratando de robar en nuestro campamento de Sierra Espolón …tu cabello … olvidé que se volvió blanco debido a que saboreaste la muerte durante algunos minutos en aquel combate, y sigues portando esta maldita armadura … ¡ Nhail no quiero perderte a ti también ! en su mirada podía verse tristeza, nostalgia …entonces, está en un arrebato de sinceridad quiso confesarle algo que nunca antes le dijo

  • Cuando era niña estuve apunto de morir en mitad del bosque por un bandido, un trol de la tribu Amani, entonces apareció, nunca olvidaré aquella imagen de él sobre su blanco corcel. No podía creer lo que estaba pasando … ante mis ojos apreció un hombre, pensé que era dios mandando un ángel a salvarme, pero … Kyralas tragó saliva con un nudo en su garganta … pero la ayuda no fue fácil, entonces lanzó su espada.

‘‘Si necesitas algo para protegerte a ti misma entonces coge la espada’’

  • Mis ojos se abrieron como dos lunas y sin dudarlo me levanté hacia ella y le atravesé el pecho. Estaba tan asustada … no sabía si cayó sobre mi o si fuí yo quien clavé la espada, entonces el me miró, aquellos ojos irradiaban confianza, seguridad, valentía … ;subió de nuevo a su corcel y yo corrí asustada tras el sin saber muy bien que hacer.

‘‘Puedes hacer lo que quieras’’

  • Miré mis manos ensangrentadas por aquel troll y sin dudarlo seguí a aquella banda de mercenarios. Crecí junto a el, me convertí en su mejor soldado entonces apareciste tú aquella tarde en Sierra Espolón y … hasta día de hoy. El sueño de Hawk era puro y bello, la persona que tiene un gran sueño soporta más que otras, Hawk no era fuerte pero sabía que necesitaba ser fuerte. hizo una pausa, sus ojos se humedecieron - Quiero seguir por el y cuando recibí tu carta me animé muchisimo, Nhail, acabemos con esto de una vez, sigamos por nosotros, sigamos por el.
    ¿Recuerdas tu primer dia y lo mucho que te envidié?

6 años atrás.


- ¡¿ Debe ser una broma ?! se decía a si mismo mientras tumbado en aquella tienda imaginaba la sonrisa de aquel cazador - me capturó sin vacilación, rápido, preciso, cada una de sus flechas clavadas donde el quiso exacatamente. - ¿¡ Como esque no pude verlo !?, ¡ Maldita sea ! ¡ Quién demonios es el !

  • ¿ En serio vas a matarlo, Siegrund ?. se escuchaba afuera
  • No seas tan cobarde en el último momento, somos dos, me dijiste que tampoco te gustaba ese mocoso ¿no?, ¿o has olvidado que vino a robar nuestras provisiones? le dijo Siegrund, un paladín de la banda a Ezno, un druida
  • Pero el es muy fuerte y hábil, ya lo viste cuando peleo contra Hawk.
  • No tienes que preocuparte por nada, el ahora duerme, además, todavía debe de estar conmocionado y posiblemente no tenga fuerzas.

Nhail lo escuchaba todo y trato de coger sus dagas con mucho cuidado

  • Nosotros convenceremos al resto para que piensen que escapó despues de haber arrojado su cuerpo a las bestias del bosque.

  • Estos patéticos no serán nada en comparación a el, no tendré problemas en acabar con ellos rápidamente. pensaba el joven pícaro mientras una sonrisa invadía su rostro

Mientras ambos discutían, Kyralash, la única pícara de aquel grupo de mercenarios hizo acto de presencia. Todos la respetaban pues era la mano derecha del lider y la mas versátil en el campo de batalla.

  • Mejor no os atreváis ha hacerlo, él es mucho mejor que vosotros dos juntos incluso estando herido. ¡ Se un hombre con honor y vuelve a tu tienda, cobarde !
  • Pero Kyra …¿ por qué intentas salvarle ?

Kyralash desenfundó las armas y las dirigió directamente al cuello de Siegrund.

  • Si te atreves a discutirme te cortaré la cabeza.

