Pues he escrito el guion de las TRES siguientes expansiones

Preparaos para una ida de olla cósmica.
Battle for Azeroth
Parche 8.3
Magni intenta unir a la Alianza y la Horda para detener a N’Zoth antes de que pueda corromper el mundo.
Los dos bandos aceptan a regañadientes, y solo bajo la condición de la Alianza de que, después de la batalla, Sylvanas sea destituida.
Al final, ambos bandos atacan la naciente ciudad de N’Zoth, situada en el mar, antes que pueda lanzar su ataque final.

Destruimos sus fortalezas y derrotamos a la forma auténtica de Xal’Atath, la jefa final de la expansión. Su sacrificio ha dado tiempo de sobra al Dios Antiguo para prepararse, y en su pleno apogeo no lo podemos derrotar. La única forma de detenerlo es congelarlo en una prisión de azerita utilizando el Corazón de Azeroth, que queda vacío.

Resultado

Sin la azerita ya no podemos sanar las heridas de Azeroth. La única esperanza que tenemos es que despierte de una vez por todas.

The Black Empire
Preparche
Tras meses de investigación, Magni y M.A.D.R.E han descubierto la forma de despertar a Azeroth. Para ello debemos alcanzar su núcleo y liberarla de las pesadillas que la atormentan de manera manual. Por desgracia, la única forma segura de llegar es a través de las ruinas del Imperio Negro.

Parche 9.0 La Puerta Negra

Se funda una nueva facción, los Defensores de Azeroth , compuesta por los mayores campeones del mundo y dirigida por Magni. La última puerta conocida se encuentra en las Islas Dragón , pero desde la caída de los Aspectos los Dioses antiguos se han apropiado de casi su totalidad.

Poco a poco vamos reconquistando la Isla y nos ganamos la ayuda de los Vuelos, que se unen a nuestra causa. Mientras Magni estudia una manera de abrir la vieja puerta, M.A.D.R.E ha reconfigurado el Corazón de Azeroth para que absorba y atrape la magia del Vacío que contamina el mundo.

Utilizamos el Corazón de Azeroth (con una mecánica nueva, nada de armaduras de azerita) para liberar la isla y al hacerlo lo convertimos en el Corazón de las Tinieblas .

En la banda, el Vacío ha lanzado un ataque para impedirnos la llegada al núcleo de Azeroth. Pero, al derrotar a los sirvientes de la oscuridad, estos actúan como un sacrificio e invocan al eco de un Señor del Vacío. Este enloquece a Nozdormu, haciéndole creer que Azeroth ya ha nacido corrupta y está devorando el cosmos, y se convierte en Murozond. Cuando le derrotamos huye al Fin de los Días.

Cuando eliminamos al eco del Señor del Vacío, Magni roba su poder con el Corazón de las Tinieblas y vuela la puerta, dándonos acceso al núcleo de Azeroth.

Parche 9.1 Azjol-Nerub

Al descender por el camino al corazón llegamos al imperio perdido de Azjol-Nerub. Yogg-Saron ha estado ocupado desde la muerte de Arthas. Ha repoblado a los nerubianos y ha levantado su viejo imperio de nuevo.

Los nerubianos, por su parte, han vuelto a servir al Dios de la Muerte, dirigidos por su nuevo infrarey Kilix el Desenmarañador . Con la ventaja numérica y del terreno, consiguen repeler nuestra primera invasión. Pero, para nuestra fortuna, contamos con un aliado inesperado: Los Vigías Titánicos.

Los Forjados nos ayudan a asaltar el antiguo reino nerubiano, y ambos bandos arrasan el imperio sector por sector mientras el Corazón de las Tinieblas se hace más fuerte. Finalmente asaltamos el palacio de Kilix mientras los Forjados contiene a todo el imperio y lo matamos, tomando su poder para el Corazón de las Tinieblas.

Parche 9.1.5 Viejos Protectores

Mientras Magni intenta abrir la siguiente puerta, nosotros nos embarcamos en un viaje para convencer a Ra-den de que abandone su depresión y nos ayude. Por desgracia, su cámara está siendo asaltada por los esbirros de los Dioses Antiguos y debemos ayudarlo a encontrarse de nuevo.

