A mi es que de jugabilidad no hubo absolutamente nada que me gustase.
Sistema de azerita? Bienvenido a la ruleta dentro de la ruleta.
Esencias? Enhorabuena, jugador de pve, te toca hacer arenas.
Corrupciones? Más rng, ve todos los días a torg… es decir, las visiones de n’zoth y prepárate para que un proc sea el 80% de tu daño trivializando casi toda tu rotación.
Lore? El peor con diferencia en todo lo que llevo jugando (desde cata). Retcons por todas partes, destripes de personajes y una historia en la cual nada tenía sentido o se resolvía de forma curiosamente casual o barata. Incluso el ataque a n’zoth se resolvió de pura chiripa porque azshara nos pasó una daga sin la cual nos habríamos quedado mirando. Y mejor no vuelvo a la guerra de las espinas, lo de varok o lo de lordaeron.
Personajes? Quítame a azshara, bwonsamdi y gallywix y no pasa del 1 por el primer parche de jaina. A partir del 8.1 ya pifiada de nuevo, y los demás personajes de meh para abajo (aunque admito que las pintas de wrathion en plan Jack sparrow tenían su aquel).
Tareas diarias? Veamos, misiones diarias en tu zona + misiones diarias en nazjatar con el seguidor cansino de turno que ganas me daban de cargarme toda su base + diaria en mecandria + asaltos en uldum y el valle de la flor eterna + cap semanal de expediciones + piedra angular de rigor + asaltos de facción + frentes de guerra + bosses de mundo + visiones de n’zoth para feedear la capa o comprar corrupciones (+ lo que quiera que tuvieses que hacer para pillar las esencias bis). Socorro.
Solo se salvan algunas zonas, temáticas, músicas y los 3 personajes citados anteriormente. Todo lo demás para mí era de meh a insufrible. Hasta los tortolianos que los vendian como algo adorable me parecían siniestros y/o unos cretinos.
Vamos, que comparando, lo de los conductos, anima y demás (salvo korthia) me parece hasta una bendición caída del cielo.
Por hacer un resumen más simpático de bfa: