Una vida normal

Caía la noche en la ciudad de los magos. Tras cerrar la verja y activar las protecciones arcanas que Purple había diseñado para mantener a cualquier ladrón lejos de la tienda se dirigían a casa.
Argent había salido unos minutos antes a buscar al pequeño Estel a casa de su niñera.
Caminaban los tres por Dalaran . El pequeño iba en medio cogido de la mano de sus padres.
La kaldorei parecía pensativa y sonrió para si misma.
-En que piensas?-preguntó su esposo.
-En la primera vez que pisé esta ciudad. Había salido al mundo pocos años antes del templo de Elune. Cuando llegué aquí todo me parecía impresionante. Caminaba cabizbaja al cruzarme con los grandes héroes que se preparaban para atacar Naxrramas. Me sentía pequeña e inútil.Sin el resto de sacerdotisas y druidas a mi alrededor en combate,como siempre había luchado, pensé que no sobreviviría mucho tiempo. Aún no dominaba el poder de las sombras y mis esfuerzos anteriores por defenderme con el poder de Elune no habían sido muy fructíferos. Me sentía como una sacerdotisa novata en su primer día en el templo.Estaba muy perdida.
-Y terminaste en corona de hielo.
-Si, por suerte coincidí con Ahzura en esa época. Nos encontramos a los dos días de llegar aquí, en la taberna. Me uni a su grupo,a su hermandad. Un humano sacerdote llamado Dope me ayudó mucho con mi entrenamiento. Recuerdo pasar horas y horas en Ventomenta entrenando en muñecos. Cada mañana Ahzura creaba un portal y a entrenar durante horas. Llegaba extenuada. Caía como un saco en la cama
-Cierto me comentaste hace mucho que llegaste a tener una habitación fija en el reposo del héroe- le dijo su esposo.
-Si tras la caída de Arthas me quedé un tiempo. Mucho tiempo. Cinco años. No estuve durante el cataclismo y no fui a combatir. Ahzura y yo salímos bastante mal paradas de la ciudadela.Fueron años de recuperación física y mental.
-Cinco años…
-Si,lo bueno de ser kaldorei es que tuve diez mil años para ahorrar,y cinco años no son nada. Así que me dediqué a recuperarme y a profundizar en la alquimia. A potenciar mis poderes… entrenar cada día,y a escaparme a Darnassus a ver a mi familia.
Cuando la Legión volvió yo estaba aquí cuando se movió la ciudad. Volví a casa,me uni de nuevo a los kaldorei para luchar contra un enemigo que conocía bien.
-Los demonios feos?-preguntó él pequeño.
-Si Estel,los demonios feos.
-Mami cuántas guerras has luchado?
-Mas de las que me hubiera gustado.Y menos de las que debería.
-Cuando sea mayor y sea un gran “palalin” como papi yo las lucharé por ti,vale?
-Espero qte cuando seas mayor no haya más guerras por las qte luchar.
Cuando doblaron la siguiente esquina Menel vio una pareja que le resultaba familiar.
-Mira amor. Soul y Winter.
Su hijo se soltó de su mano y salió corriendo.
-Tito “suuuul” tita “Winnnnn”!!
El maduro paladín se agachó a recibir a su sobrino con los brazos abiertos.
-Pero mira cuánto has crecido!!
-Habeis estado muuucho tiempo fuera tito.
-Si pequeño,demasiado tiempo
-Le habeis ganado a los malos?
-Claro!!- dijo la caballero de la muerte
-Biennnnn!! - dijo el pequeño.
Menel y Argent llegaron a la altura de ellos.
Se abrazaron. Los dos Argent en un fraternal abrazo. Winter y Menel en uno más escueto debido a la frialdad natural de la piel de la dk. Pero sus sonrisas lo decían todo. Luego intercambiaron abrazos al revés
-Cuñada como siempre te veo estupenda.
-Y yo a ti tan adulador como siempre- dijo socarrona la sacerdotisa.
Caminaron unos pasos,subieron tres escalones y Argent puso la mano sobre la puerta de su hogar,que también estaba protegido por la magia arcana de Purple.
-Lith no está?-preguntó Winter al ver la casa a oscuras.
Menel suspiró.
-Está en Val’sharah en el templo. Supongo que vendrá mañana-contestó Argent.
Entraron y fueron encendiendo las antorchas y algunas lámparas arcanas antes de que la noche cayera de todo.
Menel se dispuso a hacer la cena, pidiendo a sus cuñados dos cosas. La primera que se quedasen unos días. Y la segunda que le contasen durante la cena lo ocurrido en las tierras sombrías.Desde la visita de Earnur y Lya las noticias llegaban sesgadas una vez los héroes de Azeroth y las curias habían entrado en Zereth Mortis.
Winter se puso a su lado a cortar verduras.
-No te va a gustar lo que tenemos que contarte cuñada
-Hay algo peor que el hecho de que Elune vendiera como combustible las almas de los kaldorei a su hermana tras quedarse mirando mientras Teldrassil ardía? Algo peor que quitarle el poder de la guerrera nocturna a Tyrande cuando iba a matar a Sylvanas?
-Pues aunque parezca mentira…lo hay.
Argent se puso tenso. Sabía los ataques de ira y llanto que se sucedían cada vez que Menel recibía un golpe más a sus ya perdidas creencias.
-Quizas no deberíamos contarte nada-dijo Soul al ver palidecer a su hermano.
Mientras ponía las verduras en una cazuela y les agregaba sal para llevarlas al fuego la kaldorei miró a su cuñado.
-Ya no se qué puede ser peor que todo esto…
Winter intentó explicárselo con delicadeza mientras cortaba unos filetes de colmipala.
-Verás…la reina del invierno le regaló una semilla a Tyrande,nacida de la lágrima de Elune. Para potenciar su poder,para hacer renacer un árbol del mundo…las almas de los kaldorei que tú y otros rescatasteis en las fauces y en Torgash se sacrificaron. Se convirtieron en ánima para alimentar la semilla. Podrían haberse quedado en Ardenweald pero decidieron darle un futuro a los kaldorei.
-A qué kaldorei??? A los pocos que quedamos? Que podríamos vivir en una taberna? Para eso me jugaba la vida cada día en las fauces???- contestó estallando de ira.
-Aún quedan muchas almas allí abajo. Ellas podrán descansar en paz.-comebto Soul
-Si todos habéis vuelto…quién irá a sacarlas de ese infierno?- dijo entre la ira y la desesperación.
-Sylvanas- dijo Soul.
-Brisaveloz?-preguntó atónita y aún más cabreada .
-Si Menel,fue juzgada en Oribos. Y fue la propia Tyrande quien le impuso esa penitencia.Podia haberla matado,pero tras recuperar la mitad de su alma,la que la agonía de escarcha le arrebató en el momento de su muerte a manos de Arthas … Sylvanas es otra. Esa mitad no sabía ni aceptaba lo que había hecho el alma en pena. Y creeme deseaba morir a manos de tu suma sacerdotisa,pero según Tyrande,Elune le impidió matarla para cumplir ese cometido.
-El mundo se ha vuelto loco…Tyrande delira…Elune es una diosa díscola. Y yo…ya no tengo ni fuerzas para…
No terminó la frase,se desplomó en el suelo de la cocina

11 «Me gusta»

Argent se precipitó hacia Menel,impidiendo que llegase a desplomarse en el suelo.
Con delicadeza abrazó a su esposa, permitiendo que apoyada sobre su hombro,el llanto fluyese con libertad.
Soul y Winter hicieron amago de acercarse,pero el paladín lanzó una mirada admonitoria,mientras con la cabeza señalaba hacia la sala,donde Estel,ajeno a lo sucedido,jugaba. Sus tios se dirigieron hacia allí, con el fin de mantenerlo distraído, mientras Argent dejaba que su esposa, descargara a través del llanto, toda la ira,la pena,y la frustración que el comportamiento de Tyrande,y la veleidosa Elune,causaban en su sacerdotisa.
Menel,abrazaba fuertemente a Argent,sintiendo que era lo única persona,sólida y real,a la que aferrarse.
Argent,acariciaba su hermosa melena,mientras susurraba con ternura las palabras balsámicas tan conocidas por ambos…
Tranquila amor mio,tranquila…
Seguirá

6 «Me gusta»

Ventormenta, meses después tras la caída de Zovaal.

Tras semanas de festejos, multitud de reuniones en el Castillo y con ello mil miradas recelosas al no muerto a pesar de todo y más comidas de las que el paladín hubiera soñado al fin todo retornó a la normalidad, aunque se vieran obligados a cubrir sus rostros bajo mantos para simplemente poder caminar sin que fueran parados para alabanzas en el caso del vivo y rostros no tan agradecidos para el no muerto.

Allí estaban de nuevo, en aquella céntrica taberna donde antaño relataban los necrófagos cazados en el cada vez más lejano ataque de la Plaga sentados uno delante del otro interpuestos por sus jarras a rebosar de dorada cerveza coronada por una gruesa capa de blanca espuma como las perezosas nubes sobre la ajetreada ciudad y sus humeantes platos con aquel guiso recién sacado de la olla, cuyos pedazos de tocino, a diferencia de la última vez que estuvieron, daban suculenta fe de que el local estaba pasando por mejores momentos, al igual que la sabrosa cerveza venida del norte, la renovada tarima reluciente aunque ya impregnada de una pegajosa capa de cerveza rancia, las cristaleras carentes de grietas o la joven camarera de voluminosos senos que alegraban a la clientela con cada jarra que servía, hasta el ambiente allí había mejorado pues atrás quedaban los duros años de guerra, muerte y miseria que por lustros azotaron el mundo, siendo perceptible allá por donde caminasen por la gran capital.

¿Para que hemos ido a Ventormenta?. ¿Quieres decírmelo de una vez?. Llevo preguntándote lo todo el condenado día. Con cierto aire de enojo el paladín dio otro trago a la fría jarra.

Está bien, ¿Sabes que va a pasar pronto verdad?.

¿Que va a pasar pronto?. Ve al grano de una vez, me hiciste madrugar y cargar con esa pesada mochila, dime de una vez que tramas.

Y pensar que os enseñaban modales en… Está bien, vamos a Lordaeron.

Sabes que esa maldita Menethil ha aplastado toda esperanza de regresar allí. ¿Acaso piensas purgar a los renegados?.

¿Pero que dices?. Por más que quisiera arrancarle la cabeza a la reina usurpadora y su séquito ni soy capaz de acabar con todos ellos ni está el mundo para otro conflicto… vamos a honrarla como hago todos los años, Escarlata fanático.

Ah… con que era eso, por eso cada año ibas a “entrenar al bosque” por estas fechas… ¿Por que me contabas una patraña tan burda como esa?, al fin y al cabo también fue mi hogar.

Es un momento de reflexión, caminar hasta allí me deja tiempo para pensar y recodar en todo lo que ha pasado desde entonces, digamos que es un viaje de contemplación y… este año quiero saber que hacer a partir de ahora.

¿Y era necesario tanto secretismo?. No iba a negarme a algo así, idiota.

Entonces creo que tras comer partiremos, hay un largo camino por delante.

Espera… “largo camino” ¿Vamos a ir a pie… desde aquí?. ¿Acaso quieres decirme que no vamos a tomar el subterráneo a Forjaz?.

No, hago el camino que quienes lograron huir recorrieron para llegar aquí, el camino que hubiera recorrido si hubiera sobrevivido…

Entiendo. Menos mal que se han ido de vacaciones los “Argent”, está bien, comemos y partimos, creo que yo también necesito reflexionar mucho, es la primera vez que me siento realmente… libre.

Gracias, es algo muy importante para mi, hoy tenemos que llegar a Villadorada, al fin han terminado de reconstruir el pueblo.

Cierto, aunque tengo entendido que su taberna tiene renombre… y no por nada bueno precisamente.

Me conozco esa fama… esperemos que nos dejen dormir tranquilos esos depravados, a partir de ahora tendremos que despertar antes del alba, las noches pueden ser peligrosas por las sendas.

Matamos al enemigo de la existencia, ¿Acaso un vulgar bandido tiene la más mínima oportunidad?.

Lección uno Thori, nunca subestimes a tu enemigo, y menos si tiene conocimiento de campo. Lo último que necesitamos es que una turba de bandidos muertos de hambre nos ataquen en la penumbra.

Pero si tu puedes ver bien de noche.

Pero tu no, así que haz caso al anciano.

Está bien señor, ¿Quiere que le pase el bastón?. Reprochó burlesco.

No ese tipo de anciano… ahora calla y come, debemos partir cuanto antes.

Por cierto… ¿El año pasado no fuiste no?.

No, por desgracia, creo que estábamos contra la condenada Alma en Pena por entonces… otra cosa por la que no seré capaz de perdonarla jamás. Le dio un largo trago a la ya medio vacía jarra.

Si no quieres que esté publicando en este hilo solo tienes que decírmelo Menel.

5 «Me gusta»

Calle tras calle, callejuela tras callejuela fueron abriéndose camino entre el ajetreo de media mañana del distrito de Mercaderes que haciendo honor a su nombre estaba a rebosar de sucesivos mercados al aire libre donde sus altivos vendedores gritaban sus productos y ofertas en búsqueda de sus monedas diarias para lograr traer a sus hogares el pan diario bajo su brazo. Productos mundanos se juntaban a otros exóticos venidos de los lugares más rencognitos del mundo conocido los cuales eran objeto de toda mirada y sin embargo disponible solo a los bolsillos más abultados, pero soñar era gratis.

Finalmente pasaron tras el inmenso muro pasando bajo las inmensas estatuas de los cuatro héroes que ofrecía la bienvenida a quienes llegaban a la gran capital, aunque para los comerciantes que con sus carros iban o venían no hacían que levantaran ni un ápice sus miradas, más centradas en lograr vender sus mercancías y tomar un merecido descanso.

¿No es irónico que sigan todos vivos y quienes escribieran sus dedicatorias estén muertos?. Preguntó al aire el paladín quien contemplaba las estatuas.

Si en verdad hay un destino tiene un sentido del humor cuanto menos retorcido.

Ya podían habernos dedicado unas a quienes salvamos del Carcelero unas, o al menos honrarnos de alguna forma.

No me seas así, habría que tirar abajo el distrito de Mercaderes para meter tantas estatuas. ¿Acaso no recuerdas cuantos fuimos?, por no olvidar a quienes defendieron Azeroth de la Legión y todo lo anterior, mira a tu alrededor, que todos existamos debería bastarte.

No digo lo contrario pero… temo que todo sea olvidado.

Se sigue cantando en toda feria y festival las hazañas de quienes acabaron con el Rey Exánime, seguirán cantando sobre como despachamos al “calvo” mucho después de que dejemos este mundo. ¿Por que te preocupas por algo así?.

No se, veo las estatuas y se que su legado perdurará más allá de su muerte. ¿Cual es el legado que dejaré al mundo?. En unos años nadie se acordará de nosotros.

Tu legado es que todo siga existiendo, nadie olvidará lo que hicimos en las Tierras Sombrías y además… aún te queda mucha vida por delante. ¿A que viene esa preocupación ahora?.

No se, tanta paz me ha hecho reflexionar supongo… esperemos que dure.

Podría ser que… bueno tenemos un largo camino por delante, ojalá nuestros “amados líderes” de una vez quieran mantenerla, pero no doy ni un cobre por ello.

Por cierto. ¿Que le pasó a Villadorada?. Nadie sabe por que acabó destruida.

Biroz me lo contó, te lo contaré una vez salgamos de la ciudad, es cuanto menos extraño.

Ese pícaro tiene ojos en todas partes… y un hígado de acero. A ver si perdemos de vista a toda esta gente y puedo quitarme esto, que calor que da, maldita sea.

Shh, no hables alto, como nos descubran no llegamos ni en sueños.

Continuaron por el concurrido puente y tras ello por la calzada cuyo pavimento pétreo tornaba progresivamente en un camino de mera tierra comprimida que para su suerte y gracias al agradable calor de las vísperas del verano estaba seco y sin charcos a la vista, una travesía agradable sin más preocupación que algún animal salvaje desorientado.

Lejos quedaba ya la bulliciosa urbe como atestiguaba el astro rey que comenzaba su descenso diario en el firmamento. Al fin se encontraban solos en la senda, solo interrumpido por algún que otro caminante de vez en cuanto, acompañados solo por los pájaros que con su canto añadían un toque de tranquilidad a la ya de por sí relajante melodía del viento meciendo las hojas del bosque y las hierbas que tapizaban el suelo mirasen por donde mirasen. Hacía casi un año que regresaron triunfantes, y ya parecía una eternidad de aquello.

Llevamos un rato largo sin cruzarnos con nadie. El paladín dejó caer la gruesa capucha atrás. Mucho mejor, empezaba a agobiarme.

El no muerto le replicó, mostrando al mundo sus albinos cabellos, tan blancos como las nieves de Dun Modr.

Huele esto. Tomando una sonada bocanada de aire Thorinam la dejó escapar apaciblemente por la boca. ¿Cuándo fue la última vez que tuvimos esta paz, esta tranquilidad?.

Esta paz… Como me recuerdan a aquellos buenos años en nuestras tierras, antes de que esos “pieles verdes” arrasaran nuestras vidas, era igual que esto, verdes bosques llenos de vida y tranquilidad, gente caminando sin preocupaciones más allá de comer un día más por las sendas, bulliciosas ciudades donde el oro cambiaba de manos sin parar, pueblos llenos de vida con sus humildes gentes conversando sobre la última cosecha… La paz puede ser realmente frágil. Reflexionaba Veldhath tras esas oscuras gafas.

Creo que no debí haber preguntado eso… Siempre hablas con nostalgia y melancolía cuando se trata de Lordaeron. Todos perdimos mucho aquel día pero… ¿Que perdiste tu aparte de tus seres queridos y tu vida?. Han pasado muchos años desde que te conocí, has cambiado mucho y sin embargo sigues lamentando como el primer día cuando se refiere a ese momento de tu pasado… Creo que debes intentar pasar página, no te hace bien alguno seguir angustiado por lo sucedido, solo te hundirá a lo mas hondo del pozo.

Perdimos mucho más de lo que creímos, mi mundo murió cuando la Plaga acabó con todo, no solo fallé a mi reino, si no que una parte de mi murió también con ello. Año tras año recorro el mismo camino a solas, reflexiono, intento encontrar un motivo por el cual existir pero desde que el hijo bastardo cayó no hago más que vagar por el mundo bajo esta condena que es la inmortalidad, buscando un sentido a mi existencia, un motivo por el que luchar, pero no logro dar con ello.

Así que es eso, por desgracia no puedo ponerme en tu situación, sabes que a duras penas era un mocoso cuando todo se fue por el desagüe y por supuesto que no puedo ponerme en tu piel, pero también me siento así en parte. Pensaba que lograr la paz encauzaría mi vida, vida que solo empecé a vivir cuando me sacaste de las garras de aquellos fanáticos, pero siento un gran vacio en mi interior, uno que no logro llenar con nada. No puedo ayudarte, pero deja que te ayude con tu problema, estoy seguro que lograremos encontrar un motivo por el que existir.

Sabias palabras, entonces te dejaré que me ayudes con mi problema, necio de mi buscaba una solución que no partía de mí, si no de mi fiel paladín, y pensar que quise matarte cuando nos encontramos.

Gracias, y ese pensamiento fue recíproco.

Ya, ya… oigo pasos.

Otra vez la capucha… ¿Como pueden vivir así Jaina y compañía?. Volvió a cubrirse el rostro justo antes de que el guardia de metálicos pasos se mostrara tras la curva.

Afueras de Villadorada, al anochecer.

La fresca brisa golpeaban sus caras con el aroma del pasto fresco, las cabezas de ganado en las granjas de las afueras y el aroma de los hogares cocinando humildes pero nutritivos platos aguardando a los hambrientos campesinos que poco a poco retornaban tras una larga jornada con sus seres queridos. Entrar a la calle principal fue retroceder en el tiempo, a una época despreocupada, donde los niños correteaban en la calle gritando y jugando sin más preocupación que no mancharse temiendo una reprimenda de sus progenitoras, las más veteranas sentadas en taburetes o sillas de comedor charlaban sobre los últimos cotilleos, y al somnoliento sereno del pueblo encendiendo con su larga vara uno a uno los corroídos pero fiables faroles cuyos candiles ya empezaban a iluminar en ese anochecer las calles del apacible pueblo.

Bueno, ya hemos llegado, será mejor que busquemos la taberna y nos alojemos, suele ser muy frecuentado.

No se yo si queremos estar allí, las malas lenguas hablan mucho sobre ese… “Establecimiento”.

A la malas podemos quemarlo con todos dentro. Empezó a reír como un descosido el no muerto, que recibió un codazo en el costado. ¡Ahg!.

No bromees con esas cosas, no quiero pasar la noche en un pestilente calabozo.

Que poco sentido del humor tienes…

Avanzando hacia el característico edificio, destacablemente más grande y alto que las demás casas se cruzaron con el grupo de niños que persiguiéndose entre ellos gritaban estirando los últimos instantes antes de ser reclamados por sus madres para cenar, la niña que llevaba la delantera tropezó con una piedra y cayendo de frente logró apoyarse en la tierra, llorando por ello a grito pelado, con lo que sus amigos salieron escopeteados como almas perseguidas por el Tarragrue.

Será posible estos críos… ¿Como pueden dejarla abandonada?. Thorinam se agachó donde estaba la niña, que no dejaba de llorar.

Hazla callar de una vez, me va a trepanar la cabeza. Gruñó Veldhath.

Que arisco eres, ¿Es que no ves que se ha dejado la piel en la tierra?. Ea, déjame ver tus manos.

La niña seguía llorando sin parar, tomando las palmas las inspeccionó.

No es nada, solo te has magullado, Veld pásame la cantimplora.

Toma… Dándole la metálica cantimplora observó la escena, analizándola con su atenta mirada, al fin dejó de llorar cuando acabó de limpiar y curar los raspones en manos y rodillas con un poco de magia sagrada.

Ya está, escocerá pero mañana podrás jugar con tus amiguitos otra vez. Dales un capón de mi parte por dejarte tirada… cobardes.

¡Gra… gracias!. Yo me llamo Selena ¿Y tu?.

¿Yo?. Me llamo Thor… Thobias, un aventurero.

Muchas gracias Thobias. Dijo alegre la niña de castaño cabello.

¿Sabes si hay dormitorios disponibles en la tasca?. Venimos de Ventormenta y necesitamos dormir.

No lo se, mama me dice que no me acerque a ella, que entra gente rara y mala.

Las malas lenguas parecen tener razón… miró al cielo. Vuelve a casa, ya es casi de noche, y no vuelvas a caerte.

¡Es de noche!. Si no vuelvo me castigarán. ¡Adiós!. Salió huyendo temerosa del castigo.

¡Pero he dicho que no corras!… niños. refunfuñó entre dientes. ¿Y tu que miras con esa cara?.

¿Yo?. Nada “papá Thobias”.

Recuerda que soy un paladín, ayudo a los débiles e indefensos, aunque sea cosas tan nimias y mundanas como esta.

Ya ya… lo has hecho muy bien.

No se yo si quiero entrar en ese local pero… ya es tarde para montar la tienda de campaña así que…

Así que a eso te referías en cuanto a dejar un “legado”. Serías un gran padre…. lo siento Thorinam. Se dijo cabizbajo para sí caminando al interior del local.

5 «Me gusta»

Taberna “El Orgullo del León”

El local rebosaba hasta los topes de clientela que trago tras trago hacían caer los barriles de cerveza con gran celeridad, allá por donde mirase reluciente madera brillaba al son de las rugientes llamas de la chimenea y toda vela que con su tenue luz combatían la oscuridad, como temió el paladín no quedaba ni una silla disponible en el local pues toda mesa estaba ocupada por felices clientes que charlando sobre sus viajes no dejaban de comer y beber.

Maldita sea, hemos llegado demasiado tarde. Gruñó Veldhath.

Oye pues parece un lugar limpio y acogedor… y la clientela parece normal. Que exagerados han sido.

Alguien con lengua de víbora que se llevará mal con el dueño. Se encogió de hombros el no muerto que dando un paso al interior se detuvo. Que raro… el suelo está ¿Pegajoso?.

Alguna jarra de cerveza que se habrá caído, anda sigue caminando, tengo hambre. Empujando al oscuro ser el devoto a cada paso que daba dejaba sonar un inquietante sonido cuanto menos extraño, como si estuviera caminando por un velcro que se resistía a liberarlo de su agarre. Ha… ha tenido que ser un barril lleno… si. Miró con una más que forzada sonrisa, en aras de engañarse a sí mismo, al caballero de la muerte.

Yo creo que las malas lenguas tienen más razón que un santo Thori… mira como van vestidos los ejem… “clientes”.

Allá por donde mirase los varones mostraban todo el torso que sus cómicamente apretadas camisas permitían y su aún más acentuados… “atributos” con esos pantalones que parecieran tejidos para los niños que se cruzaron antes. En el caso de las clientas el asunto era bastante peor, pues la mayoría acusaban de “acaloramientos” si se sentían cómodas llevando aquellos sostenes tan ajustados que acentuaban sus bustos como si de sandías en pleno verano fueran al igual que las faldas que a duras penas podían considerarse como tal, las que se dignaban por llevar algo que no fuera directamente catalogable como “lencería”, de la cual Veldhath pensó que quienes las rodeaban notarían el más fresco sabor de Kul’tiras a pesar de estar comiendo guisos y carnes.

Eeeerm… Tu no toques nada, no vaya a ser que pilles alguna enfermedad.

Será lo mejor, hasta yo me infectaría de algo gestado aquí…

Notaban las miradas de los clientes, por más que intentaran ocultarse tras los gruesos mantos sentían como todas las miradas llenas de lujuria se centraban en ellos. Al fin lograron llegar a la barra, donde el veterano tabernero de infinitas ojeras a duras penas levantaba la mirada de su mugriento trapo.

¿Que quieren?. Preguntó arisco levantando con esfuerzo la mirada. No, mi hija no está disponible, ni mi mujer… ni yo… ¡Ni mi señora madre!… ¡NI MUCHO MENOS MI PERRO!. Dejó caer de nuevo la mirada al agujereado y deshilachado trapo.

¿Qué?… No, solo queremos un plato para cenar y un dormitorio para pasar la noche, nada más…

¿Solo eso?… claro, a saber que querrán hacer allí arriba… ya me da igual… estoy tan harto ya…

Solo queremos unas camas para dormir… y ya. ¿Acaso no creerás que vamos a… Enrojeció de solo pensarlo el paladín.

Yo ya me creo todo, he visto tantas cosas… tantas aberraciones… allí tienen una mesa disponible. Con su arrugada mano señaló donde una draenei que a duras penas vestía… prácticamente nada y un vulpera que seguían cenando.

Pero si están cenando.

Espera unos segundos.

Y tal cual profetizó el tabernero la draenei se levantó llevándose a cuestas al vulpera, dejando caer la silla.

No puedo creerlo… ¿Pero como?… Espera, ¿Eso era un vulpera?. Confuso el paladín no entendía nada de lo que acababa de ver.

En aquella pared tienen el menú, en media hora tendrán un dormitorio disponible.

Ya sentados miraban que ofrecía el local, intentando no hacer contacto visual con nadie.

Oye Veld… ¿Crees que es buena idea dormir aquí?. Este lugar me inquieta.

Y a mi, pero es de noche y es la única posada del pueblo… ¿Sabes que vas a pedir?.

Si, no morir infectado por una enfermedad que solo existe aquí… y el “guiso tradicional de Villadorada”.

Pidamos pues.

Una vez que pidieron recibieron sus platos, que a pesar de la clientela olía que alimentaba, haciendo la boca del paladín agua solo de oler aquel embriagador aroma. Tras dejar los platos sin rastro alguno de comida se levantaron, pagaron al afligido tabernero y se dirigieron a las escaleras cuando…

¡Hola!.

No supieron como, pero aquella pareja se les acercó sin siquiera percibirlos.

Pasa de ella.

Creo que no la han escuchado. ¿Es que no nos han visto?. Respondió el varón al lado de Veldhath.

¿Que quieren?. Estamos cansados. Respondió con su espectral voz enojado.

Oh esa voz. ¿Acaso eres…

Maldición, es el peor sitio para destacar. Se maldijo.

Claro cariño, ¿Es que no los ves?. Son nuestros amigos de toda la vida, ya sabes, creo que estas perdiendo la vista.

¿Como no he podido reconocerlos?. Tan fuertes y corpulentos. Veldhath notó el brazo pasar por su cuello y como el señor de mediana edad se le juntaba al costado.

Si es que no se te puede dejar solo, reconocería desde Ventormenta a este dulce y perfecto trasero, forjado por titanes. Thorinam sintió la juguetona mano de la señora en sus nalgas, sintiendo esas largas uñas palpandolo.

Thori… dame un motivo por el que no pueda quemar este tugurio y sus clientes. La gélida voz profetizaba el calamitoso fin del establecimiento.

No caigas en sus tentaciones, mantén la templaza… vamos al dormitorio antes de que purgue el pueblo entero. Respondió el paladín apretando los dientes.

¿Dormitorio?. Tenemos uno, vengan con nosotros, tenemos una cama suuuuper grande reservada, y hace mucho frio, será mejor que nos arrejuntemos todos juntos jijijiji. La arpía apretó la nalga a la que reía cual hiena.

Saca la mano si no quieres que arda hasta tu alma, asquerosa arpía. Retorciendo el brazo logró liberarse del sucio agarre siendo replicado por el no muerto que a paso ligero subieron las escaleras dirigiéndose a su dormitorio al final del pasillo. Puerta tras puerta escuchaban gritos, ruidos de golpes y gemidos de todas y cada una de las puertas las cuales pasaron acelerados.

¡Cierra!.

Llegar a la puerta, cerrar de un portazo y atrancarlo con la única silla que había no sin después congelar el picaporte, hasta no ver hecho un bloque el agarre no respiraron aliviados.

…. una cama…. solo hay una cama. Replicó el no muerto acercándose a esta.

Era la única disponible y… no tengo duda alguna de que todas son iguales. Bueno. ¿Que hacemos?.

Como siempre, me quedaré en guardia mientras duermes.

… ¿Estas de broma no?. Vale que esta gente desee por algún motivo mis “aposentos” pero… no nos van a matar ni nada del estilo, mientras la puerta esté bloqueada estamos seguros… bueno, más bien están seguros, creo que debimos haber quemado este tugurio hasta los cimientos con todos dentro como decías.

Llevo desde que nos conocimos montando guardia, sabes que temo perderte.

Lo se, pero nadie nos atacará aquí, se que hasta a vosotros os viene bien descansar a veces, y llevas años sin hacerlo… creo que deberías dormir, mira la cama, es “suuuuper grande”… me ahorraré la risa de arpía.

Eso es cuanto menos raro…

Ah, que no lo ha sido hasta ahora… anda, ponte cómodo y échate a dormir, ya verás como una cabezada te hace bien.

Hace tanto que no duermo que ni me acuerdo de ello… tengo el instinto de estar alerta de noche desde que fui alzado.

¿Llevas sin dormir desde… hace trece años?.

Si, en la Plaga nos impedían que durmiéramos y perdí la costumbre.

Confía en mi, venga, quítate esa ropa y ponte el pijama.

No tengo.

…. Thorinam se echó la mano a la frente. Está bien, no hace frío así que yo que se, quédate en ropa interior… recuerda me que cuando volvamos a Dalaran te compre un pijama, no pienso dejar que vuelvas a hacer guardias si no es en terreno enemigo. ¿Ha quedado claro?.

Lección dos del guerrero, nunca dejes sin vigilancia…

No, no, no, ni lección del guerrero ni leches. ¿Que va a atacarnos en la condenada Villadorada?. ¿Un Gnoll?. Ve a esa cama ya, quiero dormir y quiero que tu también lo hagas.

Pareces mi instructor… está bien “Comandante”.

Estar en una cama que no fuera una fría camilla fue algo realmente extraño para Veldhath… y nostálgico. Hacía tantos años que olvidó la sensación de dejarse llevar por el sueño, y tanto los gemidos provenientes del resto de dormitorios como el calor del paladín pegado a el no ayudaban a ello precisamente.

¿Tienes que levantarte para algo?. Voy a apagar el farol.

No, en absoluto.

Está bien. La oscuridad invadió el dormitorio con aquel soplido, allí estaba mirando al techo de madera sin simplemente hacer nada.

¿Ves?. No pasa nada, nadie nos va a atacar aquí más allá de algún mosquito aunque… nunca he dormido acompañado en la misma cama.

Podía sentir el calor y los latidos a su lado, una sensación tan nostálgica, tan lejana, pero a la vez tan cercana.

Estás tan… frío, es raro, pero no es desagradable.

Gracias capitán obvio, no sabía que mi piel está helada y… eso ha sonado cuanto menos extraño.

Oye… ¿Has estado alguna vez… ya sabes, en vida, con alguien en una misma cama?.

¿A que vienen esas preguntas?.

Curiosidad.

La curiosidad mató al gato pero… está bien, si, justo antes de la Tercera estuve con una señora llamada “Samanta”.

Así que tuviste familia.

No llegamos a ello, no fue una unión fruto del amor, si no más bien de la hija de unos nobles de baja estrofa que mis padres encontraron para mi y… La odiaba con todo mi alma, era avariciosa, ególatra, caprichosa, plasta, se le iba la cabeza sin parar, un día decía una cosa y al siguiente la otra, una loca te digo.

