En serio. Aunque sea un Tauren, se supone que soy un Druida. Así que me puede explicar alguien, ¿qué narices pinta un Druida quemando árboles montado en una mole de metal? Me refiero a la diaria de “Sangre y cenizas” de la Costa Oscura. Por principios y coherencia, he dejado de hacerla. Es que ni una línea diciendo que narices justifica lo que estoy haciendo. Lo veo sólo como destrucción gratuita e injustificada.
Puedo medio aceptar la destrucción de Teldrassil porque “se supone que los druidas hordas estaban engañados en Silithus” estudiando como sanar la herida.
Puedo medio aceptar que haya que matar a Malfurion, el Shan’do de los druidas porque es un faro de esperanza para el pueblo Kaldorei. Al fin y al cabo, yo le culpo directamente de lo ocurrido con Ysera, y me pasé toda la campaña de clase diciendo que donde narices se metía, que no estaba luchando contra la Legión Ardiente.
Pero leches, llevo toda la expansión sintiéndome que no encajo en la horda, que toda mi clase no encaja en la Horda. Y no hay ni una maldita línea que justifique lo que estamos haciendo. ¿Qué opina Hamuul de todo esto? ¿Qué opinan el resto de archidruídas?
¿Por qué me da la impresión de que lo único que hago es matar a gente del Círculo de Cenarion? ¿Por qué lucho contra Druidas de la Zarpa, Guardianes, Ancianos… si hasta hace una expansión los lideraba en las misiones de clase?
He terminado la quest con otro personaje, para ver que “mensaje saltaba” al completar la misión. ¿Qué narices estamos purgando? ¿Por qué es la Costa Oscura es absurda? En serio, ganas de hacerme Ali solo por partirle la cara a Nathanos. Y no hablaré de como hace frente y sobrevive a Malfurion y Tyrande, porque me parece lo más absurdo del mundo.
He llegado a gastar la subida al 110 en un druida ali (cuando la quema de Teldrassil), pero si no lo uso es por el cariño que le tengo a este personaje y a las razas Tauren en general. Y por lo que creía que significa pertenecer a la Horda. Pero muchas veces, no será por falta de ganas.
Y perdón por otro cry más al saco.
Un saludote.