Una vida normal



V. Cachorros de tigre.







Tan pronto como el último Iniciado que soportó la Prueba del Espíritu salió de su habitación al pasillo, Nurong aplaudió. Los once se pusieron de pie. Nhail observó sus movimientos viendo unas pocas manos temblorosas. Claramente había sido un tipo diferente de espíritu para cada uno de ellos.

Antes de que pudiera decir algo sintió una cálida mano en su hombro izquierdo. Miró para ver si era Tai Chiang o Mei pero en cambio vio al etéreo Pandaren que le había hablado antes. Parece que tengo a alguien que cuida mis pasos de otro mundo… bueno. Mientras no me impida lograr mi objetivo…

SeguidmeNurong dijo en voz baja.

Los once que habían llegado tan lejos hicieron lo que él les había indicado. Nurong los condujo por el largo pasillo y el errante sintió una mano en su espalda, una mano que pertenecía a Mei junto a una gran sonrisa.

Parece que no me voy a perder.

—Se realizaron tres pruebas en total antes de las once. Todas las cuales han tenido éxito. Vuestra resolución es clara. Vuestra fuerza es conocida. Y ahora vuestro espíritu ha sido puesto a pruebaNurong habló delante de ellos, pero su voz llevado en el hueco de la escalera que conducía al dormitorioTodos han demostrado ser dignos de convertirse en uno de nosotrosdijo mientras salían del hueco de la escalera y no hacia el dormitorio… sino hacia los terrenos del Monasterio.

El sol se estaba poniendo, pero había antorchas dispuestas de tal manera que deslumbrarían los ojos de cualquiera. En particular, cualquiera que hubiera pasado mucho tiempo bajo tierra con solo antorchas polvorientas para iluminar esos oscuros alcances debajo de las montañas. Nhail parpadeó mientras sus ojos se enfocaban y luego los jadeos de los otros estudiantes a su alrededor volvieron su atención a los asuntos.





Al menos trescientos pandaren estaban parados en el césped del Monasterio, todos atentos… todos sobre los iniciados. Algunos tenían sus caras cubiertas por bufandas color burdeos. Otros permitieron que se vieran sus rostros. Pero en cada rostro pandaren que vio, no vio nada menos que admiración. Con una orden tácita el Shadopan se enfrentó a los iniciados, apretó una mano en un puño y luego llevó sus puños a la palma abierta. Los pocos que no tenían ambas manos se inclinaron tan bajo como pudieron casi al unísono con sus compañeros.

Era una muestra de respeto que, si bien parte de él lo apreciaba, solo le traía más preguntas a la mente.

¿Qué hay de aquellos que no tuvieron éxito? ¿Aquellos con ambiciones similares a las suyas solo para ver sus sueños llegar a su fin en el fondo de un lago helado? ¿O aquellas vidas que se desvanecieron ante los colmillos de un gran tigre o serpiente?

El no lo sabía. Esperaba recordar preguntar algún día. Luego miró a Mei y a los demás y sin pestañear le devolvió esa muestra de respeto. Una mano metida en su palma seguida de un arco. El tipo de saludo que un discípulo le mostraría a su maestro. Si ese espíritu pandaren tenía razón, había mucho que tenía que aprender aquí. Por ahora, Nurong se inclinó con el otro Shado-Pan, y luego, cuando se puso de pie, hizo un gesto a los iniciados exitosos para que lo siguieran una vez más. Nhail pisó junto con los demás formando otra línea aproximada.

Esta vez, el Puente de Iniciación no los dejará caer al agua, estudiantesuna sonrisa irónica iluminó el rostro de NurongPero debéis pararos una vez más antes de que termine este día.

El sol parecía colgar sobre las montañas… ahora un gran disco rojo colocado sobre los monolitos de roca y hielo. Antes de que pudieran llegar al puente llegaron los otros dos maestros.

Ventisca estaba a la derecha con sus grandes brazos gris oscuro doblados sobre su enorme barriga. Esos profundos ojos marrones miraron a los once iniciados… no, estudiantes del Shadopan, con gran importancia.

Yalia tomó el centro, sus manchas grises y sus ojos parecían tener un peso aún mayor que cuando Nhail la conoció.

Nurong estaba a la izquierda… su único ojo restante se centró en el elfo en particular.

Yalia habló primero.

Hablamos de tres pruebas. En verdad… hay una cuarta. Una prueba tan grande, tan terrible, que completarla solo es posible después de este punto cuando sus vidas llegan a su finla Maestra de la Disciplina Omnia habló con un tono especialmente graveLa última prueba es una que incluso nuestros miembros veteranos no enfrentan ociosamente.

La prueba final que enfrentaréis es el ShaNurong habló ahoraSon el poder colectivo de todo lo que es malo dentro de nuestras tierras y de nuestras emociones. Dentro de todo el miedo, el odio, la ira, encontrarás un Sha.

Un Sha no necesita descansarla voz de Ventisca era severaSon un enemigo que no muestra piedad ni remordimiento y que nunca cederá.

Nurong asintió y volvió a donde Yalia lo había dejadoLos Sha manipulan a los mántides a través de medios aún desconocidos para nosotros. No afectan realmente a los Mogu por razones que no entendemos. A través de ambos, incitan al yaungol a lanzar el peso de la guerra contra nuestro pueblo.

Yalia habló una vez másComo Shado-Pan, será vuestro el deber destruir el Sha. Disiparlos donde sea que estén presentes. Somos la Espada en la Sombra.

Ventisca dijo firmementeSomos el Escudo contra el Terror.

Nurong concluyóSomos la primera, la última y quizás la única línea de defensa para este continente.

Yalia asintió con la cabezaEl terror que el Sha puede traer a aquellos que no están entrenados, que son muchos en esta tierra, es impensable. Quien acepte esta prueba final no la dejará atrás. Solo cuando tome su último aliento… cuando esté liberado del juramento del Shadopan.

No estaréis solosNurong levantó una mano .Mientras haya un Shado-Pan en pie, el Sha encontrará resistencia.

Si tomas el Juramento de la Orden te comprometes a luchar contra el Sha por el resto de tus vidasdijo YaliaHabrá otros a tu lado que te ayudarán a aprender a oponerse a ellos. Tanto las herramientas de la oscuridad como la luz son nuestras para ponerlas en su contra.

Antes de que alguien pudiera cuestionar la sabiduría de usar la oscuridad para luchar contra la oscuridad, el Maestro Ventisca miró a Nhail con una mirada tal que lo dejó sin palabras ante las siguientes palabras de Nurong. No eran de enfado… simplemente, el tipo de mirada que le daba alguien la cual esperaba mucho y en quien pudiera respetar y confiar. Era el tipo de mirada que su hermano Hawk le daba siempre que realmente necesitaba que lo hiciera cuando aun eran mercenarios y arriesgaban sus vidas por veinte monedas de plata.

No voy a titubear. Nunca fallaré y no voy a perder… no importa cuán terribles sean los Sha. He visto cosas iguales o peores tanto en visiones, pesadillas como delante de mis narices. Por algo elegí el camino de la venganza contra todo lo que provenga de los dioses antiguos. Todo lo que estaba escuchando estaba reafirmando lo que Yalia y Lord Taran Zhu ya le habían dicho.

Sabiendo esto vuestra prueba final es la siguienteNurong dijo en voz baja, permitiendo que lo que Yalia había dicho se hundieraOs comprometeréis a hacer el Juramento del Shadopan mientras el sol se pone ante el Señor Zhu en el Puente de Iniciación. Sabiendo lo que sabéis, qué cicatrices futuras, qué futuros horrores que el Sha puede traeros… ¿aceptaréis esta tarea?

Sin ninguna duda, el errante de pelo blanco de tierras más allá de este continente, de brumas y maravillas, de antiguos terrores y temibles enemigos por igual, se puso de pie frente a sus compañeros iniciados. Los esfuerzos de Nurong por ahogar una sonrisa fracasaron de inmediato, y el maestro de halcones inclinó la cabeza.

¿Nos apoyarías?

Tomaría el juramento y apoyaría al Shadopan, Maestros.

Mei se adelantó antes de que alguien más pudiera hacerlo.

Mei, ¿te quedarás con nosotros?

Tomaré el juramento y apoyaré al Shadopan, Maestros.

Otro se puso de pie. Tai Chiang, esta vez, sus ojos naranjas parpadearon una vez.

También tomaría el juramento y me uniré al Shado-Pan, Maestros.

Los otros procedieron, uno tras otro, con Nurong reconociéndolos por su nombre y luego el iniciado profesando su intención. Finalmente, los once se adelantaron. Uno de ellos fue llamado “Xiang, hijo de Zhiyao”… uno que Nhail recordaba vagamente. Entonces los tres maestros se inclinaron. Nurong y Yalia se hicieron a un lado permitiendo que guiara a los estudiantes al puente.

En orden de afirmación, camina hacia el puente y anúnciate ante el Señor Taran ZhuYalia declaró.

Cuando se movió para pasar junto a ella, extendió una mano y la colocó sobre su hombro. No había palabras entre ellos. Tampoco ocultaba esa sonrisa honesta en sus rasgos normalmente severos. Sin tus cuidados yo no habría vivido. Yo no estaría aquí. Gracias Yalia. Nhail esperaba que sus ojos comunicaran todos esos pensamientos. Luego asintió con la cabeza y pisó el puente.

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Argent se reunió en petit comité con su familia.Lith había llegado del templo,Estel zascandileaba por los alrededores,y Menel permanecía sentada junto a él.
Vamos a recibir a un visitante,que a nuestros ojos puede parecer extraño,espero que vuestro comportamiento,dijo refiriéndose a sus hijos sea el adecuado. Ya he visto a algún otro de paso por la ciudad. Por lo que yo se,puede presentarse en forma humanoide como nosotros,pero con una cornamenta sobre su frente.
-¿ Como un demon hunter,papá? Preguntó Lith.
-Parecido cielo,pero sin los ojos verdes de los mismos.
-Papi,papi,yo he “veido” elfos así. Dijo el pequeño Estel,no me dan susto.
Una sonrisa se dibujó en la cara de los progenitores.
-Se que no te asustan,mi vida,eres un gran paladin. No obstante también puede venir en su forma dracónida.
-Dacónica…¿ eso que es papi?¿ Un dagón grande? No cabe en casa.
Esta vez los tres se rieron a carcajadas con la salida del pequeño “palalin”

  • No amor,dijo Menel. Son altos como mamá, pero tienen alas en la espalda,y garras en los pies.
    El pequeño Estel se levantó corriendo y dijo,cogere mi espada,es como las “apias” que dice la abuela,yo os defenderé, dijo todo serio el pequeño.
    -Tranquilo cielo,no es necesario, las arpias que has visto en casa de los abuelos,son malvadas. Los dractyr no. Han estado ayudando a los dragones aspecto y a nuestra gente a luchar contra los primalistas. Además, si fuese necesario,tanto mamá, como yo,os defenderíamos.
    Lith frunció el entrecejo,en un gesto que recordaba mucho al de su madre cuando se enfadaba.
    -No os olvideis de mi,he avanzado mucho en el entrenamiento del templo,y también puedo aportar.
    -Menel entre divertida y contrariada con su hija,levantó una ceja…¿decías cariño?
    Lith avergonzada bajo un poco la cabeza.
    -Me voy haciendo mayor mamá, y ya voy controlando muchos de los poderes…
    -No lo dudo cariño,contesto Menel. Pero recuerda que pasé 10000 años de entrenamiento, y tú justo acabas de comenzar.
    Argent permanecía a la expectativa, las tiranteces entre su esposa y su hija,eran habituales…
    -Tranquilo todo el mundo,dijo tomando de la mano a Menel para evitar que la discusión fuese a más.
    Naleidea Brillorio,me ha pedido que lo reciba,porque tiene un gran interés en conocer los orígenes de las razas de Azeroth.
    -Un “dagón” en casa,bien…Estel comenzó a batir palmas. Le enseñaré como ser un “palalin”
    La salida del pequeño Estel apaciguó los ánimos,todos se relajaron,y la normalidad volvió a la familia. Estel le hizo un pequeño guiño a su padre,que dejó un tanto sorprendido al paladin. Su pequeño parecía tener recursos suficientes,para apaciguar los ánimos familiares. De hecho,Argent se dió cuenta,de que recurrir a la “media lengua” al hablar,era una cosa buscada. Un brillo de orgullo relampagueó en sus dorados ojos,al pensar que su hijo,ya comenzaba a mostrar signos de madurez,poco apropiados para su edad.
    Ambos padre e hijo,pensaban que su mudo intercambio habia permanecido ajeno para las chicas. Sin embargo,Menel y Lith se miraron,y volviéndose hacia la pareja de paladines,levantaron las cejas,y suspirando musitaron al unísono…
    -Sin’dorei tenian que ser
    Perplejas se miraron la una a la otra,mientras Argent y Estel se reian a carcajadas,un gesto de estupor en las caras de ellas dejó paso a una sonrisa que terminó estallando en una carcajada a cuatro bandas.
    Continuará
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Nuevo capítulo a partir de la página 39, preparen un paraguas por que parece que va a llover

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En las siete estaciones que pasaron desde la última prueba a esta, seis miembros de la orden habían ido a su descanso eterno. Cuatro en batalla, uno no pudo soportar al Sha que habitaba en su mente haciéndole enloquecer hasta el punto de quitarse la vida el mismo y el último sucumbió a una larga enfermedad degenerativa. Todos habían sido Pandaren mayores, lo suficientemente mayores como para recordar al padre de Taran al frente de la orden.