Así que tus padres no tuvieron buen ojo.

Si lo tuvieron, era su pase a una finca en Villa Darrow bastante suculenta, lástima que la única hija que tenían era una pirada que tenía más ojo para las joyas más opulentas y horteras del reino que para mi. Fue de lo poco bueno que la Plaga hizo por mi… aunque admito que sentí un poco de pena cuando supe que se convirtió en carne triturada de catapulta.

Supongo que ahora estará en algún lugar mejor… o estará atormentando almas en Revendeth.

Shh calla calla, cuando muera si puede ser al extremo contrario de su curia, lo que me faltaba, que me taladre la cabeza toda la eternidad con sus caprichos y sus “Si fueras algo más que Cabo podrías comprarme un anillo de diamantes en Dalaran.” O su “No se que verían mis padres en una familia de mala muerte como la tuya, tenía que haberme casado con Adolfo, su familia tiene contactos en Ciudad Capital”… Una arpía que solo pensaba en ostentar.

Espera… ¿Te casaste?.

Por suerte no, alargué todo lo que pude la boda, no por nada iba a toda maniobra y expedición de campo que surgía. Me llegaron a llamar “ejemplo de patriotismo” y todo, sin saber que todo era para no escucharla.

Menos mal… digo erm… menos mal que esquivaste esa bala.

No te preocupes por eso, de mi no te libras Thori.

Bueno vamos durmiendo que antes de pasado mañana debemos alcanzar el Lago Sempiterno.

Descansa, yo intentaré cerrar los ojos.

Un rato después unos violentos golpes agitaron la pared a su lado, cada vez más y más fuertes, los gemidos no dejaron lugar a dudas.

¡Quieren dejarnos dormir!. Condenados depravados… ahora entiendo por que las sábanas están recién lavadas maldita sea, van a tirar abajo la pared.

Déjales que se diviertan un poco Thori, ahora que hay un poco de paz es momento para tener hijos.

¿¡Hijos?!. Escucha bien. ¿Que clase de hijos pueden tener una gnoma y un humano?.

¿Uno explosivo?. Le divertía imaginar la gnoma explotar en una grotesca fuente de sangre al tener la aberración surgida de esa noche al no muerto. Anda intenta dormir, mañana te juro que dormiremos en un lugar más tranquilo.

Más te vale o acabas convertido en cenizas. He dicho. Acalló malhumorado retorciéndose en la cama.

Podría acostumbrarme a esto. Pensó Veldhath. Pero solos.

5 «Me gusta»

Encantada de que también tus personajes dejen un poco las tierras sombrías atrás y se den un respiro :grin:

4 «Me gusta»

Lo primero que habia hecho al llegar a Lunargenta había sido ir a ver a sus padres. Le había prometido a Earnur un par de días de descanso a solas,pero sabía que si su padre se enteraba que había vuelto a casa sin avisarlos habría tirado la puerta de la casa del paladín a golpes.
El reencuentro fue emotivo. Su madre lloraba,su padre la miraba analizándola mientras le preguntaba por la campaña más allá del velo.
-Padre de verdad que Tyrande le perdonó la vida a Sylvanas…
-Es más compasiva de lo que yo hubiera sido.
-Yo la habría degollado sin miramientos-contestó Lya.
-Me has llamado padre?-preguntó de pronto su progenitor.
-Si…por?
-Has madurado mucho. Ya no pareces esa niña mimada que quiso ser paladína solo por orgullo.
-Bueno,tampoco he madurado tanto. Es verdad que vivir lejos de lujos y comodidades forja el carácter pero verás que pronto me acostumbro otra vez-dijo con sorna.
-Y Earnur? Está …vivo?
-Si claro. Ha ido a su casa,me espera allí. Aunque he de decir que pensé que me mandaría a las fauces de un empujón más de una vez,tiene mucha paciencia.
-O te quiere mucho- contestó su madre.
-Eso también. Como el Lord ve algo en mi que yo no veo.
-Pues yo también lo veo-dijo su padre-ahora si.
-Y que se supone que veis? Es igual,no me lo digas…hombres…-dijo la paladína bufando.
-Veo la nobleza y la entrega de los Estrellarcana. Veo tu bondad,tu fuerza,tú valentía.
-Padre…te voy a regalar un monóculo nuevo-dijo Lya negando con la cabeza-todas esas cualidades se irán en cuanto me quite está armadura,me de un baño y me ponga una toga de seda.
-Si tu lo dices…-contestó el comandante.
-Ya lo verás.
-Estoy orgulloso de ti hija.
-Gracias papá. Pero de verdad que no hice nada glorioso, pasé mucho miedo. Y sólo deseaba volver a casa de una vez.
-Eso es ser un héroe.
-Que va a ser eso ser un héroe? Yo lo llamaría ser una cobarde en todo caso.
-No Lya. Te quedaste combatiendo,ayudando,aún con miedo…a riesgo de morir más de una vez por lo que nos has contado. Incluso cuando aquel monstruo amenazaba con partirte en dos,cuando notabas tu armadura ardiendo seguiste luchando.
-Hombre pues darle la espalda y salir corriendo no era una opción. Aunque creo que lo pensé por un segundo.
-Pero no lo hiciste.
-No,Kroke hubiera barrido a la mitad del grupo que estaba allí luchando. Y no habría sido capaz de cargar con esa culpa o ver la decepción en los ojos de Earnur.
-Ves? Ahí está la nobleza. Y la fuerza,la determinación…
-Ahi estaba tu hija muerta de miedo…y ya.Hice lo que pude.
-Deberias creer más en ti misma.
-De momento en lo único que quiero creer es en que estoy de vuelta y necesito un baño,una toga…oh espera…que se lleva en Lunargenta ahora? Llevo meses fuera!! Seguro que mi armario está pasadisimo de moda!!!
-Si,esa es mi hija-dijo el comandante riendo

5 «Me gusta»

Tanto como darse un respiro… Primer día y ya están deseando quemar hasta los cimientos un pueblo con todos sus habitantes dentro.

En el otro lado del velo ¿Que estarán haciendo en este momento?. Espero que no les hayan dado por quemar cosas.

3 «Me gusta»

Iré a buscarte,fue su última promesa…
Ella le había mirado con condescendencia,sabiendo que dificilmente abandonaría el lugar del desastre.
La vió partir con tristeza,sabiendo que el camino que iba a seguir,le exigiría al máximo. Comunicarse con la naturaleza,y utilizarla como ataque, requería un arduo trabajo. Ella siempre había tenido afinidad con la tormenta,y buscaba la manera de adaptarse a aquel nuevo mundo desconocido.
Habían sido amigos desde la infancia,casi como hermanos. El,cuando aconteció el accidente,decidió ayudar a los suyos,pues los conocimientos de las plantas,se le daban muy bien. Esa era una de las aficciones que compartían, luego estaba el amor por los lobos,y el deseo de comprender la naturaleza y sus elementos…
Volvió al presente,el bullicio de Boralus,y sus olores golpeó sus fosas nasales. Tenía que acabar de explorar las islas, pero en su fuero interno,sabía que estaba siguiendo el camino por ella recorrido…
Continuará

6 «Me gusta»

La casa ardía con la misma fiereza con la que los gritos de terror de la calle golpeaban sus oídos, por mucho que lo intentara no lograba llegar al alfeizar de la rota ventana, por mucho que saltara apenas lograba ver un resquicio de la matanza que fuera se producía y el abrasador calor sobre el no hacía más que hacerle más difícil llegar a ver algo y por algún motivo seguía en su hercúleo esfuerzo.

Al fin logró sujetarse al resquicio pero el punzante dolor le hizo soltarse, cayendo sobre el suelo, quería llorar pero el fuego acercándose cada vez más a el y los incesantes gritos de agonía ahogaron su lloro.

¡Mama!. ¿¡Donde estás!?… tengo miedo. Gritó, pero no obtuvo respuesta. ¿Por que hacen esto?. Ver el barril de agua volcado fue la oportunidad que buscaba, así que haciéndola rodar con esfuerzo logró ponerla bajo la ventana, subiéndose a este para ver algo que le aterraría por siempre.

Son soldados… ¡Mama estamos salvados!…. ¡Mama!.

Gritó a estos, que parecieran haberse percatado en su presencia.

Al fin estamos… Enmudeció.

No era para menos, unos aterrados vecinos corrieron hacia ellos que sin esperar ordenes los degollaron con sus espadas, cayendo en charcos de su propia sangre.

¡Thorinam!. Notó el tirón en su cabello y como se quedaba sin aire para no poder ver nada, solo sentía el calor de su progenitora de acelerados latidos. Shhh. Ni una palabra.

Apenas podía respirar, podía escuchar los metálicos pasos acercándose a ellos.

Como Clomp Clomp.

Thorinam, escúchame bien.

Esas funestas palabras le aterró más que los gritos, que los espadachines marchando a ellos con sus espadas goteando sangre.

Quiero que sobrevivas, por nosotros. Cuando se vayan quiero que huyas lo más lejos posible, ve a los reinos del sur y no vuelvas aquí, haz todo lo que tengas que hacer para sobrevivir. Escuchó sollozos, pero no podía decir nada.

¿Estás seguro de que has visto un niño?.

Si señor, en la ventana… ¿Estás seguro de que debemos… Solo era un niño.

Lord Arthas ordenó purgar la ciudad, sin excepciones.

Que la Luz nos perdone por esto.

Tan cercanas eran las voces que parecían estar sobre ellos, pero no podía ni ver ni hacer nada, solo esperar al amargo final.

Hay una mujer herida, seguro que debe estar protegiendo a su hijo.

Mátala, dejaremos que el niño muera en el incendio, saca la ballesta.

Lo siguiente que escuchó fue el alarido de dolor de su madre y el duro abrazo oprimiéndolo. Poco a poco los acelerados latidos se frenaban poco a poco al igual que el calor de la progenitora se disipaba a pesar del ya intenso calor de la casa hasta que finalmente el último latido cesó, y con ello el abrazo de vida de su madre.

Pasaron las horas y con ello los gritos de agonía y no fue capaz de sentir nada, un gran crujido seguido de un estruendo ensordecedor hizo que el peso de todo sobre su cabeza lo aplastara con tal presión que parecía que sus ojos saldrían de sus órbitas al igual que sus entrañas, gritando al fin de dolor entre sollozos.

¿Escuchas eso?. ¡Hay un niño atrapado en esos escombros!.

¡Rápido!. Esos condenados no muertos nos alcanzan.

Despertó sudando y asfixiado, como si tuviera un gran peso que por mucho del cual quisiera liberarse no podía… uno que roncaba cual oso.

Ve… Veld… ¡Veld!. ¡Despierta… maldita sea!. Este no hacia atisbo alguno de conciencia.

Aire… Ai…re… No me deja otra…

Un cegador golpe de luz golpeó al no muerto que gritando de dolor cual demonio le ensordeció.

¡AAAAAAAAAAAARGH!.

Al fin pudo empujarlo a un lado, respirando desesperadamente.

¡¿Pero estas loco?!. Arde como mil soles maldito lunático.

¡Pero si eras tu quien estabas asfixiándome!. Te habías dormido encima de mi.

Podías haber probado a despertarme como alguien normal…

¿Te crees que no lo intenté?… Anda deja que te trate eso. Miró en la espalda un pequeño enrojecido. No tienes nada… llorica. Por cierto ¿Como puedes roncar estando muerto?.

Es una buena pregunta, recuerdo de vida supongo y… gracias por insistir tanto, no recordaba los beneficios de dormir.

Parece que ya es de día, recojamos y vayámonos, quiero darme un baño en el lago lo antes posible.

Ya en el piso inferior estaban almorzando cuando les llamó la atención que la clientela vestía de forma más ordinaria y conversaban de temas triviales, nada tenía que ver con el dantesco espectáculo de la noche, por lo que una vez que comieron partieron al este.

Horas después.

El astro rey estaba en el culmen de su ciclo diario cuando pasaron la solitaria torre. Más allá de algún comerciante solitario o algún nuevo aventurero que acababa de iniciar sus aventuras el viaje estaba siendo de lo más tranquilo, a veces conversaban, otras se mantenían en silencio contemplando el idílico bosque y en algún momento algún inocente pique sin más motivo que romper la monotonía del viaje.

En un momento dado el paladín se desvió del camino adentrándose en el bosque, que tras abrirse paso entre arboles y arbustos se acercó a los artefactos que le llamó la atención.

Sabía que había visto algo. Dijo para sí triunfante.

¿Se puede saber que mosca te ha picado?.

Esto, es increíble que siga aquí tras tanto tiempo. Señaló los artefactos tan fuera de lugar en aquel apacible bosque. Una tras otra arcaicas catapultas largamente inutilizables se agrupaban expuesta a los elementos en el claro del bosque, aguardando una batalla que hacía tanto que concluyera.

Vaya, así que catapultas orcas… un lúgubre recuerdo de la Primera. Le dio a una de las catapultas un puntapié con desprecio, que hizo caer el corroído cesto.

Y pensar que llegaron hasta aquí los orcos… Ese maldito Portal Oscuro no nos ha traído más que desgracias.

Ya es tarde para ello aunque… creo que no muy lejos hay un memorial de la Primera, creo que deberíamos visitarlo, de todas formas dudo que hoy llegáramos a Crestagrana. ¿Qué te parece Thori?.

Está bien pero ¿Sabes llegar?.

No, preguntaremos a algún guardia.

Parecemos aventureros en su primer viaje, explorando lo desconocido.

Aventureros… siempre me quedé con las ganas de explorar mundo ¿Sabes?. Creo que fue un acierto hacer que vinieras conmigo.

¿Acaso solo seguías el mismo camino siempre?.

Veldhath se encogió de hombros.

No tienes remedio… Se echó la mano a la frente. Cuando lleguemos a un pueblo enviaré una carta a los “Argent”, no tenemos nada que hacer de todas formas así que vamos a ir con calma, y no quiero un no por respuesta.

Tu mandas “sargento Thorinam”. Respondió con sorna.

Estaría bien dejar un ramo de flores o algo en el memorial, aunque dudo que encontremos una floristería cerca… bueno ya nos la apañaremos. Miró al cielo, percatándose de que el astro rey había comenzado ya su debacle. Más vale que partamos ahora, con suerte dormiremos en Vega del Este.

Tu mandas.

Volvieron al camino y continuaron por este hasta que, al fin, encontraron junto al puente que cruzaba el pequeño río, un guardia montado sobre un caballo ataviado con los colores del reino.

Disculpe, ¿Estamos cerca del homenaje a la Primera Guerra?.

El homenaje… Ah, deben referirse al monolito. No, en unas tres horas largas a pie llegan, pero hace mucho que la senda desapareció.

¿Enserio está tan abandonado un monumento así?. Recriminó Thorinam.

Es una zona que suele estar llena de murlocs, por mucho que los matamos vuelven como si nada, son como ratas, no les recomiendo que vayan, no por ahora.

Típico de los murlocs… no creo que sea un problema para nosotros.

Esa espada que llevas es cuanto menos peculiar… un novato no sería capaz de tener algo así, está bien, les diré como ir, pero irán por cuenta propia, nadie les podrá ayudar si se ven en peligro.

No creo que pase nada, ya nos hemos enfrentado a seres más peligrosos sin problema.

Bien, sigan la orilla del río hasta que lleguen al lago, tendrán que mojarse pues está en una isla el monolito, tengan cuidado con esos murlocs, he perdido soldados y aventureros a sus manos, no les subestimen.

Gracias por el aviso, que vaya bien el día.

Igualmente.

Alejándose del camino caminaron junto al arrollo de calmadas aguas intentando contener la risa, al menos el paladín, que una vez adentrado en el bosque se bajó otra vez la capucha.

Después de haber luchado contra los Jurafauces… ¿Unos murlocs son una amenaza?. Me dirás que no subestime al enemigo pero… murlocs, hasta un niño podría matarlos.

Si y no, contra uno vale, pero contra un poblado de miles de ellos quizás tendríamos problemas, mejor evitarlos, no quiero apestar a pescado.

Seguían subiendo por el cauce que ahora descendía pequeñas cascadas y a las cuales algún intrépido pez trataba de superar con todo su esfuerzo saltando entre los peñascos de estas, pero ni rastro de murloc, asaltante o simplemente peligro alguno, era como si o bien la suerte estuviera sonriendoles o bien infundieran un aura que repelían a aquel que quisiera atacarlos. Fuera una u otra alcanzaron a ver al fin, tras un buen rato de caminata, el gran monolito de piedra en el horizonte.

Bueno, hemos llegado; al final ni murlocs ni nada, lástima, quería probar a que saben a la parrilla. Thorinam se agachó de hombros ante la decepción de no probar tal degustación gastronómica.

¿Enserio quieres probar “eso”?… A saber que comerán.

Yo creo que sabe a una mezcla de pollo, pescado de río y quizás marisco.