Ezno y Siegrund abandonaron el plan volviendo a sus respectivas tiendas a regañadientes, en ese momento Nhail corrió la cortina de la tienda, Kyralash se giró y ambos se miraron varios segundos sin decirse ni una sola palabra hasta que ella dió media vuelta y se marchó.

  • ¡ Te debo una … pícara ! Estoy en deuda contigo …

Kyralash se detuvo y sin girarse respondió.
- Te equivocas, solo actúo siguiendo las órdenes de él.giró ligeramente la cabeza y mirando a Nhail con odio y desprecio … - De lo contrario, ni me preocuparía en ayudarte, espero que mueras en la batalla tan pronto como sea posible

  • ¿ Por qué tuvo que morir ?¿ Por qué murieron todos nuestros hermanos en Rasganorte y de aquella manera tan espantosa ? Ulduar … ULDUAR … ¡¡¡ maldigo aquel lugar !!! _ Kyralash lloró de rabia, entonces Nhail le abrazó nuevamente largos minutos.

Encendieron una hoguera, fuera llovía y Nhail aprovechó aquel momento tranquilo y le contó todo lo que había hecho en los últimos años desde el exilio en Cuna del Invierno hasta que fue ascendido a Explorador de los Errantes después de acabar con la Legión Ardiente.

  • Por cierto Kyra,¿ como has conseguido curar todas mis heridas ?
  • Ya lo sabes Nhail, Loto Cárdeno mezclado con los ingredientes secretos que los druidas te enseñaron y que yo aprendí de ti, todavía conservaba algunos y creí que sería buena idea llevarlos conmigo.

La horas pasaban en aquella cueva muy agradablemente.

Hasta que …

  • Psssst, Kyra, silencio … ¿ has escuchado pasos ?, creo que no estamos solos en estas cuevas …

‘‘Te reventará … el corazón … sombradelviento’’ aquellos susurros nuevamente.


Continuará


OFF. Hawk es mi hermano real en mi novela personal, solo que aquí lo represento como mi mejor amigo por adaptarme a vosotros.
El flashback es un copy/paste de la novela original de hace un par de años y dicho sea de paso, conozcáis más sobre mi amiga y sobre mi pasado.


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Tras la captura de Punta Vendetta todo parecía cambiar, ambos batallones fueron puestos en espera a espera de lo que sucediese en el norte, tras 5 días las noticias llegarón por parte del heraldo

  • Tenemos buenas noticias al fin, ¡LOS BALDIOS SON NUESTROS!, el cerco de Fuerte del Norte se ha roto y el Alto del Honor ha sido capturada, han huido dejandolo todo, ¡han huido!, pero eso solo significa que ahora tendremos que luchar en su feudo en Sierra Espolón, seremos enviados al Alto del Honor para asegurar el paso y comenzar una nueva ofensiva.
    Por otra parte el Mariscal de todos los ejercitos Muradin ha realizado una llamada, nos esta eternamente agradecido por esta gran victoria y nos felicita y nos añade las siguientes palabras:“Vamos a aplastar al Imperio de una vez por todas y recuperar nuestro mundo de los invasores, solo necesito que os esforcéis una ultima vez, ¡Por Azeroth!.”

Los gritos de júbilo inundaron el bastión, parecía que esa larga guerra tenía los dias contados, el bosque de cuna de invierno ya podía sentirse, algunos se imaginaban ya llegando al Lago Hyjal y bañandose en el en los próximos días, y no era para menos, los frentes del Imperio no paraban de colapsar, una vez que el este de Vallefresno fuese tomado el fin de la guerra era seguro, o al menos eso creian

  • Je, por Azeroth si…si os hubieseis preocupado por el planeta no estariamos así…será posible lo que hay que escuchar.
  • Oye, deberías cuidar tus palabras…Miró la identificación de la chaqueta del enano Drothz, te pueden costar una pasada por los calabozos. Un humano de la quinta a su espalda con mirada curiosa ante el enano se agachó donde estaba este
  • ¿Que quieres de mi?, tampoco he dicho nada del otro mundo.
  • Hablemos en otra parte.
    El humano señaló lo que era un establo en los viejos tiempos y ambos fueron allí
  • Bien, aqui estaremos tranquilos, ¿tu tampoco te crees que vayamos a ganar no?
  • Ni idea, solo me repugna el como hablan tan facilmente de “salvar el mundo”, “liberarlo” cuando estan destruyendolo, ¿estamos perdiendo?.
  • Que quede claro, esto es por preocupación de los mios en el Este, no puede salir nada de lo que diga a oidos indeseados, saltarse la censura esta severamente penado.
  • ¿Censura?.
  • Claro, apenas sabemos nada de lo que sucede fuera de Kalimdor, solo que “nuestras fuerzas andan ganando territorios”, cuando…nos estan aplastando en los frentes del Este y del eje Zandalar-Islas Arruptas.
  • ¿Estamos perdiendo?, Pero si van a perder su capital…o eso nos hacen creer.
  • Ja, ¿Vista Eterna la capital Imperial?, hace años que la desplazaron a Kezan.
  • ¿Kezan no fue destruida por el Cataclismo?, creo que el volcan sepultó la ciudad.
    -¿Destruida?¿Volcán? que va, ojalá pasase eso, sería el fin de la guerra.
    La situación es la siguiente:

1: Kul’Tiras y Zandalar estan perdidas y me temo que Suramar caerá tarde o temprano.
2: Pandaria sigue siendo nuestra por ahora, pero los Pandaren estan harto de nosotros, ya estamos teniendo problemas manteniendo las líneas de suministro por ese condenado ELP apoyada por el Imperio.

  • ¿ELP?
  • Ese condenado “Ejercito de Liberación Pandaren”, el Imperio les ha prometido que si nos expulsan estaran fuera de la guerra y que las hambrunas de Pandarian acabaran al no enviarnos suministros, cuando en realidad es que la sequía de Pandaria nos hace enviarles a ellos nuestro escaso grano, nos acusan de ser los culpables de matar al 20% de la población Pandaren…idiotas, pero sigamos.

3: Rasganorte, el frente está estático desde esta “ola de calor global” como la llaman los expertos, Fiordo, Colinas y Zuldrak siguen siendo nuestros, ellos controlan Tundra, Sholazar y Corona de Bolvar, pero desde que se fundió la nieve de Cementerio de Dragones es imposible avanzar por ese lodazal, eso si, esta siendo increible la de enfermedades que han cogido en Corona de Bolvar desde que los glaciares desaparecieron, lastima que contaminase el Lago Canto de Cristal con restos de la plaga.

Y finalmente El Este, donde según las filtraciones, solo controlamos la franja entre Dun Modr y Tierras Altas Crepusculares, y la última es que hemos perdido la Estación de Algaz, en el Valle de Modan, vamos a perder Tierras Altas por lo que me temo.

  • Gracias por la información, por Azeroth si…serán mentirosos.
  • Recuerda, esto es confidencial entre nosotros.
  • Claro, nos vemos.

El enano salió para reunirse con los demás

  • ¿A esta orina de burra llaman los orcos cerveza?
  • Solo bebe, no sabemos cuando volveremos a tener un buen barril de cerveza.
  • ¿Pero que hacen esos de las cerveceras?, hacen meses que no nos traen bebercio.
  • Añoro mi Cebatruenos, mi Hierro negro, mi Martillo de Modan…¡no quiero seguir bebiendo agua insipida y esta morralla orca!.
  • !Quereis calmaros¡, yo soy el primero que deseo una buena cerveza enana…o Pandaren, pero todos tenemos que hacer sacrificios, recuerden que los civiles estan con cartillas de racionamiento y nos envian todo lo que pueden, piensen en ellos, cuanto antes tomemos Vista Eterna antes podremos emborracharnos como siempre hemos hecho.
  • Con perdón señor.
  • Bien, ahora subamos a los camiones, han despejado los zapadores un camino.