Sus ojos dorados parpadearon mientras miraba hacia los altos picos de Kun-Lai. Las montañas, vestidas con una nueva capa de nieve, se alzaban contra los cielos. Por primera vez en mucho tiempo, el cielo estaba casi completamente despejado de nubes y el sol como una gran esfera roja que se deslizaba constantemente hacia el horizonte. Las estrellas comenzaron a mostrarse en el este por encima de las montañas y el viento siempre presente provocó que pequeños copos de nieve se desprendieran de ellas. Poco más que polvo de diamante, en realidad, era una visión de Kun-Lai que el clima temperamental de las montañas rara vez le proporcionaba.

Taran se aseguró de atesorarlo. La noche estaba en camino. Cuando volviera a salir el sol, diez pandaren y un elfo serían iniciados de pleno derecho de la orden. Ya no serían simples iniciados; quienquiera que hayan sido antes, cualquier tipo de vida que hubiese vivido… sería Shadopan en cuanto saliera el sol.

Por el momento se vistió de cuero teñido de rojo, un cambio de ritmo del uniforme tradicional. Raramente se veían estas vestimentas y rara vez se escapaban de los armarios de miembros muy consumados del la orden. Vestido con el atuendo de un maestro de batalla, Taran miró la puesta de sol con sus ojos dorados antes de que se desvaneciera más allá de los picos hacia el oeste, respiró hondo… contuvo la respiración hasta que el sol pasó más allá de las montañas.

Había tierras más allá de la suya; Él lo sabía. Pandaria se había separado del resto del mundo gracias al sacrificio de Shaohao y ahora parecía muy distante del resto de Azeroth. Pocos aquí estaban dispuestos a dejar todo lo que sabían en este lugar para explorar lo que había más allá del horizonte. Un pandaren tendía a permanecer aterrorizado aquí pero contento con lo que tenían en la vida. Aquellos que tenían corazones de aventurero estaban en otra parte… en un viaje que nunca podrían terminar, siguiendo el llamado de los errantes ancestrales.

Algo parecido a la vida de Nhail.

En verdad, hubo momentos en que la misma llamada se apoderó del corazón de Taran. Pero su responsabilidad pesaba más que sus deseos. La última vez que había hablado con alguien a quien había deseado cortejar finalmente le hizo darse cuenta de que aquellos sentimientos que afloraban eran dolorosos.

Lo que deseaba… no era importante, ahora.

Muchas vidas dependían de su palabra en estos días y aunque sabía que Ventisca, Taoshi y todos los demás de su orden eran muy competentes, Taran Zhu no podía simplemente abandonar sus responsabilidades. El Shadopan era su vida. Aún así hubo momentos en los que se preguntó cómo podría haber sido de diferente. Quizás podría haberse convertido en un asesino errante en el mismo sentido que Nhail. Quizás él sería uno de los pandaren aventureros de la Isla Errante.

Tal vez no.

Sus ojos se abrieron cuando se dio cuenta de que el sol se había puesto. Contuvo el aliento durante bastante tiempo. Al otro lado del lago dentro de los terrenos del Monasterio distinguió figuras que encendían las antorchas. Los desgastados senderos de piedra que sus pies habían recorrido mil veces se destacaban contra las rocas más oscuras donde el corazón de la montaña de Kun-Lai se hacía evidente.

El sonido de una grulla interrumpió sus pensamientos adicionales. Taran deseaba poder quedarse pero ese deseo duró solo un momento. Echó un vistazo hacia el cielo lleno de estrellas centelleantes y con una luna creciente colgando sobre las montañas se dirigió hacia el Gran Salón del Monasterio.

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MEDIODIA



Esta era la primera vez que el elfo había comido en compañía del Shado-pan al completo durante su estancia y sintió que no sería la última. Los pandaren hablaban, incluso los más serios, y más de uno de los mayores le ofreció sus sinceras felicitaciones. Estaban felices de tener a otro a su lado… incluso si ese mortal fuera un extraño. ¿Quizás les habían ordenado que lo hicieran? No, ese pensamiento no se sentía bien con lo que había aprendido.

Se sentó al final de la mesa en la que se había sentado el recién iniciado. Su bebida era buena y su taza se había llenado dos veces con la cerveza local que francamente avergonzó al sake. Deseaba estar solo, pero tal cosa no era posible ahora.

Una pesada pata le palmeó el hombro. Levantó la vista y se encontró con los ojos de Lao que sonreía de oreja a oreja.

Disfrutando, ya veo.

Podría decirse, siretrocedió tanto como el banco le permitió .

Lao se alejó por un momento, luego regresó con una pesada silla en la mano que colocó a su lado al final de la mesa. El barril que solía llevar en la espalda se dejó caer al suelo y luego se sentó.

¿Otra taza?Lao guiñó un ojo.

Nhail golpeó el costado de este.

El maestro cervecero tomó esto como una invitación para tomar la taza y llenarla con el barril que acababa de abrir y en momentos se produjo una cerveza mucho más espumosa. Cuando Lao devolvió su taza, la espuma parecía aún más viva. El ojo escéptico del elfo continuó y Lao se rió, el ruido parecía demasiado alto para su enorme cuerpo.

¡Vamos, no te va a morder!se llevó la jarra a los labios y tomó un sorbo.

Era abundante, mucho más de lo que esperaba y en todo caso, la espuma hizo que las notas más profundas de la cerveza cobraran vida en su lengua. Estaba deliciosa de verdad. La expresión de su rostro después de su primer sorbo hizo que la sonrisa de Lao se ensanchara aún más.

¿Disfrutaste?preguntó.

Asintió en respuesta y tomó otro bocadoAaaah… maravillosomurmuró¿Tú hiciste esto?

Es el mejor resultado que obtuve del lúpulo este añorespondió LaoPodría necesitar hacer algo con la espuma. Es un poco más enérgica que mi último loteel maestro cervecero se echó a reír con tristezaAunque me alegra que te haya gustado.

El comedor del Monasterio, aunque ruidoso con el sonido de muchos pandaren disfrutando de la comida, parecía estar en silencio. Entonces Taran Zhu se paró al frente con ropas rojas inusuales sobre su figura imponente. La retumbante voz del Maestro Ventisca se dirigió a los Shado-pan reunidos.

¿Los iniciados del juicio anterior vendrían al frente del comedor?

Nhail miró a Lao quien le sacudió rápidamente la cabeza.

Se refiere a los del juicio anterior al tuyo. Te llamarán… pero no de inmediato.

Asintió una vez y respiró hondo. Siete jóvenes Pandaren caminaron hacia donde habían sido convocados. Se quitaron las botas cuando llegaron. Esto tenía que ser algún tipo de ritual, considerando cómo los siete se inclinaron cuando se enfrentaron a Taran Zhu. No pudo distinguir fácilmente lo que estaba sucediendo, pero el comedor de los Pandaren se quedó en silencio aunque escuchó un leve chapoteo. Los ojos del errante se entrecerraron y se echó hacia atrás tanto como pudo. Parecía que Taran Zhu estaba… no pudo distinguir… pero el Shadopan continuó, uno tras otro hasta que terminaron. Se enderezó y miró a Lao que tenía una sonrisa de complicidad en su rostro. El maestro cervecero le explicó.

El Señor del Shadopan, sean quienes sean, lava los pies de los iniciados. Tanto los de la prueba que acaba de ocurrir como los iniciados de la prueba anteriorLao sostenía una gran pata en su barbillaEl significado es simbólico. Algunos iniciados vienen aquí porque no tienen a dónde ir, y otros vienen porque buscan la gloria. Pero quienes quieran que fueran antes…

¿El lavado los hace Shadopan?murmuró.

Lao se encogió de hombrosEn cierto sentido, sí. Pero también es simbólico para el orden demostrando que el Señor del Shadopan no está por encima de las tareas simples… o más desagradables.

¿Como limpiar un montón de pies Pandaren?El elfo de pelo blanco se rió entre dientes.

Veo que estás aprendiendo rápido.

La voz de Ventisca atravesó el pasillo; todo lo que Lao tenía que decir en ese momento se perdió en la voz profunda del Maestro de la Guardia Negra.

Presento… Shao Binan, Yi Brew de Floralba, Huo Zarpa Férrea y Jai de Villarroca, Kao Fuego del alba de Zouchin, Xiong de Atalaya de Zhu y Sie de Rincón Tallo ArdienteLos siete Pandaren se pusieron de pie, se enfrentaron a Ventisca y Taran Zhu y se inclinaron una vezHas sobrevivido siete temporadas dentro de nuestras filas… ¡Qué sobrevivas a muchos más!

El resto del Shadopan no aplaudió. En cambio, se pararon casi como uno desde sus asientos, independientemente de cuánto habían bebido o comido enfrentándose a los siete iniciados del juicio del año anterior. Luego, como uno, se agarraron la palma de la mano y saludaron rápidamente. Nhail siguió el ejemplo de uno de los otros.

¿Hubo menos iniciados el año pasado, o el ensayo también hizo un número en ellos? Sospechaba que era lo último.

Los siete que habían sobrevivido al juicio del año pasado regresaron a sus asientos y todos los demás se sentaron. Ventisca aclaró su garganta una vez más.

¿Podrían los iniciados de este año venir al frente del pasillo?

Esta fue la señal de Nhail. Lao le dio el visto bueno con aprobación. Claramente, el maestro cervecero pensó que tenía lo que se necesitaba… y cualquier voto de confianza era algo que apreciaba. Especialmente teniendo en cuenta que no era ese t0nto que ofrecía un consejo sarcástico.

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Habían pasado varios días desde el ataque de la plaga, no habían parado de llegar informes desde entonces, de un renacer del culto de los malditos junto a los ataques de la plaga descontrolada, de todo Azeroth. Los muertos se habían alzado de nuevo después de tantos años de mediana calma por su parte, quitando algún renegado o fuerza menor, pero ahora su ansia de consumir la vida había vuelto mucho más fiera que incluso bajo el yugo de Arthas.

Para más inri Acherus, la base principal de la Espada de Ébano se había trasladado desde las islas abruptas hasta las inmediaciones de corona de hielo, sin duda tenían más información que los demás y, por ahora, no deseaban compartirla.

La Espada de Ébano, le traía recuerdos de la campaña de Rasganorte y su primera aparición en las tierras como aliados, cierto es que luchar y tener de aliados a los, hasta ese momento, campeones del rey exánime era algo que le hizo vomitar pues muchos de sus camaradas y compañeros de armas habían caído antes semejantes bestias de matar que comandaba el mismo Arthas. Pero el tiempo había pasado y esa repulsión paso al respeto por sus artes en la guerra, su adiestramiento marcial y su ferocidad, mentiría si dijese que no sentía un alivio y una gran admiración a dicho grupo y sus miembros con los que había tenido el gusto de toparse o luchar contra ellos.

Un ejemplo de ello eran los varios caballeros de la muerte, pues así se hacían llamar los campeones levantados y liberados, que había en sus propias filas como Mulkrom, un gran orco de nulas palabras sinceramente pero fiel y disciplinado como pocos había conocido. Sus pensamientos no tardaron en ir a otro miembro de la orden de la Espada de Ébano, lo consideraba un camarada a pesar de que actualmente no sabia su destino ni si él lo consideraba así tras lo ocurrido en Ny’alotha.

Aiden Hojagelida, quien había concluido uno de sus peores momentos y participaciones con el vacío, aun recordaba nítidamente el combate y, sobre todo, el dolor del hombro tras cobrarse la “deuda”. Al menos aquí tenia más cascos con los que reponer su equipo eso si. No sabia de él nada más desde su participación contra el antiguo, ¿estaría de nuevo en activo o tal vez estaría en la misma Acherus? Pensándolo no iba a descubrirlo, pero le intrigaba.

Un zumbido seguido de una voz distorsionada le saco de sus pensamientos. De su bolsillo saco la piedra encantada con el símbolo de la horda y, al dejarla sobre la mesa, una proyección salió de la misma con la forma de Lord’themar Theron. Se le veía desencajado y angustiado, pero tras el resurgir de la plaga no le dio importancia.

  • Lord Regente, espero que haya recibido mis últimos informes sobre la plaga, parece ser que hay movimientos en corona de hielo
  • ¡no tenemos tiempo para ello comandante!

El grito le sobresalto, parecía que no había fallado en sus conclusiones por lo que decidió callarse y esperar de vuelta la serenidad del elfo. Pasado un minuto exacto, inspiro y expiro

  • Disculpa las formas comandante, pero las ultimas noticias son urgentes. Según los últimos informes han aparecido unos seres alados como el que enviaste en tu último informe. Estos seres desconocidos vinieron de los cielos en busca y captura de varios lideres de Azeroth, por ahora sabemos que han capturado a Baine Pezuña de Sangre, Thrall, Anduin Wrynn y Jaina Valiente. – Puso su mano en el tabique de la nariz como símbolo de estrés- La horda y la alianza están en tensión pues se piensa que ambos seres habían sido enviados por Sylvannas pero La Espada de Ébano aun nos puso la situación mucho peor.
  • ¿La Espada de Ébano? Estaban en Corona de Hielo hasta el momento ¿qué hace en la capital la orden?
  • Según la Espada de Ébano Sylvannas llego a la Ciudadela Corona de Hielo hace unas semanas y llego hasta la cima donde reposaba el nuevo Rey Exánime.
  • ¡Como que nuevo rey exánime! ¡Derrotamos a Arthas hace años!
  • Cuando Arthas cayo para evitar que la plaga se descontrolase otro debía ocupar su lugar por ello Bolvar Fordragon tomo su puesto y controlo desde entonces a los muertos. Al menos eso era hasta que Sylvannas llego a su trono, lucharon en un combate encarnizado pero el poder de Sylvannas era demasiado poderoso, mucho más de lo que habíamos imaginado, derrotando a Bolvar.
  • No puede ser…
  • No mato al no-muerto, pero…el caos con la plaga, el cielo roto de corona de hielo, el culto de los malditos todo es a causa de lo que hizo en la torre. -hizo una pausa y continuo- Destruyo el yelmo de dominación.