Alto parao marinero, tenemos que cruzar el lago. Llegaron a la orilla en la cual no se movía el agua ni un ápice, como si de un espejo fuera reflejaba las nubes sobre sus cabezas, solo roto por algún pez que se agitaba.

¿De verdad TU crees que cruzar el lago es un problema?… Le miró con sus ojos entrecerrados.

Lo digo por que tienes la maldita costumbre de caerte al agua cuando la congelo… no podemos permitirnos que tu mochila acabe en el fondo del lago.

Erm… El hielo y yo no nos llevamos precisamente bien.

Sigh… Está bien, yo camino y tu sujeto a mi caminas poco a poco. ¿Has entendido?. Paso tras paso, sin distraerte con nada, venga no perdamos el tiempo, que empieza a atardecer.

Más te vale.

Que sepas que lo hago por los suministros. ¿Acaso no querías bañarte en el Lago Sempiterno?.

No me compares… estás tardando.

Bien. Alzando su hojarruna consumió una de las runas que de inmediato cubrió de una gruesa bruma gélida los pies del no muerto que dando varios pasos comprobó que en efecto podía seguir sobre el agua. Hecho, sujétate a mi torso y pisa donde yo pise.

¿No sería más fácil si me imbuyeras de esa bruma?.

Si quieres perder los pies por hipotermia allá tu, pero no pienso cargar con la mochila y contigo el resto del viaje.

“Gracias comandante”. Reprochó dándole un empujón al aburrido Veldhath.

¿A que esperas?. Tenemos que estar mañana bien temprano en la linde con Crestagrana o estaremos esperando horas en el control.

Eso iba a comentarte, este es un buen sitio para acampar, mira que isla más calmada, la tenemos para nosotros solos, no quiero volver a pasar una noche más en un lugar como aquel bacanal.

Lo del “Orgullo del León” es algo que solo pasa allí y aunque la zona me guste tenemos que estar en el control a primera hora de la mañana si o si.

¿Trajiste las cañas de pesca verdad?.

Si, las de viaje, las buenas no entraban en la mochila.

Tengo un plan, como vamos a dejar el bosque muy pronto ¿Por que no pasamos el día con calma pescando algo y cocinándolo para cenar?. ¿Recuerdas la última vez que hicimos un plan así?.

Umm… no mucho, seguro que antes de ir a las Tierras Sombrías… de hecho diría antes de ayudar en Pandaria contra el Imperio Negro… si que hace años si.

Pues mañana pasaremos el día aquí y a media tarde partiremos a Vega del Este para estar bien temprano en el control pasado mañana.

Dijiste que no había prisa… y parece que el único plan que tenemos es ir avanzando a nuestro ritmo. Se acicalaba los pelos de su albina barba pensativo. Está bien “cabo”, acampemos junto al monolito, ya que estamos podemos acicalar un poco la zona.

¿No era “sargento”?… Pero perfecto, llegamos y nos instalamos aunque antes… tenemos que cruzar…

Manos a mi torso y paso lento soldado.

Está bien “comandante”, más vale que no acabe en el lago si no quieres acabar fulminado.

Cumpliendo las ordenes del autoimpuesto “comandante” rodeó con firmeza al no muerto y comenzaron a avanzar por la resbaladiza senda.

A mi ritmo, no me tires atrás.

A duras penas era capaz de seguir su ritmo, a diferencia del no muerto que caminaba con pies de plomo como si fuera tierra el estrecho paso el paladín no dejaba de resbalarse como en efecto era, un paso de hielo.

¡Para!. Cayó de rodillas.

¿Estás bien?. Llevamos más de la mitad… y ya está anocheciendo.

Ahora que veo hielo… ¿Que habrá sido de ese “Hojagélida”?.

¿A que viene esa pregunta ahora?. Y parece que igual que la última vez, ni Drethz ni la Espada del Ébano ha notificado nada así que seguirá allí y ahora arriba, no quiero montar la tienda solo por que no veas nada de noche. Tiró del brazo del paladín con suma facilidad ayudándole a ponerse en pie. Adelante y por favor, no vuelvas a caerte.

Como si quisiera caerme. Venga vamos, empieza a refrescar.

Poco a poco, a la que el Sol comenzó a ocultarse tras las montañas, avanzaron por el manso lago hasta que al fin el caballero de la muerte tocó tierra, seguido del paladín que para su alivio casi besó la tierra firme.

Así que este es el monolito… no pensaba que habría más que una pequeña roca tallada.

El inmenso monolito central se iluminaba con los cálidos rayos del atardecer, acompañado del anillo de rocas cubiertas de vegetación y líquenes que hacían de la circular isla una corona.

Este lugar es… sobrecogedor. Comentó el asombrado paladín sin dejar de perder detalle alguno.

El monolito será más reciente, pero el resto tiene pinta de ser realmente antiguo… seguramente se remonte a los albores de la humanidad, es decir, los primeros humanos que llegaron a estas tierras.

Así que esto es parte de nuestra historia, y pensar que está abandonado y amenazado por murlocs… es increíble que la corona de Ventormenta permita algo así.

Es normal que haya pasado algo así. Por desgracia las artes, cultura e historia son las primeras víctimas de toda guerra. Y ahora ayúdame a montar la tienda, nos quedan minutos antes de la penumbra.

Claro.

Tras asentarse, cenar y dejar un fuego encendido ya en la noche cerrada decidieron descansar tras un largo día. Puesto que hacía una noche en la que ni una brizna de aire movía ni una hoja del denso bosque decidieron dormir al aire libre, pues sobre ellos la cúpula estelar se mostraba sin que una nube la interrumpiera.

Que noche tan espectacular, mira que de estrellas. Asombrado el paladín intentaba abarcar con su vista el espectáculo.

Que recuerdos de mi infancia, cuando íbamos al bosque a acampar y dormíamos intentando contar cuantas estrellas habían.

Que envidia me das, mi familia tenía que trabajar todos los días del año y no podíamos permitirnos dejar la ciudad más allá de algún encargo o traer suministros.

Ojalá hubiera podido vivir siendo un ciudadano normal Thori, la vida en la nobleza era de lo peor, prácticamente deciden tu vida cuando naces.

¿No eras de la baja nobleza?. No tenían más que una casa bien que recuerde.

Aún así, quería que me casara con esa arpía para obtener tierras y así ascender en la jerarquía… al final ni todo el oro de Strattholme les bastó para salvar sus pellejos.

¿El destino es sádico eh?. Al final ricos y pobre murieron por igual…

Pues si… mira allí, junto a esa estrella tan brillante. Señaló el destacable resplandor rojo.

Anda, nunca he visto tan bien el “Panteón”. Ojalá hubiera estado allí contra la Legión.

Sabes que por aquel entonces hubiéramos sido más un estorbo que otra cosa.

Aún así me pregunto que pasaría si desapareciera del firmamento ese resplandor… Por lo que tengo entendido Illidan profetizó que tendríamos problemas.

Uno de tantos, me parece casi un milagro que llevemos casi un año de paz y tranquilidad… y sinceramente, quisiera que durase por siempre.

Yo también, añoro batirme en el campo de batalla pero… ojalá las nuevas generaciones no tengan que pasar por el dolor y la perdida por la que nosotros pasamos.

Ojalá sea así, luchemos por que no vuelva a repetirse algo así, hasta entonces seguiremos en guardia.

Siguieron contemplando los infinitos faroles de la cúpula estelar hasta que al fin sucumbieron al sueño bajo la sinfonía de los grillos.

6 «Me gusta»

Los primeros rayos del Sol atravesaron los huecos entre las ancestrales piedras, desvelándolo. Con ello se levantó con un gran bostezo, viendo que el no muerto seguía durmiendo se adentró en la pequeña isla aún somnoliento.

Como quiera recuperar los años perdidos no llego con vida al norte… Miró el monolito y sus inscripciones talladas en la roca. Quien iba a decirme que habría un memorial aquí… Con sus manos palpó la fría roca aún empapada en el rocío diario. “Este monumento está dedicado en honor a todos los que cayeron en la defensa de Ventormenta. Nuestro pueblo se ha visto sometido a grandes penurias para mantener su libertad y el control de su destino. Aquí honramos los sacrificios que nuestros ciudadanos soportaron durante la Primera Guerra que asoló nuestro mundo.” Y pensar que esto solo fue el inicio de tantas penurias… Negó cabizbajo con la cabeza. Ojalá no tengamos que pasar por algo así jamás. Viendo las cercanas flores recordó la conversación del día anterior, luego regresó al improvisado campamento donde el no muerto se desperezaba, sentándose junto a la ya apagada fogata.

Veo que ya has vuelto, por esa cara que me traes asumo que has leído el homenaje.

Así es, solo se de las dos primeras por lo que he leído y escuchado, pero este lugar… nuestro pueblo ha sufrido lo indecible.

No te haces una idea, era joven en las dos primeras, pero nos dejó marca.

No lo vi, pero dicen que los canales de tiñeron de rojo al igual que los cielos. Y pensar que este bosque ardió por completo… Míralo ahora, no queda rastro de ello. En unas generaciones no seremos más que unas leyendas de un turbulento pasado, me pregunto si cuando nazca Azeroth al fin acabarán las guerras.

Esperemos… pero no confío en ello.

Ni yo… bueno vamos a dejar un racimo de flores, aunque hayan pasado tantos años siguen mereciendo un homenaje.

Ya lo hice, no es gran cosa pero hice lo que pude con lo que encontré.

Entonces recojamos, mañana debemos estar en el control.

¿No piensas leerlo?.

Ya lo hice anoche al desvelarme. ¿Acaso no viste la parte de abajo despejada de malas hierbas?.

Umm… Recordó que la base del monolito estaba despejada. Así que fuiste tu.

Así es, debería ser un lugar de peregrinaje para todos quienes viven en este reino… en fin, vayamos río abajo, tengo ganas de pescar algo… cuando atravesemos el lago.

Para un momento, no he almorzado.

Tengo un bocadillo en mi mochila, te lo daré cuando pisemos tierra firme.

Más te vale que sea así o acabas en el fondo del lago.

Oh no, el temible paladín de recta virtud va a acabar con el impío no muerto buhuu. Con sarna terminó de empacar la tienda en la ya de por sí abultada mochila a base de empujarla todo lo que podía.

Suspiró. Me parece increíble lo desordenado que eres con lo intransigente que eres en cuanto a armas y armaduras…

¿Eh?. Una buena armadura puede suponer como bien debes saber la diferencia entre acabar con un molesto moratón o perder la cabeza.

¿Tengo que recordarte como querías dejar la casa?… No me hagas recordártelo.

Estaba bien, exagerado.

“Bien”… ¿¡Tener la ropa interior tirada por la sala de estar era “Bien”?!… Aparte de que no dormirás más en el sofá pienso hacer que tengas un mínimo de orden, no me hagas probar el dicho de “lo que a sangre entra” por que créeme, se convencer a no muertos.

Se nos hace tarde, más vale que nos vayamos ya, quiero llegar cuanto antes a Khaz’Modan.

Ya hablaremos en casa cuando volvamos… estás tardando.

Al igual que su llegada la partida fue igual de lenta y tediosa, con momentos en los que Veldhath temió ver el equipaje… y su portador en el fondo del lago. A pesar de algún susto menor lograron alcanzar tierra firme por el otro margen del riachuelo, el cual comenzaron a seguir conforme el astro rey seguía su marcha a la cúspide.

Un rato después caminaban por la orilla, con el Sol ya en todo lo alto sobre sus cabezas, en silencio escuchando como las tranquilas aguas recorrían su calmado camino hacia el sur.

Dame el dichoso bocadillo de una vez, estoy hambriento.

Se me olvidó. Palpando a ciegas por la mochila sacó el ansiado bocadillo envuelto en unas hojas de periódico viejos. Cógelo. _Lo arrojó a lo alto, que por poco se le escapó al paladín.

Donde las dan las toman… por cierto, no veo ningún pez.

Eso estaba viendo, solo hay pequeños, no merecen la pena ni pararnos.

Ya… cancelamos la mañana de pesca… lástima.

Más bien la aplazamos, seguro que en el lago Sempiterno hay peces más dignos, compraremos en… pásame el mapa por favor.

¡Cógelo!.

Sintió el pergamino golpear su nuca. Mira que eres idiota. Suspiró agachándose para tomar el mapa que desplegó. Villa del Lago… no se calentaron la cabeza con el nombre no… bueno, está junto al lago, tendrán cebo de calidad.

Swewuro que twendrwan unwa powsada…

¿Y tu me diste la murga con el orden?. No hables mientras comas, no he entendido nada.

Tragó el pedazo que tomó. Decía que tendrán una posada, siempre es agradable dormir en una cama.

Siempre igual… querría verte en la segunda o tercera durmiendo al raso con los trol o los no muertos afechando… y si, parece que es un pueblo grandecillo pero no te acostumbres, hasta Forjatiniebla no hay ningún asentamiento… y para colmo las camas de los hierro negro son un tanto “pequeñas” para gente de nuestro tamaño.

Hombre no se que quieres, son enanos, tienen camas para su tamaño.

A lo que venía a decirte es a que una vez dejado Crestagrana olvídate de dormir con “lujos”, y ya ni te digo una vez dejemos Stomgarde, ya hasta Lordaeron no hay lugar donde seamos bienvenidos.

Ahora que lo pienso, la sede de la Mano de Plata está en Tierras de la Plaga, se que queda apartado pero podríamos…

Ni lo sueñes, a la que ponga un pie en territorio Argenta estaré en búsqueda y captura, de hecho el tramo que va por la sección occidental la tendremos que superar como si fuéramos fugitivos, odian a los… “míos” con todo su alma y… lo entiendo, lo que quiso hacer el Señor de la Muerte es imperdonable… intentar alzar a Lord Tirion de entre los muertos fue una herejía.

Olvidaba ese “asunto”. Entonces mejor que vayamos directos aunque… los caminos suelen estar resguardados por Argenta y Mano de Plata. ¿Como lo hacías para no ser visto?.

El bosque, no suelen adentrarse en estos si no van acompañados de druidas del Círculo Cenarion.

Esa es una herida que tardarán años en cicatrizar… si es que no se queda abierta por siempre. Le dio otro bocado al bocadillo.

Horas después.

Tras un largo rato caminando por la senda el astro rey comenzó a sumergirse entre las montañas cuando llegaron al cruce de caminos… bueno, más que camino era una senda abierta por las rodaduras de los carros que venían del norte, señalizado en el poste como “Vega del este”, lo cual reflejaba que en efecto, y por como las montañas se cerraban en el horizonte salvando un paso entre ellas, de que habían llegado al final del gran bosque de Elwynn, pero preguntando a un guardia que al poco pasó por su lado supieron que el paso ya había cerrado, por lo que decidieron desviarse por la senda llegando al final de esta cuando la noche comenzó a caer sobre ellos.

Pues menos mal que no pudimos pescar, si no perdemos un día… ¿Era necesario charlotear con el guardia a caballo de ayer?, el inmortal soy yo, no tu.

A ver si logro que vigilen el monolito… y de paso que construyan un puente.

Sea como sea hemos llegado… pero no parece ser más que un puesto maderero.

Eso parece, hay unas viviendas… un aserradero y poco más, será mejor que acampemos en los alrededores.

Pues si, otra noche bajo las mil estrellas.

Eso parece, más nos vale madrugar mañana.

Más nos vale, y prepárate por que nos tocará identificarnos por lo que sabes que estaremos un rato largo… empiezo a añorar cuando eramos unos total desconocidos.

Y que lo digas.

6 «Me gusta»

Estaba acabando su particular caza de brujas,cuando recibió un extraño aviso,citándole en Ventormenta.
Cálculo que en un día más habría acabado su cometido en Drustvar,y podía acudir a la cita.
El mensaje había sido escueto,y hacía mención a los líderes…
Intrigado,y pensando que tal vez,ella hubiese acudido a la cita,tomó su decisión…
Continuará

5 «Me gusta»

Una nueva mañana daba comienzo en la larga fila de viajeros que avanzaba por el empedrado camino en el estrecho paso entre las rojizas montañas, a la distancia una solitaria torre de piedra vigilante en lo alto de la senda aguardaba a todo viajero que quisiera pasar por el estrecho que, a pesar de estar en el corazón del reino, era signo de protección y autoridad para todo aquel que viajara entre las dos regiones de Ventormenta para su alivio y tedio.

Poco a poco la fila de comerciantes acompañados por sus carros y bestias de carga fue avanzando entre bostezos, charlas entre ellos y algún intercambio entre medias y por supuesto muchas quejas e insultos al, igual que el homónimo lago al cual se dirigían, la sempiterna incompetencia de la administración del reino y no era para menos, al mirar tras ellos una larga ristra de viajeros como ellos aguardaban hasta desaparecer tras la curva.