Parche 9.2 Ny’Alotha

La coalición de héroes, dragones y forjados consigue abrirse paso en la ciudad y conquistar su entrada. Es en este momento en el que Aszhara revela que no cayó junto a su ciudad, y en una emboscada utiliza todo su poder en un hechizo destinado a erradicar a los invasores.

Aunque no consigue matarlos a todos, los forjados y los dragones quedan muy tocados y se ven obligados a retirarse. Por fortuna, este hechizo ha debilitado a Ashzara lo suficiente como para dejarla a merced del Corazón de las Tinieblas.

Tras asaltar su nuevo palacio nos enfrentamos a ella en la Torre del Sacrificio, donde consigue robarnos el amuleto e intenta extraer su poder para volverse imparable y gobernar sobre todo. M.A.D.R.E nos asiste en el combate y se sacrifica para recuperar el Corazón.

Cuando derrotamos a Aszhara absorbemos su oscuridad, devolviéndola a su forma élfica. Pero, en un último acto de venganza antes de morir por las heridas, lanza un poderoso ataque contra el Corazón buscando destruirlo y arrasar todo el mundo con su magia liberada. El Corazón consigue resistir, pero se agrieta y el poder almacenado se está fugando.

Con el Corazón roto las fuerzas de los Dioses antiguos tienen tiempo de atrincherarse en el último lugar antes de llegar al núcleo de Azeroth.

Parche 9.3 El Despertar

En las profundidades de Azeroth, cerca de su mismo núcleo, existe un baluarte subterráneo creado como última línea de defensa. Sus habitantes, un ejército secreto de forjados conocidos como los Azerothi se han activado ante el ataque de los Dioses antiguos y están erradicando a todo lo que ven.

Sus inflexibles protocolos consideran a una amenaza a todo aquel que no sea un Azerothi, con lo que acabamos en una guerra a tres bandas para despejar el camino. Debemos derrotar rápido a los Azerothi en una carrera contrareloj contra los esbirros de la oscuridad, saboteándolos y reduciendo sus progresos.

Al final los Azerothi caen y la Vanguardia del Vacío consigue adelantarse. Magni acude con el Corazón reparado y nos dirigimos junto a él al combate final. (La banda final de la expansión).

Al final luchamos contra la Pesadilla Azerothi, la manifestación del mayor miedo de Azeroth: una versión corrupta de sí misma.

La Pesadilla es el último rastro de la corrupción de Azeroth, y encerrarla en el Corazón permitirá que Azeroth nazca y se libre de la muerte por la herida de Sargeras. Para conseguirlo hay que debilitarla antes, pero los Dioses antiguos no van a permitirlo.

Cuando la Pesadilla cae, Azeroth nace. La titánide se abre paso a la superficie rasgando la cara oculta del planeta. Su poder desatado sobrecarga las instalaciones titánicas del planeta, liberando a Yogg-Saron y a N’Zoth y matando al debilitado C’Thun.

El Dios de la Muerte se abalanza hacia ella para terminar el trabajo, pero ella lo engancha por su gran boca y lo parte por la mitad sin apenas esfuerzo. Derrotado e impotente, N’Zoth consigue huir hacia el espacio antes de que la furia de Azeroth lo alcance.

La titánide, ahora despierta y conociendo la amenaza del Vacío de primera mano, arranca a Gorribal de su antiguo cascarón y la purifica con poder arcano. El círculo se ha completado.

Astral War

Preparche

Azeroth es increíblemente poderosa, más que cualquier otro titán. Pero su nacimiento prematuro y sus heridas han hecho que no tenga todo su potencial desarrollado.

Para alcanzar su apogeo y prepararse para una guerra cósmica, Azeroth explora el cosmos en busca de nuevas fuentes de poder arcano para beber. Mientras los habitantes del planeta celebran su victoria, alguien se ha infiltrado en el planeta y han robado el Corazón de las Tinieblas.