El enano sabía por que no había cerveza, simplemente las cerveceras estarían en territorio enemigo, y probablemente destruidas, pero lo mantuvo en secreto mientras subía a la parte trasera de ese vehículo verde, grande y con ruedas de caucho que nunca vió antes, luego arrancó y marcharon en convoy por el despejado camino, por un viaje que, desde luego no fue placentero con tanto traqueteo


1 día despues, en el Alto del Honor

El convoy llegó a las ruinas del otrora bastión de la antigua Alianza en los Baldios, aún presentaba vestigios de la arquitectura de la Vieja Era mezclado con edificios de hormigón parcial o totalmente destruidos por los años de guerra, de los vehículos de carga bajaron los combatientes ovacionados por los soldados de los otros frentes, más abrazos y lloros por parte de viejos compañeros reunidos, no así para el enano que bajó buscando a un conocido

  • ¿Teniente Aiden?, si claro, esta en la vieja torre.
  • Gracias.

El enano entró en la desmotada y parcialmente destruida torre de piedra del fuerte encontrandose al no muerto sentado frente a unos planos de Sierra Espolon

  • He vuelto con vida Aiden.
  • Sabía que lo lograrías, como ves mi misión fue un éxito.
  • Querría preguntarte una cosa…solo nosotros 2.
  • ¿Que necesitas?.
  • Es sobre…el mundo, Azeroth…¿podrían irse tus guardias?.
  • Azeroth…claro espera…Hizo marchar a todo quien rodeaba la torre y cerró la vetusta y pesada puerta principal, ¿Y bien?.
  • ¿Por que les mienten?, se que no estamos ni lejos de ganar la guerra, que Reinos del Este o como se llame ahora va a caer, que Suramar caerá, y que tarde o temprano el Imperio va a aplastarnos.

Silencio

  • Tendrias que haberles visto ayer, la decepción por que su cerveza tarda tanto en llegar, ¿como no saben que sus amadas cerveceras son historia?.

El humano sacó su revolver con cachas oscura con una piedra azul y dorada enquistada y la puso sobre la mesa

  • Sabes demasiado, debería sentenciarte a prisión en Tol Barad de inmediato por saltarte la censura, pero estoy harto de esta patetica guerra…¿por que censurar los otros frentes? simple, ellos viven en la ignorancia, con la ilusión de que si toman esa ciudad ganan y volverán a una paz lejana o de la que solo sueñan, si le decimos que estamos al borde de la derrota y un posible genocidio su moral caería.

  • Pero…tienes razón…Si gana el Imperio…¿que pasará?.

  • Que Azeroth será orca, nosotros estaremos muertos y los civiles esclavizados, hemos intentado crear brecha con los trolls, pero aunque odian a los orcos por erradicar su cultura, temen que Zandalar sea gaseada como Mulgore o Lunargenta…Drothz me temo que el Fin de los Días esta cerca.

  • ¿El Fin de los Dias?.

  • Si Forjaz cae…Usaran el Sistema Vindicaar contra Kezan, y ellos sus bombarderos con bombas de Azerita de octava generación, una sola es capaz de aniquilar una ciudad de un impacto, tienen 15000 de esas, nos tememos un Fenómeno Magni.

  • ¿La aniquilación mutua?

  • Exacto, tal y como Magni predijo.

  • Oye…¿Que pasó con Magni y el Consejo?, con la Azerita, Azeroth, el Adalid y el Corazón de Azeroth.

  • Intentamos defender el planeta, nos acusaron del asesinato del Consejo, que eramos parte de la Alianza…maldigo a esa condenada elfa todos los días desde entonces, nos persiguieron y acabaron con casi todos, solo unos pocos sobrevivimos en las sombras, la Camara del Corazón fue volada por los aires con esas bombas de Azerita primitivas y Magni…lo martirizaron…fueron picandole hasta matarlo, los mandamases tienen fragmentos de el como ornamentos.

  • Tengo que volver a mi mundo, Dijistes que todo se torció cuando mataron al Consejo, ¿Quien lo hizo?, ¿Cuando?.

  • Logre investigarlo con desertores del Imperio, fue la propia Horda quien lo hizo, la parte más belicista no soportó el armisticio y los liquidaron cuando iban a una reunión con la Alianza en Dalaran, la sala de portales del muro de Ogrimmar fue lo último que vieron cuando fueron apuñalados hasta la muerte, sucedió 5 meses despues de que N’Zoth fuese derrotado.

