Una vida normal

Monasterio Shado-Pan, Cumbre Kun-Lai




https://youtu.be/anayQU_gH9g



TARDE DEL SEGUNDO DIA

El resto del día que siguió al duelo interrumpido en el Dojo fue… uno inusual, por decir lo menos. Después de que Taran Zhu lo llevó de regreso a su habitación esperaba poder comer solo. Esa esperanza se desvaneció rápidamente cuando el rostro sonriente de Lao-Chen asomó en su habitación.

¿Te importa si me uno a ti?Preguntó en un tono tan afable que le fue difícil rechazar al enorme Pandaren.

—Por supuestose encogió de hombros después de considerar las posibles consecuencias de negarse .

Una de ellas sería que Lao-Chen ignoraría su deseo y se sentaría de todas maneras. La otra sería que Nhail podría luego arrepentirse de esa decisión y pedir que volviera. La cortesía ganó.

La sonrisa de Chen se ensanchó y entró en la habitación con una fuerte reverencia, se sentó en la silla de mimbre… apenas cabía en ella. Nhail se preguntó por un momento qué pasaría si empujara esa silla más allá de sus límites, podría caerse, pero ¿rebotaría? Lao se aclaró la garganta por cortesía.

—Te vi pelear contra Yi en el Dojo, una técnica impresionante.

El elfo inclinó la cabeza hacia un lado.

—Yi tiene fama de perro guardián. Su mordisco es más preocupante que su ladrido… sin embargo, lograste ponerle el bozal.

Ante eso Nhail no pudo evitar reírse.

— ¿Crees que hice un enemigo hoy?

Antes de que Yi me desafiara, observé tu manera de pelear, podrías avergonzar a algunos de los mejores guerreros de mi mundo.

El Pandaren murmuró y su risa arrugó las comisuras de sus labios.

No importa cuán grande parezcas Pandaren, tienes una impresionante velocidad y habilidades de combate a corta distancia.

Ahora Chen rió en voz alta una vez más.

Supongo que todo eso es cierto, y debería sentirme un tanto halagado. Casi desearía que tu duelo con Yi se hubiera prolongado un poco más para poder ver por mí mismo lo bueno que eresSu labio cicatrizado se curvó hacia arriba.*

Sé preguntó cómo había adquirido esa herida, pero consideró de buena educación no preguntar.

¿Mi duelo con Yi no fue suficiente?dijo con un pequeño tono de sarcasmo .

Desafortunadamente fue demasiado corto. Admito que eres hábil… pero estás destinado a ser mejor de lo que eres ahoraLao-Chen extendió una de sus enormes manos con la palma hacia arriba, Nhail observó cada pliegue, cada calloHay algo en tus ojos que elimina cualquier duda. Tienes una convicción increíble, Shal’endir, una que rivaliza incluso con los guerreros más duros del Shadopan. Espero… te servirá bien cuando llegue el momento de la Prueba de las Flores Rojas.

Asintió con la cabezaHablas como si hubiera decidido aceptarlo.

¿No es así?La frente del pandaren se frunció de nuevo .

Sintió que una sonrisa volvía a su rostro.

Tengo dos días para aceptar… pero sí. He decidido tomarloCerró los ojos y la sonrisa se desvaneció, sus labios se endurecieronDecidí mejorar hasta alcanzar todo mi potencial. Si puedo aprender del Shado-Pan, no creo que tú orden sea una para lecciones frívolas. Si tengo éxito en el juicio seré evaluado bien en los días posteriores.

Chen asintió profundamenteEs cierto…Hubo un repentino rugido y de inmediato buscó de donde provenía aquel ruido, Lao rascándose con tristeza su enorme tripaLo siento, realmente no había almorzado antes de que decidiera ver cómo estabas.

Las cejas de Nhail se alzaronBueno… deberíamos hacer algo al respecto, ¿no?

Ante esas palabras la enorme sonrisa volvió a la cara del pandarenPor supuesto.

Se sentó frente a Chen, la pareja inusual sentada al final de una de las largas mesas. Tuvo que ajustar su postura para mantenerse lo más recto posible; estas mesas estaban destinadas a pandaren algo más altos y encorvarse haría que tuviera que alcanzar su comida.

Estos fideos son excelentesalabó en voz alta mientras terminaba su primera porción .

Lao no respondió esa cortesía y habló mientras sorbía el último de su primer tazón. El enorme Pandaren había agarrado a tres de ellos.

De hecho hoy no estoy en el servicio de cocina pero lo haré mañana. Quienquiera que esté allí ahora, sin duda está haciendo un buen trabajogolpeó la mesa una vez que terminó el primer cuenco y pasó al siguienteDelicioso.

Estaba acostumbrado a estar en las compañías de aquellos con un gran apetito… Cualquier Tauren del Poblado Pezuña de Sangre podría haber desafiado a Lao-Chen a un concurso de comida. Con los fideos terminados, ahora tenía la sopa para comer, una variedad bastante chispeante que había recomendado. El tazón y la sopa todavía estaban bastante calientes y Nhail lo olió para tener una idea de lo que podría estar metiendo. La mezcla de especias en su primer sorbo estaba muy caliente, pero el sabor era delicioso. Una contradicción confusa, para estar seguro; asumió que los Pandaren tenían lenguas muy tolerantes para las especias pesadas debido al hecho de que muchos de los Shadopan allí presentes habían elegido la sopa humeante.

Lao-Chen miró a Nhail, que sudaba visiblemente y sonrió a través de su pequeña cuenco de fideos aún sin terminar.

Cuidado ahora. No quieras asfixiarte con la sopa de mago de fuego.

Sopa de mago de fuegoUn Shado-Pan pasajero, que vestía túnicas más largas y llevaba una bandeja sobre la cual descansaban tres cuencos, murmuróSin embargo, es bastante bueno.

Sin más preámbulos, el transeúnte se sentó junto a Lao. Su rostro era más delgado, más característico de los de Yalia y esos Pandaren que los ojos del elfo ahora reconocían como femeninos y brillantes dientes blancos brillaban cuando abrían la boca.

Nhail, ¿verdad?

Asintió y se inclinó ligeramente desde donde estaba sentadoSi.

VeoEl nuevo compañero de Lao-Chin se inclinóSoy Flor de nieve, Maga Escarcha de la Disciplina Omnia del Shado-Pan. Es un placer conocerte en persona.

Nhail sonrió y tímidamente alcanzó el tazón para tomar otro sorbo.

Yalia-sama lidera esa disciplina, ¿sí?

El enorme pandaren se encogió de hombros y, después de un momento, Flor de nieve asintió.

Estás en lo correcto.

Sé que el sanador de mi equipo podría aprender mucho de ella, incluso si no puede invocar vendas verdes brillantes de la nada, mi maestro Breind probablemente habría quedado impresionado por la destreza de Yalia.

Flor de nieve sonrióEsa fue su relación con un chi muy poderoso, sí. Ella es bastante buena en eso. Sin embargo no es solo una cara bonita o una mano curativaLa sonrisa de Flor se desvaneció ahoraElla es bastante buena en una pelea.

Nhail entendió como los Shadopan eran la única organización militar en su continente, según Taran Zhu, probablemente necesitaban sanadores y médicos que pudieran valerse por sí mismos.

Me lo puedo imaginar. No me gustaría tenerla de oponente.

Ese es un buen comienzoLao-Chen murmuró mientras terminaba su tercer plato de fideosElla es… intimidante. Pero te ha impresionado. Esa es una buena señalLevantó una de sus gruesas piernas de debajo de la mesa y la balanceó hacia el banco, parándose a un pie y repitiendo el proceso para la otra piernaVuelvo en un momento. Más fideos.

Sí, ve y llena esa enorme barrigaFlor murmuró antes de que ella se llevara el tazón de sopa a los labios. Después de un momento, lo volvió a colocar, olisqueó sospechosamente y suspiróTenwu, esta sopa huele como si tuviera más especias de lo normal y tus manos están por todas partesSe inclinó conspiratoria mente hacia NhailDependiendo de quién pida esta sopa, podría recibirla masticada más tarde.

Tengo la sensación de que no muchos entre los Shadopan tienen una gran tolerancia a las tonterías.

Es un desperdicio de especias, eso es lo que esFlor de nieve murmuróHablaré con él más tarde.

Al errante no le importaba tanto el calor de la sopa después de haber tomado dos sorbos de ella… y haber disfrutado la segunda.

Eres una maga de hieloMurmuró, esperando entablar una conversación¿Qué significa eso para ti en la batalla?

Sonrió de inmediatoEso significa que congelo instantáneamente a un oponente con una descarga de hielo mucho antes de que pueda entrar al alcance. Eso significa que puedo colocar capas de hielo para tropezar con grupos enteros de enemigos sin importar cuán caliente pueda estar el sol en un lugar en particular. Significa que puedo sobrevivir ilesa a las ventiscas más duras. Significa que no soy una simple mujer pandaren, sino una persona con habilidades letales para protegerse a sí misma y a sus camaradas en el campo de batalla—Ella cruzó los brazos sobre el pecho—Y significa que tengo un lugar entre los Shadopan.

Esas habilidades hicieron que pensara en Neeb y se estremeció interiormente. Antiguo camarada de la hermandad que formó su hermano antes de partir hacia la muerte, hacía Rasganorte, el mejor mago de Eternal Rise, uno de los 5 miembros originales que sobrevivieron a aquel infierno helado. Definitivamente, todas esas habilidades eran poderes con los que competir.

Luché contra No-Muertos Nigromantes que dominaban la magia del hielo en Cumbres Tormentosas. Eran bastante poderosos, tanto así que un viejo amigo terminó siendo capturado, encerrado y torturado hasta ser levantado como Caballero de la Muerte, era un Paladín, la luz no pudo hacer nada por salvarle y yo …pese a adentrarme en aquellos subterráneos donde experimentaban con los vivos … tampoco. Maurten, espero encontrarme con el algún día.

Su interés despertó, Flor desplegó sus brazos y sostuvo uno en la barbillaMe lo imagino. ¿Hecho de hielo vivo? Eso suena interesante…

Él podría hacer las mismas cosas que tú describistese encogió de hombrosY podía sentir a alguien atacando mucho antes de que arremetieran.

Flor simplemente sacudió su cabeza¿Como era él?

Respiró hondoEra alto. Se pararía sobre Lao-Chen. Arrogante, disciplinado y orgulloso, no nos llevábamos muy bien, mi ingreso en la hermandad por algún motivo le molestó. Cuando Arthas murió y los allí presentes abrieron los portales de regreso a Dalaran, antes de cruzarlo me dijo estas mismas palabas ‘’¡Oye, te diré una cosa, siempre te he odiado! Nunca te lo dije por respeto a tu hermano, ¡tú no eres especial! tú nunca serás como él, si nos volvemos a ver algún día en el campo de batalla será mejor que vigiles tu espalda’'.Tampoco me importó, tenía un combate pendiente, pensar en un camino alternativo para salir de Rasganorte ya que le tengo cierta fobia a los portales, honrar a los caídos y pensar, pensar mucho. Su sueño era ser un gran mago al servicio del Kirin-Tor y se quedó en Dalaranentre tanta comida Nhail recordó a alguien muy especial para elSi algún día sales de Pandaria, te presentaré a Menelwie, suma sacerdotisa, la mejor cocinera de todo Azeroth.

Lao-Chen regresó y bajó con una bandeja con seis tazones de fideos frescos y humeantes a la mesa¿Alguien más alto que yo, dices?Parecía sospechoso y solo había escuchado esa parte de la conversación¿Uno de los tuyos?

Flor puso los ojos en blancoTranquilízate, Lao-Chen. Después de todo, Mogu tiende a ser más alto que túAhora había despertado el interés de Nhail¿Mogu?Ella dijo eso de una manera que no era particularmente halagadora.

Las enormes cejas de los Pandaren se alzaron sospechosamente . —Si su gente tiene el mismo tamaño que él, deben ser personas muy bajas.

Nhail farfulló de risaEra casi una cabeza más alto que tú, Lao.

El resto de la comida pasó en relativa paz y algunas risas por el intento de Lao-Chen de comer un plato entero de fideos a la vez. Si este era el carácter de la orden, Nhail no pensó que estaría terriblemente fuera de lugar entre ellos. Si sobrevivía al juicio, por supuesto.

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Tras un dolor insoportable en la cabeza y una sensación de estar flotando consiguió abrir los ojos. La estancia había cambiado, atrás quedaba la ligera tela del techo y la camilla para enfermos, ahora había metal por todas partes, desde la que parecía ser su cama hasta la puerta de entrada. Lo cierto era que el sitio le parecía familiar.

Palpo su cuerpo y comprobó que únicamente tenía un buen chichón en la nuca, el resto estaba intacto y vestía las mismas prendas que en la tienda de Uldum. Visto que estaba sano como una rosa decidió levantarse e inspeccionar un poco la sala.

Lo primero la puerta, fría al tacto y de color cobrizo, golpeo sin éxito y busco interruptores o algún medio para abrirla. No hubo suerte. El resto de la estancia era de igual diseño que la puerta, tonos cobrizos, negros y algún brillo azulado por aquí y allá, la cama bien podría ser una protuberancia de la estructura ya que no se veía pensada para ese uso. Por lo demás no había nada que pudiese usar, no había ropa, ya ni de la armadura se podía hablar pues estaba desaparecida evidentemente, ni alimentos. No tenía hambre ni sed así que no debía llevar mucho ahí por lo menos. Y sin embargo tenía la sensación de que ya había estado ahí.

Dando rodeos por la sala decidió intentar usar la luz como medio de salida, primero curo su dolorida nuca con un poco de habilidad. Hecho esto se acercó a la puerta y convoco una sentencia de pura luz dorada que choco de lleno con fuerza, dejando un bonito brillo en la puerta momentáneamente pero ningún rasguño. Probo varias veces hasta que surgió efecto la contramedida, al cuarto ataque, la sala cambio de color a un tono rojizo, un sonido vibrante retumbo por la sala y sus oídos y una voz hablo a través de las paredes.

  • SUJETO PROVOCANDO DAÑOS A ESTRUCTURA. PROCEDIENDO A PURGAR USUARIO
  • Esa voz…-dijo el paladín

Y, como un destello en su cerebro, al fin recordó donde estaba. Las paredes metálicas, los tonos y luces, las alarmas y la voz retumbadora y cargante. Estaba de nuevo en la cámara del Corazón de Azeroth, Silithus, donde ya había sido arrestado, y encadenado, durante su corrupción. Ojala nunca hubiese salido de ahí.

  • SUJETO PROVOCANDO DAÑOS. PROCESO DE PURGA INICIADO.
  • ¡NO, NO Y NO M.A.D.R.E.! NO PODEMOS MATARLO
  • SUJETO PROVOCANDO
  • CANCELAR ORDEN, FIN DE PURGA. ¡POR LOS TITANES ESTATE QUIETA!
  • PURGA…CANCELADA…

Tras unos pasos que retumbaron en toda la sala, la puerta se abrió. Un ser de diamantino cuerpo, brillante como el sol en esa semioscuridad de habitación atravesó sus retinas con dolor. Y posiblemente en sus oídos próximamente.

Magni, portavoz de Azeroth, entraba en la sala simulando que se secaba el sudor de su brillante frente. Al entrar la puerta se cerró tras de sí pero las luces rojizas se retiraron dejando a su vez una luz más blanquecina que dejaba ver mucho más al detalle la estancia titánica.

A VECES ME PREGUNTO QUE TENDRAN ESTOS VIGIAS TITANICOS EN LA MOLLERA, QUE MANIA CON PURGAR QUE TIENEN –como dándose cuenta por primera vez de que estaba ahí Magni se dirigió a él- AUNQUE RAZON PARA TEMER NO LE FALTA. ¿NO LO CREES, CHICO?

Sin duda llevaba razón, corrompido por los susurros fue a Nyalotha a regañadientes de gran parte de los defensores que habían acudido ahí, encima fue ahí donde acabo por corromperse del todo traicionándolos, matándolos…Estar encerrado era un sueño para lo que rondaba la cabeza del paladín en esos instantes y que justificarían miles.

  • No, sin duda quedo demostrado en Nyalotha y en Uldum de lo que soy capaz aun inconscientemente. – callo durante unos momentos pensando en lo acontecido- ¿Qué hago aquí Magni? Ahora mismo debería estar ejecutado como mínimo tras lo que he hecho. La sangre en mis manos ya no puede ser limpiada.
  • SI, HAY SANGRE EN TUS MANOS PERO NO POR OBRA TUYA. ¿EJECUTARTE? ES ESO LO QUE DESEAS EN VERDAD AHORA MISMO. – negó con la cabeza, su barba rechinaba al moverse- QUE TRAERIA MÁS QUE DOLOR Y MISERIA A ESTE MUNDO TU MUERTE. NO, ESTAS AQUÍ CON OTRO FIN MÁS…PRÁCTICO. SIGUEME.

Salieron de la sala andando despacio, la cámara prácticamente no había cambiado desde la última vez que estuvo. Seguían las patrullas de terraneos por doquier aunque los héroes que habían venido casi habían desaparecido por completo. Los pocos que quedaban empezaron a susurrar y cuchichear nada más verlo, los rumores corren como la pólvora.

Llegaron a una sala conocida, el mapa de Azeroth predominaba en el centro y M.A.D.R.E. observaba a su lado en silencio hasta que vislumbro al elfo.

  • CORRUPCION DETECTADA EN SUJETO NECESARIO PURGAR PARA COMPLETAR DIRECTRIZ DF-2737
  • ¡NO, CANCELAR! HAZ CASO NADA DE PURGAR
  • DIRECTRIZ DF-2737 IRREBOCABLE
  • POR ORDEN DE AZEROTH RE TI RA ESA DIRECTRIZ. NO LO PURGUES
  • PURGA…-le miro con los ojos brillantes de luz que tenía por cuencas-CANCELADA…
  • ¿Corrupción? ¡Pero no habíamos vencido al maldito pulpo, si casi parecieron meses lo que duro su combate¡ Quieres decir que sigo siendo un peligro…
  • SI, POR ELLO DEBO PURGAR POR ORDEN DE
  • ¡QUE NO M.A.D.R.E.! NO ERES UN PELIGRO MUCHACHO, EN CIERTA MEDIDA. ¿CONOCES A LOS REN’DOREI?
  • Sé que fueron expulsados de mis tierras por una investigación y ahora sirven a la Alianza bajo el mando de Umbric y Alleria Brisaveloz pero no mucho más. ¿Qué tienen que ver ellos conmigo?
  • TIENES CIERTA SIMILITUD CON ELLOS. AMBOS PODEIS USAR EL VACIO A VUESTRA CONVENIENCIA AUNQUE EN TU CASO ES DESATADO, SIN CONTROL NI ATADURAS.

Recordó el episodio en Uldum con las cadenas y se limitó a asentir, no sabía que había producido tal efecto.

  • PRETENDEMOS HACER ALGO PARECIDO, PERO EN TU CASO, AL ESTAR LAS COSAS CALDENTES TRAS LA 4 GUERRA, SOLO PODEMOS RECURRIR A MEDIOS TEMPORALES QUE CONTENGAN EL PODER QUE GESTAS DENTRO DE TI. NO DEBERIA IMPEDIRTE USAR TUS FACULTADES SOLO EVITAR QUE RECAIGAS EN SUSURROS INNECESARIOS A ESTAS ALTURAS, MUCHACHO
  • Dices… ¿que podéis contenerlo? Pero eso no cambiara lo que he hecho y aun así queréis no solo que viva sino que siga albergando en mí la ocasión de dañar a los demás de nuevo. – se sentó en una de las sillas con los brazos apoyados en sus rodillas y las manos tapándole la cara- ¡NO! ¡¿porque mi vida vale tanto?!