Temiendo el destructivo uso que podrían darle, los Defensores de Azeroth utilizan el Vindicaar para darle caza a través de las estrellas.

Parche 10.0 El Conflicto Eterno

El Corazón sigue vinculado a Azeroth, y por tanto Magni puede seguir su rastro. Lo seguimos hasta llegar a los restos de la mismísima K’aresh. El planeta de los etéreos está desolado por una guerra entre la Luz y el Vacío que está en perfecto empate.

Nos dirigimos a la mitad gobernada por la Luz, un hermoso lugar con campos dorados, desiertos de polvo de oro y cielos radiantes, y conocemos a T’eera, un naaru primigenio.

T’eera se presenta como un general de la Luz y siervo de algo mayor , y nos revela lo que pasó en ese mundo. Cuando Dimensius hizo huir a los etéreos, T’eera reunió un ejército luminoso que batalló contra él durante meses, impidiéndole terminar su banquete y, por tanto, devolviéndole al Vacío.

Desde entonces su ejército ha detenido el avance de las fuerzas del Vacío y el regreso del Señor del Vacío. El naaru teoriza que quieren el poder del Corazón para traer de nuevo a Dimensius.

Así, nos aliamos con la Armada Dorada para conquistar la mitad umbría del planeta y recuperar el amuleto antes de que descubran como usarlo.

La banda final consiste en derrocar al líder de la Guardia de las Sombras, un etéreo conocido como el Rey Lúgubre Hezar , que ha comandado la defensa contra nuestros esfuerzos. Al derrocarlo, abrimos una vía hacia la capital de Dimensius, Y’ghanll .

Parche 10.1 La Voluntad de la Luz

Tras semanas de preparaciones en las que se ha asegurado el domino del terreno conquistado, llega el momento de la ofensiva definitiva. Ayudamos a la Armada Dorada a despejar el camino hacia la ciudad y aseguramos su entrada.

En la banda, el Asedio de Y’ghanll , entraremos en la ciudad con el ejército sagrado y escoltaremos a T’eera hasta el campeón de Dimensius, T’sath . Mientras avanzamos hacia el Dios Antiguo eliminaremos a los guardianes de las cinco puertas de la ciudad mientras el naaru ilumina el camino.

Con la ayuda de T’eera conseguimos reducir a la pequeña deidad y él le da el golpe de gracia, recuperando el Corazón de las Tinieblas. Pero, cuando Magni se lo pide, el naaru rehúsa devolverlo y huye con él.

Parche 10.2 La Venganza del Vacío

Cuando Magni encuentra el rastro del Corazón a través de las estrellas, nos dirigimos a un mundo Forjado por la Luz rebautizado como Luxathar.

Por desgracia, la lucha contra la oscuridad ha causado mella en los campeones, que no tienen la fuerza suficiente como para arrasar otro mundo y recuperar el Corazón antes de que sea tarde.

En este momento aparecen el Peregrino y Alleria a través de un portal. Incluso desde Azeroth, han oído los gritos de dolor de la oscuridad del Corazón debido a lo que el naaru quiere hacer con él: convertirlo en Luz Sagrada y utilizarlo para Forjar con Luz a Azeroth, dado que sigue vinculado a ella.

El Peregrino ha conseguido revertir la locura de algunos de los etéreos de la Guardia de las Sombras, pero seguimos siendo demasiado pocos para atacar Luxathar. Exploramos el mundo mediante espías para descubrir alguna debilidad en sus defensas.

La raza nativa de ese mundo se ha convertido en una esclava inconsciente de la Luz, y esta ha encerrado a sus opositores en montañas de cristal luminoso. Conseguimos liberar a unos pocos de su influjo para formar una pequeña resistencia. Juntos empezamos a sabotear las defensas y causar una revuelta para volver las tornas.

En la banda del parche, el Palacio de Cristal , alcanzamos a T’eera y luchamos contra él. Ha conseguido convertir parte de la oscuridad del Corazón en luz, y utiliza ese poder contra nosotros. Cuando lo debilitamos, el Peregrino y Alleria intentan tomar el corazón con su magia, pero el naaru se resiste.