Era demasiada información para asimilarla de una sola tacada, Sylvannas, la plaga, Bolvar, corona de hielo, el yelmo…Tenia sentido, desde la destrucción del yelmo la plaga se había vuelto más agresiva y catica de ahí los ataques, el culto de los malditos se aprovechaba de la situación por algún motivo y todo por un plan de Sylvannas…

  • ¿Cómo debemos actuar?
  • Por ahora defender la posición e investigar los movimientos de Corona de Hielo, aparte necesitaremos voluntarios para una misión de rescate, sin embargo, dado tu estado, NO podemos permitir que tu vayas.
  • Comprendo
  • Controlad corona de hielo y colaborad con la Espada de Ébano llegado el momento, seguiremos informando de cualquier novedad al respecto de los lideres desaparecidos.
  • Si mi señor regente
  • Suerte comandante, Al diel sala.

La imagen se fue difuminando hasta ser un mero recuerdo, guardo el medallón de nuevo en su lugar y entrelazo los dedos mientras meditaba las ultimas informaciones sobre lo acontecido. Corona de hielo parecía ser el epicentro de todo este encierro, debería formar una partida para ir y comprobarlo el mismo.

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Tenemos otro capitulillo, hoy traigan las camaras que habrá que catalogar, a partir de la página 52

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Antes de partir hacia Corona de Hielo necesitaba recabar toda la información posible de lo que podían encontrar, por suerte disponían de alguien que podía responderle a sus preguntas. Siempre y cuando estuviese cuerdo y no loco como temía.

Bajo unos escalones tallados en la misma piedra con cuidado de no resbalar hasta las mazmorras, habitantes 1, las antorchas daban cierta calidez y jugaban con las sombras del lugar deformándolas y tergiversándolas en figuras abstractas. Saludo a los guardias que custodiaban una de las celdas, sellada con magia y el más duro acero, donde su “invitado” esperaba sentado en el catre en silencio.

  • ¿Habéis conseguido que hable? Dije expresamente que no se le…tratase demasiado mal dadas las circunstancias – Los guardias negaron con la cabeza- Bien, tomaos un descanso quiero hablar con el prisionero.
  • Si, comandante

Los guardias se apartaron de la celda y subieron las escaleras a u paso medio acelerado, sin duda tenían ganas de respirar un poco de aire fresco y dejar de estar encerrados en estas cavernas. Cuando se hubieron marchado los guardias se acerco a la celda, el cultor yacía sentado en su catre mirando a la nada parecía no darse cuenta de su presencia. Era un humano algo escuálido de ojos marrones y pelo oscuro y ceniceo por la edad, debería rondas los 45-50 años, y las uñas ennegrecidas por vete a saber qué.

Ya no vestía con la ropa del culto de los malditos, ahora llevaba unos simples harapos, camiseta blanca y unos calzones marrones que le venían grandes aparte en el suelo yacía una chaqueta de piel, que suponía, que había descartado. A su lado había una bandeja con comida sin terminar, una sopa helada con un poco de carne y un poco de agua, aparte de un tenedor y una cuchara de madera.

Veo que no has comido nada aun, ¿no tienes hambre? -silencio por respuesta- No esta envenenada si es lo que piensas de quererte muerto tenemos otros métodos más directos créeme.

El acolito no movió ni un musculo, estaba rígido como una piedra y solo su respiración denotaba que seguía con vida.

  • Bien, bien estas en tu derecho de no hablar, pero permíteme detallarte la situación si te parece correcto. Actualmente estas preso bajo la misma base que intentasteis asediar, ¿Hace cuanto tiempo ya? -No hubo respuesta- Si, lo sé bajo estos muros el tiempo no se detalla ni se detiene ¿Verdad? A lo que iba, tras vuestro fracaso estas aquí con nosotros capturado e invalido si me permites añadir, no comes ni respondes a nuestras preguntas de ninguna de las formas. Y eso no esta bien, no señor no lo está. Los tuyos no van a venir a por ti y, de hacerlo, dudo mucho que sean tan amistosos como estamos siendo nosotros, el culto de los malditos no recibe bien a los traidores. Así que dime ¿Qué quiere el culto de los malditos de nosotros? ¿Qué buscáis en corona de hielo? ¿Quién es vuestro líder, ese ser alado?
  • El usurpador yace dormido -contesto en un mero susurro-
  • ¿usurpador? De que hablas, te hice una pregunta ¿Quién es vuestro líder?
  • El retornara donde le corresponde
  • Bien, tendremos que hacerte hablar de otras formas me temo. Esta conversación no lleva a ningún sitio. ¡Guardias!

El comandante se puso frente a la celda y miro al preso mientras las pisadas de los guardias se iban acercando.

Una última vez, ¿Quién os esta liderando en esta campaña? -hizo una pausa- ¿Qué queréis de los lideres de Azeroth?

De pronto, como si un cohete fuese, el neófito salió disparado de la cama y salto a las verjas agarrando los barrotes con las dos manos y soltando saliva conforme hablaba. Tenia los ojos abiertos y rozaba una comisura de felicidad en su rostro.

Los heraldos han cumplido su misión, el encarcelado tiene a sus testigos y ellos darán paso a la era de la muerte. La tierra corromperá la vida y esta perecerá en una oscuridad de ciegos y mutilados. El trono perdido pronto será recuperado y con ello Azeroth conocerá un destino brillante por el cual los reinos de las sombras reinaran en el caos y el orden se impondrá dando nuevo destino al invalido. Vosotros, mortales ignorantes sucumbiréis y os sumareis como funcionales máquinas de los engranajes que el destino tiene provisto para vosotros. Hollareis en suelo sagrado sin ver lo que el destino aguarda para el alma mundo. El maestro llama y debo cumplir su llamada.

Antes de que pudiese responder saco de su espalda un cuchillo de madera con el cual se apuñalo la carótida con la mayor de sus fuerzas. Zarpándose el elfo intento impedirlo agarrando de brazo al acolito y acercándoselo para intentar sanarle, pero solo recibió como respuesta un apuñalamiento en el antebrazo derecho y en el costado de su abdomen. Se aparto de la celda y cayo al suelo intentando detener el sangrado, los guardias escuchando el estruendo habían bajado rápido las escaleras encontrándose una escena dantesca.

Socorrieron y llamaron a los curanderos rápidamente pero el cuerpo del cultor ya yacía muerto en el suelo sobre un charco considerable de sangre, el elfo había conseguido frenar la hemorragia con una sentencia de luz, pero no era suficiente había perdido sangre y veía borroso. Sus ojos se cerraban y decidió descansar, lo ultimo que vio fue un ser azul, con alas blancas que le hablaba.

Tu hora no ha llegado, héroe.

Varias horas después

  • Te digo que estoy bien, los sanadores han hecho buen trabajo y no tengo ni cicatrices rukhs.
  • Y yo te estoy diciendo que no puedes irte en estas condiciones a Corona de Hielo, vale que tengamos que ir a investigar, pero una patrulla volverá con el informe.
  • Voy a ir y no hay más que hablar -dijo tajantemente mientas se levantaba y despachaba a los sanadores- tenemos ordenes de ir con todo a descubrir que esta pasando y no voy a quedarme sentado.
  • Eres un caso perdido.
  • Y te recuerdo que la ultima vez fue por cierta avalancha que cierto goblin provoco.
  • Mea culpa, comandante. No insistiré más, pero es una mala idea
  • Buena idea, mala idea no existen como tal solo tenemos el ahora y por eso lo llamamos presente.
  • El dicho pandaren no es ni siquiera parecido a eso…

Se levanto de la cama dando las gracias a los sacerdotes y druidas que habían estado cuidándole para dirigirse a un armario, dentro su armadura estaba lista para la batalla. Con cuidado empezó a ponérsela pieza a pieza.

  • Sera una pequeña avanzadilla no más de 15 personas y necesitaremos picaros en el grupo, eres experto en ello busca a los mejores. – Se calzó una de las botas y fue a por la siguiente- El resto que sean voluntarios o buenos soldados, pero sobre todo ni una palabra al terraneo.
  • ¿Temes que Magni se presente aquí después de todo lo ocurrido?
  • Temo que si viene con nosotros destruya los glaciares de corona de Hielo
  • Entendido, lo mantendremos entretenido

Termino de ponerse la coraza, los brazales y guantes, comprobó que todo estaba ajustado en su sitio y dio un par de saltos para ver si algo no cuadraba. Viendo que todo estaba en orden decidió dar un paseo por la base para controlar si las heridas se le resistían. Rukhs le siguió.

Todo estaba como debía, la avanzadilla dentro de unos días saldría hacia Corona de Hielo y los integrantes se preparaban o entrenaban en el arsenal. Necesitaba calmar su mente tras todo lo acontecido así que puso rumbo a los corrales, un edificio alejado de la puerta donde descansaban las monturas y mascotas que habían llegado a manos de cada miembro de la ciudadela, el mismo incluido.

El edificio era un poco más grande que los demás debido al tamaño de monturas que había en su interior, aparte tenía un piso subterráneo y una pequeña torre que servía de pajarería. En el trabajaban una troll llamada Serr’ah y un tauren llamado Tormak ambos le saludaron y sonrieron al verlo llegar pues ya era conocida su costumbre cuando algo le cavilaba por la cabeza.

  • Veoh que vuelve’ a verno’ comandante – dijo Serr’ah en un tono socarrón
  • Necesito un poco de paz antes de marchar, ¿están las monturas listas para la partida?
  • Listas y alimentadas mi comandante – Tormak se unió a la conversación, era mas seco que serr’ah pero era buena gente en el fondo- ¿Un duro día de trabajo jefe?
  • Ahhh, más bien diría que no paran de llegar los problemas, pero tampoco quiero molestaros con mis pesares. Me gustaría ver cómo están las mascotas y mis monturas.
  • Como siempre, jefe. Pasa, iba a darles de comer ahora.
  • Rukhs, prepara los miembros de la “expedición” volveré en un rato.
  • ¡A sus órdenes!

Entró en el edificio, recorrió los distintos corrales y bajo al piso inferior donde un tropel de mascotas jugaban, revoloteaban y corrían de un lado a otro. Un pequeño zorro de pelaje blanco y morado se percato de su presencia y fue trotando hasta el elfo, cuando llego empezó a juguetear con sus piernas y pedir comida dando salticos.

Sombra, siempre el más avispado de todos -dijo acariciando al cachorro- ahora te damos de comer.

Pasados los días la fecha de la expedición llego a su punto álgido. Estaba montado sobre un lobo blanco frente a la puerta principal, detrás 20 de sus soldados esperaban sus órdenes.

Bebió uno de los viales que “doctor” magni le había recetado, asquerosos como ellos solos, y miro a su alrededor. Vio rostros de orgullo y miedo, el retorno de la plaga había dejado mella en sus corazones y malos recuerdos. Sin embargos hubo uno que discernía de los demás, un terraneo que saltaba, saludaba con las manos y decía “ADIOS MOZOOO” a grito pelado.

Comprobado que todo estaba en orden dio los últimos apuntes durante su ausencia a Rukhs, indicándole sobre todo nada de avalanchas durante su ausencia, quien quedaría de nuevo al mando hasta su regreso. Miro a sus hombres y mujeres, decididos ya a partir, y grito:

  • ¡Abrid las puertas!¡Rumbo a Corona de Hielo!
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NOCHE

Nhail llegó a su dormitorio. El juicio quedó en lo más profundo de su mente. Sus habitaciones eran bastante estándar. Era pequeña y tenía una cama, un armario diminuto, una cómoda con dos cajones y una mesita de noche en la que se colocaba una vela pesada… una que emitía luz y muy poco humo. La cama sería lo suficientemente cómoda: el marco era de piedra y el relleno parecía ceder hasta cierto punto.

Luego se reafirmó. Era lógico pensar que después de largas horas de entrenamiento, ya fuera más físico o más mental, el Shadopan desearía una cama que liberara los dolores y molestias. Para el elfo, acostumbrado a dormir en cuevas o en las superficies que brindaba la naturaleza y quien constantemente se esforzó al máximo en las pruebas, los dolores significaban que había entrenado duro ese día.

Las sábanas eran suaves y las mantas hechas de lana gruesa. Se dio cuenta de que, en comparación con los otros iniciados <que tenían las habitaciones cerca de la suya>, tenía tres, en comparación de dos para algunos. Tal vez eso fue porque él era mucho más delgado que ellos…

La puerta era una mampara que se podía cerrar con llave, no una de la variedad oscilante.

Se sentó en la cama y finalmente se estiró cubriéndose con las mantas. Antes de inclinar la cabeza para apagar la luz de las velas escuchó los ruidos de la puerta que se abría y alguien que carraspeaba su garganta. Miró hacia la puerta y allí estaba la mirada dorada de Taran Zhu.

El señor del Shadopan llevaba su túnica normal; la variedad carmesí que había usado antes se había cambiado a favor de su túnica azul estándar.

Espero no haberte molestadoSusurró.

No lo hiciste, Taranse sentó de inmediato y extendió las piernas para poder ponerse de pie.

Taran asintió una vezEl paquete en la parte superior es el que llegó antes. Con todo lo que había sucedido, yo… casi me olvidé de dártelo. No reconozco el idioma. Quizás lo hagas, sin embargo.

Estaba ansioso por ver si ese era el caso, pero tenía una pregunta que necesitaba ser respondida¿Dónde encontraste esto?

Descansando en el mayor de los cráteres donde aterrizaste, los halcones de Nurong lo trajeron hasta aquíhabló en voz baja, de modo que su voz no fuera más allá de la habitaciónLas caras en esas fotos… no las reconozco.