Una voz interrumpió a los dos rompiendo el dialogo

  • EN CASO DE NEGATIVA LA DIRECTRIZ DF-2737 SIGUE VIGENTE Y PUEDE SER EL METODO MÁS EFECTIVO A UN 97,9 PERIDO DE POSIBILIDADES.
  • NO. VAMOS. A. PURGARLO
  • PURGA…CANCELADA… -casi podía percibirse un atisbo de desilusión en sus palabras
  • COMO DECIA PODEMOS PALIARLO, HACE TIEMPO WRATHION CREO UN VIAL QUE CURO LOS SUSURROS DE EBYSSIAN. M.A.D.R.E. PUDO ESTUDIARLO Y REPLICARLO CASI CON EXACTITUD ASI QUE NO DEBERIA DAR PROBLEMAS…EN TEORÍA
  • En teoría…

Magni ignoro su sarcasmo y se alejó a una mesa donde un vial morado estaba presente encima de una caja. Mientras sopesaba lo que acababa de acontecer y pensaba en esos susurros que había escuchado en Uldum “ Tu hora no ha llegado, héroe”. ¿Sería acaso un efecto de la corrupción permanente en él?

EL portavoz lo saco de sus pensamientos poniéndole un vial en las manos.

  • SOLO DEBEMOS PROBARLO. Y, AHÍ, ENTRAS TÚ.
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III. Niebla de la muerte.








NOCHE DEL SEGUNDO DÍA


Imágenes oscuras flotaron en su mente dormida. Inmediatamente se sentó de golpe con un grito áspero, sudando y con el estómago revuelto. La oscuridad más profunda caída sobre Kun-Lai parecía reunirse en los rincones de la habitación, la oscuridad asumía una forma tangible. ¿Era solo una ilusión? Sus armas estaban fuera de su alcance. La ilusión inquietante parecía crecer, hacerse más poderosa con cada segundo que pasaba, aceleró su mente. Las armas estaban justo ahí. Solo necesitaría un momento…

‘’No tendrás ese momento’’

La voz que hablaba era horrible, se sentía como la de Nhail mezclada con no poca cantidad de malicia y asco. El desprecio por él, por cada ser vivo estaba dentro de esa criatura y para su horror, estaba volviendo sus sentimientos contra él. Un Shado-Pan parecía aparecer de la nada levantando un pesado bastón. Con un movimiento limpio, cayó hacia la creciente oscuridad. La figura malvada chilló y huyó de la escena de inmediato cuando el golpe aterrizó con un fuerte golpe. Nhail contuvo el aliento cuando aquella presión se liberó. Claramente el trabajo de ese ser… sea lo que sea…

Se estremeció momentáneamente cuando los ojos azul oscuro del Shadopan que habían golpeado a la figura se encontraron con los suyos.

Sombra del Viento. Ten cuidado cuando sueñas, que tus pensamientos nunca se oscurezcan demasiado.

Reconoció la voz como la de Flor Nevada. ¿Ella me salvó? tragó saliva y asintió. Estaba enfermo del estómago de una manera que no había sentido desde que enterró a Shemyazaz, su preciada armadura en Cuna del Invierno y la vio, oyó y sintió por última vez corrupta, ahora tratando de ser purificada gracias al sacrificio de Kætteren en Ny’alotha.

— Gracias, Flor Nevada .

Solo había una leve sonrisa en sus facciones en la oscuridad de su habitación.

Ven. Hay algo que debes saber antes de continuar aquí.

Antes de abandonar su habitación, la mirada de Flor se detuvo en la esquina donde se había acumulado esa oscuridad. Se estremeció por un momento y luego la maga asintió e hizo un gesto para que la siguiera. A la luz de lo que acababa de ver se aseguró de permanecer cerca de ella.
¿Cómo, en nombre de Shaohao y en todo lo sagrado, había logrado el Sha pnetrar en el bloque de dormitorios del Monasterio mientras los Guardianes estaban en guardia? Este pensamiento pasó por la mente de Flor Nevada mientras guiaba al iniciado a través del dormitorio. Taran Zhu tendría que ser informado de inmediato, eso era seguro.

El errante tenía un talento asombroso para perderse en lugares confinados y Flor lo descubrió cuando bajaron un solo piso. Sí, Nhail la había seguido por la primera escalera, pero luego siguió adelante y la había perdido de vista. Era medianoche, la luna apenas era visible y estaba usando su uniforme azul oscuro, después de todo… su túnica se balanceaba sobre sus pies y se aseguró absolutamente de que Nhail estuviese detrás de ella cuando llegaron a los cuartos de Taran. No dudó en llamar. Había visto mucho en los años de servicio en el Shadopan y sabía muy bien el peligro que representaba el sha. Taran Zhu entendería las razones de esta intrusión nocturna, le gustara o no. Su mano sonó dos veces contra la puerta. Si tenía alguna duda de si Taran Zhu la escuchó tocar, pronto se borró cuando escuchó un gruñido, un gemido y un distante “¿Sí?”

Señor Zhu, un sha de alguna manera llegó a los terrenos del Monasterio.

Hubo un gran golpe desde la habitación al otro lado de la pesada puerta. Ni siquiera un momento después, Flor Nevada se encontró cara a cara con Taran Zhu, que solo llevaba una túnica azul alrededor de los hombros que le envolvía el torso y se arrastraba hasta sus poderosas pantorrillas. Había estado durmiendo pero sus ojos dorados la inmovilizaron en el lugar. Su moño estaba despeinado debido a la hora tardía y el cabello negro le caía por el cuello bastante desordenado.

Taran evaluó el comportamiento de Flor y su postura y luego dejó escapar un largo suspiro.

¿Un Sha? ¿Estás segura?

Lo estoy, señor Zhudeclaró de manera concluyenteMe lo llevé, pero no antes de que pudiera cernirse sobre Nhail.

Taran asintió, luego se congeló al reconocer la presencia del elfo. Claramente, su mención había hecho que su mente soñolienta se sacudiese. Suspiró y les indicó que entraran.

Supongo que es algo que debería haber explicado a nuestro invitado de inmediato y no lo hice. Por eso, el fracaso es de mi parte. Hiciste bien en expulsarlo Flor, y sin sufrir lesiones.

La habitación estaba oscura, con solo la luz de las estrellas y el pálido resplandor de la lejana luz de la luna para mantenerla encendida. Pero Taran pronto sacó una vela y la encendió, permitiéndole ver su habitación. Era ordenado, para estar seguro. La ropa del día de Taran estaba doblada cuidadosamente sobre un estante plegable cercano de varillas de madera para secarse de sus ejercicios con los iniciados del día anterior y su ropa interior roja yacía en un pequeño taburete. Había una pequeña mesa con varios pergaminos alineados sobre ella y tres sillas debajo. Les indicó a los dos que se sentaran y luego procedió a traer más luz a la habitación.
Nhail parecía un poco desconcertado por todo esto y todavía había una leve impresión de sorpresa en su rostro. Flor pensó que esto era muy comprensible, considerando lo que había visto antes… y lo que casi le había quitado la vida.

Esta orden tiene una historia de miles de años iniciado.

Taran Zhu se sentó después de haber encendido tres velas másPero basta con decir que el cargo principal de esta orden es la destrucción del tipo de ser que sentiste. Nuestra gente los conoce como los Sha. La emoción negativa los fortalece; ira, odio, miedo, duda… desesperaciónTaran soltó un largo suspiro — Los Shadopan han mantenido la vigilia de sellar a los Sha en Pandaria durante más de diez mil años. La defensa de esta tierra es un deber grave y puede requerir el sacrificio de nuestras vidasCerró los ojos y sonrió sombríamente¿Qué sentiste?

Suspiró y luego cerró los ojos con fuerza, esta sensación no era nada en comparación a los susurros constantes de C’thun durante años, pero dudaba si contarle o no su historia con el vacío y mencionarle la armadura. Cuando los abrió de nuevo habló con incertidumbreDe las emociones que mencionaste, Zhu… sentí desesperación. Duda. Tuve una visión de mi mundo… de mi GeneralExtendió una mano sobre la mesa y la apretó con fuerzaSe había metido en problemas y no había nadie para ayudarlo, ni Rommath ni Lor’themar estaban junto a él.

Flor contuvo el alientoSe sabe que los Sha juegan con la mente al presentar visiones. Tal vez te dieron el regalo de una visión de algo que está por llegar… pero el Sha pretende estrujar tu mente con pensamientos negativos, se alimenta de ellos.

Taran Zhu asintió con la cabezaEso parece bastante probableSu ceño se frunció en contemplación, y se amasó las cejas pobladas con las manos un poco — Supongo que el Sha no existe en tu mundo.

No. No lo hacen. Y si lo hacen no los conozco por ese nombre ni actúan o actuaban de la misma manera. Y’shaarj es el único dios antiguo que desconozco, sabía que era el más fuerte de los cuatro, pero al ser erradicado desde hace milenios no le di mayor importancia, de lo contrario habría viajado hasta este continente mucho antes.

Los ojos de Taran se llenaron de tristezaVeoSe puso de pie y miró por la ventana de sus habitacionesLamento que hayas tenido ese encuentro… pero estoy agradecido de que Flor haya podido ayudarteLuego se apartó de la ventana; sin su bufanda, Flor sintió que tenía un peso aún mayor. Esta era la verdadera cara de Taran Zhu… no la que estaba detrás de la máscaraLos Sha son un enemigo que solo nuestros veteranos pueden atreverse a enfrentarLa voz de Taran Zhu era solemne, con una ventaja que, en los muchos años de su servicio, Flor Nevada rara vez había escuchadoTe conocen ahora. Sentiste el horror de su presencia en tu corazón y en tu mente. Ahora eres un objetivo… como todo ser vivo en este continente es un objetivo. Pero todavía hay esperanza.

Taran Zhu dejó escapar un largo suspiroFlor y yo hicimos nuestros juramentos de servicio al Shado-Pan hace muchos, muchos años. Desde ese día en adelante, comprometimos nuestras vidas a resistir los horrores que representa el Sha. Para rechazar la violencia sin sentido, rechazar el llamado al odio los que llevan daño hacia los inocentes, para evitar la mordedura de la ira, frustrar el tirón de la desesperación, ignorar la duda y superar la desesperaciónLos ojos de Zhu se cerraron con fuerza una vez másDijiste que tu ambición significa mucho para ti, que es el marco de tu vida. Sin embargo, equilibras esta ambición con la compasión hacia tus seres queridos y eso es lo que me da esperanzaextendió una mano hacia las montañas distantesLa mañana después de esta es cuando comenzará la Prueba de las Flores Rojas y si demuestras ser digno…Taran sonrió, pero era una expresión sombríaEntonces estaré encantado de enseñarte cómo luchar contra el Sha, Sombra del Viento.

Flor se aclaró la gargantaUna buena noche de descanso también es una buena manera de defenderse del ShaElla se encontró con los ojos de NhailAntes de que te vayas a dormir, puedo enseñarte una de las meditaciones más básicas. Un escudo mental por así decirlo.

—Y bien, ¿Nhail?

Miró hacia la mesa y luego asintióPor este tipo de cosas son por las que emprendí este viajeSe estremeció visiblementePrefiero que no vuelva a suceder algo así… si hay algo que pueda hacer para evitar que este maldito Sha se entrometa en mi mente mientras no estoy despierto, me encantaría hacer uso de ello.

Flor hizo un gesto cortés hacia la puertaEntonces te enseñaréElla se puso de pie, al igual que Nhail, y ambos se inclinaron ante Taran ZhuMis disculpas por molestarlo tan tarde, Lord Zhu.

Aceptadas, pero no necesarias dadas las noticias que tenías. Informe a los guardias que estén atentosfrunció el ceño, luego se inclinóBuenas noches.

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TARDE DEL TERCER DIA


Nhail se recostó en su habitación y reflexionó sobre los acontecimientos de la noche anterior. No había forma de que pudiera apartar su mente de ellos. Luchan contra criaturas que efectivamente son pesadillas.

Las pisadas obvias de varios de los más pesados ​​Shado-Pan pasaron por sus oídos. Cerró los ojos y se concentró. Esa oscura malevolencia era completamente ajena a él. Cuando los torturadores (seres deformes a los que Nhail los apodó El Cojo y El Manco pues no pudo ver nada durante días debido al vendaje que cubrían sus ojos, estos recibían ordenes de un K’thir llamado Actiss el Embustero escondido tras el cuerpo de un humano que se hacía pasar por Alcalde y que servía ordenes de N’zoth, un títere sin importancia) finalmente consiguieron que su ira hirviera atado con cadenas y desprovisto de todo su armamento, toda esa ira había sido suya. Había mantenido una ira justa formada por el deseo de proteger a los que ya no estaban y había conseguido invocar un fuerte torrente arcano, el, que tanto detesta usar la magia arcana que inevitablemente corre por su linaje.

Y esa ira le liberó de las ataduras. Con unas palabas que se repetían en su mente una y otra vez.

‘‘Todos tenemos una llama ardiendo en nuestro corazón que no puede apagarse. En el parpadeo de la llama se encuentra una luz que arde en ambición, calienta el corazón y reduce los sentimientos a cenizas y nace una pregunta… ¿Podrá ser apagada la llama del destino mientras siga con vida?’’

Sé que la ira puede ser una emoción útil, pero este lugar me hará reconsiderar todo lo que hago. Suspiró. Me pregunto qué quiso decir Taran Zhu con ser “marcado”… ¿está cada persona en este continente marcada por el destino o por el Sha? Flor pasó por su puerta con un leve asentimiento y una sonrisa; este le devolvió la sonrisa y siguió manteniendo los ojos cerrados mientras se concentraba. La meditación que le había enseñado la noche anterior ayudó a ocultar los impulsos más dañinos, particularmente los que podrían atraer a un Sha a una persona como un imán y corromperlos desde adentro.

Él conocía sus pasos mejor que casi nadie y estaba feliz de aprender habilidades que circulan en el ambiente en forma de elementos para contrarrestar emociones negativas sin necesidad de recurrir a lo que tanto temía y amaba al mismo tiempo, sabía que era cuestión de tiempo su regreso a Cuna del Invierno y desenterrarla, al menos para hablar con Kætteren y asegurarse que seguía ‘’viva’’ manteniendo el control de la parte corrupta.

Sintió que otra persona se acercaba a su habitación a pesar de que sus pasos eran completamente silenciosos. La voz de Yalia llegó a sus oídos.

¿Estás bien?

AsintióSi estás aquí para controlarme, no debes preocuparteposó una mano sobre el hombro de YaliaEstoy bien.

Una pequeña sonrisa arrugó la cara de Yalia, pero luego cayó en su habitual expresión implacableFlor me habló de tu… encuentro.

Sabes más sobre el Sha que yo, Zhu me habló anoche sobre ellos después de que la maga derrotó a uno de ellos.

Yalia se sentó en la pequeña silla de mimbre y sus cejas se fruncieron al pensarSupongo que me arriesgo a cubrir el mismo territorio que Taran Zhu, pero… ¿qué sentiste?

Pensó en la noche anterior. Todavía le inquietabaSentí como si hubiera una garra helada en mi pecho, aplicando un peso cada vez mayor. No había sentido tal malignidad en…Cerró los ojos con fuerzaNo en mucho tiempo. Llevo pasando por esto muchísimos años desafortunadamente, lo de anoche fue más bien fruto del desconocimiento, si fuese armado nada de eso habría ocurrido, pero me mantengo firme en las costumbres de los Shadopan, no se me permiten armas ni armaduras externas al monasterio. Y así será. Disciplina.





Yalia se llevó una mano a la barbillaVeoinclinó la cabeza un instante y relajó ambas manos en su regazoAsí es como a menudo comienzaLa voz de Yalia era firme, pero fríaLos Sha comienzan su trabajo intentando aprovechar los sueños de una persona, o momentos durante el día en que no están tan alertas. Si una persona no sabe lo que son, pueden ser aún más peligrosos, tal vez incluso invadir la mente misma y torciendo los deseos internos.

Nhail se estremeció. Yalia continuó, su voz adquiriendo un tono más sereno

A pesar de sus habilidades para pnetrar en la mente de sus víctimas, Sha no es infalible. Intentan defender sus formas sombrías utilizando a las víctimas como anfitriones. Si logran influir en un anfitrión para luchar contra sus posibles aliados, pueden propagar caos y abrir más puertas para que otros Sha entren. Son adaptables y poderosos. En la leyenda se menciona a los grandes Sha como seres capaces de una increíble cantidad de destrucción. Pero incluso ellos pueden ser detenidos.

¿Cómo?

La mente puede confundirse, pero también debe mantenerse fiel a sí misma. Si su presencia se realiza con la suficiente rapidez, el anfitrión puede defenderse. Si el Sha tiene que concentrarse en librar una guerra contra la mente del mortal y al mismo tiempo defender a su anfitrión contra aquellos que los purificarían de la influencia del Sha, el anfitrión puede ser liberado. Incluso aquellos que han sido ‘tomados’ por su influencia pueden salvarse si se puede forjar una conexión… o si se desarrolla la secuencia correcta de eventosYalia se encogió de hombrosHay desencadenantes mentales que pueden acelerar que Sha pierda el control de su “rehén”. Intenta parecer correcto, que debes confiar en él. Si juega con la secuencia incorrecta de eventos e intenta usar recuerdos que la victima reconocería como algo que el Sha nunca podría tocar o influenciar…La mano izquierda de Yalia se apretó en un puño y luego se soltóEntonces el anfitrión fuerza al Sha a la superficie y se enfrenta al Sha por lo que es. Si el Sha pierde el control de las batallas mentales o físicas… intenta huir, dejando atrás al anfitrión.

Él asintió y preguntó en un tono respetuoso¿Cómo sabe tu gente todo esto, Yalia-sama?

Tenemos diez mil años de experiencia enfrentándonos a ellos. Los registros que mantienen el Shadopan y Los Eremitas son voluminosos sobre el temaSu sonrisa se desvaneció ligeramente, una expresión de preocupación apareció en su rostroSin embargo, no quiero decir que todos los fanáticos de Pandaria estén tan familiarizados con los peligros del Sha como El Eremita Pao. Debe conocer esa información. La vida depende de ello. Como regla general, aquellos que conocen la historia de nuestra gente saben sobre el Sha.

Ante eso, Nhail miró hacia la ventanaSon parte de su historia … al igual que la guerra de los ancestros, nuestro exilio, la plaga y las traiciones por el ansia de poder lo son para nosotrosSus manos se apretaron en un puño.

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Empieza una nueva aventura con el primer y segundo capítulos de esta:

https://drive.google.com/file/d/1Nty-4NvT1foUuMNY3PS-iR9NkA_dqZiA/view?usp=sharing

Para tener coherencia temporal es recomendado leer lo sucedido en los 2 años de skip más arriba en este mismo hilo, si no habrán personajes y sucesos que no tengan sentido.

Iré posteando enlaces a Drive puesto que el foro es tan restrictivo que es difícil escribir libremente con las restricciones tan absurdas que tiene.