La tensión mágica que rodea al Corazón es demasiado grande, empujada por una dualidad primigenia e irreconciliable. Al final, el Corazón se parte en dos: Una parte como el día; otra como la noche. Magni se desploma.

Una figura aparece entonces cubriendo el mundo. Durante un momento creemos que es Azeroth, pero no es otra que el ser superior al que servía T’eera.

Elune, una Titánide Forjada por la Luz. Ha venido a reclamar el Corazón de la Luz para convertir a su hermana Azeroth, pero el Peregrino nos lleva de vuelta a su refugio con el fragmento oscuro.

Parche 10.2.5 Ecos Ardientes

Con Magni inconsciente y solo medio Corazón no sabemos qué hacer. La revelación de Elune nos ha dejado descolocados, y necesitamos informar a Azeroth. Alleria y el Peregrino encuentran un artefacto titánico que podría despertar al Rey de Diamantes.

El artefacto está en manos de uno de los pocos Señores Eredar restantes, que se ha empeñado en reconstruir la Legión bajo su mando ahora que Sargeras no está. Asaltamos el pequeño mundo que domina y le robamos la reliquia.

Cuando Magni despierta está confuso, dado que ahora escucha dos voces contradictorias en su cabeza. Mediante un ritual podemos ver la causa de esta extraña situación.

Azeroth se ha dividido en dos entidades como causa de la fractura del Corazón. Aze, la mitad de la Luz, se ha unido a Elune y se prepara para purificar todo el cosmos y devolverlo a su estado primigenio. Roth es una criatura destructiva y hambrienta que va de mundo en mundo devorando todo lo que se le cruza en contra de su voluntad.

En su estado oscuro, Roth es susceptible a los susurros de N’zoth, que se ha instalado en su cabeza y la usa como extensión de su poder.

Parche 10.3 Un Trono Quebrado

Las opciones son enfrentarse a dos titánides de Luz o a una titánide oscura y a un Dios Antiguo. A pesar de los nuevos aliados que hemos reunido en nuestro viaje cósmico, nuestra falta de potencia de fuego es abrumadora. Así, volvemos derrotados a Azeroth pensando qué hacer.

No queda nadie en todo el universo con suficiente poder para ayudarnos, así que nuestra única opción es mirar como uno de los bandos acaba destruyéndolo todo.

Bueno, en realidad, queda una opción.

Sargeras .

Él es el último Titán que queda en el universo conocido. El Panteón es una sombra de lo que fue y Argus está muerto, así que el Señor de la Legión Ardiente es nuestra última esperanza.

Sabiendo que es un plan suicida, pero el único que tenemos, viajamos al Trono del Panteón para liberarlo. Por supuesto, ni a los Titanes ni a Illidan les hace gracia la idea, y Sargeras tampoco está por la labor de ayudarnos, pues nos recrimina que al derrotarle sellamos el destino de toda la creación.

Probamos nuestra valía y nuestra decisión para salvar el mundo en la banda El Trono del Panteón . Nos enfrentamos a guerreros titánicos, a Aman’Thul y a Illidan, que como carcelero de Sargeras es al que menos le entusiasma el plan.

Por último, Sargeras lucha contra nosotros para poner a prueba nuestros poderes y asegurarse de que haya alguna esperanza de victoria. Cuando le hacemos un arañazo el combate cesa y acepta ayudarnos bajo los términos del Panteón. Si nos traiciona, la magia que lo encerró la primera vez lo hará una segunda.

Parche 10.4 Titanomaquia

Llegamos con Sargeras al mundo más próximo al Trono del Panteón contaminado por el Vacío, tras meses de viaje, y el Titán Oscuro lo destruye con sus propias manos como un desafío al que Roth no tarda en responder. Asaltamos la cabeza de Roth y nos abrimos paso hasta llegar a N’zoth , el jefe final de la Expansión, mientras ambos titanes pelean.

Debilitamos a N’zoth, pero este nos derrota al expulsarnos de la cabeza de Roth. Sargeras tampoco tiene la mano ganadora, así que le ayudamos en el último encuentro de la Expansión (un jefe de epilogo como Ra’den): Gorr, la espada de Roth.