¡Por la Luz!. Llevamos horas esperando. ¿A que demonios están jugando?. Para cobrar bien que son puntuales pero para los demás es que ni los tortolianos. El devoto pateó una piedra de la calzada impacientado que golpeando el tronco del árbol arrancó una escama de la corteza.

Ponte en mi piel, esto es el pan de cada día para mi, y cada día peor con más y más papeleo inútil para sacarnos el poco dinero que ganamos. Condenados burócratas. Aquejó el comerciante junto a ellos prácticamente calvo salvo los pocos pelos canos que formaban una media coronilla con su burro cargado de sacos cerrados.

Siento como me hago viejo por momentos. Al fin un par de metros caminando hasta que otra vez, detenidos. ¿Pero que están haciendo?.

Como les pilles con un día torcido olvídate, se desahogan contigo y encima olvídate de decirles nada si no quieres una sanción, esto con Varian no pasaba.

Si son así en Ventormenta no quiero imaginar como serán los orcos…

Y aunque no obtuvieran respuesta a tal pregunta si que lograron poco a poco avanzar a la torre hasta que al fin les llegó su turno tras largas horas esperando, pues el Sol ya rozaba su cúspide diaria.

¿Viaje o negocios?. Preguntó áspero el soldado de simple armadura y tabardo azul con el emblema del león dorado que les bloqueaba el paso.

Viaje, nos dirigimos al norte. Respondió sin caer en detalles el paladín.

Veo que van bien pertrechados. ¿A donde se dirigen?.

Mal asunto… decir Lordaeron es muy sospechoso. Pensó sin reflejar duda. Lago Modan.

¿Al lago Modan?. ¿Acaso has vivido bajo una piedra todos estos años?. El Lago Modan es un charco desde que ese lagarto furibundo arrasó el mundo, allí no hay más que mosquitos y murlocs… por cierto ¿Le pasa algo a tu amigo?. No ha dicho ni media palabra.

¡¿Eh!?. Miró alertado al no muerto. No… simplemente ha pillado un resfriado grande por dormir al raso y no puede decir ni media palabra.

Así que resfriado… Necesito hablar más con ustedes, por favor, seguirme. Alfonso, que no pase nadie hasta que no lo diga.

¡EH!. ¿¡Y que pasa con nosotros?!. ¡Llevamos horas esperando!. ¡Déjanos pasar de una maldita vez!.

Nervioso accedió a entrar a la torre, dejando de escuchar al molesto comerciante atrás.

Si llevan armas dejarlas sobre la mesa y siéntese. Señaló la humilde pero robusta mesa de caoba en la cual una pluma, un montón de papeles apilados en una esquina y un mapa de las montañas Crestagrana aguardaban junto a un par de sillas que no parecieran especialmente cómodas tras esta.

¿Sucede algo agente?.

No, solo quiero aclarar unos asuntos que me escaman, si no tienen nada que ocultar en un rato estarán de vuelta en la senda en un rato… pero dejen esas armas que asoman por sus piernas por favor.

Una vez que dejaron las armas se sentaron en las incómodas sillas que parecieran más bien unos tablones rectos de madera hechos para incomodar a los detenidos.

¿¿¿Una hojarruna???. ¿Acaso su amigo es un… un… Se trabó la lengua incrédulo.

Veld, no nos queda otra, aclaremos esto y no perdamos el tiempo.

Está bien. Suspiró. ¿Que quiere saber?. La enojada voz espectral emergió al retirarse la capucha que ocultaba su rostro, mostrando cual luceros sus ojos al asustado líder de la torre.

¿Qué hace uno de los tuyos junto a un mortal yendo a las Montañas Crestagrana tan cargados?. ¿Acaso no deberías estar en los yelmos baldíos de Rasganorte luchando contra la Plaga?.

Ya estamos con los estereotipos… Uno no puede ni hacer una travesía tranquila sin tener que luchar contra la Plaga… A ver como se lo digo para que se lo crea… Se echó la mano al mentón.

¿Y por que el va contigo?. ¿Acaso no se juntan solo con los suyos?…. ¿Es algún tipo de brujería vil?.

Va conmigo por voluntad propia… ¿Acaso no me recuerdan de haber pasado por esta misma torre hace dos años y acabar igual?.

Llevo solo un año aquí y… ¿A donde van?.

A Lordaeron.

¿Sabes que está en manos de la Horda verdad?… No te van a dejar pasar con suerte, a las malas… no me fio de esos renegados, a saber que atrocidades harán a los incautos que caen en sus manos… da igual, yo solo estoy para informar de lo que sucede en este reino, una vez salgan de Ventormenta ya no me incumbe lo que les pase… nombres.

Veldhath.

Thorinam. Respondió el paladín sin detenerse en detalles.

Umm, esos nombres me suenan de algo…. me son familiares pero no sabría decir de que. ¿Apellidos?.

No tenemos, no desde que el norte cayó.

Señor, ya se de que me suenan, estuvieron en el grupo que… acabó con ese “Carcelero”… si es que no son impostores.

Hay mucho que se hace pasar por héroes, hasta que no me demuestren que son ellos no saldrán de aquí.

Siempre igual… Abre el bolsillo pequeño de mi mochila y saca la carta que hay dentro de un libro.

Como no sean quienes dicen ser me aseguraré de que acaben en las Mazmorras de Ventormenta. Sacando con poco cuidado los enseres del bolsillo dejó caer el añejo libro del cual un ornamentado sobre cayó el cual no dudó en leer, por momentos el agente palidecía y sudaba cada vez más.

Atentamente, Tu… Tural… Turalyon… ¿Quieren café, agua, comida?. Deben venir de Ventormenta y estarán agotados si… Su sudor brillaba con la luz que entraba del exterior al igual que su mirada estaba perdida, intentando no mirarlos.

Quiero que nos dejen continuar y que no se comente nuestra presencia, nada más.

Cla… claro… es lo mí… mínimo que podemos hacer por quienes acabaron co… con el Carcelero… Esta to…todo en orden, buen viaje. Notaban en aquellos a su alrededor los nervios por su mera presencia, aunque se resignaron en recoger sus armas, cubrir sus rostros y salir de allí.

Conforme caminaban el empedrado camino iba tornando a una senda de tierra que transcurría por el apacible valle. Montañas Crestagrana era un nombre más que adecuado para el valle que rodeaba el lago Sempiterno pues los rojizos montes que los rodeaban parecieran tornar con los cálidos colores del atardecer que estos reflejaran. Atrás quedó el denso bosque de perpetuo verdor e infinita foresta pues, al igual que sus rojizas montañas, como si del otoño perpetuo fuera, las rojizas hojas de los ya no tan densos arboles de blanca corteza se mezclaban con las flores amarillas y arbustos del resguardado valle, donde se podía respirar la paz y tranquilidad de la suave brisa dejándose caer de las redondeadas montañas.

La tarde hacía tiempo que había caído, y con ello una agradable brisa fresca y allí estaban, caminando con calma por la solitaria senda. Mi paciencia se acabará un día y no acabará nada bien. ¿Y de verdad querías que el resto de nuestras existencias sean así Thori?.

Encogiéndose de hombros miró de vuelta al no muerto. No era lo que yo pensaba cuando hablaba de reconocimiento, supongo que habrá mucho aprovechado usando nuestro nombre… ¿Pero que cable se le ha cruzado a ese hombre?.

Miedo a perder su empleo… o su cabeza, no sería difícil eso último… de hecho hubiera sido fácil… muy fácil.

Deja de hablar así o acabas en el fondo del lago, no pienso seguir a un cadáver descerebrado.

Eras Escarlata, no tienes derecho a llamarme descerebrado.

El Monasterio era un lugar de conocimiento… ¿Acaso no viste la biblioteca?.

Eso era un insulto a todo templo del saber, debimos haber quemado hasta los cimientos aquel lugar.

Como sea… ¿Sabes si el pueblo ese está cerca?. Pronto empezará a atardecer.

Buena pregunta, si llegábamos justos de normal con esto no, a no ser que…. Miró al norte.

¿A no ser que…?. Preguntó extrañado y hasta un poco temeroso.

El lago está en el margen opuesto del lago y pronto lo veremos, o eso recuerdo del mapa… si tomamos la “vía rápida” puede que lleguemos.

¿Como que vía rápida?. Se que hay un gran puente.

¿Puente?. Ah no, la “vía rápida” es crear nuestro propio puente.

¿De que hablas?. ¿Que es eso de…. ¡NO!. ¡Ni se te ocurra!.

Tantos años y aún no me entiendes de inmediato… cuanto te queda por aprender de mi aún, mi estimado paladín.

¡Nada de cruzar con hielo el lago!. ¿Acaso quieres que se mueran de un infarto?.

Pues toca acampar, no queda otra, con suerte en la orilla cerca del puente.

Si, eso, acampada… prefiero mil veces ese plan.

Como el señorito quiera…

A mi no me hables así y si, dormiremos en la orilla.

Horas después

Los últimos rayos de Sol caían tiñendo las montañas de un vivo rojo cálido cuando llegaron al cruce de caminos que más allá de un poste desvencijado con sus destinos no tenía nada más, ver “Villa del Lago les hizo saber que iban por buen camino pero por algún motivo no avanzaban, llevaban un rato agachados mirando la destrozada mochila con sus enseres arrojados por el suelo.

No se yo, puede llevar días aquí, o simplemente habrá sido algún animal salvaje que lo habrá robado. Comentaba dubitativo Thorinam.

¿Que animal salvaje deja comida aún fresca y no deja rastro de monedas?. Creo recordar que esta es zona de gnolls. Levantándose con un pedazo de mochila Veldhath miró por la otra senda.

¿Y que propones que hagamos?. No queda mucho tiempo de luz, y no sabemos nada del dueño de la mochila.

Vayamos a comprobarlo.

¿De verdad quieres que nos metamos por un camino infecto de gnolls a oscuras?. ¿Acaso no dijiste que no subestimáramos a nuestro enemigo en su terreno?.

Así es, pero si no quieres que sobre tu conciencia pese la vida de un inocente querrás venir… ¿O me equivoco?.

No, pero recuerda que no tengo tu facilidad para ver a oscuras,

Entonces detrás de mi, serás mis oídos.

Vayamos pues, de verdad, hay veces que parece que seas tu el paladín.

En su momento lo fui, en marcha.

Desviándose de su camino caminaron por la otra senda cuando las primeras estrellas dejaron verse en el cielo.

6 «Me gusta»

No tardaron mucho en encontrar su primera pista, o más bien la esperada respuesta que el no muerto aguardaba. A sus pies el cadáver de un gnoll cubierto por hormigas y moscardones presentaba un tajo que dejaba expuestas las tripas de este, con su consecuente hedor.

Así que nuestro “amigo” sabe defenderse… aunque parece un novato, por lo que veo se le atascó y rasgó hasta arriba.

Vale “detective”,sigamos Urg voy a vomitar. El paladín luchó por mantener su comida dentro de el.

Así es el ciclo de la vida, como dirían los druidas, así acabarán nuestros cuerpos una vez nos vayamos al otro lado del Velo.

Déjate de filosofía y sigamos, el hedor me va a matar.

Que poco aguante tienes… sigamos, no debemos estar lejos.

Continuaron ojos avizor por la senda en búsqueda de cualquier pista, y no tardaron en encontrarla, pues un par de gnolls yacían, al igual que el primero de ellos, siendo pasto de insectos y con irregulares tajos en sus torsos.

Definitivamente es obra del mismo, tajos acabados en destrozos… un novato sin lugar a dudas. Veldhath se levantó señalando el rastro de sangre dejado tras los cadáveres. no debe estar lejos.

¿Crees que sigue con vida?. Los gnolls no son precisamente temidos por su fuerza, pero si ha ido solo y es novato…

Depende de si ha entrado en algún poblado, no suelen ser inteligentes, pero si ha sido lo suficientemente necio para ir solo contra un grupo… ya habrá visitado al Enjuiciador.

No perdamos el tiempo entonces.

Tampoco estará lejos, el pan del bocadillo aún estaba tierno.

¿No es curioso?.

¿El qué?. Miró extrañado al paladín.

Hace un año estábamos luchando contra los Jurafauces y el Carcelero por salvar la existencia, y ahora estamos en una misión para salvar a un novato en Crestagrana, la vida da mucho vuelcos.

Eso significa que las cosas van bien, que todo lo que amenace a quienes no puedan defenderse sea unos vulgares gnolls y no la Legión, la Plaga o los Jurafauces.

Tienes razón, pero no se, me siento… vacío, como si me faltara un reto.

Se como te sientes, la emoción de estar en el frente no hay nada que lo iguale, es difícil de explicar… quizás es para lo que vivimos quienes no hemos conocido la paz.

Añoro las “noches de arenas” de Maldraxxus. Suspiró melancólico el paladín. ¿Crees que acabaremos allí?.

Ni idea, ya lo decidirá el Enjuiciador llegado el momento.

Eso no quita el vacío, supongo que la Horda no tardará en liarla otra vez.

Te lo digo y repito, no pienso luchar por facciones y sus redecillas, solo nos han traído desgracia sus encuentros, necios mortales.

Aunque nos llamasen traidores me alegra saber que no fuimos partícipes de aquel sinsentido, desde que nos añubló todo fue una espiral decadente de intereses y podredumbre.

No me recuerdes lo cerca que teníamos nuestra patria y como esa maldita Alma en Pena nos la arrebató… y lo que casi pierdo.

¿Te refieres a…? No me hagas sonrojar, idiota.

¿A que si no?. Después de perder toda esperanza de recuperar lo que fue nuestro eres el único motivo que me ata a este mundo, si no hace mucho que me hubiera quitado de en medio.

Yo… por favor, no hables así de ti, yo moriré algún día, pero tu verás más amaneceres… no me hagas sentir mal por el último de mis días.

No quiero imaginarlo, llegado ese día me iré de Azeroth por todo lo alto, quizás ajuste cuentas con la usurpadora.

En cuanto a eso… ¡Espera!. Shh. Creo que escucho algo. Acercándose a paso lento al cercano árbol el paladín se cubrió tras este y fisgoneó, lo cual el no muerto replicó.

A los pies del árbol un pequeño desnivel y allí, entre primitivas antorchas estaba atado de pies y manos a un árbol un joven humano con numerosos moratones y la cara hinchada, a sus pies unos gnolls golpeaban con ramas al desafortunado cautivo y junto a estos numerosos camaradas yacían muertos ensangrentados y llenos de cortes.

Lo encontramos… susurró Thorinam. ¿Algún plan?.

Los matamos sin más.

Vale.

Dejándose caer del terraplén no dieron lugar a que reaccionaran los guardias, cuando pudieron saber que pasaba fueron atravesados por espada y hojarrunas que sesgaron sus vidas con celeridad.

¡¿Han venido a salvarme?!. ¡Ayuda!. Gritó agobiado el joven.

¿¡Quieres callar!?. Cubrió con su fría mano la boca del cautivo. Thori las ataduras.

Va.

Mientras el paladín rompía cada uno de las cuerdas que lo inmovilizaba el no muerto mantenía la boca cubierta observando en la penumbra.

Ahí está. Ni una palabra hasta que te digamos o estas muerto. ¿Ha quedado claro?.

Mmff Respondió moviendo la cabeza como pudo.

Bien. Salió corriendo hacia la oscuridad, volviendo de esta con una espada impregnada en sangre en su mano. ¿Está listo?.

Si. Respondió Thorinam con el joven apoyado en su hombro.

Entonces vamonos, hablaremos en el cruce.

Las lunas ya habían hecho acto de presencia cuando llegaron de vuelta a la destrozada mochila, solo entonces el no muerto permitió hablar al joven.

Estamos fuera de peligro, habla antes de que me arrepienta.

Gra…gracias por salvarme… iban a matarme… era mi fin.

Cura sus heridas Thori. Miró con sus espectrales ojos al novato. ¿Como te llamas y de donde vienes?.

So…soy Villa del la… no, soy Alex y soy de Villa del Lago.

Bien Alex tengo una pregunta para ti… y no te lo tomes a mal. ¿¡Por que demonios fuiste solo contra una horda de gnolls?!. Más que enojado parecía que iba a arrancarle la cabeza.

Veld te estas pasando. Dijo mientras curaba uno de los moratones.

No Thori, déjamelo a mi. Volvió al joven. ¿¡Acaso querías matarte?!.

Al borde del llanto. Yo… yo quería demostrarle que estaba preparado…

¿Demostrarle a quien?.

A la guardia… quiero demostrarles que estoy listo para forjarme como guerrero.

¿Cuantos años tienes “soldado”?.

Casi quince.

Suspiró. Eres aún un crio que no sabe nada del mundo, anda ve y vuelve a casa antes de que te caiga una bronca.

No puedo, empecé mi viaje, pero un gnoll me tendió una trampa y fui a vengarme… pero me atraparon.

Tienes suerte de que la mochila estuviera aquí, si no serías uno de tantos aventureros muertos que se quedan por el camino… aún estás muy verde para algo así.

