En el cielo de cuna de invierno, un resplandor ilumina la noche como si fuera de dia, los restos de una nave Draenei comienzan a caer por los alrededores, causando gran violencia y destruccion a su paso, varios poblados de furlbogs son aplastados, las ruinas elficas cercas se llenan chatarra draenei que rapidamente comienza a ser desguazada por los goblins de vista eterna.
El nucleo de la nave, donde todos los taberneros se habian guarecido en vista del inminente choque, cae sobre una solitaria casa en el poblado estrella fugaz, derrumbandola completamente y, en el proceso, matando a todo cuanto viviera en ella.
Minutos mas tarde, una compuerta se abre y los ocupantes de la nave comienzan a salir llenos de magulladuras y arañazos.
-Es que alguien pensaba que una nave draenei iba a acabar de otra forma, que ingenuos fuimos.-
-¿Adonde vamos ahora?, se preguntan todos, algunos comienzan a palparse los bolsillos y sacan las misteriosas cartas que aparecieron a bordo de la nave poco antes del choque.
-Un casino, puede no ser mala idea- piensan algunos en voz alta- Max comienza a visualizar montañas de dinero.-
-Estais locos, no vamos a un casino regentado por ese pirado de Lionheart ni borrachos de pinot noir.- Dicen otros, los cuales rapidamente se dispersan en busca de nuevas aventuras.
El resto del grupo, pone rumbo a la ubicacion que indican las coordenadas, una misteriosa isla en los confines del Mar de la bruma.
A través de un oscuro paramo, el nutrido grupo de taberneros de Azeroth se dirige hacia el lugar que Lionheart el paladín les había dejado indicado en una nota perfumada. A lo lejos, un enorme edificio destellea con cegadoras luces de neón.
-Debe ser eso de allí- Dice Rophy el enano.
Al llegar a la entrada, un enorme constructo de aspecto titánico, el cual recuerda mucho a Taloc, les corta el paso, mientras los examina con su visor ocular de color rojo. De repente, el pinganillo que lleva en su entrada de audio empieza a sonar.
-“Vamos no seas maleducado Christopher, deja pasar a nuestros invitados…”
La enorme mole se hace a un lado, dejando pasar al grupo al interior del casino.
Todos quedan boquiabiertos al ver el interior, ruletas, filas de máquinas tragaperras, mesas de mus, incluso una zona de Bingo. Toda la decoración es de estilo Art Decó con una mezcla de colores dorados y rojos.
Al fondo del gran vestíbulo, se puede observar un gran salón con mesas, sillas y un escenario, las mesas están todas reservadas y las sillas tienen un pequeño papel con el nombre de sus usuarios.
Todos pasan y toman asiento.
Las luces se vuelven tenues, mientras un foco ilumina una de las esquinas de escenario.
Lionheart aparece por el otro lado, caminando mientras saluda y sonríe. El público aplaude. Hay miradas de desconfianza entre algunos de ellos.
-Damas y caballeros… es para mi un placer darles la bienvenida…
(Pausa Dramática)
-¡¡…A LA QUE SERA VUESTRA PRISION PARA TODA LA ETERNIDAD!!
Todos los asistentes se ponen de pie, un temblor comienza a sacudir el casino.
Rophy corre en dirección a uno de los crupieres.
-¿Señor, que está pasando?, ¡¡sálvenos!!
El rígido individuo cae de bruces, como buen recorte de cartón que era.
El grupo corre hacia la salida, unas extrañas barras de aspecto teseractico se cierran impidiéndoles el paso.
Corren en otra dirección, exactamente lo mismo, cada salida es bloqueada por los mismos extraños barrotes.
Las máquinas de apuestas y las ruletas son absorbidas por el suelo, por las paredes, numerosas celdas empiezan a formarse, cada una cuenta con un camastro-litera y un retrete.
En una esquina, una cafetería con tristes mesas de prisión aparece, en otra, un gimnasio con todo lo necesario y una piscina olímpica.
En el segundo piso, aparece una biblioteca.
Extraños constructos de aspecto similar al de fuera, pero más pequeños y armados con porras comienzan a surgir de las paredes.
Súbitamente, el techo del casino es arrancado como si un gigante abriera una lata de berberechos, el rostro gigante de Lionheart mira con expresión triunfal a sus diminutos prisioneros.
-Jajaja, no puedo creer que haya funcionado!
-Hæyhæ saca su arco y dispara al elfo, la flecha rebota contra su colosal rostro.
-Lion, ¿¡maldito seas, que es esto!?
-Oh, permitid que os lo explique…en nuestro trayecto en la nave naaru un extraño etéreo se coló a bordo, le compre este extraño cubo el cual me aseguró que era una prisión dimensional, una dimensión de bolsillo si preferís llamarla así, podéis intentar todo lo que queráis, no podréis salir de aquí…
Todos intentan usar sus piedras de hogar, el casteo termina y… no pasa nada.
-Eleanna, intenta hacer un portal a Darna… digoo, a Ventormenta, sácanos de aquí! – Dice Lyft.
-La elfa se concentra, intenta usar todos sus poderes y… nada ocurre.
-Imposible…- dice-
Thantos intenta formar una puerta de la muerte a Acherus, asi como Botan intenta peregrinar al pico de la serenidad. – Nada funciona.
-Jajajaja, es inútil, en esta dimensión vuestra magia no sirve, sois poco menos que campesinos sin poderes. – Dice la atronadora voz del gigantesco paladín.
Súbitamente, su cara desaparece, mientras se abre una puerta en la ahora reacondicionada prisión.
-Así que ahora sois mis prisioneros… para siempre, MUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
-Lion. ¿Qué haces aquí? ¿Has entrado en el cubo? ¿Y quién esta fuera ahora?
…
…
…
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