Cuando conseguimos romper la espada, Sargeras remonta el combate y arranca a N’zoth de la cabeza de su rival. Tras mirarle con desprecio lo abrasa en una tormenta de fuego vil y esparce sus cenizas por el cosmos.

Sargeras quiere matar a la confusa Roth, pero Alleria le pide intentar una cosa antes. Mediante un ritual entran en la mente de la titánide para enseñarla a controlar los susurros, pero para conseguirlo el Peregrino debe sacrificarse.

Cuando Roth despierta es dueña de su voluntad de nuevo, y desea volver a estar completa.

Consecuencias

Se forman dos bandos cósmicos: el de la Luz (Elune, Aze y los naaru) y el del equilibrio (Roth, Sargeras y los héroes). La mayor guerra que haya visto el cosmos está a punto de llegar.

Lightlords

Preparche

Roth y Sargeras se aventuran juntos en el cosmos para buscar materiales para forjar sus nuevas armas y reunir todos los aliados que puedan. Reunimos a la mayoría de facciones de Azeroth menos al Ejército de la Luz, que ha desaparecido casi por completo.

Mientras esperamos su regreso, nos dedicamos a reunir las fuerzas que quedan en el mundo para librar la Guerra Final y atar el último cabo suelto en Azeroth: Sylvanas y sus seguidores.

Pero cuando llegamos, nos encontramos con una de las escenas más impensables: Sylvanas, aquella que tanto le temía a la muerte, se ha suicidado. Intentamos averiguar las causas, pero no hay ninguna pista y nuestros esfuerzos son en vano. Asumiendo que la culpa la ha llevado a eso, dejamos pasar el tema. A fin de cuentas, es un problema que se ha solucionado solo.

Parche 11.0 El reino de la Luna

Roth y Sargeras regresan de su viaje cósmico con nuevas armas e información. Ambos han conseguido dos poderosas espadas: Sargeras tiene un nuevo mandoble creado con los restos de los mundos arrasados por la Legión, Burnalach ; y Roth ha forjado a Vothalus con los restos del alma-mundo que Sargeras destruyó.

Durante su viaje han descubierto los el escondite de Elune: la luna donde se gestó su pequeña alma-mundo. A pesar de que el Vacío tiene la mano ganadora en la guerra, la prioridad es recomponer a Azeroth.

Cuando reunimos a todas las fuerzas disponibles de Azeroth nos embarcamos al Reino de la Luz, pero cuando llegamos nos tienen una emboscada. Elune y Aze atacan a nuestros titanes, y durante la pelea se abre una brecha en el tejido de la realidad y desaparecen.

Descubrimos que el Ejército de la Luz se había unido a Elune, comandados por Turalyon, y habían avisado de nuestro ataque a la Armada Dorada.

Sufrimos muchas bajas durante el ataque inicial, pero conseguimos colarnos en la nave de T’eera y lo matamos con ayuda de Alleria. Robamos la nave y repelemos el ataque, quedándonos asentados en un planeta del mismo sistema solar.

Algunos fragmentos del naaru han quedado oscurecidos, y otros siguen brillando con fuerza. Con ellos forjamos dos anillos: El hambre del Vacío y La voluntad de la Luz , dos artefactos de los cuales llevaremos solo uno dependiendo de la clase.

Desde allí tendremos que despejar el planeta de enemigos para poder avanzar al siguiente, para finalmente alcanzar Elunira y tomar el Corazón de la Luz.

La jefa de la banda inicial será una Xe’ra recompuesta, que ha tomado el mando de ambos ejércitos e intentará dominar a los héroes de Azeroth. Por desgracia, cuando la destruimos, esta invoca al auténtico ejército de la Luz.

Parche 11.1 La ofensiva Sagrada

Tras la derrota definitiva de Xe’ra, avanzamos rápidamente al siguiente mundo, pero en él se encuentra el auténtico poder de la Luz. No solo se encuentran El Ejército de la Luz y la Armada Dorada, sino que ante nosotros se alzan Yrel y sus Vinculados por la Luz y “aquellos que vinieron antes que los draenei”. La vieja especie esta tan vinculada a la Luz que han perdido todo rastro de mortalidad, pareciéndose más a un naaru que a un ser de carne.