  • ¿Que pasaría si se evitase aquello?

  • Nadie lo sabe, puede que el destino nos aguarde un futuro no tan…desagradable, que nos aguarde algo peor o simplemente que hagas lo que hagas sea una confluencia y siempre suceda, por lo que mueran siempre.

  • Tengo que volver como sea, no puedo permitir esto, y por cierto, ¿Azeroth?.

  • En coma, fue lo ultimo que supimos, pero la espada no para de hundirse sobre ella, por lo que si no nos matamos entre nosotros, la espada lo hará, y empezó cuando Magni fue asesinado.

  • Y ahora hablemos de otras cosas, el Fin del Mundo puede estar cerca, pero comentame como te ha ido, en eso quedamos, aunque la localización sea diferente.

Los 2 hablaron de sus batallitas hasta caer la noche

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Belter cogio el vaso de leche fria como el hielo que habia sobre la mesita de noche y se lo bebio de un trago. Reviso la habitacion buscando la mochila mientras curioseaba en los cajones de los muebles. Sus pertenencias estaban bien ordenadas y habia togas nuevas en el armario. Saco algunas cosas de su bolsa antes de llevarsela, cogio el cuaderno con sus “recuerdos”, ahora podrian ser otra cosa y por ello sintio resquemor cuando lo vio, lo tiro encima de la cama con cierta rabia, repartio por la mesa de la habitacion algunas cosas que habia acumulado y que no tenian ningun valor, y por fin encontro lo que buscaba, el Sigilo que reacciono con su sangre cuando estaba en el bazar.

Lo guardo en el bolsillo de su toga y se preparo para salir, sabia que la guardia que le habia puesto Mordacae no iba dejarla sola por mucho que se lo pidiera y en el fondo lo entendia, pero sentirse vulnerable no le gustaba aunque en estos momentos lo fuera, podria sentir otro ataque y desmayarse, aunque siempre podria divertirse…

Miro por la ventana y comprobo la altura, no era mucha y justo abajo habia un pochete antes del suelo. Abrio la puerta de su habitacion y saludo a las dos goblinesas, la dejo asi mientras hacia que hacia que se preparaba para salir e inesperadamente cogio rapidamente la mochila que habia preparado y salio por la ventana. Dio un salto al saliente y luego al suelo, miro hacia la ventana para comprobar que ellas la habian visto, sacudio su toga de polvo y corrio por la calle esperando dar esquinazo a su guardia.

Sigio corriendo, cogiendo varias calles al azar, para despistar y dejar un rastro confunso. Se adentro hasta llegar a una zona habilitada para los heridos del ultimo ataque de N´zoth. Era una plaza bastante grande, con grandes destrozos en el habian dispuestos muchas camillas en el suelo para los malheridos. Todas las razas estaban alli representadas y varios medicos de campos los atendian cambiando vendas, dando bebidas y preprando pociones. Belter se quedo alli parada viendo el panorama. Una tauren druida acostada cerca de ella reparo en su presencia.

– Belter, me alegro mucho verte. – Le dijo mientras tosia sangre.

La elfa la miro extrañada, no la reconocia, sus temores se habian hecho realidad, se habia encontrado con alguien de su pasado que no recordaba. Se acerco y se agacho para estar a la altura de la herida tauren, miro aquellos ojos que desprendian amabilidad y afecto intentando recordar algun detalle sobre aquella druida inutilmente. Le levanto una gasa que tenia tenia en el estomago descubriendo una herida muy fea, Belter no cambio la expresion de su cara a pesar de la gravedad que tenia.

– Tienes una herida bastante fea ademas de algunas contusiones.

– Lo se, vine para ayudar, queria poder curar a todos los que pudiera, pero la zona donde estaba con otros curanderos tambien fue atacada por los esbirros de N´zoth, aqui hay muchos de nosotros ademas de combatientes… – dijo con dificultad

– Creo que puedo hacer algo por ti – Belter puso sus manos sobre ella, se ilumiraron y le hizo una pequeña sanacion, despues saco de su mochila una pocion de sanacion y se las pusos en las manos de la tauren.– Incorporate un poco si puedes y bebétela.