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Sostuvo el vial en sus manos sopesando los pros y los contras, el líquido violáceo burbujeaba en su interior y se movía más como una masa que como un líquido. ¿De verdad tomando esto se pasarían los efectos de su locura?

Agarro con los dedos el corcho y lo saco del vial dejando escapar un humillo violeta lentamente y un olor que distaba enormemente de la palabra agradable, e incluso de tolerable, en cualquier lengua viva o muerta.

Vamos allá…

De un rápido gesto y un trago bebió todo el contenido del vial, su sabor era amargo, rasgaba hasta la garganta, y de una textura insípida. Tras un periodo corto de tortura alimenticia dejo el vial en el suelo y espero la reacción. No obstante, quitando la sensación de náuseas y de su cerebro avisándole de lo ingenuo que era, no sentía nada.

Mirando el vial estaba claro que no había dejado ni una gota pero no sintió convulsiones, ni mareos, ni pinzamientos. Nada, ni un síntoma ajeno hasta que, de pronto, se desplomo contra el duro suelo de la sala.

Horas más tarde

Despertó en una camilla en una nueva sala, le trajo amargos recuerdos el lugar pues rápidamente lo había identificado como la enfermería improvisada de las cámaras titánicas donde se encontraba. Un amargo recuerdo de una Saldienne sonriente le vino a la mente, aunque intento desvanecerlo no fue hasta unos minutos después que pudo evitar el dolor que le causaba tal recuerdo. La herida tardaría en sanar, traicionado por alguien a quien le había abierto el corazón y resulto ser un tejemaneje de un dios antiguo que buscaba campeones. Ridículo era lo menos que pensaba de sí mismo.

SUJETO ESTABLE Y CONSCIENTE

De un brinco salto de la cama, tras de sí estaba una enfermera junto a M.A.D.R.E. y el portagritos de Azeroth.

  • No me deis esos sustos por favor.

  • SUJETO ESTABLE, DIRECTRIZ DF-2737 NO NECESARIA.

  • SI, SI M.A.D.R.E. YA TE HEMOS ESCUCHADO. BUENO CHICO NOS LLEVAMOS BUEN SUSTO TRAS TU DESMAYO, AUNQUE JAMAS PENSAMOS QUE SI SERIA COMPATIBLE EL VIAL CON ALGUIEN NO DRACONICO

  • ¡Espera! Como que alguien no draconico

  • CALMA, CALMA, AL FINAL TODO HA SALIDO BIEN NO MUCHACHO. AZEROTH CANTA DE ALEGRIA UNA VEZ MÁS.

  • Yo lo mato – dijo entre susurros el paladín

  • ESTO CALMARA LOS EFECTOS ADVERSOS DE LOS PODERES LATENTES QUE TIENES EN TU INTERIOR PERO NO LOS MATENDRAN ATADOS. SOBRETODO DEBES EVITAR EXCESIVAS MUESTRAS EMOCIONALES VALE MUCHACHO. ENVIAREMOS A UN MENSAJERO CON EL RESTO.

  • El resto… ¿debo tomar más de esa porquería?

  • UNO AL MES Y VISTO SUS EFECTOS TE RECOMENDARIA QUE FUESE POR LA NOCHE AUNQUE DEBERIAS IR TOLERANDOLO MEJOR CON EL TIEMPO. Teóricamente

  • ¿Has dicho algo?

  • NADA NADA, AHORA CAMBIATE, DEBES PARTIR HACIA ORGRIMMAR, LLEGO ESTA CORRESPONDENCIA HACE POCO SOLICITANDO TU PRESENCIA.

  • Magni, este sobre esta abierto… -suspiro- mira, dejémoslo así

Le quito el sobre de sus cristalinas manos y saco su contenido, era una carta escrita en pairo con buena caligrafía, ergo no era un orco quien le escribía, en él decía lo siguiente:

https://cdn.discordapp.com/attachments/720575874528968738/1130256625064751186/image.png

Releyó el mensaje para memorizar los datos y comprobar si había alguna información adicional pero nada. Hecho esto estrujo la carta y la echo a un brasero cercano.

  • Debo partir inmediatamente si, ¿Seguro que no ocurrirá nada? Estoy seguro que ya habrán llegado noticias de mi corrupción a todo Azeroth. No quiero más sorpresas portavoz.
  • TODO ESTARA BIEN. ENTREGADLE SU ARMADURA.

Unos terraneos llegaron con una caja de madera, de donde sobresalían piezas de armadura, la soltaron a sus pies, casi chafándolos, haciendo rebotar su interior. Dentro pudo comprobar que estaba su armadura, de tonos negros y anaranjados así como la egida que había hecho Aiden. Pero no había rastro de su casco, o más bien de las mitades de su casco.

Con esfuerzo, aun le dolían los músculos y se notaba agarrotado, fue poniéndose cada pieza lentamente, pantalones, botas, pecho, etc., hasta acabar uniformado una vez más con su atuendo de “seguridad”.

  • BIEN, BIEN, ASI MUCHO MAS COMODO ¿NO? HEMOS DISPUESTO DE UN PORTAL QUE TE LLEVARA HASTA ORGRIMMAR DIRECTAMENTE. UN ÚLTIMO PRESENTE DE NUESTRA PARTE. RECUERDA QUE LLEVAREMOS UN MENSAJERO HASTA RASGANORTE CON TUS VIALES EN UNOS DIAS.
  • De acuerdo Magni, M.A.D.R.E., si me disculpáis debo irme ya me esperan en la capital.
  • UNA ULTIMA COSA MUCHACHO, HEMOS CORREGIDO EL PROBLEMA DEL VACIO PERO NO SABEMOS HASTA QUE PUNTO. ¿HAS OIDO SUSURROS DE NUEVO?

Recordó la voz que había oído en Uldum en ese instante, la mirada cristalina de Magni esta puesta fijamente en él. Sopeso el contárselo, en decirle la verdad, pero su mente se negaba a admitir que alguien le había susurrado además… sentía algo distinto en esta voz algo más cercano, real. No tenía tiempo que perder así que opto por la vía simple.

  • No – dijo secamente y atravesó el portal

  • SUERTE MUCHACHO

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IV. PRUEBA DE LAS FLORES ROJAS








Dos líneas de doce posibles candidatos presentaron sendas al puente. La tierra estaba húmeda, el chirrido de las botas y el rechinar de los pies descalzos contra el barro donde las botas no estaban disponibles era apenas el más digno de los sonidos.
Nhail se detuvo al instante, el Shadopan que los había convocado desde el campamento fuera de las puertas levantó una mano.
Tres figuras envueltas en lluvia, todas vestidas con los trajes del Shadopan se adelantaron. Los ojos del errante distinguieron las figuras del Maestro Ventisca Algente y otra que no conocía tan bien… pero su atención estaba en la del medio. Yalia. Concentró sus respiraciones. Los demás a su alrededor estaban mucho más emocionados… pero también nerviosos y ese nerviosismo teñía el aire, con razón.

Es mejor que sea importante para mí también. Pensó con firmeza. Son jóvenes y no están a la par con el Shado-Pan que vi en términos de niveles de habilidad… pero podrían poseer habilidades que no vi en el campamento.

Tendré que estar listo.

Yalia se paró entre los otros dos. Su voz era mucho más dominante que cuando se había dirigido a Lao-Chen en presencia del elfo, y llevaba una seriedad que era bastante impresionante.

—Futuros iniciados… les doy la bienvenida a la Prueba de las Flores Rojas. Desde el otro lado de esta tierra han llegado hasta aquí. Cada uno de vosotros se ganó la atención de uno de nuestros agentes. Creyeron que eran dignos candidatos. Así ha sido durante incontables años… y siempre podrá ser.

Vio algunas sonrisas petulantes… algunos menos que alentadas. Volvió a mirar a la venerable maestra Omnia cuando esta se aclaró la garganta y habló una vez más.

—Soy la Maestra Yalia Murmullo Sabio de la Disciplina Omnia. Es nuestra responsabilidad mantener la sabiduría, el conocimiento y las tradiciones sagradas de nuestro ordense inclinó ligeramenteMe siento honrada de darles la bienvenida aquí y felicito vuestro coraje. Ha llegado el día señalado, han atravesado el campo, la montaña, el río y todo tipo de terreno hostil para llegar hasta aquí.

Yalia levantó una mano.

La Prueba de las Flores Rojas consiste en tres pruebas. La Prueba de Resolución, la Prueba de Fuerza y ​​ la Prueba de Espíritusu mirada se hizo más intensaLa mano de la muerte cae a menudo sobre aquellos que no están en condiciones de unirse a las filas del Shadopan.

Nhail asintió sombríamente. Los otros iniciados ahora se susurraban entre sí. ¿Qué quiso decir ella con eso? tenía una idea… una a la que Ventisca y Lao-Chen habían aludido pero de la que no habían hablado directamente. Sin duda, tenían sus razones.

Yalia no se rió al ver que los otros iniciados temblaban tanto.

Os ofrezco una última oportunidad para alejaros del curso que les hizo llegar a este lugarla voz de Yalia era solemne, cada nota golpeaba como un martilloSi hay alguno entre vosotros que duda de su derecho a tomar estos juicios, se le permite salir del Puente de Iniciación y regresar a sus hogaressus ojos se cerraron por un momentoNo hay deshonra en tal decisión. Pero no se te permitirá regresar aquí… por lo tanto, esta es tu única oportunidad. Sabed esto antes de decidir.

Hubo un movimiento nervioso en los tablones de madera del puente y luego un joven pandaren con su cabello castaño rojizo recogido en un pequeño moño, se interpuso entre las líneas y salió del puente con la cabeza baja por un momento, pero pronto levantó la vista endureciéndose visiblemente. Nhail estaba contento de estar allí. Si quería volverse más fuerte y más sabio, esta era la manera de lograrlo.

Huir no era una opción.

Los vientos se reunieron en una fuerte brisa. La última de las brumas parecía separarse detrás de Yalia. Detrás de ellos, la única posibilidad de haber dejado el puente partió a través de las puertas que se cerraron una vez más con un sonido colosal. Nhail no saltó, pero alcanzó la cadena más cercana del puente para tratar de recuperar el equilibrio. Tuvo éxito… pero la cadena estaba fría y húmeda al tacto. El agarre no era tan reconfortante como había esperado. Esperó a hablar hasta después de que se cerraron las grandes puertas del Monasterio.




Dojo Ventisca Algente



El Dojo había estado en silencio durante algún tiempo, los veteranos de varias Disciplinas se reunieron en respetuoso silencio. Por lo tanto, los gritos de los posibles iniciados que caían en las aguas del lago los alcanzaron fácilmente y causaron que los ojos de Lao-Chen se cerraran con fuerza. El protocolo dictaba que aquellos que ya habían sido aceptados en el Shadopan no podían dar un trato preferencial a los posibles solicitantes. Cuando Chen abrió los ojos, vio reacciones mixtas en los rostros de sus compañeros ante los gritos. Algunos eran inescrutables; Lord Taran Zhu estaba en el nivel superior del Dojo con el Maestro Ventisca y su rostro estaba completamente velado. Este fue el caso del Protector Yi y Lao Lang también.

El maestro Zhiyao, normalmente una de las personas más audaces de la orden, se acurrucó cerca de una de las columnas de soporte del dojo inferior. Lo intentó y no pudo mantener las lágrimas en las comisuras de los ojos. Zhiyao se había jactado de su hijo que había hecho el viaje desde el Bosque de Jade sin la ayuda de nadie y ahora el pobre Zhiyao no tenía idea de si su hijo había sobrevivido. No lo descubrirá con certeza hasta después de la Prueba de Fuerza.

Lao-Chen caminó hacia Zhiyao, destacando el acolchado de sus zapatos contra el piso de del dojo. Zhiyao se llevó una mano a los ojos para limpiar las lágrimas, pero se la quitó cuando levantó la vista para encontrarse con los ojos de Lao. Una débil sonrisa apareció en su rostro… seguida rápidamente por una expresión sombría y más lágrimas.

Lao respiró hondo y murmuróSi tu hijo es tan bueno como crees que es entonces lo volverás a verZhiyao asintió débilmente sin decir nada por el momento. Lao-Chen señaló el suelo cercano¿Te importa si me uno a ti?

Zhiyao asintió con la cabezaPor supuesto, Chen.

Se arrodilló y se sentó frente a él extendiendo una mano en apoyo.

Usted no es el único que se ve sombrío.

Zhiyao aceptó la mano de Lao y respiró hondo, juntando dos manos gruesas y con cicatrices de batalla alrededor de las de su compañero. Un momento después, suspiró con resignaciónTodos tenemos malos recuerdos de algún tipo. El juicio no es un momento feliz hasta que concluyasu voz era solo para los oídos de Lao.

No tendrás ninguna discusión de mi parte sobre eso.

Movió la cabeza hacia un lado. Una cosa era segura… nadie podía sonreír ante el sonido de los jóvenes que se encontraban con un final rápido. Respiró hondo. Recuerdos desagradables volvieron a él, la sensación del mundo entero desapareciendo… y luego las profundidades del lago, llenando su nariz, su boca.

Zhiyao debe haber sentido estoLao-Chen… ¿crees que el elfo de cabello blanco sobrevivió?

Esto lo trajo de vuelta al presentePor supuesto que lo hizono tenía absolutamente ninguna duda de esto y su tono era propiamente enfático.

La cara de Zhiyao dibujó una extraña muecaTienes más fe en un extraño que yo en mi propio hijo. No sé qué dice eso de mí como padre.

Chen tuvo que encogerse de hombrosSignifica… que estoy seguro de las capacidades de Nhail.

Zhiyao no dijo nada en respuesta. Chen le apretó la mano¿Cuántas veces viste a tu hijo desde que nació?

No el suficienteZhiyao respondió con acidez, bajando la cabezaRegresé a casa una docena de veces entre el momento del nacimiento de Xiang y su séptimo cumpleaños. Nunca me quedé más de dos semanas. Solo lo he visto tres veces en los últimos cinco años… y Xiang tiene dieciséis años en su haber ahora.

Apretó suavemente la mano del Maestro del Shado una vez másEstará bien. De eso… no deberías preocuparte.

La corpulenta cabeza del Maestro Shado se inclinó hacia abajo y asintió una vez másSolo puedo esperar que tengas razón.

Lao-Chen sonrió más genuinamente. En verdad, esperaba que Xiang hubiera soportado. No tenía dudas con respecto a Nhail. Pronto veremos si sobrevivió… pero lo sé con certeza. Sobrevivió a la primera prueba. Uno con tal fuerza de voluntad no puede ser apagado solamente por un lago helado.



Mientras, en las afueras del monasterio.



La túnica no se había congelado a pesar de retener parte del agua del lago y sus botas estaban húmedas, pero seguía avanzando; había escurrido la túnica con las manos lo mejor que pudo pero no había forma de sacar toda la humedad. Hizo una pausa mientras se acercaba al brasero en forma de tigre respirando profundamente. El errante tomó el camino equivocado alrededor del lago una vez que llegó a la orilla, y como resultado, la mayoría de los otros iniciados Pandaren estaban muy por delante de él. Por lo tanto, su situación no era del todo buena pero tampoco era del todo mala.

Sus ojos se entrecerraron. El tigre eructó calor; El humo tosía en el cielo cuando la llovizna regresó y las gotas de lluvia encontraron las brasas ardiendo dentro del tigre. El chisporroteo era débil pero podía escucharlo todo. ¿Cómo llego allí? El tigre se colocó sobre una pequeña columna de piedra más oscura que se elevaba desde la costa. Seis conjuntos de cadenas parecían ser la única forma de hacerlo y solo un conjunto de cadenas iban desde tierra firme a la columna. Las otras estaban en el agua.

Va a ser una tarea difícil eso es seguro. Miró la más cercana desde la orilla; la mayoría de los demás habían elegido la única cadena que conducía desde tierra… y como resultado, se vieron obligados a esperar. Si todos fueran a la vez se derrumbarían unos a otros y no había agua para amortiguarlos desde ese lado. Nhail juzgó la altura de la columna de piedra y el brasero de tigre sobre ella. Unos veinte pies pensó… parece bastante simple.

En lugar de esperar en la fila y arriesgarse a no encontrar una moneda para cuando los otros iniciados Pandaren se dignaran para permitirle entrar, se apartó un poco de la orilla, juzgando la distancia. Después de un momento, sus ojos se entrecerraron y con un arranque rápido despegó lo mejor que pudo. Su aterrizaje no fue otra salpicadura, sino un gruñido áspero cuando las cadenas frías se estrellaron contra su pecho… pero había calculado correctamente. De pie, tambaleándose sobre las cadenas colgantes, se encaramó hacia el brasero. Sintió las miradas de los otros iniciados mientras pasaba por alto a los que habían elegido el camino fácil y lo obstruían. Una vez que llegó a la parte superior de la cadena pudo ponerse de pie aunque no había mucho espacio. Se maravilló brevemente del ingenio del Shado-Pan por lograr llevar algo tan pesado hasta aquí. El andamiaje había sido necesario, sí… pero esta era una posición bastante difícil de alcanzar. Se paró en el humo reuniendo una pequeña cantidad de calor, tosió un poco y vio su objetivo. Las monedas con las caras de tigre miraban. Sus uñas no eran lo suficientemente largas en comparación a los Pandaren… pero conocía el calor.

Las palabras quedaron en su mente mientras preparaba su mano izquierda para golpear rápidamente, agarrar una moneda y sacarla. Sus ojos se entrecerraron para cerrarse por completo y las palabras fueron dichas en su mente, no en voz alta.

Anar’endal… dracon ¡!golpeó .

Después de prepararse para la transición del frío al calor, bajó la mano derecha, agarró la moneda más alta lo más rápido posible y la levantó hacia arriba. Volvió a soltar la moneda y la agarró limpiamente con la mano izquierda mientras caía. La arrojó al suelo apresuradamente, moviendo algunas de sus frías y húmedas túnicas sobre la moneda para reclamarla. No le haría ningún bien agarrar la moneda solo para que uno de estos otros la cogiera.

Una vez completada la tarea, se dio cuenta vagamente de cuán caliente había estado la moneda cuando la sensación de ese metal persistió en su mano izquierda y las puntas de sus dedos derechos.

—Mierd/\— espetó mientras envolvía ambas heridas escaldadas dentro de su túnica.

Había sido breve, sí, pero las monedas estaban demasiado calientes para que la piel desnuda las manejara.

Un ruido de cadenas después, tenía un invitado. Tan pronto como el Pandaren trepó hasta la parte superior de la columna de piedra, los ojos de color naranja-marrón de Tai Chiang se reunieron con Nhail. El joven Pandaren, de constitución gruesa, temblaba. Claramente el lago no hizo maravillas por él.

Así que… malditamente… frío…Tai se estremeció de pie cerca del brasero del tigre y abrazando su túnica empapada.

Tienes pelaje. Yo no.

Sí, no parece estar ayudando muchoTai se rió entre dientes, tosiendo en el humo.

No esperó para ver si Tai tuvo éxito o fracasó en su captura de monedas. Volvieron a mirar las cadenas y vieron a tres pandaren más luchando por llegar a la única conexión desde la tierra. Uno había seguido al elfo y se había aferrado al más cercano a la orilla.