Tras un aspecto puro y glorioso se encuentra una mente retorcida y fanática que no parará hasta que todo el cosmos sea como ellos. Estos se llaman a sí mismos la Mano de la Luz.

Estas revelaciones suponen un duro golpe a la moral de varias razas, en especial de Velen y los draenei.

Mientras nos abrimos paso a través de sus tropas, descubrimos más datos sobre Elune. Su alma-mundo habitaba en la luna, lo cual limitó su crecimiento pero le dio poderes que alternaban al igual que sus fases. Sin habitantes para protegerla, la Luz no tardó mucho en hacerse con ella.

Aunque no tenía suficiente poder para forjar el Cosmos con Luz, se convirtió en la mayor herramienta de los Señores de la Luz. Cuando estos descubrieron que los Señores del Vacío tuvieron la misma idea, decidieron darle la vuelta a sus planes. Elune masacró a incontables dioses antiguos, destruyendo mundos en el proceso, y utilizó sus cadáveres para crear a los naaru (por eso tienen una fase de oscuridad).

Una vez los forjó, los lanzó por todo el cosmos para ayudar a civilizaciones en peligro mientras los convertían poco a poco. Cuando descubrió Azeroth, intentó extender su influencia a través de sus poderes arcanos, comunicándose con la raza autóctona a través del Pozo de la Eternidad para hacerles sus fieles seguidores. Por desgracia para ella, todos los partícipes de la Guerra de los Ancestros arruinaron sus planes sin tan siquiera conocerlos.

En la banda final nos enfrentamos a un Turaylon completamente entregado a la Luz. Drena su poder del mismísimo Corazón, así que nos acaba sobrepasando. Consciente de que no hay otra opción, Alleria salta metafóricamente por el precipicio de la locura, aumentando enormemente sus poderes para acabar con su amado.

Al final, cada uno muere en los brazos del otro.

Parche 11.1.5 Venganza Ardiente

Unos días después, Sargeras nos manda un mensaje mediante un constructor de Roth. Su batalla cósmica está en un punto muerto, y ningún bando ganará mientras Azeroth siga dividida. Para acelerar nuestra campaña, nos indica que deben reformar a la Legión Ardiente.

Exploramos los mundos donde los restos de la Legión se han refugiado, y vencemos a sus cabecillas en una mega mazmorra para someterlos de nuevo a la autoridad de Sargeras.

No obstante, tenemos el problema que el mismo Sargeras tuvo en su día. Los demonios son demasiado violentos y caóticos para colaborar, y necesitamos un segundo al mando, alguien que sustituya a Kil’Jaeden.

Para sorpresa de todos, Velen se ofrece a cubrir ese puesto. Lo que ha visto ha roto toda su fe en la Luz, y le ha hecho comprender que, en el fondo, es tan peligrosa como el Vacío.

Con ayuda de la nueva Legión Ardiente, podemos atacar el corazón mismo del Reino de la Luz.

Parche 11.2 El Bastión de Oro

Tras enterarse de que no solo nos hemos reunido a Sargeras, sino que hemos recompuesto a la Legión, Yrel se encarga personalmente de nosotros. Sitia nuestra ciudadela con tácticas brillantes y casi inmorales, enviado a su segundo al mando, el Exarca Grito de Guerra, que está decidido a “reducir nuestro impío cuerpo a cenizas, tal y como hizo con su padre”.

En la mazmorra repelemos el ataque y lo matamos. En la campaña de guerra ayudamos a la Legión a recuperar el terreno perdido y avanzar hacia la fortaleza de Yrel, que está obsesionada con “purificarnos”.

Finalmente, el la banda, asaltamos su palacio y desmantelamos su sofisticada tecnología militar para enfrentarnos a ella en su trono. Su furia solo se incrementa cuando ve lo que “hemos hecho a Velen”. Durante la batalla, negándose a perder, se entrega por completo a la Luz y acaba como un miembro de la Mano de la Luz.