La tauren con esfuerzo se tomo la pocion y se recosto de nuevo. Le dio las gracias y le apreto la mano a la elfa con afecto. Belter se sentio mal por no saber quien era, esa druida parecia tenerle mucho cariño.

–Aun tardaras en curar, pero mejoraras, estoy segura. Ahora duerme, cuando despiertes estaras mejor y quizas puedas levantarte y ayudar aqui, tal como querias cuando vinistes.

Belter se levanto y la dejo descansar, indudablemente aqui necesitaban su ayuda. La tauren le sonrio y cerro los ojos. La elfa sintio tristeza por tanta desolacion y destruccion, decidio quedarse y ayudar. Fue pasando camastro por camastro utilizando sus habilidades, pudo ayudar a algunos que no tenian heridas de mucha gravedad, un enano medico de campo se acerco a ella para agradecerle su empeño:

– Me llamo Bhendag, todo ayuda es poca, gracias por tu apoyo. Queremos trasladar a algunos de los heridos a un lugar mas seguro, se esta habilitando un campamento a las afueras de la cuidad, cerca del rio para que no tengan mucho calor.

– De acuerdo, pasare por alli cuando este acabado y hare lo que pueda.

– Gracias, en estos momentos no puede haber distincion de facciones, debemos hacer lo que podamos. He visto que has cambiado unas vendas y has dado una pocion a aquella enana – Dijo señalando a uno de los camastros – Te he visto tratarla con mucha amabilidad, es mi hermana, se que no es mucho, pero te debo una, si necesitas algo alguna vez dimelo.

– Pues me vendria bien que me tradujeras algo Bhendag, no conozco tu idioma.

Belter saco el sigilo de su bolsillo y se lo ofrecio al enano, éste confuso lo reviso pero no encotro ninguna palabra o frase. La elfa le insto en que esperara, se acerco a una caja llena de vendas usadas, recogio una ensangrentada y la puso encima del sigilo, la apreto y escurrio unas pocas gotas de sangre encima. Magicamente la sangre empezo a recorrer la piedra del sigilo formando unas letras del idioma del enano. Bhendag abrio los ojos con asombro.

– Nunca habia visto algo asi! es extraordinario!

– ¿Que pone Bhendag?

–“La primera prueba has de superar para el TESORO encontrar”… vaya es increible!

– ¿Solo eso?

– No, despues pone unas coordenadas, te las escribiere, espera.

Bhendag le devolvio aquel glifo extraño a Belter, se acerco a un escritorio improvisado donde tenian varios papiros de los heridos curados o muertos que habian tratado, cogio uno y pluma, volvio con ella y se le ofrecio.

– Esos numeros no necesitaban traduccion elfa, toma, no se si es peligroso pero si te pasa algo sera culpa mia.

– No te preocupes, soy mas resistente de lo que parezco, muchas gracias Bhendag, volvere a ver a tu hermana y echar una mano, cuida de esa tauren por mi por favor. Con esto estamos en paz, ¿de acuerdo?

Bhendag asintio con la cabeza y se despidieron cordialmente. Belter salia de la plaza camino a la posada mientras miraba esas coordenadas, las dos goblinesas aparecieron por el mismo camino con cara de pocos amigos. Ella les saludo con la mano e ignoro su enfado, eran buenas, al final la habian encontrado.

Ya en la posada se dirigio a la habitacion que Mordacae habia hecho como despacho, alli estaba, recostada en una silla leyendo un libro.

– Morda, ¿te apetece ir a buscar un tesoro? –

Dijo con un nuevo brillo en los ojos. Saco el sigilo y el papel y los puso en la mesa en frente de Mordacae, ella se acerco intrigada. La elfa tenia que contarle muchas cosas…

– ¿Que es esto? Uldum 84.26-45.69

– !!La primera pista!!

Mordacae vio una luz en los ojos de Belter que hechaba de menos, le recordo el viaje a Pandaria, volvio mirar el papel y despues volvio a mirar a la elfa con su carasteristica sonrisa traviesa, mientras paladeaba una piruleta y con un gesto mando que trajeran un vaso de leche fria como el hielo para Belter.

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