Los ojos del elfo se abrieron de par en par cuando de repente se estremeció y cayó de la cadena a la tierra. Cerró los ojos y escuchó un grito de uno de los otros. Un crujido de huesos más tarde Nhail abrió los ojos y dejó escapar un suspiro largo y desigual. Los Pandaren que cayeron de la cadena habían aterrizado extrañamente donde el cuello se unía con el. Ya sea que la muerte reclamara un elfo o un Pandaren, sabía bien cómo era. Pagaron el precio final. Respiró hondo congelado hasta los huesos, temeroso de las alturas, lo que sea que lo haya hecho… su prueba está hecha.

Pero la mía no ha terminado. Envolvió su mano izquierda en las telas frías de su túnica y se arrodilló para recoger la moneda, bajó por el segundo conjunto de cadenas de la orilla. Hizo esto menos por una sensación de apuro y más para no golpear al que había seguido en su lugar en el agua… el que había gritado cuando el otro cayó.

Mientras bajaba, ese mismo Pandaren lo fulminó con la mirada — ¡¿Por qué no pudiste haber sido tú?!

Ignoró la mirada, negándose a darle esa ira sin sentido alguna voz dentro de su corazón.

Llegó a La Arboleda Florida después de una larga caminata por el lago helado. Sospechaba que había tomado el camino equivocado una vez más y esta sospecha se confirmó cuando llegó para ver que Tai Chiang y uno de los jóvenes Pandaren que habían estado detrás de él ya estaban presentes allí.

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Un destello cegador momentáneo y un ligero cosquilleo por la columna daban como señal que el portal había funcionado correctamente, momentos después se encontraba en la sala de portales de la capital, Orgrimmar. La sala estaba concurrida, gente de todos los puntos iban y venían en un trajín incesante de conjuros, peticiones y pagos a los archimagos del lugar para llegar a sus destinos.

Zuldazar, Pandaria, Rasganorte… tantos aventureros haciéndose al mundo le llevo a un punto de nostalgia, pero desgraciadamente no tenía tiempo para ello. Subió por las escaleras que daban al interior de la muralla principal de la ciudad, los guardias, dos orcos con armadura reglamentaria, le saludaron con cortesía con ojos cansados que aguardaban un cambio de turno urgente. Girando a su derecha la plenitud de la ciudad podía verse, ajetreada como siempre la plaza principal donde habitantes, soldados y aventureros, tal vez incluso adalides entre ellos, recorrían la calle con bolsas y materiales de todos los rincones.

Fue dirigiéndose al edificio principal mientras los gritos de la subasta podían oírse a los lejos, con sus pujas y sus nuevos productos listos para las manos más rápidas. Paso delante del banco y el tintineo de las monedas, en manos goblin por supuesto, le saco una ligera sonrisa por ver que la normalidad había vuelto rápidamente tras la guerra y la invasión del imperio negro.

En menos tiempo del que había pensado llego a la puerta principal del Fuerte Grommash, custodiada por guardias kor’kron. El edificio cargaba en su peso varios asedios y remodelaciones hechos por los distintos jefes de guerra y el actual consejo de la horda, ahora la puerta de entrada, hierro y madera de gran grosos construidas para cerrar herméticamente bajo el peso de púas algo oxidadas, permanecía abierta con vigilancia, la fachada principal volvía a portar el emblema de la unidad de la Horda, el rojo y negro que había llevado miedo y tregua a partes distintas de la historia y, tristemente, seguía manchado con sangre que algún día sus corazones lograrían limpiar, y el hierro predominaba en techo y laterales donde braseros ardientes y cadenas colgantes se mecían con el duro aire de Durotar.

¿Quién va? – pregunto uno de los kro’kron

El paladín se limitó a enseñar el emblema que portaba desde hacía ya ni se sabe cuánto tiempo, el negro emblema con el símbolo de la horda. Nada más verlos el orco, pues tal era su raza, gruño y le indico con la cabeza que lo siguiese por un conjunto de pasillos y salas. Dejaron atrás la sala principal y acabaron accediendo a una sala de puertas anchas de madera negra, dentro se encontraba una silla solitaria frente a una mesa enorme, hecha con madera de los bosques colindantes, con varias sillas. En las esquinas estaban colocados varios faroles, con madera y el fuego encendido, que habían hecho ennegrecer el techo por la humareda a pesar de las ventanas. Estos faroles servían como punto final para las decoraciones de huesos tallados en el hierro que cerraban sus picos.

En el suelo pieles de animales cubrían el frio metal dando una sensación de comodidad, pudo identificar linces, tigres y hasta piel de uñagrieta de Rasganorte.

A los laterales de la sala, decorando las paredes se encontraban varias armas y cofres dejando un equilibrio a ambos lados que culminaba en un gran escudo de hierro circular en el centro, dentro del mismo podía verse un arañado símbolo de la horda. Lentamente se acercó y rozo con su mano enguantada los arañazos, eran de hace tiempo pues había oxido en su interior pero no pudo evitar recordar las ultimas guerras en cada arañazo.

Fue en ese momento cuando la puerta volvió a abrirse paso y entro dos figuras, una con dorados y rojizos tonos en armadura, de cabellos dorados y un parche en el ojo. La otra figura era más imponente que la del elfo, de gran tamaño, piel rojiza y blanca y gran cornamenta iba vestida con ornamentos dorados en sus cuernos, unos guantes y botas que dejaban libres sus extremidades y un taparrabos. Baine Pezuña de Sangre y Lor’themar Theron en persona.*

  • Siéntese comandante, tenemos asuntos apremiantes de los que hablar. – dijo secamente el lord regente.
  • Lord Regente, Gran Jefe – añadió mientras hacia un saludo militar y se sentaba el paladín
  • Nos han llegado numerosos informes de lo acontecido en la ciudad del durmiente, sabemos lo acontecido ahí pero, tal y como habíamos concretado, tu presencia era una incógnita no representabas a la horda más que en el puro secretismo*.- El regente hablaba en un tono serio, no obstante, añadió-* para acabar comandando el asalto a Uldum…
  • Por ello –añadió el tauren- debemos saber por tu mano que ha ocurrido y cuales son ciertos.

*Actualmente corría el rumor que mucha gente en varios círculos llamaban cariñosamente al Lord regente por el nombre de Bob. Se desconoce el motivo.

Empecemos entonces –dijo tajante el paladín

Por el transcurso de varias horas fue explicando todo lo acontecido desde su llegada a Uldum, la batalla de Orsis, la llamada de los ejércitos, la invasión a la cámara, la represalia del dios antiguo, Ny’lotha y su corrupción. Lo ultimo que acabo contando fue ese destello junto a los hechos acontecidos en la cámara del corazón y su nueva “medicación”.

Como decía está siendo tratada por el mismo portavoz con viales anticorrupción, al menos así los he bautizado, no puedo asegurar su efectividad pero no escucho ni susurros ni hubo más incidentes al respecto.

El silencio reino en la sala durante un buen rato, ambos líderes intercambiaban opiniones entre susurros pareciendo discernir en varios puntos. Por su parte cerro los ojos y dejo que sus pensamientos volasen un poco, podría haber negado la corrupción y evitado el trato que había hecho con el portavoz pero ¿Qué sentido tendría? si debían acusarlo que al menos fuese con motivos reales y no por tonterías o absurdeces.

Tras mucha deliberación parecieron llegar a una conclusión mutua.

  • No podemos decir que tus acciones estén libre de pecado comandante, si es cierto que lideraste la batalla de Orsis dándole un giro a nuestro favor y participaste en la caída de Nyalotha pero no podemos ignorar los hechos acontecidos con tu corrupción. – dijo el lord regente
  • Por ello te quedaras unos días en Orgrimmar hasta que podamos confirmar lo que has comentado del vial, comprenderás que es vital para nosotros el que esto no acabe corrompiéndote de nuevo paladín –añadió el tauren
  • Lo comprendo y comparto
  • ¡Guardias! –Dos guardias, elfo y trol, entraron a la sala- Acompañad al comandante a unos aposentos se quedara bajo vigilancia durante una temporada. Por tu seguridad por supuesto.
  • Por supuesto

Los guardias escoltaron por los pasillos al paladín hasta llevarle fuera del edificio. Allí lo acompañaron hasta la posada cercana donde, tras hablar con la tabernera, nos ofreció una habitación algo amplia con un catre limpio, una mesita, una silla y un espejo de pared, además tenía una ventana, no muy grande, por la que se veía la plaza principal.

  • Deberás permanecer aquí, en caso de necesidad o urgencia mayor por la que debas salir nosotros deberemos acompañarte. Por la horda comandante – dijo el elfo
  • Gracias, creo que descansare un rato. Por la horda.

Cerró la puerta de la habitación y se dirigió a la ventana para ver la gente de la calle, ya atardecía y los primeros comercios cerraban y guardaban sus existencias en cajas de mercancías o en carros de carga. No obstante algún niño aun recorría las calles jugueteando ignorantes de la cruel realidad de los adultos. Soltó una sonrisa al verlos luchar contra ejércitos imaginarios y bestias imposibles, la triste realidad venia cuando esas imaginaciones tornaban en la realidad.

Decidió pedir algo de cenar a la posadera, bajo, con la guardia detrás, a la sala principal y pidió un plato de estofado de cordero, pan de especias de Mulgore y un par de cantimploras de agua fresca. Aparte insto a invitar a los guardias que le acompañaban con algo de comer pero ambos se negaron con educación.

Terminada su cena volvió a su habitación despidiéndose de los guardias y deseándoles buena vigilia, solo respondieron con un asentimiento de cabeza. Bien entrenados al menos estaban, no fraternizaban con un preso.

Ya dentro de la habitación decidió quitarse la armadura, pasarle una revisión, arreglar algunos remaches y acostarse en la cama. Sin embargo los acontecimientos del día le vinieron encima y no pudo pegar ojo en un buen rato, pensándolo con frialdad o había ido mal la reunión, no estaba preso, técnicamente, y que pudiese andar por la ciudad escoltado era un regalo que el mismo no se habría permitido.

¿Qué estarían maquinando los líderes de su facción para con él? ¿Acaso lo verían como un enemigo, como un amigo, como un impostor? No sería la primera vez después de todo que acabaría preso por traición o similar. Agarro el colgante azulado de su cuello con fuerza e intento desviar sus pensamientos a otra cosa, en unos días acabaría sabiendo la respuesta.

Al final el paladín se durmió recordando su ciudad natal, Lunargenta, y los dorados arboles de canción eterna. Pero, sobre todo, recordando a Nissela.

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En el centro del pequeño santuario pandaren ardía un fuego; destacaban tres colores diferentes.

Pequeñas lenguas azules de fuego contra los rojos más opacos y el naranja brillante, cuando se acercó sintió el calor dentro del lugar. Fue extremadamente bienvenido teniendo en cuenta el húmedo frio que tuvo que soportar.

Sosteniendo la moneda en una mano se la presentó a Yalia sin más preámbulos. Ella asintió con gracia, ni una sonrisa ni un ceño fruncido arrugó los bordes de sus labios y colocó la moneda con otras diez que estaban detrás de ella. Había quince monedas al principio. Incluyéndole a él, hay once que han llegado hasta aquí. Me pregunto cuántos más habrá detrás de mí. Yalia lo miró a los ojos por un momento una vez que terminó y luego hizo un gesto sin decir una sola palabra al pequeño fuego que ardía detrás de ella. Nhail tomó aquel gesto como que podía calentarse allí.

Los diez Pandaren que habían llegado antes que él se habían posicionado lo más cerca posible del fuego. Eligió unirse a ellos, la túnica húmeda se aferraba a sus piernas donde la humedad le había caído. No parece que planeen que nos cambiemos de ropa antes del próxima prueba. Yalia era el único presente de Shadopan; el Shado-Pan de pañuelo blanco no estaba allí…

Tai Chiang se había sentado acurrucado junto al fuego por un momento, pero al ver al elfo, el joven pandaren convocó una sonrisa y se puso de pie.

Peloblanco. ¿Cómo llegué aquí antes que tú?

Tomé el camino equivocadoadmitió. Tai se rió ante eso, y este encogió de hombros con pesar¿Disfrutaste tu viaje desde la antorcha?

Tai se estremeció ligeramenteHiciste que bajar de esa altura pareciera fácil, Nhail. Bajé unos cinco pies por la cadena y me sumergí en el aguaTai miró hacia el lago, lejos del fuegoHubo al menos otros tres tratando de tomar la ruta desde la tierra hacia arriba. Fue atropellarlos y terminar rompiéndome el cuello o dar el paso.

Ahora era el turno de reírse por parte del elfoEse lago estaba frío, pero lo he pasado peor. He vivido la mitad de mi vida en un bosque nevado al norte de Kalimdor.

Las gruesas cejas de Tai se alzaron con admiración Uno de los otros novatos, un Pandaren de figura larguirucha con una cola roja hirviendo, se acercó. Nhail era más bajo por unos 10 centímetros y tuvo que mover el cuello hacia arriba para mirarle a los ojos.

Apuesto a que esas cadenas fueron divertidas peloblanco. No tienes pelaje como nosotrosLa mirada gris acero fue de gran curiosidad.

Los ojos se entrecerraron ligeramenteHe tenido experiencias mucho peores que tirar de mi propio peso corporal por una cadena y luego volver a bajardijo firmementeEn cuanto a mis manos… estoy muy acostumbrado a manejar metal fríopensó en Myrkur, sus inseparables dagas, nunca había pasado tanto tiempo despegado de ellas antes de llegar al Monasterio. Cualquier maldición que llevara había sido saciada por su espíritu de lucha y no les habías fallado ni una vez. Myrkur… era en lo que más confiaba.

Me pregunto cuándo volveré a ver las cuchillas. Sé que tan pronto cuando termine La Prueba de las Flores Rojas.

Veoel joven Pandaren murmuró.

El calor del fuego había evaporado la mayor parte húmeda de las túnicas mientras esperaba, pero el resto tendría que ser escurrido nuevamente. Una vez que estuvo afuera, agarró las túnicas y escurrió el agua que quedaba. Por lo menos la hierba lo aprovechará bien. Una vez que terminó se volvió hacia la plaza para ver que el joven pandaren que se había unido a él y Chiang lo miraba fijamente.

Algo sobre mí debe parecer fascinantemurmuró¿por qué me miras?

La risa que escuchó Nhail fue similar a las que escuchó de Flor Nevada, Yalia y alguien a quien admiraba desde la invasión de La Legión Ardiente en las costas abruptas pero nunca tuvo el placer de conocer ni ver tan de cerca, la mejor asesina de todo el continente estaba allí, alguien quien dominaba el arte de la dagas a la perfección, La Mano Derecha de Taran-Zhu, Taoshi. Anotaban cualquier novedad, las bajas, las monedas conseguidas por los iniciados, cualquier tipo de trampa y demás información secreta que más tarde pasaría a las manos de Taran-Zhu.

El joven Pandaren respondió a su pregunta.

Nunca he visto a nadie como tú. Tampoco los demás. Eso es todoahora que habían dicho las cosas de esa manera, tenía mucho sentido. Por supuesto, parte de él todavía estaba irritado por ser el extraño pero suponía que tales cosas eran inevitables. No era de aquel lugar… pero trataba de ganar el respeto de aquellos que podrían ayudarle a alcanzar su meta. Después de un momento, los ojos gris acero de los pandaren se encontraron con los suyos¿Es tan extraño?

A donde quiera que voy Belore me pone en contacto con personas que nunca antes había vistodijo encontrando esos ojos gris acero una vez másNo. No lo es. Esto es lo que sabes, y no soy un espectáculo familiar para tu gente.Soy el extraño aquí, ¿no es así?—me pregunto qué habrían pensado los demás sobre este juicio… y este lugar. Incluso mientras pensaba en su hogar, deseaba que su mejor amiga Kyrah estuviese en este lugar, le encantaría, aunque dijo que había colgado las dagas definitivamente después de ayudarme y salvarme la vida en Uldum. Cuando regrese a Quel’thalas no recibiré un abrazo de su parte, eso está claro, mas me vale que cuide de mi espalda. Este rió en voz alta sumido en sus pensamientos.

Entiendo lo que estás diciendoel joven pandaren extendió una manoSoy Mei… hija mayor de Song y Tao Dusk.

Regresó a la plaza y aceptó esa mano con un firme apretónEs un bonito nombreinclinó la cabeza ligeramenteVosotros los iniciados me llamáis peloblanco. Prefiero no hablar de mi difunta familia en un día tan importante. Espero que lo entiendas.

Mei dejó escapar un largo suspiroEncantado de conocerte. Peloblanco podría describirte… pero no creo que ese sea tu nombre.

Viniendo de vosotros, no me desagrada, la primera vez que me vieron mis sobrinos me llamaron Abuelo y Argent tuvo que explicarle el por qué mi cabello luce tan blancorio recordando días bonitosY no lo dices irrespetuosamente. Eso es lo que es. Es solo… blanco. Pero en realidad, si sientes curiosidad, mi cabello siempre fue negro.

Mei sonrió… luego volvió a mirar hacia donde estaba Yalia y se congeló por un momentoParece que llegaron dos más.

Nhail siguió su mirada y vio a dos jóvenes pandaren de pie frente a Yalia, ambos sosteniéndole una moneda. La Maestra Omnia aceptó las monedas y luego miró hacia el lago… probablemente para la segunda prueba. El elfo y Mei volvieron a la plaza y escucharon las últimas palabras del intercambio entre el prospecto final y el Maestro Sabio Susurro.

Esta fue la última moneda, Maestro. Yo… dejé caer la otra en el lago y tuve que tomar una segunda, creo que soy el último en llegar.

El viento volvió a levantarse, llevando un escalofrío que sintió dentro de sus huesos a pesar del calor relativo de la glorieta y el fuego que crepitaba cerca. La primera prueba ha terminado. Ahora viene el siguiente. Los Pandaren se reunieron cerca de Yalia.

Veintitrés de ustedes comenzaron la Prueba de Resolución, trece han llegado.

¿Qué pasa con los otros?preguntó una tímida voz.

Pasaste la prueba. Ellos no lo han hecho. Al principio te advirtieron lo que significaría reprobar la pruebaYalia fue tajanteEstás aquí. Ellos no, y ese… es el camino de las cosas. Pero tu determinación está probada. Sígueme… y prepárate para la próxima pruebaaquello no fue una sugerencia, fue una orden.

Sintió su mano caer ociosamente en el anillo que Ventisca le había dado. Todavía estaba en el bolsillo de su túnica, frío al tacto, pero cuando sintió la cara del tigre en el ring… una repentina oleada de calor se extendió por las puntas de sus dedos y la mayor parte del brazo. Era una cálida bienvenida, considerando todo… Yalia tomó la delantera; los iniciados que habían sobrevivido formaron dos líneas de siete cada uno. Nhail encontró un lugar en una de ellas, entre Mei y Tai Chiang. No dijeron nada por el momento. Habría más que decir después de la próxima prueba… suponiendo que vivieran.

Donde quiera que estés… mantente fuerte Kætteren. No hubo respuesta para ese pensamiento. No esta vez.

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DOJO VENTISCA ALGENTE


Un joven Shadopan con una bufanda blanca había informado al Maestro Ventisca, tal vez media hora antes, que el primero había llegado al bosque. En ese momento, las Disciplinas Wu Kao y Guardia Negra abandonaron el Dojo. Cuando se fueron, tres grandes campanas todas fundidas en hierro forjado y con antiguos símbolos pandaren y palabras de poder se colocaron en el nivel inferior en un triángulo perfecto. El siguiente conjunto de pruebas permaneció oculto en el interior… y después de que un desastre cercano a siete años atrás casi hubiera causado la muerte de todos los iniciados que habían sobrevivido hasta esa era, el Shado-Pan se aseguró absolutamente de que no pasara nada con los preparativos de las pruebas.