Gracias por guardarlas. Es la única fotografía que conservo. Son mis padres, mi hermano y el que está sobre sus hombros estirándole de las orejas soy yo. Mi hermano tenía tanta paciencia conmigo…

Por supuestoTaran sostuvo una pata en su barbilla por un momento, la otra agarrando las otras cosas que llevaba .

Nosotros también tenemos halcones mensajeros.

Ah, interesanteTaran asintió una vez, una expresión caprichosa cruzó su frenteMi gente tenía un sistema así en nuestro pasado. ¿Quién es responsable de estos… documentos en su mundo?

Realmente cualquiera, aunque hay métodos más rápidos y eficaces como son los buzones, pero soy un enamorado de nuestras aves, al fin y al cabo son nuestro emblema. Por eso me sorprendí tanto de conocer a Nurong y su amor por estas hermosas criaturasdijo en voz bajaAnuncian recompensas, eventos recientes, órdenes del propio regente. Nosotros los Forestales los solemos utilizar frecuentemente en medio de alguna incursión o misión.

VeoTaran asintió con la cabeza¿Te dieron una recompensa?

Esto le dio a Nhail una pausa. Taran sabía que era un explorador forestal y su objetivo no era el de permanecer aquí mucho tiempo… pero ¿no se lo consideraba digno de permanecer? Cerró los ojos y asintió. La expresión de Taran se suavizó.

La moneda no es y nunca ha sido un factor motivador aquí… bueno, no para esta orden. Algunos de los que se unen a nuestras filas son de familias muy empobrecidas e intentan unirse para que las deudas de sus familias puedan resolverse.

Eso fue comprensible. Uno no se convirtió en Shado-Pan en busca de monedas al igual que yo tuve que buscarme la vida como mercenario y ganarme el respeto en las cloacas de Dalaran a base de combates y duelos con la peor chusma que uno pueda encontrarse, aunque… había una pequeña parte de él que se preguntaba si aquella troll del grupito de Sispein había olvidado su deuda. De todas formas él estaba aquí para aprender, cuando algún día vuelva a Dalaran de visita para ver a Argent, Menel y sus sobrinos será lo primero que haré, bajar a aquel lugar de mala muerte. Se aclaró la garganta y se concentró en la conversación.

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-De verdad te vas a llevar todo eso?-preguntó Earnur mirando el suelo de la sala.
-Es supervivencia básica- contestó Lya con un mohin.
-Emmm…Lya,hay un secador de pelo goblin.
-Y??
-Pues que en campaña no veo donde vas a cargar un secador en medio de la nada.
-En medio de la nada no. Esta vez pienso descansar en una taberna todos los dias, eso de dormir en cuevas frias y humedas sin agua y durmiendo encima de una roca se acabó.
Además las baterías del secador no ocupan tanto…
-Llevas 8 baterias…eso ocupa una mochila entera.Ademas si quieres dormir en una taberna…porqué llevas almohadas,sábanas…?
-No conozco las islas dragón aun. No pensarás que voy a meterme entre unas sabanas usadas sabe Belore por quien…- contestó ofendida.
-Te lo pondré facil amor-dijo Earnur-yo NO pienso cargar con tus mochilas.
-Pero…pero…-dijo la sindorei poniendo ojitos y simulando que estaba a punto de empezar a llorar.
-Celesthia Estrellarcana,no cuela-dijo el paladin intentando no caer en su trampa.
-Aghhh esta bien!!-gruñó ella.
-Te has malacostumbrado a la vida en Lunargenta estos tres años,otra vez…
-Quien querria renunciar a los lujos y las comodidades voluntariamente?
-Yo por ejemplo- contestó Earnur-somos paladines-nuestro deber es ayudar…
Lya lo interrumpió:
-La luz el honor,el deber…blablabla,eso ya me lo se pero hace falta ir cono pobres con apenas utiles para subsistir?
-Mi amor…llevar un joyero con cinco kilos de oro en collares ,pendientes y anillos no es de necesidad vital,además el oro conduce la electricidad ,nos vamos a enfrentar a dragones elementales, quieres morir de una descarga?
Lya volvió a gruñir.
-Si por ti fuera llevarias un par de calcetines limpios,un gallumbo y una olla para cocinar…
-Y si fuera por ti te llevarias hasta nuestra cama …
Se miraron desafiantes. Lya bajó la vista al suelo y al ver todo lo que pretendia llevarse tuvo que admitirse a si misma que habia exagerado “un poco”. Y se echó a reir.
-Está bien… -dijo dejandose caer en el suelo con las piernas cruzadas. Volveré a empezar.Pero no esperes que lleve una mochila tan pequeña como la tuya.
-Tu cargas con ella,tu sabrás-sentenció el sindorei.
-Ya me has cogido la aguja de marear en estos años,no me caes bien paladín-dijo Lya sacándole la lengua.
-Siempre puedes buscar a otro que cargue con tus mochilas…
-Eres odioso, lo sabes no?
-Pero me quieres…
-Mucho.O no me habria planteado volver a ponerme la armadura para ir a lo desconocido. Otra vez…
-Somos paladines…
-Podriamos quedarnos en Lunargenta-dijo ella
-Pero no seria tan divertido.
-Tu concepto de diversion y el mio distan de ser parecidos.
-Además debes reconocer que lo que se aprende durante una campaña no se aprende destinados en Lunargenta paseando.
-Eso si…-contestó ella.
-Entonces…preparada para lo desconocido?
-NO!!-dijo ella mirando la ingente cantidad de cosas a su alrededor.
-Esa es mi chica-contestó Earnur riendo.
-Lo que yo decía…odioso.

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Eärnur sonrió con paciencia. Lya era a veces muy veleidosa. A pesar de ello,no podía,ni quería dejar de amarla. La paladina era como los diamantes,brillante,hermosa y deslumbrante con sus mil facetas irisadas. Los cambios de humor de Lya,eran una prueba cada día para su infinita paciencia. A veces se comportaba como una niña malcriada,otras como un “sargento malacara”, en ocasiones suave como la seda,pero sobre todo,lo que más amaba Eärnur era su enorme feminidad, y la frescura con la que se comportaba cuando estaban solos y relajados. Lya había tomado la costumbre de “coger prestadas” las camisetas del paladín,y caminar descalza por la casa,cuando el calor así lo aconsejaba. El paladín disfrutaba de esa espontaneidad, y siempre,en esos momentos,sabía que su hogar siempre estaría al lado de ella.
Es verdad que los 3 años transcurridos en paz,desde las Shadowlands,habían afianzado la confianza,la naturalidad,y una hermosa convivencia. Ahora tocaba romper el idílico presente,y actuar una vez más, en defensa de Azeroth.
Hacía unos días,que habían recibido ambos una carta de Lord Argentsword,solicitando que se incorporasen al Relicario,para realizar informes sobre la situación de las Islas Dragón, del estado de los vuelos así como todo lo concerniente a la cultura dracónida, pasada y presente. Tocaba volver a filas,y ambos acudirían si dudarlo.

  • Amor…
    -¿ Sí? preguntó Lya
  • Llévate el secador goblin,hace poco recibí un “nuevo hallazgo” del histriónico Purple.
    ¿Y que es? Preguntó Lya…
  • Una célula solar obtenida en Terrallende creo. No es mayor que un lápiz,y se recarga con el sol.
    ¿Puedo,en serio? Gracias amor,eres el mejor.
  • Lya…el secador si,las sábanas y el joyero no…
  • Eres odioso,dijo ella sacando la lengua.
  • Ummm…¡ elfas ! Contestó el poniendo los ojos en blanco…
  • Amor…Lya torció un poco los labios mirando hacia arriba …
  • Te he dicho que no hagas eso,y no pudo evitar besarla.
    Lya batió palmas como una niña,y sonrió,sabiendo que una vez más, había “doblegado” a su estoico paladin…
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Muchos no viven sus pruebas. ¿Qué sucede si un niño pobre lo intenta y no sobrevive?

Taran dejó escapar un largo suspiroYa sea que tengan éxito o fracasen, la deuda de su familia se declara nula y sin efecto. Devolvemos el cuerpo del fallecido y enviamos nuestras condolenciasTaran se acercó a la ventana de la habitación y contempló las grandes alturas de Kun-LaiEl juicio es tanto un momento de celebración como de dolor.

¿Por qué no cambiar las cosas entonces?propusoTu gente ha estado en esto durante… ¿Diez mil años? ¿Seguramente no podrías haber encontrado una mejor manera de determinar si alguien es digno?

Taran se rio entre dientesLa tradición es a menudo… intratable, Nhail Shal’endir. No puedo cambiar el mundo de la noche a la mañana… e incluso mi propia orden es terca e inflexible cuando se trata de nuestras tradicionesLa voz de Taran se apagó pero se aclaró la garganta y volvió a hablar en poco tiempoSin embargo, tengo curiosidad ¿Qué pasa con la gente pobre de tu mundo?

Se congeló en el actoAlgunos nunca escapan. Siguen siendo pobres toda su vida. Algunos están… impresionados en la servidumbre por familias nobleslos ojos de Taran se estrecharon en estado de shock y disgusto. Nhail suspiróLo más factible es unirse a los forestales, somos pocos desde la tercera guerra y nuestros bosques inmensos, por lo que siempre viene bien nueva sangre, Halduron es un muy buen líder, amable y letal cuando de comandar se trata. Se aprende todos los nombres y nos trata por igual. Los Caballeros de Sangre, una de nuestra armada con más fuerza y prestigio por excelencia es otra buena opción, pero no muchos superan las duras pruebas de Lady Liadrin y lo terminan dejando. Así que forestal es la opción más sencilla. Los de alta cuna terminan siendo Magos, Relicarios, Paladines…y suelen ser de carácter arrogante, es por eso nunca me llevé bien con casi ningún mago de los de mi pueblo.

Y otros se convierten en asesinos, ¿eh?Taran salió de la ventana. El errante asintió vacilante, no se rió de esto pero asintió una vez, solemnementeTu mundo es lo que te forjó… así como mi mundo es lo que me forjó.

En efecto.

Taran inclinó la cabezaEsto… es prueba de esoel maestreo hizo un gesto hacia los objetos restantes que llevaba. Era un paquete negro y escuchó un leve tintineo desde adentro. Los otros objetos descansaban contra el tocador que estaba situado en la esquina de la habitación frente a la puerta.

Le dio una mirada a Taran y este asintió para indicar que podía abrir el paquete. Cuando levantó la parte superior para liberarla… vio un conjunto especial para él, era una gabardina de cuero negro bastante grueso que alcanzaba hasta los talones, cuatro botones de plata envejecida a ambos lados con un cinturón incorporado que destacaba por su hebilla ornamentada con un extraño símbolo también plateado, aunque al parecer aquella hebilla era un shuriken para momentos desesperados que se camuflaba bajo una pequeña esfera roja con un tigre que representaba a la orden, por delante unas extensas solapas en cuyos bordes se puede apreciar un color carmesí, por detrás una larga abertura. En el lado izquierdo una alforza con un botón y otra alforza en la parte trasera, mas grande, cubriendo media espalda, además de unas presillas apenas imperceptibles de la misma tonalidad que la gabardina adornando los hombros y en los puños unas trabas de ajuste. Dos grandes compartimentos en la parte pectoral y en el interior decenas de pequeños bolsillos con correas para todo tipo de viales y cuchillas junto a dos más en los laterales. Una enorme caperuza impermeable que solamente dejaba ver la zona del mentón, un atuendo perfecto para cualquier pícaro que se mueva entre las sombras o… para un errante, además, por si fuera poco, tuvieron el detalle de en su interior, bordarla con pelaje de Yak para los climas más extremos o las noches más frías, ya que como el propio Nhail siempre indicó, solía moverse por lugares fríos, botas negras con sutiles placas plateadas hasta las rodillas, más ligeras de lo que a simple vista podrían parecer. El elfo no daba crédito. Siempre soñó con un atuendo como este.

Realmente estaba sin palabras, le habían diseñado un atuendo a su medida y gustos solo por ser diferente al resto… era el ropaje de sus sueños. Ahora sí podrían llamarle Sombra del Viento con más motivos todavía.

También se encontró el tabardo de la orden de los mismísimos shadopan, el tigre bordado bañado en oro y una seda con un tacto suave y maravilloso pero para nada frágil, todo lo contrario, era un tabardo pesado, grueso, hecho con mucho cuidado y que sin duda Nhail se quedó totalmente mudo, lo vio mas como un trofeo que atesorar toda su vida más que un tabardo que portar, estaba muy emocionado por ello, con esto no quedaban dudas de que le consideraban un miembro más de la orden.

No podía esperar a llegar a su habitación de Lunargenta y exponerlo junto a las medallas otorgadas por los Forestales, el tabardo de explorador y el de sus dos antiguas hermandades , sus primeras dagas roñosas y oxidadas si es que podían considerarse como tal, armaduras y camisas hechas jirones, todas las notas, libros y escritos que había ido recopilando y escribiendo a lo largo de la última década para los relicarios Aelnara o Doranir ya que Thae’thelan Mirasangre seguramente estaría ocupado, papiros sobre los dioses antiguos escritos en Shath’yar que empezaban a pesarle en la mochila al no haber pisado su habitación en 5 años aunque solo fuesen varios días, el pequeño tocón de madera con la silueta de un Kodo y un símbolo Taur-ahe que su maestro Breind le dio cuando este fue a la gran roca de Mulgore a meditar y recordar a su difunto maestro como despedida, los pocos recuerdos familiares que conservaba, ofrendas de los Furbolgs Fauce de Madera los cuales eran su segunda familia cuando estaba en Cuna del Invierno, monedas varías…

La luz de las velas hacía brillar los eslabones metálicos.