¿Y darles la razón?. Antes muerto que…

Agarró con fuerza la hinchada muñeca y tiró hacia su rostro al novato. Mírame a los ojos y repíteme eso a la cara, con suerte lograrás llegar al otro lado ahora mismo.

Aterrado intentaba mirarle, pero tenía la mirada perdida. ¿Que… que eres?… ¿¿Que le pasan a tus ojos??.

Hablas con un guerrero que sucumbió hace lustros. No hables de la muerte como si fuera algo insignificante. Lo dejó caer sobre sus posaderas. Termina de curarlo Thori. En cuanto a ti Alex tu pueblo natal está en nuestro camino, elige, vas por tu cuenta a donde quieras o nos acompañas hasta allí.

Yo… pensaba que estaba listo… que me comería el mundo… y eso pensé cuando mate a todos esos gnolls pero… cuando me rodearon lloré… supliqué por mi vida, y solo rieron… creo que esto no esta hecho para mi.

Tienes potencial… pero te falta mucho por aprender, supiste donde atacar para que fueran mortales las heridas, pero te faltó mucha destreza con la espada… y eso es algo que se aprende con práctica. Si de verdad quieres ser un guerrero aprende de la guardia de tu pueblo, pero no derroches tu vida así, vuelve y aunque tengas que tragarte tu orgullo aprende de ellos, créeme, hay peligros allá fuera mucho peores que unos simples gnolls.

Hazle caso, aunque haya sido duro lo hace para que aprendas, por desgracia sabe mucho del campo de batalla.

Yo… está bien, volveré.

Pero hoy ya es tarde, vamos a acampar en la orilla esta noche, el puede pasarla en guardia… y dale gracias a que siguió el camino.

Temblando se acercó al no muerto. Yo… no se como darte las gracias…

Me basta con que lo hayas entendido, no tires tu vida a la basura con algo así, madura, entrena y entonces sal al mundo, pero no acabes siendo pasto de unos miserables gnolls… y dejemos de hablar, en marcha. Envainando sus hojarrunas empezó a caminar dejándolos un poco atrás.

Deja de darle vueltas a la cabeza y vamos, quiero dormir de una maldita vez. Thorinam alejándose del joven miraba de reojo a que este se levantara mientras se ponía a la altura del no muerto, al fin el novato reaccionó corriendo como sus maltrechas piernas les permitieron.

Un rato después.

Las lunas brillaban en toda su gloria reflejándose estas en el agua como si de un perfecto espejo fuera y junto a la orilla los últimos vestigios del fuego luchaban por sobrevivir en vano entre las cenizas de lo que fueran leños no hacía mucho. En la tienda el paladín dormía a pierna suelta, no así el aprendiz de guerrero que sin dejar de mirar a las lunas parecía sumergido en sus pensamientos.

¿Que haces despierto?. Deberías estar durmiendo, estoy yo vigilando.

¿Eh?… no, no es eso.

¿Entonces?. ¿Es por lo de antes?.

No… es que no se que hacer cuando vuelva… no me gusta la vida en el pueblo.

Veldhath se sentó con cuidado junto al joven. No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, deberías disfrutar esa vida, nunca se sabe los vuelcos que puede dar la vida.

No me veo toda la vida allí, no es que la odie pero… quiero explorar el mundo, combatir contra grandes peligros… una vida de aventuras es lo que quiero.

Así que es eso… como te dije el mundo fuera de estas montañas es duro y no dudará en acabar sin piedad contigo como no te sonría la fortuna pero también hay tesoros, experiencias y… personas por las que merece la pena jugarse el pellejo, pero aún no te ha llegado el momento, como consejo personal… no te apresures y espera al momento adecuado.

El día que empuñé la espada y defendí el pueblo me sentí mejor que nunca, ahí supe que no quería ser leñador como mi padre.

¿Aquel día?. Cuéntame más.

Cuando la Plaga nos atacó, matar a esos asquerosos no muertos fue lo mejor que me ha pasado y escuchar las cosas que nos contaron los Argenta cuando nos ayudaron sobre sus hazañas… quiero ir de aventuras, ayudar a quienes no pueden y que hablen de mis hazañas… Unas lágrimas cayeron por sus mejillas. pero no pude matar ni a unos miseros gnolls.

Un poco de respeto a este “asqueroso no muerto”. Suspiró. No vas mal encaminado, tienes potencial como te dije, pero no es tan fácil como coger un arma y salir al mundo, la vida de un aventurero suele ser más bien dura y no lo digo para desanimarte, pero necesitas un golpe de realidad. Por cada héroe afamado del cual se habla han habido decenas que o lo han dejado o han muerto por el camino. Un aventurero no suele ganar más que para subsistir y muchas veces tu mayor enemigo suele ser… otros aventureros.

Pero vosotros han llegado a ser reconocidos por lo que hicieron en el “otro lado”.

Y por eso puedo hablarte desde la experiencia, antes de ello no es que nos fuera mal, pero tampoco nos iba de fábula y créeme, muchas veces quienes son considerados héroes pueden ser mucho peores que los monstruos a los que te enfrentas. Te haré una pregunta y quiero que me respondas con sinceridad. ¿De verdad quieres llevar la vida de un aventurero?. Antes de responder hazte a ti mismo la pregunta, debes dejar, como diría un buen viejo amigo, que tu alma responda por ti.

Lo que realmente quiero…

Si, la vida de un soldado también es dura, pero es más reconocida y respetada en general, visto que quieres dedicar tu vida a las armas plantéate unirte al ejercito o a una orden si ves la Luz, son opciones más que buenas, pero eso debe salir de ti, apenas te conozco y dudo que volvamos a vernos, pero… verte me recuerda a ti.

Yo… lo que sentí aquellos días fue inmediato, como si descubriera lo que realmente quería ser, luchar contra el mal, ver lo que hay más allá de las montañas… no quiero vivir toda mi vida aquí encerrado, quiero luchar más allá del valle.

Ese brillo en tus ojos… antes de nada. ¿Sientes algún tipo de devoción por la Luz?, ¿Una fe por la que no te importaría sacrificar tu vida?.

Nunca he sido de seguir la Luz… me quedo durmiendo en las misas y no se, se me hace extraño la Luz y tal.

Vale, ya he escuchado bastante, quiero que ahora me respondas a la pregunta que te hice antes.

Quiero salir del valle y luchar.

No me digas nada más, lo siento, pero la vida de aventurero no es lo tuyo. Cerró tajante.

Pero… lo que sentí aquel día… la emoción al matar esos sucios gnolls… no puedo quedarme aquí siempre, odio talar.

Tienes alma de guerrero, de eso no me cabe duda. ¿Sabías que hay cuerpos del ejercito que siempre están viajando de un frente a otro?… Creo que es lo tuyo.

Pero me dijeron que ya no habrá guerra… que solo están en Ventormenta, que van a delegar todo a las milicias locales.

Por favor, si lo extraño es que estemos en paz y no, solo unos pocos tienen la “fortuna” de estar destinados a Ventormenta, el reino es grande y aún más la Alianza, hacen falta soldados por todas partes tras la Cuarta… Que van a dejar solo milicias locales… ridículo. ¿Quien te contó esa sarta de mentiras?.

Mi padre… los de la milicia y al Argenta que pregunté.

Te han mentido vilmente, hazte un favor y alístate cuando tengas la edad, asumo que tienes asumido que puedes morir en cualquier momento.

Mentiría si te digo que no tengo miedo a morir, pero… ver como se sacrificaron por defender el pueblo me hizo olvidarlo, solo me dejaron estar detrás defendiendo a los niños.

Todos tenemos miedo a morir, pero el arriesgar la vida sin resentimiento por un bien mayor es lo que diferencia a un guerrero de alguien que solo se ve obligado a ello, acuéstate ya, te quiero fresco al alba.

¿Por que tanto interés por mi?. Nos conocemos de hace horas.

….

¿Acaso buscas una recompensa?. No tenemos mucho dinero.

Como te dije al verte me traes un vago recuerdo de mi a tu edad… y duerme de una maldita vez, no tendré piedad mañana contigo.

6 «Me gusta»

Había atravesado el velo. La sensación no fue muy desagradable. Nada más aterrizar,tuvo que combatir,nada nuevo.
Al final había llegado a Oribos,no entendía muy bien todo aquel jaleo. A través de las indagaciones, obtuvo un nombre, Zereth Mortis. No obstante,tenía por costumbre,conocer todo el nuevo mundo en el que se encontraba. Si sus cálculos no fallaban,ella estaría alli…
Caminando hacia el maestro de vuelo,preguntó…
Bastión me han dicho,¿se puede volar hasta alli?..
Una sensación de vacio le envolvió, mientras atravesaba el éter,camino de su nuevo destino…
Continuará

5 «Me gusta»

Los primeros rayos del Sol a duras penas lograban atravesar la densa capa de nubes que cubrían todo el cielo y pese al desagradable viento y el frío más propio del ya lejano invierno allí estaban entrenando como tutor y discípulo bajo la mirada del aún somnoliento paladín, que sin poder hacer más que mirar mientras daba sorbos a su humeante taza de café se resignaba pensando en el rato que estaría curando al novicio.

La gruesa rama golpeó con tal fuerza el costado del joven que cayó al suelo, siendo pisado por un enojado Veldhath. ¡NO!. ¡Has muerto!. ¡Has dejado tu costado abierto otra vez!.

¡ARG!. ¡No puedo… respirar!… Se retorcía afligido en el suelo, cubriéndose con la consagrada espada la cual voló de una patada.

En el campo de batalla no tendrán piedad por ti.

Oye Veld, te estas pasando un poco, y no patees mi espada como si fuera un balón.

Tu sigue con tu café Thori, debe saber las consecuencias de sus fallos.

Me… muero… este dolor… Acurrucado agonizaba, arrancando briznas de hierba para olvidar su dolor.

Eso no es nada, ahora eres un prisionero, te torturarán y luego ejecutarán; y lo peor, el pueblo ha sido tomado y con ello sus habitantes masacrados. Como ves tus fallos afectan a los demás, tenlo en cuenta cuando luches. Le tendió la mano.

¿Sabes que nos traerá problemas si le ven así en el pueblo verdad “maestro”? Terminó de sorber lo que quedaba del elixir del madrugador. Pero tienes razón, ten eso en cuenta siempre Alex, si llega el desafortunado momento en el que debas entregar tu vida que al menos sea digno, los fallos se pagan caros allí fuera.

Llorando, no sabían si de dolor o humillación, se levantó apoyándose en la rama que como espada fue usada contra el a modo de bastón.

Ahora estate quieto y no te muevas, te va a doler algo así que soporta el dolor, es otra lección que todo guerrero debe saber, en la retaguardia las cosas no son color de rosas precisamente, luego come rápido que queremos cruzar al otro lado del lago antes de que empiece a haber gente.

Eres muy compasivo con el Thori, así nunca se forjará.

¿Te tengo que recordar como deseabas morir cuando te curé ese tajo que casi te parte en dos?.

No me compares una de mis lecciones con sucumbir a un maestro guerrero de Maldraxxus…

¿Acaso tus lecciones eran así?… ¿Eras sargento o verdugo?.

Gracias a mis entrenamientos era de los regimientos con menor mortalidad del ejercito… claro que también era de los que más bajas por heridas tenía fuera de combate. Se encogió de hombros. No era mi culpa de que fueran de papel.

Le falta conocimientos teóricos también, debe saber por que un tajo en el costado es letal, no solo por que les destroces las costillas.

¿Sabes que no vamos a llevárnoslo como si fuéramos sus niñeras verdad?.

Claro que no, pero hay que motivarlo a que continúe el camino que quiere seguir, le enseñaré en la otra orilla algo de anatomía.

Está en la edad del pavo y empiezan a interesarse por esas cosas pero… ¿No crees que es demasiado joven para… además, me debes la misma lealtad que la que tengo por ti.

¿Pero de que demonios hablas?. Eres un viejo verde. Me refería evidentemente a enseñarle un poco sobre la disposición de los órganos internos, musculatura y zonas débiles a proteger… Alex no le hagas caso las tonterías que suelta esa boca muerta…. Oh cierto, sigues agonizando, perdona ya te curo.

No es como si pudiera el pobre joven estar interesado en la absurda conversación que tenían, pues estaba apretando con sus dientes una pequeña rama para ahogar un poco aunque fuera el profundo dolor que su cuerpo sufría.

Quizás me he pasado un poco.

Un rato después

Tras un almuerzo reparador volvieron a la senda, ahora acompañados del joven aspirante a guerrero que caminaba tropezándose a veces hasta que al fin llegaron al inmenso puente de blanca roca que tanto destacaba entre el ocre valle. Como si de un pedazo de Ventormenta fuese el orgulloso puente se alzaba sobre las someras aguas, en aquel día picada, del prístino e inmenso lago, casi perdiendose en el horizonte en el cual el lejano contorno de una torre podían alcanzar a ver, en cuyos bordes altos estandartes ondeaban con los colores del reino fieros movidos por el desagradable viento que los azotaba.

Es increíble, nunca pensé que habría un puente así en este lugar. Entusiasmado Thorinam trataba de vislumbrar el otro extremo de este. Tuvieron que tardar años en construirlo.

Y más aún en reconstruirlo, el viejo Oslow se lo tomó con calma…

Avancemos, se está poniendo mal día.

Conforme atravesaban el puente el viento se hizo más incomodo, echando atrás constantemente sus capuchas y en efecto cubriéndose el cielo de nubes ahora negras, nada más llegar al otro extremo comenzó a caer las primeras gotas de lluvia.

Será posible… Villa del Lago esta cerca, seguro que tienen una posada.

No Thori, un guerrero marcha al campo de batalla llueve o truene, vamos a continuar nuestro plan original.

Pero señor, tiene pinta de que vaya a caer una buena tormenta. Parecía asustado el novato.

Avanzamos a nuestro objetivo, lleguemos a la orilla y montemos el campamento, acostúmbrate, pues tendrás que moverte bajo estas inclemencias y cosas peores.

Entiendo.

Al fin llegaron a la deseada orilla y a pesar de ser, por lo que vio en su reloj, poco después de media tarde parecía que era de noche, de fondo escucharon algunos truenos a la distancia y para más inri, la lluvia empezó a acentuarse, pero aún así montaron rápidamente el campamento.

Ven conmigo Alex, voy a explicarte lo mejor que pueda las posturas que debes tomar en el ataque y en defensa, son básicas, pero sin ellas estas muerto y como te dijo Veld hace un rato, no solo tu.

Está bien, pero esas nubes… va a caer una gran tormenta, no se si las tiendas aguantarán.

Imagina que estás en territorio enemigo y va a caer una tromba, no puedes perder la compostura por la tormenta, pues tu enemigo que conoce el terreno lo aprovechará para acabar con vosotros… y ahora voy a pescar.

¿¡Que vas a pescar con la que se nos viene encima?!. ¿¡Pero tu estás loco?!. El paladín parecía querer arrancarle la cabeza por tal idea.

Quería pescar y entre unas cosas y otras no he podido… y no voy a ponerme a pescar en una charca de lava en las tierras de los Hierro Negro, además… ¿No querías bañarte en el lago Thori?.

Se te ha podrido el cerebro, lo tengo claro. ¿¡Pero tu crees que con un tiempo de mier… voy a bañarme?.

El agua agua es, como no quieras bañarte en un lago congelado de Dun Modr no se cuando lo harás.

Mira voy a explicarle al muchacho las nociones antes de que me parta un rayo, vete a pescar o lo que quieras, pero más te vale regresar aquí cuando acabemos.

Si “madre”, estaré de vuelta antes de que los lobos me coman. Alejándose de campamento, caña en mano, se acercó a la picada orilla, sentándose en el caído leño y preparando el cebo, un gusano que vio entre la gravilla que inocente de el acabó convertido en el cebo que con un tirón de la caña se alejó.

No es lo que esperaba pero un rato de pesca es. Se dejó llevar por el violento movimiento del cebo en la cada vez más picada agua. Este lago me recuerda tanto a mi infancia… suspiró. Me pregunto que fue de aquel caballero errante que me salvo el pellejo, fue hace tanto que… seguramente estará muerto.

5 «Me gusta»

Lago Darrowmere, un año antes de la apertura del Portal Oscuro.

El día no hizo más que comenzar y ya prometía ser largo y apacible. La agradable brisa matutina mecía sus cabellos a la que a sus pulmones llegaban el aroma de las hojas de los pinos humedecidas por el rocío, allá por donde mirase un mar de pinos ensombrecía los primeros haces de luz que la mañana ofrecía.

Para una vez que salimos de la ciudad y quieren encerrarse en otras murallas, no los entiendo. Refunfuñó, caña de pesca apoyada en el hombro, cuando al fin llegó a la orilla del inmenso lago.