Cuando la derrotamos y cae al suelo, Velen la da el golpe de gracia quemándola en una hoguera vil.

Parche 11.3 Renacimiento

Lo único que queda es asaltar la cámara de la Mano de la Luz donde esconden la mitad sagrada del medallón. Todos los ejércitos de Azeroth y más allá se lanzan contra estos escasos pero poderosos seres, haciéndoles retroceder lo bastante como para Horda y Alianza consigan entrar.

En la banda final nos enfrentamos a todos los tenientes de esta vieja raza a medida que subimos hacia la sala del trono. Los ejércitos se van gastando y al final solo llegamos los campeones al líder de todos ellos: Sathatriel, el vocero sagrado . Este nos muestra el futuro que la luz desea, enseñándonos a un Anduin envejecido dirigiendo el ataque final contra el Vacío, tras haber forjado el cosmos en Luz, defendiendo que “todos deberíamos seguir a la Luz para ser uno”.

Cuando derrotamos a este futuro, nos enfrentamos a Sathatriel, que utiliza el Corazón de la Luz contra nosotros. El combate se mueve al punto donde los Titanes están batallando, y en mítico habrá que resistir los ataques de Elune como auténtico jefe final mientras Magni une ambos fragmentos del Corazón de Azeroth.

Cuando Magni lo consigue, Aze y Roth vuelven a convertirse en un solo ser, pudiendo empuñar tanto Vothalus como a la Égida de la Luz , el escudo sagrado de Aze.

Con todo su potencial desbloqueado, Azeroth es completamente imparable y destroza a Elune con un par de golpes y librando al mundo de la Tiranía de la Luz.

Ahora solo queda un enemigo que destruir.

Ahora nos dirigimos al Vacío.

World of Warcraft: Into de Void: Próximamente

17 «Me gusta»

me gusta la trama pero aparte de destituir a sylvanas no se habla más de ella…

Pues oye, no está mal, me ha gustado.

Yo lo digo, algunos tenéis un problema con sylvanas uno muy gordo xD

Tome mi like caballero de la muerte.

Claro, mencionas Azjol-nerub y a mi ya me tienes ganado.

Me gusta, pero me gustaría que fuese guion y no guión. :stuck_out_tongue:

Es normal que se haya confundido, hasta 2010 si no me equivoco se escribía con tilde. Pero tienes razón.

O sea, que fantasía. 11/10. Me encanta xD

Pues estoy deseando ver la siguiente expansión que creas :smiley:

Y es cuando piensas…ojalá Blizzard se metiera esos currazos.

3 «Me gusta»

Espera, espera. ¿Me estas diciendo que guión lleva 9 años sin tener tilde?

Por cierto, mañana puede que añada otra expansión si mi internet lo permite.

Sí, en 2010 se realizaron muchos ajustes a la ortografía.

1 «Me gusta»

La estoy ahorrando, ya saldrá.

O sea, que maravilla de idea, ojala verla igual de bien ejecutada in game.

1 «Me gusta»

Notas del parche

  • Correción de errores
    Se ha corregido una falta de ortografía en el título.

  • Nuevo contenido
    Se ha añadido la expansión Lightlords

2 «Me gusta»

@Blizzard arregla tu juego y contrata a esta persona

Yo creo que los Nerubianos jamás adorarán a los dioses antiguos. De hecho fueron atacados por los esbirros de estos al tiempo que la plaga les atacaba por le otro lado.

Tambien sabemos que los nerubianos son una nación destruida, y si alguien les prometiese reconstruir su reino a cambio de servidumbre, algún señor de la guerra nerubiano ambicioso que desee ser rey…

No lo necesitan. Te decian que tenian ocultos miles y miles de huevos.

¿Quién dice que lo hagan por voluntad propia?
Sabia que no querían volver a hacerlo, pero no dejan de ser descendientes de los aquir. Yogg saron debería ser capaz de enloquecerlos para traerlos al redil de nuevo, o someterlos mediante ignotos.