<Eternal Rise. Emblema mi primera Guild>




<The Exiled. Emblema de mi última hermandad durante ocho años>



Esto es…se quedó mudo, no sabía que palabras expresar para tal gratitud.

Un uniforme adecuado para su marco, reformado recientementeTaran Zhu inclinó la cabeza una vez másEspero que sea de su agrado. Tengo al intendente Rushi el zorro hurgando en la lavandería para encontrar prendas iniciadas que también te queden bien.

Gracias, gracias y mil millones de gracias maestrosonrió con los ojos un tanto humedecidos y se inclinóMe ocuparé bien de esto, estaré a la altura de la orden, se lo prometo.

Taran Zhu sonrió, aunque la expresión no era fácil de distinguir teniendo en cuenta su altura y la bufanda que llevaba.

Tengo a Rushi buscando un segundo de ese tamaño. Parece nuevo, pero tendrá que lavarse con cierta regularidad; no puedes simplemente asistir a tus lecciones sin unoel señor de la orden se echó a reírHablando de eso… tus primeras lecciones serán con el maestro de halcones Nurong pasado mañana, también tiene algo muy especial para ti.





Volverás al hogar con un nuevo amiguito, un halcón que os acompañará el resto de sus días, él y Lluvia se han hecho inseparables. Nurong quiere que los pájaros sean libres de marcharse y quedarse junto a él cuando así lo deseen. Así que Odal será vuestro nuevo compañero.

¿Cuándo debería estar allí, Señor Zhu?

Taran inclinó la cabeza hacia su hombro izquierdoHmm… supongo que debería explicar eso. ¿Estás familiarizado con las campanas y los gongs del Monasterio?

Yalia me explicó algo cuando desperté aquí, pero estaba tan herido y confuso que apenas recuerdo nada.

El señor del Shadopan cruzó los brazos sobre su pechoLos gongs suenan dos veces al amanecer. Dos horas después del amanecer, suenan tres veces. Al mediodía, suenan seis veces. El paso de una hora está marcado por la campana del Dojo Ventisca Algente. La cena está marcada por el sonido del gong seis veces. Al atardecer los gongs suenan diez veces. ¿Tiene sentido?Taran no suspiró ni ofreció algún tipo de comentario disgustado, sino que asintió con la cabeza a cambio.

No dudes en preguntar a cualquiera de los miembros veteranos si tienes alguna dudaTaran hizo un gesto hacia el suyo y luego se inclinóTe deseo un buen descanso, Nhail. Ahora debo visitar el gran mural del templo y anotar tu nombre junto al de los demás como nuevo miembro y quedéis inmortalizados para toda la eternidad.

Buenas noches, maestro.

Se inclinó sintiendo una rigidez en la nuca mientras lo hacía. Había sido un día largo… descansar sería bienvenido. Se recostó en su cama con una amplia sonrisa de satisfacción y dejó que su mente se despejara.





OFF ROLL: Sé que esta trama no es tan interesante y se os ha podido hacer aburrida (por eso he acortado mucho los relatos, para aburriros lo menos posible), quien la haya disfrutado, muchas gracias por leerme. De alguna manera Nhail necesitaba y necesita un respiro, alejarse un poco de la oscuridad, muerte y la soledad que ha pasado por toda una década. Así que me apetecía explorar un nuevo continente, estar rodeado de seres maravillosos, amables y de diferente cultura a la que estamos acostumbrados a leer. También necesitaba buscarle una montura, bueno, una amiga con la que a partir de ahora en adelante nos acompañaremos en nuestras venideras aventuras, el halcón Odal incluido y seguir avanzando en sus entrenamientos siempre buscando nuevas maneras de ser un poco mas fuerte al no tener poderes de ningún tipo.

Dicho esto, la trama principal terminaría aquí, ahora seguiré en Pandaria hasta el año 39/40 que es donde acontece Dragonflight (pero que no pisaré ni locoxD volveré después de mas de una década a mi tierra, a Quelthalas. Ahora escribiré pequeñas tramas por aquí a modo de time skip, mes tal del año tal, luego otra aventurilla del siguiente año y así hasta el año 40.

Abrazo ! Seguimos leyendonos !

PD: Gracias a Lorena y a Thantos por ayudarme con la descripción de la gabardina. ^^

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VI. Una Razón para Luchar y un Camino para Tomar.




Monasterio Shadopan, Cumbre Kun-Lai, Invierno del Año 38

No era la primera vez que Ventisca ponía al errante a prueba. Sin embargo, esta vez llegó en un momento poco propicio ya que se encontraba en medio de una profunda e intensa meditación. Cuando lo despertó el triple golpe de los pesados puños del maestro.

Quiero que me demuestres lo que vales.

Nhail permitió que la meditación se desvaneciera y desplegó las piernas de su posición cruzada.

Muy bien. Si tenemos que hacer esto ahora entonces acabemos cuanto antes Maestro.

Sus ojos azules se cerraron. Se puso de pie y se encontró con los marrones oscuros de Ventisca… ojos que reflejaban experiencia y disciplina. Una vez que estuvieron en el pasillo del ala de dormitorios, señaló el camino que los llevaría al Dojo en poco tiempo… su Dojo

Una sonrisa se formaba en las comisuras de sus labios. Quería que sus alumnos entendieran que hay mucho más que debían aprender. Permanecieron en silencio en el bloque de dormitorios. El Shadopan con el que se cruzaron se aseguró de hacer una reverencia o saludar a Ventisca mientras aligeraba el paso hasta su habitación. El Maestro de la Disciplina de la Guardia Negra parecía tan ilegible como siempre. Una vez que estuvieron al aire libre en los terrenos del Monasterio, Ventisca aclarándose la garganta preguntó.

Nhail… ¿cómo se encuentra tu espíritu en cuanto a sed de venganza se refiere?

No he sentido nada en muchos meses y así es como debe ser, Maestro.

El silencio volvió por un momento mientras el enorme monje guerrero consideraba esto. Le lanzó una mirada. El Maestro de la Disciplina de la Guardia Negra invocó un aura de escarcha que pareció congelar todo su cuerpo en el lugar y acto seguido se giró para encontrarse con la fría mirada de su oponente. Luego cruzó ambos brazos pesados sobre su pecho.

¿Bien?

El Maestro asintió una vez pero no dijo nada por el momento. Reanudaron su caminata y un acólito de la Disciplina Omnia hizo una reverencia. El joven pandaren de complexión fuerte se encogió al ver aquella mirada fría del elfo. Aquel iniciado no podía tener más de quince años.

¿Entiendes por qué nuestras pruebas son mortales?—dijo, rompiendo otro momento de silencio extremadamente incómodo—Tal vez haga una excepción con ocho iniciados que se precipitan a la muerte en aguas heladas en el primer minuto, Maestro.

Ventisca siguió su camino y asintió en silencio, girando su cabeza una vez más.

Sobreviví a la Prueba de las Flores Rojas. Lord Taran Zhu apenas sobrevivió a la suyauna vez más asintió con la cabeza en reconocimiento.

Creo que entiendoVentisca murmuróPocos sobresalen en las pruebas porque son muy difíciles. Algunos sobreviven, la mayoría no.

Ventisca miró hacia arriba y con ambas manos abrió las puertas dobles para revelar el piso inferior. Todos y cada uno de los miembros tuvieron que demostrar su valía ante el Maestro de la Guardia Negra aquí. Los pandaren que vigilaban el Espinazo de la Serpiente al servicio del Sha fueron probados en aquel mismo lugar antes de que se les permitiera ir hacia el oeste. Los sanadores no estaban exentos. Si no se probaran a sí mismos no tendrían ninguna oportunidad de cara al futuro.

Los estudiantes de la disciplina de la Guardia Negra estaban entrenando entre sí en ese momento. Algunos estaban participando en lecciones individuales ayudados por múltiples oponentes a desarrollar química como equipo. Nhail se rió al darse cuenta de que las lecciones de Nurong eran muy parecidas a las que interpuso entre dos estudiantes que se batían en duelo con dos espadas de entrenamiento, ninguno de sus golpes se acercó a él.



Caminó hacia un cofre con artículos de entrenamiento y seleccionó una sola espada de madera. Después de comprobar el equilibrio y el peso posándola sobre uno de sus dedos decidió que encajaría con su técnica. El Maestro de la Guardia Negra había ido al otro lado del Dojo y agarró un pesado bastón de madera.

Clavó los ojos en él, captó el asentimiento del errante y luego dirigió una rápida mirada a Lao, el más corpulento, que se encontraba cerca del borde de la pista de entrenamiento del Dojo. Los estudiantes cesaron inmediatamente su actividad y miraron al Maestro.

¡Sombra del Viento, te desafío a que te pruebes a ti mismo contra mí!

Antes de que este pudiera responder, miró a su alrededor y se encontró con las miradas que le dirigían los miembros más jóvenes de su disciplina.

Un día… tendrán que hacer esto vosotros mismos.

Nhail dio un paso adelante mientras los estudiantes más cercanos a él se apartaban y comenzaban a limpiar el suelo.

Responderé a este digno desafío, Maestrosostuvo la hoja de madera contra su frente, luego la movió hacia abajo y hacia un lado en un saludo.

¡Entonces comencemos!una sonrisa transformó sus rasgos y el enorme pandaren saludó con el bastón a su vez.

Los estudiantes observaron cómo los dos se acercaban el uno al otro. El bastón y la espada buscaron el primer golpe lanzando una sola puñalada ligera que Ventisca aplastó con desdén. El golpe de barrido del bastón fue rápido y eficiente y lo dejó en una buena posición, se lanzó desde la postura del Buey Feroz, Nhail eligió una táctica diferente, cambiando su posición a la de la Serpiente. El maestro esquivó los dos rápidos golpes de espada dirigidos hacia él, luego optó por dejar de defenderse y lanzar su primer ataque, un fuerte golpe de barrido.

Nhail se hizo a un lado… a la izquierda y, con un elegante empujón esquivó el golpe. Tenía una oportunidad ahora y capitalizó; finta primero y luego llevar la espada hacia la derecha. La postura del maestro era fácil de leer, esquivó el ataque obvio a su hombro derecho y se preparó para un golpe idéntico solo para caer en la doble finta del errante.

Ventisca miró hacia arriba, su expresión implacable no mostraba ninguna sorpresa.

El joven observó cómo el maestro volvió hacía la transición de su postura actual a la de Grulla y se preparaba para una lluvia de golpes. Pero el Maestro era mucho más astuto, Nhail tuvo el mínimo instante para protegerse de una devastadora patada que le lanzó a su costado, pero no fue lo suficientemente rápido para evitarla por completo. El feroz golpe de la pierna izquierda de Ventisca obligó a su oponente a alejarse tambaleándose. Eludió una segunda patada giratoria evitando esta por completo, luego giró a la Postura de la Serpiente, lanzó en un giro cerrando su pierna balanceándose una vez más…

Nhail cerró la mano en un puño y lo lanzó instintivamente. Si funcionaba, interrumpiría la patada giratoria de la grulla. Si estaba equivocado recibiría un duro golpe.

Sería menos una elección y más una necesidad. La fortuna, sin embargo, estaba del lado del elfo, su puño golpeó con fuerza y consiguió hacerle perder el equilibrio interrumpiendo también su giro. Este retrocedió y asintió con fuerza satisfecho por los esfuerzos. Ambos no habían terminado. Fueron los golpes iníciales de un duelo que podría durar varios minutos… y ambos estaban listos.

El maestro cervecero de complexión masiva observó el duelo, prestando toda su atención a los movimientos y, en particular, a los movimientos del errante.
Lao conocía particularmente bien el estilo de su compañero Ventisca y se había probado a sí mismo cuando se había enfrentado al maestro de su disciplina cada vez durante más de cinco años. Esa fue una de las razones por las que se dirigiría con un puñado de otros Shadopan a la Puerta del Buey que separaba Tong Long de Kun-Lai.

No podía quedarse de brazos cruzados en este Monasterio por mucho más tiempo. Nhail tenía una calma que Lao envidiaba. Incluso frente a las poderosas patadas giratorias de la grulla del maestro, el elfo de alguna manera dejaba huecos, las aberturas que le impedían recibir los golpes directamente. Lo que no pudo evitar por completo, lo bloqueó parcialmente.

Un maestro de la defensa no es necesariamente el que esquiva cada golpe. Se aseguran de que no estén donde se dirige el ataque

Le vino a la mente el consejo que un día su mentor le dio.

Los Wu Kao, así se les denomina a los pícaros en este continente, se desvanecieron como el humo antes de que un oponente pudiera golpearlos y luego castigarlos severamente por el más mínimo paso, sin embargo, Nhail estaba peleando y no había desaparecido ni una sola vez.

Ventisca cometió uno de esos pasos en falso y se equivocó en un momento extremadamente inoportuno. El elfo capitalizó acercándose al tambaleante maestro lanzando una devastadora patada contra su pecho, desapareció de repente y luego reapareció al lado del tambaleante monje guerrero. Pudiera parecer que usó paso de las sombras, pero en el dojo los talentos, hechizos o habilidades no estaban permitidos, simplemente con el pasar de los meses, la disciplina adquirida y meditación habían hecho de el alguien mucho más rápido de lo que alguna vez fue.

Los ojos de Lao se abrieron cuando rodeó con ambos brazos el enorme pecho y el vientre de Ventisca…

Entonces arrojó al enorme Maestro de la Guardia Negra al otro lado del dojo, como un granjero arrojaría una grulla particularmente desagradable. Este salió volando por el aire directamente hacia Lao. Los ojos del maestro cervecero se agrandaron al tamaño de platos cuando se dio cuenta de que aquel cuerpo estaba en camino de golpearlo y se hizo a un lado justo cuando giraba en el aire y aterrizaba con un ruido sordo frente a él.