Para Wan, muchos, muchos habían ingresado al Dojo de la Guardia Negra para tomar la Prueba de Fuerza. Para alcanzar esa posición, tuvo que tomar una prueba muy similar… pero que era mucho más peligrosa. Muchos iniciados perdieron la vida en esta etapa del juicio. Este era un nivel de dificultad menor que aquellos que deseaban el dominio completo de las técnicas del Shado-Pan que se habían recopilado durante más de diez mil años. Ventisca tuvo que reprimir un estremecimiento ante algunos de los recuerdos que le habían traído sus propias pruebas.

A diferencia de estos, tuvo el beneficio de muchos años de entrenamiento y había demostrado ser digno.

Si lo conseguirían… era otro asunto.

Wan había visto grupos que iban desde un solo individuo superviviente a la Prueba de resolución hasta veinte en una sola prueba. Ninguno era tan intrigante para él como este grupo. Ventisca reconoció en base a las descripciones transmitidas por los exploradores a los doce Pandaren que siguieron al Maestro Sabio Susurro en el nivel inferior del Dojo. Uno de ellos era hijo de un maestro Shadopan. Bueno, su cuerpo físico no yacía en este plano, pero si su espíritu… Zhiyao, sabría que sobrevivió hasta aquí.

En el nivel inferior, las grandes campanas formaban un triángulo perfecto… la siguiente parte de las pruebas ocultas en su interior. Un destello blanco entre las cabezas de los presentes llamó la atención del maestro y sus profundos ojos marrones se estrecharon.

Veo que has sobrevividouna media sonrisa llegó a sus labiosMuy bien. Espero que todavía tengas ese anillo, sería una pena que se hubiera ido al fondo del lago.

Yalia condujo a los trece sobrevivientes al dojo, se inclinó ante ellos y se fue. Ahora era tiempo de que Ventisca los probara como era tradición.

Los futuros iniciados parecían acurrucarse en silencio, asombrados, tal vez por el hecho de que habían sobrevivido. Quizás fue la historia que sintieron escrita en las paredes a su alrededor. Fuera lo que fuera no parecían sentir al maestro hasta que se paró en las losas del tejado. Trece pares de ojos lo miraron y casi todos los iniciados se dieron cuenta de cuán grande e imponente era la estatura de Ventisca. Una rápida mirada determinó que el más alto de este grupo no era más alto que su mentón.

Cada uno de vosotros ha demostrado una resolución impresionante, suficiente para demostrar que son dignos de unirse a nuestras filassu voz profunda resonando en todo el DojoPero esa no fue sino vuestra primera pruebaSe encontró con los ojos de cada uno de ellosHay un viejo dicho que dice que la vida misma es una prueba… y una que exige una gran fuerza para aguantar. Me gustaría que me mostréis vuestra verdadera fuerza.

Evaluó a cada uno de los iniciados mientras caminaba para pararse entre dos de las grandes campanas.

Toda persona que sobreviva a los ritos de entrada en la orden debe demostrar que es digno para mí antes de que se les permita servir en el campo. Soy responsable de asegurarme que estáis listos para enfrentar los días oscuros por venircruzó ambos brazos sobre su gran barrigaConozco a todos los guerreros que sirven en nuestros muros y he probado mi espada contra cada uno de ellos. Si sobrevivís a esta prueba y la siguiente, algún día cruzaréis espadas conmigolos ojos de Ventisca se entrecerraronNo puedes conocer realmente a alguien hasta que luches contra él.

Relajó una mano a su lado juntó la otra en un puño, sintiendo y saboreando la sensación cuando cada nudillo de su gran mano crujió. El ruido era considerable, casi como una roca chocando contra una pared sólida. Algunos de los novatos se estremecieron ante el ruido. Nhail, de ojos azules y otro con ojos grises del color del acero como recién tallados no lo hicieron. En cambio, asintieron… al igual que los de su propia disciplina asintieron después de que Ventisca les hubiera impartido sabiduría o les hubiera enseñado una técnica.

Hoy no es ese día. Eres joven y, en su mayor parte, no estás entrenado. Te prometo esto… cualquier entrenamiento que hayas alcanzado hasta ahora palidece en comparación con lo que aprenderás si sobrevivesla cara cambió a una expresión rudaEl iniciado aún no es un arma, sino una barra de hierro que aún no se ha forjado. Aquí es donde el hierro muestra su mayor fuerza antes de que le den dientes.

El maestro ahora hizo un gesto hacia las campanas entre las que se encontraba.

Estos artefactos sagrados se han perdido desde hace mucho tiempo a las edades de la historia. La magia y la metalurgia se han combinado de manera magistral para que los esfuerzos constantes del tiempo no las empañen. Sonará una nota perfecta cuando se toquen

Los primerizos parecían sobresaltarse (con una excepción) cuando Ventisca levantó el puño y golpeó la campana ligeramente. el bajo sonido metálico era inquietante incluso para el mismo.

Encantador, ¿no?, las campanas no cantarán de verdad hasta que hayan sido levantadas del suelo y golpeadas con cierta ferocidad. Es parte de su magiahubo un silbido bajo y peligroso que distinguió. Había elegido correctamente a los tresDebajo de cada campana encontrarás un tipo diferente de muerte esperándoles. Existe la muerte que roba, la muerte que oculta… y la muerte que salva. Esperaré en la arboleda hasta que escuche las tres campanas sonar. En ese momento, regresaré. Cualquiera que haya sido lo suficientemente fuerte como para sobrevivir avanzará a la próxima prueba. Permítanme que dé comienzo.

Antes de que cualquiera de los iniciados pudiera reaccionar ante Ventisca tomando la postura del tigre feroz golpeando con fuerza suficiente como para romper el cuello de un buey, la campana salió volando por el aire y golpeó uno de los pilares de piedra. El pilar se estremeció y se agrietó bajo el impacto… pero esta permaneció ileso. Ventisca caminó a través de los iniciados, cerrando los ojos en contemplación antes de llegar a las grandes puertas. Casi como una ocurrencia tardía, el Maestro de la Guardia Negra declaró:

No espero que luchéis bien dada vuestra inexperiencia. Espero que luchéis lo mejor que podáis.

Dejó el Dojo y dos Shadopan con pañuelos blancos cerraron las grandes puertas detrás de él. Un gran rugido de agonía estremeció a algunos de los iniciados.

Y así comenzaron.



En Cualquier Parte Del Monasterio Shado-Pan



El cuarto estaba oscuro. Una pequeña mesa de piedra con una vela se encontraba en el centro, y una piedra en bruto había sido provista para que Nhail se sentara. Las corrientes de aire en la habitación eran frías… el viento proveniente de las montañas se canalizaba a través de estrechos pasillos. La piedra estaba lejos de ser cómoda pero se sentó sobre ella de todos modos con los huesos fríos pero aguantando la roca. El Monasterio de arriba era un lugar de calidez… este no era un lugar así. Los ojos se cerraron por un momento y luego la vela cobró vida. Lo notó incluso con los ojos cerrados.

Espera un segundo…

De inmediato se abrieron de golpe. Su mente se centró en la única fuente de luz en la pequeña habitación, la pequeña vela tenía un símbolo de un dragón en su base. Esa luz no había estado allí hace unos minutos. ¿Su alma estaba tan en paz que había logrado aquello sin ni siquiera darse cuenta? La prueba del espíritu parecía simple. Lo dejaron en esta habitación con una puerta abierta y una sola vela. La vela… no estaba encendida. Pero había cobrado vida. Había algo fuera de lugar. Una presión para no ceder, no salir… no doblegarse.

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Habían pasado varios días ya desde la reunión con el consejo y no había señales de respuesta alguna, le escamaba mucho la falta de respuesta y el tiempo que estaba perdiendo en la capital. Sus días eran pura monotonía, desayunaba en la posada, daba un paseo por la ciudad, observaba y hablaba con los comerciantes locales, comía algo de los tenderetes o, en caso extraño, de un restaurante de la zona, subía a las murallas a entrenar, cenaba en la posada y terminaba su día en la incómoda cama de la misma. Todo esto escoltado día y noche por dos guardias cuyos nombres estaban perdidos en el viento, rotaban en su puesto y no coincidía lo suficiente con ninguno. Lo único bueno de todo ello es que sus gastos eran pagados por la Horda así que podía su cartera, no muy llena a estas alturas, descansar.

Ahora paseaba por el valle del honor a la orilla del rio, donde tortugas pandaren nadaban con tranquilidad, sumido un poco en sus pensamientos. Un cabello alborotado se deslizo por su frente y decidió posarse delante de su ojo izquierdo, con un suave gesto de la mano se lo quito y suspiro. Los días se hacían demasiado largos sin saber la respuesta del consejo y tampoco tenía la paciencia necesaria para seguir esperando. Pero en ese brete se encontraba, atrapado en una ciudad como un turista sin billete de vuelta.

Contemplo como el sol empezaba a ponerse por el horizonte así que decidió dar el paseo de regreso a la posada. Atravesó el muro interior que daba a la calle Mayor, siguió andando dirección al valle de la fuerza hasta encontrarse con el juguetero Blax Botemisil, a quien hace unos días había encargado unas muñecas, balones y espadas de gomaespuma para el orfanato, a quien saludo con un gesto cordial. Puestos a pagar sus gastos que menos que apoquinen un poquito en los que han perdido más durante la guerra. Al pasar delante del mismo y ver como su “colaboración” había dado sus frutos se permitió sonreír un poco.

Siguió caminando tranquilamente intentando hablar, sin éxito, con sus acompañantes hasta llegados a los lindes con el valle de la fuerza, fue en ese momento donde un grito le sobresalto. Por la rampa que llevaba hacia la posada un guardia le llamaba la atención y se apresuraba a pasos agitados.

  • Comandante, una misiva del consejo. Se le espera ahora mismo en el fuerte Grommash. Tengo órdenes de escoltarlo inmediatamente.
  • Le sigo

El mensajero formo delante de la compañía y sus dos compañeros cerraban por detrás, seguían escoltándolo como un prisionero y tal vez era necesario. En su caso no habría dado tanta libertad a alguien peligroso como él.

Bajaron la cuesta, pasaron delante de la subasta y entraron al fuerte. De nuevo le llevaron por una serie de pasillos y escaleras hasta que encontraron la puerta correcta. Llegados a este punto el mensajero abrió con parsimonia la puerta y le insto a entrar con cara de poco amigos. Sin hacer caso a su desdén entro en la sala.

Dentro, en una mesa alargada y con varios asientos se encontraban varios miembros del consejo de la horda o sus representantes. Presidiendo la mesa se encontraba Baine pezuña de Sangre y Lord Themar theron (Bob), al igual que la mesa de días atrás estaba decorada con armas y símbolos de la horda, pieles en el suelo y varios braseros.

Siéntese Comandante – ordeno Eitrigg

Tal y como ordeno el viejo orco tomo asiento en una silla que quedaba enfrente de los miembros del consejo o sus representantes. De izquierda a derecha estaban Kiro, representante de los Vulpera, Tayo, embajadora Zandalari, Geya’rah, Señora suprema de los Orcos Mag’har, Eitrigg, representando a los orcos, Rokhan, representando a los Trol Lanzanegra, Baine, Gran cacique de los tauren, Lor’themar Theron, Señor regente de los elfos de sangre, Celine, embajadora del Consejo Desolado, Gazlowe, príncipe mercante del cartel Pantoque, Ji Zarpa Ígnea, maestro de los pandaren Huojin, Thalyssra, Primera Arcanista de los Nocheeterna, y Mayla Monte Alto, Gran Cacique de los tauren monte Alto.

La sola presencia de dos líderes ya era de gran importancia pero que estuviese el consejo entero frente a él le hizo remover lar tripas, no era su primer consejo de guerra, por desgracia, pero si el primero con la recién formada Horda. Exceptuando a Kiro, quien se veía nervioso y en un sitio fuera de lugar, el resto de líderes o sus representantes le miraban fijamente, algunos incluso con odio en sus ojos como en el caso de Geya’rah.

Baine tomo la palabra y se levantó de su sitio para hablar:

  • Comandante Félix, por el presente consejo se le ha convocado a este juicio para valorar si está apto o no para volver a su puesto tras lo acontecido en la ciudad durmiente. Sabemos que revivir esos momentos será duro pero comprenderá que tras lo acontecido necesitemos verificar su condición.
  • ¡Deberíamos encerrarlo y usarlo contra los draeneis no juzgarlo y dejarlo libre! – grito Geya’rah
  • Sé que no todos compartimos la idea de este consejo de guerra pero deberíamos respetar lo acordado señora suprema – añadió el lord regente
  • ¡Bah!
  • Como decía, comandante, necesitamos verificar si está en unas condiciones, digamos, optimas. Algo que estos días parece haberse normalizado tal y como nos contó el portavoz pero no es suficiente.
  • ¿Qué más quieren saber de mí? Me han estado vigilando y saben perfectamente lo que me ocurrió, lo que hice en la ciudad durmiente, a quien, sin saberlo, acabe sirviendo. –negó con la cabeza- No, he abusado de su amabilidad y se lo que me corresponde.
  • Y, sin embargo, aquí estas bajo la mirada no solo de un consejo sino del portavoz de azeroth y el respaldo de defensores y héroes que te vieron en batalla – la voz histriónica de Gazlowe se distinguía fácilmente del resto- Curioso cuanto menos.
  • Dinos, explícanos que ocurrió, según tu criterio, en Uldum.

Y, de nuevo, explico su historia caída en desgracia en el asalto a la ciudad durmiente. No escatimo en detalles ni es alabanzas, mas bien en negaciones y culpa. Culpa de no refrenarse a sí mismo, de combatir lo justo, de negar lo evidentemente bueno.

Durante el transcurso de la reunión le fueron haciendo preguntas, que veía, que poder usaba, cuando empezaron los síntomas. Escudriñaron cada pizca de conocimiento o sensación que había tenido los últimos meses y como poco a poco había crecido en el mismo un temor indescriptible por lo que podía, e incluso había llegado, a ser. No quería recorrer esa senda de nuevo ni verse de nuevo en una tesitura igual y para ello sabía que camino debía tomar, que encierro en sí mismo debía realizarse incluso pudiendo llegar al extremo de aceptar un destino atroz.

La reunión continuo a lo largo de varias horas, se escudriño cada detalle desde su salida de Orgrimmmar hasta el último recuerdo que tuvo en la ciudad durmiente, se reiteró en su paso al vacío en repetidas ocasiones, de formas no tan crueles como pensaba, y su estado actual dicho por guardias, médicos, chamanes, brujos…habían llegado a traer una maquina goblin, depuradora y revisadora de elementos del vacío en interiores y exteriores con un acabado explosivo según llegado el caso 3000, que exploto entre humo y chispas al encenderse y tocarla.

Al final tras un tiempo, que se le escapaba entre las manos, hubo un silencio, la reunión parecía dar su fin y el consejo debatía entre susurros. Veía disparidad en sus rostros, excepto en el de Geya’rah quien entre palabra y palabra le lanzaba una mirada de odio, media hora después volvieron a sus posiciones con un veredicto.

Baine hablo:

  • Comandante Félix después de las pruebas incluidas en este juicio, atenuantes y tus mismas reflexiones hemos llegado a un punto donde podemos concretar tu sentencia. – inspiro profundamente – Declaramos que actualmente sigues presentándote como una amenaza para la horda y por ello serás exiliado a un campamento en el norte de Azeroth, en Rasganorte. Como su comandante.
  • Espera eso no tiene sentido

El tauren levanto su mano y continúo hablando

No obstante, has servido con honor y arriesgando tu propia vida no solo por la horda sino por todo nuestro planeta. Crearemos un canal de comunicación ya que entraras a formar parte de un programa de servicio a nuestras órdenes del cual no podrás hacer mención. Tus habilidades con el vacío son demasiado…inesperadas y, posiblemente, fructíferas como para desaprovecharlas. Sin embargo deberás aprender de sus misterios para evitar colapsar o recaer pues no habrá otra oportunidad y serás sentenciado a muerte llegado el caso.

Lor’themar Theron tomo la palabra

  • No es un premio lo que estamos dándote, comandante pero tu sufrimiento y tus actos no fueron del todo tuyos. Hemos oído las historias de como muchos cayeron en un estado como el tuyo, buenos camaradas y soldados que como tú se vieron arrastrados a las voces. Tu caso no es para menos, atacaste a los defensores con un poder que solo podemos imaginar y esperamos no volver a escucharlo.
  • Por ello reiteramos que debes aprender a dominar estas facultades, eres un activo comandante. Uno demasiado valioso ahora mismo, un “paladín” que usa tanto la luz como el vacío nos puede ser muy beneficioso a largo plazo. – quiso añadir el tauren
  • Comandante Félix, por la presente te destinamos con el mismo cargo a la avanzada Breidox Sombrio desde el momento actual y serás contactado por nosotros en caso de necesidad. Además se te entrega el medallón de la horda, ahora encantado, con el cual nos pondremos en contacto si necesitamos de tus servicios.

Los integrantes del consejo se levantaron y se dispusieron a ir uno tras otro, ni siquiera esperaban una respuesta por su parte dieron por sentado que admitiría su juicio. Pero que más podría soñar, sin embargo no podía admitirlo sin un castigo. Lo exiliaban si pero a su hogar, lo incluían en una sección militar pero de bajo protección del consejo…no parecían castigos sino premios comparado con lo que había llegado a pensar y querer él.

Solo quedo en la sala Ji Zarpa Ígnea, quien se le acerco momentáneamente. Hasta entonces apenas había hablado pero el panda parecía querer decir algo .

Si me lo permites diré algo que aprendí durante mi estancia en Pandaria y la isla errante. “puede que los caminos sean largos y tortuosos pero no más duros que la recompensa que has de conseguir”.

Y posando su zarpa en el hombro del elfo un par de veces se fue sin explicar que quería decir. Un nuevo destino se abria ante el y, lo mejor de todo, podría volver el que ahora era su hogar nevado.

Días después, con todo preparado para su viaje, se embarcaría en el zepelín camino a Rasganorte.

Lejos del embarcadero en una de las ventanas del edificio central de Orgrimmar Lor’themar Theron miraba al zepelín sobrevolar los muros de la ciudad rumbo al norte. Otra figura apareció detrás de él, Baine pezuña de Sangre, y se unió a su compañero.

  • ¿Crees de verdad que hemos hecho bien en dejar a tan peculiar elfo suelto por Azeroth? Es un riesgo muy alto el que hemos tomado y puede salirnos muy caro.
  • Mmm la lógica nos dictamina que es un peligro si…pero los espíritus me dicen que es lo correcto, no sé por qué pero algo dicta en su destino que será útil en Azeroth o incluso para nosotros.
  • Espero que tengas razón viejo amigo, espero que tengas razón.
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Creo que voy a volver a escribir sobre wow, pero esta vez en plan bien.

Como no voy a renovar y el foro en si mismo no es precisamente la mejor opción para escribir, voy a dejar un enlace a una carpeta en Drive. Por ahora estará vacía y no se cuando subiré el primer capítulo, pero una vez lo haga voy a intentar subir uno por semana, como un anime. La constancia es mi punto débil, a si que a ver si esta vez consigo hacerme una rutina.