¡Woah!. Es más grande de lo que pensaba, casi ni veo la isla. Entrecerró los ojos y solo así logró ver la silueta de la isla donde la pequeña ciudad se asentaba. Aquí me quedo yo, pescaré algo tan grande que tenga que arrastrarlo. Se dejó caer sobre una redondeada roca al lado del agua y preparó su caña para tal labor, urgando en el suelo. Aunque… me va a caer una bronca cuando vuelva… ¡bah!. Cuando vea lo que pescaré seguro que se les olvida. Ya con el desafortunado gusano en el anzuelo lanzó el cordel lo más lejos que pudo, chapoteando el agua. Con suerte pesco algo antes de que se levanten.

Las horas pasaron y para su desgracia las capturas no fueron lo que imaginó, más allá de unos pocos peces del tamaño de su palma no parecía que la diosa fortuna estuviera de su mano.

¡¿Pero es que no pica nada?!. Con esto no tengo ni para empezar, maldita sea… ya verás, bronca por irme solo y encima por traer esta miseria… Pateó frustrado una piedra. Es culpa del cebo, si no le gustan los gusanos entonces… Miró los pequeños peces luchando por respirar. No tengo nada que perder.

Tras el mediodía el Sol comenzó su lento pero inexorable descenso en el horizonte cuando el joven lanzó otra vez la caña.

Ahora si, ya verás lo felices que serán al traerles la cena, seguro que me darán algún regalo y todo. Orgulloso de su hazaña miraba sus capturas, peces tan largos como su brazo y tan pesados que no sabía como se lo llevaría de vuelta. ¿Como los cocinará?. ¿A la brasa?, ¿A la plancha?… ¿Con aceite y hierbas?… Se le hacía la boca aguas solo de imaginarlo. Y hablando de comer… El estómago le rugió deseoso de ser alimentado. Hora de comer. Miró los peces buscando el que mejor pinta tuviera. …el pedernal lo tiene padre, en fin, bocadillo se ha dicho.

La tarde cayó sobre el lago y allí seguía, ya aburrido de pescar apoyado en el tronco del árbol junto al lago mirando como las gaviotas se lanzaban en picado sin parar para echarse un bocado al buche.

Esto es mil veces mejor que estar encerrado con charlas aburridas… con suerte me libro de esa cría de Samanta. ¿Cuantas veces les he dicho que no quiero nada con ella?, es una bastarda caprichosa e insoportable, la odio, odio todo de ella… solo quieren que me case con ella Lanzó un canto plano al lago, revotando esta varias veces hasta que se hundió. Solo tres, no consigo que revote seis veces como la otra vez…. Bostezó. Empieza a hacer fresco, mejor volver… Recogió todo lo que trajo y como pudo metió en el saco toda la pesca, la cual con esfuerzo se echó al hombro.

Vivas tonalidades rosadas, moradas y naranjas se entremezclaban en las solitarias nubes que sobre las lisas aguas del lago, cual espejo, quedaban reflejadas y allí estaba el joven caminando entre la orilla y la arbolera, cada vez más oscura y siniestra, intentando volver con sus padres.

Tengo frío. Se frotó las manos cada vez más heladas. No recuerdo haber tardado tanto… Miró el tronco caído y partido por la mitad. Este tronco… no puede ser, he dado una vuelta entera… ¿Acaso me he… perdido?. Miró nervioso cualquier rastro de un camino, una senda, un algo que lo llevara fuera del bosque, pero el único atisbo de civilización que pudo ver eran las luces de los faroles de la lejana isla reflejadas en el agua. Íbamos a Caer Darrow… Podría ir yo… no, está demasiado lejos… ¿¡Que hago?!. Sentándose sobre el leño dejó caer su mochila rebuscando entre sus suministros. No… no…. ¡No!. No tengo nada con que iluminarme y si me quedo aquí seguro que… acabaré siendo comido por un oso o…

Escuchó unos cercanos aullidos a la que empezaron a emerger las lunas.

… un lobo. Palideciendo corrió entre los arboles como pollo sin cabeza, árbol tras árbol esquivaba como podía, roca tras roca saltaba hasta que, fatigado y sin aliento, se dejó apoyar en un grueso árbol sudando como nunca.

¿Don…donde estoy?… Más allá del viento meciendo las hojas de los arboles no lograba escuchar nada.

El lago… seguro que algún… pescador me… rescata si… Mirando a su espalda intentó encontrarlo pero… no había atisbo alguno, más bien estaba sumergido en las profundidades del denso bosque, donde ni siquiera era capaz de ver el cielo tras la marea de hojas sobre el. ¡Ya se!. Me orientaré usando las estrellas, creo que vine desde el norte o algo así. Miró sobre si. No puedo ver ninguna con tanto árbol, si al menos pudiera treparlos… ¿eh?. Escuchó algo fuera de lugar, como una rama partiéndose bajo el peso de algo. No puede ser no, los lobos otra vez no. Se encogió en sus piernas, sujetándose aterrado la cabeza con sus brazos.

Jajajaja. La distante y casi inapreciable carcajada le hizo levantarse tembloroso y mirar con mucha cautela tras el tronco, a lo lejos cual luciérnaga podía ver una tenue luz, tan inapreciable como la carcajada, pero suficiente para el.

¿Humanos?…. ¿Acaso han venido a buscarme?. Esperanzado volvió a correr entre arboles hacia la tenue luz, que poco a poco se acentuaba, como si del final del túnel fuera.

¿Lo has escuchado?.

No estoy sordo, idiota.

Dormir bajo un techo, cenar algo caliente, la esperanza de volver a la civilización era superior al raciocinio así que se abalanzó a esa luz.

¿Un niño?. ¿Pero que pinta un mocoso aquí?.

Eso da igual, haz algo antes de que nos incrimine.

¿Eh?. ¡Gracias!. ¿Os han enviado a buscarme mis padres?. Preguntó esperanzado.

¿Tus padres?…

Eso da igual, tenemos que deshacernos de el.

¿Como que “deshacernos”?. Supo que algo iba mal con aquellos desaliñados caminantes, lo que le puso en alerta.

Eres idiota. Míralo, tiene buena constitución. Notó el férreo agarre en su hombro. Seguro que esos hierro negro nos daría una fortuna por un esclavo que les trabaje en sus minas.

Tienes razón… y mira su mano, tiene un anillo de plata. El compañero de oscuro parche en ojo le arrancó su sortija plateada de un tirón, tal que creyó que le arrancó el dedo. Oye niño. ¿Tus padres son familia de bien no?… Creo que pedir un rescate por el puede darnos más oro, venga, vamos al refugio. Así si, el dinero viene a nosotros.

Por mucho que intentara escabullirse no era suficiente para la gran fuerza de aquellos forajidos que no tardaron en llevarle a una maltrecha cabaña de cazador, que más bien parecía que fuera a venirse con la más mínima brisa abajo.

Jojojo, bien niño, más te vale que colabores si quieres volver de una pieza a casa… y que tus padres tengan dinero claro.

No es que el interior de la cabaña fuera mejor, una mesa, una silla carcomidas y un hogar corroído cubiertos de mugre y polvo y nada más salvo un par de igualmente mugrientas mantas deshilachadas en el suelo.

¡Quiero irme!. ¡Dejarme salir!.

¿Y quedarnos sin el oro?. Ah no chico, más te vale que te estés calladito y dejes a los mayores hablar si no quieres acabar como comida para peces… y tu inepto, sal fuera y haz guardia, gánate tu parte holgazán.

Más te vale que hable o te hago desaparecer, y sabes que lo haré. Salió de la cabaña maldiciendo al “camarada”, dando un sonoro portazo tras de sí.

Te juro que un día le clavo un hacha en esa chepa…

Atado a la silla de pies y manos, la puerta atrancada con una silla y para colmo resguardada por el chepudo en medio del bosque, por primera vez sintió el terror de la incertidumbre.

No hay nadie en todo el bosque así que más vale que hables, mocoso. ¿De donde vienes?.

Ci….ciu…ci… No podía decir nada, la boca le temblaba cuan flan en un terremoto.

“ci ci ci”. ¿Acaso eres tartamudo?. De repente la mejilla le escoció como mil demonios. ¡¿De donde eres?!.

Ciu…ciudad Ca…capital…

¿Pero que tenemos aquí?. Un sibarita de la capital eh. Eso explica esas ropas tan bonitas y caras… jojojo, hemos dado con un premio gordo oh si.

Miraba todo recoveco de la cabaña en búsqueda de algo, lo que fuera, mínimo que le permitiera huir pero… nada.

¿Y por que estas aquí?. Ciudad Capital queda lejos.

Fuim…fuimos a visitar a unos nob… Enmudeció. a unos amigos si.

Así que unos amigos… El mismo escozor de mil demonios en la otra mejilla. ¿Te crees que soy idiota?. ¿A que han venido aquí?.

A pescar…

Con que pescar… claaaro, el pescado del lago es delicioso y… ¡¿Te crees que me puedes tomar el pelo criajo?!. Ahora sentía que flotaba… lo que el dolor en su cabeza le permitía, era como si fuera a arrancarle el pelo de cuajo.

¡AAAGGHHHH!.

¡Habla de una maldita vez!. ¿¡A donde iban y para que?!.

¡Caer Darrow!. ¡Visitar unos nobles!. Cayó al vacío de golpe, golpeando el suelo y por poco no volcó.

Así que unos nobles, bien, esto no deja de mejorar… ¿Que ha sido eso?. Salió de la cabaña el harapiento apurado.

¿Que fue eso?.

¿El que?.

¿¡Es que estás borracho?!. Algo tras ese árbol idiota.

¿¡A quien llamas idiota?!. ¿¡Acaso quieres que te arranque esa pestilente lengua?!.

¡Inténtalo!. La última vez te arranqué el dedo de un bocado.

Podía escuchar amortiguado tras la madera la discusión, sollozando por la desesperación y maldiciéndose por verse en esa situación.

¡Ve allí y husmea!.

Va a ir tu madre.

¡¿Quieres que me cargue al crio?!.

¡Ni se te ocurra!. Es nuestro billete para salir de este estercolero.

¡Pues ya estas mirando!. Y si es un mirón ocúpate de defenestrarlo, no quiero testigos.

Aquello le heló la sangre, como si estuviera muerto, así como los cada vez más cercanos pasos.

No se que era eso, pero más vale que no sea más que un lobo… a ver si con suerte se comen a ese inútil… bueno es hora de que sueltes prenda, por que no me importa que seas un mocoso, haré lo que sea por hacerme con tu rescate… y ya me las apañaré para que mi viejo amigo sufra un “accidente”. Le miró con desprecio. ¿Como te llamas?, ¿Cuantos años tienes?.

Vel…. Veldhath… tengo on… once años…

Once años… a las malas puedo venderlo a… Bien, más vale que te comportes, vales tu peso en oro, reza para que tu familia tenga oro.

Pero no tenemos más que… Se mordió la lengua.

¿Más que?… no me digas que son pobres.

¡Eh!. ¡Claro que no somos pobres!. Pero… no nos sobra el dinero…

¿Cuando podría pedir por ti?… Quiero irme bien lejos de este asqueroso continente… quizás en esa “Kalimdor”… necesitaré esclavos y recursos si… espero que tengan unas cien libras de oro si quieren verte otra vez.

¡Cien libras!. Tembló al imaginar tal cantidad de oro. Es… es imposible… ni aunque vendieran todo conseguirían eso… es demasiado.

Mala suerte entonces, conozco a clientes que estarán interesados en ti… aunque desearás estar muerto, son demasiado depravados y perversos incluso para un rufián como yo… pero mientras me den el oro me da igual que hagan contigo.

La pisada de un arbusto seco se dejó escuchar en el silencio de la cabaña.

¿Ya ha vuelto?… En que maldito momento le salvé el pellejo a ese chepudo… No hagas nada raro o me aseguraré de que acabes siendo un esclavo… y ni se te ocurra morderte la lengua. Le metió forzando en la boca un harapiento y pestilente trapo en la boca, saliendo de la cabaña maldiciendo a su compañero.

No puede estar pasando esto. ¿Por que no les hice caso?… ¿Que van a hacerme?. Cada vez que indagaba más en sus pensamientos temblaba más y más, aterrorizado al saber que estaba solo y allí estaba por su propia culpa.

¡AAAAH!. El grito de terror y los pasos erráticos le devolvió a la realidad. No puede ser… no… Atrancó la puerta con la silla como pudo. Muerto… ¡Está muerto!. Rebuscó el detestable ser entre las mantas, sacando una maltrecha hacha con más mellas que filo y peligrosamente oxidada. Pero no pienso dejarle que me arruine el retiro. Se colocó junto al quicio de la puerta, hacha lista para asestar su letal golpe. Ni se te ocurra moverte o te vienes conmigo al Otro lado.

Angustiosos minutos de sumo silencio se sucedieron sin más que los grillos en su canto nocturno, ningún ruido que delatara al asesino del asaltante ahora pasto de carroñeros.

¿Se ha ido?… No, va por mi cabeza seguro… tomaré la suya en represalia y nos iremos de aquí, este agujero infecto ya no es seguro.

Más minutos de tensión se sucedieron, uno tras otro donde solo los grillos y la brisa nocturna se dejaban oír… ¡Una pisada!… y otra, y otra más cerca, en instantes las pesadas pisadas se escuchaban más y más cerca hasta que…

Ya está aquí… La puerta se abrió de golpe con un gran portazo que hizo temblar todo. ¡ESTAS MUERTO!. Atacó con el hacha, pero la férrea placa detuvo el golpe en seco.

¡Aquí estas maldito!. La patada del férreo ser hizo volar al asqueroso ser que golpeó la pared tras el.

Al fin un halo de esperanza emergió cuando pudo ver al gran ser enlatado en brillante armadura metálica.

Son los seres más desgraciados que existen. Pateando el hacha impuso sobre la oronda panza del hediondo ser su férrea bota. No solo asaltan y asesinan, si no que secuestran niños, no tiene redención alguna.

Ahórrate los moralismos bastardo, has matado al chepudo sin compasión…

Enfiló la larga espada al cuello del bastado. Calla y entrégate, al menos tendrás un juicio.

Vio como le miraba por un segundo el enfilado. ¿Ah si?. No está en mis planes… atrévete a matarme delante del crio, vamos, déjale marcado de por vida.

En efecto ver la sangre gotear de la espada era algo que le inquietaba al joven, pero deseaba más que nada huir.

He envenenado al crio, el antídoto lo tiene “chepudo” al cual has liquidado. ¿Cuanto tiempo vivirá?. No creo que llegue a la mañana así que ve a por el, si es que realmente te interesa que viva.

Intentó negar con la cabeza, pero no podía.

No hay redención para escoria como tu… cierra los ojos joven.

¿Acaso vas a matarme delante de el?… Eres como yo… no, mucho peor. ¡Ve a por el antídoto!…. El filo empezó a atravesar el cuello. El… antídoto… no puedes… matarme.

Antes de cerrar los ojos vio como la espada atravesaba el cuello del cual brotó el carmesí fluido como si de un manantial fuera.

Se acabó… oh no… ¿Acaso has visto todo?.

Acercándose a el arrojó la espada y sacó una pequeña daga con la que rompió sus ataduras y la venda de su boca.

Es… ¿Esta muer… muerto?… Dijo tartamudeando, temblando sin parar.

Me temo que sí, siento que hayas visto eso.

¡Gracias!…. ¡Gracias!… Te debo la vida. Llorando sin parar no podía agradecerle lo que hizo por el. Quiero volver a casa, sácame de aquí por favor.

Claro, mañana estaremos en Caer Darrow sin falta, no te preocupes. Por cierto. ¿Como te llamas?.

Veldhath señor.

Yo me llamo Thorinam, un saludo.

El armado ser se retiró el yelmo, dejando caer sus dorados cabellos como el trigo sobre sus hombros.

Ahora cierra los ojos, tengo que hacer algo desagradable.

No cerró los ojos aún así, alegrándose de ver como le cortaba la cabeza al deleznable ser.

¿Lo has visto todo?…

Si, se lo merece por lo que iban a hacerme… querían venderme como esclavo.

El guerrero escupió al cadáver decapitado. Estos dos no volverán a aterrorizar a las buenas gentes de estas tierras, llevaban años asesinando y asaltando a todo aquel que se acercaba a ellos, hoy al fin pude descubrir su escondrijo, mañana sus cabezas estarán a la vista de todos en el pueblo.

Bien… ¿Y que eres tu?. Preguntó emocionado.

¿Yo?. Un guerrero al servicio de la corona, en tiempos de guerra ayudo a la defensa de Lordaeron y en tiempos de paz a limpiar de chusma el reino.

Yo… quiero ser como tu.

Es todo un honor escuchar eso, pero eres aún muy joven.

Quiero ser un guerrero como tu y liberar al mundo de gentuza como ellos.

Entonces alístate cuando tengas la edad suficiente, el mundo necesita de más gente como tu.