El Maestro de la Guardia Negra pudo aterrizar con ambos pies, pero jadeaba y sudaba. El duelo había tardado casi quince minutos en resolverse y Lao se dio cuenta con una sonrisa de que había ganado respeto. El pícaro era claramente un hábil luchador.

En el silencio que siguió al aterrizaje, una sola gota de lluvia podría haber caído en el dojo y habría sido ensordecedor. El maestro se paró en el borde del ring, miró y golpeó su mano derecha contra su palma izquierda con sumo respeto.

Nhail le devolvió el gesto.

Me has demostrado tu valor y valentía joven elfo de cabello blancosu profunda voz resonó a través del Dojo.

Le agradezco el enérgico duelo Maestro. Hasta la próximaEl escuálido pícaro hizo una reverencia y salió del Dojo.

Lao sintió que una sonrisa aparecía en su rostro cuando Ventisca se volvió hacia él.

¿Qué?El monje guerrero preguntó claramente.

Nunca te había visto sudar tantoadmitió, incapaz de evitar reírseQuizás seas mortal después de todo.

Tal vezadmitió, palmeando a Lao en el hombro. Una sonrisa apareció en su rostro también .

Ventisca miró a su oponente mientras las puertas se cerraban tras él. En todo este tiempo, la meditación impartida por Taran le dio una verdadera confianza en sí mismo. Una muy buena, seguro. El Maestro de la Disciplina de la Guardia Negra palmeó su enorme barriga y suspiró.

Nunca antes me habían arrojado así, pero me aseguraré de que no vuelva a sucederla sonrisa que erizó los pelos de su fino bigote fue rara, dada su disposición normalmente malhumorada.

El sonido de la reanudación de los duelos permitió que su conversación transcurriera sin escuchas.

¿Crees que estás listo para ir a Tong Long, Lao?

He escuchado algunas cosas desagradables últimamente.

Lao contuvo el aliento. Había muy poco en Pandaria que no llegara a los oídos de los centinelas del Shadopan.

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Una refrescante brisa acariciaba el torso desnudo del paladin,llevaban unos días soportando un calor sofocante en Dalarán. El sol había caido ya,y la temperatura era muy agradable. Se encontraba en una de las pequeñas islas que rodean la flotante ciudad,dedicado a uno de sus placeres mundanos. Contemplar el cielo estrellado,y disfrutar de esa sensación de “pequeñez” ante la inmensidad del cielo.
Un aroma suave y dulce,inundó sus fosas nasales, provocando que se erizasen los vellos de su nuca. Una cálida mano,se posó sobre su hombro,y mientras descendia por su pecho,sintió unos labios aterciopelados sobre su cuello. La respiración tranquila de ella,le relajó de inmediato.

  • Amor,el picnic está preparado.
    Cubrió con su mano la de Menel,y con un supiro le dijo suavemente:
  • Has tenido una idea estupenda,mi vida.
    Menel sonrió con dulzura,estaba radiante,como de costumbre. Una toga de algodón ligero,envolvia su escultural anatomía,dejando asomar una de sus largas piernas,por el corte de la cintura.
    Juntos se sentaron sobre la hierba,y comenzaron a cenar.
    -¿ La echas de menos? Preguntó Argent señalando hacia Elune.
  • No tanto mi vida,contestó ella. Durante años he estado a su servicio,pensando que era mi deber. Luego ya sabes lo que sucedió. Un gesto de dolor apareció en su rostro.
  • Sin embargo,desde que estamos juntos,he aprendido que se puede amar de otras formas,sin la ceguera y la rigidez de la orden. Siendo natural,y apreciando las pequeñas cosas de la vida, y sobre todo,porque te tengo a ti,y a los niños. Mi amor se ha modificado,pero no ha disminuido.
    Argent pasó su brazo por encima del hombro de ella,invitándole a recostarse sobre su pecho. Ella aceptó gustosa la invitación, mientras recogía los vuelos de su toga, dejando al descubierto una parte de sus torneadas piernas,y mostrando sus pies perfectamente arreglados con la pedicura.
    Suspiró relajada y feliz, mientras susurraba “te amo”
    Argent la besó con dulzura,mientras contestaba “yo también te amo”
    Elune proyectaba una suave luz sobre los enamorados, mientras los grillos entonaban su canción nocturna…
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Mientras, en la habitación del errante


El asesino del Shadopan se arrodilló en la estera acolchada dentro de sus habitaciones y dejó escapar un largo suspiro mientras se preparaba para volver a su estado de meditación aun habiendo recibido algunos moretones que le dolían. Después de todo, un luchador del calibre de Ventisca simplemente dejaba que sus oponentes salieran ilesos.

¿No fue un poco demasiado lejos?ignoró esta voz, levantando un muro mental contra ella.

La voz habló de nuevo, más fuerte esta vez.

Una buena pelea. Lástima que no le dejaste más marcas.

Los ojos del pícaro se abrieron y salió de su estado meditativo. Tenía una fuerte idea de lo que era esa presencia y no la dignificaría con una respuesta de enfado. Había escuchado esa voz antes, normalmente era débil. Esta vez fue una excepción. Era mucho más fuerte ahora…

Levantó la mitad superior de su uniforme y salió de su habitación caminando resueltamente a través del bloque de dormitorios del Monasterio. Yalia, la Maestra de la Disciplina Omnia que meditaba bajo un cerezo asintió al pasar. Ella le devolvió el gesto pero agregó…

¿Tu mente está preocupada joven?

Sentí la presencia de un espíritu maligno. Creo que fue un Sha.

Los ojos de Yalia se abrieron de inmediato.

Caminaré contigo entonces, dos mentes son mejores que una.

Me sentiría honrado, Maestrahizo una reverencia. No era una situación para negarse.

Abrió el camino, Yalia a su izquierda y algo detrás de él. Se había ganado su respeto en todos estos meses… también se había ganado el de la luz y las artes del Tejido de niebla, Yalia combinó magistralmente ambas y fue la sanadora más hábil del Shadopan. Por el contrario, Nhail enseñó a otros jóvenes iniciados la maestría y el arte del sigilo, lanzar ataques ocultos desde las sombras o que plantas utilizar para casos extremos a modo de ungüentos, algo que aprendió de su maestro Breind y los druidas en Mulgore en sus viajes. Incluso había enseñado a algunos de los Omnia que normalmente no eran expertos

¿Has resultado herido?preguntó mientras caminaban.

Ventisca me pidió que demostrara mi valía. Esperaba al menos algunos moretones de nuestra pelea.

VeoLa expresión era difícil de leer, pero ahora mostraba el mero respeto mediante una sonrisaEstoy segura de que diste tanto como recibiste.

Tengo mucho que aprender para la próxima vezinclinó la cabezaTodo lo que hice este día se puede mejorar.

Los dos Shado-Pan se acercaron a los aposentos. Probablemente Taran Zhu estaba dentro meditando por su cuenta, la puerta estaba cerrada de tres maneras distintas y esperó una respuesta que pronto llegó.

¡Entrad!

Señor Zhuhizo una reverencia de inmediato, luego miró hacia arriba para encontrarse con los alertas ojos dorados del gran maestro.

Yalia hizo lo mismoMi señor.

Nhail, Yalia…los saludó simplemente, inclinándose también¿Asuntos sin resolver?

Asintió con la cabeza a Nhail, quien habló simplementeLe demostré mi valía al Maestro Ventisca, Señor Zhu.

¿De nuevo ?murmuróestoy seguro de que fue una buena pelea. Ojalá hubiese estado allí para verlo yo mismo.

Esos ojos dorados se cerraron y las comisuras de los labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa. Sin embargo, la envoltura facial dificultaba distinguir las expresiones de Taran…

Nhail levantó una mano.

Mis disculpas, mi señor. Esa no es toda la historia. Intenté meditar después y sentí una presencia malévola cuando lo hice.

¿Qué sentiste?los ojos se abrieron de golpe.

El elfo buscó las palabras solo para que salieran espontáneamente de sus labiosSentí el impulso de la violencia, mezclado con no poca cantidad de ira.

Los ojos de Taran se llenaron de preocupación¿Actuaste en consecuencia?

Negó con la cabezaDejé atrás mi meditación y vine aquí para informarle. Has dicho muchas veces que uno no debe meditar cuando está poseído por los seres oscuros. Es por eso que estoy aquí, Señor Zhu.

Ciertamente… uno no deberíael señor Zhu asintióMe alegro de que hayas venido a verme. Bueno… ¿qué debo hacer? Después de todo, lo sentiste muy profundamente.

Sentí el toque de violencia dentro de mis propios aposentos, Lord Zhudijo con decisión una vez que hubo ordenado sus pensamientosPor lo tanto, la Violencia deba ser vigilada más de cerca.

Una sugerencia razonableasintióY se actuará en consecuencia. ¿Yalia?la maestra Omnia dio un paso adelantePide a ocho magos de Omnia que vigilen las actitudes y pensamientos de violencia de los iniciados más de cerca y pídeles también que fortalezcan sus mentes contra él. Puede que esté despertando… y será mejor que estemos preparados para eso asintió… luego miró alrededor de la habitaciónLo haré. Señor Zhu, ¿estás pensando en viajar a alguna parte?

La evidencia de esto estaba esparcida por la habitación; Taran Zhu había reunido su espada de guerra favorita de dos manos. La maza que había llevado su dinastía permaneció en la pared clavada con tachuelas. Sobre la mesa había un pequeño paquete de provisiones con suficiente comida para varios días…

Taran asintió y respondió con resignación en su voz profunda.

Han llegado misivas del Bosque de Jade, indican que forasteros de algún tipo u otro han llegado a la región. Parecen estar agitando espíritus malévolos para empeorar las cosas. Las cartas indican que necesitan a alguien para… manejar la situación.

Taran tomando una nota decididamente amarga. Cualquiera que fuera la situación sonaba muy desagradable. Nhail no creía que fuera su lugar preguntar pero lo hizo de todos modos.

Lord Zhu, ¿planeas viajar solo?

Lo tenía planeadorespondió¿Por qué lo preguntas?

Si te diriges al Bosque de Jade me preguntaba si podría acompañarlerespondió a esta preguntaEstaría encantado de ayudar en el Bosque de Jade para el caso.

Taran se llevó una mano a la venda facial y asintió, encontrándose con los ojos azules.

Ya veo. Me encantaría que me acompañaras, Nhail Shal’endir. Prepara algo para cenar, luego prepara a Lluvia para montar y cualquier otra cosa que necesites para el viaje de una semana hasta el Bosque de Jade desde aquí.

Se inclinó de inmediato, sintiendo que la ansiedad se asentaba en su gran estómago mientras salía de la habitación.

Antes de salir, Yalia, me gustaría reunirme con los líderes de nuestra disciplina, Nurong, Ling, Gu Golpe Celeste y Ventisca. Tráelos aquí. Nurong y Ling están fuera del Monasterio y me resisto a celebrar un consejo sin ellos pero debemos discutir los acontecimientos antes de que me vaya.

Yalia asintió¿Cuándo planeas irte, Señor Zhu?

Más bien, no sé exactamente cuándo volveré.

¿Debería convocarlos a la Arboleda de las Flores que Caen?inquirió amablemente .

Asintió a modo de confirmación y con una respetuosa reverencia regresó a sus aposentos.

Taran Zhu suspiró una vez más, el aliento entrecortado escapó de sus labios y se retorció. Las nieblas que habían protegido a Pandaria de los ojos del resto de Azeroth se estaban desvaneciendo sin explicación nuevamente. Habían envuelto su tierra natal durante generaciones desde que el Cataclismo destrozó Azeroth hace unos diez mil años. Shaohao separó a Pandaria del resto de Azeroth y salvó a su pueblo de la Legión Ardiente. Desde entonces la civilización se había estancado. Los pandaren no estuvieron preparados para despertar de su letargo de siglos. ¿Cuánto tiempo necesitarían entonces? ¿Décadas? ¿Siglos?

El mundo exterior era un lugar aterrador…

Se preguntó por un momento qué podría haber hecho su padre en su posición, pero se dio cuenta de que eso no lo ayudaría. El anterior Señor del Shadopan había sido una figura distante (en el mejor de los casos) en la juventud de Taran. Treinta y ocho años antes, un ataque mántide se cobró muchas vidas, concretamente se cobró la vida de los hermanos mayores de Taran. Quedó como el único heredero de un hombre endurecido por más muerte y violencia que cualquiera de los emperadores de Pandaria juntos.

Pero su padre había sido un hombre distante e inalcanzable antes de eso. La amenaza diaria de los Sha encarcelados en Pandaria se negaron a renunciar a su derecho a la tierra, la necesidad de defenderse de los Zandalari que habían ayudado a los mogu antes… todos habían trabajado juntos a él, incluso contra su propia esposa, incluso contra su único hijo sobreviviente.

Si bien Taran había visto su parte del conflicto, nada se comparaba con los horrores de las campañas contra los mántides en Desierto del Pavor.

Conocía bien la historia de la región. Los mántides atacaban el Espinazo de la Serpiente todos los años sin fallar. Esto significaba que el Shadopan tenía que mantener sus filas de guerreros constantemente en el muro protector y, aunque estos ataques anuales no eran demasiado, eran una preparación para los ataques más devastadores que se producían. En lugar de los doscientos que atacaron en un año malo, en un enjambre de nivel de siglo, cientos de miles de insectos gigantescos surgieron en su arraigada sed de sangre racial. Los pandaren y los mántides habían sido enemigos durante casi toda la eternidad.