Como contexto, el relato inicia unos cuantos meses tras la caída de N’zoth, así que va a haber un pequeño timeskip desde la última vez que escribí.

https://drive.google.com/drive/folders/11qlNWtUfrei9Owm2hsRzTEeF0MnUJDwv?usp=sharing

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TRES HORAS ANTES

El sol se alzó sobre Kun-Lai de manera gloriosa, con tonos rojos y naranjas dispuestos contra las montañas y las altas nubes de la nueva mañana.

El Maestro de halcones Nurong observó la vista en el Puente de Iniciación sintiendo un escalofrío. Cada vez que el juicio llegaba a esta última prueba sentía el mismo aleteo frío cuando el sol de la mañana se abría sobre Kun-Lai. Incluso en el invierno más severo imaginable, los rayos del sol encontraron una manera de iluminar los picos más altos.

El cielo matutino rojo sangre del último día colgaba ante su único ojo bueno. El parche en su ojo derecho se crispó mientras miraba con el otro. Los músculos a su derecha habían dejado de servir por mucho tiempo excepto para expresar sus sentimientos. El ojo mismo había desaparecido, con solo una pequeña cicatriz para sugerir la violencia que había resultado su pérdida. Sin embargo en todos los años transcurridos desde entonces Nurong no lamentaba absolutamente nada de aquellos días más jóvenes. De hecho, perder el ojo lo acercó a su hermano mayor Liu que también tuvo la misma mala fortuna de perder un ojo.

— ¡Todos esos meses pasaron reprendiéndome y ahora mírate hermanito! ¡Tú y yo somos iguales después de todo!la gran carcajada que había dejado los labios de Liu hizo sonreír a Nurong… de hecho, pensar en su hermano a menudo lo hacía sonreír de felicidad .

En otro lugar de Pandaria, Liu también estaba mirando este mismo cielo y muy probablemente entrenando a un halcón en este mismo día.

Nurong vio algo en el borde de su visión donde las nubes se encontraron con las montañas y luego vio una gran ave rapiña con las alas extendidas que se elevaba con los fuertes vientos. Ocasionalmente, las térmicas de la montaña los llevaban desde el gran Valle hasta las alturas de Kun-Lai… tal vez los halcones cazadores del Bosque de Jade llegaron hasta aquí en algún momento de sus vidas. Quizás Liu había enviado uno con un mensaje. Tal vez no.

Nurong respiró hondo cuando el halcón levantó las alas y luego se desplomó metiendo las mismas en su cuerpo y cayendo como un rayo. Su ojo vio una pequeña explosión de plumas, sus oídos distinguieron un graznido amortiguado perdido en los vientos de la montaña después de un corto tiempo y luego escuchó el chillido del halcón triunfante resonando sobre las montañas. La llamada hizo eco y Nurong sintió una sonrisa en sus labios.

El maestro de halcones tomó esto como un buen presagio. Hace siete años la Prueba del Espíritu se administró de una manera muy diferente a la que generalmente demanda la tradición. Él juzgó que la prueba era suficiente para aquellos que habían soportado hasta ahora y se habían enfrentado a algo realmente aterrador. Un Sha, algo que nunca fue parte de las pruebas de iniciación y que no debería haber sido parte de ellas bajo ninguna circunstancia ordinaria, de alguna manera se infiltró en la Prueba de Fuerza y ​​casi mató a todos los iniciados en esa etapa. Habían sobrevivido. Uno de ellos era miembro de la propia disciplina de Nurong y había recorrido un largo camino en los años transcurridos desde esa prueba.

Había sido su decisión renunciar a la tradicional Prueba del Espíritu a la luz de ese desastre cercano. Esos acólitos habían presenciado el poder del peor enemigo imaginable. Habían demostrado la fuerza de sus espíritus y desde entonces, Nurong y Ventisca habían prometido mantener un ojo mucho más atentos en las pruebas. Ahora, Ventisca supervisó personalmente la llegada de los implementos de prueba, y los magos de Omnia se aseguraron de que se purificaran de cualquier influencia Sha antes de que se emitiera la Prueba de Fuerza.

Tenían muchos solicitantes fuertes, pero ahora tendrían que demostrar un tipo diferente de fuerza. Su fuerza de espíritu debía ponerse en juego. El sol salió por completo sobre las montañas. Nurong respiró hondo, luego comenzó a caminar hacia el Monasterio.
Su prueba no podía administrarse sola.

Un cosquilleo en su nariz despertó al errante y cuando abrió los ojos vio una sonrisa descarada en el rostro de Mei.

¿Todavía durmiendo?preguntó en un tono de voz burlón.

Se incorporó y bostezó una vezNo me digas que dormí durante la prueba…

No lo hicisteTai Chiang murmuró desde el otro lado de la habitación Mei y yo nos despertamos primero.

Hubo un fuerte golpe en la puerta que conducía al resto del Monasterio. Luego se abrió para revelar un Pandaren corpulento con pelaje y cabello gris arreglado en un moño adornado. El parche en su ojo derecho y las cicatrices en el resto de su pelaje indicaban una vida de penurias, guerra, superación, de lucha…

Una vida a la que se había comprometido también. Sintió una conexión con el robusto Pandaren al ver que este tenía una estrecha relación con los halcones, de la misma manera que su pueblo, Quel’thalas. Quizás somos espíritus afines en algunos aspectos.

Iniciadosel pesado Pandaren declaró.

De inmediato los otros que aún dormían parecían erguirse, una de las mujeres pandaren más altas se golpeó la cabeza. Un gemido ahogado y una risita avergonzada más tarde, los once de los iniciados que habían sobrevivido hasta este punto se pusieron de pie enfrentando al Pandaren con el moño.

Soy el maestro de halcones Nurong. Mi responsabilidad es la Disciplina Wu Kao… y la prueba que presento ante ustedes es muy, muy diferente a las que han pasadoel pandaren de pelo gris los miró, a cada uno de ellos, su único ojo los recorrió y los midió, y al encontrarlos dignos, continuó Habéis demostrado una resolución y fuerza física impresionantes. Ahora quisiera que me mostrarais vuestro verdadero espíritu.

Nhail asintió casi inconscientemente¿Cómo haremos lo que sugieres?

Nurong ordenóAsegúrate de que estés bien abrigado. Entonces…su voz adquirió un tono suave, reflexivo… consideradoMe gustaría que caminaras conmigo.

Mei y Nhail casi tropezaron tratando de ser los primeros en seguir a Nurong. El maestro de halcones condujo a los once a los pasillos del dormitorio y luego bajó una escalera. El elfo descubrió que tener la mano de Mei sobre su hombro era una forma de evitar que se alejara, ya qué… ¡Su agarre era muy fuerte! Apenas golpeó una pared gris en dos áreas muy específicas. Para sorpresa, la roca gimió y luego se deslizó, revelando un largo pasaje.

Estos corredores ocultos se construyeron en caso de desastreNurong habló en voz bajasi una avalancha golpea el Monasterio, o si un terremoto lo sacude… este es un refugioel pasaje estaba iluminado por pequeñas antorchas que brillaban con un tenue color naranja rojizo Un lugar donde uno puede encontrar refugio.

Había varias habitaciones pequeñas y cada una tenía una mesa. Dentro de algunas de ellas Nhail vio a un miembro del Shado-Pan que se arrodilló en estado de meditación, sus espaldas se volvieron hacia el pasaje detrás de ellos.

Pero este lugar no necesita un desastre para ser utilizadoNurong señaló, un tono caprichoso arrastrándose en su vozLos miembros mayores de la orden a menudo vienen aquí para contemplar qué es, qué era, quiénes eran … y qué deben hacer.

Las últimas cámaras estaban vacías. Pequeñas losas de piedra estaban en el centro junto con una vela apagada. Si había algo más en la habitación, no podía distinguirlo. Las antorchas en el pasillo no eran lo suficientemente fuertes como para alumbrar las habitaciones. Claramente aquello era parte de la prueba.

La última prueba está ante vosotros, iniciadosNurong declaró en voz baja, su voz fue capaz de alcanzar a los once. Nhail reflexionó porqué Nurong había hablado tan bajo como para no molestar a los que estaban meditando más abajo en el pasilloEstas once últimas habitaciones han sido preparadas para ustedes. Cada uno tomará una y luego esperará a que comience la prueba.

¿Vamos a cenar?Tai Chiang preguntó .

Ante eso se echó a reírEso no sucede hasta el final de la prueba. No te preocupes, novato.

Mei habló ahora — ¿Puedes contarnos algo más sobre esta prueba?

Es bastante simpleadmitiósolo te diré que debes soportar lo que sea que se te presente.

¿Qué habrá en esas habitaciones?Preguntó un iniciado.

Ante eso… Nurong se encontró con sus ojos, este sintió que el único ojo bueno del Maestro Halcón lo miraba por un momento. Luego habló

Sólo lo que llevas contigo.

De inmediato, la mano del errante fue en dirección hacia su espalda por instinto, buscando a las Myrkur pero… sus manos estaban vacías. Aún no. Pero tendría la oportunidad de recuperarlas pronto.

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Beltzarerh estaba echando de menos su forma alada natural. Las revelaciones acerca de su pasado,la búsqueda de pistas sobre el mismo, habían despertado en el,deseos de conocimiento,su propia raza,los dragones,elfos,humanos, enanos…
Un sinfín de interrogantes y curiosidades,le invitaban a iniciar un nuevo camino. Sabía que en el mismo,tendría que seguir combatiendo,pero anhelaba que el combate no estuviera siempre presente.
Al despedirse de Pavethal,ella le había indicado,que hablara con los miembros de la expedición dragontina,porque eran los buscadores de los conocimientos ancestrales de Azeroth. Cuando se le planteó el dilema de elegir su apariencia humanoide,se sintió atraido por la forma élfica, que muchos de sus congéneres habían elegido. Su relación con Eybissian,líder del vuelo negro,le hizo optar por un acercamiento hacia los denominados “elfos de sangre”. Ahora,al contemplar su reflejo en el espejo, se dió cuenta,de que salvo por el detalle de sus cuernos,podria pasar por uno de ellos,con lo cual,razonó que su acercamiento hacia los Azerotianos,sería más facil.
Una elfa de sangre,de la expedición dragontina,le indicó que para iniciarse en esa búsqueda, lo mejor era que contactara con uno de los eruditos del relicario,ya retirado de la vida aventurera,pero con grandes conocimientos sobre las antiguas culturas. Lo único, que para entrevistarse con él, tendría que trasladarse hasta Dalarán,donde el erudito vivia junto a su esposa Menelwie ,y sus hijos pequeños,regentado una pequeña tienda,en la propia Dalaran. Prometió enviarle una carta de presentación.
Recuerda Beltzareth,se llama Argentsword Caminasol,es un respetado paladín, y una “leyenda” entre nosotros los expedicionarios del relicario. Lo conoci una vez,y es encantador, comentó con una mirada soñadora…
Ahora,mientras se dirigia hacia el portal de Orgrimar,para enlazar con el de Dalaran, divagaba pensando como sería ese tal Argentsword, que tanta admiración causaba entre los miembros del relicario…
Continuará.

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Las laderas de las montañas nevadas de Rasganorte le habían dado la bienvenida con una ventisca, iba caminando por el camino, apenas visible por la nieve, ya quedaban pocos metros para llegar. A pesar del viento nevado pudo vislumbras las hogueras en lo alto de las almenas de Breidox Sombrío, los primeros banderines ondeaban fuertemente al son de la ventisca y las puertas temblaban por la fuerza misma del temporal. Una voz a lo lejos le llegaba al paladín pero sin entender lo que decía del todo.

To… …us …stos hooo…. de lim…ar c… di…mita.

Siguió caminando pesadamente mientras la nieve se le metía por los mas mínimos rincones de su armadura. Intento hacer señas a los vigías que estaban custodiando las puertas pero no conseguían verlo, aunque si parecía haber movimiento por alguna razón.¿le habría visto un guardia?

A…aaa…a la d. …aaaaa

La voz siguieno resonando por las laderas, revotando sin cesar en su empeño por volverle loco.

  • Aaa….aa la de do…oos
  • ¿Rukhs? Que hace ese loco en la muralla

Se acercó a las puertas de la muralla y pudo oír con claridad un “TREEEEEEESS”. Lo siguiente que escucho fue una explosión camino abajo y es desplomarse de la nieve.

Maldito hijo de…

La ladera de la montaña retumbo, y con un sonido que iba creciendo a un ritmo alarmante pudo ver con la nieve acumulada se precipitaba al fondo de la ladera. No sería problema si justamente el no estuviese en ese lugar. Arremetió contra la puerta con todas sus fuerzas y golpeo salvajemente la madera robusta esperando entrar lo antes posible pero era demasiado tarde y la ventisca impedía oír nada.

La nieve lo enterró vivo. Solo pudo pedir un último ruego a la luz que lo protegiese una vez más.

Momentos después

Las puertas se abrieron con un gran estruendo, rechinándose y crujiendo por su peso. La ventisca había cesado, y Rukhs se disponía a inspeccionar su obra magnifica número 78 “nieve desbordante bajo un pétalo de tuerca número 5” estaba muy orgulloso de su obra mas aun cuando no había cierto comandante a su espalda que le pillase.

Dio una patada a la nieve y sonrió satisfecho, era precioso como un poco de dinamita bien lanzada por una balista podía crear algo tan destructivamente bello.

…hs …re u…te

Un escalofrió le helo la sangre al oír ese susurro detrás de él, no podía ser real debía haberle parecido además esa voz le sonaba. Pero no había nadie tan loco como para caminar bajo esa ventisca y los exploradores no habían avisado de ninguna tropa ni soldado cercano.

R…hs te m…re e. un s….ete

Otro escalofrió, no era su imaginación algo le hablaba detrás de el, en mitad de la nieve. Se giró abruptamente hacia el origen de la voz pero solo veía nieve, los guardias le miraban con gesto interrogante y cansado.

  • Debe ser el estrés del día, si…
  • Rukhs te matare en un segundete
  • Co…coman… ¿comandante?

Un estallido de luz expulso toda la nieve de la entrada asustando a los guardias y dando un respingo en toda la columna a rukhs, el cual acabó en el suelo. Los guardias apuntaron sus armas rápidamente al agujero en la nieve de donde se arrastraba un elfo con mala pinta, portaba una armadura negra sin casco, un pelo rojizo mojado y el rostro ensangrentado, además su brazo derecho parecía estar en mal estado en una posición muy rara.

Juro que te matare, tu espera ahí –dijo arrastrándose el comandante- Sera un…un…momento…

El elfo se desplomo del todo, inconsciente por el sobresfuerzo, y lo último que logro a ver es como los guardias, ya habiéndolo reconocido, se abalanzaban sobre el para socorrerle.

Rukhs por su parte empezó a bramar órdenes a ton ni son, tanto por el bien del comandante que regresaba como de su pequeño desliz de que casi lo sepultase ante una avalancha de las montañas. Esperaba que eso apaciguase un poco al elfo.

Despertó de su letargo en su cama cubierta con pieles. El dolor en el brazo derecho, le había estado molestando desde que llego hace dos meses a la base, se levanto con mucha calma y busco algo de abrigo antes de tomar una ducha, comer algo y vestirse para ir a la sala principal.

Costo un poco hacer entrar a Rukhs en razón pero una pequeña charla, y 3 guardias que me impidieron asfixiarlo, dejaron claro que nunca, jamás, iba a hacer arte con explosivos. NUNCA.

En la sala principal, justo en la mesa central, le esperaban varios informes de movimientos de los últimos días. Parecía que el culto de los malditos estaba más activo últimamente por la zona de corona de hielo pero no como para darle mucha importancia según sus superiores. Le recordó a cierto evento con unos brujos del pasado que acabo en desgracia, pero hasta él comprendía que un culto medio muerto no parecía suponer una amenaza mucho mayor.

Sin embargo algo le reconcomía por dentro con el culto de los malditos, ¿Por qué tras tantos años reagruparse en corona de hielo? Si bien era cierto que aún quedaban vestigios de la plaga por doquier, y aún más en estas tierras, no había mucho más que hielo, huesos y nieve. ¿Qué los atraería hasta aquí?

Decidió salir a dar un paseo por la nevada base y comprobar que todo andaba en orden, cuando oyó un estruendo al otro lado de la puerta.

¡Pa verme matau!

Suspiro y decidió abrir la puerta lentamente para encontrarse cara a cara con su interlocutor. Al otro lado había un terraneo tirado en el suelo con la cabeza llena de nieve y un agujero al lado. Magni ya había vuelto a enviar a su “mejor emisario” de vuelta, venia mucho últimamente para revisar que todo estuviese en orden y contar las novedades de Azeroth, que consistían mayoritariamente en un planeta feliz y cantarín o eso decía él. Con mucha paciencia se acercó al terraneo y le ayudo a levantarse.

Al igual que los demás terraneos este estaba formado en pura piedra negra con vetas azules oscuras, una barba gris y ojos profundamente azules. La única diferencia a sus hermanos es que este portaba en la cabeza las dos mitades de un casco, encajadas de manera brusca y sin tacto alguno. Para mas inri el casco le había pertenecido al elfo y era un constante recuerdo de una pelea que ansiaba no poder recordar.

  • Ah, ya encontré al pipiolo qui anduve buscando. Cumandante, ¡qui tal estas mozo! – le dio un golpe en la espalda que le dejo sin aire al elfo – un puedes imaginar qui mala puntería tie esa M.A.D.R.E. sempre dejao atascao en tos los lugares.
  • ¿Qué te trae por aquí? ¿Otro informe de Magni? – dijo secamente
  • Pasemo dentro mejo’ nu quieo oído indicreto – añadió esto ultimo susurrándoselo
  • De acuerdo de acuerdo, peo no rompas nada esta vez
  • ¡Eh! Nu fue culpa del mendas qui esa silla fuese floja y esmirriá

Entraron dentro de la sala principal de nuevo mientras el elfo rezaba porque su visita fuese corta, cada vez que venía el terraneo le entraba dolor de cabeza, se sentó en su silla mientras el enano se quedaba de pie.

  • Bueno, que novedades me traes
  • Mozo, al granu qui me vas to raudo. Pos qui el super, Magni, me mandá pa’ca a revisar tus saludes, y qui quie saber sihay algu raruno por estos lares.
  • Estoy bien, gracias. – dijo secamente pero la mirada del terraneo daba por sentado que no era información suficiente. - De acuerdo, la lesión del hombro ya esta sanada y no he tenido ataques del vacío en mi cuerpo en todo este tiempo, parece que poco a poco lo puedo controlar aunque me falta disciplina y controlar mis emociones.
  • Ahhhh ya había dicho yo qui no era to eso muchachote. Bueno ¿y dónde pue quedarse uno por estos lares?
  • Quedarte
  • Quedarme si
  • Aquí
  • ¡Ande va a ser!

Hubo un silencio sepulcral en la sala durante unos minutos en los que el terraneo sonreía, o más bien parecía que tenía una sonrisa en la cara bonachona, supo que no iba de broma. SE QUEDABA AQUÍ DE VERDAD.