Alistarme… Así me libraría de Samanta y los aburridos rollos de nobles…

¿Eres noble?. Preguntó el guerrero sorprendido.

Algo así, pero no tenemos gran cosa…

Y esa Samanta es… ¿Una boda concertada verdad?. No parece gustarte la idea.

La odio, odio a Samanta, odio esa boda, odio los rollos de nobleza, no quiero vivir así… quiero ver mundo, luchar contra los malos.

Puedes convencer a tus padres de unirte al ejercito, te librarías de esa Samanta y podrías adquirir importantes contactos con los que estarán encantados si así lo quieres pero…

¿Pero?.

No todo es color de rosas, puede ser muy peligroso si hubiera alguna guerra, incluso podrías morir.

Lo que sea si me libro de ella… quiero ser como tu, salvar a los buenos de villanos como estos.

Umm… es buena actitud y además tu cuerpo parece que tendrá bastante corpulencia… podría ser si… pero aún tienes tiempo por delante para pensarlo… si te unes estaré encantado de luchar hombro a hombro contigo. Le guiñó un ojo.

¡Claro!.

Vamonos de aquí, dormiremos junto al lago y ya mañana volveremos a la isla, seguro que tus padres estarán allí esperándote preocupados.

Me van a matar… me fugué sin decir nada para ir a pescar.

Estaré contigo pero… hazles caso, no vuelvas a hacer algo así.

.

.

.

Empezó a caer cada vez más gotas y el cebo no daba señal alguna de tener presa, por lo que recogió el sedal.

Al final no dudé en alistarme nada más pude… allá donde estés maestro espero que estés mirándome con orgullo. Se dijo mirando al oscuro cielo. Algún día volveremos a vernos y hablaremos de todas mis hazañas… espero que esos dos estén pagando en lo más profundo de Revendeth lo que hicieron… la noche se está poniendo fea, mejor regreso al campamento. Recogió la caña y sin premio alguno regresó junto a la pareja que luchaba por mantener la hoguera encendida.

4 «Me gusta»

En ese momento dejó de sentir dolor. No fue capaz de oír nada más que el latir de su corazón y no pudo ver nada más que la Dama Blanca reluciendo en los cielos.
Ahora ella era su mundo y entonces lo entendió todo. Su madre sirvió a Elune con gran devoción durante toda su vida y al morir, la diosa la recibió con gran cariño en su seno… en los cielos. Ahora estaba junto a ella y velaba por su hijo desde las alturas.
Pudo sentir su amor hacia él. Lo cual le dio paz. La paz que había estado buscando desde el fin de la guerra.

La luz de la Dama Blanca continuó iluminando la faz de Nhail hasta que la oscuridad y el olvido lo envolvieron por completo.
Era de noche nuevamente cuando recuperó la consciencia. Lo primero que vio fue una luz blanquecina ante él y le pareció ver una mano bella y grácil que lo sanaba y lo bendecía. Pero entonces se desvaneció. Se irguió y se quedó sentado en la nieve. No había nadie a su alrededor. Supuso que se trató nada más que de su imaginación.

No, no estaba solo. Los sables de la noche que sobrevivieron a la matanza no lo habían abandonado. Decidieron permanecer en el valle velando por su compañero a pesar de que se notaban agotados y sin fuerza alguna. Ningún demonio logró sobrevivir a la batalla, sus cadáveres seguían en el lugar en que cayeron. Los sables de la noche no se comerían su carne, ni siquiera las aves de rapiña sentían atracción por tan repugnante festín.

Se levantó y de golpe se sintió completamente fatigado y hambriento. Supuso que ya llevaría varios días sin comer.

Caminó a paso renqueante entre los sables que habían prevalecido y los vio lamiéndose las heridas y reconfortándose unos a otros. Cada vez que pasaba junto a ellos éstos lo miraban casi como si fuese una señal de respeto. Estaban dolidos, heridos, famélicos y sin fuerzas… pero vivos. Al menos una gran parte del grupo original.
Algunos sables yacían en el suelo, malheridos, agonizantes… Nhail no iba a permitir que esas bestias que tan valientemente se enfrentaron al más terrible enemigo sufrieran impotentes de esa manera tan cruel.
Se arrodilló junto al sable herido más cercano. Sus ojos estaban cerrados y respiraba pesadamente, posó una mano sobre él. Su corazón latía débil, supo que acabaría pereciendo si nadie intervenía para salvarlo, invocó de nueva cuenta el poder de la naturaleza y lo vertió sobre el sable de la noche en forma de energías curativas.

A pesar de que un bosque puede arder, con el tiempo volverán a crecer nuevos árboles; una herida puede sanar con el tiempo mientras haya vida. Ese era el poder de la naturaleza.

Invocó ese poder y se concentró en sanar al sable de la noche caído. Si bien éste no abrió los ojos, su respiración se normalizó y sus latidos se hicieron más fuertes. El elfo supo que viviría. Entonces buscó al siguiente para sanarlo de la misma manera, y así fue, sanando felinos heridos uno tras otro, aunque debido a su lamentable estado y su pobre inexperiencia no se vio capaz de usar su poder más de unas cuantas veces antes de quedarse sin fuerzas.

Aun así, se decidió a intentarlo.

Tristemente, algunos entre ellos estaban más allá de la salvación. Usó su poder curativo en éstos con la esperanza de que su sufrimiento se aligerase antes de dejar la vida.
Nhail comprendía que la muerte también era parte de la naturaleza. Después de todo, cada animal, bestia, ave y planta; cada Tauren, Humano, Enano, Orco o Elfo habrían de morir algún día. Hasta que finalmente se encontró con una escena que no se esperó.
Un joven sable de la noche estaba yaciendo agonizante junto al cadáver de un semejante que daba la impresión de haber sido mayor. El cachorro herido estaba más allá de las habilidades y la poca energía que le restaba al joven Shal’endir. Y, a su lado, otra sable de la noche malherida agotando sus exiguas fuerzas para velar por el felino más joven. Hasta la mañana anterior habían sido una familia.

La hembra se volvió hacia Nhail con una mirada suplicante y entonces fue ella quien llegó a su corazón. Le rogaba con una desesperación descorazonante que curase a su cachorro herido. El elfo le contestó que su hijo ya estaba fuera de su alcance, que su poder no sería suficiente para poder salvarlo.
Entonces se acercó a la hembra con la intención de curarla. Pero se vio incapaz, pues ésta se negaba, la sable de la noche lo exhortó a usar la fuerza que aún conservase consigo para ayudar a su hijo pero no supo cómo decirle que eso estaba fuera de su capacidad. La madre no cejaba en su empeño. Llegó a sentir su pena como si fuese suya, pues él mismo había sentido alguna vez un dolor semejante.

No. La angustia de una madre ante un hijo perdido estaba fuera de su comprensión.
Entonces se dio cuenta de que no podía permitirle tan terrible sufrimiento. Cuanto menos, debía de intentarlo.

6 «Me gusta»

La mañana llegó, y con ello el fin de la tormenta. Tras la incomoda noche luchando por no calarse hasta los huesos los tres se levantaron de mala gana, agotados y empapados, pero aún así debían continuar su viaje por lo que rápidamente almorzaron y recogiendo el campamento regresaron a la senda, aún embarrada.

¿Que hiciste anoche en el lago?… Pescar esta claro que no, volviste sin el anzuelo.

Recordar a un viejo ser querido… tu tocayo.

Te refieres a… entiendo, seguro que estará vivo, en algún lugar.

Lo dudo, no lo encontraron, pero seguramente cayó en combate.

Quiero pensar que dejó las armas y ahora vive retirado en alguna granja o algo así…

¿De que hablan?. Irrumpió el joven.

De su maestro, el que le salvó el pellejo en vida y quien le instruyó, tras la Segunda guerra no se supo más de el, hay muchos rumores, pero ninguno es convincente.

Mientras su alma acabara donde mereciera ir me siento satisfecho, ojalá Drethz le encontrara en sus viajes.

Ya verás como le volverás a ver un día.

Eso espero… pero volviendo al presente, pronto llegaremos a la frontera con Khaz’Modan… y con ello nos separaremos de Alex.

Lástima, quiero aprender más de vosotros.

Aprenderás más de la milicia local, créeme pero… podemos estar en contacto por correo si quieres.

Eso sería genial, os podré decir como avanzo.

Entonces esta todo adjudicado. La pendiente se hacía cada vez más y más acentuada, al mirar tras ellos pudieron ver parte del Lago Sempiterno en toda su gloria, de vuelta a sus aguas mansas cual espejo que reflejaba los rayos del astro rey. Pronto saldremos del reino… ¿Como vamos de agua Thori?.

Suficiente hasta llegar a Roca Negra.

Bien, prepárate por que vamos a pasar calor… para mi desgracia.

Siguieron subiendo la pendiente poco a poco, a su alrededor cada vez la vegetación menguaba más, desapareciendo primero los arboles y luego los arbustos conforme alcanzaban la cordillera que solo un pequeño paso entre ellas permitía atravesar para, finalmente, llegar al pétreo arco oscuro engalanada con los estandartes de los Tres Martillos y Forjanegra resguardada por dos guardias Hierro Negro ataviados en su peculiar armadura de oscuro metal.

Hemos llegado al final de nuestro camino juntos Alex, ha sido un placer haberte salvado, me hiciste recordar a un querido camarada.

Lo mismo te digo Alex, recuerda lo que te hemos enseñado, sabemos que serás un gran soldado en el futuro.

Gra… gracias a los dos por todo, jamás olvidaré todo lo que me han enseñado, prometo no decepcionarles.

Así se habla… y ahora puedes marchar soldado, no hagamos de un drama la despedida.

Vale, os prometo escribiros pronto.

Vale, ten cuidado con los gnolls a la vuelta a casa, y entrena duramente.

Así haré maestro. Marchó por la cuesta a paso ligero, no tardando mucho en desaparecer.

Maestro… Parece que el ciclo continúa, “Maestro Veldhath”.

Eso parece Thori… Y me alegro por ello, espero que no sucumba con facilidad.

Algo me dice que se hablará mucho de el en el futuro…

Bueno, dejemos de sentimentalismos, es hora de entrar en territorio enano.

Llegaron a la frontera, aunque no había prácticamente nada, al igual que junto a los guardias y a diferencia del tedioso paso fronterizo que hace días cruzaron estaban solos. Nada más llegar los guardias se interpusieron ente ellos y el camino.

¡Alto!. Seremos de la misma facción, pero van a entrar a nuestro reino así que más les vale colaborar.

Déjamelo a mi Veld.

Está bien, te lo dejo en tus manos.

Y bien. ¿A donde van?.

Queremos ir a Forjaz pasando por Roca Negra.

¿Vienen desde Ventormenta no?.

Si.

¿Es que no han oído hablar del tren?. Ya saben, esa cosa que va entre Ventormenta y Forjaz. Menudo viajecito están haciendo a pata.

Lo hacemos a caso hecho… ¿Nos dejan pasar?.

Podría pero…

Déjalos pasar de una vez. ¿Acaso les ves pintas de ser sospechosos?.

Tu calla, no por nada soy tu superior.

Te saco media cabeza y mi barba es más densa y larga que la tuya. ¿Verdad humanos?.

Erm…

Además vuestras caras me suenan.

Ahora que lo dices a mi también…

Creo que fueron los que fueron al otro lado del Velo, los que liquidaron al calvo vil.

Se llamaba “Carcelero” imbécil… vale que los calvos sean siniestros, pero de eso a lo vil hay un mundo.

Deben estar aburriéndose, anda pasen, sean bienvenidos a nuestras tierras, ahora, espero que tengan suministros pues el señor paladín no encontrará nada remotamente parecido al agua hasta Cincelada.

¿Esta lejos Cincelada?.

Os pilla de camino, pero es una buena pateada.

Gracias.

Tengan cuidado con la “fauna local”, aunque no creo que sea un problema para gente de vuestro calibre.

Bueno es saberlo, gracias por ser mucho más agradables que los rancios del puesto de Crestagrana.

No suele pasar mucha gente por aquí, el tren hace que las guardias sean aburridas pero mira, hemos conocido a un par de héroes, no se lo van a creer cuando hagamos rotación.

Un honor escuchar eso de nosotros, que vaya bien la guardia.

Al fin entraron en las tierras de los Hierro Negro y por como tornaba no solo el suelo y las montañas, si no la propia atmósfera, estaba claro que por algo aquel lugar era llamado las Estepas Ardientes.

Hemos tenido suerte con esos dos, nada que ver con Crestagrana.

Así es pero… ¿Que calor empieza a hacer no?. Aquejaba el paladín del cual empezaron a caer gotas de sudor de su rostro.

Te dije que pasarías calor… y pensar que esto otrora fue un bosque.

Buff, quiero salir ya de aquí, el aire apesta a huevos podridos y cuesta respirar.

¿Qué esperabas de un lugar llamado “Estepas Ardientes”?.

Siguieron caminando hasta que al fin dejaron las montañas y tal y como juraba el nombre aquello parecía arder. No había vestigio de vida alguno en las calcinadas y yermas tierras que pisaban y el ardiente Sol tras el perpetuo manto de cenizas sobre ellos no hacía más que incrementar el ardiente bochorno que amenazaba con cocer los pulmones del paladín cual horno, hasta el aire que circulaba por la estepa ardía como si de una forja fuera.

¿“Cincelada” es el puesto más cercano no?… Necesito un baño urgente. Secándose con el envés de la mano el sudor de su frente Thorinam imaginaba una bañera fresca llena de hielo.

Olvídalo hasta que salgamos de aquí, no es que abunde el agua para ir usándola para baños. Retirándose la camisa se quedó a pecho descubierto el no muerto.

¿Que haces?… Ni que pudieras sudar.

No hay cosa que más odie que el calor y lo sabes, no te recomiendo que hagas lo mismo.

¿Por?.

Por que tu si puedes sudar y si te da el aire ardiente solo puede resultar en deshidratación al no parar de transpirar, es mejor que tengas una capa fina cubriendo tu piel.

Entiendo… Ahora que te veo en detalle, estabas bien fuerte cuando pasaste a mejor vida.

Eh… gracias, sigo teniendo el mismo cuerpo de treinta y dos años para mi fortuna… ¿Pero a que viene eso?. Ni que fuera la primera vez que me ves así.

No pero… no se… Ahora que caigo. El paladín empezó a hacer cuentas. creo que… yo ya soy más viejo que tu… biológicamente hablando claro.

Un año si, pero no te desanimes, no te ves nada mal eh.

Gracias… pero a veces envidio el que no envejezcas, siempre tendrás ese señor cuerpo, aunque más lleno de cicatrices… En verdad sentía envidia por lo que veía.

A veces me gustaría tener ese cuerpo vivo, créeme que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Hablando de eso… ¿Como haremos para ser yo también inmortal?. Se de dos formas, pero ninguna es agradable…

No quiero hablar de eso ahora Thori, más adelante. Cortó tajante.

… Está bien, pero es algo que quiero aclarar antes de que me pase algo, o envejezca.

Ya hablaremos de eso más adelante… es algo de lo que tengo que pensar mucho.

No quiero presionarte…

No, es algo a lo que yo también iba dándole vueltas a la cabeza… sigamos nuestro viaje.

Si, quiero salir de este infierno cuanto antes. Exhaló secándose de nuevo el sudor que empapaba su frente.

Acostúmbrate, hasta el Lago Modan cruzaremos el infierno, cortesía de Ragnaros.

Por cierto, desde que nos conocemos has hecho este camino solo pero… ¿Desde cuando llevas recorriéndolo?.

Desde que me liberé del control del hijo bastardo, es lo que me une a este mundo y me hace olvidar un poco mis problemas cotidianos… podría decirse que es mi peculiar peregrinaje personal, espero que te esté gustando.

Pues si, he visto en tan poco lugares que jamás había visto, nunca pensé que hubieran tantas cosas en este continente.

y lo que te queda por ver.

6 «Me gusta»

Bastión, Maldraxxus,Anderweald,Revendreth…habia recorrido cada uno de los territorios,en su afán de exploración. Supo de las Curias que allí trabajaban para recuperar su orden normal,y por afinidad había terminado integrándose con las fae.
Allí descubrió a muchos de los suyos,y preguntando supo que ella había pasado por aquel lugar,integrándose en la misma Curia que él. Fue Lady Bayalunar quien se lo confirmó,aunque ya hacía tiempo que había partido hacia Korthia,y posiblemente en la actualidad estuviese en Zereth Mortis…
Por descartar opciones,habló con Bolvar para poder trasladarse hasta Korthia. En la ciudad eterna de Oribos,se hallaba el portal que le conduciría hasta allí. Las nieblas negras que envolvían el portal, así como los guardias armados que lo vigilaban,le hicieron instintivamente revisar su equipo de combate. Tomando aire,atravesó el portal…
Continuará

4 «Me gusta»