Ese era solo un frente de las responsabilidades de Taran Zhu.

Los yaungol, que vivían en regiones aisladas de Pandaria Occidental a menudo eran expulsados por los mántides. Pero en lugar de luchar junto a los pandaren contra un enemigo común, los yaungol vieron a sus vecinos gordos y laxos del sur y del este como seres fáciles. Este fue un error por el que el Shadopan se aseguró de sangrarles sus narices. Luego estaban los mogu. La mente de Taran a menudo se llenaba de preocupación cada vez que consideraba al otro antiguo enemigo. Fueron tan despiadados derribando a los civiles pandaren y esclavizando sus espíritus… podían extraer los espíritus y las almas de sus víctimas y usarlos a su antojo, eran lentos, pero increíblemente peligrosos y si no se oponían podían acabar con asentamientos enteros. Sin embargo, no eran la peor amenaza a la que tenían que enfrentarse los pandaren.

La amenaza que trabajaba en la mente de Taran todos los días era el Sha. Los sha no podían fabricar emociones por sí mismos y así impulsar su ascenso de esa manera, podían aprovecharse fácilmente de los pensamientos que ya tenían encarcelados dentro de este mismo monasterio: Ira, Miedo, Odio y Violencia. Habían sido debilitados por las acciones de Shaohao de expulsarlos. Encontrar su orden tan cerca de tales cosas podría ser un error fatal si los Sha escaparan alguna vez de su confinamiento.

Detuvo ese pensamiento inmediatamente. No el Shadopan había sobrevivido a la incompetencia de sus peores líderes. Había sobrevivido a su padre. Había soportado tanto, las bajas de tantos de sus pocos fieles… y aún se mantenía fuerte.

Taran Zhu preparó las últimas cosas que necesitaría para su viaje al Bosque de Jade y salió de sus aposentos. Mientras se dirigía a La Arboleda Florida, se dio cuenta del futuro que le deparaba a su gente podría ser nuevamente muy oscuro. Sería mejor estar preparado para ello.

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Al fin llegamos a la civilización, desde la página 63

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La Arboleda de las Flores Caídas hizo honor a su nombre mientras se sentaba con las piernas cruzadas, los maestros de las disciplinas del Shadopan adoptaron la misma postura.

Explicó la situación de forma rápida y eficaz.

No tienen idea de lo que son capaces los Sha.

Ban Corazón Fiero, quien más o menos compartía la posición como líder de Omnia preguntó

Aún no, pero pronto lo harán. Las reacciones de la tierra causarán más caos, si mal no recuerdo, el Sha de la Duda está encarcelado en el Templo de la Serpiente de Jade.

Ventisca encogió su gran hombro y cambió de posición.

Todavía están bajo vigilancia.

Si esa cosa despertase ahora mismo… podría poner en peligro a Yu’lonadvirtió Yalia.

Eso es ciertoGu Golpe Celeste en su tono siempre solemne. En todo el tiempo que Taran había conocido al Maestro, rara vez lo había visto asíTener un gran Sha abrumando a uno de los Celestiales… sería catastrófico.

Eso es decirlo suavemente, Maestro Gu.

Yalia suspiróEse desastre se extendería por todo el continente nuevamente.

Taran lo resolvió diplomáticamente, estaba claro que tanto Yalia como Gu podían hablar de semántica durante horas.

Buscaré a la propia Yu’lon. Sin embargo, no creo que mi advertencia sea necesaria; la Serpiente de Jade ve muchas cosas que escapan a nuestros ojos.

Con ese asunto resuelto, el Maestro Ventisca habló.

Las fuerzas Yaungol se están moviendo en las estepas. Los exploradores se están reuniendo en la región. Además… creemos que tenemos una idea de por qué los yaungol están en movimiento.

El tono de Ban indicaba una alarma evidente.

Dos clanes completos… con respeto Maestro, ¿quién ha informado de esto?

Gao-Ran y Rensai Corteza de Roble han informado de estos hallazgos, Banla respuesta de Ventisca fue irritadaBan eres casi cinco décadas más joven. Rensai ha estado ausente durante mucho tiempo hasta el día de hoy—suspiró—Sabemos que, a excepción de nuestra Orden y los leales servidores de Niuzao, nuestra gente no se aventurará más allá del muro. El precio que podrían pagar es simplemente demasiado alto. Las mántides están en movimiento…

Entonces alguien debe revisarlosproporcionó TaranBueno, tenemos fuerzas en la región. Pero si los yaungol golpean fuerte…

Ventisca se levantó de nuevoRensai indicó que podrían intentar tomar la Puerta del Buey.

Taran suspiró y se echó hacia atrás cuando una flor aterrizó en su mano. La dejó caer al caminoLuchamos contra dos enemigos y no debemos subestimar las capacidades de ningunomiró a VentiscaWan, haz arreglos para que los Maestros del Shado refuercen nuestras posiciones en la Puerta del Buey. No podemos arriesgarnos a perderla. Ban, acompáñalos. Necesitarán a alguien que… los controle.

Eligió esa palabra con cuidado y Ban entendió lo que quería decir Taran. Evitar que los dos maestros más veteranos se metieran en demasiados problemas. Y Lao Vientre de Hierro hacia allí…

Wan se rió entre dientesTal vez Protector Yi debería acompañarlos también. ¿O Chao la Voz?

¡Es suficiente Wan!se impuso Taran.

Señor Zhu, ¿sabemos algo de Nurong o Taoshi?preguntó Corazón Fiero.

Nurong el líder de Wu Kao, era un rastreador impresionante y un buen cazador. Taoshi también era extremadamente habilidosa y sus esfuerzos conjuntos se habían ganado el respeto y admiración de toda la orden.

Todavía no, pero no creo que sepamos nada de ellos hasta dentro de un par de días, en el mejor de los casosTaran le respondió frotándose un punto dolorido que había decidido hacer sentir su presencia.

Estaban investigando la patrulla desaparecida a lo largo de la Columna de la SerpienteGu retumbó .

Yalia se inclinó hacia adelante, preocupadaNo escuché sobre esto. ¿Qué pasó exactamente?

Tres centinelas del Shadopan fueron hacia el sur, cerca de Villaroca. Nunca informaron al día siguiente, así que no podemos estar seguros de lo que sucedió, eran bastante jóvenes. Loon Mai informó su desaparición hace varios días.

Entonces, lo más pronto que sabremos de ellos no será hasta dentro de al menos dos días másaseguró Gu estirando los brazos.

Yalia asintió sombríamentePuedo informar que la condición de Ani ha mejorado significativamente. Necesita tiempo y descanso por ahora.

Zarai no debería tener la libertad de perder los estribos, agredir a un miembro de la orden y no ser castigado por ello…dijo Gu diplomáticamenteContinúo mi investigación, Yalia…

Yalia no aceptaría nada de esoY mientras tanto, ¿qué está haciendo el alcaide infractor? Agradezca a los Celestiales por Taoshi, o de lo contrario Zarai…

Taran estaba fuertemente inclinado a estar de acuerdo con ella. Ese incidente había puesto nervioso a todo el monasterio; habían mirado en los armarios hasta la parte superior de los pasillos del monasterio para ver si más Sha habían sido empoderados por la devastadora pérdida Zarai. Afortunadamente, ninguno lo había hecho… pero si el Sha del Odio y la Violencia se estaba moviendo, seguramente el Sha de la Ira también lo haría.

Taran habló entonces, dejando claro de qué lado estaba.

Gu, juzgaré personalmente tu castigo a Zarai. Si no lo encuentro lo suficientemente severo, se me ocurrirá uno propio. Yalia tiene razón. Los guardianes no están por encima del código del Shadopan. Si bien pueden hacerla cumplir, también deben ceñirse a nuestro código y han de ser castigados cuando se desvían de él.

Gu se inclinó de mala gana y Yalia asintió con fuerzaCuando Taoshi y Nurong regresen, hablaremos de lo que encontraron en el Valle de los Cuatro Vientos.

Buena suerte en su misión, Lord Zhusus compañeros del Shadopan se pusieron de pie y lo reverenciaron.

Taran reflexionó que en lo que respecta a las reuniones, eso no era tan malo. Dejando a un lado el intento de Gu de culpar a la víctima por el crimen, las cosas habían ido bien. Taran sabía antes de la reunión que tendría que ser duro con Zarai si Gu no lo hacía, también sabía que muchos en Pandaria pensaban que el Shadopan estaba obsesionado con los rituales y el protocolo donde se tomaban las decisiones, pero lo que importaba era hacer las cosas. La conducta obsequiosa rara vez era recompensada.

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Viajaron por la ladera de la montaña llegando hasta Colinas Pardas por los caminos hasta el campamento Oneqwah, allí los taunka del lugar les pusieron sobre aviso de las novedades. Grupos de nigromantes atacaban los campamentos principales que quedaban en la región, para más terror zuldrak era un hervidero de no muertos que peleaban con los trols de la zona, el paso por ahí estaba cerrado si no querías morir en el intento.

Tormak el cicatrices, cabecilla del campamento, les indico de pararse a refrescarse y pasar la noche con ellos. Agradecidos pasaron la noche ahí después de toda una jornada de camino.

  • Soulok se encargará de vuestras monturas, os prestaremos unas pieles para que podáis descansar.
  • Muy agradecido por ello Tormak. Pero dime, ¿no habéis recibido ningún ataque del culto estos días?
  • No, solo no muertos sueltos como mucho parece que el culto no esta interesados en los taunka. Por ahora.
  • Bueno es saberlo, si necesitáis ayuda acudid prestos a Breidox os acogeremos con lo mejor que dispongamos

Un explorador taunka se acercó al cabecilla y le saludo con respeto llevándose la mano al pecho.

  • Jefe, debería venir a ver esto los no muertos están siendo transportados.
  • Iré con vosotros – añadió el comandante
  • De acuerdo, guíanos Vortakh

Siguieron por la salida que daba a un pequeño lago y recorrieron el sendero que se adentraba al bosque. Siguieron caminando hasta casi llegar a las inmediaciones de Fauceparda, fue entonces cuando Vortakh nos dio el alto e indico que nos ocultásemos entre la maleza.

El silencio reinaba en esa gélida noche, los animales nocturnos sobrevolaban el lugar buscando comida y las estrellas brillaban en el firmamento, pero, de pronto y sin previo aviso, todo quedo en silencio. Empezó con un silencio sepulcral, seguido de una pestilencia atroz que empezaba a inundar los bosques y el sonido de una marcha fúnebre de pasos arrastrados.

Por el este un nigromante apareció entre las sombras, intente levantarme, pero Tormak me detuvo y señalo tras la línea de árboles, un sequito de no muertos seguía al nigromante. Serian un grupo pequeño, uno 10 o 12 necrófagos, que fácilmente podrían haber aniquilado, pero no para generar tal hedor. Detrás de ellos una mole de carne y vísceras se encaminaba, un golem de carne, de ahí provenía la peste que inundaba los bosques y algo a que tener en cuenta.

El nigromante paro de pronto y empezó a conjurar en un macabro cantico un hechizo, su voz resonaba en los tímpanos con estruendo y desorden. Con un chasquido un portal apareció, los necrófagos empezaron a atravesarlo como títeres atados a cuerdas hasta llegar el turno de la mole. Esta de pronto se paró en seco y miro a su alrededor, parecía buscar algo, fijo su mirada en nuestra dirección y, con una fuerza descomunal, lanzo su gancho hacia nuestra posición.

El gancho de puro metal brillaba con la luz de la luna y resquebrajaba los árboles que intercedían entre el golem y su posición, paso por encima de sus cabezas antes de impactar en una roca y cesar su camino.

  • ¡¿Qué haces pedazo de carne?! Entra al portal
  • Pero maestro yo ver
  • ¡Tú no ves nada!

Recogió sus cadenas, por suerte sin acercarse a nuestra posición, y entro al portal seguido del nigromante. El portal desapareció en un soplido y el rastro de los no muertos solo estaba reflejado por el destrozo que hizo el golem de carne.

Comprobado que nadie estaba cerca, mas que los animales que volvían a su hogar y rutina nocturna, salieron de su escondite y fueron hasta el lugar del portal y no quedaba mas que rastros de pisadas, sangre seca y un lugar quemado donde estaba el portal.

  • ¿Cuántas patrullas como estas han cruzado ya? – pregunto el elfo
  • Es la tercera hoy, pero es la única que contaba con esa bestia parecen que se están organizando en algún lugar.
  • Para atacar o vete a saber con qué propósito…Tormak podrías enviar a uno de tus hombres a Breidox y dar el aviso de estas patrullas podrían ser importantes de aquí al futuro.
  • Sera un honor, comandante

Y, entre la negrura de la noche, volvieron al campamento por el mismo recorrido junto al lago. Solo el croar de las ranas y el crujido de sus pasos rompían con la calma nocturna.

A LA MAÑANA SIGUIENTE

Descansados y con la nueva información a su alcance el explorador salió raudo rumbo a Breidox Sombrío, por su parte el equipo de exploración que comandaba había descansado y sus monturas esperaban para marchar un día más, rumbo al Bastión de Conquista. Al oeste.