  • Es…orden de Magni
  • Si ma’mandau quedarme y ve tol tinglao que ties montau. Ah sí y tu progreso eso sí, con esos potingues qui te tumas.
  • Sea pues… ve a los barracones, el edificio de la derecha diles que te den un cuarto exclusivo para ti en la sala baja.
  • ¡Gracias mozo!

Salió por la puerta dando un portazo a toda prisa dejando solo al comandante.

Horas más tarde

Estaba realizando los últimos pedidos de armamento y suministros, papeleo tedioso pero importante que debía de hacerse, quitando la visita del terraneo no había habido novedades las últimas horas. Una extraña calma reinaba en Rasganorte, las patrullas volvían sin novedades y sin heridos, la fauna no había dado problemas y los vigías hacían su trabajo con calma y tranquilidad.

Sin embargo, el destino les deparaba otro por venir a la calma, un estruendo retumbo por toda la base y el suelo tembló momentáneamente. Salió del edificio cuando ceso la marea, todos estaban alborotados, pilares de cajas estaban tirados por el suelo y las monturas relinchaban o gruñían desesperadas. No obstante, su vista se fue al horizonte, el cielo lucia anaranjado frente al azul de sus cabezas.

  • ¡Comandante! ¡Tropas de la alianza! – grito uno de los vigías
  • ¿La alianza?

Raudo, fue directamente a las murallas subiendo los escalones de dos en dos. Algo estaba pasando estaba claro, pero la aparición de la alianza solo podía complicar las cosas. Ya arriba del muro, algo fatigado por la carrera, hablo con el resto de los vigías y efectivamente soldados que portaban la armadura de la alianza se acercaban al portón lentamente.

Uso los prismáticos para ver más de cerca al enemigo, pero estaba demasiado lejos aún, era un pelotón algo más grande de lo habitual. Sin embargo, marchaban des uniformemente, sin guardar composturas ni filas.

  • Llamad a un chamán necesitamos ver que hay más ala algo no me cuadra.
  • ¡Si mi comandante!

Al poco tiempo un chamán llego a lo alto de la muralla, coloco sus tótems en la posición adecuada y clamo a los espíritus para que le otorgasen visión lejana y ver más allá de nuestros propios ojos. Lo que vio le dejo helado.

  • Co…comandante…no es la alianza veo orcos en sus filas es la plaga
  • ¿la plaga? Pero si erradicamos a la plaga hace años
  • Míralo tú mismo

Alzando sus manos la energía de los elementos empezó a formarse lentamente en sus palmas, aumentando de tamaño con cada segundo formando esferas que se deformaban con cada movimiento de sus manos y brazos. Una pequeña danza que al terminar fue casteada en su dirección. Al hacerlo una marea de paisaje en movimiento le sobresaturo momentáneamente hasta llegar a su destino y los vio.

Cadáveres andantes, caminantes sin función ni pensamiento se alzaban frente al bastión dando pasos lentamente. No solo constaban de humanos y orcos sino esqueletos de varias razas, necrófagos, nerubianos, geist pero lo que más le llamo la atención eran los vivos que andaban entre ellos.

El culto de los malditos.

Maldijo para sus adentros el haber sobreestimado a esas malditas cucarachas rastreras, pero no entendía como en tan poco tiempo y sin apenas organización habían conseguido tantos cadáveres.

La visión ceso, los paisajes volvieron a correr ante sus ojos y recupero la vista frente al chaman. Había terminado arrodillado por el impacto y la falta de costumbre, pero un par de bocanadas de aire le recompusieron en su lugar. Miro de nuevo al exterior y ya se empezaban a vislumbrar alguna forma de cuerpos y armaduras.

¡Tocad el cuerno! ¡Nos ataca la plaga!

Un silencio sepulcral reino durante unos segundos en la muralla, eran veteranos de estas tierras y sabían las historias y hechos que habían acontecido.

  • ¡NO ME HABEIS OIDO; ¡DAD LA ALARMA! Estamos bajo asedio, arqueros y fusileros en formación, magos cread un campo de magia no solo los no muertos nos atacan hay nigromantes entre sus filas. ¡Rukhs! Que tu destacamento vigile la cueva inferior, si hay nerubianos pueden estar bajo nuestros pies.
  • ¡Si comandante!
  • ¡NO ME HABEIS OIDO, ES PARA AYER SEÑORES!
  • ¡SI COMANDANTE!

Raudos y veloces la ciudadela empezó a funcionar a toda marcha, los magos emprendieron con palabras y y concentración arcana su magia, druidas preparaban una zona para los próximos heridos, guerreros cargaban con sendas escopetas o rifles y se preparaban en los muros, los que no se preparaban como vanguardia llegado el caso de romperse el muro.

Breidox Sombrío estaba preparado para la guerra.

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TRES HORAS MÁS TARDE

Se arrodilló en la oscuridad durante unas dos horas. Había soportado cosas peores y contar los momentos crujiendo los dedos era una buena manera de mantener su mente ocupada.

¿Era esta una prueba para ver quién toleraría o no ciertas cosas? ¿Quién podría soportar el aburrimiento? suspiró, se inclinó hacia delante y cerró los ojos por un momento. Entonces la vela que no había estado encendida desde antes de que el entrase cobró vida. Aquellos ojos azules se abrieron de golpe y se concentraron en la llama. Nadie había entrado en la habitación… no en las horas que habían pasado desde que se arrodilló allí en el polvo de una habitación en las profundidades del Monasterio.

La llama deslumbrante trajo luz a la habitación. La mirada permaneció en la vela. ¿Se había escondido uno de los Shadopan y lo había encendido mientras mente viajaba a otro lugar? Era una posibilidad



  • ‘’Solo lo que llevas contigo. ‘’


La voz de Nurong pareció sonar en su mente. La llama parecía moverse, crecer… lo que le pareció absurdo a una parte de la mente. Por otra parte… había visto la sangrienta batalla en las gélidas cámaras de Ulduar el otro día. Unos recuerdos que nunca pudo superar. ¿Podría ser esto similar?

Un aliento irregular llegó a sus oídos. Un aliento que de alguna manera era familiar…



  • ‘’No puedo hablar lo suficientemente alto como para que los demás lo escuchen ’’


El pequeño grito que escuchó fue inconfundible.



  • ‘’ ¡Fui tan inútil…aunque… llevo la sangre de un demonio…!’’




Nhail dibujó una enorme mueca de dolor y entonces su mente reconoció la voz. Kætteren. Un grito ahogado, luego… la voz de ella habló a través de sus lágrimas… herido, aferrado a la vida, hasta el amargo final… ¡POR AMARME! ¡POR AMARTE!

Entonces oyó un ruido. El de un cuerpo que había dejado de vivir cayendo a la tierra. Cuando levantó la vista sus ojos se abrieron con horror al darse cuenta de lo que la visión de la llama le había mostrado. Ella estaba ahí, y eso significaba que no podía ayudarla, m¡erda, era ella quien después de sacrificarse estaba ayudando a alejar las energías del vacío de su mente y la armadura. ¿Qué es lo que hizo él en aquel entonces? ¿Seguir su camino de venganza hasta llegar al dios antiguo en un acto de egoísmo?

El grito de Kætteren sonaba cada vez más fuerte en su mente. Extendió la mano con los dedos de la mano derecha y apagó la llama.

Lágrimas de vergüenza caían de sus ojos.

Oh, mi amor, mi amada… si tan solo hubiéramos resistido un poco más, si tu repugnante padre no hubiese hecho acto de presencia y hubiese sido más fuerte estarías aquí a mi lado, conmigo, apagando mi dolor como lo hiciste aquellos días.



  • ‘’ ¿Qué piensas hacer al respecto?’’


Escuchó una voz. Una voz etérea, la de un pandaren que no reconoció. Su ceño se frunció en una expresión furiosa, su voz era acre.

— ¡Cállate, cállate! ¿Puede un hombre no llorar por cosas como estas en paz?



‘’No tienes ese lujo’’





La imagen de un viejo pandaren con una túnica larga apareció en la habitación junto a él bloqueando la entrada. Sin embargo no era como Taran, Nurong o cualquier otro Pandaren que había visto antes ¿Un espíritu tal vez?

Un aliento irregular escapó de sus labios.

—Nunca lo hizo. Y tú tampoco. La inacción no es una decisión, joven Shal’endir.

— ¿Cómo sabes mi nombre bastardo?— Espetó

En lugar de responderle, la imagen del Pandaren caminó y se paró al otro lado de la vela.

— ¿Por qué no me has golpeado si muestras tal actitud agresiva?

Se mordió la lengua por un momento y lo consideró.

—Porque eres solo un espíritu y no tengo un arma con la que poder golpearte.

—Sabio. Y correcto en ambos aspectos. Pero solo soy solo un espíritu… entonces, ¿eres solo un elfo?— El pandaren cruzó ambos brazos sobre su pecho y se encogió de hombros.

— ¿Ya conociste a mi especie?— Preguntó, su tono aún era amargo.

—No— El espíritu respondió con un movimiento de cabeza. Sus patillas estaban dispuestas en pequeñas trenzas y éstas se sacudieron con la cabeza.

¿Por qué estás aquí?

—Curiosidad— admitió.

— ¡¿Todo lo que soy para ti y tu gente es una curiosidad?!— exigió esta vez, encontrando los pálidos ojos del espíritu.

—Eres emblemático del cambio que está por venir— El espíritu se inclinó —Cuando vivía era guardián de uno de los Templos de los Celestiales. Vi muchas cosas imposibles. Hay un momento tumultuoso llegando a este planeta… y serás testigo de ello.

El espíritu ahora desafiante…

—Tú no entiendes.

— ¿Yo?

—Mientras permanezcas como eres, tan combativo, vengativo, impulsivo y aferrándote al pasado… no podrás aprender— El espíritu dijo con firmeza como si fuera obvioLa ira hasta cierto punto es comprensible. Pero si regresaras a ella en la manera que lo haces…El espíritu se rió entre dientes —Bueno ¿Cómo terminaría eso en relación a lo que acabas de presenciar?

Pensó en aquellas palabras. Respiraciones desiguales escaparon de su pecho. Lágrimas de desafío, de impotencia… de ira, cayeron de sus ojos.

—Empiezas a comprender mejor. La historia se repetiría, siempre, aunque pudieras volver al pasado, el ciclo volvería a repetirse, de muchas otras maneras pero con el mismo desenlace.

Moriría. No puedo enfrentar a nadie con tal torbellino de sentimientos negativos en mi espíritu desnudo, sin ninguna clase de ayuda externa como Myrkur o Shemyazaz, la armadura. ¿Dónde estaría ahora? Aclaró sus pensamientos. No importa. Estoy aquí, ahora, es lo que importa.

— ¿Qué voy a hacer?— murmuró esta pregunta encontrando la mirada del espíritu.

El espíritu sonrió muy levemente.

— ¿Qué estás dispuesto a hacer? ¿Estás dispuesto a humillarte? ¿A aprender cómo se puede luchar?

La mente de Nhail se calmó, había tomado su decisión, ¿no? Aprendería del Shadopan y cuando volviera al hogar sabría técnicas como las que todos los que ya no están apenas podría haber imaginado. Se puso de pie. El espíritu se encontró con sus ojos.

—Entonces… ¿has elegido tu camino, Nhail Shal’endir de Quel’thalas?

—He tomado mi decisión— asintió una vez —Y estoy apostando todo por esto.

El espíritu se inclinó.

—Entonces… que la fortuna guíe tus pasos.

Salió al pasillo, su túnica se aferró a él. Excepto que tuvo que tomar el camino equivocado porque el extremo largo del pasaje era realmente el que estaba al lado de su “habitación”, lo bueno fue que Mei salió también y con un gesto sombrío y una sonrisa triste lo guió de regreso por donde habían venido… una amable mano descansó sobre sus hombros.

— ¿Qué viste?— le preguntó, su voz sorprendentemente ronca .

Mei hizo una pausa —El pasado, así que vi muchos errores— había un tono melancólico en su voz.

—Yo solo vi tragedia, muerte, pérdidas, arrepentimiento… — murmuro.

Ambas miradas se encontraron —Creo que entiendo. ¿… quieres hablar de eso?

Ahora nosacudió la cabezaQuizás cuando terminemos todo esto.

Mei asintió. Cuando se pararon ante Nurong los saludó con una reverencia. No preguntó qué habían visto. Su comportamiento solo indicaba que algo había cambiado en ellos.



Así concluyó la Prueba del Espíritu.

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El sol brillaba en Dalaran,cuando Argent despertó. Aún era temprano,y Menel respiraba tranquila,todavia durmiendo a su lado. Se levantó sigilosamente como de costumbre,se puso la túnica,y se dirigió hacia la cocina. La habitación de Lith estaba vacía, puesto que había dormido en el templo. Estel dormía tranquilamente,y en los pies de su cama pudo vislumbrar la espada de goma y el escudo con el que su pequeño “palalin” entrenaba todos los días, sus cabellos azules enmarañados,le daban un aspecto muy infantil,y su gesto relajado enterneció al paladín. Un sentimiento de orgullo recorrió su cuerpo,al pensar en los frutos de su amor con Menel.
Ya en la cocina puso la cafetera gnómica al fuego,y sin hacer ruido,abrió despacio la puerta de la vivienda que daba al jardín. Con delicadeza arrancó una rosa azul del rosal,y cuando se dirigía hacia la casa,miró hacia el buzón como de costumbre,una esquina de papiro blanco asomaba minimamente por la ranura. Se acercó al buzón,hizo girar el mecanismo que lo abría, y sacó el papiro. En el encabezamiento se leia:
A la atención de Lord Argentsword Caminasol. Miró el remite,y comprobó que se trataba de Nalaidea Brillorio,miembro del relicario y desplazada con la expedición dragontina en las islas dragón.
Se la guardó en el bolsillo,y volvió a la cocina. El café casi estaba listo. Preparó un par de tostadas con aceite y tomate, depositándolas en la bandeja. Colocó las tazas de café,las servilletas,y la rosa azul sobre la misma. Con una sonrisa,se dirigió hacia la alcoba,donde Menel rebullía recién despertada. A pesar de los movimientos silenciosos de Argent,su amada parecía tener un sexto sentido,que la despertaba cuando el paladín se levantaba.
Argent con la bandeja entró en la habitación. Los plateados ojos de Menel brillaron al contemplar el café,y se abrieron aún más al ver la rosa azul que acompañaba al desayuno. Argent se acercó con delicadeza, le dió un beso junto con los buenos dias,y un te amo. Menel sonrió como una niña,y devolviendole el beso,susurró tambien un te amo.
Se levantó, se puso la bata,no sin antes recibir una palmada cariñosa donde la espalda pierde su nombre,y un poco sofocada dijo:
Esta te la devuelvo paladín. Con una sonrisa se sentaron a desayunar en la mesita auxiliar.
Mientras desayunaban con arrumacos,Menel preguntó…
¿Y la rosa paladín, celebramos algo? Levantó la ceja de manera inquisitiva.
Tengo muchos motivos para celebrar,pero el de hoy es…que estamos juntos.
¿A si?..Una sonrisa y un ¡ ven ! Acabaron el desayuno de la mejor manera posible…:wink:
Tras el arrebato amoroso,y una vez duchados,Argent y Menel se sentaron a leer la carta,mientras esperaban que el pequeño Estel despertara.
Estimado lord Argent:
Espero que al recibir la presente,vd. su encantadora esposa Menelwie,y sus gemelos gocen de buena salud. Supongo que estará al tanto de las novedades acontecidas en las islas dragón, de momento todo marcha bien,y estamos avanzando a pasos agigantados en el descubrimiento de la cultura titánica,asi como de la historia de los dragones. En el relicario le echamos mucho de menos,pero también sabemos y respetamos,el hecho de que esté viviendo la aventura más maravillosa del mundo. Crear una familia,y educar a sus hijos,es lo más hermoso a lo que un elfo se puede dedicar.
El motivo de la presente,es pedirle un pequeño favor Lord Argent. Aquí hay una raza de dragones,denominados Dracthyr,que son creaciones vivientes del caido Neltharion. Sus miembros nos han ayudado a enfrentarnos contra los primalistas,y comparten propósitos con los dragones aspecto. Por cierto,aunque supongo que ya estará al tanto,el vuelo negro tiene ya líder. Un viejo conocido nuestro, y con el que tratamos en la invasión de la legión. Se trata de Eybissian,y ha “crecido” emocionalmente de tal manera,que sus congéneres le han elevado a la categoría de lider de su vuelo.
A lo que iba Lord Argent,aqui he conocido a un Dracthyr llamado Beltzareth,que muestra un interés espectacular por los orígenes de Azeroth y sus razas. Me ha transmitido su deseo de aprender, y yo me he tomado la libertad de enviarselo a vd. Espero que no le cause molestias recibirlo,y que lo atienda con cordialidad.
Un afectuoso abrazo.
Tendremos visita amor,asi que lo recibiremos con todo el cariño,y asi conoceremos un poquito más acerca de los Dracthyr.
Menel abrazó a su amado,y dándole un beso,sonrió. Retirados o no,amor mio,siempre estremos al servicio de nuestra raza.
Mami,mami,papi,papi,quiero desayunar. Ambos sotaron una carcajada,mientras recibian a un alborozado Estel…
Continuará.