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Lya estaba malhumorada.
-Asco de ciudad. Ya podia haber puesto el regente un zeppelin directo desde Lunargenta. Odio Orgrimmar-dijo entredientes al ver un orco pasar a su lado.
-No exageres -contestó Earnur- hemos salido por el portal y ya estamos llegando a las afueras.
-Esa es otra,estos orcos descerebrados no podian haber puesto la torre de zeppelins mas cerca? Si sera por sitio en este infierno de ciudad…
-Lya…
Al cabo de un rato llegaron a la torre. Lor’themar y la primera arcanista estaban alli . Supuso que despidiendo a los suyos.
Earnur se acercó a ellos,los saludó con respeto y le desearon suerte en el viaje.
Lya hizo lo mismo,aunque de mala gana. Eso si,era una noble, fingor simpatía se le daba miy bien, pero Thalysrra le caia fatal.
Cuando se dirigian a subir al zeppelin la paladina escuchó una conversación entre ambos.
La primera arcanista le decia al lord regente que casi lo habia llevado a rastras al altar.
Theron le contestó que era él quien le habia ped8fo matrimonio.
-Con una soga al cuello-susurró para si la sindorei.
-No seas malvada. Dicen que fue una boda preciosa.
-Si no contamos con el totem siniestro y su enfrentamiento con Wrathion…- contestó Lya mientras saltaba sobre cubierta.
-Siempre te enteras de todo.
-Ah no…me enteraba paladin.Era la reina de los rumores y los cotilleos de Lunargenta, ERA!! Pero eso es otra cosa que ha cambiado en estos años.Y tú tienes la culpa.
Dejó caer las pesadas mochilas sobre las tablas,se inclinó sobre la barandilla de babor y suspiró largamente.
Earnur tambien clavó los codos y se quedaron en silencio mirando el paisaje de los Baldios mientras más aventureros de la horda embarcaban.
Lya estaba pensativa. Earnur aunque a su lado permanecia callado. Sabia que durante aquellos años ella habia hecho muchas concesiones aunque a priori no lo pareciese.
Cuando habian vuelto de las tierras sombrias,Earnur temió que Lya volvirse a su antigua vida. Noches de juerga, vestidos caros, reuniones de jovenes nobles donde se podia “destruir” la reputación de cualquier sindorei con un rumor…
Y aunque aun tenia de vez en cuando algun "arranque caprichoso " apenas se habían separado.
Lya se interesó por la cocina,por la casa,por la lectura…era comun verla por la casa del paladin con una de sus camisetas limpiando,cocinando…o simplemente en el sofá leyendo concentrada.Se habia interesado por la cultura e historia del resto de razas de Azeroth y se estaba convirtiendo en toda una enciclopedia. Lo que les vendria bien para lo que se avecinaba.
-Como te imaginas las islas?-lr preguntó de pronto
Earnur se quedó pensativo unos momentos.
-Supongo que cada vuelo tiene su propio lugar.Imagino que el vuelo verde vive,o vivia en grandes y verdes praderas. El azul en algun territorio lleno de lineas ley…
Pasaron el resto del viaje especulando sobre el tema.
Cuando por fin el zeppelin los dejó sobre tierra firme vieron un campamento al uso.
-No hay una taberna? No hay camas???-preguntó la paladina al borde del pánico.
-Deberiais presentaros a la expedición-les sugirió una sindorei que pertenecia al relicario.
-Genial,y tendremos que trabajar con la alianza además …
-Lya…
-Me dan ganas de subirme al zeppelin y volver a Lunargenta.
-Pero no lo harás…
-Te he dicho alguna vez lo odioso que resultas?
-Todos los dias mi amor.
Lya soltó las mochilas.
-Menos mal que cambié las sábanas de seda por el saco de dormir. Si esto ya lo sabia yo!!
-Yo también te quiero…
La paladina lo miró furiosa. Earnur sonreia y no pudo evitar devolverle la sonrisa.
-Sera mejor montar la tienda-suspiró ella-y si,yo también te quiero.

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Habitación de Nhail

Terminó de empacar su nuevo kunai favorito en una bolsa (que estaba reforzada, no quería que le rompieran la mochila) justo cuando un fuerte par de manos lo agarraron por los hombros. Recordó aquel cuchillo especial que siempre portaba, un regalo de su maestro que encontró en los escombros de Ahn’Qiraj en la Guerra del Mar de Dunas, poseía poderes mágicos pero nunca supo cómo usarlos y terminó por regalárselo a Svelien cuando apenas se conocieron en Feralas antes de salir a darles caza a los Yetis Cicatriz de Rabia que atentaban contra toda vida mortal de los alrededores. Le echaba mucho de menos, esperaba reencontrarse con aquella Enana más pronto que tarde.

Mei, ¿eres tú?

¿Como supiste?

Su camarada y amiga saltó sobre él.

¿Bueno cómo?Mei se sentó frente a él con las piernas cruzadas.

Solo otra persona en toda esta orden me saluda así cuando estoy en el Monasterio. Y no camina tan silenciosamente como túNhail sonrió

No nos vemos desde poco después de finalizar nuestra prueba de los Pétalos. Vas a alguna parte, ¿no?observóEstás empacando tus seis cuchillas favoritas y una docena de shuriken. ¿Pero donde están tus preciadas e inseparables dagas?

Así es, respecto a Myrkur, están guardadas, prometí ser estricto con las leyes y reglas de la orden, ni vestimentas ni armamento propio. Aprender a pelear con la mente y el espíritu dejando lo material atrásconfirmóDebo acompañar a Lord Taran Zhu al Bosque de Jade… donde espero saber más sobre mí mismo y seguir avanzando en mi entrenamiento. Es una buena oportunidad de ponerme a prueba y no oxidarme.

Los ojos de Mei se abrieron con sorpresa, llevaba el yelmo del Shadopan, pero se podía leer como un pergamino desplegado con un solo carácter enorme. No del todo como Nhail que sus gestos eran fríos y distantes aunque algo en él había cambiado en Pandaría, era tratado como uno más de la manada; era difícil de leer en el mejor de los casos.

Te deseo suerte, amigo.

Ha sido una pequeña eternidad, o eso parece admitió el elfo sin dejar de reunir lo que necesitaba. Mirando la apariencia de Mei, vio que su amiga también estaba pensando en viajar.

¿Vas a salir también?

Solo brevemente, parece que los Loto Dorado han solicitado los servicios de un Wu Kao. Y de alguna manera yo era el primero en su lista, tú también estabas en ella…le dio una mirada falsamente acusatoria.

Clásico error de su parte. Pidieron lo mejor y te consiguieron a ti.

Fingió indignación¿Debes herirme así estúpido elfo de pelo blanco?

Este sonrió de oreja a orejaDebo hacerlo, pero solo si eso calma tu orgulloel estómago de gruñó en voz alta.

De hecho, mi orgullo está calmado… y el tuyo también debería estarlo después de ese ruido. Necesitas comer antes de salir.

Terminó de empacar por finComeré antes de irme, por supuesto… Pero vayamos a la pequeña cocina en el ala de los dormitoriosmiró por la ventana de la habitación¿Puedo confiar en que le dirás a Nurong por qué me fui? Volverás primero, me imagino.

Asintió de inmediatoLo haré. Y él lo entenderá, dado que, para empezar, tenías que tener la aprobación del Señor Zhu.

Salieron de la habitación; Nhail cogiendo el paquete arrojándoselo primero sobre sus hombros

¿Ani está bien?

Mei lo miró y sacudió la cabezaAni todavía está bastante débil, pero Yalia la está cuidando. Creo que solo el tiempo dirá si se recupera.

El elfo suspiró con cansancio. Ani era otro miembro de Wu Kao y se había metido en una desagradable pelea con uno de los Guardianes del Monasterio hacía meses, había sido confrontada por el alcaide por un desaire percibido donde había sido elegante y se negó a morder el anzuelo, el Guardia finalmente cedió a su ira derribándola después de un tumulto salvaje. Un sha se había apoderado del guardián entonces y Ani habría muerto de no haber intervenido apresuradamente Taoshi, quien lo dejó inconsciente con un fuerte golpe en la nuca. Ani había permanecido inconsciente durante casi tres días.

Ese hombre perderá su posición como Guardián por lo menos

Nhail estuvo de acuerdo

Ella no hizo nada para provocarlo; es una Wu Kao, puedo imaginar cómo reaccionó Nurong.

Si estaba enfadado, ciertamente no lo demostróSeñaló.

Asintió levemente cuando llegaron a las cocinas. Ya estaba ocupada; dos miembros de la Guardia Negra estaban sentados en la mesa pequeña comiendo albóndigas recién hechas.

¿Quién cocina hoy?preguntó Mei .

Un Guardia que tenía el porte y las cicatrices de un Maestro de Batalla señaló la pesada figura que se afanaba frente al fuego.

¡Lao, tienes más clientes!

¡Será un momento!Lao se giró ligeramente y vio a Mei y Nhail¡Mei y mi elfito! Les pediría ayuda, pero no hay lugar aquí.

Por supuesto que no lo hayLao, que estaba sentado en la mesa sonrióAhora sabemos cómo te hiciste tan grande, Lao.

¿Por qué aprendió a cocinar tan bien?el maestro de batalla reflexionó mientras sacaba una silla para que se sentara a su izquierda. Mei se sentó en frente y le dio un codazo amistoso .

Bueno, sí, y también conoce su cerveza tan bien como su comida

El elfo se dio cuenta de que no tenía idea de quién era.

Su nombre se me escapa, señor…

Se escapa de los labios de todos, o eso pareceel maestro de batalla bromeó¡Para empezar, casi nunca estoy aquí!acompañado de una fuerte carcajada .

Nhail olía más que una buena cantidad de cerveza en el aliento de su vecino.

Este es el Maestro del Shado Nhez joven elfo.

Lao dijo sin darse la vueltaNo te preocupes, puede que no te muerda la cabeza.

La indignación fingida también se expresó por medio de la vozDe verdad, Lao, ¿todo este tiempo juntos en el campo y me tratas así? Anda, trae cuatro jarras de cervezainsistió, eructando ruidosamente un momento después.

Lao murmuró un ‘gracias’ desde la cocina.

Bueno, será mejor que descanses. Y quita los hombros del camino; Nhail no puede sentarse correctamente. Pareces más decidido que nunca.

Antes de que pudiera responder, Nhez interrumpióPor supuesto que sí. Tiene el aspecto de alguien que también tiene algo por lo que vivir. Y eso es condenadamente importante en esta época.

Nhail ahora habló en voz altaBueno, de hecho tengo alguien por quien vivir y espero “sentir su luz y escuchar su voz pronto”.

¿Una mujer?preguntó, riéndose

Nhail podría haberle golpeado la cara, aquellos dientes esperaban ser rotos en mil pedazos pero iba tan borracho que no merecía la pena. Que alguien mencionase a Kætteren sacaba su lado más violento, su amada ser de luz encerrada en una armadura corrupta…

Lao finalmente terminó lo que fuera que estaba haciendo y delicadamente colocó un plato de las albóndigas frescas y chisporroteantes junto con los fideos igualmente frescos, le dieron ganas de desmayarse de placer.

Lao, eres un genio.

Lao se movió, un poco avergonzado de que su amigo le hiciera ese cumplido. Se dio la vuelta, recogió otro plato y se lo entregó a Mei.

Los ojos de ella se iluminaron como estrellas mientras desgarraba las albóndigas.

Lao, debes dejar a estos imbéciles y unirte a los Wu Kao. Estoy seguro de que aprenderías técnicas de sigilo y sabotaje con bastante rapidez.

El sigilo no funcionaríabromeóCualquier enemigo olería esas maravillosas bebidas que se le ocurren y le pediría que hiciera algunas.

Lao ahora sonrió de oreja a oreja.

¿De verdad lo crees, Nhez?

Nhez asintió profundamente, sus trenzas de la barbilla se inclinaron hacia su bebida.

Esta es la mejor cerveza que he probado en meses. Años, incluso.

Nhail rápidamente comenzó a comer sus fideos, usando los palillos que de alguna manera habían aparecido de la nada.

Nhez le dio un codazoPor lo que escuché, a Lord Zhu no le gusta que lo hagan esperar.

Eso sólo añadió más prisa. Mei (que ya había devorado las seis albóndigas que Lao le había dado) miró a Nhez con desaprobación.

No creo que a Lord Zhu le importe que la gente se atragante con la mejor comida de Kun-Lai. Tómate un momento y disfrútalo, amigo. ¿Quién sabe cuándo volverás a tener comida como esta?

Raciones de campoLao le entregó una pequeña caja de fideos

Nhail estaba bastante aprensivo mientras se dirigía afuera del Monasterio donde se entrenaban y descansaban casi todos los Tigres del Shadopan… excepto los muy salvajes que todavía estaban siendo domados.

Para su sorpresa, había llegado antes que Lord Zhu. Saludó al dueño del establo al pasar y Quagaora, el fiel tigre de montar que había nombrado en honor a un familiar le animó cuando se acercó a ella. Le había servido bien durante muchos años y había visto algo de acción en la batalla. Era una tigresa sutil y tranquila que encajaba perfectamente con el conjunto de habilidades del elfo. Los tigres de la Guardia Negra rugían cuando se acercaban a sus enemigos… lo que no servía muy bien para los propósitos de sigilo.

Se dirigió a Lluvia, sacó un pequeño obsequio de su mochila y permitió que lo lamiera de las manos y lo tomara suavemente entre sus dientes, le rascó detrás de las orejas. Lluvia ronroneó levemente y frotó su cabeza contra su mano a modo de agradecimiento.

¿Lista para partir gordita?

El sable rugió a modo de respuesta. Cogió la silla de montar enfundada a un lado del establo y la bajó suavemente sobre su lomo. Con mucho gusto la llevaría al Bosque de Jade. Se sabía que los felinos entrenados y cuidados por el Shadopan habían dado la vida para salvar a los que llevaban y lo mismo ocurría con la misma organización.

Odal, el Halcón no quería perderse la fiesta y se posó sobre el hombro del errante. Donde Lluvia iba Odal también, por lo que ahora Nhail dejó de caminar solo en sus viajes, no más barcos, no mas zeppelines, no mas caminatas… aquellos 10 años se terminaron, Lluvia era una extensión de él como Nhail para ella.

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