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El viaje continúa, en el enlace pueden seguir leyendo el nuevo capítulo desde la página 22

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Menel aguantó la respiración un momento, intentando controlar el pulso
Su esposo estaba en casa,en su estudio revisando rollos de papiro para hacer un resumen de la historia de Azeroth para el dracthyr que pronto iba a visitarlo.
Estaba sola en la tienda cuando entró un renegado.
Por lo general se excusaba con una sonrisa fingida cuando un no-muerto o un orco entraban al local.Y era su esposo quien los atendía.
Lo intentaba,llevaba cuatro largos años intentándolo, se repetía una y otra vez que no toda la horda,no todos los renegados y no todos los orcos eran culpables del genocidio a su pueblo. Que era culpa unica y exclusivamente de Sylvanas
Pero no era asi,habian atacado Costa Oscura y matado a muchos de los suyos antes de que Sylvanas gritase aquella maldita orden.
Y era una kaldorei,el rencor formaba parte de su raza,si,admitia que los hijos de las estrellas pecaban de rencorosos.
Aunque no lograba entender porqué Tyrande no habia perdonado la traicion de Thalysrra y los nocheterna,y sin embargo habia perdonado la vida de la alma en pena.
Pero su ira estaba “justificada” hasta cierto punto.
Aquel renegado entró halagando su talento para la alquimia y la perfumería. Demasiado peloteo mientras Menel intentaba sonreir y parecer cordial.
Fue su petición lo que desató la ira de la sacerdotisa.
Su nombre era Mathias Renner. Herrero de profesión ( forjador de armas para el ejército de Sylvanas, pensó Menel con acritud mientras intentaba disimular las arcadas del hedor a carne putrefacta que enamaba el no-muerto)
-Seguro que vos me entendeis mejor que cualquier otro perfumista de Azeroth . Tengo entendido que vuestro esposo es un sindorei.
-Asi es- contestó la kaldorei con cautela.
-Y además sois una kaldorei, asi que lo entendereis aun mejor.
La sacerdotisa levantó una ceja un tanto escamada y permaneció en silencio dejando que Mathias se terminase de explicar.
-Como bien sabeis tras la traición de la Reina alma en pena se montó un nuevo consejo desolado.
La kaldorei asistió levemente.
-Y la buena reina Calia Menethil de Lordaeron es parte fundamental de dicho consejo.
-Asi es…-contestó Menel.
-Y sacerdotisa como vos,segun tengo entendido.
Cierto- contestó ella empezando a impacientarse.
-Y como seguramente también sabreis hemos dado la bienvenida a su pareja Derek Valiente y a varias centinelas kaldorei caidas en la batalla de Costa Oscura que Sylvanas tuvo a bien resucitar con sus valkyrs.
A Menel se le tensó la mandíbula. Como que Sylvanas "tuvo a bien resucitar "? Era una abominación!! Y como osaba hablarle de la batalla de Costa Oscura a ella?? Tuvo que hacer un enorme esfuerzo para no hacer caso a los susurros de su cabeza que le gritaban que lo matase en el acto.
-Entendereis que no es un tema del que me guste hablar Maese Renner.
-Cierto, mis disculpas por ello mi señora. Pero entendereis donde quiero llegar. Desde que la vi cai rendido a sus pies.
-Hablais de la Reina Calia?-preguntó Menel intentando recuperar la compostura.
-No,aunque la Reina Menethil es muy hermosa hablo de Deanne Verdeagua.
La kaldorei palideció al escuchar ese nombre.Conocia a Deanne,era una centinela de su raza.
Una elfa de la noche,caida en batalla,una no-muerta ahora…resucitada a la fuerza por el ser al que mas odiaba. Y ese renegado le hablaba de amor. Entendió a que venia el “peloteo” el " me entendereis mejor que nadie’ .
No,no lo entendia en absoluto. Y lo unico que queria en ese momento era echar al renegado a patadas como mínimo.
-Ella fue levantada con nigromancia de las tierras sombrías, como los caballeros de la muerte- prosiguió explicando Mathias-al contrario que nosotros ellas,las kaldorei caidas,no se pudren.
-Entiendo-contestó la sacerdotisa- por eso pedís mis servicios como perfumista.
-Si,tengo la enorme fortuna de ser correspondido por Deanne,pero noto su aversión cuando la abrazo,ella intenta disimular pero este hedor…
Menel se planteó decirle que el hedor de la muerte no se podia disimular con nada,no porqué no supiera como,pero le enfurecía esa relación.
Sin embargo algo se despertó en su interior viendo la cara suplicante del herrero.
Pena,lastima. …y no por él, por Deanne. Si para ella misma la quema de Teldrassil seguia siendo traumática,no podia imaginar como se debia sentir la centinela, el mismo dolor,el mismo trauma…pero con el factor añadido de haber sido resucitada contra su voluntad,confusa…
-Haré lo que pueda,dadme unos minutos.
Se metió en la trastienda con la puerta abierta. Mathias esperó en el mostrador.
Mientras cogia varios tarros,esencias y viales de extractos de plantas y flores concentradas,no pudo evitar la pregunta:
-Y como están Deanne y las demás?
-Cuando llegaron a nosotros de mano de Calia y Lilian Voss venian confusas y perdidas. Recuerdo que al mirar a Deanne solo vi una belleza maravillosa, y una mirada vacía.
Menel detuvo la mirada sobre los viales mientras prestaba atención a laa palabras del herrero…
Plantas gelidas - pensó - sin embargo el hedor de la muerte seria difícil de disimular. Cogio un tarro de vaselina como base y empezó a ir añadiendo gotas de extracto.
El alcohol se evaporaria con rapidez,la vaselina se quedaria impregnado a la piel marchita.
Cogió otro tarro con glicerina, haria tambien un jabon del mismo olor.Cortó un buen trozo y lo vertió en un cazo y la puso al fuego para derretirla.
-Estaban muy desubicadas al principio . Yo solo podia contemplarla de lejos. Pero sentia su dolor. Unos dias despues vino a afilar sus gujas y comenzamos a conversar. La escuché y le dije que cualquier cosa que necesitase,hablar,desahogarse…contase conmigo.
Menel añadio varias gotas de una flor rara. Lagrima de Arthas a ambas mezclas.
Mathias continuó su relato:
-Y poco a poco,con cariño,paciencia y mucho amor me gané su corazón. Consegui que sonriera,riera a carcajadas…y con estas manazas de herrero consegui hacer una pulsera de plata con filigranas.
-Una gema de alma…-pienso Menel divertida mientras pensaba como darle un toque varonil a la crema perfumada y al jabón.
-Y un día no hace mucho, despues de casi tres años reuní el valor suficiente para declararme y entregarle la pulsera. Y ella me dijo que mi amor era correspondido. Me senti el hombre mas afortunado de Azeroth.
-Eso dijo mi esposo también…-dijo la sacerdotisa mas para si misma que para el renegado Paciencia y mucho amor,asi la habia conquistado Argent.
-No somos tan distintos al fin de al cabo entonces…
Menel aguantó la respiración un momento, intentando controlar el pulso
-No lo somos …-susurró sorprendiéndose al darse cuenta de las similitudes.
Añadió ambar a las mezclas y un par de gotas de resina de roble. Con una espátula de cristal mezcló los ingredientes del perfume y con una de madera revolvió la glicerina,apagó el fuego y lo vertió en un par de moldes cuadrados.
Cerró el tarro de crema perfumada mientras en una gran agenda apuntaba nombre y apellidos del renegado en la letra correspondiente, y la fórmula con los ingredientes y cantidades utilizadas.
Le acercó el tarro de crema perfumada y se lo dio para ver si le gustaba la fragancia .
-Huele a perfume de un dios- dijo el renegado.
-Si os preguntais porqué en crema tiene una explicación logica. Si lo hiciese con base de alcohol la fragancia no duraria mucho. Y como vos decis es un olor dificil de disimular. Pero dentro de todas la desventajas de la no-muerte hay una pequeña ventaja entre otras,y es que los renegados no sudais,la vaselina y la glicerina aguantarán durante dias.
-Muy inteligente por vuestra parte- contestó Mathias asintiendo.
Menel entró de vuelta en la trastienda. La glicerina enfriaba rápido y los jabones estaban listos. Los envolvió en papel de estraza y los ató con un lazo rojo.
Se los tendió al herrero mientras le explicaba que podia usarlo tanto para lavarse,como detergente para la ropa.Lo cual ayudaría con el hedor de la no-muerte.
Quiso ser justa,al final su historia le habia conmovido y le hizo el precio mas bajo qie pudo teniendo en cuenta los ingredientes y el trabajo.
Mathias echó mano a su mochila,y le pagó unos pocos oros mas de lo que Menel le habia dicho.
-Se que intentais ayudar,pero un trabajo bien hecho merece un pago justo.
-Bueno…espero que funcione como deseo-contestó la sacerdotisa-no hay nada más que pueda hacer.
-Seguro que funcionará-contestó el renegado con una sonrisa-de ello depende mi felicidad y la de Deanne.
Guardó el tarro y los paquetes de jabón en la mochila. Menel le mandó tecuerdos para Deanne y le transfirió una invitación para que la próxima vez viniera con él.
Mathias le dio las gracias por todo y se despidió.
El resto de la tarde pasó con normalidad, clientes recogiendo perfumes encargados, armaduras que Argent ya habia preparado, encantamientos de Purple,togas de Ahzura…pero durante aquellas horas la kaldorei no dejó de darle vueltas a la historia de Mathias.
Paciencia y mucho amor…
Cerró la tienda y sonriendo con dulzura se dirigió a su hogar.
Argent la recibió en la puerta al llegar.
Menel lo besó con dulzura y le susurró:
-Gracias por todo amor.
Argent alzó una ceja mientras le contestaba:
-Gracias a ti.
-Mientras cenamos voy a contarte una historia de lo más romántica y no…no es la nuestra.Y luego me explicas que partes de la historia de Azeroth has decidido como comienzo para la visita de Beltzareth.
Un pequeño paladin apareció corriendo:
-Mamiiiiiiiii!!!
Menel se agachó para recibirlo con un abrazo.
-Ayudas a papi a poner la mesa mientras me ducho rápido?le preguntó a su pequeño tras darle un montón de besos.
-Siiii
Mientras subia las escaleras la sacerdotisa sonrió.
-Un dia mas en Dalaran…
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Como veis despues de muchos meses he conseguido ponerme al día ( ya era hora) y escribir un poco( que ya tenia ganas)
Enano: cada vez escribes mejor,me gusta tu nueva familia.

Cuñado: como siempre un placer leerte,se echaba de menos.Serás un gran Shadopan

Comandante: Sabes que aun sin tiempo leo tu relato cuando nos lo pasas,deseando ver como se defiende Breidox Sombrío.

Paladin: que te voy a decir que no sepas. Menel es la elfa mas afortunada de Azeroth. Y la mas mimada .

Señor del invierno :espero abrir ese archivo y leerte que al igual que Nhail se echaba de menos vuestro talento literario.

Intentaré no tardar tanto en entrar,leer y escribir, pero ya sabéis como va esto…me falta tiempo para todo.

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Los magos habían alzado el escudo alrededor del campamento, ahora solo quedaba esperar a que el enemigo se acercase a sus orillas. Las ballestas estaban preparadas, además de magos, chamanes, druidas y todo tipo de tropas que se alzaban en lo alto de la muralla.

Estaban preparados para dar el primer golpe a la señal de su comandante, ahora solo podían esperar. La plaga avanzaba lentamente a pasos pequeños pero consecuentes, cada vez estaban más cerca y eso a los nigromantes que había en sus filas les maravillaba por alguna extraña razón.

Los primeros hechizos explotaron sobre sus cabezas como el sonar de un fuego artificial o la explosión de una mina remota, conjuros que las muertas y demacradas tropas del ejército de los muertos empezaban a castear y lanzar. Pero nadie se movió de sus posiciones, pues el enemigo avanzaba lentamente.

Fueron varios los minutos en los que esperaron a que el primer necrófago atravesase la barrera, tras él otros tantos soldados a cuerpo a cuerpo le siguieron y fue en ese preciso instante cuando sus retorcidos y descompuestos cuerpos empezaron a correr hacia los muros de la ciudadela negra.

  • Salva de virotes y flechas. ¡Fuego!

Al unísono la munición sobrevoló la muralla y cayo fulminando las tropas entrantes de la plaga acertando, mayoritariamente, de lleno y dejando sus cadáveres inmóviles. Con ellos pudo notar varias diferencias con la plaga de antaño, esta no se movía hasta la saciedad sino más bien por un deseo o hambre irrefrenable que cedía a una fuerza menor de la habitual, por el contrario, noto que los nigromantes intentaban realzar a los mismos muertos otra vez en vez de esperar a la masacre o carne fresca.

Algo raro ocurría con la plaga, pero no era momento de divagaciones. La siguiente oleada estaba ya cerca de la puerta.

  • Raíces y descargas arcanas a mi señal. – espero unos segundos a que el enemigo se acumulase y golpease la puerta- ¡Ya!

Los druidas invocaron a la madre tierra y esta les respondió con unas enredaderas que salieron del suelo como látigos agarrando a su presa, con el enemigo inmóvil los magos cargaron las energías del cosmos, o lo que fuesen, y dispararon a sus indefensas víctimas haciéndolas volar en pedazos, calcinándolas o estallándolas entre fríos trozos de escarcha .

Sin embargo, empezaron a contraatacar, arqueros esqueléticos dispararon una salva de flechas dispersa que, pese a no tener un destinatario claro, dieron en dos escopeteros en su pecho y hombro respectivamente. Por otro lado, los nerubianos habían conseguido cruzar las defensas y escalaban los cadáveres de sus aliados y los muros como hojas de papel hasta llegar a la cima de la muralla.

  • ¡Armas en ristre, que no avancen más!

Y dando el primer tajo a uno de los torsos de nerubiano acabo con una de esas bestias sin escrúpulos, los ballesteros les imitaron protegiendo a magos y chamanes que estaban mas indefensos en el cuerpo a cuerpo, un druida salto en forma de oso al frente para frenar a las criaturas del que fue el reino de An’quiraj.

Otra andanada de fechas paso sobre sus cabezas dirección a los enemigos bajo las murallas, mientras los impactos a la cúpula antimagia se intensificaban y empezaban a hacer mella en los magos que intentaban por todos los medios aguantar. Pasaron horas durante esta refriega, esquivaban golpes, zarpazos, magia, raíces y fuego, controlaban una sección que perdían tiempo después, hasta que, tras un grito de los maestros arcanos tras los muros, la cúpula cedió.

Como un cristal rompiéndose en pedazos el cielo sobre sus cabezas cedió, ahora varios agujeros estaban donde otrora había un escudo violáceo, el resto parpadeaba por el desgaste de mana intensificado durante la batalla.

Estaba enfrascado en la lucha con un necrófago al que sentencio a la muerte decapitándolo cuando ocurría todo esto. Debía actuar rápido o la magia los haría trizas, pensó los por menores lo más rápido que pudo y concreto que debían recuperar totalmente la muralla.

  • ¡Vanguardia! Preparaos para el combate, defensores a los extremos retirada. ¡Retirada! – Cuando sus ordenes empezaron a movilizarse bajo las escaleras del torreón derecho de tres en tres y llego hasta las puertas principales- Vanguardia el enemigo viene a por nosotros y asolan las alturas con magia, debemos llegar a ellos y destruir su retaguardia como podamos, arqueros en cuanto salgamos tomad las posiciones en las murallas pertinentes y dadnos soporte, que los curanderos se lleven a los archimagos de la defensa, el resto vendrán con nosotros. ¡Por la horda!

  • ¡POR LA HORDA! – gritaron al unísono

A su señal las puertas empezaron a abrirse mientras los soldados, dirigidos por el comandante, entraban en una formación cuadrada con el centro lleno de magos. Nada más abrir un hueco entro el primer geist por la puerta saltando encima de la formación, pero fue fulminado de un hachazo en el acto. La oleada de muertos entraba por la puerta con un frenesí incansable y la vanguardia les hacía frente para avanzar en una marea de sangre y podredumbre. Lentamente, paso a paso, los soldados avanzaban hacia la salida para llegar a la retaguardia enemiga.

Cuando las puertas se abrieron lo suficiente grito la orden de avanzar, respaldados por una nueva salva de flechas y magia arcana, cargando contra los enemigos en un embate de fuerza y coordinación. Pero no fue suficiente, la marea de no muertos era demasiada para ser repelida en un contraataque rápido y lo que primero fue una salida victoriosa se acabó convirtiendo en un infierno paso a paso.

Las puertas empezaron a cerrarse tras nosotros dejando claro que ningún enemigo debía de entrar por ahí, pese a ello seguían escalando los muros varios enemigos que mantenían ocupados a los guardias de arriba, solo la magia de los magos y las salvas de flechas impedían su destrozo. Pero no podían perecer ahí.

Con una señal se alargó la formación lentamente protegiendo el muro principal evitando que nuevas tropas subiesen las murallas, los necrófagos atrasados y en su retaguardia se lanzaron a por la carne fresca, pero encontraron resistencia en escudos, espadas y hachas que les hacían frente.

La plaga no se quedó quieto y nerubianos, esqueletos y cadáveres descompuestos se lanzaron como fieras ante la comida, la batalla no cesaría, pero les daría el tiempo suficiente para despejar las murallas. Sangre y carne se desperdigaba por el lugar, dando tajos y rompiendo huesos si era necesario hasta que, llegado el momento, una bengala exploto encima suyo.

Al girarse pudo ver como los defensores del muro habían salido victoriosos y retomaban la fase defensiva del asedio. Ahora solo quedaba llegar a los nigromantes, estos maquinaban y bramaban hechizos a lo largo de la retaguardia invocando tropas desde portales oscuros. Había que cortar el problema desde la raíz.

Viendo que no quedaban enemigos a sus espaldas tomo la decisión de cambiar la formación, hizo señales a sus capitanes y los soldados con cuidado formaron un muro de escudos a sus laterales, aparte algunos lanceros se posicionaron entre cada una de las tropas. Por ultimo los magos iban a la retaguardia protegidos por unos pocos soldados con escudos para evitar las flecas y hechizos enemigos.

Un primer fogonazo dio comienzo al nuevo avance, lentamente los escudos se alzaron contra los muertos vivientes y estos eran ensartados contra las lanzas o armas de asta. Los magos por su lado alzaron escudos a las tropas en el frente y empezaron a conjurar descargas de escarcha que fulminaban a los arqueros enemigos. Poco a poco ganaban terreno y los nigromantes lo sabían.

Desesperados cerraron los portales y se dispersaron, unos huyeron valle abajo, otros en su lugar llamaron a los no-muertos a su cargo y los escudaron, por último, un grupo intento conjurar un hechizo de magia nigromántica de efecto desconocido.

  • No queda nada del enemigo, están desorganizados. ¡Cargad!

Y, inundado el mundo de gritos de guerra, cargaron contra el enemigo como una marea embravecida. Resquebrajando huesos, cortando tendones y calcinando piel los soldados avanzaban a marchas forzadas contra un enemigo que iba disminuyendo en números a pasos agigantados. No obstante, los no muertos ponían resistencia ante su nulo sentimiento de dolor ni miedo, varios soldados cayeron ante el filo de sus armas por no cuidarse de un enemigo libre de todo sentimiento y sistema nervioso.

Conforme avanzaban, los nigromantes o los que quedaban al menos, iban retrocediendo su posición lentamente, tal vez usasen a los muertos, pero los vivos si sienten temor a la muerte. El primero de ellos se enfrentó a la carga con 4 guardias esqueléticos pero fueron derrotados fácilmente por los conjuros y estoques de la guardia, el nigromante intento huir pero fue capturado en el acto.

  • Rastor, Hildgur llevadlo a la base y encerrarlo en una celda antimagia, tendremos que hacerles unas preguntas después.

El resto del combate fue menos que una refriega, los muertos que quedaban s desplomaban sin apenas esfuerzo y los nigromantes caían muertos o se quitaban la vida en nombre de un ser superior. Los últimos nigromantes que alzaban un hechizo conjuraron un portal por el que usa sombra se vislumbraba, de forma alada y tamaño considerable, pero que no llego a atravesar.

  • Osáis llamarme para tal cometido, INCOMPETENTES, el plan del maestro no puede perturbarse por unos simples mortales.

Dicho esto, cuando ya nos acercábamos al portal, una ola de energía negra estalló desde su interior matando a los nigromantes y lanzándonos a nosotros por los aires.

  • Mortales, no queda ya esperanza en este mundo. Es tarde para enfrentaros a lo que se avecina.

Y conforme dictaba las últimas palabras el portal se cerró, dejando un rastro negro en el suelo y el aire, una magia que no había visto hasta ahora y en un soplido había conseguido vencer a un ejército medio de un solo conjuro.

Ahora solo quedaba restos de muerte, sangre y putrefacción en la nieve frente a Breidox Sombrío, los nigromantes se hallaban muertos, y los restos de la plaga estaban erradicados, por el momento, en la zona. Una victoria se alzaba para la ciudadela, pero el temor de esa sombra, de esa figura le dejo un resquemor. Tenía la sensación de que no sería la última vez que se verían en el campo de batalla.

No obstante, la batalla había sido cruenta, muchas bajas por heridas y muertos en combate se encontraban en el campo de batalla. Quedaba quemar a sus muertos y a los cadáveres de la plaga, no por respetar una tradición sino por pura precaución.

Además, tenían una jugada más, en la prisión de la ciudadela, atado y cortado por magia de alto nivel tenían una pieza del puzle que podía dar respuestas. Y se encargaría de ello si así era necesario.

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